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La culpabilidad
La escuela clásica, defensora del libre albedrío, concibe al hombre como un ser libre incapaz
de ser determinado por esos factores, y que es responsable en cuanto actúa con voluntad y
libre albedrío.
Partidarios del principio de culpabilidad estiman que éste tiene su sustento en la capacidad
del hombre para autodeterminar su conducta, capacidad que proviene de la libertad del ser
humano, pero no se trata dicen, de una libertad absoluta, sino limitada, en razón de que el
individuo es un ser motivado por influencias internas y externas.
Posteriormente, a la conducta se le dividió de dos fases: una fase objetiva, conformada por la
antijuridicidad y la tipicidad, y una fase subjetiva, formada por la culpabilidad.
Si bien es cierto que (la criminalidad es resultado de una serie de factores: familiares,
sociales, económicos, culturales, etc., no compartimos la idea de eliminar el derecho penal, ya
que esto ocasionaría pensamos, un problema mayor, ya que sin la amenaza de una pena sería
más factible que se cometieran delitos; creemos que los medios que señala esta teoría deben
emplearse en la rehabilitación del delincuente, pero debe existir el reproche a su conducta por
parte del Estado, pues hay que tener en cuenta además los derechos de las víctimas.
FORMAS DE LA CULPABILIDAD
EL DOLO.
Von Liszt, sostiene que el dolo es la representación del resultado que acompaña a la
manifestación de voluntad; por lo que dicho concepto comprende los siguientes aspectos:
B) Teoría de la Voluntad (El dolo consiste en la voluntad del agente en realizar el hecho ilícito.)
CARRARA define el dolo como "la voluntad más o menos perfecta de realizar un acto que se
sabe contrario a la ley"
C) Teoría Finalista. (El dolo pertenece al injusto, y lo conceptúan como la voluntad de realizar
LA CULPA
Las teorías acerca del concepto de culpa se agrupan de la siguiente manera: teorías objetivas,
que toman en cuenta sólo aspectos materiales; teorías subjetivas, que la fundamentan en
aspectos atribuibles al hombre; tesis positiva y doctrina finalista.
TEORÍAS OBJETIVAS
Teoría de los medios antijurídicos, define la culpa como la relación causal entre la
conducta del agente y el resultado ilícito, producto de la utilización de medios
antijurídicos.
Teoría de la acción contraria a la policía y a la disciplina. La culpa consiste en una
conducta voluntaria contraria a la policía o a la disciplina, que produce
involuntariamente o por error un resultado antijurídico.
TEORÍAS SUBJETIVAS
TESIS POSITIVISTA. Considera a la culpa como la falta de intención delictuosa, y no hace una
distinción entre dolo y culpa en lo que respecta al fundamento de la pena, pues en ambos
casos dicen, la razón es la peligrosidad del sujeto.
DOCTRINA FINALISTA.
Las circunstancias son aquellas que sin alterar la esencia de un hecho o concepto, lo modifican.
Al presentarse las mismas en la comisión de un hecho delictuoso, agravan o disminuyen la
culpabilidad; y por lo tanto, la sanción a imponer. A las que agravan la pena se Ies denomina
agravantes, y a las que la disminuyen, atenuantes.
COMPORTAMIENTO DE TERCERO
LA IMPUTABILIDAD PENAL
Concepto y contenido
La imputabilidad como concepto jurídico-penal reside en una capacidad del sujeto para que
puedan serle atribuidos los actos que realiza, o sea, que se trata de un estado, condición o
modo de ser del sujeto, derivado de ciertas calidades subjetivas que deben estar presentes en
el momento del acto y que el Derecho Penal recoge y delimita, ya que de significar el término
“imputabilidad” la referencia del acto al sujeto, en el sentido de serle este atribuible, ha
pasado a denotar la previa capacidad del sujeto para esa referencia o atribución.
Imputabilidad “la capacidad de comprender el carácter ilícito del hecho y de conducirse
conforme a esa comprensión”.
Lo que el imputable debe ser capaz de conocer y comprender es que con su comportamiento
ocasiona indebidamente daño a otro, lesiona o pone en peligro intereses jurídicos que está
obligado a respetar.
En México, la posición doctrinal que afirma que la capacidad psíquica en que consiste la
imputabilidad está relacionada con la culpabilidad, esto es que se trata de una capacidad de
culpabilidad, además de que, como capacidad psíquica, es uno de los elementos que integran
el juicio de reproche en que consiste la propia culpabilidad.
Ese doble contenido que desde el punto de vista doctrinal y legislativo se le ha atribuido en las
últimas décadas a la imputabilidad (comprensión y determinación), cuya presencia es básica
para sostener la capacidad de culpabilidad del sujeto, al grado que es suficiente que esté
ausente la capacidad de comprender lo ilícito del hecho realizado, o la de conducirse de
acuerdo con dicha comprensión, para que aquella desaparezca, salvo el caso de las
legislaciones que, como las nuestras, adoptan una fórmula mixta en donde se exige, además, la
presencia de las llamadas “causas biológicas o psiquiátricas” de inimputabilidad.
El momento de la imputabilidad
III. LA INIMPUTABILIDAD
3.1. Planteamiento
La imputabilidad, capacidad del sujeto para comprender el carácter ilícito del hecho y de
conducirse conforme a esa comprensión.
La inimputabilidad, incapacidad para comprender el carácter ilícito del hecho o bien para
conducirse de acuerdo con dicha comprensión. (En términos generales, la incapacidad que da
lugar a la inimputabilidad es generada por inmadurez sicológica o por trastorno mental).
Welzel
La mayoría de las leyes penales mexicanas toman en cuenta al excluir —partiendo en principio
de que generalmente todos son imputables— aquellos que no son todavía o no lo son ya,
debido a su falta suficiente de desarrollo intelectual o a su permanente o transitoria
anormalidad psíquica, de entre los capaces de comprender lo ilícito de su haber o de
conducirse de acuerdo con dicha comprensión.
Los artículos 414 y 415 del Código Federal de Procedimientos Penales, prevén la
posibilidad de que si en el curso de la audiencia inicial o cuando el imputado ha sido
vinculado a proceso, aparecen indicios de que este se encuentra en un estado de
inimputabilidad, el juez de control, a solicitud de cualquiera de las partes, ordene la
práctica de peritajes con el fin de determinar si el imputado efectivamente es
inimputable; deber que también le incumbe al Ministerio Público cuando la persona se
encuentre retenida.
Métodos o criterios
El legislador dispone de tres métodos o criterios para configurar las fórmulas legales de la
incapacidad de culpabilidad, a los que impropiamente se les ha llamado método biológico o
psiquiátrico puro, método psicológico y método mixto, combinado o biopsicológico.
Mezger entre método descriptivo y valorativo, o entre causas orgánicas y efectos normativos.
Jescheck método psico-normativo (se refiere a una causa psíquica y a un criterio de valoración
jurídica).
El método biológico o psiquiátrico puro consiste en enumerar los factores cuya concurrencia
es necesaria y suficiente para sostener la inimputabilidad de un sujeto, sin que se señale la
razón por la cual dichas causas traen aparejada la correspondiente incapacidad de
culpabilidad. Así, el método biológico puro se apoya en consideraciones de orden biológico u
orgánico relacionadas con el fenómeno de la inmadurez mental (v. gr. minoría de edad y
sordomudez), en tanto que el psiquiátrico elabora la excluyente sobre supuestos de
anormalidades biopsíquicas identificadas clínicamente (v. gr. demencia, enajenación,
alienación o alteración mental, trastorno mental, etc.).
La orientación psicológica, se limita, en contraste al criterio biológico o psiquiátrico, a indicar
los efectos psicológicos que jurídicamente son relevantes para calificar a un sujeto de
inimputable, independientemente, de las causas o factores que los provocan.
La mera referencia a las causas “biológicas” o “psiquiátricas”, no prejuzga por sí sola acerca de
la inimputabilidad del sujeto, sino que ellas se señalan bajo reserva de que, en el caso
concreto, impidan comprender el carácter ilícito del hecho o de conducirse de acuerdo con esa
compresión.
El perito psiquiatra o psicólogo forense, son estos los únicos capacitados técnica y
científicamente para indagar si un sujeto padece alguna especie de psicosis o de oligofrenia.
B) El criterio cronológico. Considera a los menores de cierta edad como inimputables, en razón
de que estima que carecen de madurez psicológica para la comprensión de la antijuridicidad
de la conducta o para autodirigirse conforme a ello. Muchas críticas ha recibido este criterio ya
que no tiene un sustento científico para el establecimiento de la edad límite, la cual se fija de
una manera arbitraria en las diversas legislaciones.
Formulas mixtas:
Aclarando que la mayoría de las legislaciones usan aunado a cada criterio o fórmula el criterio
jurídico, pues sólo habrá inimputabilidad cuando las causas antes mencionadas impidan al
sujeto comprender la ilicitud de su conducta o autoregularse de acuerdo con dicha
comprensión.
El estudio sistemático de las causas enumeradas por las legislaciones penales mexicanas que,
como se dijo, adoptan el criterio mixto, pone de manifiesto, en nuestra modesta opinión, que
todas ellas parten de dos amplios supuestos:
Dado que su estudio es materia propia de la psiquiatría o psicología forense, bástenos con
indicar que, para efectos jurídicos-penales, es suficiente que el trastorno mental, al igual que el
desarrollo intelectual retardado, sea de tal naturaleza que produzca en el sujeto que lo padece
una incapacidad de comprender el carácter ilícito del hecho y/o de conducirse de acuerdo con
dicha comprensión, a los fines de la declaratoria de inimputabilidad.
Por psique debe entenderse el conjunto de experiencias internas vividas por el sujeto desde su
nacimiento.
Muñoz Conde, conceptos que justifican y explican el sistema dualista de sanciones vigente en
el Derecho Positivo;
Culpabilidad y peligrosidad son, pues, los dos puntos de conexión del actual sistema de
reacción estatal frente a la comisión de un hecho típico y antijurídico: el hecho típico y
antijurídico de un autor culpable dará lugar, por tanto, a la imposición de una pena; el hecho
típico y antijurídico de un autor inimputable, pero peligroso, dará lugar a la imposición de una
medida.
En México, las legislaciones penales han establecido básicamente como medidas de seguridad
para inimputables permanentes al tratamiento en internamiento o en libertad o ambulatorio.
Imputabilidad disminuida
Esta figura ha sido muy controvertida, sus opositores afirman que el individuo o tiene la
capacidad de comprender la antijuridicidad de su conducta y determinarse de acuerdo a esa
comprensión, caso en el cual es imputable; o bien, carece de dicha capacidad, por lo que es
inimputable, y niegan que pueda existir una entidad intermedia.
JIMÉNEZ DE ASÚA califica de 'absurda' a la imputabilidad disminuida y dice que si bien es cierto
que entre la salud y la enfermedad mental existen zonas intermedias que el derecho penal no
puede desconocer, sugiere que contra éstas se apliquen medidas asegurativas.
Con base en los conocimientos psicológicos y psiquiátricos, se afirma que el menor no pasa de
forma inmediata de la inmadurez mental al pleno desarrollo de la esfera Intelectiva de su
personalidad y además, existen una gran diversidad de trastornos mentales que van desde los
leves trastornos de la personalidad hasta las más profundas alteraciones psicosomáticas.
CONCLUSIONES
1. Con base en la legislación penal positiva mexicana se puede definir a la imputabilidad como
“la capacidad de comprender el carácter ilícito del hecho y de conducirse conforme a esa
comprensión”.
2. En México sigue siendo dominante la posición doctrinal que afirma que la capacidad
psíquica en que consiste la imputabilidad está relacionada con la culpabilidad, esto es que se
trata de una capacidad de culpabilidad, además de que también, como capacidad psíquica, es
uno de los elementos que integran el juicio de reproche en que consiste la propia culpabilidad.
3. De acuerdo con las fórmulas legales de la inimputabilidad que adoptan la mayoría de los
Código Penales de la República Mexicana, se puede afirmar que las condiciones de la
imputabilidad deben estar presentes en el momento en que el sujeto despliega la actividad o
la inactividad típicas, esto es, en el momento de la comisión del hecho.
4. Las actiones liberae in causa representan una excepción al principio que señala que la
imputabilidad debe existir en el momento de la ejecución del hecho, excepción que ha sido
expresamente prevista, aunque con diferentes matices, supuestos y efectos, en la mayor parte
de los ordenamientos punitivos mexicanos vigentes.
6. El estudio sistemático de las causas enumeradas por las legislaciones penales mexicanas
que, como se dijo, adoptan el criterio mixto, pone de relieve que todas ellas parten de dos
amplios supuestos: a) falta de suficiente desarrollo intelectual, y b) falta de salud psíquica.
7. Si bien a los inimputables que cometan un hecho previsto en las leyes como delito no se les
puede imponer pena alguna por estar exentos de responsabilidad penal, ello no impide, sin
embargo, la aplicación de determinadas medidas de seguridad, cuya reglamentación debe
satisfacer las exigencias propias de un Estado de Derecho, tales como señalar para su
aplicación la previa comisión de un injusto penal (conducta típica y antijurídica); que la medida
esté prevista en la ley (principio de legalidad); que se respeten los principios de
proporcionalidad, jurisdiccionalidad, necesidad, idoneidad y de intervención mínima, y,
finalmente, que se limite la duración de las medidas de seguridad por lo menos al máximo de
la punibilidad señalada para el delito de que se trate.
9. Hoy día, merced a las constantes y justificadas críticas sobre el tratamiento jurídico de los
inimputables, y, sobre todo, en respeto a los postulados de la Convención sobre los Derechos
de las Personas con Discapacidad, consideramos que ya es tiempo de que definitivamente se
abandone a la peligrosidad como uno o como el principal criterio que justifica la imposición de
una medida de seguridad, cualquiera que sea esta, a los inimputables que han cometido un
injusto penal.
10. Para la aplicación de una medida de seguridad a un inimputable, no basta el simple estado
de inimputabilidad, sino que se requiere, por una parte, que el hecho cometido por aquel,
además de típico, sea antijurídico, o sea, no justificado, lo que no descarta la posibilidad de
que concurra en beneficio del propio incapaz las restantes excluyentes del delito, incluso las de
inculpabilidad que sean compatibles con la situación de inimputabilidad, siempre y cuando
dichas causas no deriven (o tengan su origen) del propio estado anormal del sujeto, y por otro,
que exista la necesidad racional de su aplicación en atención a los fines de prevención especial
(positiva).
11. En la actualidad, resulta incuestionable, como lo hacen las legislaciones penales mexicanas,
que el derecho penal debe tomar en cuenta los casos de la llamada imputabilidad disminuida.
El problema que con ello se presenta, radica, en realidad, en saber cómo debe apreciarlos,
pues cuestión diferente a la mera aceptación legal de la imputabilidad disminuida es el
tratamiento que a la misma debe dársele.
12. Resulta evidente que para un derecho penal de culpabilidad, propio de un Estado de
derecho, la imputabilidad disminuida debe constituir una obligatoria causa de atenuación de la
pena: capacidad de culpabilidad disminuida significa, necesariamente, culpabilidad disminuida
y, por tanto, pena atenuada. Sin embargo, por razones de política criminal sería conveniente
en estos casos conferirle al juez la facultad de atenuar obligatoriamente la pena, que podría
ser hasta la mitad de la que corresponda al delito cometido, o bien, imponer,
alternativamente, una medida de seguridad, si así conviene a los fines de prevención especial
(positiva) y las condiciones o circunstancias personales del agente revelen que requiere de
tratamiento. Dicha medida solo podrá ser de internamiento en los casos en que la pena que
corresponda al delito cometido sea privativa de libertad, y sin que su duración pueda exceder
de la mitad de esta.
Código Penal del Estado de Jalisco
Capítulo IV
Las circunstancias que se mencionan en los cuatro últimos incisos de esta fracción sólo obrarán
como causa de inimputabilidad cuando anulen la capacidad del sujeto para comprender la
ilicitud de su conducta y poderse determinar conforme a tal comprensión;
Se presumirá que actúa en legítima defensa quien rechace y dañe a un intruso que realice un
escalamiento o fractura de las cercas, paredes o entradas de su casa o departamento habitado
o de sus dependencias interiores, y que exista la presunción evidente de cometer una agresión
o la comisión de un delito, o revele la posibilidad de penetrar al inmueble o causar daño. La
misma presunción favorecerá al que dañe a un intruso que encontrare en la habitación propia
o familiar, o de aquella persona a quien tenga obligación de defender, o en lugar donde se
encuentren sus bienes propios o ajenos que deba cuidar, siempre que la presencia del extraño
ocurra en circunstancias que revelen la posibilidad de una agresión por el intruso. El Ministerio
Público en la investigación resolverá de oficio si opera o no la legítima defensa.
Capítulo XII
Artículo 46. En el caso de los sujetos con imputabilidad disminuida, la autoridad judicial
dispondrá de la medida de tratamiento que corresponda, en internamiento o libertad vigilada,
así como las condicionantes para asegurar la defensa social, considerando la peligrosidad del
sujeto y las necesidades que se planteen en el curso de su tratamiento. La autoridad judicial
podrá resolver sobre la conclusión de la medida en forma condicional o definitiva.
Artículo 47. La autoridad competente podrá entregar al inimputable a sus familiares o a las
personas que conforme a la ley tengan la obligación de hacerse cargo de él, siempre y cuando
reparen el daño, se obliguen a tomar las medidas adecuadas para el tratamiento y vigilancia
del inimputable y garanticen a satisfacción de la autoridad judicial, el cumplimiento de las
obligaciones contraídas. Esta medida podrá revocarse cuando se deje de cumplir con las
obligaciones contraídas.
La duración del tratamiento para el inimputable en ningún caso excederá del máximo de la
pena privativa de libertad que se aplicaría por ese mismo delito a sujetos imputables.
Concluido el tiempo del tratamiento, la autoridad competente entregará al inimputable a sus
familiares para que se hagan cargo de él o a las autoridades de salud o institución asistencial,
para que procedan conforme a las leyes aplicables.
Artículo 49. Al responsable del delito de violencia familiar o de un delito cometido contra una
persona con quien tenga relación de parentesco, matrimonio, concubinato o análoga se le
someterá a un tratamiento psicoterapéutico integral, para su reinserción.
TÍTULO TERCERO
APLICACIÓN DE SANCIONES
I. Para agravar (agravantes) el grado de punibilidad del sentenciado, salvo cuando estén
previstas en la ley como elementos o calificativas del delito de que se trate:
II. Para disminuir (atenuantes) el grado de punibilidad del sentenciado, salvo cuando hayan
sido consideradas como circunstancias atenuantes del delito, entre otras, se tomarán en
cuenta las siguientes:
Artículo 58. Al individualizar las sanciones, la autoridad judicial no deberá fundar sus
determinaciones sobre la base del origen étnico o nacional, género, edad, discapacidades,
condición social, condiciones de salud, religión, opiniones, preferencias sexuales, estado civil o
cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar
los derechos y libertades de las personas.
I. Con motivo del delito cometido, haya sufrido consecuencias graves en su persona;
II. Presente senilidad avanzada;
III. Padezca enfermedad grave e incurable avanzada o precario estado de salud. En estos
casos, la autoridad judicial tomará en cuenta el resultado de los dictámenes médicos y
asentará con precisión, en la sentencia, las razones de su determinación. Se exceptúa
la reparación del daño y la sanción económica, por lo que no se podrá prescindir de su
imposición; o
IV. Haya cometido el delito durante el lapso en que sufriere en su persona una prolongada
violencia de género producida por la víctima, que pusiere en serio peligro la integridad
física del sujeto activo.
Artículo 63. Los delitos culposos se sancionarán con prisión de tres días a ocho años y
suspensión hasta de dos años para ejercer profesión u oficio; en su caso, inhabilitación hasta
por tres años, para manejar vehículos, motores, maquinaria o elementos relacionados con el
trabajo, cuando el delito se haya cometido al usar alguno de esos instrumentos.
Se considera culpa grave en los homicidios o lesiones a que se refiere el párrafo anterior, si se
cometen con motivo del tránsito de vehículos, y se dé una de las siguientes circunstancias:
Capítulo IV
Artículo 69. A los reincidentes se les impondrá la sanción que debiere imponérseles por el
último delito cometido, aumentada hasta en un tercio de la sanción impuesta a juicio de la
autoridad judicial; si la reincidencia fuere por delitos del mismo género, el aumento será de
dos tercios. Cuando resulte una sanción mayor que la suma de las que corresponden al
primero y segundo delitos, se aplicará esta suma sin que pueda exceder de cincuenta años.
La sanción a los delincuentes habituales no podrá ser menor de la que se les impondría como
reincidentes; pero deberá aumentarse hasta otro tanto de la duración de la sanción
correspondiente al último delito cometido, sin que pueda exceder de cincuenta años.
Capítulo V
De la Reclusión para Enfermos Mentales, Sordomudos y Ciegos
Artículo 72. Los sordomudos o ciegos de nacimiento o quienes padezcan ceguera sobrevenida
antes de los cinco años de edad y que carezcan totalmente de instrucción o los que sufran
alguna enfermedad o enajenación mentales que les altere su capacidad de concientización o
de discernir el bien del mal y que hayan ejecutado hechos o incurrido en omisiones, definidos
como delitos, contemplados en este Código o demás disposiciones legales, serán recluidos en
establecimientos especiales, por todo el tiempo necesario para su mejor adaptación social,
curación o ambas, en su caso, sometiéndolos al tratamiento médico adecuado.
Procederán en la misma forma las autoridades penitenciarias con los sentenciados que
enloquezcan durante el tiempo en que estén sujetos a la privación de su libertad. Si
sobreviniere la curación del sentenciado, será reingresado al lugar en que cumpla su condena
hasta terminarla; pero se le computará el tiempo que estuvo recluido para su curación.
Inimputables;