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María Valentina Lazo Hurtado

Psicología, 7mo

Relatoría Libro Teoría Sistémica de Milán

Luigi Boscolo • Paolo Bertrando

La terapia sistémica de Milán es un enfoque terapéutico que se basa en las teorías de

Gregory Bateson y ha evolucionado a lo largo de los años para ser aplicado en diversos

contextos, incluyendo terapia familiar, terapia de pareja, trabajo individual, terapia de

grupos y terapia con organizaciones, este enfoque se originó en el equipo de terapeutas de

Milán, que incluía a (Mara Selvini-Palazzoli, Luigi Boscolo, Gianfranco Cecchin y

Giuliana Prata). A lo largo de su desarrollo, este enfoque ha incorporado elementos de

cibernética, constructivismo, construccionismo social, posmodernismo y narrativa.

Uno de los trabajos fundamentales que caracterizó el enfoque de Milán es el libro

"Paradoja y contraparadoja", en el que se describió la terapia con 15 familias, incluyendo a

un miembro diagnosticado con esquizofrenia. En esta terapia, se abordó la complejidad de

las dinámicas familiares y se buscó eliminar las configuraciones rígidas de

comportamientos disfuncionales, esto se logró mediante la connotación positiva de todos

los comportamientos, ya sean sintomáticos o no, a través de la reformulación paradojal, y

mediante la introducción de rituales familiares.


El enfoque de Milán se destacó por su enfoque en la idea de que tanto el terapeuta

como el cliente son "sistemas observantes" con el mismo grado de organización, esto llevó

a un cambio de énfasis desde el comportamiento observado hacia las ideas, teorías y

premisas personales de los miembros del sistema observante. El terapeuta y el equipo

terapéutico comenzaron a formular hipótesis sobre el "sistema significativo" relacionado

con el problema presentado, es decir, el sistema de relaciones entre las personas

involucradas en el problema.

Además, la terapia sistémica de Milán promueve la integración de diferentes

perspectivas y "voces" presentes en la experiencia del terapeuta, lo que tiene una

importancia ética significativa, esto ayuda al terapeuta a ser más consciente de sus propios

prejuicios y de las influencias culturales que pueden afectar sus descripciones y

explicaciones.

En cuanto al diagnóstico, la terapia sistémica de Milán se diferencia de enfoques

médicos y psiquiátricos tradicionales en que no se basa en una noción de patología o

enfermedad individual o relacional, en cambio, se centra en la identificación de problemas

y sufrimientos de tipo existencial, teniendo en cuenta no solo al individuo, sino también a

su entorno significativo, especialmente el ámbito familiar y las relaciones que mantienen

con este entorno. En lugar de realizar un diagnóstico antes de la terapia, los terapeutas

sistémicos evalúan de manera integral en el contexto del inicio de la terapia.


La terapia sistémica, como se practica en el Modelo de Milán, se basa en una serie

de principios generales.

Rol del Terapeuta

-El terapeuta debe tener la habilidad de adoptar una posición que le permita

escuchar a los clientes de manera efectiva, esta escucha activa es esencial para comprender

las dinámicas familiares y las preocupaciones de los clientes.

-El terapeuta debe mostrar curiosidad hacia los clientes, sus historias y el proceso

terapéutico en sí, esta curiosidad fomenta la exploración y comprensión de los problemas

presentados.

-El terapeuta debe mostrarse positivo en su enfoque y actitud hacia los clientes. Esto

facilita el trabajo terapéutico y la aceptación de los clientes, lo que a su vez puede influir

positivamente en ellos.

-El terapeuta debe prestar atención tanto al diálogo interno como al diálogo externo

de los clientes, debe ser consciente del significado que las palabras y emociones de los

clientes tienen para ellos mismos y sus sistemas de pertenencia.

-El terapeuta adopta una visión circular de los eventos, lo que significa que no se

limita a una perspectiva lineal, esto le permite comprender las interacciones complejas en el

sistema familiar.
-El terapeuta debe ser consciente de las dinámicas de poder en la relación

terapéutica y en las relaciones del cliente con sus sistemas de referencia, también debe

considerar los roles sexuales y de género en el proceso terapéutico.

-El terapeuta debe reconocer que su lectura de la situación terapéutica no es

objetiva, sino que está influenciada por sus propias premisas, experiencias y teorías, esto lo

hace consciente de sus sesgos.

-El terapeuta debe operar en una perspectiva coevolutiva, evolucionando junto con

el cliente, evita quedarse atrapado en una imagen rígida del pasado o el presente y busca

adaptarse al cambio.

Objetivos

Los objetivos de la terapia deben reflejar las necesidades y metas de los clientes, los

terapeutas deben considerar las perspectivas y demandas de los clientes al definir los

objetivos terapéuticos.

Los objetivos pueden variar según las necesidades individuales de los clientes,

algunos pueden buscar solucionar una crisis o aliviar síntomas, mientras que otros pueden

explorar problemas subyacentes o cuestiones existenciales.

El Modelo de Milán ya no se limita a la terapia familiar; acepta la posibilidad de

intervenciones con parejas, subsistemas o terapias individuales, los objetivos se relacionan

directamente con la convocación a la terapia y la primera sesión.


Principios y Técnicas de la Terapia:

Convocatoria

La convocatoria de subsistemas es una técnica utilizada en la terapia familiar para

crear espacios de diferenciación dentro de la familia y permitir el surgimiento de nueva

información, esto puede ayudar a desafiar las dinámicas familiares existentes y fomentar

una mayor comprensión de los problemas

Convocatoria "Horizontal": En este enfoque, se convoca a subsistemas que

incluyen a varios miembros de la misma generación, como ambos padres o el grupo de

hermanos en la familia. Esta convocatoria permite definir y reevaluar los límites

generacionales y explorar la diferenciación o la falta de ella en la familia, esta técnica se

basa en el trabajo de Salvador Minuchin.

Convocatoria "Vertical": En esta modalidad, se convoca a subsistemas que

involucran a miembros de diferentes generaciones, como madre e hija o padre e hijo, este

enfoque es particularmente útil en casos de anorexia o cuando es necesario fortalecer la

identificación masculina del hijo o reducir la distancia percibida por el padre. La

convocatoria vertical se ha vuelto especialmente significativa en el contexto terapéutico.

Convocatoria Individual: La convocatoria individual es de máxima utilidad

cuando el terapeuta busca establecer una alianza particular con un miembro de la familia,

como en casos de diagnóstico de psicosis, en estas situaciones, algunos miembros pueden


tener dificultades para crear un vínculo genuino en presencia del resto de la familia, por lo

que la convocatoria individual permite un enfoque más centrado en ese miembro en

particular.

Los principios base

Se enfatizan tres principios fundamentales que asumen una posición central en la

conducción de la sesión terapéutica: hipotetización, circularidad y neutralidad. Estos

principios son esenciales para la comprensión y el abordaje de los problemas familiares y la

dinámica de las relaciones.

Hipótesis: La terapia se basa en la creación y exploración de hipótesis, estas

hipótesis ayudan al terapeuta a conectar datos, significados y acciones en el diálogo. Las

hipótesis no son verdaderas ni falsas, pero son útiles para la terapia.

Circularidad: La terapia se guía por el principio de circularidad, lo que significa

que el terapeuta confía en el feedback de los clientes para evaluar y desarrollar hipótesis, es

importante cambiar constantemente las hipótesis para evitar caer en la trampa de la

"hipótesis verdadera" que puede ser rígida.

Neutralidad: A pesar de las críticas, la neutralidad es un principio importante, el

terapeuta evita adoptar valores morales o sociales parciales y no privilegia un curso de

acción particular para el cliente. Mantener la neutralidad puede ser un desafío.


Son fundamentales en la terapia sistémica de Milán y contribuyen a la comprensión

profunda de las dinámicas familiares y al proceso de cambio terapéutico, la aplicación de

estos principios permite a los terapeutas abordar los problemas familiares de manera eficaz

y promover un ambiente terapéutico que fomente la reflexión y la exploración de nuevas

perspectivas.

Técnicas

Las preguntas son una técnica esencial en la terapia sistémica de Milán, las

preguntas permiten a los clientes atribuir significados y reducen la autoridad del terapeuta.

Las preguntas circulares, que exploran las relaciones y dinámicas familiares, son

particularmente importantes.

Rituales

Uno de los objetivos de los rituales terapéuticos es evidenciar el conflicto entre las

reglas verbales y las reglas analógicas en la familia. Estos rituales prescriben un cambio de

comportamiento en lugar de simplemente buscar una reformulación verbal con un insight.

Características de los Rituales

-Obligan a la familia a comportarse de manera diferente a lo que los ha llevado a

sufrir y tener síntomas.


-Ponen a todos los miembros de la familia en el mismo nivel, creando una

experiencia colectiva que puede llevar a nuevas perspectivas compartidas.

-Favorecen la armonización de los tiempos individuales y colectivos, a veces

reintroduciendo secuencias de comportamiento que habían sido canceladas.

-No se centran en el contenido, sino en los procesos, y son notoriamente diferentes

de la vida cotidiana de los clientes.

En lugar de rituales específicos, se utiliza una prescripción ritualizada que se enfoca

en la estructura formal de los rituales, pero no en el contenido. Esto permite que la misma

estructura se utilice con diferentes familias en diversas circunstancias.

Conversación

La terapia en el Modelo de Milán se considera una danza interactiva en la que los

terapeutas y los clientes alternan en el discurso terapéutico. El diálogo es esencial para dar

forma al proceso terapéutico, se utiliza un enfoque de deconstrucción y reconstrucción en el

análisis del discurso del cliente, similar a cómo se analiza el texto en la crítica literaria, esto

implica tanto una microdeconstrucción/reconstrucción en los intercambios individuales

como una macroreconstrucción que ocurre al final de la sesión.


Narrativa

La terapia sistémica de Milán ha incorporado un enfoque narrativo enriquecido en el

que se presta atención a las historias de los clientes, esta perspectiva está relacionada con el

pensamiento posmoderno y el construccionismo social, los terapeutas pueden utilizar la

capacidad narrativa, incluso contando historias, especialmente con clientes que tienen

dificultades para narrarse a sí mismos. Esto puede ayudar al cliente a elegir entre varias

narraciones ofrecidas por el terapeuta.

Modalidad de Tratamiento

El tratamiento se divide en diferentes fases, como una fase inicial en la que surgen

los temas importantes de la vida de los clientes, una fase central en la que se abordan estos

temas y una fase final centrada en la separación. La exploración se enfoca en los

significados atribuidos por los miembros de la familia y otros presentes en la sesión al "por

qué" y "cómo" de los problemas, así como en los efectos de los problemas en las relaciones

familiares y con otros sistemas de referencia.

Aplicabilidad del Tratamiento

La terapia sistémica de Milán es adecuada para una amplia variedad de casos. La

terapia familiar es recomendada para aquellos casos en los que los pacientes no muestran

señales de independencia de la familia de origen, la terapia de pareja se utiliza cuando los

problemas están relacionados principalmente con la dinámica de pareja y la terapia


individual puede ser apropiada para adolescentes, jóvenes adultos o aquellos que no pueden

participar en terapia familiar o de pareja.

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