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Dr.

Pizzolo: (primer texto)

1- El constitucionalismo clásico y la fase ascendente:


El derecho constitucional transnacional hace referencia a un fenómeno que se
materializa en la forma de un conjunto normativo (ideas relacionadas a la organización
y limite de poder y al desarrollo y ejercicio de la libertad) agrupado en una carta o
declaración de derechos o en una codificación constitucional que sirve para fines y
objetivos diversos, de los cuales se pueden destacar dos, en primer lugar que procura
resolver la cuestión de legitimidad del poder revolucionario, generando una ruptura
con el orden vigente del momento, y en segundo lugar manifiesta una clara función
fundacional al promover a la naciente norma constitucional como máximo referente
jurídico. En este nuevo método de validez jurídica radica en sentido estricto el principio
de supremacía constitucional (permite garantizar que la norma constitucional no
pueda ser modificada o derogada por cualquier otra norma del ordenamiento jurídico.
(cualquier norma que se oponga a la constitución no será válida jurídicamente por el
método de validez constitucional/control de constitucionalidad/), ya que las propias
normas constitucionales son las normas básicas de referencia.

2- El final de la segunda guerra mundial y la apertura de la fase descendente:


Post segunda guerra mundial, nace una Europa unida, se impone una apertura del
ordenamiento jurídico interno hacia los fenómenos jurídicos que crecen en el derecho
internacional y el abandono de las tesis extremistas dominantes que promovían un
marcado aislacionismo y encierro nacionalista, triunfa el derecho sobre la fuerza y se
muestra como una comunidad de derecho.

3- (NO SE LEE)

4- Evolución del derecho internacional de los ddhh y los sistemas internacionales de


protección:
Junto al desarrollo de un derecho supranacional, existe una segunda corriente que
alimenta la fase descendente de la transnacionalización del derecho constitucional: el
derecho internacional de los derechos humanos, creados por el horror de la 2da
guerra, aportan una defensa universal de valores con la noción de la dignidad humana
e intangibilidad de los derechos y garantías. La primera noción es presentada como un
atributo de la propia persona humana (todos somos iguales en dignidad y derechos),
mientras la segunda deriva de la noción de dignidad humana, imponiéndole límites al
estado que ninguna emergencia puede derogar o dejar de lado. El continente
americano fue el primero en consensuar una declaración de derechos humanos
(DADDH declaración americana de los derechos y deberes del hombre) e
inmediatamente después la humanidad alcanzo una declaración universal de derechos
humanos (DUDH).
Estas declaraciones crean mecanismos de protección y organismos de control, estos
últimos van a tener un protagonismo determinante en la consolidación de la fase
descendente de la transnacionalización del derecho constitucional, son los encargados
de reconocer lo que distingue a los tratados de derechos humanos de los tratados
internacionales. Algunas novedades que señalan los tratados de derechos humanos es
que son celebrados por sujetos distintos de aquellos cuyos derechos y obligaciones se
regulan, ya que los individuos no intervienen en su celebración a pesar de ser los
principales beneficiarios de sus normas. Como consecuencia, las obligaciones asumidas
no son reciprocas o conmutativas entre las partes contratantes por no haber
intercambiado prestaciones, sino que todas las partes asumen el mismo tipo de
obligaciones de naturaleza objetiva e invocable ante ese estado por cualquier
individuo. Tampoco se aplica el antiguo principio de reciprocidad, esto es que no se
puede justificar el incumplimiento de una obligación en materia de derechos humanos
justificándose en el incumplimiento de otro estado. Por ultimo las reservas proceden
en medida que no violen el objeto y fin del instrumento.
Los organismos internacionales (ya mencionados) tienen el fin de garantizar una
aplicación uniforme de estas obligaciones internacionales y sancionar las
correspondientes responsabilidades por el incumplimiento de las mismas.

5- Consideraciones finales:
Aparece la crisis de una noción fundacional del estado moderno: la noción misma de
soberanía. Esta cede hacia formas mas flexibles/no absolutas que hacen posible la
cohabitación con un derecho supranacional y por otro lado, un derecho que permite
fiscalizar el cumplimiento estatal de las obligaciones internacionales en materia de
derechos humanos

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