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INTRODUCCION AL DERECHO ADMINISTRATIVO

La administración pública constituye una realidad omnipresente en la vida del


individuo y de las instituciones. Casi todo nuestro entorno personal está rodeado
de administración pública.
Desde que la persona amanece, enciende la luz y se asea con agua
(administradas por empresas de servicios públicos), sale a la calle (cuyo orden de
circulación está ordenado según normas de tránsito municipal), quiere abrir un
negocio (para lo que requiere de habilitación tributaria, sanitaria y municipal), paga
impuestos (sujeto al régimen tributario y entes recaudadores), etc., está rodeado
de administración.
Las instituciones del Derecho Administrativo están entonces íntimamente
vinculadas al contexto social y político en el que se desenvuelve la acción estatal,
siendo las manifestaciones de su práctica un estado de permanente relación con
la organización de lo público y su evolución histórica, sin dejar de lado
consideraciones sobre la globalización económica y cultural que en él influyen y le
plantean, a veces, la existencia de centros de decisión exógenos que lo
condicionan y limitan.
Es claro que el estado-nación no controla hoy las transacciones comerciales y
financieras que se realizan a escala mundial; su poder legislativo está sometido a
ámbitos internacionales y regionales supraestatales y además, a fuentes del
derecho procedentes de la sociedad tanto internacional como nacional, que no
controla (conf. Alli Aranguren, Derecho Administrativo y Globalización, 2004).
Sin embargo, el Estado nacional continúa estando en el centro de la acción
política, la solidaridad social y la identidad personal, por lo que el derecho
administrativo se va adaptando a las nuevas tendencias históricas.
Afirman García de Enterría y Fernández1 que la más simple y tradicional definición
del Derecho Administrativo lo considera como el Derecho de la Administración
Pública, realidad política radicalmente ajena a las administraciones privadas, al
menos desde el punto de vista jurídico. Igualmente, Marienhoff sostiene que el
objeto del derecho administrativo es la administración pública en todas sus
manifestaciones, sean estas externas o internas, vale decir, jurídicas o no
jurídicas.
Desde un enfoque moderno es posible decir que el objeto del Derecho Administra-
tivo es básicamente el encuadre jurídico de la organización administrativa y de las
funciones de la administración pública, como también la actividad administrativa
de los órganos judicial y legislativo.
Por su parte, la idea que considera el nacimiento de esta rama del derecho como
un proceso a partir del cual se van imponiendo límites al ejercicio del poder, se
inscribe en la circunstancia de la vigencia del Estado de Derecho, en donde es
posible reconocer al derecho administrativo2 como la parte del derecho que más
1 García de Enterría, Eduardo y Fernández, Tomás-Ramón: “Curso de Derecho Administrativo”, Tomo I, Civitas, 2000.
2 Gordillo, op. cit, Tomo 1, pág. II-31.
agudamente plantea el conflicto permanente entre autoridad y libertad3, que se
proyecta en el ejercicio de las prerrogativas de poder que se reconocen a la Admi-
nistración versus las garantías que la Constitución atribuye a ciudadanos o admi-
nistrados.
Gordillo enfatiza que derecho administrativo es derecho constitucional y político,
es lucha contra el poder –cualquier poder- en la defensa de los derechos de los
individuos y/o asociaciones de individuos.
La realidad a veces demuestra no obstante un avance en la arbitrariedad en detri-
mento de los derechos individuales, circunstancia que si bien cabría configurar
según cada caso como exceso de poder, no siempre es así advertido por la juris-
prudencia. Conectado con el bien común y por ende, con el actuar de la
Administración regulado por el derecho administrativo, también es posible
encontrar el principio de la subsidiariedad, que justifica, restringe y motiva la
intervención del poder público en el orden económico y social.
Ambos conceptos precedentes traen a la memoria a Prosper Weil, quién al
respecto afirmaba que: “No debe olvidarse además que el control del gobierno no
ha sido nunca la única preocupación del Derecho Administrativo; este se preocupa
también…de asegurar a la administración los medios con que cumplir sus fines.
Sumisión de la administración al derecho, cierto, pero sumisión a un derecho que
le permita cumplir plenamente su misión de interés general”4.
Hay que destacar y recordar que los conceptos que desarrolla el Derecho
Administrativo provienen del plexo constitucional y de sus principios, y están
inscritos en los procesos de formación del Estado.
Cátedra de Derecho Administrativo

3 Como lo expone Diether Hass, citado por Gordillo en obra citada: “Estado e individuo, orden y libertad: la tensión
encerrada en estas ideas sintéticas es insoluble”.
4 Weil, Prosper, “Derecho Administrativo”, pág. 61, Editorial Cívitas, Madrid, 1986.

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