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3. La inextricable vida es esencialmente dos cosas: el deseo que circula entre los
sexos y las figuras del poder político y social. A partir de esto siempre hay tragedia y
comedia.
Tragedia: Es el juego del Gran Poder y de los atropellos del deseo. Lo que piensa la
tragedia, es en resumen, la experiencia estatal del deseo.
Comedia: Es el juego de los pequeños poderes, de los roles del poder, y de la
circulación fálica del deseo. Lo que piensa la comedia, es la experiencia familiar del
deseo.
Los géneros entre medio, tratan a la familia como si fuera un Estado, o el Estado
como si fuera una familia o una pareja.
5. La experiencia temporal contiene una gran parte del azar. La puesta en escena es a
menudo un pensamiento extraído de los azares.
7. La crítica tiene la misión de cuidar del público. Su oficio consiste en llevar la idea-
teatro, tal cual la recibe, bien o mal, al ausente y al anónimo. Convoca a las
personas para que completen la idea o piensa que esa idea no merece ser honrada
por el vasto azar de un público.
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8. Nuestro tiempo exige una invención que vincule en escena la violencia del deseo
con los roles del pequeño poder local: una invención que transmita como ideas-
teatro todo aquello de lo que es capaz la ciencia popular. Queremos un teatro de la
capacidad, no de la incapacidad.
10. El público va al teatro para ser sorprendido. Sorprendido por las ideas-teatro. No
sale culto, sino aturdido, cansado (pensar cansa), pensativo. Incluso en la mayor de
las carcajadas no ha encontrado con que satisfacerse: ha encontrado ideas cuya
existencia ni siquiera sospechaba.
El teatro y la filosofía:
Platón denunciaba al teatro como práctica política del papel interpretado. Según él, nos
aleja de la tierra firme, de la idea solar y establece, al apuntar a la división y la vuelta sobre
sí mismo, en vez de exhibir la tenacidad con la que la filosofía intenta acceder al principio de
lo que es.
Nietzsche, como anti platónico, se esperaba una posición distinta, pero sucede lo contrario:
el odio al teatro se encuentra en el corazón de la estética nietzscheana. Sostiene que el
teatro es falso pensamiento, simulacro plebeyo. En lugar de ofrecernos un pensamiento
poderoso, nos ofrece una débil promesa que se sostiene en un sentido histérico de la
escena.
Pero, aunque todo parece indicar una ruptura esencial entre la filosofía y el teatro, los
encuentros entre ambos están allí. Los filósofos van a los teatros para discutir y esclarecer
los espectáculos. Vamos a admitir entonces que la relación entre el teatro y la filosofía es
tensa, paradójica, decisiva y obscura.
La cuestión de la verdad, sería el enfoque central de la disputa entre ambas disciplinas. La
filosofía se define como la búsqueda de la verdad, y el teatro es considerado un lugar de
ilusión y la mentira. Pero Badiou propone otra hipótesis. Admite que el teatro produce un
efecto de verdad singular e irreductible, la verdad-teatro (solo existe en la escena)
teatro es el gesto que realiza la idea. Badiou lo define como la dimensión del
acontecimiento de verdad teatral.
2. El teatro hace que se encuentre la eternidad y el instante en un tiempo artificial. Un
tiempo artificial que es el encuentro de los instantes del desempeño teatral con la
eternidad de las figuras. Esto es lo que Badiou llama dimensión experimental de la
verdad teatral.
3. El teatro organiza una presencia colectiva de la idea. Es una actividad
esencialmente pública. Lo nombra como la dimensión política de la verdad teatral.
El teatro nos indica dónde estamos en el tiempo histórico, pero lo hace mediante una
amplificación propia. Como dispone de amplias figuras, ilumina nuestra situación y nos
permite ver con claridad en la confusión del tiempo, porque representa nuestros conflictos y
nuestras pasiones por medio de figuras típicas y situaciones ejemplares. Allí reside la
singularidad de la verdad-teatro; ahí, en la escena, y en ningún otro lugar, está el ámbito
para un acontecimiento experimental, político, que da claridad a nuestra situación histórica.
Foucault propone terminar con los privilegios del autor. Habla de la ausencia del autor y no
de la muerte.
Menciona que hay discursos que contienen la función autor y otros que no, como por
ejemplo la lista de supermercado escrita de algún autor de renombre no cuenta como parte
de su obra.
También nos dice que las creaciones colectivas esquivan a los privilegios del autor.
Barthes:
- Abre un espacio donde el autor no deja de desaparecer.
- Toma a la escritura como gesto de expresión.
- La enunciación también termina con el sujeto empírico
- La escritura no llega a tapar la existencia del autor.
Posición transdiscursiva: En el orden del discurso se puede ser autor de algo más como
una disciplina, una teoría, de una tradición, etc. La creación de este tipo de discursos, dan
lugar a otros libros y otros autores pueden colocarse a su vez. Es un fenómeno constante y
que se ha dado a lo largo de la historia.
2. El ejercicio del lenguaje es una acción como tantas otras cuya significación depende
no solo de la relación estructural entre sus elementos constitutivos, sino también de
los interlocutores implicados y sus circunstancias espacio-temporales. Analiza las
frases como enunciados efectuadas en determinadas circunstancias.
1) Ejercer acciones tan concretas como cualquier otra, el “lenguaje como constructor de
realidades”. Hablar, no es simplemente hablar, sino es una acción que moviliza y tiene
consecuencias. Por ejemplo: Decir la frase “Juro decir la verdad” en el contexto de un juicio
no es solo comunicar una información sino realizar un juramento. Es decir, jurar es decir
que se jura, entonces decir es hacer. Además de que, desde el momento que se ha
realizado la acción de jurar en un juicio, esto puede traer consecuencias jurídicas
inevitables. Estos verbos que realizan la acción que significan, obtienen el nombre de
verbos performativos. (prometer, declarar, bautizar, inaugurar, clausurar, advertir,
aconsejar, felicitar, amenazar, agradecer, autorizar, etc).
El acto que se realiza al hablar es la unidad básica de la comunicación, por eso debemos
distinguirlo entre géneros de actos de habla y establecer las diversas clases de reglas que
los gobiernan. Entonces, se reconocen tres géneros distintos de actos (actos de emisión,
actos proporcionales, actos ilocucionarios)
Y con respecto a las distintas reglas que gobiernan los distintos tipos de actos, las distingue
entre reglas regulativas y reglas constitutivas.
BENVENISTE:
“ El lenguaje no es exterior al hombre, al contrario es en y por el lenguaje que el hombre se
constituye como sujeto”
Subjetividad del lenguajes: Benveniste habla de tres argumento por lo cuales se puede
sostener la subjetividad en el lenguaje
1) La polaridad de las personas (yo/tú): Es “ego” quien dice “ego”, Es el acto de decir
el que funda sujeto y simultáneamente al otro el ejercicio del discurso. El hecho de
asumir el lenguaje para dirigirse a otro conlleva la instauración de un lugar desde el
cual se habla de un centro de referencia alrededor del cual se organiza el discurso.
Podemos reconocer dos sujetos reconocibles: el del sujeto del enunciado (explícito
en el discurso, que realiza el acto) y el del sujeto de la enunciación (implícito, realiza
el acto de decir).
Enunciado y enunciación
En todo el enunciado, reconocemos dos niveles:
verbo de la enunciación aquél que designa el acto enunciativo (el acto de decir) y
el objeto de la enunciación, el propio enunciado.
El “yo” lo podemos relacionar con el enunciador. El enunciador cumple el rol de
organizador del saber y configura un tú determinado por distintos destinatarios.
Este nivel posee, a su vez, tres niveles: 1) Enunciado de tipo descriptivo, 2) las
enunciaciones enunciadas y 3)un nivel que está siempre implícito.
deícticos.
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Bettetini analiza la relación entre el texto fílmico (un tejido que articula una cantidad
determinada de signos audiovisuales) y el espectador. El texto audiovisual tiene 2 partes:
● Universo semántico - nivel simbólico.
● Proyecto de relaciones comunicativas.
Diferentes ontologias1:
considerar intuitivamente sus actos sin confundirse con ellos. Lo único intuido es la
subjetividad inmanente.
Narración
Temporalidad
reconocimiento de las discordancias que […] ponen en peligro su identidad” (Ricoeur, 1999:
219)2
TEMPORALIDAD/TIEMPO:
“¿Qué es el tiempo?” En primer lugar hay que decir que, en Agustín, no hay fenomenología
pura del tiempo. Quizá no la habrá nunca después de él. Así la "teoría" agustiniana del
tiempo es inseparable de la operación argumentativa.
La especulación sobre el tiempo es una cavilación inconclusiva a la que sólo responde la
actividad narrativa. No porque ésta resuelva por suplencia las paradojas; si las resuelve, es
en el sentido poético no teórico.
Paradoja del ser o no ser del tiempo: Para poder resolver la paradoja de la medida del
tiempo, primero se tiene que pensar la aporía del ser o no ser del tiempo. Desde la
argumentación escéptica dice que el tiempo no es, mientras que una confianza moderada
en el uso cotidiano de la palabra obliga a decir, de una manera que no sabemos explicar,
que el tiempo es.
El argumento escéptico postula que el tiempo no tiene que ser, puesto que el futuro no es
todavía, el pasado ya no es y el presente no permanece. Y, sin embargo, hablamos del
tiempo como que tiene ser, afirmando que las cosas venideras serán, las pasadas han sido
y las presentes pasan, e incluso que ese pasar no es nada. Es significativo que sea el uso
del lenguaje el que sustente, provisionalmente, la resistencia a la tesis del no-ser. El decir
del tiempo resiste al argumento escéptico, pero la separación entre el “qué” y el “cómo”
pone en juicio al lenguaje.
San Agustín entonces, plantea la pregunta “dónde” y dice “Dondequiera que estén, son allí
presente, ni pasado ni futuro”. Entonces el futuro son esas pre-percepciones que nos
permite anunciarlas con antelación mediante signos o causas y el pasado son huellas que
dejan los acontecimiento y que permanecen marcadas en el espíritu.
“¿En donde existe el pasado y el futuro?” Las tres existen en el espíritu y fuera de él no
existen.
Con esto podemos decir que al confiar a la memoria el destino de las cosas pasadas, y a la
espera el de las cosas futuras, surgen tres tiempos distintos:
pasadas
futuras
Intentio y distentio:
2 Concordancia y discordancia en Historia y Narratividad, Paul Ricoeur.
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Intentio: Orientación de tal alma hacia la eternidad. Ocurre cuando se está viviendo
(momento escénico, cuando se está actuando). Mientras más intentio exista más distentio
animi habrá
NARRACIÓN
Binomio de narración: Mimesis y mythos: Los relatos o narraciones van a estar organizados
a partir de dos nociones: La mimesis y el mythos. Son dos aspectos de una misma
configuración que se da en simultáneo. Es un binomio.
Ahora, ¿Cómo se introduce ese azar del que hablamos? Diremos que ese azar no
puede ser algo que no sea necesario o probable dentro de la trama, pero al mismo tiempo,
no puede ser previsto por la trama porque tiene que generar esa posibilidad de
sorpresa/inesperado; por ello Ricoeur dice “contra lo esperado, es decir, algo
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Lun comienza el capítulo hablando sobre la perspectiva de Marx con respecto al arte y otros
aspectos del proceso social. Marx no cristalizó ninguna teoría en concreto sobre el arte y
esto produjo el debate entre muchos pensadores del orden marxista.
Para Marx el arte es más que la reproducción física de la realidad externa, no es una mera
copia, sino que incluye otros atributos que permiten la construcción de un todo coherente y
atractivo. Recalca el valor humanizante, transhistórico y fundamental del arte. Considera
que el mejor arte desarrolla la función de penetrar a través de las nubes ideológicas que
oscurecen las realidades sociales. Tiene la capacidad de modificarse y de sacarnos, de
cierta alienación a la el individuo se ve sometido día a día.
Pero, considera que en la modernidad y bajo las condiciones del capitalismo, el arte se
convirtió en gran medida en una forma de trabajo alienado viéndose reducido a la calidad de
una mercancía en el mercado, su creación ha dejado de ser un proceso en el que el artista
desarrolla el “yo” y humaniza a la naturaleza. La necesidad de respetar los cálculos del
mercado, provocó que se redujeron las oportunidades para la expresión individual y la
liberación de las restricciones de grupo.
Marx sostiene que como intelectuales, los artistas tienen tres opciones:
Para Marx, el realismo literario era un atributo de las mejores literaturas, y nombra cuatro
criterios esenciales del realismo:
MODERNIDAD:
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3) Cubismo: Surge en Francia. Busca trabajar con diferentes puntos de vista y con la
simultaneidad del tiempo en el espacio, evidenciar la forma, el artificio y trabaja
ampliamente con la idea de la realidad como una construcción. El cubismo funciona como
influencia para el constructivismo y para el surrealismo.
Las corrientes son muy distintas entre sí, entonces Lunn intenta encontrar aspectos en
común para comprenderlas.
ASPECTOS UNIFICADORES:
1) Autoconciencia o autorreflexión estética: Los artistas se ocupan de los medios o
los materiales con los que trabajan de los procesos de creación de cada disciplina.
El arte deja de ser una representación de la realidad o un “reflejo” de la misma
(desarrollo de la fotografía que sustituye esta representación de la realidad).
El arte se devela a sí mismo como una construcción o artificio. Si la puesta de
escena es una construcción, también lo es la realidad.
En este capítulo Lunn toma a dos pensadores marxistas críticos, Lukács y Brecht. Ambos
trabajan sobre el realismo, tratando de cambiar la realidad y consideran que para lograrlo, lo
primero que debe hacer el arte es comprenderla y hacer representaciones en pos de eso,
ambos siendo marxita pero usando componentes distintos de esta corriente. Deja de
importarles el plano principal para enfocarse en la forma. Además de coincidir en el
pensamiento marxista, poseían un rechazo hacia lo abstracto.
Lukács posee en sus obras un humanismo Brecht trataba de aplicar las nociones de la
ético y estático tradicional. Se encuentra experimentación científica y la producción
comprometido con la continuación de la económica a la búsqueda de una estética
cultura europea tradicional. modernista acorde al siglo XX. Brecht
sostiene que el hombre del siglo XX, piensa critica la propuesta de Lukács porque
la realidad como una realidad fragmentada, sostiene que su forma de hacer teatro no
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una realidad que domina a los individuos y motiva al obrero a querer accionar sobre su
en la cual estos se sienten alienados, realidad, sino que este se queda
inmersos en ella, sin ser dueños de su simplemente en la catarsis.
destino. Ataca al formalismo. Sostiene que al mostrarle al espectador su
Frente a esta visión de los individuos, realidad, este se afecta, se extraña y ese
Lukács le ofrece al espectador una extrañamiento es el que le permite empezar
“compensación utópica”: una utopía, una a pensar, a cuestionarse su vida y
trama redonda y clara en donde todo cierra, plantearse una posibilidad de cambio.
una mirada del mundo tan perfecta que le Para lograr construir esta nueva forma de
genera satisfacción al espectador; pone en teatro, Brecht prioriza la forma en que va a
escena personajes redondos, típicos, que contar la realidad, y lo hace a través del
funcionan como sujetos y objetos de la montaje de la obra (con la utilización de
historia, accionan en ella y la transforman, y luces, objetos, dramaturgia, etc.). El
a su vez se ven afectados por el transcurrir realismo que presenta es inorgánico, nada
de la trama; una trama orgánica, en donde se presenta de manera redonda ni clara,
todo lo que sucede sigue la regla de causa- sino que por lo contrario se observa mucha
consecuencia. El espectador entonces se ambigüedad, contradicción y extrañeza.
identifica tanto con la historia, como con los
personajes y eso lo motiva a querer
cambiar su propia realidad para construirse
una nueva realidad similar a la de la obra,
en donde todo está perfectamente
encajado, cerrado. El teatro que presenta
Lukács se convierte entonces en la realidad
a la que aspiran los espectadores.