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CURSO:

DERECHOS HUMANOS Y JURISDICCIÓN


INTERNACIONAL

TEMA:

Explique la importancia de los juicios de


Núremberg en el desarrollo de los derechos
humanos en el ámbito internacional.

DOCENTE:

Dr. Mg William de la Vega Villanes

Alumno : John Emerson RAMOS ALVARADO

Código : 2018126955

Sección : 01

Filial : Ica

PERÚ - 2023
Explique la importancia de los juicios de Núremberg en el desarrollo de
los derechos humanos en el ámbito internacional.

Hace exactamente setenta y un años iniciaron los llamados Juicios de


Núremberg, procesos judiciales en los cuales se procedió al juzgamiento de los
criminales de guerra nazis por Delitos que en la actualidad son conocidos como
de Lesa Humanidad. Estos procesos, cuya finalidad fue supuestamente
demostrar al mundo que las potencias vencedoras aliadas eran capaces de
dejar de lado el sentimiento natural de venganza por uno más elevado de
justicia legal, estuvieron plagados de cuestionamientos que han llevado a sus
críticos a afirmar que los mismos constituyeron procesos nulos pues en ellos no
se respetaron principios básicos como el de legalidad (no existía una ley penal
previa que haya tipificado y sancionado los delitos por los cuales fueron
juzgados los procesados), el de doble instancia, el de juez natural, entre otros.
Estos juicios marcan un hito histórico para el Derecho Penal Internacional pues
a largo plazo dieron lugar a principios y teorías jurídicas utilizadas hasta la
actualidad, así como el establecimiento de cortes internacionales y la
tipificación de delitos de lesa humanidad. Sin embargo, hay un aspecto que
consideramos no se ha tenido en cuenta por lo general y es el que vamos a
analizar en la presente investigación; esto es, que no se ha considerado la
importancia y trascendencia inmediata que tuvieron estos juicios en el Derecho
Constitucional; y específicamente en la positivización y universalización de los
ahora denominados Derechos Humanos Fundamentales. Buscamos demostrar
que la forma como concebimos actualmente los Derechos Humanos
Fundamentales (y no solo su concepción sino incluso la forma como los
ejercemos) tuvo su génesis precisamente en esos procesos judiciales, que si
bien es cierto estuvieron plagados de vicios y nulidades, evidenciaron al inicio
mismo de su trámite, que en la legislación de todos los países faltaban
principios universales positivizados (plasmados en normas jurídicas escritas),
que reconozcan derechos básicos a los seres humanos por el solo hecho de
ser tales; así como faltaban las consecuentes sanciones para aquellos que con
su conducta transgredan esos derechos universales. Se ha dejado de lado en
la enseñanza universitaria del Derecho Constitucional; y de la difusión del
respeto de los Derechos Humanos Fundamentales establecer cuál ha sido
realmente el evento histórico jurídico que ha dado lugar a la positivización y 66
universalización de los Derechos Humanos Fundamentales; buscamos corregir
esa omisión tan clamorosa mediante la presente investigación.

¿QUÉ FUERON LOS JUICIOS DE NÚREMBERG?

Los juicios de Núremberg fueron una serie de tribunales militares


basados en la ciudad alemana de Núremberg. Numerosos Nazis fueron
juzgados por los crímenes cometidos durante la Segunda Guerra Mundial. En
un primer momento se dudó incluso si este tipo de juicios podrían llevarse a
cabo. Churchill era partidario de ejecuciones sumarias, Rusia pedía „juicios
espectáculo‟, pero el deseo de Estados Unidos de un juicio justo fue el que
finalmente prevaleció.

EL JUICIO PRINCIPAL
El primero y más conocido de los juicios fue contra los criminales de
guerra más importantes, celebrado entre el 20 de noviembre de 1945 y el 1 de
octubre de 1946. Los cargos fueron por crímenes contra la paz, crímenes de
guerra y crímenes de lesa humanidad. El genocidio no era considerado un
crimen diferente, sino que estaba considerado como un crimen de guerra.
Veinticuatro personas físicas y siete organizaciones fueron acusadas, entre
ellas se encontraba el secretario del partido nazi, elcomandante de las fuerzas
armadas alemanas, uno de los adjuntos de Hitler y el editor de un periódico
antisemita.

Hubo cuatro jueces: un británico, otro ruso, ofro francés y otro de


Estados Unidos, en lugar de un jurado. El juez británico fue Lord Geoffrey
Lawrence. Sir Hartley Shawcross y David Maxwell Fyfe fueron los fiscales
nombrados por Gran Bretaña. Maxwell Fyfe acabó realizando las tareas diarias
más importantes, excepto los discursos de apertura y clausura.

Los jueces analizaron 100.000 documentos y escucharon a 94 testigos.


Al final de proceso, declararon a 19 acusados culpables de al menos uno de los
cargos de los que se le acusaban y declararon tres organizaciones como
organizaciones criminales. Las sentencias oscilaron entre diez años de prisión
a muerte por horca, que se impuso a 12 de los acusados. A pesar de los
rumores de que los cuerpos fueron quemados en un horno de Dachau, los
acusados fueron ahorcados y según lo establecido en la propia sentencia sus
cenizas se vertieron en el río Isar.

Los juicios también dieron lugar a la declaración de siete principios de


Núremberg, que hacen referencia a la lista de principios legales que fueron
reconocidos por la Carta para los Tribunales Militares Internacionales y sus
sentencias. Los principios incluyen el de responsabilidad individual, la idea de
que los jefes de Estado y de Gobierno pueden ser considerados culpables
según el derecho internacional, que el hecho de seguir las órdenes de un
superior no puede ser argumento para evitar ser declarado culpable según el
derecho internacional, entre otros. Estos principios fueron también adoptados
por laAsamblea General de la ONU y son considerados todavía hoy como
derecho internacional consuetudinario (que hace referencia a la legislación
adoptada en base a costumbres adoptadas).

OTROS JUICIOS

Hubo además otros 12 juicios, incluyendo el Juicio de los Jueces, en


cuyo caso los acusados fueron jueces y abogados responsables del avance y
progreso del programa de “pureza racial” a través de leyes y abuso en los
procesos judiciales. También se enjuició al escuadrón nazi de la muerte y los
directores de la compañía que elaboró el Zylon B, el gas químico utilizado en
las cámaras de gas.

Otro de los juicios fue el Juicio de los Doctores, en el que 23 doctores


fueron acusados de crímenes de guerra por la experimentación con seres
humanos, asesinatos en masa disfrazados como eutanasia y esterilizaciones.
Este tribunal identificó diez principios, que a día de hoy forman parte del texto
base de ética en la medicina, conocido como el Código Núremberg. Fue
desarrollado en la Declaración de la Asamblea General de las Naciones
Unidas, recientemente en 2013. A pesar de no ser legalmente vinculante, la
declaración cuenta con un fuerte sentido moral entre los médicos.

Lo que se nos olvida a menudo es que al tiempo que se producía el Juicio


Principal en Núremberg, se producían juicios similares en Tokio.
¿POR QUÉ LOS JUICIOS DE NÚREMBERG SIGUEN SIENDO RELEVANTES
A DÍA DE HOY?

Los juicios de Núremberg fueron efectivamente el comienzo del Derecho


Penal Internacional, una especialidad que aún hoy podemos considerar que se
encuentra en su fase inicial de desarrolllo. Significa que tanto personas
concretas como organizaciones pueden ser consideradas culpables por
algunos de los crímenes más difícilmente imaginables.

Durante la Guerra Fría no se produjo ningún otro avance en el campo


del derecho internacional penal, excepto el enjuiciamiento en Israel de Adolf
Eichmann. Pero las cosas cambiaron con el retorno de los campos de
concentración en Europa en la Antigua República de Yugoslavia. En 1993, se
estableció el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia para
responder por las atrocidades masivas que estaban teniendo lugar en ese
momento en los Balcanes. Tras el genocidio de Ruanda en 1994, también se
estableció el Tribunal Penal Internacional para Ruanda.

Cuando la ONU adoptó el Convenio del Genocidio el 9 de diciembre de


1948, también invitó a la Comisión Internacional de Derecho a estudiar la
posibilidad de establecer un tribunal encargado de juzgar a las personas
acusadas de genocidio y otros crímenes internacionales.

Este tribunal no se creó hasta el 17 de julio de 1998, cuando el Estatuto


de Roma estableció la creación de la Corte penal Internacional. Este tribunal se
encarga de juzgar los „más graves crímenes interncionales‟. Los juicios de
Núremberg fueron el primer paso de un camino todavía largo para alcanzar la
justicia global.

Después de la guerra, algunos de quienes eran responsables por los


crímenes cometidos durante el Holocausto fueron llevados a juicio. Para
realizar los juicios que tuvieron lugar en 1945 y 1946, se eligió Nuremberg en
Alemania. Los jueces de las potencias aliadas (Gran Bretaña, Francia, la Unión
Soviética y Estados Unidos) presidieron las audiencias de veintidós principales
criminales nazis.

Doce prominentes nazis fueron sentenciados a muerte. La mayoría de


los acusados admitieron haber cometido los crímenes de los que se les
acusaba, aunque la mayoría declaró que sencillamente seguían órdenes de
una autoridad superior. Quienes estuvieron involucrados directamente en los
asesinatos recibieron las sentencias más severas. Otras personas que
desempeñaron papeles clave en el Holocausto, incluidos funcionarios
gubernamentales de alto rango y ejecutivos empresariales que utilizaron a los
prisioneros de los campos de concentración para realizar trabajos forzados,
recibieron sentencias cortas o ningún tipo de castigo.

La autoridad más alta de los nazis, la persona con mayor culpabilidad


por el Holocausto, no estaba en los juicios. Adolf Hitler se había suicidado
durante los últimos días de la guerra, al igual que lo hicieron varios de sus
asistentes más cercanos. Muchos otros criminales nunca fueron a juicio.
Algunos huyeron de Alemania al extranjero y varios cientos llegaron a Estados
Unidos.

Los juicios a los nazis continuaron en Alemania y en otros países. Simon


Wiesenthal, un cazador de nazis, ubicó a Adolf Eichmann en Argentina.
Eichmann, que había ayudado en la planificación y la realización de las
deportaciones de millones de judíos, fue llevado a juicio a Israel. El testimonio
de los cientos de testigos, muchos de ellos sobrevivientes, fue seguido en todo
el mundo. Eichmann fue hallado culpable y fue ejecutado en 1962.

Fechas Claves

8 DE AGOSTO DE 1945

SE ANUNCIA EL ESTATUTO DEL TRIBUNAL MILITAR


INTERNACIONAL (INTERNATIONAL MILITARY TRIBUNAL, IMT) EN LA
CONFERENCIA DE LONDRES

El Tribunal Militar Internacional (IMT) está compuesto por jueces de


Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y la Unión Soviética. Las principales
autoridades nazis serán acusadas y llevadas a juicio en Nuremberg, Alemania,
de acuerdo con el Artículo 6 del Estatuto del IMT por los siguientes crímenes:
(1) Conspiración para cometer los cargos 2, 3 y 4, que se enumeran aquí; (2)
crímenes contra la paz, definidos como la participación en la planificación y la
realización de una guerra de agresión violando numerosos tratados
internacionales; (3) crímenes de guerra, definidos como violaciones de las
reglas de la guerra acordadas internacionalmente; y (4) crímenes contra la
humanidad; "a saber, asesinato, exterminio, esclavitud, deportación y otros
actos inhumanos cometidos contra cualquier población civil, antes o durante la
guerra; o persecución por razones políticas, raciales o religiosas en ejecución
de o en conexión con cualquier crimen dentro de la jurisdicción del Tribunal, ya
sea que violen o no las leyes nacionales del país donde son perpetrados".

6 DE OCTUBRE DE 1945

OFICIALES NAZIS DE ALTO RANGO SON ACUSADOS DE CRÍMENES DE


GUERRA

Los cuatro fiscales principales del Tribunal Militar Internacional (IMT),


Robert H. Jackson (Estados Unidos), Francois de Menthon (Francia), Roman A.
Rudenko (Unión Soviética) y Sir Hartley Shawcross (Gran Bretaña), presentan
acusaciones contra 24 oficiales nazis de alto rango. Entre los acusados se
encuentran Hermann Goering (sucesor designado de Hitler), Rudolf Hess
(segundo líder del partido nazi), Joachim von Ribbentrop (ministro de asuntos
exteriores), Wilhelm Keitel (jefe de las fuerzas armadas), Wilhelm Frick
(ministro del interior), Ernst Kaltenbrunner (jefe de las fuerzas de seguridad),
Hans Frank (gobernador general de la Polonia ocupada), Konstantin von
Neurath (gobernador de Bohemia y Moravia), Erich Raeder (jefe de la marina),
Karl Doenitz (sucesor de Raeder), Alfred Jodl (comando de las fuerzas
armadas), Alfred Rosenberg (ministro de los territorios orientales ocupados),
Baldur von Schirach (jefe de la Juventud Hitleriana), Julius Streicher (editor
antisemita radical nazi), Fritz Sauckel (jefe de asignación de trabajo forzado),
Albert Speer (ministro de armamentos) y Arthur Seyss-Inquart (comisionado de
los Países Bajos ocupados). Martin Bormann (asistente de Hitler) será juzgado
en ausencia.
1 DE OCTUBRE DE 1946

VEREDICTO EN NUREMBERG

El Tribunal Militar Internacional (IMT) anuncia sus veredictos. Impone la


sentencia de muerte a 12 acusados (Goering, Ribbentrop, Keitel,
Kaltenbrunner, Rosenberg, Frank, Frick, Streicher, Sauckel, Jodl, Seyss-Inquart
y Bormann). Tres son sentenciados a cadena perpetua (Hess, el ministro de
economía Walther Funk y Raeder). Cuatro reciben sentencias que van desde
los 10 a los 20 años (Doenitz, Schirach, Speer y Neurath). El tribunal absuelve
a tres de los acusados: Hjalmar Schacht (ministro de economía), Franz von
Papen (político alemán que desempeñó un papel importante en la designación
de Hitler como canciller) y Hans Fritzsche (jefe de prensa y radio). Las
sentencias de muerte se llevan a cabo el 16 de octubre de 1946, con dos
excepciones: Goering se suicidó poco antes de la fecha de su ejecución y
Bormann continuó desaparecido. Los otros 10 acusados son ahorcados, sus
cuerpos cremados y las cenizas depositadas en el río Iser. Los siete principales
criminales de guerra sentenciados a reclusión son enviados a la prisión de
Spandau en Berlín.

«Núremberg no solo simboliza justicia, sino que


representa una invaluable fuente de aprendizaje y un
punto de partida elemental para lo que hoy se conoce
como el Derecho Penal Internacional.»

En la actualidad, las debilidades brevemente listadas difícilmente


permitirían que un Tribunal como el de Núremberg vea la luz. Esto es positivo
pues pone en evidencia que la justicia internacional se sigue consolidando con
el pasar del tiempo como un área jurídica predecible, que se rige por pautas de
juego claras que incorporan garantías tanto para víctimas, como para
victimarios. Más allá de tratarse de una comparación despolitizada, esta ayuda
a poner en perspectiva cómo los últimos 75 años han permitido no solo
fortalecer el valor de la justicia como un derecho humano y un ideal social, sino
que han dado lugar a la creación de una serie de principios e instituciones para
garantizar su consolidación y coexistencia con otros derechos y valores tales
como la paz, la verdad, las reparaciones, las garantías procesales, entre otros.
En esa medida, Núremberg no solo simboliza justicia, sino que
representa una invaluable fuente de aprendizaje y un punto de partida
elemental para lo que hoy se conoce como el Derecho Penal Internacional. El
legado de Núremberg se ha nutrido con el trabajo de otros tribunales
internacionales y órganos de protección de derechos humanos que,
construyendo sobre dichos cimientos, han edificado una estructura capaz de
lidiar con las consecuencias de las violaciones más atroces a los derechos
humanos, aquellas que conmocionaron al mundo durante la Segunda Guerra
Mundial, y aquellas contra las que seguimos luchando 75 años después.

Quizás los desafíos en el presente son otros. Ya no se discute si es


posible o no que las cabezas de un Estado rindan cuentas ante la justicia si son
responsables de crímenes internacionales; o si es válido eximirse de
responsabilidad cuando el delito se comete en cumplimiento de una orden
superior; tampoco la imprescriptibilidad de estos crímenes es hoy blanco de
cuestionamientos o críticas. Hoy en día, a la fortaleza de la institucionalidad se
suma la debilidad de la falta de voluntad. En un guiño irónico de la historia,
Estados como Reino Unido, Rusia o Estados Unidos[2] que lideraron los
esfuerzos en Núremberg, hoy ven a sus nacionales ser investigados a nivel
internacional[3] por delitos tan graves como los que motivaron la creación del
Tribunal en 1945. Además, tanto Estados Unidos[4] como Rusia[5] han
protagonizado vergonzosos episodios de obstaculización de la lucha contra la
impunidad, y ninguno de los dos ha ratificado el Estatuto de Roma de la Corte
Penal Internacional, que crea un sistema de justicia internacional con vocación
de universalidad.

Núremberg nos enseñó que la justicia es un valor que merece ser


protegido, que los derechos humanos no son transables y que la impunidad no
es nunca una opción. 75 años después, conmemoramos su legado
reconociendo que queda aún mucho trabajo por hacer para alcanzar esos
ideales.

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=1 03515202

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