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Glomerulopatías Primarias:
Las nefropatías glomerulares primarias son enfermedades renales en las que el glomérulo es la
única o la principal estructura afectada; esta fina y compleja estructura se puede alterar en
circunstancias y mecanismos muy diferentes. Las nefropatías glomerulares primarias se
caracterizan porque con independencia de su etiología o de su patogenia la afección renal es única
y predominante y no la consecuencia de una enfermedad sistémica que afecta a varios órganos y
sistemas.
Epidemiología:
Alrededor del 17% de la población de EEUU tiene proteinuria o insuficiencia renal, y muchos casos,
e incluso la mayoría, se deben a enfermedades glomerulares. Más de 500.000 estadounidenses se
encuentran en programas de enfermedad renal terminal. Las manifestaciones de la lesión
glomerular oscilan desde la microhematuria y albuminuria asintomáticas hasta la insuficiencia
renal oligúrica rápidamente progresiva.
La proteinuria asociada a la enfermedad glomerular puede oscilar desde los varios centenares de
miligramos hasta más de 30g diarios. La hipertensión arterial también es un hallazgo frecuente en
determinadas enfermedades glomerulares sobretodo cuando coexiste insuficiencia renal.
Diagnóstico:
El diagnostico de las GN primarias requiere la realización de una biopsia renal. La biopsia está
indicada en pacientes con síndrome nefrótico (excepto en niños, en los que se indica la biopsia si
el síndrome nefrótico es resistente a los glucocorticoides o muestra una evolución poco
compatible con la de unas lesiones mínimas), en casos con deterioro agudo de función renal en los
que se sospecha una enfermedad glomerular por la presencia concomitante de hematuria y/o
proteinuria, o en pacientes con síndrome nefrítico.
Glomerulonefritis Primarias que cursan con Síndrome Nefrótico
También se llama enfermedad o nefropatía con cambios mínimos. Es la causa más frecuente de
síndrome nefrótico en la infancia y constituye el 80% de los casos diagnosticados entre los 2 y los 6
años. Además, es responsable de aproximadamente el 20% de los casos de síndrome nefrótico
idiopático del adulto. Este trastorno suele presentarse como una nefropatía primaria, pero puede
acompañarse de otros trastornos como la enfermedad de Hodgkin, alergias o el empleo de
antiinflamatorios no esteroideos.
Manifestaciones Clínicas:
Es el de un síndrome nefrótico evidente, con edema generalizado y habitualmente intenso y
edema de miembros inferiores y facial que puede ir acompañado de ascitis y derrame pleural. Por
lo general, el edema aparece abruptamente, en cuestión de días. Analíticamente encontramos
todos los componentes característicos del síndrome nefrótico: proteinuria superior a 3,5 g/día y
que puede ser masiva, hipoproteinemia e hipoalbuminemia, y una acentuada hiperlipemia.
Manifestaciones clínicas:
El síndrome nefrótico completo es la manifestación
habitual de la GSF primaria y de los casos genéticos.
Una minoría de casos se presenta con proteinuria
no nefrótica. Cursa con hematuria microscópica en
el 65% de los casos, aunque la hematuria
macroscópica es rara. Algunos pacientes presentan
hipertensión (30%-50%) o insuficiencia renal (20%-
30%) en el momento de descubrir la enfermedad,
sobre todo en los adultos.
Nefropatía membranosa
La glomerulonefritis membranosa o nefropatía membranosa, como a veces se le denomina,
comprende en promedio 30% de los casos de síndrome nefrótico en adultos y su incidencia
máxima se alcanza entre los 30 y 50 años; la proporción de varones: mujeres es de 2:1.
La NM se considera el prototipo de nefropatía crónica causada por complejos inmunes. Dado que
el hallazgo de complejos inmunes circulantes es inconstante en el suero de los pacientes con NM
idiopática, se acepta que los antígenos implicados se depositan primero entre la MBG y los
podocitos y, a continuación, los anticuerpos atraviesan la MBG para acoplarse con aquellos, lo que
da lugar a la formación in situ de los complejos inmunes
Manifestaciones clínicas:
En el 80% de los casos, la NM se presenta en
forma de un síndrome nefrótico y en el resto se
descubre por el hallazgo casual de proteinuria
asintomática, con microhematuria o sin ella. La
hematuria macroscópica es muy rara y sugiere
una posible trombosis de las venas renales.
Manifestaciones clínicas:
La nefropatía se manifiesta por hematuria macroscópica recurrente o no en casi la mitad de los
casos, de forma más frecuente en niños que en adultos. De modo característico, la hematuria
sobreviene durante las primeras 24 o 48 h de una infección de vías respiratorias altas o, con menor
frecuencia, después de un esfuerzo físico intenso o de una intervención rinofaríngea. En algunos
casos, esta hematuria macroscópica se acompaña de fracaso renal agudo, probablemente debido
al daño tubular producido por los cilindros hemáticos que obstruyen su luz y liberan hemoglobina.
Los factores de riesgo acumulados para hipofunción renal que se han identificado hasta ahora
abarcan menos de 50% de las variaciones observadas en el resultado, pero incluyen hipertensión o
proteinuria, ausencia de episodios de hematuria macroscópica, sexo masculino, edad más
avanzada al principio y glomerulosclerosis o fibrosis intersticial extensas en la biopsia renal.
Glomerulonefritis Membranoproliferativa
Manifestaciones clínicas:
Los síntomas iniciales de la MPGN incluyen proteinuria, hematuria y piuria (30%), síntomas
generales como fatiga y malestar, que son más frecuentes en niños con la enfermedad de tipo I o
un cuadro nefrítico agudo con RPGN y deterioro rápido de la función renal hasta en 25% de los
pacientes. Es frecuente que haya disminución de las concentraciones séricas de C3.
Manifestaciones clínicas:
Es característico un periodo de latencia entre la infección y el inicio de las manifestaciones clínicas
de afección glomerular. La presentación clínica habitual es la de un síndrome nefrítico. La
hematuria macroscópica es frecuente (30%). El edema es uno de los signos más constantes (90%),
así como la hipertensión arterial (75%). En sujetos ancianos, el síndrome nefrítico puede
manifestarse como insuficiencia cardiaca refractaria al tratamiento. El grado de deterioro de la
función renal no suele ser importante, pero algunos casos presentan oliguria prolongada y
deterioros más graves y persistentes de la función renal. Más del 90% de los enfermos con GNA
postinfecciosa muestra un descenso transitorio del componente C3 del complemento sérico en las
fases iniciales de la enfermedad, con C1q y C4 normal. El C3 se normaliza en el plazo de 8-12
semanas.
GNRP Tipo I: Constituye alrededor del 20% de las GNRP. La enfermedad está causada por
anticuerpos específicos dirigidos contra un antígeno propio de la región NC1 de las cadenas a-3 del
colágeno IV presente en la MBG (antígeno de Goodpasture). La nefropatía se acompaña de
hemorragia pulmonar y de anticuerpos que reaccionan con la membrana basal de los alveolos
pulmonares, lo que constituye el síndrome de Goodpasture.
GNRP Tipo II: En la mayoría de los casos, la nefropatía es secundaria a ciertas infecciones
(estreptocócicas, estafilocócicas, endocarditis, derivación ventriculoperitoneal infectada) o a una
enfermedad sistémica (LES, purpura de Schonlein-Henoch, crioglobulinemia), pero en algunos
casos se sobreañade a una nefropatía glomerular preexistente (GNMP, NIgA, NM). La detección de
crioglobulinas puede ser positiva y el C3 puede estar disminuido. Además de las características
semilunas epiteliales, la biopsia renal muestra en algunos casos proliferación endocapilar asociada.
GNRP Tipo III: En la actualidad es la forma más frecuente de GNRP, ya que constituye el 50%-70%
de los casos. Se caracteriza por la ausencia de depósitos inmunes en el glomérulo y por la
presencia en el suero de anticuerpos de tipo ANCA. La enfermedad predomina en sujetos de más
de 50 años, aunque puede sobrevenir a cualquier edad y es más frecuente en los varones. Suele
precederse de un cuadro seudogripal y en algunos casos de manifestaciones sugestivas de proceso
sistémico (fiebre, artralgias o dolor abdominal). Las manifestaciones renales son similares a las
observadas en otras GNRP. El dato serológico mas característico es el hallazgo de ANCA positivos
en el 75%-90% de los casos.
Otras glomerulonefritis
Glomerulopatías Secundarias:
Las causas más frecuentes son las patologías autoinmunes, las infecciones por virus y las
complicaciones derivadas del uso de medicamentos; estas entidades clínicas pueden coexistir en
un mismo individuo complicando aún más su cuadro clínico.
Enfermedades Autoinmunes
Manifestaciones clínicas:
Enfermedad de Goodpasture
Este síndrome renopulmonar es más frecuente en varones entre la tercera y séptima décadas de la
vida, con una incidencia descrita de 0,5-1 casos por millón de habitantes de raza blanca. Los
pacientes suelen consultar por insuficiencia renal aguda, hematuria y proteinuria de rango no
nefrótico. La afección pulmonar en forma de hemorragia alveolar está presente en el 60%-70% de
los pacientes, pero no hay típicamente signos de afección en otros órganos.
Diagnóstico:
Síndrome de Schonlein-Henoch
Este síndrome se caracteriza por manifestaciones cutáneas, articulares y digestivas, acompañadas
con frecuencia de GN. Las lesiones cutáneas son casi constantes y consisten en una purpura
petequial no trombocitopenica y la biopsia cutánea muestra una vasculitis leucocitoclástica. La
afección articular se manifiesta por poliartralgias y los síntomas digestivos incluyen dolor
abdominal, vómitos y melenas. La enfermedad predomina en niños y adolescentes, y solo en el 5%
de los casos aparece después de los 15 años. El cuadro clínico puede estar precedido por un
episodio infeccioso de las vías respiratorias altas. La afección renal es muy frecuente, superior al
50% en la mayoría de las series publicadas. Sin embargo, si se efectúan análisis de orina en la fase
aguda, la prevalencia de nefritis podría alcanzar el 80%. Los pacientes con lesión renal presentan
proteinuria (70%), hematuria macroscópica o microscópica (60%) y, con menor frecuencia,
síndrome nefrótico (40%) e insuficiencia renal progresiva (25%). El complemento sérico es normal
y, en la mitad de los casos, se han observado niveles séricos elevados de IgA.
Amiloidosis Renal
La afección renal está presente en el 90% de los casos de enfermedad por cadenas ligeras y
frecuentemente es el hallazgo predominante. Esta nefropatía representa otro patrón de lesión
renal en el contexto de las discrasias de células plasmáticas (mieloma múltiple, síndromes
linfoproliferativos y otras). Consiste en una enfermedad sistémica, con afección
predominantemente renal, hepática y cardiaca. La lesión renal se caracteriza por depósitos de
cadenas ligeras y/o pesadas de carácter monoclonal en la membrana basal de glomérulos o
túbulos y en el mesangio con formación de nódulos eosinófilos, amorfos, acelulares,
morfológicamente con aspecto de glomerulosclerosis segmentaria y focal hasta en un 33% de los
casos.
Virus de la Hepatitis B y C
La infección crónica por VHC se asocia frecuentemente con lesión renal, es una GN mediada por la
formación de inmunocomplejos circulantes y crioglobulinas que se depositan en el glomérulo. El
cuadro clínico suele consistir en proteinuria de diversa cuantía, microhematuria, grados variables
de insuficiencia renal y lesiones extrarrenales por crioglobulinemia (vasculitis cutánea y artritis).
La variedad más frecuente es la nefropatía asociada al HIV, un tipo de glomerulosclerosis focal con
una incidencia variable (5%-10%), por diferencias raciales y geográficas; es más frecuente en
varones afroamericanos con antecedentes de adicción a drogas por vía parenteral (heroína) y
recuento bajo de CD4. Existe proteinuria intensa, síndrome nefrótico, riñones aumentados de
tamaño y rápida progresión a la insuficiencia renal avanzada.