Documento VI

Peter Brook (Rusia 1925)

El Espacio Vacio

El teatro aparece cuando las formas temporales han cumplido su cometido nos llevan al
instan irrepetible en que una puerta se abre y la visión se transforma.
El teatro es vida, pero no todo en la vida es teatro. La vida en el teatro debe ser má s
entretenida e intensa porque la acció n esta má s concentrada en el espacio y el tiempo. En todo
momento en el acto de actuar debe existir la chispa, una pequeñ a flama que de intensidad al
momento comprimido.
El Público: No tiene su funció n pasiva. No necesita intervenir ni manifestarse para participar.
Su participació n es continua a través de su presencia expectante. El pú blico puede perderse
en un segundo, si el ritmo no es el adecuado. En el teatro el aburrimiento puede aparecer en
cualquier momento, siempre está dispuesto a deslizar en una acció n, gesto o frase, Se debe
confiar en la capacidad innata para no aburrirse, como actor, director o espectador.
El Actor: Debe ser físicamente llamativo y ser una imagen del mundo; deben existir los
actores pequeñ os y gordos, Los altos y esbeltos, los que se deslizan con desenvoltura y los que
se mueven pesadamente, pero todos deben tener un cuerpo de movimientos afinados, libre de
tensiones y acciones sin sentido, a sabiendas que la autentica libertad se produce en el
momento en lo que procede del exterior y lo que sale de adentro forman una perfecta
combinació n, sensible al eco y resonancia de cada movimiento vivo y verdadero. El actor
frente al espacio vacío es natural que sienta miedo, aunque se tenga una larga experiencia, el
verdadero actor transforma el miedo en energía y fuerza escénica y nunca debe sentir miedo
de correr riesgos.
El Espacio: Debe tener poder de concentració n, se debe centrar el interés en un solo punto y
no deben existir ruidos, obstá culos, movimientos, equivocados, demasiadas situaciones
simultaneas que hagan perder la energía en la escena.
El Tema: El tema de la obra debe exponer una preocupació n o necesidad esencial para el
pú blico, una experiencia teatral que viva en el presente debe estar en intima relació n con el
ritmo de su tiempo, partiendo de una faceta cotidiana, porque el ser humano se interesa ante
todo por la vida que conoce. Para conmover al espectador esta el método de buscar la belleza
asombrando la imaginació n a partir de la pureza de los detallar, acercá ndose a lo sagrado.
Otro método es el actor que con su potencial crea un nexo entre su propia imaginació n y la
imaginació n del pú blico, transformando los objetos banales en objetos má gicos.
El Autor: Cuando escribe expresa movimientos ocultos, rotundamente enterrados en la
naturaleza humana. Los textos son una sucesió n de palabras que tiene en la misma la
posibilidad de dar vida a formas e imá genes que se renuevan constantemente. Un gran texto
es un autentico nú cleo de energías, que ni tiene forma, pero si direcció n y potencia. Lo escrito
en sí mismo, no tiene forma dramá tica, una infinita cantidad de formas inesperadas, pueden
aparecer a partir de los mismo elementos y la tendencia humana a rechazar lo inesperado
acaba siempre en la reducció n de un universo potencial
En La Puesta En Escena: Se debe siempre preguntar si es suficiente el espacio vacío y pensar
cuales son los elementos indispensables. El primer ensayo es prá cticamente inventar algo
estú pido, la idea má s torpe puede ser ú til para que la gente se levante y se ponga en marcha.
Se puede intentar cualquier cosa, sin preguntarse si es estú pido o demasiado estú pido. No
juzgué la idea en el momento que pueda surgir. Ante la creació n existe un miedo inevitable lo
primero que se necesita es confianza y creencia en el otro. No se debe empezar con palabras o
con ideas sino con el cuerpo, un cuerpo libre es necesario para que todo viva o muera. Todo lo
que consiga hacer fluis nuestras energías, es ú til. Se deben hacer cosas aunque parezcan
tontas, después se deben encontrar nuevas metas que mantenga vivo el interés, preguntando
a que conducen las acciones y que rigor necesitamos. Los ensayos teatrales, son espacios
privados porque deben generar el vínculo esencial de confianza, entre actor y director para
trabajar juntos. Los actores son recelosos e hipersensibles por naturaleza y les gusta sabes
que está n protegidos por el silencio, la intimidad y el secreto.
El espacio vacío menciona varios tipos de teatro: El Teatro Sagrado, donde lo esencial es
aceptas que existe un mundo invisible que es preciso hacerlo visible (Lo ú nico que ayudan a
hacer visible lo invisible, es la conciencia del presente) Implica que hay otras zonas alejadas
de las formas que conocemos, con una fuente de energía de gran potencia donde existen
impulsos humanos que son difíciles de percibir pero que somos capaces de reconocer cuando
aparece en nosotros o en otras personas. Lo sagrado es una transformació n, de lo que no es
sagrado en un principio. El Teatro Tosco, es la celebració n de todo tipo de medios
disponibles y lleva consigo la destrucció n de todo lo que tiene que ver con la estética; no
significa que no haya también belleza. El Teatro Inmediato, Pronuncia que todo está sujeto al
azar y al cambio, siendo todo posible de que ocurra en la escena. “Es el teatro de todo lo que
se necesite”. El Teatro Mortal, el mal teatro, el comercial que solo sirve para dejar ganancias
y divertir.
Existen dos formas de improvisar: La que parte de la libertad total de actor y la que tiene en
cuenta ciertos elementos restrictivos. El actor profesional tiene la habilidad de provocar en si
mismo estados emocionales que no le pertenecen a él sino a su personaje uno no debe tener
ideas preconcebidas, para esto se debe repetir el texto una y otra vez de un modo neutro,
hasta que la comprensió n sea personal y orgá nica. El actor debe saber que todo movimiento
realizado debe estar lleno de significado y que la calidad se encuentre en el detalle. Sea cual
sea el có digo, la forma puede llenarse de significado. El Teatro: es siempre una bú squeda de
significados y de hacer que ese significado lo sea también para otros.
El teatro radica en un misterio llamado “Tiempo presente” y ese momento presente es
asombro. El teatro no es un proceso intelectual o racional, no es una discusió n entre personas
cultas, sino un arte donde la energía de sonido, la palabra, el color y el movimiento pulsan una
tecla emocional que hace estremecer el intelecto, es una má quina para trepar y descender por
las escalas del significado de un mundo invisible que se compenetra con el mundo cotidiano y
normalmente es ignorado por los sentidos. El teatro no debe ser aburrido, no debe ser
convencional ¡Debe Ser Inesperado!

Recopilado por: Juan Álvaro Romero-Corporación Ziruma