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La fascinante historia de las palabras –403–

VITOLFILIA
Hay colecciones para todos los gustos: que si navajas, pesebres, caracoles, barbies,
discos, platos, cucharitas, llaveros (que llaman Agustidofilia), etc. También existe
desde hace má s de un siglo la afició n a coleccionar los anillos de los tabacos. Que
se llama: Vitolfilia.
A mediados del siglo XIX la industria tabacalera cubana (aú n bajo Españ a) entró
en un período de apogeo que, en pocos añ os, multiplicó por diez el volumen de las
exportaciones. Y para distinguir las marcas y proteger de falsificaciones se idearon
cajas de madera contramarcadas y, después de 1870, los anillos o ‘vitolas’,
editados con gran lujo de diseñ o e impresió n en relieve. La sola fá brica de los
cigarros Romeo y Julieta llegó a tener hasta quinientos modelos diversos de
anillos.
Aú n no es claro el origen del vocablo: ‘vitola’, que segú n el DRAE quiere decir:
“anillo de tabaco”. Parece proceder de la palabra ‘bitola’, que se usaba en Portugal
desde comienzos del siglo XVII para indicar la medida de una abertura y, después,
la distancia entre los rieles. Pero, ¿có mo pasó de bitola (con b) a vitola (con v)?
El origen del nombre del coleccionismo está má s documentado. El fundador de la
“Asociació n españ ola de coleccionistas de cigarros puros”, Eduardo Cabezudo, le
buscó un nombre má s á gil al grupo y se le ocurrió (1949) partir de los anillos y
llamarla: Vitolfilia. La palabra pasó al inglés como ‘vitolphily’.

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