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Casos Práctica de Intervención I

Caso No.1

Juan es un niño de 7 años que ha comenzado 2do curso de primaria. El profesor


indica que el niño es inteligente, pero no es capaz de realizar las actividades en el
aula porque no se concentra, está pendiente a todo menos a lo que tiene que estar.
No es capaz de prestar atención a una misma tarea ni dos minutos. Se levanta
“veinte veces” de su asiento sin ningún motivo, le encanta sacar punta a los lápices
aunque no sea necesario, mientras va al zafacón a sacar punta, molesta a sus
compañeros dándole pequeños golpes en la espalda y cabeza, además de tirarles y
quitarles los materiales, por lo que estos se alborotan se molestan, comienzan a
discutir, convirtiendo la clase en un caos. Por otro lado, cuando el maestro hace
alguna pregunta, contesta antes de haberla terminado de formular.

En ocasiones el profesor de Juan le dice que si termina las actividades del aula a
tiempo podrá hacerle algunos mandados dentro del recinto, esto le agrada al
alumno. En una ocasión le encargó que le pidiera a la señora de limpieza las llaves
del salón de baile y se la llevara al aula, luego de unos minutos y al ver que el
alumno no llegaba el profesor salió a ver qué pasaba, se había entretenido con una
fila de hormigas que había visto y se le había olvidado ir a por las llaves.

Para intentar que el alumno cambie, el profesor contactó a su familia y se enteró


que en casa era igual o peor. Su madre comentó que de pequeño era muy travieso,
muy nervioso y que lo que más le inquietaba era que tenía mucha facilidad para
tener accidentes.

Caso No.2

Alberto es un niño de 8 años escolarizado en 3º de Educación Primaria con


dificultades de en los procesos de enseñanza-aprendizaje desde hace un poco más
de dos años; en este nivel educativo se ha evidenciado más su retraso académico
en relación con sus compañeros.

Su lectura es muy lenta y titubeante, con errores frecuentes sobretodo de


omisiones, rotaciones e inversiones de letras. La velocidad y comprensión lectora es
deficiente, a raíz de esto muestra poco interés por la lectura. Su escritura es
aceptable en cuanto a aspectos formales, como: tamaño, calidad del trazo, dirección
e inclinación). En la escritura espontánea y dictado presenta problemas similares a
los lectores, en cambio cuando debe realizar la copia de palabras es adecuada. En
cuanto al lenguaje oral este es pobre tanto a nivel de expresión (que es más
deficitaria) como de comprensión. Utiliza un vocabulario sencillo, enunciados cortos
y simples. Es capaz de resumir las ideas principales en argumentos poco complejos,
aunque muestra dificultad en el razonamiento verbal (extracción de ideas principales
de secundarias, completado de enunciados verbales…)
Casos Práctica de Intervención I

Caso No.3

Pablo es un niño de 9 años que cursa 4º de primaria. Su maestra se ha puesto en


contacto con la orientadora del centro ya que opina que Pablo no avanza igual que
el resto de sus compañeros en matemáticas. Se equivoca muchísimo a la hora de
hacer tareas de cálculo, especialmente las sumas y restas y las multiplicaciones,
aunque se sabe las tablas de multiplicar. Con las divisiones todavía no ha podido
comenzar. A la hora de resolver problemas de matemáticas prueba por ensayo y
error para ver qué tipo de operación se tiene que aplicar, en la mayoría de los casos
no acierta. La maestra piensa que ni lee los problemas, que los ve y con los
números que aparecen escritos hace la primera operación “que se le viene la
cabeza”. Los problemas que están haciendo son problemas sencillos de uno o dos
pasos donde tienen que aplicar sumas, restas o multiplicaciones.

El resto de las materias las lleva regular, las suele estudiar en casa por las tardes
con su madre que está muy interesada en los estudios del chico. Generalmente,
suele aprobar la mayoría de los exámenes con un setenta, aunque a veces
reprueba asignaturas, pero es por falta de estudio. Los padres del chico opinan que
su hijo ha salido a ellos, “que no vale para las matemáticas”.

Caso No.4

Carmen, es una alumna de 12 años que llegó en 2009 al colegio para cursar 6º de
primaria. Desde el inicio del curso la maestra observa que tiene problemas al leer,
ya que comete errores como sustituir una letra por otra o alterar el orden de las
palabras, entre otros y, además, presenta dificultades al escribir. En matemáticas,
tiene dificultades con el cálculo y es incapaz de resolver con facilidad operaciones
sencillas como sumas y restas.

Además, su maestra dice que se distrae con mucha facilidad y lleva un ritmo más
lento que el resto de los alumnos para realizar las mismas actividades.

A raíz de todo esto la maestra decide hablar con la psicóloga del centro y ambas
llegan a la conclusión que lo ideal es iniciar un proceso de evaluación
psicopedagógica con la alumna. Durante le proceso se citó a los padres de la
alumna para explicarles la situación y que estos otorguen la autorización para iniciar
el mismo. Los padres manifiestan que también se han dado cuenta de las
características ya expuestas que presenta Carmen, por lo que acceden al proceso
de evaluación.

Se le realizaron una serie de pruebas de competencia curricular en las principales


áreas académicas (estandarizadas y no estandarizadas), las cuales detectaron un
posible trastorno de discapacidad intelectual leve, dicho trastorno no implica la
escolarización de la alumna en un centro de educación especializada.

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