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Buscando un ambiente cómodo y seguro para los niños en preescolar

222518 Ortega Olivas Vianey

Universidad Autónoma de Ciudad Juárez


Instituto de Ciencias Sociales y Administración

Técnicas de Investigación Documental


Docente: Ruiz Romero Laura Cecilia
Fecha de entrega: 26/11/22

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Tabla de contenidos

Introducción………………………………………………………………………………………5

Desarrollo…………………………………………………………………………………………7

Capítulo 1. Los niños……………………………………………………………………………...7

Etapa y aprendizaje…………………………………………………………………..……7

Interacción con el maestro……………………………...…………………………………8

Distintas reacciones………………………………………………………………….……9

Capítulo 2. Emociones negativas en los niños…………………………………………………...10

Distintas emociones negativas……………………………………………………….…..10

Como percibirlas…………………………………………………………………………12

Regulación de emociones……………………………………………...…………………12

Capítulo 3. El miedo en los niños……………………………………………………………..…13

Maneras de ayudar…………………………………………………………………….…13

Formas de integrar a los niños…………………………………………………...………16

Capítulo 4. Un ambiente cómodo en preescolar…………………………………………………17

Animar y crear un ambiente cómodo y seguro………………………………………..…17

Transmitir amor y cariño………………………………………………...………………19

Actitud y papel del maestro…………………………………...…………………………20

Capítulo 5. La confianza de un niño……………………………………………………………..21

Razones de desconfianza………………………………………………………………...21

Importancia de la confianza en un niño…………………………………………………22

Reflexiones finales………………………………………………………………………………24

Referencias………………………………………………………………………………………26

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Buscando un ambiente cómodo y seguro para los niños en preescolar

Resumen

El objetivo general de esta investigación es analizar distintos aspectos de trabajar con niños de

preescolar para formar un ambiente cómodo y seguro para ellos. Respondiendo a la pregunta ¿de

qué manera debemos tratar a los niños para formar un ambiente de aprendizaje cómodo y seguro

en preescolar? Dentro de la actividad educativa desde los primeros niveles de enseñanza el aula

ya se considera un espacio básico, en donde maestros y alumnos se reúnen para poner en marcha

el proceso de enseñanza- aprendizaje, pero este proceso no se puede lograr sin establecer una

relación entre ambas partes, la cual debe permitir realizar las tareas necesarias, y con esto nos

referimos a permitir al maestro enseñar y al alumno aprender. El maestro debe ser siempre el

guía y el amigo: maestro para enseñar, amigo para comprender; maestro para dar, amigo para

recibir; maestro para otorgar consejos, amigo para tender la mano; maestro para que lo respeten,

amigo para que lo busquen. El maestro siempre debe pensar en el alumno como un amigo y tratar

de hacérselo saber al momento de entrar a la clase, mirándolo con cariño y respeto. Es esencial

que los maestros estén atentos en discriminar entre las características de sus alumnos, pero no

discriminarlos a ellos, es necesario tomarlos como entes individuales que tienen distintas

características a comparación con los demás, con esto obtenemos la información necesaria para

su mediación. El profesor es el pilar del ambiente en el aula, contribuye a este, con su manera de

expresarse, desde su forma de hablar a la manera en que lo ven los niños; pone control en el

ambiente para que este se mantenga adecuado; y pone atención en cada niño como ente

individual para propiciar su desarrollo e integración con sus compañeros.

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Palabras clave

Ambiente, Emociones, Interacción, Desarrollo

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Buscando un ambiente cómodo y seguro para los niños en preescolar

Trabajar con niños es una de las actividades más gratificantes que puedes hacer. No solo

aprenderán ellos, sino que con cada juego y cada acción aprenderás tú también. Cada niño es

muy diferente: siente y comprende el mundo que le rodea de forma distinta a todos los demás. El

preescolar es uno de los eventos más importantes en la vida de los niños, esto no solo representa

su primer acercamiento con la escuela, sino también el primer momento en el que experimentará

autonomía y desarrollo de sus habilidades sociales.

El preescolar está lleno de aprendizajes, pues es el cimiento de su preparación académica.

Es un lugar propicio para que los pequeños interactúen con compañeros de su misma edad y

aprendan lecciones de vida valiosas, como compartir, esperar su turno y respetar reglas. Sin

embargo, comenzar esta etapa de su vida provoca algunos sentimientos, en los niños. La entrada

a un nuevo ambiente de preescolar, lleno de maestros y niños desconocidos, esto puede causarles

sentimientos de emoción.

La niñez temprana (o primera infancia): abarca desde los 3 a los 6 años (Bermeoloso,

2010). Esta es la etapa en la cual se encuentran los niños durante el preescolar, siendo esta el

inicio de su educación, en la cual tiene una gran responsabilidad el maestro. Puede que, a esta

edad del infante, el estudiar no parezca relevante, pero durante esta etapa se está preparando para

esta labor, así como para la vida dentro y fuera del aula. Además, durante esta etapa se forma su

personalidad y por ello es tan importante.

El objetivo general de esta investigación es analizar distintos aspectos de trabajar con

niños de preescolar para formar un ambiente cómodo y seguro para ellos. Respondiendo a la

pregunta ¿de qué manera debemos tratar a los niños para formar un ambiente de aprendizaje

cómodo y seguro en preescolar?, para ser más específicos, buscamos lo siguiente: identificar la

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manera en que aprenden, interactúan y reaccionan los niños; revisar las emociones negativas en

los niños, como percibirlas y regularlas; analizar cómo ayudar a que un niño deje de sentir miedo

o temor y se integre con sus compañeros de clase; reconocer como animar y crear un ambiente

cómodo, así como seguro para los niños en preescolar; y por último, identificar la importancia de

la confianza de un niño, y cómo surge la desconfianza.

El desarrollo de esta investigación es causado por el hecho de que trabajar con niños no

es fácil, no podemos tratarlos como a otras personas, son mucho más sensibles y están en una

etapa clave en donde por un descuido podemos contribuir a dejarles marcas de por vida que

afectaran su futuro.

Cada niño es único y diferente a los demás, ven de distinta manera el mundo y están

acostumbrados a vivir en cierto ambiente. Tomando esto en cuenta surge la necesidad de

comprender distintos puntos relacionados con su convivencia y sentimientos, para saber cómo se

debe tratar con ellos, así evitándoles una mala experiencia y ayudando en su desarrollo, el cual

debería ser el primer objetivo del maestro. Se deben conocer los limites en las exigencias que se

ponen a los niños y su forma de aprender, el propio maestro debe adaptarse para enseñar a los

niños, porque esto tiene un impacto bueno o malo en ellos. Hay que proporcionarles un ambiente

amigable para que puedan desenvolverse y aprender correctamente.

Todo esto es una tarea complicada y con gran responsabilidad, por eso merece atención y

análisis, además, investigar estos aspectos beneficiará a los niños y al docente, así su trabajo será

más llevadero y amigable, también asegurando un ambiente y comienzo de estudios seguro y

amistoso.

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Desarrollo

Capítulo 1. Los niños

Etapa y aprendizaje. Durante esta etapa del niño la familia es aún el centro de la vida,

aunque otros niños empiezan a ser importantes, también se incrementa el cuidado propio,

autocontrol y la independencia. Además de ser una etapa en que aprenden a aprender.

Dentro de la etapa entre 3 y 6 años el mundo que conocen los niños se va expandiendo y

volviendo más complejo considerando que empieza el proceso de socialización donde

intervienen aspectos cognitivos, afectivos y morales dentro del niño. También podemos

identificar que en esta etapa se construyen nuevos intereses, necesidades y retos, además de

nuevas formas de expresión y como ya lo habíamos mencionado la socialización refiriéndonos a

la relación con los demás (Muslera, 2016).

En esta etapa la estimulación del lenguaje tiene gran importancia, ya que como lo

mencionamos antes, es una etapa en la que aprenden a convivir con otros y para ello deben

empezar a comunicarse correctamente, expresando lo que sienten, así los demás pueden

considerarlo en sus acciones, y, por otro lado, deben aprender a escuchar los sentimientos y

necesidades de los otros, para tomarlas en cuenta.

“La educación es INSTRUCCIÓN + FORMACION DEL CARÁCTER y, por lo tanto,

debe ayudar no solo al desarrollo intelectual, sino también al desarrollo afectivo, ejecutivo, social

y moral.” (Marina, 2011, p.71).

Tomando lo anterior en cuenta, la etapa de preescolar es el mayor ejemplo de que dentro

de la educación intervienen distintos aspectos de desarrollo, recordando que los niños forman

una personalidad durante esta edad.

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Se debe considerar que en esta etapa el niño muestra un comportamiento bastante

egocéntrico, a pesar de que crece la comprensión de la perspectiva de otras personas, esto nos

deja más que claro nuevamente que durante esta etapa aprende a relacionarse con otras personas,

además de que existe una mayor inventiva en los juegos, más imaginación y creatividad, la cual

es impulsada en un ambiente de juego y diversión en su mayoría, en donde se debe tomar en

cuenta que los niños muestran más atención en las cosas llamativas o que forjan curiosidad en

ellos.

Los niños aprenden mediante una educación humanista, la cual se centra en los alumnos

como entes individuales y diferentes entre sí, en donde cada uno es dueño de su propio

aprendizaje y el maestro solo actúa como guía y apoyo (no como una autoridad),

proporcionándole los recursos necesarios, un ejemplo de esto es dejar un vaso de agua al alcance

del niño, de esta manera si tiene sed puede tomar el vaso, pero sigue necesitando de su propia

iniciativa; otro ejemplo mas claro es pedirle al niño construir algo, pero dándole la opción de

elegir el material que el prefiera usar, ya sea bloques o plastilina, de esta manera el alumno esta

formando su propia forma de aprender y desarrollando independencia.

Además, podemos mencionar que el aprendizaje del niño se construye con la practica y

experiencia, que normalmente se da por medio de actividades llamativas que para ellos pueden

ser solo juegos, pero que realmente pueden ayudar a desarrollar distintas habilidades del niño.

Interacción con el maestro. Dentro de la actividad educativa desde los primeros niveles

de enseñanza el aula ya se considera un espacio básico, en donde maestros y alumnos se reúnen

para poner en marcha el proceso de enseñanza- aprendizaje, pero este proceso no se puede lograr

sin establecer una relación entre ambas partes, la cual debe permitir realizar las tareas necesarias,

y con esto nos referimos a permitir al maestro enseñar y al alumno aprender. En otras palabras,

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se debe producir una interacción entre los maestros y alumnos dentro de este espacio

(Hernández, 2017).

Dentro del aula, aparece la interacción entre alumnos y maestros, en la cual se forma una

relación entre ambos con un fin educativo, pero como en toda relación se necesita comunicación

mediante la cual cada parte tomara su papel dentro del aula, dicha comunicación debe ser

respetuosa y correcta, a fin de transmitir correctamente lo que se quiere expresar, desde una

necesidad, una duda o una opinión.

La base entre la relación entre profesor y alumnos es la comunicación entre estos, por lo

cual el ambiente que se crea en el aula influye en el proceso de enseñanza- aprendizaje, de esta

manera favoreciendo o perjudicando este proceso dependiendo si la relación es adecuada o

inapropiada (Hernández, 2017).

Como ya se mencionó la comunicación es una parte esencial dentro de la relación del

maestro y sus alumnos, ya que su mala utilización puede perjudicar el proceso de enseñanza-

aprendizaje principalmente, pero en el caso de un niño de preescolar, esto puede perjudicar

ampliamente su desarrollo.

También debemos mencionar que el niño recibe una gran cantidad de estímulos del

entorno y sus propias necesidades, lo cual nos muestra la influencia que recibe mediante la

interacción.

Distintas reacciones. “No todos los niños procesan la información de la misma manera,

no todos responden emocionalmente de la misma forma” (Marina, 2011, p. 70).

Durante este nuevo inicio la reacción de cada niño puede ser muy diversa, desde

reacciones de curiosidad a miedo, o incluso agresivas; depende del temperamento del niño, y el

ambiente del que viene, así como el que espera, etc.

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El temperamento es el conjunto de pautas o normas afectivas que no han sido aprendidas

y que tiene el niño, siendo así su propia forma de interpretar y responder a estímulos, ya sean

situaciones o provocaciones que pueden darse dentro del ambiente escolar (Marina, 2011).

Debemos saber que se puede desatar cierta agresividad de parte del niño, pero esta puede

ser producto de dos cosas: tendencia instintiva (de supervivencia) o un efecto de su propio

aprendizaje y experiencias anteriores, la cual, mientras que no viole los derechos de los demás

puede ignorarse y dejar que el niño la maneje por su propia cuenta progresivamente, pero si no es

así, se debe de explicar que no se tolerara un acto así, el maestro debe ser un modelo de

autocontrol.

Si se perciben reacciones de parte del niño irritables, desafiantes, negativas, en donde se

rehúsa a hacer la tarea escolar y manifiesta exabruptos emocionales importantes, además de

quejas de dolores de manera exagerada, acciones impulsivas e hiperactividad, pueden ser señales

de depresión en las cuales se necesita poner la atención debida.

Capítulo 2. Emociones negativas en los niños

Distintas emociones negativas. “Según Redorta y Cols (2006), las emociones son:

aquellos estados y percepciones, de los estímulos internos y externos, en una suerte de

acercamiento y adaptación frente a cualquier cambio o adversidad, con el cual tengamos que

enfrentarnos en nuestra vida cotidiana.” (Muslera, 2016, p. 6)

Además de ser estados y percepciones, las emociones también puede ser estados de

conducta y no solo son el surgimiento de una adaptación frente a algún cambio, también son

aquellas que generan alguna modificación o desorden en nuestro interior, pueden ser tanto una

causa como una consecuencia y afirmativamente nos enfrentamos a ellas en nuestra vida

cotidiana, diariamente y sin excepciones.

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Según Aresté (s. f), ay distintas emociones y son tan variadas dado que unas son

secundarias de otras, así teniendo una gran amplitud incluso solo en las emociones negativas. En

seguida se presenta parte de estas:

Emociones Negativas y emociones secundarias de estas:

• Ira: rabia, rencor, odio, furia, violencia, enojo, etc.

• Miedo: temor, horror, pánico, terror, pavor, etc.

• Ansiedad: angustia, desesperación, inquietud, nerviosismo, etc.

• Tristeza: depresión, frustración, decepción, preocupación, disgusto, etc.

• Vergüenza: culpabilidad, timidez, inseguridad, sonrojo, pesar, etc.

• Aversión: hostilidad, desprecio, recelo, asco, desdén, etc.

Como podemos ver, las emociones negativas se pueden presentar de manera variada por

su gran abundancia, es como una cadena de emociones que compone una emoción más fuerte,

pero si nos centramos en aquellas mas relevantes entre las otras y entre aquellas que se pueden

ver durante el preescolar, encontraremos la tristeza y el miedo, en especial durante el inicio del

preescolar o primer día de escuela.

“El miedo se desencadena por una amenaza potencial y que desde luego engendra un

comportamiento de huida” (Chabot y Chabot, 2010, p. 38).

El miedo es una emoción común en el inicio o primer día de clases, y puede ser causado

por el cambio dentro del entorno del niño, como algo nuevo que puede considerarse peligroso o

escalofriante para el niño.

“La tristeza se asocia a una perdida y provoca un comportamiento de replegarse” (Chabot

y Chabot, 2010, p. 38).

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En cuanto a la tristeza, se puede dar por la pérdida de los padres o tutores como apoyo en

todo momento, una perdida no literal, sino que representa la falta de su existencia durante la

estadía del niño en la escuela.

Como percibirlas. En este punto estamos hablando de la habilidad de percibir

emociones, habilidad usada para percibir, identificar las expresiones voluntarias y las no

voluntarias, además de valorar las distintas emociones. Esto por medio del lenguaje y conducta

de los niños” (Muslera, 2016).

Para percibir las emociones negativas, es clave identificar las expresiones voluntarias e

involuntarias de los niños, el cómo expresan estas emociones a través del lenguaje corporal y

lingüístico, así como su comportamiento seguido de estas expresiones.

La observación constante es clave para la percepción de las emociones negativas,

pudiendo ser obvias o teniendo que identificar la repetición de un comportamiento o

preocupación que no encaja con las circunstancias o con la edad, además debemos estar al tanto

de si hay elementos en el ambiente que atribuyan a esto, para poder dar la atención necesaria a

estos elementos y cambiarlos de ser posible para evitar que esta situación se repita manejándola

de la mejor forma.

Regulación de emociones. Según Calderón (2012), la regulación de las emociones se

trata de la capacidad para manejar de manera correcta las emociones. Este método se puede

dividir en cuatro partes:

La expresión emocional apropiada: simplemente se trata de la habilidad para expresar

nuestras emociones de manera correcta.

Regulación de emociones y sentimientos: implica reconocer y aceptar nuestras

emociones.

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Habilidades de afrontamiento: Es la habilidad para hacerle frente a los retos y nuevas

situaciones, así como las emociones que generan estas.

Competencia para autogenerar emociones positivas: Es la capacidad de crear emociones

que nos causen bienestar como la alegría y el amor.

Sabiendo lo anterior debemos ayudar a los niños en este proceso, también considerando

que las emociones negativas pueden ser causadas por distintas influencias a la vez, por lo tanto,

hay que tener paciencia y atención continua en los niños.

Debemos usar la regulación de emociones como un proceso continuo que no solo sirve

para deshacernos de emociones negativas en los niños, sino también para prevenirlas, y enseñar a

los niños a manejar el resto de las emociones, algo indispensable para su desarrollo teniendo una

gran utilidad dentro en este, para su futuro.

Capítulo 3. El miedo en los niños

Maneras de ayudar. El papel de los maestros es muy importante ya que forma parte del

desarrollo cognitivo y madurativo del niño. Considerando que el aprendizaje del alumno lo

capacita para regular sus respuestas emocionales y a elegir la manera de actuar, el maestro debe

presentar especial atención en la forma en que se trata el miedo (Viceño, 2015).

La atención del maestro hacia esta emoción de los niños en específico, la cual es el miedo

se vuelve fundamental al ser aquella mas notoria en esta etapa del niño al enfrentarse a muchas

cosas nuevas, además de ser esta emocional una causante de alejamiento o huida del niño, lo cual

impide su integración al grupo y con ello obstaculiza el proceso de enseñanza- aprendizaje.

Los maestros deber permanecer alerta de todos los indicios de aptitudes adoptadas a

consecuencia del miedo, porque no se debe permitir que este interfiera en la vida del menor

impidiendo su desarrollo personal. El docente debe procurar el bienestar del niño en todos los

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ámbitos, para lo cual es muy importante mantener un ambiente de tranquilidad y firmeza en el

aula. Además de esto, la propia conducta del maestro es importante, este se debe mostrar

tranquilo y confiado para transmitir seguridad al niño. Las manifestaciones de miedo deben

evitarse, ya que impide que el menor aprenda y adquiere el miedo del docente. Debemos tener en

cuenta que los niños captan fácilmente las preocupaciones o temores en los adultos, lo cual los

hace sentir inseguros y desconfiados (Viceño, 2015).

El papel del maestro es transmitir confianza y seguridad, no se puede confiar en alguien

que transmite miedo, los niños son muy sensibles a las emociones y pueden captarlas

rápidamente, pero también pueden asimilarlas, dicho de otra manera, el maestro puede pegarles

el miedo a los niños, lo cual se convertiría en un obstáculo para ambos.

Es necesario mencionar que la manera de actuar del maestro puede ser un generador de

miedo en los niños, y por eso se debe poner atención a su conducta.

Para actuar contra el miedo, es necesario enfrentarlo, actuar contra él y no huir de él. La

labor del maestro para ayudar a que un niño supere sus miedos, es encaminarlo a esta acción,

hacérselo ver como un reto y no un problema o defecto (Viceño, 2015).

Podemos imaginarlo de esta forma: el maestro no debe jalar al niño a enfrentar su miedo,

sino apoyarlo y empujarlo desde atrás para que el pueda enfrentarlo. El maestro debe ayudar y no

obligar, el niño necesita hacerlo con motivación, de lo contrario el miedo solo sería aún mayor.

“La función del cerebro- y de la inteligencia, que es su más elaborada creación- es dirigir

el comportamiento del organismo para resolver los problemas que afectan a su supervivencia y a

su bienestar.” (Marina, 2011, p. 21).

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Haciendo referencia a lo anterior, el niño debe usar su inteligencia y cerebro para

enfrentar el problema que surge a través del miedo, y dentro de esta acción el docente debe ser

quien ayude y encamine al niño.

Cuando un niño logra proponerse un reto por sí mismo, su cerebro está al mando, por lo

tanto, el niño tiene el control de sus emociones. Los niños pueden tener una idea errónea sobre la

causa del miedo, así que al enfrentarlo pueden ver la realidad de este y cambiar esa idea (Viceño,

2015).

Debemos ser plenamente conscientes que no vemos las cosas de la misma forma que un

niño, el aun carece de experiencia y conocimiento para percibir las cosas, por ello es fácil que

aquello que genera su miedo sea algo muy simple o sin razón para nosotros, por ello la paciencia

y comprensión es esencial en este proceso de ayudar al niño.

Poner el miedo como un reto es el único proceso para enfrentar el miedo y dentro de este

el papel del maestro es dirigirlo y controlarlo, darle una motivación al niño para que supere su

miedo. Una manera de motivar a enfrentar el miedo es el entusiasmo y felicidad, que se puede

lograr al conquistar el reto (Viceño, 2015).

La principal motivación para que el infante enfrente el reto, es el logro, es el cambio a

algo mejor después de hacerlo, el profesor tiene que mostrarle esta perspectiva al niño.

No olvidemos que: “Entre más nos acerquemos al verdadero problema, será más difícil

para la persona.” (Chabot y Chabot, 2010, p. 123). Debemos comprender que entre más doloroso

es el problema, mayor es la dificultad de la persona para exponerlo, debemos considerar que no

en todas las situaciones es fácil afrontar el miedo y reconocerlo, no debemos apresurar el

proceso.

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“En ocasiones es difícil terminar algo y debemos enfrentarnos a esa situación buscando

soluciones y estrategias.” (Rodríguez, Rodríguez, Diaz, Borges y Valadez, 2015, p. 18). Esto es

algo que podrán aprender los niños y que debemos enseñarles o ayudar a que lo vean durante el

proceso.

Entonces en este proceso el educador asume el papel de ayudante o auxiliar encargado de

acompañar al alumno en la identificación, expresión y comprensión de las emociones, ayudando

al alumno a administrar sus emociones y con ello aportar a quitar obstáculos para tener mejores

resultados en los estudios (Chabot y Chabot, 2010).

Es importante considerar que el proceso para afrontar el miedo no es algo que sirva en un

solo momento o situación, junto con este el niño se llevara aprendizajes útiles para futuros

obstáculos en su desarrollo y vida en general.

Formas de integrar a los niños. “La felicidad se desencadena por la llegada de una

situación deseada e induce a comportamientos de acercamiento.” (Chabot y Chabot, 2010, p. 38).

La felicidad es una emoción muy útil en el proceso de integración de un alumno, considerando

que este permanecerá en el lugar o ambiente en que se encuentre feliz y se le facilitará la

interacción con los demás.

Una estrategia simple es compartir con el grupo las fechas de cumpleaños o días

especiales de los alumnos, así como los talentos de estos como cantar, contar chistes, alguna

habilidad con la que cuente los niños, para así integrar al grupo.

Es importante mencionar que la integración se trata de adaptar a un alumno al grupo y no

lo contrario, por eso nuestra atención debe estar en él principalmente y cambiando su forma de

ver las cosas.

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Otra estrategia es promover la participación de todos, haciéndoles ver que no hay de que

temer. No olvidemos que un factor clave para que un alumno se integre son sus emociones y su

sentir, por eso debemos proporcionar un ambiente seguro y cómodo en el cual puedan tener

confianza y desenvolverse.

“Parece demostrado que la alabanza motiva a los niños introvertidos, mientras que la

censura motiva a los extrovertidos” (Marina, 2011, p. 70). Tomemos esto en cuenta para actuar

dependiendo del alumno que queramos motivar a realizar algo o a integrarse con los demás.

Capítulo 4. Un ambiente cómodo en preescolar

Animar y crear un ambiente cómodo y seguro. “Los alumnos generalmente son

pasivos y tímidos cuando comienzan nuevos ciclos escolares o cuando nos enfrentamos a ellos

por primera vez” (Arzola, 2010, p. 29).

Los niños pueden empezar el primer día a la defensiva o siendo cautelosos, tímidos sin

hacer algo muy notorio, ya que se encuentran en un ambiente nuevo, que tal vez parezca curioso,

pero en donde difícilmente darán el primer paso.

Considerando lo anterior debemos procurar tener una voz pasiva, que no suene a regaño,

así evitando que nos tengan miedo, debemos ser un amigo en que puedan confiar y con quien

puedan sentirse seguros (Arzola, 2010).

Recordemos nuevamente que el maestro debe transmitir confianza a los niños, generarles

tranquilidad incluso con la simple presencia, evitando conductas que puedan malinterpretarse.

“De su clase alegremente, de tal manera que el alumno sienta que disfruta al hacerlo”

(Arzola, 2010, p.36).

Mostrar alegría es ideal, esta es contagiosa, y si los niños ven que su maestro trabaja

alegremente, ellos pueden motivarse a hacerlo igual.

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Permanezca con motivación y llegue todos los día con el mismo corazón y deseos, pero

siempre más alegre, expresándolo de distintas formas (Arzola, 2010, p.35). La positividad del

maestro puede ser fácilmente transmitida a los alumnos e incluso contagiosa.

Poner atención en los alumnos individualmente y sus nombres, es esencial para que el

niño vea que es reconocido, que no es solo uno de muchos, este simple gesto puede crear una

relación más cercana y amigable.

“El maestro debe ser siempre el guía y el amigo: maestro para enseñar, amigo para

comprender; maestro para dar, amigo para recibir; maestro para otorgar consejos, amigo para

tender la mano; maestro para que lo respeten, amigo para que lo busquen.” (Arzola, 2010, p. 16).

Con lo anterior nos referimos a que el maestro debe de ser un amigo y un lugar seguro,

pero sin perder su papel y autoridad durante el proceso. La autoridad es fundamental para la

relación entre maestro y alumnos, no para imponerse, solo para darse a respetar y guiar

correctamente al alumno.

El maestro también tiene la tarea de ayudar a los alumnos a conocerse a sí mismos y a sus

compañeros, así como conocer su rol como estudiante y el mundo que lo rodea, y de la misma

forma ayuda a que el alumno empiece a pensar, criticar y tener su propio juicio (Arzola, 2010).

El docente nunca debe dejar que los niños pierdan la curiosidad, es usual la pregunta ¿por

qué?, entonces este siempre debe responder a las dudas de los pequeños, así como ir dejándoles

la oportunidad de elegir, y desarrollar autonomía.

“Los educadores… de alguna manera deben ser modelos de vida y no solo transmisores

de contenidos curriculares” (Marina, 2011, p. 63).

Dentro de esta etapa de los niños es muy fácil que nos tomen como un modelo de vida,

por eso debemos cuidar nuestro comportamiento y expresiones, debemos transmitir seguridad,

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alegría y comodidad, además de distintas aptitudes que ellos puedan tomar como buenos

ejemplos.

La empatía tiene un impacto positivo en el éxito escolar (entre alumnos y profesores).

Esta mejora la capacidad de adaptación, mejora la calidad de las relaciones, contribuye a la

resolución de conflictos, mejora la comunicación, mejora la percepción de dolor y las emociones

de otros, mejora la comprensión de las necesidades y dificultades del otro., favorece el éxito

escolar, estimula el cerebro y favorece las emociones positivas. Por todo esto es importante

ponerla en practica y estimular a que los alumnos también hagan uso o practica de esta.

Transmitir amor y cariño. “La alegría, así como las emociones, no son gritar, ni hacer

relajo. La sonrisa más sencilla, tímida, franca y desinteresada, es una expresión muy noble de la

humildad que hay en los corazones y que se expresa en la vida” (Arzola, 2010, p. 37).

Con una sola sonrisa sincera del maestro, podemos transmitir amor y cariño hacia los

niños, así tendrán la confianza de acudir al maestro cuando lo necesiten o deseen.

Según la neuropsiquiatra infantil y especialista en neuropsicología del escolar Céspedes:

“Educar a los hijos para la vida es formar sus emociones, enseñarles a conocerse, enseñar a

entender y enfrentar las dificultades, aprender a escuchar, pero también protegerlos y nutrirlos de

afecto, valoración y respeto.” (Bermeoloso, 2010, p. 162). Dentro de este gran papel, no solo

intervienen los padres, sino también los maestros, por ello debemos tratarlos con el amor y

dedicación necesarios, porque no solo servimos para enseñar, también somos apoyo y

protección, que a veces hace falta de parte de los padres, esto no significa que los debamos

sustituir, solo somos una suma más en este papel.

En palabras de un maestro, un buen profesor: “Trata a sus alumnos con afecto, acorta la

distancia entre ambos, no solo se limita a entregar contenidos” (López, 2010, p. 47).

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Como maestros debemos también apegarnos a nuestro lado humano, de comprensión con

los demás y afecto, no debemos actuar como un sistema que ha sido determinado para algo,

debemos formar una relación con los alumnos que asegure un ambiente cómodo para ambos.

“Piense siempre en el alumno como un amigo y trate de hacérselo saber al momento de

entrar a la clase, mírelo con cariño y respeto” (Arzola, 2010, p.27).

El afecto es una forma simple para cortar barrera dentro de una relación, en este caso nos

abre la posibilidad de una relación entre maestros y alumnos más cómoda, y que puede propiciar

su aprendizaje de una mejor manera.

Actitud y papel del maestro. Es esencial que los maestros estén atentos en discriminar

entre las características de sus alumnos, pero no discriminarlos a ellos, es necesario tomarlos

como entes individuales que tienen distintas características a comparación con los demás, con

esto obtenemos la información necesaria para su mediación. No podemos tratar a todos por igual

siendo conscientes de sus diferencias, eso solo aumentaría las diferencias y la desigualdad

(López, 2010).

Con lo anterior hacemos hincapié en las diferencias y la forma en que el maestro debe

actuar ante ellas, se deben reconocer para impulsar el desarrollo del niño y el proceso de

enseñanza, pero no para marcar a alguien como incorrecto, menos que los demás o extraño.

“Los buenos profesores participan activamente con sus alumnos y comparten sus

preocupaciones” (López, 2010, p.46).

A veces ay que dar el primer paso y abrirse hacia a los alumnos, mostrando que es un

ambiente en el que se puede hablar no solo de una materia. En preescolar, los niños pueden

parecer estar en su propio mundo, hay que dejar que ellos entren al nuestro, para poder entrar en

el de ellos.

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Según Frontela (2013), el maestro de educación infantil debe tener distintas actitudes o

capacidades para desarrollar correctamente la tarea, y debe potenciarlas constantemente, esas

actitudes o algunas de ellas son las siguientes:

• Actitud de respeto y confianza en el niño.

• Actitud afectuosa y favorable hacia el trato con los niños.

• Actitud tolerante y no autoritaria.

• Actitud favorable hacia la búsqueda y el descubrimiento.

• Actitud contraria a los prejuicios y estereotipos sociales.

• Actitud y conducta coherente y estable.

• Actitud favorable hacia el estudio, la formación y el autoperfeccionamiento.

• Actitud abierta.

Capítulo 5. La confianza de un niño

Razones de desconfianza. “Paulo Freire… comparte el sentido de una escuela que

estimula la búsqueda y la curiosidad, y no la aceptación y repetición de las cosas hechas; la

satisfacción por hacer algo que se quiere y no la obligación de hacerlo por temor a una sanción”

(López, 2010, p.66).

Con lo anterior queremos destacar que un punto clave de la desconfianza es la obligación

de hacer algo por temor a una sanción, porque esto puede poner en duda las habilidades del niño

y su forma de ser, causando desconfianza de si mismo para realizar algo, por ello debemos

procurar estimular la curiosidad y el hacer las cosas por satisfacción propia.

Otra razón de desconfianza es por el ambiente del cual viene el niño, y considerando que

es una razón fuera de nuestro alcance en varios sentidos, debemos hacer de la escuela y aula sean

un lugar seguro para él, en donde pueda desarrollar confianza.

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Una razón mas de desconfianza es el físico, por lo cual debemos aceptar a cada niño

como es y demostrarlo, así como animar a los demás niños en esa acción.

Importancia de la confianza en un niño. “Tener autoconfianza puede ayudarnos a

superar muchas situaciones durante la vida.” (Aumentar la autoconfianza de los niños fijando

objetivos y una actitud de crecimiento, 2019, p. 3)

Si un niño tiene autoconfianza será más fácil enfrentarse a obstáculos, no todos los niños

tienen el mismo nivel de autoconfianza por eso es importante hacerla crecer dentro de ellos,

porque la falta de esta puede hacer los problemas aún mayores o difíciles para ellos.

La importancia de la confianza en un niño es la cantidad de beneficios que trae para el

mismo. Según Aumentar la autoconfianza de los niños fijando objetivos y una actitud de

crecimiento (2019) un niño con autoconfianza puede abordar mejor los problemas, tomar

decisiones sanas y seguras, y ser más capaz de sentirse conectados con otras personas. Lo cual

genera independencia y capacidad, causando en el niño más seguridad en quien es y en las

decisiones que toma; no olvidemos que los niños seguros de sí mismos se desenvuelven en la

sociedad con más facilidad y con una mayor capacidad, también generando el que se sienta

conectado y tener relaciones sólidas, un factor clave en el crecimiento y el desarrollo general de

cualquier niño.

Los beneficios que trae para un niño la autoconfianza son muchos, y mas importante es

que al desarrollarse la autoconfianza desde esta etapa será más fácil mantenerla y utilizarla a

favor durante las demás etapas de su desarrollo.

Según Aumentar la autoconfianza de los niños fijando objetivos y una actitud de

crecimiento (2019), a los niños seguros de sí mismos les es más fácil:

•Probar cosas nuevas.

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•Esforzarse y disfrutar la escuela.

•Pedir ayuda.

•Crear relaciones sólidas.

•Llegar a conectarse con alguien o algo.

•Utilizar estrategias sólidas de toma de decisiones.

Comprensión es lo que se necesita de parte del docente para entender al niño y ayudar a

fortalecer su confianza en sí mismo (su autoestima). Para ello no se debe cortar la libertad del

niño, necesita un espacio libre para desarrollarse, pero con ciertos límites.

El maestro debe impulsar el desarrollo de la confianza y la competencia sana, esto

formará carácter en el alumno y lo abrirá a la interacción con sus compañeros.

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Reflexiones finales

Trabajar con niños es una tarea con mucha responsabilidad, que requiere no solo de

métodos precisos, sino de las emociones en la manera en que el maestro percibe y transmite

estas, también requiere de un conocimiento previo en el manejo de emociones y reacciones

posibles en los niños, así como debe saber como ayudarlos en su propio autocontrol,

autoconfianza, integración y desarrollo.

Para formar un ambiente cómodo y seguro queda claro que se necesita formar un lazo

entre el docente y sus alumnos, uno que consista en confianza y amistad, además de esto, el

maestro debe saber como actuar con cada niño y con el grupo en general.

El profesor es el pilar del ambiente en el aula, contribuye a este, con su manera de

expresarse, desde su forma de hablar a la manera en que lo ven los niños; pone control en el

ambiente para que este se mantenga adecuado; y pone atención en cada niño como ente

individual para propiciar su desarrollo e integración con sus compañeros. En otras palabras,

aporta a este ambiente de una forma general y una individual, requiriendo su atención total en

cada momento.

La etapa del niño en preescolar es tan importante y es completamente ligada a las

emociones y socialización, por eso es recomendable de el maestro se interne en este tema, siendo

el encargado de propiciar el ambiente para esto y dirigir a cada alumno a su desarrollo.

La capacidad de percibir comportamientos que no coinciden o particulares en el maestro,

es vital para reconocer cualquier problema, porque puede ser desde lo más pequeño a lo más

grave posible.

El objetivo de esta investigación fue internarse en estos distintos aspectos, que parecen

tan variados, pero están muy relacionados e importantes en la tarea del docente de preescolar.

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Además de esto, también sirve para descartar la idea de que la educación en preescolar es la más

fácil de todos los niveles de educación, porque comparado con los otros niveles de educación, en

este es donde la influencia del maestro es mayor y la responsabilidad cae en manos de él, mas en

que en el alumno, y justamente por eso merece la atención correcta.

Por último, se recomienda indagar mas en el tema, la información es variada, pero

requiere de una búsqueda precisa y que se enfoca mas en aspectos psicológicos, aun así, es muy

interesante y se puede aprender de otros temas relacionados que le servirán al investigador, si

cuenta con el tiempo, no dude en intentarlo.

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