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Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo

Facultad de Ciencias Histórico Sociales y Educación

Programa de Licenciatura en Educación Modalidad Mixta

EDUCACIÓN PRIMARIA – VII CICLO – FASE II

CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN IV

ESTRATEGIAS DEL DESARROLLO


AFECTIVO EN LOS NIÑOS

Investigador: Manayay Castro Kely Nataly

Docente: Mg. Luisa Sandra Morales Lepe

LAMBAYEQUE – PERÚ

2022
INTRODUCCIÓN

Los seres humanos por naturaleza necesitamos relacionarnos con


nuestro entorno, desde que nacemos las personas mostramos un
marcado interés y curiosidad por aquellas personas con las que
convivimos. Los niños y niñas nacen con la necesidad de establecer
vínculos afectivos, estos son fundamentales para desarrollarnos
como personas y poder desenvolvernos en nuestro entorno y por
ello en el presente ensayo daremos a conocer aspectos importantes
a mejorar para el desarrollo afectivo en los niños.
DESARROLLO

A lo largo del tiempo el ser humano se ha ido


desarrollando en varios aspectos, siendo uno de
ellos la parte afectiva. Desde que nacemos vamos
construyendo nuestra efectivad la cual debe ser
en forma positiva, para ello vemos por ejemplo
desde el nacimiento el bebe va estableciendo su
afectividad en primer lugar con su madre y
también con las personas que convive. El recién
nacido utiliza el llanto para comunicarse y es la
manera de como pide que sus necesidades sean
cubiertas, suponen también las primeras experiencias afectivas del bebé. Los primeros
encuentros son importantes ya que determinará la manera en que el bebé interpretará su
afecto hacia los demás e influirá en la manera en que el niño desarrollará su afectividad
expresando así sus emociones y sus sentimientos.

El apego del bebe a la madre es único, cuando son bebes, por ejemplo: una mirada tierna
al lactar, una sonrisa hacia la madre, cuando sujetan con su manito o cuando se acurrucan
hacia ellas, los bebes sienten el amor, la protección y perciben a través del olor a su madre.
Cuando son bebes van estableciendo su afectividad por la persona que les da afecto, se
sienten protegidos y así van creciendo hasta los 3 años.
Es importante abrazar, abrazar a un bebé es un acto instintivo y natural que se efectúa
para mostrar el cariño y el afecto que se siente por él. Pero más allá del significativo
beneficio que se da al niño el factor afectivo, el abrazo también tiene un importante poder
que calma a los bebes mediante el cual ayuda a los padres a transmitir a sus hijos una
sensación de seguridad y de protección.

A partir de los 3 hasta los 6 años es importante


seguir dándole ese abrazo, una caricia sin
embargo en esta edad el niño va aumentando
su afectividad ya que va involucrando un
factor mas como es la escuela, va socializando
con sus compañeros y su maestra.

En esta etapa es bueno que ayudemos a


nuestros niños como padres de familia y como
maestros a desarrollar su autonomía
enseñándoles algunos deberes y reglas en casa
como: guardar sus juguetes, ordenar sus cuadernos y realizar algunas actividades que el
pueda hacer de acuerdo a su edad y en el colegio otros deberes como cumplir con sus
tareas entre otras. El cumplimiento de reglas en los niños es muy importante ya que esto
les permite ir moldeando su personalidad, siempre y cuando comprenda el por qué existen
las deberes y reglas, y que están nos benefician mediante ejemplo o situaciones
significativas.
A los 3 años de edad el niño experimentará
inevitablemente cambios en sus rutinas
diarias, entre las que podemos mencionar:
los hábitos de higiene, la alimentación y sus
horarios de dormir. Por otro lado, pasarán
por un proceso de adaptación, ya que ellos
serán desprendidos del apego de su madre o
la persona que lo cuida a manos de los que
ellos consideran extraños como son los
docentes. En esta situación es importante
no actuar delante del niño con inseguridad,
duda o culpabilidad, no usar el chantaje
afectivo al dejar al niño en el colegio: “No
llores más, cariño, que papá se va triste a
trabajar”, no decir mentiras al niño y darle
falsas esperanzas: “No te enfades, que mamá viene ahora mismo”, prolongar la despedida
en exceso, no recoger a nuestro hijo con frases que impliquen lástima o culpa: “Pobre mi
niño, ¿qué te han hecho?”. En esta situación es importante apoyar a nuestros hijos
preparándolos, conversando con ellos y transmitiéndoles seguridad como por ejemplo
dejar que lleve algún objeto personal de casa que les recuerde a su hogar por algunos días
y brindar información a la maestra que fuese importante sobre su niño.

Otro punto importante es no hacer comparaciones,


ya que debemos comprender y aceptar que cada
niño es diferente y se desarrolla de manera distinta.
Las comparaciones no solo de deben dar entre sus
compañeros, si no también no deben darse entre
hermanos. Se debe dar importancia a la muestra de
celos y prestar atención sin hacer diferencias y
reforzar las conductas positivas para haci lograr
cultivar buenos sentimientos en ellos.

Por otro lado, vemos la importancia de desarrollar


una buena comunicación entre padres e hijos sin
importar la edad que puedan tener sus hijos, así como también en la escuela, ellos
necesitan ser escuchados y los adultos deben reservar espacios para poder comunicarse
con sus hijos y alientan a expresar sus emociones y sus sentimientos. Es importante
preguntar al niño acerca de las actividades que ha realizado durante el día, deberán
interesarse por cómo se ha sentido ante diferentes situaciones. En este sentido se
recomienda que siempre al establecer una conversación se debe mirar a los ojos, hacerlos
sentir en confianza, escucharlos atentamente y transmitirles nuestra preocupación por
ellos. Los padres deben darles tiempo de calidad a sus hijos aprovechando cada momento
para conocerlos y haci poderlos ayudar de la manera mas adecuada ante alguna situación.
A medida de orientar a nuestros hijos frente actitudes negativas, esto debe hacerse de
manera de no asustarlos. Un factor resaltante es brindar reconocimientos no solo a sus
logros obtenidos sino también al logro que puedan haber hecho en su proceso, aunque no
hayan culminado con su labor encomendada.
Desde los 7 a 12 años se va consolidando la socialización del niño, va desarrollando
actitudes y valores que le servirán para desarrollarse en su entorno.

En la actualidad, tanto la escuela como los docentes y educadores han asumido el papel
tan importante que tienen en lo que respecta al desarrollo afectivo de sus alumnos. De
este modo, queda atrás la idea que se tenía en años anteriores, en los que la escuela se
encargaba exclusivamente de transmitir conocimientos y la familia era la única
responsable de educar en valores y de desarrollar la afectividad de sus hijos.
Aunque hemos visto que la escuela tiene un papel esencial en el desarrollo afectivo del
niño, debemos resaltar la importancia del núcleo familiar la cual es el primer contexto de
aprendizaje. La familia son los primeros educadores y responsables de su correcto
desarrollo afectivo. Tendrán que tener siempre presente su labor como modelos, ya que
los niños irán modelando su comportamiento y su manera de demostrar afecto por su
entorno.

CONCLUSION

El desarrollo de la afectividad permite mejorar las relaciones interpersonales, porque


permite la capacidad de amar y ser amado, estimar y ser estimado, apreciar y ser
apreciado, toda persona necesita crear sus emociones para tener sentimientos que van a
formar la afectividad, siendo cada acción o comportamiento del niño en su día a día.
En conclusión, se dice que toda persona en su vida empieza una tarea de autoconstrucción
emocional basada en la afectividad; la afectividad se aprende, pero esta viene codificada
desde la unión a través del cordón umbilical del niño con su madre y se va desarrollando
a lo largo de nuestra vida, teniendo como modelos la familia en primera instancia y la
escuela, en donde debe existir un vinculo muy estrecho entre ambos. Desarrollar la
efectividad en los niños permite también establecer una buena relación con los demás.

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