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Y
VÉRTIGO
CEFALEA
La cefalea es un dolor que incluye la cabeza y la cara, a pesar de que dolores en esta última no son
considerados cefaleas por algunos autores. Se trata de un frecuente motivo de consulta, que atiende a causas
de poca gravedad en la gran mayoría de los casos; sin embargo, también puede ser un hallazgo dentro de
una causa mortal. La importancia de su conocimiento desde el aspecto semiológico, es que la mayoría de los
casos su diagnóstico prescinde de paraclínicos. Sin embargo, sí existen herramientas paraclínicas que son de
utilidad en determinados casos, como veremos a continuación.
Sensibilidad al dolor
El dolor es censado por determinadas estructuras craneales, como lo son:
1. El cuero cabelludo
2. Los Grandes vasos (Arteria meníngea media)
3. La Duramadre (Senos)
4. Hoz del cerebro
5. Segmentos proximales de arterias piales
Síntomas de alarma
Es de relevancia conocer los síntomas de alarma, ya que pueden ser un indicador de que nos encontramos
ante una cefalea de causa grave. Tales síntomas son:
1. Una cefalea que es siempre peor, no mejora en el tiempo (puede ser indicador de aumento de PIC)
2. Primera cefalea intensa
3. Cefalea aguda que empeora en días/semanas
4. Cefalea acompañada de anormalidades en el examen neurológico
5. Cefalea acompañada de fiebre o signos generalizados no explicados
6. Vómito que antecede a la cefalea
7. Cefalea inducida al toser o alzar pesos (Maniobra de Valsalva)
8. Cefalea que interrumpe el sueño o aparece inmediatamente después de despertar
9. Cefalea asociada a enfermedades generalizadas identificadas
10. Cefalea con comienzo después de los 55 años
11. Dolor vinculado son sensibilidad local (p.ej.: región de la arteria temporal)
Exploración general
Identificar la presencia de Cefalea intensa o recidivante
Cefalea intensa: no es síntoma de alarma, sin embargo existen determinadas excepciones.
Las causas frecuentes de primera cefalea intensa son:
1. Meningitis
2. Hemorragia subaracnoidea
3. Hematoma epi/subdural
4. Glaucoma
5. Sinusitis purulenta
1. Migraña: la migraña a su vez puede ser causa de primera cefalea intensa. Sin embargo, el abordaje del
paciente con tales características debe descartar todas las causas antes enumeradas.
Las migrañas están asociadas típicamente a hipersensibilidad a luz, sonido o movimiento, y pueden estar
acompañadas o no de nauseas y vómitos.
Los desencadenantes de la migraña son muchos, y cada paciente puede ser susceptible a algunos únicos
para él mismo. Entre ellos encontramos los que contienen L-triptófano, sustrato de la serotonina, cuya síntesis
endógena responde a mecanismos no saturables. Los más frecuentes desencadenantes son:
• Chocolate
• Resplandores y luces
• Cítricos
• Ruidos y sonidos
• Hambre
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• Estrés
• Ejercicios
• Tormentas y otras alteraciones atmosféricas
• Fluctuaciones hormonales en menstruación
• Insomnio o hipersomnia
• Alcohol y sustancias
Entre las diferentes presentaciones clínicas de la migraña, se encuentran las auras sin migraña, que son
signos neurológicos repetitivos con nausea y vómito, sin cefalea y representan el 33% de los casos de vértigo
secundario.
Es muy importante evaluar la duración de las auras, ya que éstas duran menos de 1 hora, por definición. Si se
determina una duración mayor, se puede tratar de un déficit neurológico focal, y hay que buscar su causa y
corregirla.
Las complicaciones más frecuentes son:
1. Estatus migrañoso: se trata de toda migraña de duración mayor a las 72 horas
2. Hemiplejia
3. Oftalmoplejia
Diagnóstico:
La Sociedad Internacional de dolor de cabeza estableció criterios simplificados de diagnóstico de la
migraña, a saber:
Cefaleas repetitivas de duración 4-72h, con exploración física normal, sin otra causa razonable de su
dolor y:
1. Como mínimo, dos de los siguientes signos:
a. Dolor pulsátil
b. Dolor unilateral
c. Agravamiento con el movimiento
d. Intensidad media o grave
2. Y además, uno o más de los siguientes:
a. Náusea/Vómito
b. Sonofobia y fotofobia
1. Trastorno conversivo
Es un trastorno monosintomático que únicamente involucra la esfera neurológica, tendiente a expresarse bajo
la forma de cefaleas. El individuo no está consciente del origen psicógeno de sus síntomas.
Si la clínica de la neuralgia del trigémino es bilateral, se debe considerar la posibilidad de que el paciente sufra
otras lesiones desmielinizantes y se encuentre en el contexto de una esclerosis múltiple.
Los estudios por imágenes indicados son:
1. TAC: evaluación arterial previo procedimiento de descompresión quirúrgica
2. RM: permite evidenciar placas de desmielinización, única y aislada, o múltiples y bilaterales (esclerosis múltiple).
a. Glasgow
b. Orientación TEP
4. Fondo de ojo
5. Interrogatorio ampliado
a. Antecedentes familiares
b. Epidemiológicos
6. Paraclínicos (en caso de ser necesarios, el orden será):
1. Sangre venosa: Hematología completa, hemocultivo, glicemia, BUN, creatinina.
2. TAC craneal ante cefalea intensa de inicio agudo y empeoramiento progresivo.
3. RM craneal permite la delimitación del lugar de la obstrucción en paciente con hidrocefalia,
valora lesiones en la silla turca, fosa posterior, o seno cavernoso, y es de utilidad en sospecha
de trombosis venosa cerebral con TC normal y en el estudio de cefalea por hipotensión del
LCR.
4. Punción lumbar, examen del LCR, con medición de la presión de apertura
5. Radiología simple de cráneo ante la sospecha de sinusitis, mastoiditis o malformaciones
óseas de la fosa posterior
6. Asociación de la cefalea en el contexto clínico
Hallazgos Etiologia Posible
VÉRTIGO
Sensación ilusoria de movimiento, que podrá corresponder tanto al desplazamiento del cuerpo con respecto a
los objetos (ilusión subjetiva), como de éstos en relación con el cuerpo (ilusión objetiva denominada
oscilopsia) sin que en realidad exista movimiento alguno.El movimiento percibido puede ser de rotación,
giracion, inclinación o balanceo. Por lo general esta acompañado por sintomatología autonómica, desequilibrio
y nistagmus.
Mareoà sensación de aturdimiento, flotación, incertidumbre y vahído, que no presenta ilusiones de
movimiento.
Molestias − Medicamentos
inespecíficas − Trastornos pisquiatricos (ansiedad,
depresión, ataques de pánico).
ATURDIMIENTO − Hiperventilación.
La información generada en este nivel llega a los núcleos vestibulares del tallo encefálico a través del octavo
par craneal, las principales proyecciones de estos núcleos vestibulares van a los pares craneales III, IV y VI,
medula espinal, corteza y cerebelo.
Ante cualquier paciente con síndrome vertiginoso se debe establecer en primer lugar si el paciente sufre
verdaderamente de vértigo, distinguir si es central o periférico, determinar si existe una causa que exija un
tratamiento inmediato, y encuadrar el vértigo dentro de una entidad clínica precisa.
Aquellos trastornos que comprometan al nervio y/o al laberinto.Se caracteriza por un síndrome vestibular
completo, armonico y proporcionado.
El síndrome es completo, es decir, en el aparecen todas las manifestaciones: sensación de movimiento,
nistagmus, desviación del eje corporal manifestaciones vegetativas.
La información vestibular anómala procede de la periferia y afecta a todas las vías vestibulares eferentes. Así,
en virtud de las conexiones vestíbulo corticales que aparece el vértigo; por las conexiones con la musculatura
oculomotora aparece la fase lenta del nistagmus (que es horizontal u horizontatorio); por las conexiones
vestibuloespinales, la desviación del eje corporal; y finalmente las conexiones con los centros vegetativos, las
nauseas y los vómitos. El síndrome vestibular periférico es proporcionado, porque a mas intensidad del vértigo
más intensas son las otras manifestaciones, y cuando el vértigo desaparece, lo hacen también aquellas
(aunque no siempre al mismo tiempo). Finalmente se trata de un síndrome armónico, porque sigue las leyes
de la excitabilidad laberíntica: fase lenta del nistagmus y el eje corporal se desvían al lado del laberinto
hipofuncionante. El nistagmus suele ser horizontorrotatorio (nistagmus resultante de la hipofunción o
hiperfunción simultánea de los tres conductos semicirculares). Las lesiones periféricas laberínticas ofrecen
una clínica en forma de crisis intensas.
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Las lesiones periféricas retrolaberínticas (p.Ej neurinoma del VIII par craneal) se instauran lentamente y da
lugar a que los mecanismo de compensación central actúen casi simultáneamente con la progresión de la
lesión. Por ello provoca un cuadro menos definido: puede no aparecer sensación vertiginosa, e incluso puede
ser completamente silentes, manifestándose solo por un déficit vestibular compensado y detectable con
pruebas calóricas.
Características
ü Crisis de vértigo de características rotatorias o de giro del medio.
ü Inicio rápido o súbito.
ü Asociado a cortejo neurovegetativo con sudoración, nauseas y vómitos, palidez cutánea,
palpitaciones.
ü Duración aproximada menor a dos semanas.
ü Los periodos intercrisis son normales.
ü Se pueden asociar a sintomatología coclear, asociándose a hipoacusia o acúfenos.
Tienen su origen en el VIII par, el tronco cerebral, el cerebelo y la corteza parietal. Se producen por la lesión
de los núcleos vestibulares (siempre son lesiones parciales, debido al gran tamaño de estos núcleos) o de las
conexiones de los mismos con las estructuras responsables de los reflejos vestibuloespinales,
vestibulooculomotores, vegetativo y de sensación consciente de movimiento. La lesión selectiva de uno de
estos componentes da a los síndromes vestibulares centrales las características de incompletos(falta alguno
de los componentes clásicos del síndrome vestibular periférico) y disarmónico (Ej: pulsión en sentido contrario
a la fase lenta del nistagmus). El nistagmus de los procesos centrales, cuando existe, es atípico: vertical,
rotatorio, oblicuo, permanente y/o aumenta con la fijación de la mirada. El paciente con vértigo central
presenta semiología de afectación troncocefálica y/o cerebelosa, que no se observa en definición en el vértigo
periférico.
Características
ü Puede no ser rotatorio, sino más bien sensación de inestabilidad, mareo, oscilación o dificultad de la
marcha que le impide la deambulación.
ü Se instaura progresivamente y suele ser permanente, sin periodos intercrisis.
ü Puede estar asociado o no a cortejo vegetativo.
ü Duración de las crisis muy prolongadas.
ü Se puede asociar a sintomatología central como trastornos de conciencia, diplopía, disartria,
desorientación, afectación de otros pares craneales, ataxia.
VPPB (Vértigo Posicional Paroxístico benigno) Infarto bulbar lateral (Síndrome de Wallenberg)
EXPLORACIÓN FÍSICA
Comenzar por los signos vitales. La hipertensión arterial puede indicar compromiso asociado cerebrovascular
y la hipotensión puede deberse a un trastorno secundario a algún fármaco o por un bajo gasto cardíaco.
Controlarla en decúbito y de pie para evaluar posible ortostatismo (caída de la sistólica 20 mmHg, tras estar
de pie durante dos minutos). Taquicardias y bradicardias pueden relacionarse con síncope y mareos, mientras
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que un aumento del ritmo respiratorio se observa en las crisis de pánico. El aumento de la temperatura
sugiere infección sistémica, otológica o del SNC.
v Exploración auditiva
El nistagmus es una oscilación ocular involuntaria, rítmica y bifásica. Esta alteración del movimiento y
mantenimiento de la mirada conjugada tiene dos componentes: una fase lenta o de iniciación, debida a
disfunción del sistema vestibular y otra fase rápida de corrección de origen cortical cerebral, que trata de llevar
los ojos a la posición inicial y es la que define el nistagmo (nistagmo en resorte).
Tipos de nistagmus
1. Nistagmus espontáneo: aparece con la mirada al frente. Puede ocurrir por alteración del sistema
vestibular periférico o central.
− Nistamus periférico: se inhibe parcialmente con la fijación de la mirada. Empleando unas gafas
de Frenzell y, por lo tanto, evitando la fijación, observaremos con más facilidad este nistagmus.
Es típico de los nistagmus vestibulares su aumento en ausencia de fijación. Aumenta el
nistagmus cuando la mirada se dirige en la dirección del componente rápido, la mirada en la
dirección opuesta tiene efectos contrarios. Son nistagmos horizon torrotatorios.
− El nistagmus central: no se inhibe con la fijación de la mirada. La magnitud del nistag mus
aumenta en la dirección del componente rápido, pero, al cambiar la dirección de la mirada, a
menudo cambia la dirección del nistagmus. Las lesiones a nivel del tronco del encéfalo o cerebelo
producen este tipo de nistagmus. Un nistagmus vertical puro u horizontal puro es secundario a
una patología central.
2. Fisiológico: aparece ante postura extrema de la mirada horizontal, por fatiga de los músculos recto
interno y externo. Se agota rápidamente.
3. Inducido: se provoca ante estímulos rotatorios, térmicos y optocinéticos.
4. Posicional: surge al colocar la cabeza en una posición determinada, o bien, al movilizarla, ocurre en el
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VPPB.
En ocasiones es de gran utilidad disponer de unas gafas de Frenzel, que debido a que utilizan cristales de
gran aumento (+ 20 dioptrías) evitan la fijación ocular y permiten poner de manifiesto nistagmus
(fundamentalmente de origen vestibular), que no se harían patentes con el ojo desnudo.
El examen del nistagmus debe incluir la motilidad ocular, agudeza visual, campimetría, reflejos pupilares y
oftalmoscopia. A veces se asocia a alteraciones visuales, como disminución de agudeza visual, diplopía,
cefalea, vértigo u otros trastornos neurológicos.
v Reflejos vestíbulo-espinales
− Prueba de los índices o de Bárany: el paciente, sentado con la
espalda apoyada, los brazos extendidos y los dedos índices estirados
hacia el explorador, permanece con los ojos cerrados. Se debe
observar si desvía los brazos de forma constante hacia un lado, lo que
indicaría lesión vestibular de ese lado.
− Prueba de Romberg: el paciente en bipedestación, con los pies juntos y ojos
cerrados, registramos cualquier tendencia a caer o a oscilar, comparando la
maniobra con los ojos abiertos. Los pacientes con lesión vestibular no pueden
sostener esta postura.
− Maniobra de Babinsky-Weil: el paciente da alternativamente cinco pasos
hacia adelante y cinco hacia atrás durante medio minuto. Si existe trastorno
vestibular, se pone de manifiesto una trayectoria en forma de estrella.
− Pruebas de coordinación cerebelosa: pruebas del índice-nariz, nariz-dedo-
nariz, talón-rodilla y de las palmas alternas.
− Marcha en tándem: consiste en caminar con un pie detrás del otro, valora la
integridad de la función vestibular, siempre que estén intactas la función
propioceptiva y cerebelosa.
v Pruebas de provocación
− La maniobra de Dix-Hallpike: consiste en realizar una serie de movimientos corporales que
tenga la capacidad de inducir un ataque agudo de vértigo. Con el paciente sentado en una
camilla, para examinar el lado derecho se hace un giro suave de la cabeza haca la derecha de
45 °, luego con la cabeza girada se lleva al paciente a una posicion de decubito supino y se
hiperextiende el cuello, de modo que la cabeza del paciente queda por fuera de la camilla y por
debajo del resto del cuerpo, y se mantiene al
paciente en esta posicion durante 30 seg. Se
puede utilizar lentes de Frezel para la
observacion adecuada del nistagmus.
El paciente es llevado a su posicion inicial y luego se
realiza la maniobra del lado izquierdo. La maniobra es
positiva cuando se observa un nistagmus rotatorio que
bate hacia el oido situado mas abajo, con una latencia
de inicio de 2 a 15 segundos, la duracion del nistagmus
es menor de un minuto, el nistagmus se asocia a vertigo
y/o direccion del nistagmus se invierte al incorporarse y
se fatiga a repetir las maniobras de provocacion.
Los ataques se producen por las otoconias que flotan de
manera libre (cristales de carbonato de calcio) porque se
desprendieron de la mácula utricular y se desplazaron a
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uno de los conductos semicirculares, casi siempre el posterior. Cuando la posición de la cabeza
cambia, la gravedad hace que las otoconias se muevan dentro del conducto, lo que causa vértigo y
nistagmus.
− TestdeHalmagy: Sirve para identificar un déficit vestibular uni o bilateral, aun cuando se haya
producido una compensación central. El paciente mantiene fija la mirada en un punto, le giramos
lentamente la cabeza hacia un lado para volver rápidamente a la posición de partida. En circunstancias
normales los ojos permanecen estables. En déficits unilaterales
las desviaciones lentas de los ojos al hacer el retorno brusco del
giro de la cabeza no son simétricas, apareciendo unas pequeñas
sacudidas rápidas (sacadas) que baten hacia el lado sano cuando
se retorna a la posición de reposo tras el giro hacia el lado
lesionado. Cuando el déficit es bilateral aparecen en ambos giros.
TIPOS DE VERTIGO
Una lesión vestibular aguda causa vértigo constante, náusea, vómito, oscilopsia (movimiento de la escena
visual) y pérdida del equilibrio. Estos síntomas se deben a la asimetría súbita de las señales de los dos
laberintos o sus conexiones centrales, lo que estimula un giro continuo de la cabeza. A diferencia del BPPV, el
vértigo persiste incluso cuando la cabeza no se mueve.
Cuando un paciente presenta un síndrome vestibular agudo, la pregunta más importante es si la lesión es
central (p. ej., infarto o hemorragia en el cerebelo o tallo encefálico), que podría poner en peligro la vida, o
periférica y afecta al nervio vestibular o el laberinto. Debe prestarse atención a cualquier síntoma o signos que
señalen una disfunción central (diplopía, debilidad o entumecimiento, disartria). El patrón del nistagmo
espontáneo, si existe, podría ser útil.Si la prueba del impulso de la cabeza es normal, es improbable una
lesión vestibular periférica. Sin embargo, no siempre es posible descartar con certeza una lesión central con
base sólo en los síntomas y la exploración; por tanto, los pacientes ancianos con factores de riesgo
cardiovascular que presentan un síndrome vestibular agudo casi siempre se valoran por la posibilidad de
apoplejía, incluso cuando no hay hallazgos específicos que indiquen una lesión central.
La mayoría de las personas con neuritis vestibular se recupera en forma espontánea, pero los
glucocorticoides pueden mejorar el resultado si se administran en los tres días siguientes al inicio de los
síntomas.
Se denomina VPPB, como su propio nombre indica, a la aparición de episodios de vértigo (Vértigo) de corta
duración (Paroxístico) acompañado de cortejo vegetativo (náuseas y vómitos) inducido por cambios
posturales (Posicional). Siendo una patología muy invalidante pero sin contemplar riesgo vital (Benigno).
Aparece con mayor frecuencia entre la cuarta y sexta década de la vida, siendo más prevalente en el sexo
femenino.
Etiología
Síndrome vestibular mas frecuente, generalmente es idiopático se asocia también a traumatismo craneales,
neurolaberintitis víricas, insuficiencia vertebrobasilar, trauma post-quirúrgicos o a enamamiento prolongado.
Clínica
Aparece como crisis de vértigo relacionado con movimientos cefálicos, de segundos o minutos de duración. El
cortejo vegetativo puede no estar presente si la crisis es muy breve. El VPPB no produce hipoacusia ni
acúfenos. Si aparecieran, debemos pensar en otro proceso (asociación de Menière con VPPB o neurinoma
del VIII par craneal, etc.) El paciente suele evitar la adquisición de la postura desencadenante o adoptarla
también de forma paulatina para evitar el desarrollo de la crisis. El nistagmo aparece siempre junto al episodio
vertiginoso.
La enfermedad de Menière o hydrops endolinfático se produce por una dilatación de las membranas
laberínticas asociadas a un aumento del volumen de la endolinfa, origina una distensión del espacio
endolinfático que produce la ruptura del laberinto membranoso y la mezcla de endolinfa con perilinfa. Suele
afectar al laberinto anterior o cóclea (hipoacusia y/o acúfenos) y al posterior o vestibular (trastornos del
equilibrio) produciendo así la tríada característica, que debe definirse por unos requisitos:
La enfermedad es bilateral en un 10 a un 30% de los casos. La clínica se caracteriza por vértigo episódico,
hipoacusia, acúfenos y sensación de ocupación en el oído afecto.
1. Fase de inicio: Lo más frecuente es comenzar con episodios de hipoacusia o diploacusia asociados o
no a acúfenos fluctuantes .Se puede asociar sensación de presión ótica. Rara vez debutan con la
triada clásica desde el inicio. Una vez pasado un tiempo se completa el cuadro asociando las crisis
vertiginosas, la hipoacusia afecta a graves sobre todo y el acúfeno se intensifica.
2. Fase activa: Periodo de entre 5 y 20 años donde se repiten las crisis con frecuencia variable
alternando con periodos de latencia.
3. Fase final: Durante este periodo la hipoacusia ya es mantenida y el acúfeno permanente. Las crisis de
vértigo son menos frecuentes y pueden llegar a desaparecer.
La enfermedad de Ménière puede llegar a bilateralizarse con el paso de los años. La bilateralización agrava el
pronóstico funcional y plantea un problema terapéutico sobre todo para la cirugía destructiva.
La hipoacusia y los síntomas aurales son las claves que permiten distinguir la enfermedad de Ménière de
otras vestibulopatías periféricas. Los pacientes normalmente presentan sensación de inestabilidad y mareo
durante días después del ataque agudo de vértigo. En la fase temprana, la pérdida de audición es
completamente reversible, pero en estadios más tardíos persiste una pérdida residual.
Existe también el hidrops endolinfático secundario (Sindrome de Meniére) con manifestaciones clínicas
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similares. Se trata de una enfermedad crónica que se presenta en crisis. El ataque típico esta precedido por
una sensación de aumento de la presión en el oído, sordera y acúefeno, seguida de una crisis de vértigo
periférico intenso. El vértigo dura de minutos a pocas horas, nunca mas de un día. Posteriormente el paciente
se siente átaxico durante varios días. Existen fases activas y quiescentes con intervalos libres de semanas,
meses o incluso años. Los síntomas iniciales son frecuentemente auditivos (acúefeno, generalmente de tono
grave, sordera fluctuante, diploacusia (sensación de oir un mismo tono como diferente en cada oído). En esta
etapa puede existir solo episodios transitorios de mareos, sensación de nauseas. La audición fluctuante
evoluciona a una sordera fija y progresiva a medida que se repite la crisis. Con el paso de tiempo los ataques
tiende a ser mas breves y menos violentos y la sintomatología cambia.
Puede aparecer un drop attacks o VPPB.
Los pacientes con sospecha de este diagnóstico deben referirse a un otorrinolaringólogo para una valoración
complementaria.
v Schwannoma vestibular
Esta causado por un ictus en el territorio de la arteria cerebral, o de la arteria cerebelosa posteroinferior
(PICA). En individuos jóvenes la causa mas frecuente son la disección traumática (a veces traumas menores
en relación con manipulaciones quiroprácticas, actividades deportivas, tos, estornudo, o actividad sexual) y las
causas cardiacas por mecanismo embolico. Causas menos frecuente se han referido en arteriopatías
relacionadas con displasia fibromuscular, Sx Marfan, Sx Eshlers-Danlos, dificiencia de alfa-1antitripsina,
necrosis quística de la media, otras enfermedades del tejido conectivo, sífilis, meningovascular, migraña,
abuso del alcohol, y la toma de anticoceptivos orales.
Las manifestaciones clínicas incluyen: disfonía, disfagia con parálisis ipsilateral del velo del paladar,
mareo/vértigo con nauseas y vómitos, hipo, inestabilidad en la marcha (ataxia ipsilateral con tendencia a la
caída hacia el mismo lado), incardinación, dismetría de extremidades (ipsilateral), Sx Horner, nistagmus, y un
trastorno disociado de la sensibilidad ipsilateral de la cara y contralateral en el cuerpo, con hemiparesia
contralateral.
La exploración complementaria sirve para confirmar la sospecha clínica, pero raramente tiene valor
diagnostico por si misma, exceptuando las técnicas de imagen cuando se sospecha una causa central del
vértigo (túmores, anormalidades de la uninon craneocervical, o lesiones isquémicas, hemorrágicas o
diesmielinizacion del SNC). En estos casos la técnica de imagen con mayor sensibilidad y especifica es la RM.
Además, si se sospecha de un vértigo periférico el estudio se puede completar con una otoscopia y una
audiometría.
Pruebas auditivas
v Audiometria y logoaudiometría: evalúan la audición.
v Potenciales evocados auditivos de tronco: son útiles para examinar el nervio coclear y la vía
auditiva en el tronco cerebral. Si están alterados, es necesario completar el examen con una
resonancia magnética (RM) de cerebro, estudiando fundamentalmente la fosa posterior.
v Electrococleografía: es una variante de los potenciales evocados auditivos de tronco utilizando
electrodos de aguja. Si el resultado es normal, resulta muy sugestivo de síndrome de Meniére.
Pruebas vestibulares
Las pruebas de laboratorio que se utulizan para evaluar le sistema de equilibrio incluyen la:
v Electronistagmografía (o Videonistagmografía): es una exploración destinada a grabar los
movimientos oculares, y permite cuantificar las alteraciones de los mismo y poner en manifiesto
lesiones que por su naturaleza no pueden ser observadas a simple vista. Esta basada en la captación
de la diferencia de potencial eléctricos entre la cornea y la retina cuando los ojos se mueven. Se
captan a través de electrodos, colocados en el campo eléctrico periorbitario. La técnica consiste en
una batería de pruebas para registrar los movimientos oculares ante diversos estimulos visuales
(evaluación del sistema oculomotor) o vestibulares (estudio del nistagmus espontáneo, posicional,
calórico, rotatorio y supresión del reflejo vestibular).
v Prueba del sillón rotatorio o de Barány: mide la función vestibular de ambos oídos simultáneamente.
Resulta útil para déficit vestibulares bilaterales; es sensible pero no específica cuando el déficit es
unilateral (no sirve para identificar el lado deficitario).
v Test calórico: valoran el estado del laberinto posterior. Consiste en medir las características del
nistagmus inducido tras irrigación durante 40 segundos de ambos conductos auditivos externos, con
agua caliente (44 grados) o con fría (30 grados). Sólo se puede realizar en pacientes con tímpano
íntegro. El estudio de las velocidades de las fases lentas del nistagmus mediante análisis
computerizado nos informa de la respuesta de cada vestíbulo, permitiéndo- nos conocer el estado de
respuesta de cada uno.
PERIFÉRICO CENTRAL