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Documento IX

Claudio D´girolamo
El Grupo Teatral

¿Por qué hacemos teatro? Necesitamos contar algo. Necesitamos decir y para decir no
podemos hablar solos, necesitamos del otro. Lo cual implica generar una comunidad del
grupo, a la cual convocamos a todos pero verdaderamente importa trabajar con la gente que
quiere trabajar con nosotros. Lo primero es creer en el actor que acepta convocatoria.
El teatro es un modo de vida, en cuya existencia de grupo la autoridad se gana, no se impone.
La permanencia de un grupo teatral en el tiempo y espacio, no está ligada necesariamente a
un cierto nú mero especifico de personas, sino que debe ser un lugar donde entre y salga
gente, pero quien llegue o quien se quede, puede expresar y decir lo que es y captar y recibir
lo que quiere recibir, conservando la disposició n a la creació n y la energía grupal. Los grupos
deben convocar nueva gente, acoger nuevas ideas y despedir de buenas maneras a quien haya
adquirido lo que el grupo podía darle o quien afecte el trabajo en grupo y la armonía grupal,
reconociéndole y ofreciéndole lo que pudo ofrecer.
Es normal que la gente entre y salga de los grupos, en la historia reciente del teatro confirma
lo valioso y enriquecedor de estos procesos.
El director le debe interesar el espíritu de comunidad de grupo, dando la posibilidad al otro de
expresar sus dudas y admitiendo el elemento crítico como una alternativa constante de
evolució n, discusió n, reflexió n y perfeccionamiento. La revolució n verdadera del talento se
dará cuando seamos capaces de argumentar con hechos y acciones la comunidad de grupo.
El teatro sin grupo no es teatro y el grupo hay que asumirlo y quererlo con sus virtudes y
defectos, comprendiendo y respetando la individualidad y ante todo protegiendo la diná mica
y la energía grupal. El logro de una comunidad, es imposible de alcanzar si no existe realmente
acumulació n, canalizació n y desprendimiento de energía y ese desprendimiento de energía
también puede significar saber decir adió s a tiempo.
En los grupos de teatrales son los directores quienes gradú an, orquestan y sirven las
relaciones humanas, es por esto que no existe la unanimidad respecto a las decisiones. El
directos siempre será el conciliador de las diferentes lecturas grupales, por esto requiere el
voto de confianza del equipo artístico y la confianza es uno de los hilos má s fá ciles de romper
y má s difíciles de construir y al igual que la autoridad se ganan a través de la honradez y el
trabajo.
La diferenciació n de los roles en un grupo es esencial. El gerente de cultura es quien consigue
los recursos. Es importante inculcar a la gente que la cultura es una actividad que sobrevive a
una faceta de negocio, un negocio donde nuestro capital no es tener plata, sino buenas obras y
esa calidad no solo merece respeto, sino que se vende. El rigor en la producció n es una
magnifica inversió n: El verdadero patrimonio de los grupos esta en lo que hacen, no en lo que
dicen. Hay que crearse un estatus a nivel de realizaciones y no de discursos.}

EL ESPACIO RITUAL
La elecció n del lugar del actor teatral debe ser justificado, el tiempo va dando una comunió n.
Una relació n con el lugar elegido. El espacio ritual existe a priori y el hombre tiene que
encontrar su sentido primitivo. El espacio tiene su propia energía como la nuestra, de la
conjugació n de esas energías depende el poder ser, el poder estar de la presentació n. El
espacio adquiere su cará cter ritual, depende de quién y có mo la recorre y la apropie. El ritual
tiene sentido de comunidad, no hay ritos solitario, en el fondo lo comunitario del rito se
presupone, ciertos có digos y lo primero es la convocatoria. La comunidad que trabaja en el
espacio –tiempo ritual-, Propicia el teatro. El espectador nunca es pasivo, presupone al menos
de la interpretació n. Los verdaderos rituales teatrales deben llevar al asombro y al misterio,
el hombre tiene necesidad de estos, los directores abrimos camino en medio del misterio y el
asombro.

EL ESPACIO ESCENICO
Debemos pensar que el espacio escénico es la totalidad. No exclusivamente el escenario. Los
elementos que se colocan en el escenario son signos de motivació n que impulsan lo que allí va
acontecer. Los objetos en el escenario no son adornos, son ú tiles elemento de estímulos
dramá ticos. Los objetos tiene una vida y una historia individual, el objeto es un pozo de
energía tan importante como el actor, es un soporte en la acció n dramá tica.
Los actores crean puntos de atenció n en el espacio, que el director debe saber articular. Lo
importante es entender que cualquier desplazamiento de algú n objeto como acció n, genera
una reacció n en el espectador y promueve un nuevo punto de atenció n y de energía

NARRACION Y ACCION DRAMATICA


La anécdota: es la parte externa formal de la narració n (Lo visto desde afuera)
El cuento: Es el fondo de lo que se quiere decir (porque y para que)
Hecho pendiente: Algo que solucionar (a veces no se resuelve, pero se afronta)
Tema: La necesidad artística que lleva al escritor a decir lo que está diciendo.

EL PERSONAJE
“el personaje es una funció n con atributos”
Cuanto má s importante sea su funció n, má s interesante es el personaje, pero sin atributos
parecerá abstracto. El personaje segú n la situació n que lo crea, propone atributos, cada
situació n lo obliga a generar atributos diferentes. El actor debe encontrar la funció n y los
atributos del personaje segú n su punto de vista. Buscando un equilibrio entre el verbo
significante (Esencia de la escena) y el gesto significa (Materializació n de la esencia de la
situació n)
El personaje y el publico son herramientas vivas y el actor debe sentirse un creador de esa
materia evitando caer en la rutina del hecho escénico.

ACTOR
Se debe cimentar en el actor una buena combinació n entre nivel técnico, goce lú dico y rigor
ético, haciendo uso de su propio cuerpo, voz y ritmo. El producto artístico, es el resultado de
un trabaja en grupo, el logro profesional o individual es vá lido si esta en interacció n y armonio
con el logro en conjunto.
El actor siempre hace el éxito, el director es el responsable del fracaso.

Recopilado por: Juan Álvaro Romero-Corporación Ziruma

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