Está en la página 1de 31

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN


UNIVERSITARIA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
DE LOS LLANOS OCCIDENTALES
“EZEQUIEL ZAMORA”
SABANETA ESTADO BARINAS

DERECHO PENAL

PROFESOR(A): INTEGRANTE):
Abg. JOSE ALMAO
JESUS NIEVES (C.I) 30.409.214
MARIANA BASTIDA (C.I) 27.564.601
Derecho 2 do año
RISMARY MONTIE (C.I) 26.888.969
Turno: Fin de semana
MARIA MEZA (C.I) 25.076.011
ROGER CASTELLANO (C.I) 20.961.150
MANUEL PACHECO (C.I) 30.422.311
YOHELYN VALERA (C.I) 26.578.518
ISABRIG FLORE (C.I) 24.427.080

SABANETA, MARZO 2022


LA LEY PENAL

La Ley Penal, única fuente capaz de crear delitos y penas, estados peligrosos
y medidas de seguridad, ha de reunir los requisitos materiales y formales exigibles a
toda ley. Sin embargo, la Ley Penal debe tener la categoría de Ley Orgánica cuando
las penas que establezca (penas privativas de libertad) constituyan desarrollo de
los derechos fundamentales reconocidos constitucionalmente (art. 81.1 de
la Constitución Española). Este rango ley no es necesario que concurra en todas las
leyes penales y así esta reserva no alcanza a las normas que establecen penas de
multa. De esta forma, el principio de legalidad (art. 25 de la Constitución) se traduce
en materia penal y punitiva en la reserva absoluta de ley que, en la mayoría de los
casos, debe revestir la categoría de orgánica. Este monopolio de la ley como fuente
del Derecho Penal es exigencia de la seguridad y certeza jurídica propia del Estado de
Derecho, incompatible con la naturaleza de los reglamentos emanados de
la Administración Pública.

Ley y Norma: Tanto norma como ley, a nivel coloquial, hacen referencia a lo
establecido por las autoridades con el objetivo de regular las relaciones sociales. Sin
embargo, la ley, en sentido estricto, es un tipo de norma jurídica. Es decir, la ley es
la norma jurídica emanada de la potestad legislativa del Estado

Concepto Constitucional: El derecho constitucional es un conjunto de normas


que establece los principios fundamentales del Estado. Así, define el sistema jurídico
o político, regula las instituciones del Estado y garantiza una serie de derechos para
los individuos a través de la Constitución.

CARACTERÍSTICAS DEL DERECHO CONSTITUCIONAL

 Las principales características de este derecho son:


 Es un derecho del que emanan normas de derecho público.
 Limita las actuaciones del Estado a través de la división de los tres poderes.
 Dota a los individuos de derechos fundamentales, y establece garantías
básicas para los ciudadanos.
 Las formas de elaboración y modificación de las normas de derecho
constitucional son más rígidas que las correspondientes al resto de normas.
 El derecho constitucional establece un control de la constitucionalidad sobre
el resto de normas. Esto sirve para que ninguna de ellas entre en contradicción
con lo establecido en la Constitución.
 El derecho constitucional tiene un tribunal específico que se encarga de los
asuntos que violen la Constitución y de las interpretaciones de la misma. Este
tribunal es el Tribunal constitucional.
 La Constitución, única norma del derecho constitucional, se aprueba a través
de un mecanismo específico y único: el proceso constituyente.
 Existe un derecho constitucional comparado y es el que estudia las
Constituciones de distintos Estados examinando sus diferencias.
 El derecho constitucional está compuesto por el derecho político, ya que
regula la estructura básica del Estado y establece las normas fundamentales de
su organización.
 En los países donde existe una estructura federal suele dividirse los derechos
constitucionales en derecho nacional, provincial y municipal.

Clasificación de los Derechos Constitucionales

Primera Generación o individuales: surgieron a fines del siglo XVIII, luego de la


Revolución Francesa. Corresponden a los derechos de los individuos. Incluyen los
derechos civiles (corresponden a todos los habitantes) y los políticos (ejercicios sólo
por los ciudadanos). En nuestra constitución existen desde 1853.Ejemplo: artículos 14
a 20 de la C.N.

Segunda Generación o sociales: surgen en la segunda mitad del siglo XX, después
de la 2° guerra mundial para mejorar la calidad de vida de los trabajadores. En
Argentina se hicieron presente en la Constitución de 1949 (derogada en 1955) y luego
en la reforma constitucional de 1957 se incorporaron como artículo 14 bis.

Tercera Generación o difusos: En el último cuarto del siglo XX surge la necesidad


de ampliar las facultades de los habitantes para detener las consecuencias del
consumismo v de todo aquello que perjudicara la calidad de vida de grupos de
habitantes. Se llaman difusos o colectivos porque su ejercicio corresponde a grupos
indefinidos de personas que pueden verse afectados. En nuestra constitución fueron
incorporados con la Reforma Constitucional de 1994. Corresponden a los nuevos
derechos enunciados en los artículos 39. 41,42 Y 43 de la C.N.

PRINCIPIO DE LEGALIDAD

Fundamento básico de derecho constitucional que exige que determinadas


materias de importancia sólo pueden ser reguladas por ley como garantía de que
pasará por las discusiones plurales que hay en cualquier poder legislativo. No debe
ser entendido como una mera formalidad, sino como una vía para que asuntos
especialmente importantes sean debidamente discutidos por los representantes de
la soberanía popular. En Venezuela, este principio fundamental, en cuanto al fondo,
puede ser obviado a partir del momento en que se puede otorgar una ley
habilitante al presidente para que dicte leyes en cualquier materia, lo cual ha ocurrido
y ha generado leyes que fueron publicadas sin ningún tipo de discusión pública.
Ejemplo: «Un ejemplo del principio de legalidad es el que los delitos sólo pueden ser
establecidos mediante una ley».

Artículo 38 de la CRBV. “La ley dictará, de conformidad con las disposiciones


anteriores, las normas sustantivas y procesales relacionadas con la adquisición,
opción, renuncia y recuperación de la nacionalidad venezolana, así como con
la revocación y nulidad de la naturalización”.

Consecuencia jurídica: Parte de la norma penal, también


llamada sanción o norma secundaria, consistente en una pena, una medida de
seguridad, una consecuencia accesoria o en la responsabilidad civil derivada del
delito, que se impone cuando se verifican los requisitos del supuesto de hecho de la
norma, llamado precepto, presupuesto o norma primaria

CONCEPTO DE INTERPRETACIÓN DE LA LEY.

Es la operación lógico – jurídica que tiene la finalidad de establecer el sentido, el


significado y el alcance de las disposiciones generales y abstractas de las leyes
penales, para permitir la aplicación de las mismas a los casos particulares y concretos
que, en materia penal, plantee la realidad.

NATURALEZA.

Ya sabemos que la interpretación es la operación lógico – jurídica que tiene por


finalidad esclarecer la voluntad de la ley penal. Lo que interesa no es lo que quiso
decir determinado legislador, lo que interesa determinar es la voluntad de la ley. Una
vez que la ley entra en vigencia, se independiza de su pasado, y muchas veces dice
actualmente algo muy distinto de lo que quisieron significar aquellas personas que le
dieron vida a esa ley, en virtud de cambios sociales, políticos, éticos, etc. que se
produjeron entre el momento inicial y el momento en que esa ley se va a aplicar. La
meta de la interpretación es la voluntad de la ley, es decir, es la voluntad objetivada.
Lo que interesa es el sentido que tiene ahora y no el que tenía cuando entró en
vigencia; interesa es el sentido que tiene ahora en el lugar donde es menester aplicarla
a un caso concreto y particular que presenta la realidad.

CLASIFICACIÓN.

Según el Intérprete:

 Interpretación auténtica, legislativa, contextual o simultánea: que existe


cuando en el mismo texto legal están contenidas las normas interpretadas, que
son aquellas cuyo sentido y alcance es menester esclarecer, y las
interpretativas, que son las que tienen por finalidad esclarecer el sentido y
finalidad de las primeras.
 Interpretación auténtica o legislativa posterior: en ciertos casos, tras haber
dictado determinada ley penal, surgen inconvenientes en lo que respecta a la
interpretación y, por lo tanto, en lo que respecta a la aplicación de esa ley;
entonces, el mismo poder que dictó la ley, al darse cuenta de esas dificultades,
dicta posteriormente una nueva ley que tiene por finalidad aclarar las
disposiciones de la anterior, para eliminar de esta manera las dificultades que
se han presentado en la interpretación y aplicación de la misma ley entrada
anteriormente en vigencia; la norma interpretativa está contenida en un texto
legal que entra en vigencia con posterioridad a la ley interpretada.
 Judicial o jurisprudencial o forense: es la que realizan los jueces
competentes cuando aplican disposiciones generales y abstractas de la ley a
los casos particulares y concretos que plantea la realidad.
 Doctrinal, doctrinaria o científica: es la realizada por los Maestros del
Derecho, por los juristas especializados en materia penal, con el propósito de
llevar al verdadero sentido de la Ley.

Según el medio empleado:

 Gramatical: es aquella que pretende establecer el sentido y alcance de


determinada disposición legal, mediante el examen del significado propio de
las palabras que componen el texto legal; y además, mediante el examen de
las relaciones que esas palabras guardan entre sí. Tiene dos elementos:
 Uno Literal: que atiende al significado propio de las palabras que integran el
texto legal; y,
 Otro Sintáctico: que toma en cuenta las relaciones que guardan entre ellas las
palabras que integran el texto legal.
 Teleológica o finalista: cuando una disposición está oscuramente redactada,
no basta con examinar las palabras de la ley y las relaciones de éstas, para
poder esclarecer el sentido y significado hay que remontarse a la realidad para
la cual fue dictada esa ley, a la razón que tuvo el legislador para dictar una
disposición legal determinada.

Según los resultados alcanzados:

 Declarativa: existe interpretación declarativa cuando hay total conformidad


entre el texto legal y la voluntad de la ley.
 Extensiva: cuando el texto legal no alcanza a expresar toda la voluntad
legislativa y por eso hay que extender el significado propio de las palabras,
para poner de acuerdo el texto legal con la voluntad legislativa, y en este caso
hay interpretación extensiva.
 Restrictiva: en ciertos casos, el texto legal expresa más de lo que pretendió
expresar la voluntad legislativa, entonces hay que restringir el significado de
las palabras del texto legal para poner de acuerdo éste con la voluntad
legislativa.

ELEMENTOS.

 Ratio Legis: o razón de la ley, el motivo que ha tenido el poder legislativo


para poner en vigencia una disposición determinada.
 Elemento Histórico: Las leyes no nacen por generación espontánea, sino que
hay un proceso desde que se siente la necesidad de dictar disposiciones
legales en una materia determinada, hasta que la ley entra en vigencia
efectivamente.
 Elemento Sistemático: entre las diversas disposiciones de una ley, existen
relaciones muy estrictas; y por ello, para poder esclarecer adecuadamente el
sentido y alcance de determinadas disposiciones legales, hay que conocer toda
la Ley, ya que se llegaría a resultados erróneos si se pretende interpretar
dislocadamente una disposición legal sin conocer a cabalidad toda la ley de la
cual forma parte.
 Elemento comparativo extranjero: en muchos casos en lugar de legislar
expresamente para un país determinado, simplemente se escoge la ley
extranjera teóricamente más perfecta y se copia, en ciertos casos, si esa ley
escogida es de idioma extranjero, se traduce al idioma nacional; por lo tanto
pudieran orientar en el esclarecimiento de dicha ley los comentarios hechos
por los juristas de ese país extranjero de donde procede dicha ley. No obstante
aun cuando la ley sea teóricamente perfecta, y haya resultado perfecta en
dicho país, su aplicación en otro país pudiera resultar nefasto, ya que la
realidad política, social, económica etc., es diferente.
 Elemento Extra – penal: en la redacción de una disposición penal,
intervienen términos que no son propios del Derecho penal, sino que
corresponden a otra disciplina jurídica; y cuando esto ocurra, para poder
entender el sentido y alcance de la disposición en cuya redacción se empleó
ese término no propio del Derecho Penal, será menester acudir a la disciplina
a la cual corresponda el término extraño, para que nos esclarezca el
significado del término.
 Elemento Extra – jurídico: en otros casos se emplea en la redacción de una
disposición penal un término o concepto que no pertenece a ninguna
disciplina jurídica, sino que corresponde a otra ciencia o técnica no jurídica, y
por lo tanto, cuando encontremos uno de estos casos tendremos que apelar a la
ciencia o técnica a la que pertenezca ese término para que nos indique el
sentido y alcance de ese término, y nos ponga en condiciones de interpretar
correctamente la disposición penal en la que fue empleado.

Concurso aparente de Leyes Penales.

El concurso aparente de leyes penales, se presenta cuando: a.- se realizó una única
conducta voluntaria; b.- al parecer, esta única conducta social, se adecua al tipo penal
de varias leyes penales que tipifican otros tantos delitos; c.- pero, esta conducta sólo
se adecua a un tipo penal, quedando desplazadas las demás leyes penales; y d.- esta
apariencia de concurrencia de varios tipos penales, se excluye con los criterios de
especialidad, consunción, subsidiaridad y alternatividad.

El concurso aparente de leyes penales, consiste en que una conducta que al parecer
se adecua a varios tipos penales, en realidad, sólo se adecua a un tipo penal, quedando
desplazada las demás leyes penales en su aplicación; esta exclusión de aplicación de
leyes penales aparentemente concurrentes, se realiza, aplicando los criterios de
especialidad, consunción, subsidiaridad y alternatividad.

Interpretación progresiva.

Es la que tiene por finalidad trazar la línea de contacto entre el momento en que
entró en vigencia determinada ley y el presente, en el que ha de ser aplicada, a los
casos particulares y concretos que se presentan en la realidad. En virtud de la
interpretación progresiva se puede dar una concepción diferente, e incluso
radicalmente diferente, a una disposición legal, sin cambiar el texto de esa
disposición, sino cambiando su sentido, al ponerlo en contacto con la realidad actual.

Validez temporal de la Ley Penal.

Vigencia: En el Derecho Venezolano, la Ley Penal, como todas las leyes, es


obligatoria desde su publicación en la Gaceta Oficial, o desde la fecha posterior que
ella misma indique, según lo dispone el artículo 1º del Código Civil, venezolano
vigente.

Sucesión de Leyes Penales.


La ley humana, está sometida a limitaciones temporales. La ley tiene un proceso
de formación, de acuerdo con lo establecido en la Constitución de la República, que
culmina con su promulgación y publicación en la Gaceta Oficial; desde ese momento
se hace obligatoria, a menos que la misma ley indique una fecha posterior para su
entada en vigencia, lo cual está expresamente señalado en el artículo 1 del Código
Civil venezolano; y se extingue cuando queda derogada expresa o tácita, total o
parcialmente, por otra ley o se abroga por un referendo, de acuerdo a lo señalado en
el artículo 218 de la Constitución de la República. También una ley puede perder su
vigencia, cuando se cumpla el término señalado en la misma ley o desaparecen las
circunstancias que justificaron su nacimiento, situación que puede estar
perfectamente regulada en el texto normativo legal.

La sucesión de leyes ocurre cuando una ley que regula determinados hechos se
extingue y otra la sustituye ocupando su lugar, quedando regulados esos hechos por
otra ley, que debe aplicarse a los hechos realizados bajo la ley derogada.

VALIDEZ ESPACIAL DE LA LEY PENAL

El ámbito de validez espacial sirve para determinar cómo se aplica la ley penal de
un determinado estado, es decir, en que espacio físico se aplica y hasta donde
extiende su señorío la misma. Una cada vez mayor interrelación entre los Estados y la
necesidad de que el delito no quede sin sanción son, entre otras circunstancias, los
factores que otorgan cada vez más interés al estudio de la aplicación de la ley penal
en el especio, al tiempo que se debate la existencia de un derecho penal internacional

Validez especial

El derecho positivo de cada Estado define su soberanía penal. La validez espacial


va referida a la definición de territorio del Estado como ámbito esencial del
iuspuniendi. En relación al reconocimiento internacional que permite aceptar la
soberanía territorial de cada Estado, se establece el principio de independencia
territorial, permitiendo que se instituyan los poderes públicos dentro de los elementos
que lo define: Territorio, población y poder. Surge entonces el derecho de la
población a organizar al Estado, en donde serán determinados los poderes públicos, la
forma de gobierno y las libertades ciudadanas. En ese ámbito es donde el poder
legislativo tendrá la plena capacidad, para que en el nombre del Estado, dicte la ley
penal que regirá el iuspunendi en particular.

En circunstancias especiales, el Estado decidirá mediante la suscripción de


tratados y acuerdos, los supuestos en los que la ley penal universal podrá ser aplicada
a hechos cometidos dentro o fuera del territorio nacional. Debemos distinguir, que el
ámbito de validez espacial sirve para determinar cómo se aplica la ley penal de un
determinado territorio o Estado, es decir, en que espacio físico territorial se aplica y
hasta donde la misma extiende su señorío. Cada vez más cobra importancia el análisis
de la aplicación del derecho penal dentro del territorio de los Estados y su
interrelación con otros Estados ya que ello permitirá combatir la denominada
criminalidad internacional, con el fin de que el delito no quede sin sanción. Entre
otro, los factores que otorgan cada vez más interés al estudio de la aplicación de la ley
penal en los parámetros de especio y tiempo, se debate la existencia de un derecho
penal internacional. En Venezuela, la ley penal, así como establece su eficacia en el
tiempo, también define su aplicación en el espacio, existiendo una serie de normas
que fijan principios en este sentido y que determinan el ámbito espacial de aplicación
de la ley penal venezolana, que como se verá, puede ser aplicada no sólo a hechos
cometidos dentro del territorio venezolano, sino a hechos cometidos en el extranjero.

En cuanto al derecho internacional, no existen las consideraciones universales que


permitan de forma armónica determinar los parámetros de vigencia del Derecho
Penal, importantes esfuerzo permitieron el establecimiento del Estatuto de Roma, que
permite implementar la existencia de la jurisdicción penal universal. De igual forma,
dentro de los países que conforman la comunidad internacional existen un conjunto
de tratados bilaterales y multilaterales, que permite la aplicación de la ley penal,
apoyados dentro de principios que rigen su aplicación espacial, dentro de los cuales
se encuentran: el principio de la territorialidad de la ley penal, que es de carácter
fundamental, y además los complementarios de éste, que son el principio de la
nacionalidad o personalidad, el principio real, de defensa o de protección y el
principio de la justicia mundial, de la universalidad o principio cosmopolita

1.- Principio De La Territorialidad: De acuerdo con este principio, la ley penal se


aplica dentro del territorio del Estado que la ha dictado, a los hechos punibles
cometidos en él, bien sea por nacionales o extranjeros. La eficacia de la ley penal
estaría delimitada por el territorio.

2.- Principio De La Nacionalidad O Personalidad: Según este principio, por un


hecho punible cometido en un determinado lugar se deberá aplicar a su autor la ley de
su propio Estado. La ley de su Estado perseguirá al individuo dondequiera que se
encuentre, en forma de un estatuto personal.

PRINCIPIOS QUE REGULAN LA APLICACIÓN DE LA LEY PENAL


VENEZOLANA

 Principios aplicables: En Venezuela se adopta como regla básica, para


determinar la eficacia espacial de la Ley Penal, el principio fundamental de la
territorialidad, así lo pauta el artículo 3 del Código Penal, según el cual la ley
penal venezolana se aplica a todo hecho punible cometido dentro del territorio
nacional, independientemente de la nacionalidad de la víctima y el lugar de la
perpetración del delito. Sin embargo para evitar la impunidad de determinados
hechos cometidos fuera del territorio, para salvaguardar los intereses del
Estado y responder a los intereses de la comunidad internacional, este
principio se complementa con los otros principios enunciados, consagrando en
nuestra legislación que extienden la jurisdicción a casos de
extraterritorialidad.

Principio que rigen la territorialidad en la legislación penal venezolana:

Este principio se encuentra consagrado en el artículo 3 del Código Penal


Venezolano, el cual expresa: “Todo el que cometa un delito o una falta en el territorio
de la República, será penado con arreglo a la ley venezolana”. Se impone determinar
que se entiende por territorio venezolano o territorio de la República. El concepto de
territorio, a los efectos de la ley penal, ha de entenderse en sentido jurídico y no sólo
en sentido geográfico, con lo cual quiere decir que no comprende sólo el territorio
natural. De esta manera el territorio venezolano comprende de acuerdo a lo
establecido en los artículos 10 y 11 de la Constitución de la República, de acuerdo a
lo siguiente:

 La superficie terrestre.
 El mar territorial.
 La zona contigua.
 La plataforma submarina continental.
 La zona económica exclusiva.
 El espacio insular de la República.
 El espacio aéreo; y
 Las naves y aeronaves venezolanas: de guerra, mercantes y civiles.

La legislación penal venezolana contempla además algunos casos en los cuales


establece la extraterritorialidad en la aplicación de diversos principios. De forma
particular el artículo 4 del Código Penal prevé varios casos de aplicación de la ley
penal a hechos cometidos fuera del territorio de la República, en los términos
siguientes:

1. La legislación penal venezolana, contempla, determinados supuestos de


aplicación del principio de la nacionalidad o de la personalidad, ante hechos
cometidos fuera de Venezuela. En virtud de este principio se toma en cuenta la
nacionalidad del sujeto activo del delito para aplicarle la ley de su propio Estado
cuando el hecho se ha cometido en el extranjero, lo cual cobra más importancia
en razón de la prohibición de la extradición de un venezolano el cual debe ser
juzgado en Venezuela, previo el cumplimiento de determinados requisitos, si el
hecho se considera como delito, así lo establece el artículo 6 del Código Penal,
articulo 2 de la Ley contra el Secuestro y la Extorsión. En razón del principio de
la nacionalidad o de la personalidad, se aplicará la ley penal venezolana a los
delitos cometidos por venezolanos (numeral 1 del artículo 4 del Código Penal) y
a los venezolanos que en el extranjero infrinjan las leyes relativas al estado civil
y capacidad de los venezolanos, como es el caso del delito de bigamia (numeral 4
ejusdem).
1. En lo que respecta al principio real, de defensa o de protección, por el cual se
aplicará nuestra ley penal venezolana a hechos cometidos en el extranjero que
lesionen intereses del Estado venezolano, se pueden citar los supuestos de
venezolanos que en el extranjero se hagan reos de traición contra la República
(numeral 1 del artículo 4 del Código Penal); de los venezolanos que en el
extranjero cometan delitos contra la seguridad de la República o contra sus
nacionales (ordinal 2 ejusdem); de los venezolanos o extranjeros que sin
autorización del Gobierno de la República, fabriquen, adquieran o despachen
armas en el extranjero con destino a Venezuela o favorezcan su introducción
en nuestro territorio (numeral 3 ejusdem); de los empleados de la República
que desempeñen mal sus funciones o que cometan cualquier otro hecho
punible no enjuiciable en el lugar de su residencia (numeral 6 ejusdem); de los
venezolanos o extranjeros que en otro país falsifique monedas de curso legal
en Venezuela o sellos de uso público o estampillas o títulos de crédito de la
nación (numeral 11 ejusdem); o favorezcan la introducción en Venezuela de
tales valores (numeral 12 ejusdem); de los venezolanos o extranjeros que, en
tiempos de paz, desde territorio, buques de guerra o aeronaves extranjeras
lancen proyectiles o hagan cualquier otro mal a las poblaciones, habitantes o
al territorio de Venezuela (numeral 16 ejusdem).
2. En cuanto al principio de la justicia mundial, de la universalidad o principio
cosmopolita, en razón de que determinados hechos punibles ofenden el orden
internacional, puede aplicarse la ley penal venezolana, aunque el hecho se
cometa fuera del territorio venezolano. Este es el caso de los venezolanos o
extranjeros que en alta mar, cometan actos de piratería u otros delitos de los
que el Derecho Internacional califica de atroces y contra la humanidad, como
el genocidio, la trata de blancas, el tráfico de estupefacientes, la trata de
esclavos, entre otros. (numeral 9 del artículo 4 del Código Penal) y articulo 2
de la Ley contra el Secuestro y la Extorsión.
La legislación penal venezolana establece una serie de requisitos para el
enjuiciamiento en los casos de extraterritorialidad de la ley penal venezolana. En el
artículo 4 del Código Penal venezolano, establece diversos supuestos de
extraterritorialidad de la ley penal venezolana, dentro de los cuales se señalan los
requisitos que deben cumplirse para el enjuiciamiento en Venezuela, dentro de los
que se encuentran:

 Que el sujeto activo haya venido al territorio de la República.


 Que se intente la acción por la parte agraviada, o por el Ministerio Público en
los caso de traición a la patria o de delitos contra la seguridad de Venezuela.
 Que el indiciado no haya sido juzgado por los tribunales extranjeros, a menos
que habiéndolo sido, hubiere evadido la condena.

Para el ejercicio del juzgamiento, es importante establecer el lugar donde se


cometió el delito, a fin de determinar la aplicabilidad de las normas y principios
estudiados, para fijar así la jurisdicción. Normalmente no se presenta problema
cuando el hecho en su totalidad ocurre en un determinado lugar, pero puede
presentarse el caso de los delitos a distancia o delitos materiales en que puede tener
lugar la conducta en un lugar o territorio y producirse el resultado en otro, o el caso
de hechos cuya ejecución se extiende por diversos territorios como puede ocurrir en
los delitos permanentes o en los delitos continuados.

Para la determinación de la competencia a razón del territorio, debe tomarse en


cuenta las reglas relacionadas a las teorías relativas a la aplicación de la ley más
favorable.Como indica Creus Carlos, hay delitos cuyas particulares circunstancias de
ejecución requieren la aplicación de la ley penal del Estado a hechos cometidos fuera
de su territorio, ya sea por el resultado dañoso que se produce en él, o bien porque
siendo parcialmente ejecutado en dicho Estado, su accionar termina en otro.

Cada Estado determina en su ley el alcance espacial que quiere darle, sin perjuicio
de la regulación que pueda provenir de los convenios internacionales. Los principios
sostenidos por la doctrina y que han sido adoptados en forma parcial o combinada por
la mayoría de las legislaciones, pueden reducirse a cuatro:

 Territorialidad.
 Personal o de la nacionalidad.
 Real, de protección o de defensa.
 Universal, justicia mundial o cosmopolita.

1. Principio de territorialidad o territorial: Como expresa Fontán Balestra, de


acuerdo con este principio, la ley penal es aplicable a los delitos cometidos en el
territorio del Estado, basándose en el concepto de soberanía, expresión que
sintetiza la idea de independencia. Para este principio lo que decide la aplicación
de la ley penal del Estado es el lugar de comisión del delito, es decir, la
mencionada ley penal se aplica a los delitos cometidos dentro del Estado o
sometidos a su jurisdicción, sin que importe la condición del autor o del
ofendido, ni la nacionalidad del bien jurídico afectado. Lo que limita la
aplicación territorial de la ley es el concepto jurídico de territorio, que no
necesariamente coincide con su extensión física, ya que aquel se extiende a todos
los lugares sobre los que el Estado ejerce su jurisdicción legislativa y judicial de
conformidad a los parámetros que la Constitución de la República determina.
2. Principio de la personalidad (personal) o de la nacionalidad: Expresa Creus
Carlos, que en este principio es decisiva la nacionalidad de los sujetos que
intervienen en la relación jurídica originada por el delito. Considera que la ley
del Estado sigue al nacional dondequiera que él se encuentre, es decir, los
individuos son portadores de su propio estatuto personal. Agrega FontánBalestra
que, según este principio, la ley del país a que el individuo pertenece es la que
debe aplicarse, fundándose esta tesis en el sentido de dependencia persona de
cada individuo respecto del estado en el cual es nacional. Distingue este
doctrinario que el principio de personalidad será, activa cuando se trata del autor
del delito, o personalidad, pasiva al referirse a la víctima.
3. Principio real, de protección o de defensa: Se basa en la necesidad de proteger
los intereses nacionales y castigar los delitos que ataquen esos intereses, con
arreglo a la legislación del país atacado, sin tomar en consideración el lugar
donde se cometió el delito. El ejemplo que indica FontánBalestra es el de la
falsificación de moneda perpetrada en el extranjero, que afecta al Estado cuyo
signo monetario es objeto de imitación. De acuerdo con Creus Carlos, el
principio de defensa es una derivación objetiva del principio de nacionalidad, ya
que el aspecto decisivo en él es la nacionalidad del bien protegido, la ley penal
ampara los intereses nacionales y, por tanto, rige ella en todos los casos en que el
delito vulnera o amenaza uno de esos intereses, cualquiera que sea su lugar de
comisión y sin que interese la nacionalidad del autor. La cuestión básica que
tiene que ser resuelta es la de que bienes jurídicos nacionales se tienen que
considerar para discernir la ley aplicable, ya que sólo algunos de esos bienes dar
lugar a la aplicación de la ley penal del estado. Indica Creus Carlos que
generalmente se reducen a los consustanciados con la organización, preservación
y actividades fundamentales del Estado, en cuanto a la integridad territorial,
defensa, de la moneda, entre otros, siendo habitual que para determinarlos las
leyes enuncien taxativamente esos bienes o los delitos que se rigen por este
principio para evitar dificultades interpretativas.
4. Principio Universal, justicia mundial o cosmopolita: Explica FontánBalestra
que en los delitos que afecten por igual a todos los miembros de la comunidad
internacional, cada Estado, como integrante de ella y con miras a su protección,
debe proceder a juzgar a todo delincuente que detenga en su territorio, sin que
importe cual sea su nacionalidad y el lugar de ejecución del delito, como ocurre,
por ejemplo, con la trata de blancas, la piratería, el narco tráfico, el terrorismo o
la legitimación de capitales, entre otros. El derecho internacional igualmente ha
establecido una serie de pactos internacionales a este tenor con el fin de perseguir
la criminalidad trasnacional, extendiendo en muchos casos la jurisdicción de los
países tratantes de los referidos instrumentos internacionales.

De forma especial el derecho penal internacional ha desarrollado en el Estatuto


de Roma la persecución de los delitos de Genocidio, Crímenes de Guerra y de Lesa
Humanidad.

Las leyes penales suelen ser "territoriales", es decir, se aplican a todos


los delitos cometidos en el territorio de un determinado Estado, pero también en
algunos casos pueden aplicarse a delitos cometidos fuera de dicho Estado. En los
casos determinados que así suceden, se denominan "extraterritoriales". Ejemplo de
extraterritorialidad en la ley española, lo tenemos en los delitos cometidos fuera
de España, por españoles o extranjeros, contra el Estado español, en casos de
espionaje, subversión, etc. Para evitar que los delincuentes puedan sustraerse a
la función represiva, refugiándose en un país distinto del en que delinquieron, se
halla establecida la extradición. Por ella un Gobierno entrega un individuo, por razón
de delito, al Gobierno de otro país que lo reclama para someterlo a la acción de sus
tribunales de justicia, o, si ya fue condenado, para que cumpla la pena impuesta. La
extradición se regula por los Tratados concertados entre los Estados, o por
declaraciones de reciprocidad. Es preciso tener en cuenta que en casi todos los
Tratados se consigna el principio de la "no extradición de los nacionales" por
múltiples razones: así "nadie puede ser sustraído a sus jueces naturales"; "derecho
del ciudadano a habitar el territorio de su patria"; "situación desventajosa para el que
ignora la lengua del país extranjero", etc.

En cuanto a los delitos, no todos dan lugar a la extradición, pues sólo son objeto
de ella los relativos a la criminalidad común (atentados contra la vida,
integridad personal, pudor, propiedad, falsedades, etc.), quedando exentos los
denominados delitos políticos, sociales y militares. En la actualidad han
desaparecido las antiguas injusticias que aplicaban penas distintas según fueran los
delincuentes nobles o plebeyos. Existe el principio de la igualdad ante la ley penal.
No obstante hay algunas excepciones que son: las relativas a los soberanos, jefes de
Estado extranjeros, miembros de los Parlamentos y a los representantes
diplomáticos.

La extradición es el procedimiento jurídico (penal-administrativo) por el cual


una persona acusada o condenada por un delito conforme a la ley de un Estado es
detenida en otro Estado y devuelta al primero para ser enjuiciada o para que cumpla
la pena ya impuesta.

Si bien existe una cooperación internacional muy activa para la represión de los
delitos, continúa existiendo la regla de que un Estado está obligado a conceder la
extradición de un delincuente extranjero, solamente si existe tratado internacional
con el Estado requirente o Convención Internacional sobre extradición, de la que
ambos estados sean firmantes. Cuando no hay tratado o convención internacional, el
Estado requerido está facultado para acordar la extradición, pero no está obligado a
concederla. Sin embargo la obligación señalada no es absoluta pues siempre el
estado requerido conserva la facultad soberana de no conceder la extradición si de
acuerdo a su legislación interna no se cumplen los requisitos establecidos para tal
efecto.

REQUISITOS

En la mayor parte de los tratados de extradición se requiere que el Estado que


la pide demuestre la existencia de causa para enjuiciar o castigar al requerido; que el
delito imputado se haya tipificado como tal tanto en la legislación penal del Estado
requerido como en la del Estado requirente.

Se establece la extradición con respecto a las personas procesadas o


condenadas por las autoridades de un Estado y que se encuentre en el territorio de
otra. Para ello se requiere que la condena o proceso en el otro Estado sea de cierta
gravedad; una condena superior a un año o un proceso por un juicio del que puede
resultar sanción superior a dos años. Se solicita además que el Estado requirente
tenga jurisdicción para conocer y fallar el delito. No se extraditará hacia los Estados
que tengan pena de muerte y en caso de que el mismo delito por el que se requiere a
un individuo ya haya sido juzgado en el Estado requerido.

CLASIFICACIÓN

ACTIVA: acto de petición del país requirente al país donde se encuentra el


individuo.

PASIVA: Es la que recae en el Estado captor o poseedor de la persona requerida.


 La extradición de los nacionales
 La extradición, en la mayor parte de los tratados en vigor experimenta ciertas
limitaciones, Una de ellas y tal vez la de mayor relevancia, es la de
la nacionalidad de la persona requerida.

Por regla general, la mayoría de los Estados niegan la extradición de sus propios
nacionales, Solamente hay siete estados que se han mostrado dispuestos a acordar la
extradición de sus propios nacionales, a saber: México, Reino Unido, Estados Unidos,
Argentina, República Dominicana, Uruguay y Colombia. Los demás niegan la
extradición de sus nacionales e incluso tienen disposiciones constitucionales por las
que se prohíbe.

En cuanto al derecho internacional se establece la obligación de extraditar; pero


cuando se trata de nacionales del Estado requerido la entrega se torna facultativa,
queda a juicio del Estado, pero con la obligación subsidiaria, que en el caso que no se
entregue, se enjuicie al nacional delincuente y comunicar el fallo al Estado
requeriente.

LA EXTRADICIÓN EN VENEZUELA: PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTO

La extradición es uno de los mecanismos de asistencia internacional, destinado a


frenar la impunidad de aquellas personas que pretendiendo evadir la acción de la
justicia, buscan refugio fuera del país donde cometieron el hecho punible. La misma
tiene su fundamento en el compromiso asumido por los Estados miembros de
la Comunidad Internacional de entregarse mutuamente a aquellas personas
procesadas o sentenciadas que, habiendo delinquido en el territorio de un Estado
traspasan sus fronteras, se convierten en prófugos de la justicia.

En Venezuela la extradición no está supeditada a la existencia de un tratado, pues


la misma procede tanto desde el punto de vista convencional como consuetudinario,
bien porque esté consagrada expresamente en un tratado suscrito sobre la materia o
encuentre su base en los principios de solidaridad y reciprocidad internacionales que
obligan a los Estados a cooperar entre sí en la lucha contra la impunidad del delito.
Las fuentes de la extradición en nuestro país son los Tratados Bilaterales o
Multilaterales, los Principios de Solidaridad y Reciprocidad Internacionales y la Ley
Interna. Al respecto, la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia en
su Sentencia N° 333 del 22 de marzo de 2000, observa lo siguiente:

"En Venezuela la institución extradicional es reconocida y regulada por


el Código Penal y Código Orgánico Procesal Penal, tratados internacionales suscritos
por la República con distintos países de la comunidad internacional, además de ser
reconocida conforme a los principios de Derecho Internacional". La extradición tiene
un carácter facultativo, pues así lo demanda el debido respeto a la independencia de
cada Estado. En tal sentido se pronuncia la Sala de Casación Penal del Tribunal
Supremo de Justicia, en la Sentencia N° 1119 del 03 de Agosto de 2000, la cual
señala que:

"Respecto a la extradición, el Estado venezolano obra con un alto sentido


de responsabilidad. En efecto, por una parte acepta la extradición como una
obligación moral conforme al Derecho Internacional, pero se reserva la más
absoluta libertad en la apreciación para concederla o negarla tomando en cuenta si en
el caso concreto se contraerían los principios de nuestra legislación nacional y la
justicia".

La causa de la extradición se ubica en la comisión de una infracción punible por


parte del sujeto requerido y cuyo juzgamiento o castigo es competencia del Estado
requirente, siendo su finalidad posibilitar el enjuiciamiento de la persona requerida o
la ejecución de la condena impuesta.

PRINCIPIOS QUE RIGEN LA EXTRADICIÓN EN VENEZUELA

Para conceder la extradición, la autoridad competente deberá verificar si la


solicitud cumple con los extremos exigidos por la doctrina y la práctica
internacionales que rigen la materia. Al respecto, es preciso mencionar las reglas o
principios que son aplicables en el ordenamiento jurídico venezolano:

1.- Principio de no entrega de los nacionales. Está consagrado en el artículo 69 de


la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el cual prohíbe la
extradición de venezolanos y venezolanas. Antes de tener rango constitucional, este
principio ya estaba previsto en el artículo 6 del Código Penal, según el cual la
extradición de un venezolano no podía concederse por ningún motivo.

En igual sentido se orienta el artículo 345 de la Convención de Derecho


Internacional Privado o Código Bustamante, según el cual: "Los Estados contratantes
no están obligados a entregar a sus nacionales. La nación que se niegue a entregar a
uno de sus nacionales estará obligada a juzgarlo". Ahora bien, dado que la aplicación
del referido principio no pretende la impunidad del nacional del Estado requerido,
sino hacer efectivo el derecho que tiene todo Estado de imponer por sí mismo un
castigo a sus nacionales, Venezuela al adoptarlo, lo hizo de forma tal que no diere
lugar a la impunidad de los venezolanos por crímenes cometidos en el territorio de
otro Estado. En tal sentido, el artículo 6 del Código Penal dispone que el nacional
requerido en extradición "deberá ser enjuiciado en Venezuela, a solicitud de parte
agraviada o del Ministerio Público, si el delito que se le imputa mereciere pena por la
ley venezolana".

El principio de no entrega de los nacionales se extiende a los extranjeros


naturalizados, pues la naturalización en Venezuela tiene por inmediata consecuencia
equiparar al extranjero con el nacional, en lo que a sus derechos y deberes frente al
Estado se refiere. La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela confiere
a los venezolanos por naturalización los mismos derechos que tienen los venezolanos
por nacimiento, salvo las restricciones establecidas en ella y en las leyes de la
República. Siendo así, es justo que los ampare de igual modo el principio de no
entrega de los nacionales.

Ahora bien, es preciso acotar que tanto la doctrina como


la jurisprudencia coinciden en afirmar que esa excepción no tiene efecto retroactivo,
es decir, que el mismo no debe ni puede extenderse a aquellos casos en que en la
fecha de comisión del hecho punible antecede al momento de naturalización del
autor.

2.- Principio de Doble Incriminación. En materia de extradición es imprescindible


que el hecho que motiva la solicitud sea considerado delito tanto en la legislación del
Estado requirente como en la del requerido. Al respecto, el artículo 6 de nuestro
Código Penal establece que "No se concederá la extradición de un extranjero por
ningún hecho que no esté calificado como delito por la ley venezolana". Esta
disposición guarda relación con el numeral 6 del artículo 49 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, según el cual:

"El debido proceso se aplicará a todas las actuaciones judiciales y administrativas


y, en consecuencia:

(Omissis)

Ninguna persona podrá ser sancionada por actos u omisiones que no fueren previstos
como delitos, faltas o infracciones en leyes preexistentes".

3.- Principio de no extradición por delitos políticos. Según el artículo 6 de nuestra


ley sustantiva, la extradición de un extranjero no podrá concederse por delitos
políticos ni por infracciones conexas con estos delitos.

4.- Principio de denegación de la Extradición en caso de pena de muerte, pena


privativa de la libertad a perpetuidad o superior a treinta años. El Código Penal
venezolano, dentro de las excepciones a la extradición de los extranjeros
contempladas en el artículo 6 señala que: "No se acordará la extradición de un
extranjero acusado de un delito que tenga asignada en la legislación del país
requirente la pena de muerte o una pena perpetua".

Tal negativa se basa en la garantía constitucional de la "inviolabilidad de la vida",


consagrada en el artículo 43 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, que protege al extranjero sea cual fuere el delito cometido en el otro país.

Asimismo, el numeral 3 del artículo 44 de la Constitución de la República


Bolivariana de Venezuela señala que la pena "no puede trascender de la persona
condenada. No habrá condenas a penas perpetuas o infamantes. Las penas privativas
de la libertad no excederán los treinta años".

Sin embargo, en tales casos existe la posibilidad de acordar la extradición cuando el


país requirente ofrezca garantías suficientes a no imponer tales penas y en caso de
sentenciados, a no aplicarlas.

5.- Principio de especialidad de la extradición. Según el cual, el Estado requirente


se compromete a juzgar al sujeto requerido sólo por el hecho por el cual ha solicitado
su extradición y no por otro distinto.

6.- Prescripción de la acción penal o de la pena. Constituye otro aspecto de gran


importancia en esta materia, pues no se concederá la extradición si la acción penal o
la pena han prescrito conforme a la legislación interna del Estado requirente o la del
Estado requerido.

EL PROCEDIMIENTO DE EXTRADICIÓN EN VENEZUELA

En Venezuela, la extradición está regulada como un procedimiento especial en el


Título VII del Código Orgánico Procesal Penal (C.O.P.P.), denominado "Del Proceso
de Extradición". El artículo 391 con el cual se inicia este título, establece que las
fuentes que rigen dicho procedimiento están constituidas por "las normas de este
Título, los tratados, convenios y acuerdos internacionales suscritos por la República".

En cuanto a los requisitos de la extradición, es importante señalar que en toda


solicitud de esa naturaleza debe constar la copia certificada del auto de detención o
decisión equivalente, para el caso de procesados; o copia de la sentencia condenatoria
definitivamente firme dictada por la autoridad judicial competente del Estado
requirente, si se trata de condenados; además de la copia de las disposiciones legales
que tipifiquen el hecho delictivo y establezcan la sanción aplicable; así como un
resumen de los hechos y los datos filiatorios que permitan la identificación personal
del solicitado y su nacionalidad. Todos estos documentos deben estar traducidos al
idioma del país requerido.
Una vez examinados los requisitos de forma y de fondo, y practicada la detención
preventiva del solicitado, quedará a potestad del Estado requerido conceder o negar la
extradición, decisión que deberá ser motivada por el órgano competente, que en el
caso venezolano es el Tribunal Supremo de Justicia. El artículo 392 de nuestra ley
adjetiva, dedicado a la Extradición Activa, establece que cuando se
tuvieren noticias de que un imputado respecto del cual el Ministerio Público haya
presentado acusación y el Juez de Control haya dictado una medida cautelar de
privación de libertad se encuentre en país extranjero, el Juez de Control se dirigirá a
la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, a los fines de solicitar se
tramite su extradición. Para ello remitirá al Máximo Tribunal copia de las actuaciones
que fundamentan su petición. Asimismo, establece que en caso de fuga de quien esté
cumpliendo condena, el trámite ante el Tribunal Supremo de Justicia le corresponderá
al Juez de Ejecución.

En ambos casos, el Tribunal Supremo de Justicia, tendrá un plazo de 30 días,


contados a partir del recibo de la documentación, para decidir si es procedente o no
solicitar la extradición, previa opinión del Ministerio Público, atribución que tiene su
fundamento en el numeral 16 del artículo 108 del C.O.P.P. en concordancia con el
numeral 13 del artículo 21 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, y para la cual el
Tribunal Supremo de Justicia hará la notificación correspondiente, a fin de que el
Ministerio Público efectúe el debido pronunciamiento. En caso de ser procedente la
extradición, corresponderá al Ejecutivo Nacional, por órgano del Ministerio de
Relaciones Exteriores, tramitar la solicitud de extradición ante las autoridades del
país extranjero donde se encuentre el solicitado, en un plazo máximo de sesenta días,
y a tal efecto realizará las certificaciones y traducciones que sean necesarias, como lo
establece el Artículo 393 del C.O.P.P.

El Ejecutivo Nacional podrá solicitar al país requerido la detención preventiva del


solicitado así como la retención de los objetos concernientes al delito, según lo
estipulado en el Artículo 394 del C.O.P.P. En este caso, la solicitud de extradición
deberá formalizarse dentro del lapso previsto en los tratados internacionales o normas
de derecho internacional aplicables.

Respecto a la Extradición Pasiva, el artículo 395 del C.O.P.P., establece que


cuando un gobierno extranjero solicita la extradición de quien se encuentre en
territorio venezolano, el Poder Ejecutivo remitirá la solicitud al Tribunal Supremo de
Justicia con la documentación recibida. Por tanto, la Misión Diplomática del Estado
requirente acreditada ante el gobierno nacional remitirá la solicitud al Ministerio de
Relaciones Exteriores, el cual a su vez la envía al Ministerio del Interior y Justicia. Si
el solicitado se encuentra en el país, el Ministerio Público solicitará al juez de control
la detención preventiva con fines de extradición. Si el tribunal la ordena, remitirá los
recaudos al Tribunal Supremo de Justicia para que éste decida sobre la procedencia
de la extradición.

En caso de que la mencionada solicitud se presente sin la documentación


necesaria, pero con el ofrecimiento de producirla posteriormente, y con la petición de
que mientras se produce se aprehenda al imputado, el Tribunal de Control, a solicitud
del Ministerio Público, podrá ordenar, según la gravedad y la urgencia del caso, la
medida cautelar contra el imputado, señalando un término perentorio para la
presentación de los referidos documentos, el cual no podrá ser mayor de sesenta (60)
días continuos, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 396 del C.O.P.P.

El artículo 397 del C.O.P.P. contempla que, vencido el lapso de 60 días, si no se


produjo la documentación ofrecida, el Tribunal Supremo de Justicia ordenará la
libertad del aprehendido, sin perjuicio de volver a acordar nuevamente la privación de
libertad, si posteriormente se recibe dicha documentación. El artículo 398 del
C.O.P.P. establece la facultad de los gobiernos extranjeros de designar un abogado
para la defensa de sus intereses en el procedimiento especial de extradición.

Finalmente, según el artículo 399 del C.O.P.P., el Tribunal Supremo de Justicia,


dentro de los treinta (30) días siguientes a la notificación del solicitado, convocará a
una Audiencia Oral a la que concurrirán el Representante del Ministerio Público, el
imputado, su defensor y el representante nombrado por el gobierno requirente para
defender sus intereses, quienes expondrán sus alegatos. Concluida la Audiencia, el
Tribunal Supremo de Justicia decidirá en un plazo de quince (15) días.

LA EXTRADICIÓN

El acto por el cual un Estado, en el cual se encuentra un sujeto reclamado por la


comisión de un delito, lo entrega a otro Estado que lo requiere por tener competencia
para juzgarlo o para la ejecución de una pena impuesta.

La extradición es el procedimiento judicial penal-administrativo por el cual una


persona acusada o condenada por un delito conforme a la ley de un Estado es
detenida en otro Estado y devuelta al primero para ser enjuiciada o para que cumpla
la pena ya impuesta. Si bien existe una cooperación internacional muy activa para la
represión de los delitos, continúa existiendo la regla de que un Estado está obligado a
conceder la extradición de un delincuente extranjero, solamente si existe tratado
internacional con el Estado requirente o Convención Internacional sobre extradición,
de la que ambos Estados sean firmantes. Cuando no hay tratado o convención
internacional, el Estado requerido está facultado para acordar la extradición, pero no
está obligado a concederla. Sin embargo la obligación señalada no es absoluta pues
siempre el estado requerido conserva la facultad soberana de no conceder la ex-
tradición si de acuerdo a su legislación interna no se cumplen los requisitos
establecidos para tal efecto.

Hoy en día, se señala que la extradición es un acto de colaboración internacional en


materia penal con el cual se refuerza la lucha contra el delito, con el fin de evitar la
impunidad.

TERMINOLOGÍA:

 El Estado que solicita la entrega se llama requirente y


 El Estado a quien se le solicita se llama requerido
 La Extradición Activa, es la que realiza el Estado requirente y
 Extradición Pasiva es la denominación al Estado requerido.

CLASIFICACIÓN DE LA EXTRADICIÓN.

1. Necesaria u obligatoria: cuando entre uno y otro de dichos Estados está


vigente un tratado de extradición, en el que, además, se ha incluido el delito
que motiva la extradición, el Estado requerido está jurídicamente obligado a
atender dicha solicitud.
2. Facultativa o potestativa: cuando entre el Estado requirente y el requerido
no existe tratado de extradición o si aquél existe, pero en él no está
comprendido el hecho delictivo que ha dado origen a la solicitud, el Estado
requerido no está jurídicamente obligado a conceder la extradición, aun
cuando puede acordarla en ejercicio de un acto de soberanía.

En Venezuela existe un procedimiento para la extradición activa, por ser el


Estado que la solicita y otro procedimiento diferente cuando se trata de la extradición
pasiva, por ser el Estado a quien se le solicita, así lo establece el Código Orgánico
Procesal Penal en los artículos 391 al 399.

FUENTES DE LA EXTRADICIÓN

En Venezuela esta materia está regulada por normas contenidas en los artículos 6,
y 391 al 399 del Código Orgánico Procesal Penal. De igual forma, está contemplada
en otras leyes especiales que conforman la ratificación de Tratados de Extradición
suscritos por Venezuela con otros Estados y por los principios de Derecho
Internacional, específicamente, por la costumbre internacional y la reciprocidad,
respecto a otros Estados de los cuales no existe ningún acuerdo internacional.
No se puede considera como fuente exclusiva de la extradición los Tratados, ello
no lo admite nuestro ordenamiento, al señalarse en el artículo 6 del Código Penal, que
la extradición de un extranjero por delitos comunes se acordará por la autoridad
competente, de acuerdo con los Tratados Internacionales en vigor suscritos por
Venezuela, y a falta de estos, por las leyes venezolanas.

Por su parte, el artículo 391 del Código Orgánico Procesal Penal dispone que la
extradición se rige por las normas contenidas en este instrumento legal y por los
Tratados, Convenios y Acuerdos internacionales suscritos por la República a lo que
se añade la mención de las normas internacionales aplicables, según el artículo 399
ejusdem.

Lamentablemente, el artículo citado del Código Orgánico Procesal Penal se quedó


corto en el enunciado de las fuentes de la extradición, pues impone la misma
referencia a los principios de Derecho Internacional y a la costumbre entre los
Estados. Sin embargo la mención de los Acuerdos y Convenios, haría procedente la
entrega cuando, en ausencia de Tratado, se da un compromiso o convenio de
reciprocidad que obliga a la entrega al Estado requirente en situación analógica, en
razón de la cooperación internacional en la lucha contra el delito.

PRINCIPIOS QUE RIGEN LA EXTRADICIÓN SEGÚN LOS TRATADOS


SUSCRITOS POR VENEZUELA Y LA LEY PENAL VENEZOLANA.

1.- principios relativos al hecho punible.

a) Principio de la doble incriminación: De acuerdo con este principio, el hecho que


da lugar a la extradición debe ser constitutivo de delito tanto en la legislación del
Estado requirente como en la legislación del Estado requerido. Tal principio se
establece en el artículo 6 del Código Penal venezolano. Que señala que Venezuela no
concederá la extradición de un extranjero por ningún hecho que no esté calificado
como delito por la ley venezolana Además, el mencionado principio exige que los
tipos por los que solicita la extradición sean similares en ambas legislaciones, lo que
supone una identidad sustancial, sin que se tomen en cuenta las circunstancias
modificativas del hecho o su denominación en cada una de las legislaciones.

b) Principio de la mínima gravedad del hecho: De acuerdo con este principio sólo
se concede la extradición por delitos y no por faltas, así lo señala el artículo 6 del
Código Penal y en relación a aquellos se suele establecer en los tratados la pena
mínima que debe tener asignada el delito para que proceda la extradición. Además, la
extradición no sólo se concede por delitos consumados sino también en grado de
tentativa o en grado de frustración, y a ello aluden la mayoría de los tratados.
Asimismo, no sólo hace referencia a los autores del hecho punible, sino también a los
partícipes y a los encubridores.

c) Principio de la especialidad: Según este principio el sujeto extraditado no puede


ser juzgado por un delito distinto al que motivó la extradición, cometido con
anterioridad a la solicitud. Sin embargo, excepcionalmente, como lo prevén los
mismos tratados, puede el sujeto ser juzgado por un hecho cometido con anterioridad
a la extradición, siempre que consienta en ello el Estado requerido, o si el extraditado
permanece libre en el Estado requirente durante un determinado lapso después de
juzgado y absuelto por el delito que originó la extradición, o de cumplida la pena de
privación de libertad impuesta.

Otro problema se plantea cuando el sujeto comete un nuevo delito en el Estado


requerido. En este caso, si el hecho se comete con anterioridad a la solicitud, la
entrega podrá diferirse hasta que el sujeto sea juzgado y cumpla la pena. Además,
también podrá postergarse la entrega cuando el traslado ponga en peligro la vida de la
persona, por razones de salud.

d) Principio de no entrega por delitos políticos: Este principio según lo


establecido en el artículo 6 del Código Penal y en la mayoría de los tratados, se
prohíbe la entrega de sujetos perseguidos por delitos políticos, lo cual se ve reforzado
por el derecho de asilo consagrado también en nuestra legislación. Cabe señalar en
este punto que se han dado diversa razones por las cuales se justifica la protección al
delincuente político y su no extradición. Fundamentalmente se han formulado
consideraciones sobre el carácter altruista del delincuente político; sobre su
relatividad en el tiempo y en el espacio y básicamente, sobre su importancia limitada
al Estado en el cual busca refugiar al individuo. En algunos tratados quedan
abarcados por el principio de la no entrega, los delitos militares, los de carácter
religioso, los delitos culposos y los contrarios a las leyes de prensa.

2.- principios relativos a la persona.

Nuestra legislación establece el principio de la no entrega de los nacionales, al


señalar el artículo 6 del Código Penal, que “la extradición de un venezolano no podrá
concederse por ningún motivo; pero deberá ser enjuiciado en Venezuela a solicitud de
la parte agraviada o del Ministerio Público, si el delito que se le imputa mereciere
pena por la ley venezolana”.

La entrega del nacional sería atentar contra la dignidad nacional, exponer al


ciudadano a una justicia no confiable, sacrificar el deber de protección del Estado con
sus súbditos y un derecho de estos, y sustraerlo de sus jueces naturales. La
Constitución de la República, defendiendo la soberanía, sin tomar en cuenta el valor
de la solidaridad internacional y la eficacia de la lucha contra el delito, sobre todo en
sus manifestaciones de crímenes que no conocen fronteras, como en el caso del
tráfico de drogas, ha consagrado, en el artículo 69, que “se prohíbe la extradición de
venezolanos y venezolanas”.

En cambio, en franca desigualad y dejando en el vacío la salvaguarda de otros


derechos y garantías que no pueden ser desconocidos, la misma Constitución
prescribe en su artículo 271, que “en ningún caso podrá ser negada la extradición de
los extranjeros o extranjeras responsables de los delitos de deslegitimación de
capitales, drogas, delincuencia organizada internacional, hechos contra el patrimonio
público de otros Estados y contra los derechos humanos”.

3.- principios relativos a la acción penal, a la pena y al cumplimiento de otros


requisitos procesales.

1. No se concederá la extradición si la acción penal o la pena han prescrito


conforme a la ley del Estado requirente.
2. No se concederá la extradición por delitos que tengan asignada en la
legislación del Estado requirente la pena de muerte o una pena perpetua,
según el artículo 6 del Código Penal. Así, también se establece en la mayoría
de los tratados, aunque se señala que podrá hacerlo, si el Estado requirente se
compromete expresamente a no aplicar la cadena perpetua o la pena de
muerte.
3. No se concederá la extradición si la persona reclamada ya ha sido juzgada y
puesta en libertad, o ha cumplido la pena, o si está pendiente de juicio en el
Estado requerido, por el mismo delito que motiva la extradición.

Consideramos que no puede considerarse como absoluta la prohibición que hace


el transcrito artículo 271 de la Constitución, sino que debe interpretarse en
congruencia con los principios que hemos mencionado.

El procedimiento en materia de extradición: El Código Orgánico Procesal Penal,


en los artículo 391 y siguiente, regula el Procedimiento de Extradición, y fija las
normas que deben observarse, tanto para el caso de la “extradición activa”, cuando
Venezuela es el país requirente, que ejerce el derecho de solicitar la entrega de una
persona procesada o condenada que ha buscado refugio en otro país; como para el
caso de la “extradición pasiva”, cuando Venezuela es el país requerido y se cumple
con la obligación de entregar a un país extranjero a una persona procesada o
condenada que se encuentra en nuestro territorio.
VALIDEZ PERSONAL:

La ley penal se aplica indistintamente a todo individuo que cometa un delito o una
falta en el territorio de la República (artículo 3 del Código Penal). Y así mismo la
Constitución de la República consagra en su artículo 21 el principio de la igualdad de
todos los ciudadanos, lo que impide establecer discriminaciones entre los individuos
que puedan sustraerlos de la aplicación en, nuestro caso, de la ley penal.

Sin embargo, en nuestro ordenamiento, como en la mayoría de las legislaciones, se


establecen algunas excepciones, para ciertas personas, en razón de las funciones
públicas que desempeñan.

INMUNIDADES:

Los Diputados a la Asamblea Nacional y Asambleas Legislativa de los


Estados: En Venezuela existen diversos casos de exención de la aplicación de la ley
penal venezolana por hechos punibles cometidos por determinadas personas en el
ejercicio de sus funciones, Es el caso de la denominada inviolabilidad de los
diputados de la Asamblea Nacional y de las Asamblea Legislativas de los Estados, a
quienes la Constitución de la República y de los Estados le reconoce la inmunidad, no
concediendo responsabilidad penal, civil o administrativa a consecuencia de los votos
y opiniones emitidas en el ejercicio de sus funciones.De esta forma, se consagra la
inmunidad parlamentaria como una garantía del ejercicio autónomo de las funciones
legislativas respecto de los otros poderes y como garantía para el mejor y efectivo
cumplimiento de la función parlamentaria. La inmunidad, está referida al ejercicio de
las funciones parlamentarias, desde el momento de la proclamación por parte del
órgano electoral, hasta la conclusión del mandato su desconocimiento por parte de los
funcionarios públicos ocasiona sanciones de naturaleza penal que el legislador deberá
establecer en la ley correspondiente.

En cuanto a los presuntos delitos cometidos por los diputados, conocerá el


Tribunal Supremo de Justicia en forma privativa, siendo la única autoridad que,
previa autorización de la Asamblea Nacional, podrá ordenar la detención o continuar
el enjuiciamiento, según sea el caso. En caso de delito flagrante cometido por algún
diputado, la autoridad competente pondrá a éste bajo custodia en su residencia y
comunicará de manera inmediata el hecho al Tribunal Supremo de Justicia.
Por la inviolabilidad, un diputado puede incurrir en hechos cometidos por medio
de la palabra oral o escrita, calificables como de difamación, injuria, instigación a la
desobediencia de la ley o de la autoridad, incitación a la rebelión, vilipendio u ofensas
a funcionarios entre otros y ello, sencillamente, no es delito, porque por esas
conductas de los diputados, que se concretan en expresiones u opiniones, se
encuentran exentas de la aplicación de la ley penal, razón por lo cual, su integridad
personal es inviolables por ningún órgano del poder público, salvo que sea sometido
al procedimiento de desafuero previsto en la misma Constitución de la Republica con
la finalidad que se establezca el antejuicio de mérito y que sea despojado de su
inmunidad por el mismo cuerpo legislativo.

De acuerdo con la Constitución de la República en el artículo 199 señala:

Artículo 199: Los Diputados o Diputadas de la Asamblea Nacional no son


responsables por votos y opiniones ejercidas en el ejercicio de sus funciones. Sólo
responderán ante los electores o electoras y el cuerpo legislativo de acuerdo con la
constitución y los reglamentos.

Dos aspectos básicos discute la doctrina con relación a este punto, la extensión de
esta inmunidad y su naturaleza jurídica. En cuanto a la extensión de la inmunidad,
debe precisarse que la inviolabilidad se limita a los votos y opiniones emitidos por los
diputados en ejercicio de sus funciones, dentro o fuera de la Asamblea Nacional. En
cuanto a la naturaleza jurídica, algunos autores creen que se trata de una causa de
justificación, otros de una excusa absolutoria y otros de una excusa personal de
exclusión de la pena. La doctrina venezolana se ha inclinado a considerarlo una causa
personal de exclusión de la pena, por quedar excluidos de la aplicación del Derecho
Penal, en razón de la función ejercida.

Artículo 200. Los diputados o diputadas a la Asamblea Nacional gozarán de


inmunidad en el ejercicio de sus funciones desde su proclamación hasta la conclusión
de su mandato o la renuncia del mismo. De los presuntos delitos que cometan los o
las integrantes de la Asamblea Nacional conocerá en forma privativa el Tribunal
Supremo de Justicia, única autoridad que podrá ordenar, previa autorización de la
Asamblea Nacional, su detención y continuar su enjuiciamiento. En caso de delito
flagrante cometido por un parlamentario o parlamentaria, la autoridad competente lo
o la pondrá bajo custodia en su residencia y comunicará inmediatamente el hecho al
Tribunal Supremo de Justicia.

Los funcionarios públicos o funcionarias públicas que violen la inmunidad de los o


las integrantes de la Asamblea Nacional, incurrirán en responsabilidad penal y serán
castigados o castigadas de conformidad con la ley.
Diversa es el alcance de la inmunidad, que es considerada relativa y temporal, por
lo cual hasta tanto no sea revocada, los parlamentarios no pueden ser de ninguna
forma coartados en el ejercicio de sus funciones; no pueden ser apresados, salvo en
caso de flagrancia, lo cual no excluye expresamente el antejuicio de la inmunidad o la
función parlamentaria, ni se puede entender que sea la justificación para levantar o
cesar automáticamente el privilegio; no pueden ser objeto de registro o de requisas;
no pueden ser sometidos a proceso penal, si antes no se cumplen dos pasos esenciales
como son: primeramente que el Tribunal Supremo de Justicia declare por sentencia
de la Sala Plena, que hay mérito para ello; y segundo que es un aspecto fundamental,
que la Asamblea Nacional, autorice el enjuiciamiento por la mayoría simple de sus
integrantes, situación que eventualmente pudiera no hacer por razones de orden
político.

Particularmente, los delitos de vilipendio y todos los llamados “delitos de


desacato”, están proscritos de la legislación penal internacional. Sin embargo, en
Venezuela y en otros países, estos delitos son conservados por la legislación penal a
pesar del criterio internacional, ello derivado a la desactualización del bloque jurídico
penal o a intereses de orden político.

El Defensor del Pueblo: En lo que respecta al Defensor del Pueblo, órgano del
Poder Ciudadano, el artículo 282 de la Constitución de la República, le acuerda el
goce de inmunidad en el ejercicio de sus funciones. Al igual que para los diputados
de la Asamblea Nacional, esta inmunidad es temporal y limitada al período de
ejercicio de su cargo. No puede ser sometido a juicio penal por hechos que no
guarden relación con sus funciones, si previamente el Tribunal Supremo de Justicia
no declara la existencia de méritos, correspondiendo a esta máxima instancia el
conocimiento de la causa.

Los Jefes de Estado extranjeros: Otra excepción de la aplicación de la ley penal


en Venezuela, es el caso de Jefes de Estado extranjeros, que se encuentre en el
territorio de la República, por reconocimiento a la soberanía del Estado que
representa El ordenamiento jurídico venezolano consagra o acuerda ciertas
prerrogativas, que no constituyen realmente excepciones al principio de igualdad de
la ley penal que no sustraen absolutamente a estas personas de su aplicación pero si le
dan privilegios o tratamiento especial, cumpliendo determinados requisitos.

La excepción a esta regla la encontramos en otro tratado internacional como lo es


el Estatuto de Roma de la Corte penal internacional, que es ley interna por imperio de
la ratificación hecha por Venezuela. En este caso, cuando la Corte Penal
Internacional, emita una orden de entrega de un Jefe de Estado o algún funcionario
extranjero que se encuentre de paso en el país, el gobierno venezolano estaría
obligado a producir la aprehensión y eventual entrega del funcionario a la justicia
internacional.

La inmunidad de los diplomáticos extranjeros acreditados en Venezuela: Se


consagra la inviolabilidad en sus personas, residencias particulares y oficiales, bienes
y documentos, y la inmunidad de la jurisdicción civil administrativa y penal del
Estado receptor, lo que no los exime de la jurisdicción del Estado acreditante, ello de
acuerdo a lo establecido en la Ley aprobatoria de la Convención de Viena sobre
relaciones Diplomáticas de l961.

Conforme el artículo 31, de la convención internacional, el agente diplomático gozará


de inmunidad de la jurisdicción penal del Estado receptor, en consecuencia no estará
obligado a testificar y su persona es inviolable. El artículo 29, ejusdem advierte que el
diplomático no puede ser objeto de ninguna forma de detención o arresto. El Estado
receptor le tratará con el debido respeto y adoptará todas las medidas adecuadas para
impedir cualquier atentado contra su persona, su libertad o su dignidad.

Los miembros de la familia de un agente diplomático, siempre que no sean


nacionales del Estado receptor, gozarán de la misma inmunidad diplomática de
acuerdo al artículo 37 del ya mencionado tratado internacional, y también están
protegidos por la inmunidad de jurisdicción, que estaría limitada al ejercicio de sus
funciones, los miembros del personal administrativo y técnico de las misiones
diplomáticas. El Estado acreditante puede renunciar expresamente a la inmunidad de
jurisdicción de sus agentes diplomáticos, de acuerdo con lo establecido en el artículo
32, del Tratado, siendo la forma de enjuiciar a estas personas por el Estado
venezolano.

De igual forma, los locales de la misión diplomática son inviolables, las autoridades
venezolanas, como Estado receptor no podrán penetrar en ellos sin consentimiento
del jefe de la misión. Los locales de la misión, no podrán ser objeto de ningún
registro, requisa, embargo o medida de ejecución, así como su mobiliario, archivos o
medios de transportes, que deberán ser protegidos contra todo ataque o intrusión, de
acuerdo a lo expresamente dispuesto en el artículo 22 de la Convención de Viena
sobre relaciones Diplomáticas. También están protegidas por esta inviolabilidad las
viviendas de los agentes diplomáticos. Esta inviolabilidad se extiende a su residencia
particular, sus documentos, su correspondencia y sus bienes, que sólo
excepcionalmente podrán ser embargados, (Art. 30).

Los Funcionarios Consulares: En relación a la inmunidad con que cuentan los


funcionarios consulares en Venezuela, existen ciertas prerrogativas, consagradas en
la Ley Aprobatoria de la Convención de Viena sobre relaciones consulares de l963,
que prevé la inmunidad de estos funcionarios, es así como el artículo 43 de ya
mencionado instrumento normativo, consagra la denominada “Inmunidad de
Jurisdicción”, que resguarda a los funcionarios consulares y los empleados
consulares, señalando que en materia penal no estarán sometidos a la jurisdicción de
las autoridades judiciales y administrativas del Estado receptor por los actos
ejecutados en el ejercicio de las funciones consulares.

Es por ello, que en caso de iniciarse un procedimiento penal en contra del cónsul o
de algún funcionario consular, si el delito no es grave, el funcionario no podrá ser
detenido preventivamente, ni sometido a ninguna limitación de su libertad, sin la
previa autorización del Estado que le envía. En caso de delito grave, opera las mismas
condiciones de los funcionarios consulares, en cuyo caso el Estado al cual pertenece
el funcionario consular puede renunciar, a la inmunidad del funcionario y en este caso
se procedería con su enjuiciamiento.

PRERROGATIVAS:

Respecto a los altos funcionarios: El Presidente de la República y otros altos


funcionarios, gozan de prerrogativas de acuerdo a lo establecido en el artículo 232 de
la Constitución de la República, que señala: “el Presidente o Presidenta de la
República es responsable de sus actos y del cumplimiento de las obligaciones
inherentes a su cargo”. Por tanto, no goza de exención alguna en relación a la
aplicación de la ley penal sustantiva. Sin embargo de acuerdo al artículo 266, numeral
2 de la misma Carta Fundamental, corresponde al Tribunal Supremo de Justicia
declarar si hay o no méritos para su enjuiciamiento y, en caso afirmativo, conocerá de
la causa el propio Tribunal Supremo, previa autorización de la Asamblea Nacional,
hasta la sentencia definitiva.

Asimismo, en lo que respecta al Vicepresidente de la República, a los integrantes de


la Asamblea Nacional, a los Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, a los
Ministros, al Procurador General, al Fiscal General, al Contralor General, al Defensor
del Pueblo, a los Gobernadores, a los Oficiales Generales y Almirantes de las Fuerzas
Armadas y a los Jefes de misiones diplomáticas, corresponde al Tribunal Supremo de
Justicia declarar si hay o no méritos para su enjuiciamiento y en caso afirmativo,
remitirá los autos al Fiscal General de la República o a quien haga sus veces, si fuese
el caso, y seguirá conociendo, hasta sentencia definitiva si se trata de un delito común
(artículo 266, numeral 3, ejusdem).

En relación a este procedimiento especial, se debe tener en cuenta lo previsto en


los artículos 376 y siguiente del Código Orgánico Procesal Penal y otras leyes
especiales. A los efectos del enjuiciamiento se requiere la previa querella del Fiscal
General de la República y la realización del antejuicio de mérito ante el Tribunal
Supremo de Justicia. Si se declara que hay mérito seguirá conociendo hasta sentencia
definitiva el Tribunal Supremo de Justicia como juez natural, de acuerdo a lo
expresamente señalado en el artículo 266 de la Constitución de la Republica.

Recibida la querella, El Tribunal Supremo de Justicia convocará a una audiencia


oral y pública dentro de los treinta días siguientes, para que el imputado responda. En
la audiencia el Fiscal General explanará la querella, seguidamente el defensor hará
sus alegatos, se admitirá réplica y contra réplica y el imputado tendrá la última
palabra. Concluido el debate el Tribunal Supremo tendrá cinco días para dictaminar si
hay o no méritos para el enjuiciamiento (artículo 379 del Código Orgánico Procesal
Penal).

Declarado el enjuiciamiento el funcionario público quedará suspendido o


inhabilitado para ejercer cualquier cargo durante el proceso (artículo 380 del Código
Orgánico Procesal Penal).

3.-Principio Real, de Defensa o Protección: De conformidad con este principio, la


ley penal aplicable a un hecho punible cometido en cualquier lugar lo sería la ley del
Estado cuyos intereses han sido lesionados por el hecho, ya se trate de una ofensa que
afecte directa o inmediatamente al Estado o a sus nacionales. Se aplica la ley del
Estado del sujeto pasivo del delito.

4.- Principio de la Justicia Mundial, de la Universalidad o Principio


Cosmopolita: De acuerdo con este principio, que encontraría su razón de ser en la
comunidad de intereses de orden internacional que son afectados por los hechos
punibles, cualquier Estado podría aplicar su ley penal y sancionar los delitos
cometidos por cualquier sujeto en cualquier lugar.

También podría gustarte