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INTRODUCCIÓN.

Es importante identificar el Derecho Penal, que como bien sabremos es el conjunto de


normas jurídicas, de derecho público interno, que define los delitos y señalan las penas
o medidas de seguridad aplicables para lograr la permanencia del orden social, este
mismo dividiéndose en dos partes; la parte general y la parte especial.

La parte especial se ocupa del estudios de los delitos y las penas o medidas de
seguridad que se determinan para los que encuadran en estas conductas, mientras que
la parte general comprende de la teoría de la ley, la teoría del delito, la teoría del
delincuente y la teoría de las penas y medidas de seguridad.

Es de destacar que para cualquier tipo de conducta establecida en una norma penal,
requerimos de la teoría del delito para determinar, a fondo si la conducta sistematiza o
no la comisión de un delito.

En el presente trabajo tiene como objeto acceder de forma clara y concisa la


integración del delito, conocer sus conceptos, sus elementos de existencia, sus
integraciones, su clasificación y demás puntos que no permita entender e identificar las
características de él y de esa forma poderlo clasificar de manera eficaz.
CULPABILIDAD.

Para entender que es culpabilidad es necesario conocer conceptos desde distintas


perspectivas doctrinarias.

La culpabilidad podemos definirla como el juicio de reproche que se dirige en contra del
sujeto activo de un delito, en virtud de haber ocasionado la lesión o puesta en peligro
de un bien jurídico, no obstante, que teniendo otras posibilidades de actuación menos
lesivas o dañinas del bien jurídico. (Muñoz Conde,1999)

En el mismo sentido Islas de Gonzalez lo define como “La culpabilidad es el juicio de


reproche al autor de la conducta violatoria del deber jurídico penal, por el conocimiento
que tiene de que su acción u omisión no va salvar el bien jurídico alguno o de que
existe otra alternativa de actuación” (Islas de Gonzalez, 2000)

Para Zafarroni, la culpabilidad se le puede entender como reprochabilidad, esto es, el


conjunto de presupuestos o caracteres que debe presentar una conducta, para que le
sea reprochada jurídicamente a su autor de la conducta por el sujeto activo.
(Zafarroni,1980)

Y por último para el doctrinario Reyes Echandia, es la actitud consistente de la voluntad


que da lugar a un juicio de reproche, en cuanto el agente, actúa en forma antijurídica
pudiendo y debiendo actuar diversamente. (Reyes Echandia,2003).

Los conceptos antes señalados nos auxilian el ver la culpabilidad desde distintos
puntos analíticos, que nos llevan a acercarnos más a su ubicación en el campo de la
teoría del delito, en estos mismos existen similitudes de las caractertisticas de los
conceptos que nos ayudan a entender lo que nos comentan los doctrinarios y a su vez
entender la culpabilidad.
ELEMENTOS DE LA CULPABILIDAD.

Al analizar la culpabilidad destaca su concepción a nivel de consecuencia de una


conducta, típica y antijurídica, lo cual se traduce a que su existencia solo es cuando se
presenta un resultado de producto de una acción, típica y antijurídica, a la cual
sumaremos la ausencia de eximentes de culpabilidad.

En desarrollo, los presupuestos de la culpabilidad son: la acción, la tipicidad, la


antijuridicidad y la ausencia de eximentes de culpabilidad.

Por otra parte, si pretendemos referir el aspecto relativo a los elementos de la


culpabilidad, debemos dejar en claro que existen una serie de conceptos como
consecuencia de los cuales resulta la culpabilidad; así, de acuerdo con Plascencia
Villanueva (1998) los elementos que integran a la culpabilidad en el estado actual de la
evolución de la teoría del delito son:

a) la imputabilidad, no a nivel de presupuesto, sino como condición de la


culpabilidad;
b) la posibilidad de conocimiento de la antijuridicidad del hecho, ya sea en dolo o
en culpa, y
c) la ausencia de causas de exculpación o imperatividad de la norma.

Los elementos son parte fundamental de la existencia de la culpabilidad, sin estos


elementos no podría existir y no nos ayudaría a entender otros conceptos de la teoría
general de los delitos.

CAPACIDAD DE CULPABILIDAD.

Para que una persona se pueda responsabilizar por la comisión de un delito, debe
haber incurrido en una conducta típica, antijurídica y culpable.
La imposición de una pena necesariamente procede si se determina que la persona es
culpable de haber cometido el delito. Si dentro del análisis de la culpabilidad se
determina que era inimputable, es decir, que al momento de los hechos delictivos la
persona no tenía plena capacidad de comprender el carácter ilícito de los hechos o de
adecuarse a esa comprensión resulta improcedente sancionarla con una pena y se le
puede imponer una medida de seguridad (en caso de que se establezca que existe
peligrosidad) como el internamiento en un centro psiquiátrico o el sometimiento a un
tratamiento psiquiátrico ambulatorio. Si la persona actuó bajo un estado de
imputabilidad disminuida, al ser incompleta esa capacidad, según la legislación de cada
país, se le puede imponer ya sea una pena de prisión atenuada.

La capacidad de culpabilidad o imputabilidad se ha conceptualizado como la ausencia


de impedimento de carácter psíquico para la comprensión de la antijuricidad y para la
adecuación de la conducta conforme a esa comprensión, es decir, como el conjunto de
facultades psíquicas mínimas que debe poseer un sujeto autor de un delito. Por
consiguiente, si el sujeto carece de estas facultades psíquicas mínimas, se considera
que no es capaz de hacer uso de su libertad y, por lo tanto, no puede ser responsable
por inimputable de sus actos.

De acuerdo con Armaza (2013), existe un alto nivel de consenso en lo que respeta a la
idea de que una persona es culpable (imputable), únicamente, cuando en el momento
de cometer un injusto -esto es una acción típica y antijurídica- gozaba de la plena
capacidad de obrar de otro modo, es decir, de la capacidad de adoptar una resolución
de voluntad diferente, que vaya de acuerdo con las exigencias del ordenamiento
jurídico.

El sujeto es inimputable si en su comportamiento antijurídico es incapaz de comprender


el significado injusto del hecho que realiza y / o de dirigir su actuación conforme con
dicha comprensión.

Ante esto podemos concluir que la culpabilidad tiene una capacidad en ciertos ámbitos
jurídicos, que desatan consencuencias en la acción del actor y que evidentemente
tienen un alcance grande.
CONOCIMIENTO DE ANTIJURICIDAD.

Al referir la antijuridicidad y distinguirla de lo antijuridico, surge el concepto del injusto,


que para algunos son equivalentes, sin embargo, estos conceptos no son coincidentes,
pues el primero refiere la relación entre acción y derecho, en tanto el segundo se utiliza
en ocasiones.

En los términos anteriores podemos afirmar que lo antijurídico se entien de como "la
realización del tipo penal objetivo con una carga valorativa" Por otra parte, la postura
más simple respecto de la concepción de la antijuridicidad, es aquella que parte de su
contenido semántico y la define como lo contrario al derecho, o bien, lo contrario a la
juridicidad. Esta opinión nada aporta para analizar dicho concepto como categoría del
delito, además de confundir a la antijuridicidad con lo antijurídico.(Plasencia Villanueva,
2008)

El contenido semántico del concepto de antijuridicidad se refiere a la contradicción del


orden jurídico a través de una acción, lo cual sólo es admisible desde una perspectiva
semántica o gramatical, pues técnicamente la antijuridicidad contiene aspectos tanto de
carácter formal, material, como valorativos. La formal en atención al ataque o
contravención a lo dispuesto en la ley, en tanto, la material se enfoca a la lesión o
puesta en peligro del bien jurídico protegido en la ley penal.

El aspecto valorativo radica en el juicio de valor que recae sobre un comportamiento


humano y que indica un comportamiento contrario al contenido de las normas penales,
lo cual nos permite entenderla como adjetivo referido a la acción, es decir como
característica del injusto.

En tales términos, podemos hablar de causas generales que eliminan la antijuridicidad,


las cuales provocan que las normas se presenten con excepciones y que estas mismas
se apeguen a ellas.
EXIGIBILIDAD DE UNA ACCIÓN DISTINTA.

Se basa en el deber que tienen los ciudadanos de desenvolverse en una manera


adecuada a las normas impuestas. Es un elemento directamente relacionado con la
motivación y sus límites, pues se trata de dar solución a casos en los que no se puede
exigir al sujeto que evite delinquir debido a que por la situación motivacional en la que
se encontraba no le era exigible otra conducta.

El derecho no considera exigible a nadie resistir a una presión motivacional que el


hombre medio no podría soportar (no exigibilidad).

Para la teoría finalista el tercer elemento de la culpabilidad, se refiere a la exigibilidad


de un comportamiento distinto al ejecutado por el sujeto, y que resulta típico y
antijurídico.

En tal virtud, el reproche vertido en contra del autor del delito se encuentra a nivel de su
comportamiento típico y antijurídico, quedando en la culpabilidad sólo las condiciones
que permiten atribuir dicho reproche a su autor.

CAUSAS DE EXCLUSIÓN DE LA CULPABILIDAD.

La culpabilidad puede ser excluida por diversos supuestos, éstos pueden resumirse en
la no exigibilidad de un comportamiento diverso ante la ley,o por la conducta del
individuo.

No se trata de decidirse por tal o cual sistemática sino, simple y sencillamente,


establecer en qué consisten las excluyentes que encontramos en las fracciones VIII,
incisos a) y b), y IX del artículo 15 del Código Penal Federal.

El error de tipo aparece en el inciso a) de la fracción VIII; consiste en que el sujeto


activo desconoce que realiza o concreta alguno de los elementos del tipo penal. No
existe diferencia entre ignorar un elemento del tipo o creer que no se realiza, porque
finalmente el error al pensar, por ejemplo, que se dispara y priva de la vida a un animal
en el campo y no a un ser humano que ahí se encontraba, se traduce en que
desconocía que mataba a un hombre. El error de tipo tendrá tanta amplitud como
elementos contenga un concreto tipo penal; la experiencia demuestra que esta
excluyente podría tener mucho mayor aplicación en la práctica si los planteamiento al
respecto fueran precisos y desarrollados.

El error de prohibición, inciso b) de la fracción VIII, cuya evolución parte del error de
derecho ha presentado un amplio desarrollo. En esencia tiene que ver con el hecho de
que el sujeto no tenga conocimiento de que existe la norma que contempla tal o cual
comportamiento como prohibido o como ordenado; la persona debe conocer el
contenido de la norma penal, lo cual no debe asimilarse a haber leído el artículo o
disposición concreta de tal o cual ordenamiento en el que se halle el tipo penal; alcanza
a los casos en que el propio ordenamiento permite actuar de manera contraria a la
norma penal. En ese orden tenemos el error de prohibición directo cuando el sujeto no
tiene conocimiento de la existencia de la norma, y error de prohibición indirecto en los
casos en que el sujeto cree que actúa bajo el imperio de una causa de licitud o
contranorma (antes denominadas eximentes putativas).

LA IMPUTABILIDAD.

En la teoría jurídica general, la imputabilidad es la síntesis de las condiciones psíquicas


mínimas y necesarias, dada la causalidad del encadenamiento entre el agente y su
acto, que hacen que el delito, tenga un autor punible. Imputar (de imputare) es atribuir a
otro una culpa, delito o acción. Para que un acto humano se pueda configurar como
delito es necesario que el hecho comporte la violación de una norma positiva de la ley
penal, presupuesto que entraña la estructuración de los diversos elementos del delito
en sus aspectos material y subjetivo.

Existe imputación cuando la persona tiene la capacidad de comprender la ilicitud de su


acción u omisión y de determinarse de acuerdo con esa comprensión y conocimiento.
La falta de uno de estos elementos remite al fenómeno jurídico de la inimputabilidad.
En consecuencia, imputación es, con otras palabras, la capacidad de escoger entre la
ejecución o no de un acto calificado por el Código como delito y de tomar una
determinación en uno u otro sentido. Es el juicio de valor que declara que un individuo
ha cometido un hecho punible después de realizar el proceso psíquico descrito, que es
culpable de ese hecho y que, finalmente, se le puede imputar. Las premisas de la
imputación son: una condición objetiva, material, el acto ilícito mismo (la voluntad sola o
el pensamiento no son punibles) y una condición subjetiva: el acto ha de ser querido y
consentido, ha de ser representado mentalmente con todas sus consecuencias, es
decir, puede considerarse como la realización de la voluntad del actor. Es necesario
que el agente, en el momento que quiere el acto, haya podido, en el mismo instante, no
quererlo, lo cual informa su capacidad de determinación.

La doctrina jurídica define la imputabilidad como la capacidad de conocimiento y


comprensión que al tiempo de la comisión del hecho típico tiene el ejecutor sobre la
antijuridicidad de su acción u omisión y la de dirigir su conducta de conformidad con
esa comprensión.

ERROR DE PROHIBICIÓN.

De acuerdo con Placensia Villanueva (1998), menciona que el error de prohibición es


causa del causalismo clásico y el finalismo ortodoxo otorgan al error de prohibición un
tratamiento juridico diverso, el primero lo considera una circunsºtancia que hace
desaparecer al dolo en virtud del desconocimiento por parte del sujeto activo de la
antijuridicidad, lo cual llega a confundirse con el error de tipo, por lo que si el error es
invencible existe la impunidad, y si es vencible aparece la culpa.

El finalismo, por su parte, reduce el dolo al conocer y querer los elementos del tipo
penal, excluyendo el conocimiento de su significación antijuridica, entonces el error de
prohibición no podía ya excluir dolo. Lo cual se fundamenta en la teoria de la
culpabilidad basada en el poder actuar. de otro modo, luego entonces quien no tiene
conocimiento de una prohibi ción no está obligado a actuar de manera distinta, por lo
que el error invencible lo que elimina es la culpabilidad y el vencible da entrada a la
culpa

En conclusión, si para la culpabilidad es necesaria la posibilidad de conocer la


prohibición del hecho, al estar en ausencia de dicha posibilidad, se excluye la
culpabilidad y toda pena; por el contrario, en el caso de que el error sea vencible, no se
excluye la culpabilidad en virtud de que no desaparece la posibilidad de conocer la
prohibición, pero si se disminuye la reprochabilidad y por ende se atenúa la
culpabilidad.

ESTADO DE NECESIDAD.

El delito se excluye cuando concurra una causa de atipicidad, causas de justificación o


causas de inculpabilidad.

Estado de Necesidad Justificante aplica cuando el agente obre por la necesidad de


salvaguardar un bien jurídico propio o ajeno, de un peligro real, actual o inminente, no
ocasionado dolosamente por el sujeto, lesionando otro bien de menor valor que el
salvaguardado, siempre que el peligro no sea evitable por otros medios y el agente no
tuviere el deber jurídico de afrontarlo; mientras que habrá causas de inculpabilidad,
cuando: Estado de necesidad disculpante o exculpante se caracterice por que el
individuo obre por la necesidad de salvaguardar un bien jurídico propio o ajeno, de un
peligro real, actual o inminente, no ocasionado dolosamente por el sujeto, lesionando
otro bien de igual valor que el salvaguardado, siempre que el peligro no sea evitable
por otros medios y el agente no tuviere el deber jurídico de afrontarlo.

a) Estado de Necesidad Justificante. Se produce cuando están en conflicto bienes


desiguales.

b) Estado de Necesidad Exculpante. Se produce cuando entran en conflicto bienes de


igual valor.
No hay verdadero estado de necesidad ni, en consecuencia, causa de justificación o
inculpabilidad cuando concurren bienes desiguales y el que actúa es el titular o el
defensor del bien menor.

LA NO EXIGIBILIDAD DE UNA CONDUCTA DISTINTA.

La no exigibilidad no significa ausencia de una prohibición, al contrario, la cuestión de


la inexigibilidad sólo se plantea en el ámbito de la culpabilidad y después, por tanto, de
que se haya comprobado la antijuridicidad del hecho. El fundamento de esta causa de
inculpabilidad es precisamente la falta de normalidad y de libertad en el
comportamiento del sujeto activo.

La no exigibilidad de otra conducta a que se refiere la fracción IX del Codigo Penal


Federal parte también de la naturaleza del ser humano; una norma de conducta sólo
puede ser cumplida o, dicho de otra forma, solamente se puede exigir un
comportamiento normativo a quien está en posibilidad de llevarlo a cabo siempre y
cuando esa exigencia esté apoyada en algo razonable de acuerdo a las concretas
circunstancias.

Es claro que no se puede exigir una condcuta sea de acción o de omisión a un ser
humano, sin embargo se puede colocar en un ordenamiento juridico, para que esta sea
punible en caso de encuadrarse con el tipo penal descrito.

CONCLUSIONES.

La culpabilidad es un elemento clave de la acción u de omisión, que permite su


clasificación como delito y su identificación dentro de los códigos penales y sus
numerales.

Debemos recordar que la culpabilidad es relevante para el derecho penal ya que es la


que reúne la perspectiva jurídica, mas no desde el punto de vista moral, si no dirigido a
su comportamiento por un hecho, que integra ciertos factores necesarios e importantes
que permite identificarla plenamente en cualquier hecho sea licito o ilícito.

Este trabajo permite conocer todas las alternativas jurídicas de la culpabilidad, desde
su concepto hasta sus excluyentes y su integración en el campo de la teoría general de
los delitos.

BIOGRAFÍA.

 CARRARA, Francesco, Programa del curso de derecho criminal, trad. de


 Sebastián Soler de la 11ª edición italiana, Buenos Aires, Depalma, 1944.
 CASTELLANOS TENA, Fernando, Lineamientos elementales de derecho
penal, 2ª ed., México, Jurídica Mexicana, 1963.
 FERREIRA D., Francisco José, Teoría general del delito, Bogotá,
Temis,1988.
 WELZEL, Hans, Derecho penal alemán, 11ª ed., trad. Juan Bustos Ramírez
 y Sergio Yáñez Pérez, Santiago de Chile, Editorial Jurídica de Chile, 1976.
 ZAFFARONI, Eugenio Raúl, Teoría del delito, Buenos Aires, Ediar, 1973.

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