ESTADO, SOCIEDAD Y EDUCACIÓN. EN LA ARGENTINA DE FIN DE SIGLO.
Daniel Filmus.
CAPÍTULO 3: PRINCIPALES TENDENCIAS EN LA EVOLUCIÓN
ACTUAL DEL SISTEMA EDUCATIVO ARGENTINO
MENEMISTA: Filmus en su texto Estado, sociedad y educación en la
argentina de fin de siglo explica que, durante la presidencia de Menem, las políticas económicas aplicadas tuvieron consecuencias graves para la población (100). Por un lado, las privatizaciones dejaron a muchas personas sin empleo y llevaron a la miseria a pequeñas comunidades que dependían del movimiento ferrocarril y por otro lado, los empleados de las empresas estatales también quedaron sin trabajo. Al mismo tiempo, debido a la creciente globalización económica, Argentina se volvió más vulnerable a las crisis financieras de otros países (1996: 20). Otro autor que coincide en esta crítica sobre las políticas de la presidencia de Menem es Filmus que explica que, a partir de la asunción de Menem, se inauguró una etapa donde no solo se modificaron las bases económicas, sino también alteraron los cimientos académicos del sistema educativo nacional que fueron resistidas por los actores del campo gremial docente (1996: 98). Como consecuencia de la falta de compromiso político, las problemáticas educativas tomaron centralidad en el interés público por variadas cuestiones como la descentralización, la extensión de la obligatoriedad, los nuevos modos de gestión institucional, la formación del profesorado; donde todas las demandas a la calidad educativa comprobaban la conflictiva relación entre el Estado, la educación y la sociedad (1996: 98). Filmus expone que, durante esta época, las políticas públicas se definieron desde el protagonismo de los actores del campo político académico, desde el gremio docente, desde la Iglesia y desde los actores crediticios. Igualmente, desde las políticas universitarias, la ideología de la evaluación buscó redefinir en el marco de la autonomía las relaciones del cuerpo universitario con el Estado y con el mercado (1996: 98). Paralelamente, se le otorgó lugar a la reforma de la Constitución Nacional, el cual tuvo consecuencias directas en la educación (1996:99).
3.1. LA EXPANSIÓN DE LAS OPORTUNIDADES EDUCATIVAS
El texto trata sobre las principales tendencias que marcaron el desarrollo del sistema educativo argentino en la década de los '80. Se destaca la expansión de la matrícula en todos los niveles educativos debido a la creciente demanda y la implementación de la Ley Federal de Educación, que propuso cambios en la estructura educativa. Sin embargo, las limitaciones presupuestarias y problemas de calidad llevaron a una masificación de la matrícula que no siempre garantizó una democratización efectiva. Uno de los procesos más relevantes fue el deterioro de la calidad educativa, que afectó de manera desigual a los alumnos según su lugar de residencia y nivel socioeconómico. La expansión también implicó la necesidad de integrar a la educación a grupos de niños que quedaban fuera del sistema. Además, se destaca la polarización de la demanda educativa, con una fuerte presión hacia el crecimiento en los niveles superiores. La expansión se observó principalmente en el nivel universitario debido a políticas de ingreso más flexibles. No obstante, la escuela pública mantuvo una participación mayoritaria en la matrícula. Para lograr una mayor equidad, se plantea la necesidad de destinar recursos adecuados para atender a los sectores más postergados y garantizar igualdad de oportunidades en el acceso a los niveles superiores del sistema educativo. Además, se menciona la importancia de la intervención del Estado para evitar la reproducción de desigualdades sociales. Por último, se resalta la importancia de analizar cómo se distribuyó la expansión de la matrícula entre establecimientos públicos y privados, con un aumento de la participación del sector oficial en la mayoría de los niveles educativos. 3.2. EL DETERIORO DE LA CALIDAD EDUCATIVA La expansión educativa en Argentina ha llevado a un deterioro creciente en la calidad del servicio educativo. Anteriormente, se medía el acceso a la educación en función de la cantidad de años de estudio, pero en la actualidad, pasar más tiempo en la escuela no garantiza el acceso a conocimientos socialmente significativos necesarios para una participación social plena. Este proceso se ve influenciado por varios factores. En primer lugar, los sistemas educativos enfrentan dificultades para incorporar los avances científico-tecnológicos y las transformaciones culturales que evolucionan rápidamente. Además, la falta de recursos adecuados en proporción al aumento de matrículas y la inflexibilidad en el crecimiento de los recursos también afectan la calidad del sistema. El modelo educativo vigente no se ha modificado significativamente a lo largo del tiempo, lo que ha llevado a dificultades para atender a la diversidad de estudiantes provenientes de diferentes subculturas. Los sectores populares han experimentado mayores dificultades de integración y tienen acceso a servicios educativos de menor calidad. El magisterio también ha sufrido problemas debido a las condiciones materiales de trabajo y la baja calidad de su formación inicial. Además, hay una disminución constante en el número de jóvenes que aspiran a ser docentes y un cambio en la composición social de los que acceden a la docencia, lo que afecta negativamente la calidad de la enseñanza. La falta de datos confiables dificulta la evaluación sistemática de la eficiencia y calidad del sistema educativo argentino. Sin embargo, las evaluaciones realizadas muestran un marcado deterioro en la calidad educativa. Se han observado mejoras en algunos indicadores, pero aún hay un largo camino por recorrer para revertir la situación. Es fundamental generar una cultura de la calidad y responsabilizar a todos los actores involucrados en los procesos educativos para mejorar la situación educativa en el país. 3.3. LA AMPLIACIÓN DE LAS DESIGUALDADES El sistema educativo argentino ha sido históricamente homogéneo, buscando brindar iguales oportunidades educativas a todos los niños, independientemente de su origen social o regional. Sin embargo, la masificación de la enseñanza y la incorporación de sectores marginados han comenzado a desafiar esa homogeneidad. Las diferencias educativas se percibían principalmente en el acceso a la escolaridad, pero a partir de las políticas aplicadas por el gobierno del Proceso y la implementación de mecanismos de evaluación, también se notaron disparidades en los niveles de conocimientos adquiridos por diferentes grupos de alumnos, incluso cuando accedían al mismo grado. Actualmente, las oportunidades educativas en Argentina están claramente diferenciadas en cuanto al acceso, permanencia y calidad de la educación en los diferentes niveles del sistema. Las desigualdades regionales son notorias, siendo las provincias del noreste y noroeste las más desfavorecidas. Aunque el nivel primario presenta menor intensidad de desigualdad debido a altos índices de escolarización, algunas provincias aún muestran tasas de exclusión alarmantes. En el nivel medio y superior, las desigualdades son más notables, y la tasa de escolarización en la Capital Federal es considerablemente más alta que en otras provincias. Estas desigualdades también se reflejan en los niveles de analfabetismo, siendo las provincias del noroeste las más afectadas. Además, el nivel de escolaridad está fuertemente relacionado con la situación socioeconómica de la población. Las mujeres han experimentado un crecimiento significativo en el acceso a la escolaridad, mostrando tasas más altas de escolarización en el nivel medio y superior. Sin embargo, persisten ciertas discriminaciones en algunas carreras universitarias. En cuanto a la calidad educativa, existen múltiples sub-sistemas o circuitos escolares que brindan calidades diferenciadas de aprendizaje. Los sectores más bajos, especialmente en regiones menos desarrolladas, enfrentan procesos de enseñanza- aprendizaje de inferior calidad. Las evaluaciones de calidad pueden ser una herramienta para mejorar la equidad en la distribución de saberes, pero es necesaria la participación de docentes y comunidades en el proceso para lograr una educación de mayor calidad. Se destaca que las diferencias en el rendimiento educativo no se deben tanto a la gestión pública o privada de las escuelas, sino a las características propias de cada institución y al nivel socioeconómico de la población que asiste a ellas. Las escuelas privadas mostraron una leve ventaja en rendimiento, posiblemente debido a factores socioeconómicos. En resumen, el sistema educativo argentino ha enfrentado desafíos para mantener su histórica homogeneidad, con disparidades en el acceso, permanencia y calidad de la educación entre diferentes regiones y grupos sociales. Se destaca la importancia de abordar estas desigualdades para lograr una educación más equitativa y de mayor calidad. 3.4. LA DESCENTRALIZACIÓN DE LOS SERVICIOS EDUCATIVOS En los últimos años, se ha llevado a cabo una transformación significativa en el sistema educativo argentino al transferir los servicios educativos nacionales a las provincias y la Ciudad de Buenos Aires. Esto incluyó el traspaso de miles de escuelas y docentes desde el gobierno nacional a las jurisdicciones provinciales. La ley 24.049 autorizó la transferencia de establecimientos administrados directamente por el Ministerio de Cultura y Educación y el Consejo Nacional de Educación Técnica, así como facultades y funciones sobre establecimientos privados reconocidos. La mayor parte de la transferencia se efectuó entre 1992 y 1994. Aunque es demasiado pronto para evaluar completamente las consecuencias de este proceso, su éxito dependerá de la lógica política que prevalezca en los procesos de descentralización y la capacidad de las instituciones educativas y el Estado para asumir los nuevos roles que implica esta descentralización. 3.4.1. LAS LÓGICAS POLÍTICAS DE LOS PROCESOS DE DESCENTRALIZACIÓN El texto trata sobre la descentralización de los servicios educativos en Argentina y las diferentes perspectivas y objetivos que han prevalecido en este proceso. Históricamente, la demanda por la descentralización ha sido una expresión de la voluntad democratizadora frente al poder central. Antes de la centralización educativa, la autoridad educativa era sostenida por cabildos y otras instituciones locales y religiosas. La descentralización se vincula con la búsqueda de un verdadero federalismo y mayor autonomía para las provincias. Se identifican varias lógicas políticas en los procesos de descentralización: económicas, tecnocráticas, de mejora de la calidad educativa y democrático-participativas. En Argentina, se han experimentado diferentes procesos de transferencia y descentralización, con predominio de lógicas económicas y tecnocráticas en ciertos momentos históricos. En los últimos procesos de transferencia, se ha intentado un enfoque más democrático y participativo, permitiendo la participación de la comunidad en la gestión educativa. Sin embargo, la realidad ha presentado desafíos, como la crisis fiscal en algunas provincias y la falta de recursos para implementar transformaciones pedagógicas. La pugna entre las diferentes lógicas se centra en cómo lograr una descentralización que promueva la mejora de la calidad educativa y la participación de la comunidad en la gestión escolar. El proceso de descentralización en Argentina es dinámico y está sujeto a evaluación continua, dependiendo en gran medida del papel que desempeñen los actores involucrados en su implementación. 3.4.2. LOS NUEVOS ROLES DE LOS ACTORES INVOLUCRADOS El texto se refiere a la descentralización en el ámbito educativo y la redistribución de responsabilidades entre los actores involucrados. Para lograr un proceso democratizador, es necesario que los actores desarrollen nuevas capacidades. Algunas de las capacidades clave que se deben desarrollar son: 1. Capacidad de concertación: Se deben crear espacios de acuerdo entre los distintos niveles de gobierno para establecer políticas nacionales que puedan adaptarse a las necesidades específicas de cada jurisdicción. Además, se debe fomentar la participación activa de la comunidad educativa en la implementación de estrategias. 2. Capacidad de información y evaluación: Es importante contar con información precisa y sistemas de evaluación para la toma de decisiones educativas efectivas. Un sistema nacional de evaluación permanente permitirá medir el rendimiento y mejorar la calidad del sistema educativo. 3. Capacidad de compensación: Se debe evitar que la descentralización produzca desigualdades entre las diferentes jurisdicciones. La capacidad de "discriminación positiva" está relacionada con priorizar la asignación de recursos en función de las necesidades prioritarias. 4. Capacidad de innovación y transformación pedagógica: El Ministerio de Educación debe liderar procesos de innovación en la educación, fomentando la integración de aportes de la comunidad académica y desarrollando estrategias no tradicionales. El texto también destaca que tanto el Estado nacional como las jurisdicciones y las escuelas deben desarrollar estas capacidades para lograr una descentralización efectiva en el sistema educativo. Se resalta la importancia de que las escuelas tengan mayor autonomía para adaptar sus estrategias y proyectos a la realidad local, pero siempre en línea con los objetivos nacionales establecidos a través de la concertación. Es necesario que los cambios propuestos sean respaldados por las gestiones jurisdiccionales y nacionales, con políticas de apoyo, capacitación docente, asignación adecuada de recursos y mecanismos de incentivos para garantizar una transformación efectiva en el sistema educativo.
Desigualdad, Inclusión y Equidad en La Educación Superior en América Latina y El Caribe Tendencias y Escenario A - Reporte de Lectura 4 - Johanna Ivette Suarez Carvajal.