La estructura organizacional se presenta como una herramienta valiosa para comprender

cómo los empleados se ven afectados por la configuración que se da en la empresa. De

esta manera facilita una visión clara de los aspectos que pueden mejorarse para

optimizar la experiencia global de los colaboradores. La insatisfacción de un empleado

suele estar relacionada con su posición en el equipo, departamento o su participación en

la toma de decisiones, elementos directamente vinculados a la estructura organizacional.

La adaptación a las cambiantes exigencias del mercado y la mejora de la eficiencia

interna son elementos cruciales en el proceso de transformación de la estructura

organizacional de una organización. En este escenario, se hace evidente la función

central que desempeña el departamento de Recursos Humanos, puesto que es el

responsable de crear o revisar la estructura organizativa dentro de las organizaciones.

Stephen Robbins la describe como "la disposición oficial de los puestos de trabajo

dentro de una organización, un proceso que implica tomar decisiones respecto a la

especialización laboral, la departamentalización, la cadena de mando, la amplitud de

control, la centralización y la formalización".

Esta estructura describe cómo se divide el trabajo en la empresa y cómo se relacionan

las diferentes unidades o actividades entre sí. De esa manera proporciona una visión

clara de la composición de la organización, las funciones de cada individuo y cómo se

relacionan para alcanzar los objetivos del negocio. De esa manera se puede visualizar

como un sistema jerárquico en el organigrama de la empresa.

Esta estructura delineará cómo se fragmenta la labor en la empresa y cómo interactúan

las distintas unidades o actividades entre sí. De tal manera que, ofrece una perspectiva

clara de la composición organizativa, las funciones individuales y sus interrelaciones

para alcanzar los objetivos empresariales, siendo representada visualmente como un

sistema jerárquico en el organigrama corporativo.

La repercusión de la estructura organizacional en la experiencia de los empleados es de

gran relevancia, ya que influye en la organización del flujo de trabajo, afectando a cada

empleado, equipo, departamento o área. La transparencia en la cadena de mando y la

asignación de roles contribuyen a mejorar la experiencia laboral y mitigar posibles

fuentes de insatisfacción.

Existen diversas categorías de estructuras organizacionales, siendo las centralizadas y

descentralizadas las categorías primordiales. La estructura centralizada se caracteriza

por un flujo de información y liderazgo que parte desde un punto central, mientras que

la descentralizada permite una distribución más flexible de roles y autonomía en cada

departamento. Cada tipo presenta sus propias ventajas y desventajas, y la elección

dependerá de los objetivos y características particulares de la empresa.

Además de estas categorías, se encuentran otros tipos de estructuras como la funcional,

lineal, horizontal, divisional y matricial, cada una con sus características y aplicaciones

específicas. La elección entre estas opciones estará condicionada por el tamaño de la

empresa, sus metas comerciales y la perspectiva a largo plazo.

Para desarrollar una estructura organizacional adecuada, se recomienda analizar las

responsabilidades de cada departamento, distribuir eficientemente el trabajo, representar

la información gráficamente en un organigrama y ajustar de forma continua la estructura

según las necesidades y cambios en el negocio. La flexibilidad y adaptabilidad son

elementos esenciales para asegurar que la estructura organizacional evolucione

conjuntamente con la empresa.

En términos prácticos, la estructura organizativa sirve para alinear las diferentes áreas

hacia metas compartidas, comprender la jerarquía, delimitar áreas de operación,

establecer puestos de trabajo y perfiles, coordinar y dar dirección al personal, segmentar

funciones por departamentos, asignar personas a cada área, brindar certeza a los

trabajadores sobre sus roles y responsabilidades, y reconocer la necesidad de contratar

nuevo personal.