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El valor estratégico del organigrama

de empresa: claves y modelos

La estructuración de la plantilla de una compañía tiene una


importancia estratégica tanto para Recursos Humanos, como para
cada uno de los empleados de la organización. Seleccionar el modelo
de organigrama de empresa adecuado, cómo diseñarlo y realizar su
despliegue son aspectos vitales. Especialmente para grandes
organizaciones, cuyos modelos deben ser escalables.

Como ya conocerás, el organigrama de una empresa es una


representación visual ordenada de las estructuras organizacionales
que componen la entidad. Siguiendo los criterios establecidos por la
dirección y por las políticas de RRHH, el organigrama posibilita
identificar las cadenas de mando, cómo se agrupan las personas, bajo
qué área o departamento y las funciones y vinculaciones jerárquicas
de la plantilla.

De esta manera, no se debe restar importancia estratégica al


organigrama, ya que sienta las bases de la organización y ofrece
información esencial relacionada con el negocio y sus personas.

El valor estratégico del organigrama empresarial


El organigrama de empresa permite conocer esta información vital
para coordinar las áreas de negocio. Brinda un marco acorde a la
estrategia empresarial que sirve para dimensionar mejor la
organización y para estudiar su crecimiento natural.

No se ha de caer en pensar que el organigrama es solo para


organizaciones tradicionales, ya que existen variados modelos y tipos
de organigramas. La clave está en seleccionar el más adecuado para
cada organización y darle forma.

Los modelos de organigrama de empresas


Los distintos modelos de organigrama están sujetos a la perspectiva
de la compañía, por lo que es necesario realizar una evaluación de las
necesidades organizativas para seleccionar la opción más adecuada
en cada caso. Existen más de una docena de tipologías
de organigramas, pero a continuación, nos centramos en los más
representativos y más utilizados en la actualidad.

Organigrama funcional o estructural

Es un organigrama vertical que configura la estructura organizativa a


partir de las funciones.
Parte de un CEO o líder y, posteriormente, se divide en áreas o
departamentos. Por ejemplo, el departamento Comercial agrupa a
todos los especialistas en el departamento. Se plasma gráficamente
de manera vertical.

Se ordena según las capacidades de cada empleado con el objetivo de


que todas las áreas funcionen bajo el enfoque global de la empresa y
evitar inconvenientes que afecten a la productividad. Si una compañía,
no obstante, busca dinámicas laborales integradas, este organigrama
no es la mejor opción debido a que, por su estructura marcada y
jerárquica, existen ciertas barreras entre los departamentos y equipos.

Un software de gestión de empleados es muy útil para construir este


tipo de organigramas funcionales, ya que ayuda a gestionar y
dimensionar las distintas áreas de la organización, mediante áreas
generales y específicas. Facilita la división de funciones entre
departamentos, el cumplimiento de los objetivos al elegir las tareas
según las habilidades del empleado y la reducción del riesgo de
duplicidades dentro del organigrama funcional.

Organigrama matricial
Esta estructura combina distribuciones verticales y horizontales. Por
un lado, los puestos de trabajo y departamentos se dividen según las
funciones. Y, por otro lado, se encuentran las divisiones de la
organización. La jerarquía se divide en dos líneas independientes que
cuentan con los mismos derechos.

La mayoría de los trabajadores estará en contacto continuo con


ambas líneas. Gráficamente se representa con líneas verticales y
horizontales que integran las áreas.

Organigrama lineal o vertical


Se considera el organigrama más clásico. Representa la estructura de
arriba hacia abajo, el CEO o líder está en la parte superior y subordina
el resto de las áreas y empleados. Es una estructura algo más rígida
en cuanto a autoridad y responsabilidad.

El organigrama vertical es de los más utilizados debido a su sencillez


y a que se basa en la jerarquía para desarrollar la distribución. Se
adapta a organizaciones de distintos tamaños.

Los managers tendrán que hacer un seguimiento exhaustivo de sus


colaboradores, con el objetivo de que no queden limitados en sus
funciones o no queden bloqueados.

Dentro de este modelo de organigrama de empresa, se encuentra


el organigrama jerárquico. Su característica principal es que establece
las relaciones entre los departamentos de forma escalonada, parte de
un sector con mayor autoridad y establece los vínculos con los otros
componentes.

Desde ese punto de partida se despliegan los departamentos y sus


divisiones, siempre sujetos a la autoridad máxima de la compañía.

Organigrama horizontal
El organigrama horizontal se despliega de izquierda a derecha: las
personas con mayor jerarquía aparecen en el extremo izquierdo y las
siguientes escalas jerárquicas se van desplegando hacia la derecha.

Esta estructura aporta formalidad a la organización. Dependiendo de


la comunicación y el tipo de relación entre las partes, incentiva los
vínculos horizontales, fomentando una dinámica dialogística. Para
ello, es recomendable el uso de encuestas de clima laboral que
impulsen una cultura participativa.

Organigrama mixto
El organigrama mixto fusiona el organigrama horizontal y el vertical.
Parte de un área principal que actúa como líder y se despliega de
arriba hacia abajo con las diferentes áreas. De forma horizontal se
despliegan los departamentos que componen cada área.

Este tipo de organigrama es común en organizaciones de gran


tamaño, con elevado número de empleados y divisiones.

Organigrama circular

El organigrama circular tiene como eje de la estructura a la persona o


departamento de mayor jerarquía. Y en torno a este se despliegan los
demás componentes, de dentro hacia afuera.

Esta estructura evita las jerarquías directas y favorece la integración


entre áreas.

6 pasos esenciales para diseñar un organigrama


acorde a tu organización
Los elementos más importantes que ha de reflejar el organigrama de
una empresa son los siguientes: la cadena de mando, los
departamentos, tareas y responsabilidades, ámbito de control y toma
de decisiones.

1. Establecer la cadena de mando

Determinar la jerarquía del trabajo, es decir, qué cometido y


obligaciones tiene cada persona de la organización, niveles de mando
y quién toma las decisiones. Es un punto esencial para compañías
tanto mucho como poco jerarquizadas. Es clave para facilitar la
gestión de los Recursos Humanos. Situaciones que pueden darse,
como que un empleado tenga varios superiores, solo pueden
resolverse adecuadamente con una cadena de mando bien definida
con el objetivo de que esta persona no reciba instrucciones confusas o
dispares.

2. Segmentar los departamentos

Con una correcta segmentación de los departamentos y de los


equipos, resultará más sencilla la creación de planes de carrera, de
formaciones y la dirección de acciones segmentadas para
determinados equipos o colectivos.

La buena segmentación de departamentos está totalmente vinculada


con el análisis de puestos. Si ya se han identificado puestos y tareas
vinculadas, a partir de ahí se podrán crear familias de puestos y
departamentos, que pueden funcionar de manera independiente o
conjunta. Y todo ello, debe reflejarse, por supuesto, en el organigrama
empresarial.

3. Definir y asociar tareas y responsabilidades

Es necesario asociar tareas y responsabilidades a cada grupo de


empleados o departamento. Así, podrán detectarse responsabilidades
que se solapan o la sobrecarga de tareas.

4. Establecer el ámbito de control

El ámbito de control se refiere a la amplitud de mando de una persona,


es decir, al número de empleados que tiene a su cargo.
Tener esto definido ayuda a conocer la dependencia o independencia
de cada empleado. Por ejemplo, una persona que posee un gran
ámbito de control (muchas personas a su cargo) deberá dejar más
autonomía a sus subordinados.

5. Obtener una visión global que facilita la toma de decisiones

Para comenzar a definir un organigrama, como ya hemos detallado, es


muy positivo utilizar los análisis de puestos que ya tengas realizados.
Comienza por el CEO, por los Directores de Área, Managers… Hasta
llegar a los niveles de abajo.

Es muy relevante que el organigrama empresarial ofrezca una visión


global y transparente de la compañía a todas las personas del equipo.
De esta manera, los empleados estarán informados de toda la
estructura organizativa y conocerán también sus posibilidades de
movilidad y promoción interna.

Asimismo, debes preguntarte si el organigrama te sirve para tomar


decisiones y si lo tienes en cuenta en tu estrategia de negocio. Un
organigrama bien elegido y adaptado a la organización ayuda a los
directivos a localizar tareas, responsabilidades y nuevas estrategias.
Ayuda a mantener el equilibrio global de la compañía.

6. Diseñar el organigrama

El diseño del organigrama de empresa es un factor clave. Se deben


mostrar las relaciones empresariales de manera sencilla. Todas las
personas de la organización deben comprender fácilmente el
organigrama y saberlo manejar. Además, es muy importante que el
organigrama sea accesible, para lo que es crucial que esté en formato
digital. Es recomendable que sea interactivo y esté integrado en
un software de Recursos Humanos al que todas las personas de la
organización tengan acceso.

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