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Fuentes Clase 1:
1) William Mac Cann: fragmentos de Viaje a caballo por las provincias argentinas (1847)
Industrias pastoriles y agrícolas de Buenos Aires (sembrados de maíz y trigo).
Bueyes, ganados y rebaños de ovejas.
Morón.
Luján (Virgen).
Areco.
San Nicolás de Los Arroyos: ciudad más importante de la provincia después de
Buenos Aires. Comercio con Buenos Aires por vía fluvial o por carretera de
bueyes. 8000 habitantes. 20 leguas de la frontera con el indio. Fuerza de 700
hombres para detener las incursiones de los indios.
Paso a Santa Fe.
Estancia de don Tomas Armstrong en Buenos Aires.
Los soldados iban con una mujer.
Rosario. 4000 habitantes. Comercio con Montevideo. Puerto que utilizan las
provincias de Córdoba, Mendoza, San Luis.
“Después de Montevideo, Rosario está destinado a ser el puerto más
importante de esta parte de América”.
Convento Franciscano de San Lorenzo.
Fuentes Clase 2:
1) Domingo Faustino Sarmiento, fragmentos de Facundo o civilización y barbarie
(1845).
Tiene que haber un gobierno culto y ocupado por los intereses de la nación.
San Juan y Mendoza: gusano de seda.
Provincias del Norte: cultivos de azúcar.
Acusa al gobierno de “estúpido” ya que en lugar de dar trabajo a los hombres
los lleva a los ejércitos a hacer la guerra.
“Pero el elemento principal de orden y moralización que la República
Argentina cuenta hoy, es la inmigración europea”.
Sarmiento dice que la inmigración europea en 10 años sanaría todas las
heridas hechas por los “bandidos” desde Facundo hasta Rosas.
Solamente es necesario un cambio de gobierno.
Estados Unidos comenzó a rechazar extranjeros.
2) Domingo Faustino Sarmiento, fragmentos de Educación popular (1849).
Ejercicio del derecho electoral a todos los varones adultos de una sociedad.
Obligación de todo gobierno a proveer de educación a las generaciones
venideras.
El poder, la riqueza y la fuerza de una nación dependen de la capacidad
industrial, moral e intelectual de los individuos que la componen.
“las masas están menos dispuestas al respeto de las vidas y las propiedades a
medida que su razón y sus sentimientos morales están menos cultivados”.
No desaprueba la existencia de ejércitos permanentes.
Es muy seguro que, no educando a las generaciones nuevas, todos los defectos
de que nuestra organización actual adolece continuarán existiendo, y tomando
proporciones más colosales, a medida que la vida política desenvuelve
mayores estímulos de acción, sin que se mejore en un ápice la situación moral
y racional de los espíritus”.
“En los Estados Unidos la difusión de la lectura ha asimilado la manera de vivir
del rico y del pobre”.
3) Mariano Fragueiro, fragmento de Organización del crédito (1850)
Comerciante, financista y político.
No comunismo, no socialismo”. Sistema donde la propiedad sea libremente
poseída y usufructuada por el poseedor; pero que el gobierno la administre
durante la circulación con el mismo derecho, dominio y libertad con que
administra la propiedad pública.
La centralización de la propiedad pública, recibiendo todo el impulso
productor de que es capaz, y la más completa libertad a la propiedad privada.
Esta independencia de propiedades y derechos de lo público y privado, sería la
alianza del individuo con la sociedad: el perfecto socialismo, si se quiere, y
esperamos de él todos los favores que la industria puede dar.
El crédito público es la entidad que dará subsistencia a la organización de la
industria y de la que surgirán el orden, la libertad y la prosperidad.
4) Juan Bautista Alberdi, fragmentos de Bases y puntos de partida para la organización
política de la República Argentina (1852).
INTRODUCCIÓN: “Las trabas y prohibiciones del sistema colonial español
impidieron su población en escala grande y fecunda por los pueblos europeos,
que acudían a la América del Norte. Siendo ésa una de las principales causas
de su superioridad respecto de la nuestra”.
SITUACIÓN CONSTITUCIONAL DEL PLATA: “nos hallamos como en 1810 en la
necesidad de crear un gobierno general argentino y una constitución que sirva
de regla de conducta a este gobierno”.
“La República Argentina, simple asociación tácita e implícita por hoy, tiene que
empezar por crear un gobierno nacional y una constitución general que le sirva
de regla”.
“Así como antes colocábamos la independencia, la libertad, el culto, hoy
debemos poner la inmigración libre, la libertad de comercio, los caminos de
fierro, la industria sin trabas, no en lugar de aquellos grandes principios, sino
como medios esenciales de conseguir que dejen de ser palabras y se vuelvan
realidades”.
“La verdad es que no estamos sazonados para el ejercicio del gobierno
representativo, sea monárquico o republicano”.
“Sensatez del pueblo chileno”. Constitución monárquica en el fondo y
republicana en las formas.
El nuevo régimen debe contener algo del antiguo.
Como crear democracias en la realidad: “por la educación del pueblo, operada
mediante la acción civilizante de la Europa, es decir, por la inmigración, por
una legislación civil, comercial y marítima adecuadas; por constituciones en
armonía con nuestro tiempo y nuestras necesidades; por un sistema de
gobierno que secunde la acción de esos medios”.
“Estos países necesitan más de ingenieros, de geólogos, y naturalistas, que de
abogados y publicistas. Su mejora se hará con caminos, con pozos artesianos, y
no con periódicos agitadores o serviles”.
“La instrucción para ser fecunda ha de contraerse a ciencias y artes de
aplicación, a cosas prácticas, a lenguas vivas, a conocimientos de utilidad
material e inmediata”.
Importancia idioma inglés.
Importancia de la inmigración: libertad inglesa, cultura francesa, laboriosidad
del hombre de Europa y de Estados Unidos.
Firmar tratados con extranjeros en que den garantías de sus derechos
naturales de propiedad, de libertad civil, de seguridad, adquisición y tránsito.
Inmigración primero, educación después.
“La emigración espontánea es la primera y grande emigración. Nuestros
gobiernos deben provocarla”.
Tolerancia religiosa.
Ferrocarril, navegación y libertad comercial.
“El ferrocarril hará la unidad de la República Argentina mejor que todos los
congresos”.
“Sin el ferrocarril no tendréis unidad política en países donde la distancia hace
imposible la acción del poder central”.
Negociar empréstitos con el extranjero.
Ventajas y privilegios para las empresas extranjeras.
Navegación interior: a través de los ríos.
No matar el tráfico con aduanas interiores.
Nueva constitución: debe buscar atraer inmigrantes.
Se enumeran las garantías que constitucionalmente deben poseer los
inmigrantes.
El gobierno no debe estorbar. Dejar hacer.
“En América gobernar es poblar”.
La constitución que servía para el desierto que es Argentina, es la que haga
que deje de serlo en el menor tiempo posible y se convierta en país poblado
(esto según Alberdi).
“Para poblar el desierto, son necesarias dos cosas capitales: abrir las puertas
de él para que todos entren, y asegurar el bienestar de los que en él penetran:
la libertad a la puerta y la libertad adentro.
Fuentes clase 3
Fuentes clase 4
Fuente clase 8:
1) Partido Socialista, “Primer manifiesto electoral” (1896).
“Hasta ahora la clase rica o burguesía ha tenido en sus manos el gobierno del país.
Roquistas, mitristas, irigoyenistas y alemistas son todos lo mismo. Si se pelean entre
ellos es por apetitos de mando, por motivo de odio o de simpatía personal, por
ambiciones mezquinas e inconfesables, no por un programa, ni por una idea. Bien lo
demuestra en cada una de esas agrupaciones el triste cuadro de sus disensiones
internas.
Todos los partidos de la clase rica argentina son uno solo cuando se trata de aumentar
los beneficios del capital a costa del pueblo trabajador, aunque sea estúpidamente, y
comprometiendo el desarrollo general del país.
Fundamentalmente distinto de los otros partidos, el partido Socialista Obrero no dice
luchar por puro patriotismo, sino por sus intereses legítimos; no pretende representar
los intereses de todo el mundo, sino los del pueblo trabajador, contra la clase
capitalista opresora y parásita; no hace creer al pueblo que puede llegar al bienestar y
la libertad de un momento a otro, pero le asegura el triunfo si se decide a una lucha
perseverante y tenaz; no espera nada del fraude ni de la violencia, pero todo de la
inteligencia y de la educación populares.
El Partido Socialista Obrero sostiene la jornada legal de ocho horas, la prohibición del
trabajo de los niños menores de catorce años, y el salario igual para las mujeres y los
hombres cuando hagan un trabajo igual, medidas tendientes a mantener el precio de la
mano de obra, a asegurar a los trabajadores el reposo necesario, a moderar la infame
explotación de que son víctimas las mujeres, y a hacer posible la educación de los
niños.”
PROPUESTAS SOCIALISTAS:
Sufragio universal.
Separación de la Iglesia y del Estado
2) Leandro Alem, “Testamento político” (1896).
“He terminado mi carrera, he concluido mi misión… Para vivir estéril, inútil y deprimido,
es preferible morir. ¡Sí! Que se rompa pero que no se doble.
En estos momentos el Partido Popular se prepara para entrar nuevamente en acción,
en bien de la patria.
Esta es mi idea, éste es mi sentimiento, ésta es mi convicción arraigada, sin ofender a
nadie; yo mismo he dado el primer impulso, y, sin embargo, no puedo continuar. Mis
dolencias son gravísimas, necesariamente mortales.
¡Adelante los que quedan!
¡Ah! Cuánto bien ha podido hacer este partido si no hubiesen promediado ciertas
causas y ciertos factores… ¡No importa! Todavía puede hacerse mucho. Pertenece
principalmente a las nuevas generaciones. Ellas le dieron origen y ellas sabrán
consumar la obra. ¡Deben consumarla!”
3) Carlos Pellegrini, “Conferencia en el teatro Odeón” (1897).
El Partido Nacional, al levantar por segunda vez la candidatura del General Roca, no se
ha excedido en el homenaje, como no creyó excederse el Partido Nacionalista el 73 al
proclamar por segunda vez candidato al General Mitre, sino que ha elegido entre sus
hombres principales aquel el quien por diversas causas concurren más voluntades, sin
admitir que los puestos públicos que ha ocupado y que han contribuido a darle la
notoriedad que tiene importan una incapacidad política.
Se nos dice también que la reelección es contraria a nuestras tradiciones nacionales y a
la índole de nuestras instituciones, y creo poder demostrar que ambas afirmaciones no
son exactas. Han pretendido la reelección varios de nuestros Presidentes: Urquiza,
Mitre y Sarmiento; y si ninguno de ellos realizó su propósito no fue por resistencias a la
reelección, sino por otras causas que dieron la mayoría a sus adversarios.
No; la conservación en el Gobierno de los hombres de saber y de experiencia es y será
siempre más juiciosa que el cambio por placer de cambiar, que aleja a los viejos pilotos
para caer tal vez en manos inexpertas e incapaces.
4) Unión Cívica Radical, “Manifiesto del Comité de la Provincia de Buenos Aires” (1897).
“Sin duda alguna, es este uno de los momentos más solemnes y más graves de la vida
de nuestro partido, puesto que se ha resuelto modificar la ley fundamental de su
existencia.
Encarrilar dos partidos que han revelado distintas tendencias y que manifiestan tener
propósitos distintos, es no solo una transgresión a su fe política, sino también
neutralizar dos fuerzas que rechazan, acercar elementos para producir entre ellos la
anarquía, inutilizar la capacidad política de cada uno y esterilizar sus iniciativas
extraviando el criterio público.
Estamos plenamente convencidos de que la anormalidad e inestabilidad política de la
República son debidas a la falta de partidos orgánicos con creencias fundamentales y
propósitos definidos, y por lo tanto creemos que no puede esperarse ningún bien
público, si para ello ha de requerirse la destrucción del Partido Radical, que es el único
que tiene impreso ese carácter.”
5) Juan B. Justo, “La naturalización de los extranjeros es una necesidad y un deber” (1899).
El debate surge a partir de si conviene a los extranjeros italianos nacionalizarse
teniendo en cuenta que la Argentina es “gobernada por una oligarquía” y parece “no
importarle a nadie”.
A lo que Juan B. Justo responde:
“Pero si los extranjeros se unen según sus intereses y afinidades para tomar parte en la
política junto con los nativos de iguales afinidades e intereses, no habrá diversidad de
lengua, de educación, ni de tradiciones que puedan debilitar la fuerza de tan grandioso
movimiento. El resultado será la constitución de partidos orgánicos que, dominando en
el litoral, dominarán en el congreso y en el gobierno del país.
Lo que ha impedido hasta ahora que esto suceda no es la diversidad de lenguas y de
razas de la población de este país, sino su uniformidad en la ignorancia y la falta de
educación política.
La necesidad y el deber en que están los extranjeros de entrar en la vida política es para
nosotros evidente.
La cuestión está en que sepan para que y como deben entrar en ella”.
6) Joaquín V. González, “Discurso sobre reforma electoral” (1902).
Se puede, pues, señor Presidente, hacer deducciones nuevas de este otro cuadro
histórico del siglo XIX. Dos órdenes de hechos se imponen como resultados políticos y
como leyes sociales: el espíritu democrático, ensanchando siempre, por esfuerzo propio
y por vitalidad propia, el ejercicio del sufragio para el mayor número de hombres que
ocupan un territorio determinado; el criterio experimental de los políticos en los
consejos ejecutivos y en los congresos, traduciendo, como forma práctica, estas leyes
generales, en el sistema uninominal, como medio de dar realización eficaz a toda esa
amplitud de fuerzas electivas. Y extendiendo un poco más todavía el concepto de esta
ley histórica, podemos decir que la marcha general de la civilización durante el siglo XIX,
se manifiesta en el orden político, por las concesiones sucesivas que el legislador hace
al derecho del sufragio en una forma irrestringida y segura.
De aquí resulta esta intensa anomalía entre la transformación progresiva del espíritu
público y la inmovilidad del sistema político, lo que hace que se produzcan a cada
momento fenómenos nuevos; fenómenos sorprendentes en que generalmente es el
gobierno, son los poderes legislativos los que padecen en el juicio público, porque se
atribuye a insuficiencia de los que gobiernan, a falta de capacidad legislativa, lo que es
un resultado fatal de la falta de representación de la suma total de las energías
nacionales.
El defecto principal del sistema actual es alejar al elector del elegido; no establece
relación directa, inmediata, estrecha, entre la voluntad del elector y el representante,
desde el momento que el elector puede votar por una lista general sin conocimiento de
las personas que la constituyen, lo que hace que el voto sea mecánico, que la relación
sea puramente matemática, y que ningún calor, ningún impulso directo establezca esta
relación íntima. El resultado, pues, de este sistema anómalo es el que presenciamos
actualmente, y que en varias formas ha sido juzgado en esta misma Cámara: es la
indiferencia, es el desaliento, es el ausentismo de los comicios, que por todos los
medios posibles los gobiernos procuran corregir; pero no hay ley humana capaz de
transformar un estado del alma, porque el sistema vigente, al enfriar las relaciones
entre el origen del mandato y el mandato mismo, mata todo movimiento de la
voluntad, mata toda energía, y es ésta la razón por qué se eclipsan todas las fuerzas
sociales destinadas a contribuir a la formación del gobierno.
Pero no es esa la intención de nuestra Carta orgánica. Ella quiere, como he dicho, que
todos los ciudadanos argentinos sean llamados a participar en la formación de su
gobierno, y mientras no exista en toda la República la instrucción primaria, universal y
totalmente difundida, no podemos establecer como regla que sólo los que saben leer y
escribir tienen derecho al ejercicio del voto.
El sistema electoral que se propone realizar los mandatos de la voluntad nacional por
medios prácticos y eficaces, debe procurar establecer la menor distancia posible entre
la producción del mandato superior y la ejecución de ese mandato. Deben, por lo tanto,
los órganos regionales estar en comunicación más directa con el centro productor de la
voluntad.
El sistema propuesto, en cambio, al difundir los centros de acción, los focos directivos
de la actividad nacional, abre numerosas salidas a las fuerzas comprimidas, y en vez de
concentrar las explosiones del sentimiento popular, de todas las pasiones contenidas,
en un solo punto, las difunde, las multiplica, y les ofrece diversos derivativos.
7) Unión Cívica Radical, “Manifiesto revolucionario” (1905).
“Ante la evidencia de una insólita regresión que después de 25 años de transgresiones a
todas las instituciones morales, políticas y administrativas, amenaza retardar
indefinidamente el restablecimiento de la vida nacional, ante la ineficacia comprobada
de la labor cívica electoral porque la lucha es de la opinión contra los gobiernos
rebeldes, alzados sobre las leyes, y los respetos públicos, y cuando no hay en la visión
nacional ninguna esperanza de reacción espontánea, ni posibilidad de alcanzarla
normalmente es sagrado deber del patriotismo ejercitar el supremo recurso de la
protesta armada a que han acudido casi todos los pueblos del mundo en el continuo
batallar por la reparación de sus males y el respeto de sus derechos.
Mediante un sistema de punibles irregularidades, las provincias han sido convertidas en
meras dependencias administrativas. Los gobernadores invisten y ejercen la suma de
los poderes, y a su vez, se prosternan ante el Presidente de la República, quien, por el
hecho de serlo, adquiere prepotencia tan absoluta, que todos, hasta el Congreso y las
legislaturas se someten incondicionalmente a su voluntad para afianzarse en el cargo
que detentan, retomarlo si lo han perdido o conseguirlo si lo aspiran.
Desde la justicia y la instrucción, tan primordiales, como fundamentales, hasta el
ejército y las finanzas, todos los centros y ramas del gobierno, están en el caso
acusando descenso moral, incompetencia y abandono de los mas importantes intereses
de la patria.
El predominio de esta política egoísta y utilitaria, que mantiene sistemáticamente
clausurado el camino de las actuaciones dignas ha esterilizado las mejores fuerzas del
carácter y de la inteligencia argentinas. Han sucumbido las unas en el esfuerzo de la
lucha activa, en la protesta contra el régimen, se han rendido otras, víctimas del
descreimiento o faltas de valor cívico, y se extinguen las más en el ostracismo de la vida
pública impedidas de prestar a la Nación el servicio de su patriotismo y de sus luces.”
Fuentes clase 9:
1) Emilio Daireaux, fragmento de Vida y costumbres en el Plata (1888).
“El único sistema que la experiencia recomienda es el que expone al colono desde el
primer momento a la prueba más ruda, haciendo de esta suerte que ejercite sus
cualidades y que éstas se pongan de relieve. Consiste en venderle la tierra a bajo
precio, dándole largo plazo para el pago y en abandonarle a sí mismo.
El colono, para emprender el cultivo en semejantes condiciones, debe poseer el
conocimiento de su oficio y algunos recursos pecuniarios que le permitan hacer en la
tierra, que ha de pagar más tarde, las primeras instalaciones necesarias, preparar el
suelo y vivir entretanto que llega la cosecha. Este colono es más difícil de reclutar y de
convencer que los soñadores y los que no tienen oficio ni beneficio, que han fracasado
en numerosas tentativas y que creen descubrir, en sí mismos, agricultores ignorados y
colonizadores latentes. También es el más expuesto.
La solución se halla por completo en un sistema, hoy día generalizado, de protección
mutua y de enjambrazón, que hace de las colonias nuevas las hijas de las antiguas.
Estas proceden como las abejas; sacan de sí mismas los elementos de las colmenas
nuevas, cada una de las cuales constituye a su vez un centro nuevo de acción destinado
igualmente a formar futuros enjambres.
Salarios elevados, vida barata, éstos son los dos elementos de éxito fácil para el que
acaba de desembarcar y que le acercan a la realización de su sueño.
La asociación ha sido desde tiempo inmemorial el sistema preferido en todas las
empresas rurales de la Pampa.
El propietario ofrece su tierra, los medios para fecundarla, las semillas, los elementos
para edificar una habitación suficiente al colono que aporta su trabajo y el de su familia
y recibe en compensación el tercio, el cuarto o la mitad de los productos según la suma
que cada uno haya aportado.”
2) Heriberto Gibson, “La agricultura en la provincia de Buenos Aires (1890).
La provincia de Buenos Aires, situada tan felizmente, con su clima templado y
favorable, encabeza eminentemente todas las praderas de pastos naturales en el
mundo. Si bien se ha denominado una parte de la provincia de Victoria Australia feliz,
con más razón se debía nombrar la zona de la Pampa vieja “el paraíso de los ganados”.
No ha sido necesario para los ganaderos limpiar ni preparar la tierra para sus haciendas.
Más favorecidos que los primeros colonos de Australia y Nueva Zelanda, sólo han
tenido que traer sus rebaños y dejarlos multiplicarse.
Empero, las provincias hermanas, menos favorecidas que ésta, han establecido una
nueva industria, que hoy viene tomando proporciones titánicas. Se ven colosales
trigales donde hace pocos años el ganado vacuno apenas podía recoger un escaso
forraje. En aquellas ricas tierras que de mala gana producían un pasto duro y sin sabor
nace el trigo con un vigor inesperado y cada año se aumentan las enormes y valiosas
cosechas.
Haré dos preguntas y dejaré al lector que desarrolle sus deducciones. ¿Se encuentran
praderas con mejores pastos, o tan bien o mejor adaptables para el pastoreo que éstos
de Buenos Aires? En ninguna parte.
En la provincia de Buenos Aires la introducción de la agricultura tiene la significación
siguiente: dejar una fuente positiva de renta procedente del pastoreo, para buscar una
fuente posible en la agricultura.
Por lo tanto, el exterminio de los ganados para hacer lugar a la agricultura es pernicioso
para el país. Si la provincia es sobresaliente en el mundo por sus praderas, y en su
capacidad para producir cereales encuentra rivales en todas partes, no se debiera
vacilar en elegir. La industria en que sobresale es la industria que debería seguir.
Mas por esto el estanciero y el colono no deberían desistir de labrar la tierra. En la
combinación de la agricultura con el pastoreo está el secreto. Está reconocido por todas
las naciones europeas que donde el ganado consume los granos, pastos y otras
producciones de la tierra es donde la riqueza media alcanza su mayor cifra.
La agricultura sin el acompañamiento de los ganados nunca prosperará. En la unión
está la fuerza.
3) Benigno del Carril, “Praderas de alfalfa” (1892).
No de otra manera llegaremos a prepararnos convenientemente para resolver el
problema hasta hoy insoluble, de la exportación en grande escala de nuestros ganados
en pie, para Europa y el Brasil, si no contamos con prados naturales o artificiales de
reserva, que aseguren permanentemente el engorde de las reses en todas las
estaciones del año.
Siempre que sea posible, la siembra de alfalfa deberá hacerse en potreros alternados
con otros de pastos naturales, para el mejor aprovechamiento de los pastos artificiales.
De tal manera que, durante las estaciones lluviosas, o de fuertes hielos, puedan
trasladarse los animales de invernada a estos últimos, que con motivo de haber
permanecido desocupados y de reserva, se encontrarán en condiciones excelentes para
entretenerlos en buen estado hasta que sea oportuno devolverlos nuevamente a los
alfalfares a fin de que completen el engorde.
4) Eleodoro Lobos, “Apuntes sobre legislación de tierras” (1900).
La nación no debe vender tierras que no estén medidas, exploradas, estudiadas y
completamente habilitadas para el trabajo y la producción. Es lo que han hecho los
Estados Unidos, el Canadá y la Australia, y es precisamente todo lo contrario lo que
hemos practicado entre nosotros.
Al éxodo de la población rural hacia las ciudades, ha de seguir el éxodo de los
agricultores hacia el exterior, si no nos apresuramos a ofrecer la tierra al inmigrante
que quiera adquirirla en propiedad, o al trabajador que pretenda someterla a los
sistemas de cultivo moderno, aplicando en la mejora de su lote el capital que
esterilizara en la especulación ociosa de las grandes áreas.
Más que la cría de ganados es la labranza la que puebla de familias nuestros desiertos.
Ninguna razón extraordinaria ni urgente aconseja persistir en la enajenación a la
primera de esas industrias, de grandes extensiones territoriales que bien habilitadas
servirán para la prosperidad de la segunda. Aunque parezca una paradoja puede
asegurarse que nunca ha necesitado la ganadería latifundios en propiedad para vivir y
desarrollarse.
5) Godofredo Daireaux, “La estancia en los últimos treinta años” (1908).
El año 1878 marca el principio de una era de evolución extraordinaria en la estancia
argentina. Definitivamente, se acabó entonces el poder de los indios sobre la pampa,
quebrantado y deshecho por la doble expedición al desierto del doctor Adolfo Alsina y
del general Roca.
Y casi inmediatamente empezó el éxodo de las haciendas, de los campos de adentro
para los de afuera; de los campos de pasto tierno para los de pasto fuerte; de las
regiones, donde vivían oprimidas, en campos refinados, pero sumamente recargados y
de arrendamientos muy elevados, a comarcas lejanas, donde la holgura sustituía la
abundancia y calidad de los pastos, y donde prosperaron a las mil maravillas, hasta
llegar a decuplicar sus rebaños, muchísimos criadores, cansados de vegetar,
miserablemente en los campos de adentro.
Se puede decir que de 1878 a 1890 y algo más, duró ese período transitorio del éxodo y
de la población, sin mayor progreso, ni en el refinamiento, ni en los cultivos, ni en la
valorización de los campos. No diremos que no se iba ya produciendo movimiento
alguno en ese sentido, pero se producía lentamente, con esfuerzo constante, sin duda,
pero sin arranques bruscos ni sacudidas.
De 1890 a 1900, se ha tupido la población; los rebaños han crecido; la agricultura que,
en las tierras de adentro, va tomando gran incremento, acaba de echar afuera a los
criadores que no tienen campo propio; los arrendamientos suben. La penetración, cada
día mayor, de las vías férreas, hace que los dueños de campos lejanos principian a
tomar interés por ellos, porque ya los pueden visitar con toda comodidad; empieza la
industria agropecuaria a cundir; se prepara la tierra con trigo y maíz; se siembra alfalfa;
y la transformación es tan rápida, en los últimos años, que tratarla de asombrosa no es
exagerar.
Agreguemos, sin embargo, que para afianzar de una vez y para siempre la superioridad
ganadera argentina sobre la de nuestra gran competidora Australia, nos quedan por
emprender trabajos importantes y bien estudiados, de irrigación y drenaje.
Podemos vivir sin ellos; Australia, no. Pero si lo hiciéramos, sería otra conquista del
desierto: la tercera; pues la alfalfa está consumando la segunda.
6) Juan B. Justo, “Agricultura y latifundio” (1909).
Los latifundios argentinos de miles de hectáreas no sirven sino para criar ganado
salvaje.
Para la mayor eficacia de su labor, los trabajadores agrícolas necesitan, pues,
establecerse en el campo, en pequeños grupos, cada uno de los cuales constituye una
unidad productiva autónoma. Y ese grupo tiende a reducirse a los individuos que
componen una familia. Así es como el intercambio entre el hombre y el suelo se hace
más continuo y completo; buena parte de los productos agrícolas son consumidos en el
lugar de su producción, y los mismos residuos de la vida humana pasan a ser factores
de riqueza. La pequeña unidad agrícola, a la vez casa, taller y despensa para el labrador
y su familia, realiza condiciones normales de vida que estimulan la atención y el
esfuerzo del cultivador.
Como la técnica, la economía agrícola está directamente supeditada a las leyes de la
vida. Para extender, como para intensificar el cultivo del suelo, es preciso incorporarle
mayor cantidad de trabajo humano, es necesario que aumente la población trabajadora
del campo, y ésta no puede agregarse nuevas familias sino sobre la base de nuevos
establecimientos, a la vez haciendas y hogares. A esto responde los millones de nuevas
unidades agrícolas que aparecen en el mundo.