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MÓDULO III

EVALUACIÓN EN
NEUROPSICOLOGÍA CLÍNICA
Como hemos visto a lo largo del curso, en al ámbito de la neuropsicología clínica, uno
de los objetivos principales es la descripción de la funcionalidad a nivel cognitivo del
paciente, valorando sus fortalezas y debilidades. Para hacerlo posible, debemos reali-
zar una evaluación profunda del funcionamiento cognitivo, pues nos permite estable-
cer un plan de rehabilitación lo más eficaz posible para el paciente.

Dentro de la evaluación es fundamental recabar toda la información del paciente


actual y previa al daño, siendo estos datos indispensables en el proceso de recupe-
ración y evaluación.

La historia clínica es una herramienta que nos permite a los profesionales de la salud te-
ner un seguimiento de la salud de los pacientes. En pacientes con daño a nivel cerebral
se busca que sea lo más completa posible, teniendo en cuenta datos y exámenes que
puedan contribuir los planes de tratamiento.

10. ENTREVISTA INICIAL


Etapa inicial para conocer al paciente y su situación actual. Para ello, dentro de la infor-
mación que vamos a recabar encontramos el motivo de consulta, datos demográficos,
tratamientos recibidos hasta la fecha, principales síntomas y afectaciones, antecedentes
médicos, sociales y conducta durante la entrevista. En fin, será la primera información
de primera mano que vamos a revisar, crucial para los pasos siguientes.

11. HISTORIA CLÍNICA


Recabar la información necesaria para un correcto diagnóstico y la elaboración de un
plan de rehabilitación implica, entre otras cosas, conocer la situación previa y actual del
paciente. Para hacerlo posible, es necesario realizar una entrevista con este y hacer una
serie de preguntas que nos permitan comprender mejor sus necesidades. Veamos a
continuación los elementos que debemos tener en cuenta en el momento de elaborar
una historia clínica:

Anamnesis: Esta primera parte de la entrevista nos permite


conocer el motivo de consulta del paciente, situación actual
y principales molestias a las que se enfrenta.

Entrevista a paciente y familiares: Aspecto clave para comprender


los cambios que se han producido en la rutina del paciente a partir
de la situación patológica. Conviene conocer la perspectiva
personal y familiar para tener mayor información sobre la situación.

Examen neurológico: Conocer si el funcionamiento a nivel


cerebral ha sufrido algún impacto.

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Exámenes complementarios: Existen algunas patologías que no
solo afectan el funcionamiento cerebral, sino que pueden interferir
en otros ámbitos del paciente y ocasionar dificultades que alteren
la vida cotidiana del mismo.

Laboratorio, EEG, imágenes cerebrales: Información concisa sobre


el impacto de la patología del paciente a nivel orgánico.

Después de finalizar la historia clínica vendrán dos pasos muy importantes a cargo del
neuropsicólogo clínico. Los mencionamos brevemente a continuación:

Evaluación neuropsicológica: A partir de la toma de una serie de evaluaciones


estandarizadas, se interpretan los resultados y se marcan los pasos a seguir a partir
del diagnóstico.

Tratamiento: Plan de intervención del paciente en el que se debe considerar toda


la información recabada para poder marcarse objetivos concretos y específicos
que mejoren su calidad de vida. Después de planificar las pautas a seguir, se pro-
cura realizar un trabajo interdisciplinario que incluya contar con la presencia de
distintos profesionales, por ejemplo, a nivel:

Médico: Otros profesionales de distintos ámbitos


como el neurológico, microquirúrgico, psiquiátrico
o fisioterapéutico, entre otros, también serán
parte del tratamiento.

Intervención NPS: Centralizada en cómo ayudar al


paciente y a su entorno a nivel familiar, social y físico.

Psicológico: Aspecto clave para apoyar al paciente,


sus sensaciones y comprender la relación con el entorno.

A continuación, revisaremos algunos aspectos importantes que conlleva una evalua-


ción neuropsicológica, siendo esta parte del trabajo de un neuropsicólogo y uno de
los principales objetivos en el área.

12. EVALUACIÓN NEUROPSICOLÓGICA


“La evaluación es neuropsicológica en tanto las preguntas que se plantea, los aspectos
centrales, los hallazgos o las inferencias obtenidas de ellos, se relacionan en último tér-
mino con la función cerebral” (Lezak, Howieson y Loring, 2004).

En palabras de Benton (1994), a lo que toda evaluación debiera apuntar es a “realizar


inferencias acerca de las características funcionales y estructurales del cerebro de una
persona, evaluando la conducta de un individuo en situaciones definidas de estímulo-
respuesta”. Es decir, las situaciones de estímulo y respuesta a que se refieren son los test
neuropsicológicos, que provocan respuestas conductuales especificas frente a los es-
tímulos también específicos bajo condiciones controladas (Burin, Drake y Harris, 2007).

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Considerando lo anterior, podemos decir que dicho proceso incluye algunos elemen-
tos que deberemos considerar en el proceso de evaluación neuropsicológica. Los re-
visamos a continuación:

12.1. Procesos de evaluación


De acuerdo a la situación y necesidades del paciente, el neuropsicólogo clínico se en-
cargará de elegir las herramientas más efectivas para una evaluación completa.

12.2. Screening
Son las denominadas pruebas de rastreo en las que se evalúan, de manera superficial,
algunas de las funciones cognitivas. Son útiles para conocer de manera general el fun-
cionamiento cognitivo. Es importante aclarar que solo con este tipo de pruebas no se
puede realizar una evaluación neuropsicológica.

12.3. Encuestas autoadministradas


Son encuestas realizadas tanto al paciente como a los familiares. En estas, se indagan
diversos aspectos. Entre ellos incluimos las quejas en la memoria y los cambios a nivel
comportamental y emocional, entre otros. Se aplicarán dependiendo de las necesida-
des, los resultados de las pruebas de rastreo y el motivo de consulta.

12.4. Administración de las pruebas


Requiere que el desempeño refleje el mayor esfuerzo del paciente. Por tanto, el pro-
ceso tendrá que ser adaptado según la cantidad y longitud de sesiones; siguiendo un
orden y respetando siempre las estandarizaciones de las pruebas utilizadas. En este
caso se aplicarán pruebas de las funciones cognitivas anteriormente mencionadas.

12.5. Puntuación
Un aspecto imprescindible es el de conocer las características antes de administrar las
pruebas. Comprendiendo, además, que existen puntuaciones regulares que marcan el
desempeño esperado de una persona de características similares, lo cual servirá de
apoyo para comparar el nivel alcanzado por el paciente.

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12.6. Interpretación de las pruebas
Si bien es cierto que la experiencia y formación profesional son elementos que favore-
cen una evaluación eficiente, todos quienes nos formamos en este ámbito estaremos
en constante aprendizaje sobre su interpretación. Algunas consideraciones que debe-
mos tener en cuenta a la hora de interpretar resultados son: observar si existen perfiles
inconsistentes; si se ha tomado en cuenta la situación demográfica del paciente; las
variables emocionales que pueden facilitar o interferir en el proceso de evaluación;
y, finalmente, si el paciente se encuentra bajo los efectos de algún fármaco que haya
estado o esté consumiendo. Este último aspecto es importante, pues puede afectar el
rendimiento.

12.7. Elaboración de informe


Para poder realizar un informe, es necesario determinar la consistencia en cada domi-
nio y en toda la evaluación. Así pues, a modo general, la información contenida en este
es un reporte de resultados con datos de normas e interpretación de resultados. Final-
mente, conlleva una serie de conclusiones por parte del evaluador donde se sugieren
los pasos a seguir posteriormente.

12.8. Prueba de rastreo: Mini-mental State Examination


El Mini-mental State Examination (MMSE) es, sin duda, el instrumento de cribado neu-
ropsicológico más utilizado en la práctica clínica. Es un test de screening desarrollado
por Folstein y su equipo en el año 1975.

La prueba consiste en una serie de preguntas que miden el rendimiento cognitivo del
paciente, valorando los siguientes parámetros:

Orientación espacial y temporal: Pregunta sobre ubicación en el espacio y as-


pectos temporales como la fecha.

Memoria de fijación y reciente: Aprendizaje y evocación de 3 palabras.

Atención y cálculo: Manipular información haciendo cálculos matemáticos.

Lenguaje: Denominar elementos, cumplir órdenes y repetir una frase.

Praxias constructivas: Dibujar una figura entrecruzada.

Administración de la prueba
El MMSE es una prueba destinada para ser administrada de forma individual. Se debe apli-
car en un lugar propicio, confortable y, sobre todo, libre de ruidos distractores e intrusiones.

El facultativo debe estar familiarizado con la prueba y las instrucciones para crear una
situación relajante y de confianza.

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Es necesario realizar una entrevista con el paciente antes de la prueba, no solo con el
objetivo de recabar información, sino también buscando lograr un entorno distendido
y apropiado.

Las instrucciones deberán ser leídas con claridad y precisión. De igual manera, si el exa-
minado corrige una respuesta, se le debe dar crédito a la respuesta correcta.

Por otro lado, se debe pedir a la persona que, si utiliza gafas, las use al realizar la prueba.

Duración
A pesar de que la prueba no tiene límite de tiempo, sí hay ciertos parámetros que po-
demos considerar en el momento de aplicarla. Por ello, el tiempo previsto para la rea-
lización de la prueba oscila entre 5-10 minutos, según el entrenamiento de la persona
que lo realiza.

Consideraciones sobre los resultados


La prueba se puntúa entre 0 y 35. El punto de corte establecido para detección de
demencia se sitúa en torno a los 23 puntos; puntuaciones inferiores tienen una elevada
sensibilidad en el diagnóstico de demencia (Tabla 1).

Tabla 1. Según el puntaje obtenido en el MMSE se puede establecer el grado de dete-


rioro (Burin y Harris, 2007).

Entre 30 y 27 Sin deterioro

Entre 26 y 25 Dudoso o posible deterioro

Entre 24 y 10 Demencia leve a moderada

Entre 9 y 6 Demencia moderada a severa

Menos de 6 Demencia severa

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Tabla 2. Puntajes de corte del MMSE por edad y nivel de educación (Ollari, 2011):

Educación Edad
(años)

Menor 4 5 46 - 5 5 56 - 6 5 66 - 75 Mayor 75
años años años años años

O < II II 24 24 22
4

O5 27 27 26 26 25
a7

O8 27 27 27 27 25
a 12

O > 12 27 27 27 27 26

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