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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DE PODER POPULAR LA EDUCACIÓN SUPERIOR


UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LAS FUERZAS
ARMADAS- UNEFA
Cátedra: DERECHO ADMINISTRATVO

ENSAYO
TEMA 3. El Derecho Administrativo en relación a las demás ramas del Derecho
público y sus fuentes.

Profesor: Prof. Rodolfo Ruiz

Estudiante:
Marmeric Rondon
C.I V- 15.331.531

Caracas, octubre 2.023


INTRODUCCIÓN

Los fundamentos que aquí pretendemos sentar constituyen, además de


una explicación del Derecho Administrativo, es un intento de señalar los
grandes rasgos de una teoría general del Derecho ubicando su posición y su
significado en el mundo moderno. Nos parece en especial importante, en este
aspecto de unir dos fuerzas que suelen ir separadas, como si estuvieran dotadas
de tensiones antitéticas: la primera es la adecuada protección de la libertad
individual, y el desarrollo coherente de la actividad económica y social del
Estado actual y la segunda quienes se preocupan por las bases constitucionales
del Derecho administrativo, que en nuestro sistema tienen una trascendencia
decisiva sobre aquél.

En esencia de los fundamentos constituyen para nosotros las grandes


líneas directrices de la teoría general del Derecho Administrativo, son las
siguientes: 1) Bases históricas: La ubicación del Derecho administrativo en el
pasado, en el presente y en el futuro, para comprender cuál es el momento y
la realidad histórica en que le toca vivir, y para saber así dónde está y adónde
debe ir; ello es muy importante si se tiene en cuenta que el Derecho
administrativo, que regula la vida administrativa del Estado, debe ir
evolucionando en la misma medida que éste se transforme, so pena de
quedarse irremisiblemente en el pasado; 2) bases políticas: Los criterios
políticos que deben ser rectores del Derecho administrativo, en lo que hace a
la salvaguardia de la libertad individual, y al funcionamiento de los poderes
del Estado, para tenerlos siempre presentes como guía fundamental; 3) bases
constitucionales: Los límites superiores dentro de los cuales el Estado debe
mantenerse, y que lo configuran como Estado de Derecho; 4) bases sociales: El
significado del Estado de Derecho como salvaguarda de los Derechos
individuales, debe enriquecerse complementándolo con la ampliación de la
esfera de acción de los individuos, la liberación de la desigualdad, entre otros.
DESARROLLO

CONCEPTO DE DERECHO ADMINISTRATIVO

Por el Derecho Administrativo estaba en una relación de coordinación, de


igualdad con los aspectos administrados, que se reflejaba en el pasado en la
administración cuando estaba como “poder público” y no era responsable por
los daños que causara; no necesitaba de un fundamento legal expreso para
poder imponer una sanción a los administrados; no estaba sujeta a control
judicial; no estaba plenamente ligada por los contratos que celebraba; podía
ejecutar por sí misma y por la coacción sus propios actos,

Según Díaz (2016), “El estudio de las formas jurídicas que dicho ejercicio
presenta, es decir, los actos administrativos, los actos de gobierno, los servicios
públicos; el análisis de las facultades, potestades, o poderes que tiene o que
se le atribuyen por parte de la doctrina: Facultades discrecionales y regladas,
potestad jurisdiccional de la administración, poder de policía, etc”. (p.56)
Por lo cual, el Derecho administrativo, estudia de los medios materiales puestos a
disposición de esa actividad, a través del dominio público y el dominio privado
del Estado; en general, el estudio de la propiedad en su relación con la
función administrativa, sea a través de la propiedad pública, sea a través de
las limitaciones que el Estado impone a la propiedad privada, sea a través de
vinculaciones contractuales de contenido económico.

El Derecho Administrativo es por excelencia la parte de la ciencia del


Derecho que más agudamente plantea el conflicto permanente entre la
autoridad y la libertad, es decir, es aquella parte del Derecho público que
tiene por objeto la organización, los medios y las formas de la actividad
de las administraciones públicas y las consiguientes relaciones jurídicas
entre aquéllas y otros sujetos.

Las normas administrativas, en efecto, tienen como destinatario a una


Administración Pública de forma tal que no se entienden o no son tales sin
esa presencia. Pero esto no supone que las administraciones públicas no
puedan utilizar o formar parte de relaciones jurídicas reguladas por normas
no administrativas, puesto que una cosa es utilizar una determinada
normativa y otra, muy distinta, que la normativa se halle destinada o
presuponga, en todo caso, su aplicación a un determinado sujeto.

Las normas del Derecho privado que regulan la propiedad o las


obligaciones y contratos afectan a todos los sujetos jurídicos en general,
sean personas físicas o jurídicas o administraciones públicas; otras normas
del Derecho civil presuponen que sus destinatarios sean personas físicas,
como, por ejemplo, las normas sobre matrimonio y familia. Hay normas,
pues, destinadas a los sujetos jurídicos en general y otras que presuponen su
afectación o destino en todo caso a unos determinados sujetos.

Por esto las diferentes razones: En primer lugar, la supremacía


constitucional del Legislativo sobre el Ejecutivo se evidencia por lo menos
a través de una triple preeminencia: 1) dispone qué es lo que debe hacer o no,
en el marco de toda la legislación que le puede dictar para regir la vida
administrativa; 2) si no está satisfecho con su gestión lo puede remover
mediante el juicio político; 3) decisión en esta relación Parlamento-Ejecutivo
la tiene siempre, en el marco de la Constitución.

De función administrativa es así el más indefinido de todos, pues no


tiene, a diferencia de las demás funciones, un contenido único. En efecto, la
función administrativa, desde el punto de vista de su contenido, puede consistir
tanto en el dictado de normas jurídicas generales, como en la decisión de
controversias entre partes, como, y he aquí lo más frecuente, en la actuación
material en los casos concretos que se le presentan. Por lo anterior, no debe
confundirse al Derecho administrativo en cuanto rama del conocimiento
jurídico o disciplina científica, y al Derecho administrativo como parte del
orden jurídico positivo, como conjunto de normas jurídicas.
RELACIÓN DEL DERECHO ADMINISTRATIVO CON LAS OTRAS
RAMAS DEL DERECHO PÚBLICO

En efecto, importa insistir en que no es la posibilidad de la aplicación de la


norma a unos u otros sujetos, sino el destino de la norma lo que es decisivo.
Normas de Derecho privado son, pues, las que tienen por destinatario a todos
los sujetos en general, aunque algunas de ellas sólo puedan ser aplicables a las
personas físicas y normas de Derecho público, las que presuponen siempre
como destinatario al Estado o las Administraciones Públicas, como sujetos
de Derecho.

La garantizar del cumplimiento del Derecho sustantivo, que regula


relaciones intérpretes, tanto de las que se traban entre particulares como de
éstos con el Estado que integran el Derecho penal y procesal y es que las
leyes procesales y penales, a las que cuadra perfectamente el calificativo de
Derecho garantizador, no están destinadas al Estado como sujeto de Derecho,
sino como garante del mismo, y en garantía de todo el Derecho, tanto del
público como del privado. Desde esta perspectiva el Derecho Administrativo,
a diferencia del Derecho privado (civil, mercantil o laboral) es, de una parte,
Derecho sustantivo y público, en cuanto regula relaciones entre el Estado y
los particulares y, de otra, Derecho garantizador porque en él se incluye
también el estudio de aquellas normas destinadas al Estado en garantía de su
cumplimiento, como las que regulan los recursos administrativos, el proceso
contencioso administrativo, la ejecutoriedad forzosa de los actos
administrativos y la potestad sancionadora o arbitral de las administraciones
públicas. Las disciplinas relacionadas con el Derecho Administrativo son;
administración, contaduría, gestión, educación, psicóloga, entre otras.

FUENTES DEL DERECHO ADMINISTRATIVO


Tradicionalmente se distinguen las fuentes formales de las fuentes
materiales del Derecho. Las primeras serian aquellas que directamente pasan
a constituir el Derecho aplicable, y las segundas las que promueven u
originan en sentido social-político a las primeras. Estas fuentes en sentido
formal serían así la Constitución, las leyes, los reglamentos y la
jurisprudencia; fuentes en sentido material u orígenes, los hechos sociales,
doctrinas y costumbres. Algunos autores no distinguen entre uno y otro tipo de
fuentes, y dicen así que las fuentes del Derecho administrativo son la ley (en
sentido amplio), la doctrina y la costumbre.

Estas dudas provienen de una confusión, no tanto sobre el concepto de fuente


como sobre el concepto de Derecho administrativo: Puesto que éste es una rama
de la ciencia del Derecho, que analiza el régimen jurídico relativo al ejercicio
de la función administrativa, las fuentes de la disciplina serán todas las normas y
principios —sea cual fuere el origen de éstos— que integren dicho régimen
jurídico; en otras palabras, las reglas y principios que sean imperativos.

La Constitución es una fuente de extraordinaria importancia en el Derecho


administrativo; hablamos, claro está, de los países en que la Constitución es

imperativa, en que es un orden jurídico pleno impuesto por el pueblo al Estado,


en el cual le regula su estructura y organización, establece las facultades del
mismo frente a los individuos y los Derechos de los habitantes frente a él.
Puesto que el Derecho administrativo estudia la estructura de uno de los órganos
jurídicos del Estado y el ejercicio de la función administrativa, fácil es advertir
la importancia del Derecho constitucional y concretamente de la Constitución
como fuente del Derecho administrativo.

El Derecho Administrativo es la parte del ordenamiento jurídico general que


afecta o se refiere a la Administración Pública. El ordenamiento no es un agregado
de normas; la norma lo es precisamente por su inserción en un ordenamiento
concreto, para lo cual ha tenido que ser cualificada previamente como fuente del
Derecho. El problema de las fuentes del Derecho se plantea en Derecho
administrativo de manera similar a la de otras disciplinas jurídicas. Por ello, para
referirnos a esta problemática debemos remitirnos a la Teoría General del Derecho, a
la parte general de Derecho Civil y sobre todo al Derecho Constitucional, porque en
los ordenamientos modernos la formación sobre fuentes es única y está regulada por
completo por normas estatales.

Lo anterior se manifiesta por tres circunstancias:


 Por la participación de la Administración en la función legislativa del Parlamento
mediante la elaboración de los proyectos de ley, remisión de los mismos al legislativo
y la retirada de los mismos, en su caso.

 Por la participación directa del Gobierno en la propia función legislativa elaborando


normas con valor de ley (decretos-leyes y decretos legislativos).

 Por la elaboración de los reglamentos, que tienen valor inferior a la ley,


cuantitativamente, constituyen el sector más importante del ordenamiento.

Como segunda especialidad, debe destacarse el distinto valor que en Derecho


Administrativo tienen las normas no escritas (costumbre y principios generales del
Derecho).
Cuando definimos la función administrativa, indicamos que constituye una
función del Estado que se realiza bajo un orden Jurídico, este último elemento
significa que dicha función se desarrolla sometida al llamado principio de legalidad
que precisamente consiste en que ningún órgano del Estado puede tomar una decisión
individual que no sea conforme a una disposición general anteriormente dictada.
El principio de legalidad se puede entender desde un punto de vista material, en cuyo
caso su alcance es en que la norma en que se funde cualquier decisión individual tiene
que ser una norma de carácter abstracto e impersonal. Puede también ser tomado en
su sentido formal, significándose entonces que además de ser una ley desde el punto
de vista material, la norma bajo la cual se realce el acto individual debe también tener
las caracteres de una ley desde el punto de vista formal, es decir, que debe de ser una
disposición expedida por el poder que conforme al régimen constitucional esté
normalmente encargado de la formación de las leyes.

De manera que si la función administrativa consiste en la ejecución de actos que


determinan situaciones para casos individuales, el principio de legalidad a que nos
hemos referido impone como fuente de Derecho administrativo en primer término las
normas jurídicas de carácter general. Entre ellas se cuenta en lugar preponderante la
ley, cuyos caracteres, desde el punto de vista formal como desde el punto de vista
material, hemos examinado con todo detenimiento al hacer el estudio de la función
legislativa.

Por tanto,

Se entiende como fuente del Derecho los procedimientos por los cuales se
elaboran las reglas del Derecho, en este caso como en otros similares, estamos
colocados frente a una concepción equivocada, pues se considera que la fuente del
Derecho Administrativo, ni de ninguna rama puede ser considerada o equiparase al
procedimiento por medio del cual, se elaboran las reglas del Derecho. Considero,
asimismo, que el tema de que se trata ha motivado algunas confusiones, y que no ha
quedado plenamente resuelto el problema, pues todavía existen confusiones de lo que
es realmente la fuente del Derecho, pero que aun así lo expuesto por distintos autores
es posible presentar una concepción general sobre las fuentes del Derecho
Administrativo.

En términos generales, se ha definido a la fuente del Derecho Administrativo,


como los procedimientos, formas, actos y medios de creación e interpretación, dando
origen a los principios y leyes que constituyen el Derecho Administrativo, se debe
establecer que existen diferencia entre las fuentes del conocimiento jurídico y las
fuentes del Derecho considerado a las primeras como aquellas a las que acude el
estudioso para desentrañar el hecho, el fenómeno o materia del conocimiento, y que
pueden ser directas o indirectas. Lo anterior ha dado lugar a diferentes concepciones,
de las cuales cuando menos tres, han sido tipificadas de manera diferente, y que son:

a) Fuentes del Conocimiento Jurídico


Son consideradas como; aquellas a las que acude el estudioso para tratar de
desentrañar el hecho, fenómeno o materia del conocimiento y pueden ser directas o
indirectas. Las primeras le proporcionan el conocimiento de manera inmediata; las
segundas de manera mediata.

b) Fuentes de la Ley y c) Fuentes del Derecho. Debe tomarse en consideración que


la Ley y el Derecho no son términos o conceptos equivalentes en su totalidad, pues
debe reconocerse que toda Ley es Derecho mas no todo el Derecho es Ley. Estas se
clasifican en:

 Formales: Son fundamentalmente la ley en sentido estricto y aplicándolo es agregado


por el Derecho aplicable, es decir, por el Derecho escrito o legislado, por la
costumbre, la jurisprudencia y la doctrina jurídica.
 Materiales: Están representadas por el conjunto de Fenómenos Sociales, o Socio-
políticos que originan el Derecho positivo.
 Históricas: Están representadas por datos que se recogen en devenir histórico de las
sociales.

Resulta una tarea sumamente difícil considerar a las fuentes del Derecho
administrativo desde los tres puntos de vista mencionados por separado, pues con
frecuencia acontece que estos tres elementos se combinan para producir el Derecho,
pues en todo caso se debe tomar en consideración, que si bien es cierto que el
Derecho norma y conduce la conducta humana, en algunas ocasiones la conducta
humana, es decir, la realidad social, genera a las normas Jurídicas.

La ley

Mientras que el concepto de función legislativa apuntaba esencialmente al


hecho de que la misma era de contenido general, el concepto predominante de
ley tiende a prescindir del contenido del acto, para atenerse exclusivamente al
aspecto formal, y así es como se dice que “ley” es todo acto sancionado por el
Poder Legislativo de acuerdo con el procedimiento previsto por la
Constitución a tal efecto. Por lo demás, la ley de Derecho administrativo no
tiene ninguna característica intrínseca que la diferencie de las demás leyes; en
particular, es un error sostener que todas las leyes administrativas son de

orden público; y ellas lo serán de acuerdo con los criterios y condiciones en


que cualquier otra ley puede ser considerada con aquel carácter.

Leyes y tratados

Los tratados internacionales, de acuerdo con el procedimiento que establece la


Constitución, incorpora a éstos al Derecho interno de la Nación. Sin embargo,
lo relativo a determinar si el contenido normativo del tratado pasa a ser, sin

otro requisito de aprobación ha dado lugar a soluciones diversas, según las


particularidades que presenta la convención.
El tema de los tratados se vincula íntimamente con la cuestión de la existencia y
alcances de un Derecho. En este aspecto, es necesario partir de la base de que, en
las doctrinas antiguas, la integración no forma parte usualmente de las estrategias

nacionales; en consecuencia, el Tratado de Montevideo ha sido tan sólo un


tratado-marco, faltándole el más claro sentido dinámico que algunos atribuyen a
los tratados de la comunidad europea.
Decreto Ley

Son disposiciones provisionales que se fundamentan en la urgencia de ciertas


situaciones y lo inadecuado del procedimiento legislativo para atenderlas. Como
particularidad de su procedimiento, los Decretos-leyes deberán ser inmediatamente
sometidos a debate y votación de totalidad de los Diputados, convocado al efecto si
no estuviere reunido, en el plazo de los treinta días siguientes a su promulgación. El
Congreso habrá de pronunciarse expresamente dentro de dicho plazo sobre su
convalidación o derogación, para lo cual el reglamento establecerá un procedimiento
especial y sumario. Cabe también la posibilidad de que durante el plazo anterior, las
Cortes puedan tramitarlos como proyectos de ley por el procedimiento de urgencia.

Reglamentos

Un reglamento es una declaración unilateral realizada en ejercicio de la


función administrativa que produce efectos jurídicos generales en forma
directa. Es una declaración, o sea, una manifestación o declaración de voluntad,
conocimiento o juicio. De esta forma distinguimos el acto del mero hecho
administrativo que es tan sólo la actuación material de un órgano administrativo.

De acuerdo al concepto de función administrativa dado, ésta es toda la


actividad realizada por los órganos administrativos, y la actividad realizada
por los órganos legislativos y judiciales excluidas sus respectivas funciones
específicas. Por lo tanto, puede haber reglamentos dictados por los órganos
legislativos y judiciales: En estos dos últimos casos los reglamentos se referirán
exclusivamente al funcionamiento y organización interna de estos poderes.

Jurisprudencia
El juez al aplicar una norma general crea una nueva norma, no ya general,
sino individual, la que aporta un “plus” al ordenamiento jurídico, aunque la ju-
risprudencia no es la suma ni la repetición de esas normas individuales, sino tan
sólo del sentido que esa norma individual ha dado la norma general; no se trata de
que el juez cree normas de Derecho, sino de que precise el sentido de la norma
general ya existente. Pero como todas las reglas de Derecho son suficientemente
abstractas como para poder ser interpretadas de diferentes maneras, resulta
que la norma se amplía o se restringe en su significado efectivo, según sea la
interpretación que le den los jueces.

La jurisprudencia se distingue de las demás fuentes del Derecho en que ella es


imperativa sólo en el momento en que el juez le aplica o reitera, pues el juez no
está obligado a seguir las interpretaciones reiteradas y concordantes que él mismo
u otros jueces superiores hayan dado a una norma. La inoperatividad de esta
fuente está, pues, condicionada a la voluntad del juez, pero puesto que en la
práctica los jueces mantienen los criterios interpretativos formulados por ellos
mismos o sus superiores con anterioridad, tiene un cierto grado fáctico de
inoperatividad asegurado: Dado que esa facilidad que tiene en cada caso apoyo
jurídico en la voluntad del juez, puede mencionarse a la jurisprudencia como
fuente de Derecho.

Doctrina

Esto significa, que las formas no pueden clasificarse apriorísticamente en


esenciales y no esenciales, ni decirse que en un acto formal de forma y
esencial o que hay actos de forma o formal, es la manifestación externa del
acto; es el signo que transmite una idea, y no puede confundírsela con la idea
misma: Si al faltar la voluntad falta también la forma, es porque no hay
sustancia o idea alguna a la cual constatar o documentar, esto es, dar forma; lo
esencial al acto es la idea, la voluntad administrativa, y no porque ésta deba
exteriorizarse de determinada manera se convierte la forma en esencia.

A MANERA DE CONCLUSIÓN

La potestad de ejecución coactiva cuando la ley no la otorga, en forma expresa o


razonablemente implícita en un caso concreto, no es sino la aplicación del
principio de que cuando una norma no otorga a la administración determinada
facultad, ha de interpretarse que no la tiene. De todo ello, y de otros antecedentes
que a lo largo del presente capítulo se expondrán, se desprende con caracteres
netos la naturaleza que reviste el mencionado informalismo: Es fuera de toda
duda informalismo únicamente en favor del administrado, para facilitarle el
ejercicio de los remedios procedimentales y la defensa de sus Derechos ante la
administración; nada tiene que ver, pues, este informalismo con la
discrecionalidad de la administración, ni se puede fundar en él, en ningún caso,
soluciones que impliquen un apartamiento administrativo en contra de los
intereses del recurrente, de los principios fundamentales del debido proceso y del
procedimiento jurídico en general.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICA

Bacigalupo M. (1997), La discrecionalidad administrativa (estructura normativa, control


judicial y límites constitucionales de su atribución), marcial pons, madrid,
Claus C.(1983), El sistema en la jurisprudencia (trad. esp. de 1998 la 2ª ed. alemana
systemdenken und systembegriff in der jurisprudenz), civitas, madrid,

Díaz G. (2016), La reserva de ley en la transposición de las directivas europeas, iustel,


Madrid.

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