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SALUTACIÓN AL SOL
1) Coloque una colchoneta o una toalla en el suelo y póngase de pie frente a ella,
tocando sus bordes con los dedos de los pies. La columna vertebral y la cabeza
deben estar en línea recta, los pies juntos, las palmas de las manos unidas
firmemente a la altura del pecho.
2) Haga una inhalación profunda mientras va elevando los brazos por encima de la
cabeza e inclinando el cuerpo hacia atrás. La cabeza debe permanecer entre los
brazos si tiene problemas de cervicales.
6) Ahora inhalando, despegue las rodillas del piso y enderece todo el cuerpo como
una tabla; los únicos puntos de contacto con el piso son las palmas de las manos
y las puntas de los pies.
10) Inhalando, adelante el pie derecho hasta que quede entre las manos, con la
mirada dirigida hacia el frente. La rodilla izquierda puede apoyarse primero en el
piso para hacer más fácil el movimiento hacia delante del pie derecho.
12) Inhalando, se van elevando los brazos, la cabeza sube entre los brazos
extendidos hasta arquear el tronco hacia atrás. Finalmente, exhalando vuelva a la
posición original, uniendo las palmas de las manos a la altura del pecho. Repetir la
serie comenzando por la pierna izquierda.
* * *
1. Tadasana: (Foto 01) Es la posición inicial de pie. Los pies han de estar
paralelos pues de este modo, desde su base, la posición tiene fuerza,
separados la anchura de las caderas que es la manera en que la flexión hacia
delante se hace más suave y segura. Los brazos están extendidos a lo largo
del cuerpo sin rigidez. El tronco erguido y la columna estirada desde el cóccix
hacia la coronilla. Para lograrlo pisamos el suelo con energía.
2. Urdva Hastaasana: (Foto 02) Elevamos los brazos abriéndolos hacia los lados
extendiéndonos hacia arriba lo más posible pero relajando los hombros.
3. Uttanaasana profunda: (Foto 03) Exhalando bajamos los brazos hacia los lados
al tiempo que bajamos el tronco. Realizamos el movimiento con control hasta que,
al llegar al final, relajamos el tronco y los brazos dejándolos que se suelten hacia
abajo. Del mismo modo relajamos la nuca que se extiende soltando el peso de la
cabeza. Es importante acompañar el tronco en su descenso con control y fuerza, y
no arrojándolo o dejándolo caer hacia abajo, lo cual dañaría la parte baja de la
espalda. El objetivo no es tocar el suelo o los pies con las manos sino extender el
tronco y la columna hacia abajo. Es importante relajar el abdomen y, si es preciso,
para personas rígidas flexionar ligeramente las rodillas de modo que los isquiones
rueden hacia arriba. En ningún caso hacer rebotes que sobre estiran la espalda.
4. Uttanasana intermedia: (Foto 04) Para principiantes lo mejor es apoyar las
manos en las espinillas o rodillas de modo que el tronco, en ángulo recto con las
piernas, pueda extenderse hacia delante lo más posible, facilitando de este modo
la inhalación.
6. Adhomuka Savasana: (Foto 11) Traducido quiere decir “perro boca abajo” pues
semeja estos animales al desperezarse en esa posición. Aproximadamente las
manos se colocan separadas la anchura de los hombros y los pies la anchura de
las caderas. Con las palmas de las manos bien extendidas y los dedos dirigidos
hacia delante, empujar el suelo para estirar los brazos y el tronco hacia arriba.
Concentrar la fuerza en la base del dedo índice y pulgar, lo cual facilita que se
extiendan los hombros. Flexionar las rodillas si es preciso y elevar los talones para
rodar y empujar los isquiones hacia arriba, afinando todo el tronco y el abdomen.
Soltar la cabeza para que la nuca, el cuello y la garganta estén relajados y
extendidos.
9. Transición: (Foto 23-25) Exhalando llevar la pierna que vino la segunda hacia
atrás ahora la primera hacia delante, y luego la otra hacia Uttanasana intermedia.
10. Uttanasana Intermedia: (Foto 26) como en 4. Inhalando.
12. Urdva Hastasana: (Foto 28) como en 2. Inhalando. Para que el ascenso sea
más suave para la espalda, antes de elevar el tronco flexiona ligeramente las
piernas.