Indagando en la Ley General del Trabajo observamos en el artículo 153-F que la
capacitación y el adiestramiento tienen por objeto ciertos lineamientos, la
aplicación de ellos es responsabilidad de los patrones. Comenzando por actualizar y perfeccionar los conocimientos y habilidades del trabajador en su actividad; así como proporcionarle información sobre la aplicación de nueva tecnología en ella. Es decir, el patrón es quien tiene la labor de actualizar a sus empleados, por medio de capacitaciones, nuevas herramientas, técnicas, etc. Pero no solo es pasar información, sino intentar perfeccionar los conocimientos ya obtenidos. Dentro de este mismo apartado se menciona que el patrón debe preparar al trabajador para nuevas vacantes o puestos, lo cual no solo beneficia a los empleados al mejorar sus oportunidades laborales, sino que también contribuye a la eficiencia y la flexibilidad organizacional. Un punto muy importante dentro de estos lineamientos es prevenir riesgos de trabajo, la prevención de riesgos laborales es esencial. La capacitación debe abordar las medidas de seguridad necesarias para prevenir accidentes y problemas de salud en el entorno de trabajo, garantizando un ambiente laboral más seguro y saludable. Por otro lado, el patrón también es quien debe buscar incrementar la productividad de su equipo de trabajo, identificando las áreas de mejora en los procesos de trabajo, asimismo fomentar la colaboración y el trabajo en equipo a través de actividades de capacitación e implementar sistemas de incentivos relacionados con el rendimiento y la productividad. En general, mejorar las aptitudes del trabajador. Hasta ahora, hemos visto algunas de las responsabilidades que tienen los patrones, pero el artículo 153 de la ley general del trabajo también declara las obligaciones que tienen los trabajadores. En el apartado H indica que los empleados a quienes se imparta capacitación o adiestramiento están obligados a asistir puntualmente a los cursos, sesiones de grupo y demás actividades que formen parte del proceso de capacitación. Es decir, nuestra asistencia a dichos cursos o programas hacen parte de nuestra labor como empleados. Y no solo se tiene la obligación de asistir, sino que el articulo dicta que se deben atender las indicaciones de las personas que impartan la capacitación o adiestramiento, y cumplir con los programas respectivos y presentar los exámenes de evaluación de conocimientos y de aptitud que sean requeridos. Esta colaboración mutua entre el patrón y el empleado no solo cumple con los requisitos legales, sino que también contribuye al fortalecimiento de la relación laboral y al buen desarrollo de la empresa. Es decir, a capacitación y adiestramiento no solo son obligaciones impuestas por la ley, sino que representan una oportunidad para el crecimiento, mejorando la competitividad de la empresa y elevando la calidad de vida laboral de los trabajadores. Al adoptar estos requisitos de preparación y capacitación continua el equipo de trabajo (patrones y empleados) pueden llegar a obtener un entorno laboral seguro y en constante evolución.
Programas de Capacitación: Los patrones deben implementar programas de capacitación que
aborden tanto los aspectos teóricos como prácticos de las tareas laborales.
Acceso a la Capacitación: Los trabajadores deben tener acceso a la capacitación de manera
equitativa, sin discriminación.
Colaboración: Se promueve la colaboración entre patrones y trabajadores para desarrollar
programas de capacitación efectivos.
Registro de Capacitación: Se menciona la importancia de llevar un registro de las actividades de
capacitación realizadas, incluyendo la duración, los temas abordados y la participación de los trabajadores.