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MERCADO INTERNO COLONIAL:

El mercado interno colonial es el concepto que aplica Assadourian a la creación de un


nuevo espacio económico a partir de la relación entre los polos económicos del espacio
colonial, los cuales son los yacimientos mineros, centros y los puertos. Sobre la relación
de estos polos giraba toda la maquinaria colonial, permitiendo la circulación e
intercambio de bienes. La producción de plata, que se caracterizaba por ser la principal
y más importante exportación del territorio americano hacia Europa, fue importante para
el mercado interno previamente de lo que lo fue para el mercado mundial. El mayor
yacimiento de producción argentífera era el de Potosí. Este centro donde habitaban
miles de trabajadores en un principio indígenas, pero también españoles y mestizos,
tenia una alta necesidad de aprovisionamiento, no solo por la cantidad de trabajadores
que allí residían, sino también, por la necesidad de diversos tipos de productos tales
como abrigos, alimentos, bebidas como aguardiente o vino y diversos materiales para la
producción minera tales como mulas, ladrillos, madera, sebos, piedra y cal, entre otros.
Fue por ello por lo que a este centro se trasladaban una gran cantidad de indígenas de
distintos poblados del mundo andino con el fin de comerciar todos estos productos a
cambio de plata. Con las reformas impuestas por el Virrey Toledo, el mercado interno
no hizo mas que acrecentarse debido a la multiplicación de la producción argentífera y
que produjo una mayor atracción hacia el Potosí debido a la mayor necesidad de
aprovisionamiento. Cada economía regional estaba especializada en uno o dos
productos, luego de intercambiar estos productos por plata en potosí, las distintas
regiones intercambiaban la plata por productos elaborados en otras regiones, y, en
menor medida, por productos importados de España que se conseguían en ciudades y
puertos. Provocando así, un enorme flujo de plata y mercancías.

TRIBUTO INDIGENA

El tributo indígena es la base del vinculo entre el rey y los indios. En este “pacto”,
observamos que el indio con el fin de solicitar la protección del rey debía pagar este
tributo, haciendo esto, se convertía en vasallo y tenia derecho a esta relación reciproca.
Este tributo era un impuesto de tipo personal y es posible observar que con la crisis
demográfica del siglo XVI se produce una caída en la recaudación de los impuestos.
Caída que se estabiliza en el siglo XVII.
Por otra parte, limitar el pago de tributo sobre los indios era parte del pacto entre el rey
y los súbditos, ya que esto se encontraba dentro de la idea del bien común que era
definido por la conciencia real. Por lo tanto, podemos observar que el pago del tributo a
pesar de estar enmarcado en un pacto teóricamente reciproco, ejercía doble control
sobre la población indígena, tanto de manera económica como política. Inclusive, la
Iglesia también obtenía su parte de esta tributo mediante el sínodo, el diezmo y las
primicias.

MONARQUIA COMPUESTA

Monarquía compuesta es el termino atribuido por John Elliot a la monarquía española


debido a su objetivo de integrar a la gran cantidad de diversos pueblos, cada uno con sus
distintas leyes y privilegios bajo la autoridad de un mismo monarca y mediante un
aparato burocrático complejo y eficiente. Para lograrlo, la religión católica tuvo un rol
fundamental. Tanto por la misión de evangelizar a todos los pueblos pertenecientes al
Imperio Español como por la utilización de Dios como herramienta legitimadora del
rey. En esta monarquía, el rey era la imagen humana de Dios, quien representaba a la
justicia y le daba a cada uno lo que merecía.

Lo que buscaba construir esta monarquía compuesta, es la ilusión de unidad, a pesar de


las grandes distancias del imperio y del desconocimiento del rey por parte de un gran
porcentaje de la población. Para lograr esta unidad, además de la religión católica,
podemos observar que el mundo español de esta época era un mundo de múltiples
lealtades. Estas lealtades se reproducían en las relaciones personales en todos los niveles
de la sociedad, sin embargo, la mas importante de ellas era la lealtad suprema hacia la
figura del rey. El rey lograba así, ser monarca de cada súbdito y de cada lado del
Atlántico con el mismo poder.

REBELIONES ANDINAS 1779/83:

Fueron cuatro los principales núcleos de las rebeliones andinas: Chayanta, Cusco, Oruro
y La Paz. La primera de ellas en agosto del año 1780 se produjo en Chayanta. Luego de
que el indio comunero Tomas Katari viajara a Buenos Aires para intentar por la vía del
dialogo reclamar por los abusos del corregidor, volvió a Chayanta diciendo que el virrey
amparaba sus reclamos, esto produjo su encarcelación por parte del corregidor, lo que
desencadenaría una rebelión comunera cuando los indígenas demandaron al corregidor
Joaquín Alos la liberación de Katari. Unos 30 españoles y mestizos perderían la vida en
esta revuelta cuyo resultado sería la liberación de Tomas Katari y su consolidación
como líder Aymara. Más adelante, observamos en la rebelión de Cusco encabezada por
Tupac Amaru II, que este líder reclamaba poseer un origen incaico, de hecho, su
nombre proviene del ultimo inca Tupac Amaru I. Además, pertenecía a la nobleza india
con el rol de cacique, algo muy diferente al origen comunal de Tomas Katari. Por otra
parte, la rebelión ocurrida en Cusco se caracterizó por la alianza de múltiples etnias que
excluían a los españoles europeos e incluían a los criollos. Además, esta rebelión fue
llevada a cabo de manera violenta y es la única de las cuatro que da indicios de haber
tenido un planeamiento previo. Por su parte, los hermanos Rodríguez fueron quienes
lideraron la rebelión de Oruro. Estos hermanos no eran indios, sino que eran parte de la
facción criolla de la elite local y tenían disputas con los españoles europeos quienes
estaban desplazando a las elites locales. La rebelión estaba también compuesta por
múltiples etnias. Por último, la rebelión de La Paz liderada por Julián Apaza quien
adoptaría el nombre de Tupac Katari, sería la más violenta (lucha armada) e
igualitarista.

Ahora bien, en cuanto a las similitudes de estas cuatro rebeliones, podemos agrupar por
un lado a los casos de Chayanta y La Paz, y por el otro lado, los casos de Cusco y
Oruro. En el caso de Chayanta y la Paz observamos que las rebeliones son llevadas a
cabo por indios comunales que buscan un cambio en los corregidores. Además, los
movimientos contra corregidores, caciques y sus abusos hallaban sus “primeros pasos”
en las décadas de 1730 y 1740 y se profundizarían en las reformas borbónicas. Por otro
lado, las rebeliones de Cusco y Oruro coincidirían en su conformación multi étnica pero
no en el motivo de la lucha. Ya que la lucha llevada a cabo por Tupac Amaru II tenia
que ver con su reconocimiento como descendiente inca y la lucha de Julián Apaza se
relacionaba con cuestiones fiscales.

Por otro lado, hallamos diversas diferencias en la manera en que estas rebeliones fueron
llevadas a cabo. En el caso de Chayanta observamos que se combina la legalidad y la
acción violenta como medio de lucha. Esto es así ya que el objetivo de Tomas Katari era
una reestructuración del orden colonial y no su destrucción. Cosa que si ocurre en la
rebelión de Cusco donde se busca un nuevo orden político y eso explica la violencia
dada en esta rebelión. Por otro lado, en el caso de la rebelión del altiplano de La Paz,
observamos que, a pesar de ciertas similitudes con el caso de Chayanta, esta rebelión es
llevada a cabo directamente con el uso de la violencia, mediante la conformación de una
fuerza armada revolucionaria. Por último, en Oruro, como se mencionaba anteriormente
encontramos la presencia multiétnica como en el caso de Cusco, pero se busca una
reestructuración del orden colonial mediante masivas protestas.

ESPACIO ECONOMICO PERUANO

El espacio económico peruano encontró su mayor y mas importante producción en la


minería. Más precisamente, en la extracción de la plata en el centro minero más
importante de la época colonial, esto es, Potosí. Durante el siglo XVI, la producción de
plata potosina estuvo dividida en dos etapas, la primera corresponde a la técnica
indígena de fundición llamada huayra. La segunda, luego de las reformas impuestas por
el virrey Toledo, es el proceso del azogue. La primer etapa de la huayra, es la fase de
tránsito en la constitución del sistema económico peruano, ya que observamos que en
esta etapa la minería se vuelve la economía dominante en el territorio y además se
produce un sistema de mercado interno en el cual las diversas regiones del territorio
andino intercambian sus productos y mercaderías agrícolas a cambio de la plata extraída
de Potosí generando así una enorme circulación del metálico. Cabe aclarar, que este
sistema de la huayra consistía en la fundición de la plata en miles de hornillos
prehispánicos. El trabajo de fundición era llevado a cabo por indígenas libres que se
presentaban voluntariamente pero también por encomendados de los propietarios de las
minas. Más adelante, en la década de 1570, el virrey Toledo introdujo la innovación
técnica de amalgama basada en la técnica de Nueva España, generando una gran
multiplicación en la extracción y producción argentífera. Esto generó a su vez, una
expansión del mercado interno. Otro cambio importante instalado por Toledo, fue la
instauración de la mita. Inspirado en la antigua mita indígena, consistía en trabajo
coercitivo a destajo.

REPARTO DE MERCANCIAS

El reparto forzoso de mercancías oficializado en el año 1754, consistía en venderle


compulsivamente servicios importados a las comunidades indígenas. De esta manera,
tanto los corregidores como los curacas indios lograban enriquecerse, y, además, se
rompía la autosuficiencia altoperuana propia del mercado interno. Por otro lado, para
pagar estas mercancías los indios estaban obligados a vender sus productos y su fuerza
de trabajo aumentando así la mano de obra. De esto podemos concluir que el beneficio
de este reparto forzoso era de la corona española y de los comerciantes europeos. Sin
embargo, esta situación daría lugar más adelante a diversas rebeliones.

RENTA MITAYA

La renta mitaya funcionaba como un subsidio campesino a la renta minera. En este


sistema observamos que el Estado les proporcionaba trabajadores indígenas a los
empresarios mineros arrendatarios. El salario que reciben estos trabajadores mineros no
es el suficiente para su subsistencia, ya que apenas puede cubrir lo necesario para el
periodo en que el mitayo trabaja, es por eso, que la comunidad de origen del indio debe
mantenerlo en los periodos que no trabaja y también a sus hijos. Esta ganancia
extraordinaria obtenida por el empresario minero derivada de la baja inversión realizada
y el alto beneficio obtenido, es trasladada como renta al dueño de la mina. Por lo tanto,
queda claro que la renta mitaya proviene de la comunidad de origen del trabajador
mitayo.

SISTEMAS AGRARIOS COLONIALES

Las 2 unidades agrarias más extensivas de la etapa colonial son las haciendas y las
plantaciones. En el caso de las plantaciones, observamos que la fuerza de trabajo podía
ser de tipo permanente o estacional. Esta mano de obra permanente puede ser libre o
forzada, siendo generalmente forzada. Además, lo cultivado en estas plantaciones se
caracterizaba por ser un monocultivo destinado al mercado mundial. Por otra parte, las
haciendas se caracterizaban por la mano de obra indígena que podía ser tanto libre como
forzada y por diversos cultivos que se utilizaban para auto abastecimiento y algunos
mercados regionales. Por otro lado, en cuanto a la forma de producción, observamos
que en las plantaciones se utilizaban los ingenios donde se procesaba la caña de azúcar.
Estos ingenios requerían inversiones extranjeras y su ubicación geográfica se daba en
las costas marítimas. Los propietarios de las plantaciones se encontraban presentes en
sus cultivos y no eran de origen noble, sino que eran “gente común” que había logrado
enriquecerse. A diferencia de esto, las haciendas también buscaban el
autoabastecimiento a la hora de conseguir los insumos. Ejemplo de esto es la
producción artesana que se daba dentro de la misma hacienda y que también funcionaba
como salario para los trabajadores. Además, encontramos diversos tipos de producción
debido a los diversos cultivos. En cuanto a las similitudes, observamos que el
surgimiento de ambos sistemas agrarios se produce a través de concesiones reales.
(Falta lo de pequeña producción).

PACTO

El pacto, es un vínculo político que los indios lograron establecer a pesar de las
múltiples pesadumbres de su vida diaria. En este pacto, se buscaba lograr la idea de
“comunidad perfecta” en la que los diversos miembros a pesar de sus diferencias
económicas y sociales se ayudan mutuamente. Sin embargo, a pesar de esta ayuda
mutua y esta “comunidad perfecta”, encontramos una jerarquía dentro de la sociedad.
En ella, el súbdito se somete a un superior quien busca el bien común. Por lo tanto, el
sometimiento del súbdito no es por coacción sino por la ley, ya que la ley indica como
justo buscar el bien común y como injusto buscar el bien particular. Además, la ley debe
ser justa porque proviene del poder de Dios. A partir de aquí, se establece el pacto entre
el rey y la comunidad. El papel del monarca consiste en garantizar la justicia y asegurar
los derechos de cada individuo y asegurar la paz. Por su parte, la comunidad debe pagar
el tributo que funciona como la base para pedir la protección del rey. Convertirse en
tributario era convertirse en vasallo.

CORPA

La corpa fue un método de resistencia indígena ocupado por los indios minga. Estos
son, indios libres, mas capacitados que los mitayos para la realización de tareas mas
“finas” y específicas y además eran trabajadores voluntarios y asalariados. La corpa
consistía en que además del salario, los indios minga se quedaban con una cuota de la
producción de plata. Esta pieza de mineral era la mejor, y luego era comercializada en el
Qhatu, un mercado indio de minerales. Sin embargo, a pesar de que los indios lo
consideraban un derecho, era considerado un robo para los dueños de las minas quienes
tuvieron que aceptar esta práctica a regañadientes. Para finales del siglo XVI, el
mercado indio de minerales constituía el 25% de la producción de plata. Sumado a esto,
se extendió como una estrategia económica que abarco la totalidad del país.

ECONOMIA POLITICA DE DEPENDENCIA


Desde finales del siglo XVI y en las primeras décadas del siglo XVII, se pasó de un
régimen basado en la explotación de Ayllus a un sistema de dependencias voluntarias.
Lo que permitió el “éxito” de este sistema de explotación, fue organizar la coacción en
favor de los que mandan y garantizar que los explotados “necesiten” de los
explotadores. A través de la explotación del ayllus y comunidades económicamente
autónomas mediante el uso de la fuerza física y de medidas coercitivas como el pago de
tributos y el sistema de mita, los indios pobres necesitaban trabajar para los
colonizadores para atender obligaciones económicas del ayllu o para escapar de ellas. A
partir de aquí, los ayllus comenzaron a perder autonomía económica tanto por la perdida
de mano de obra como de medios para producir. Además, observamos también la
utilización de mano de obra yanacona y de una economía mercantil que fomentaría el
deterioro de la autonomía del ayllu. A partir de esta economía política, se dio una
creciente diferenciación económica entre los indios. Los más pobres dependían del
trabajo asalariado para agar deudas y los indios “con éxito” eran aquellos que podían
acumular ganancias y a su vez satisfacer una nueva clase de necesidades de tipo
hispánico.

VISION DE STERN EN EL CASO DEL AZUCAR

Stern comienza su análisis admitiendo que el caso del azúcar es un ejemplo mas
afortunado que el de la plata potosina respecto al paradigma de sistema mundial de
Wallerstein. Esto es así ya que la producción circuncaribeña de azúcar presenta rasgos
de una periferia pura. Esto es, mano de obra esclava (periferia) para gobernantes
capitalistas ausentes (centro). Sin embargo, Stern se interroga si es efectivamente el
sistema mundial lo que provoca este trabajo esclavo en las plantaciones caribeñas. Para
responder a esta pregunta, Stern mediante los análisis de Stuart Schwartz realiza lo que
él considera como tres hallazgos. El primero de ellos es que desde 1530 a 1580, los
portugueses probaron cinco formas de trabajo distintas. De estas estrategias, solo la
última tuvo que ver con el trabajo esclavo africano y las cuatro anteriores se
relacionaron al trabajo amerindio. El segundo hallazgo es que desde 1580 en adelante,
se observa que el papel de los indios americanos en la economía es mucho mas
importante de lo que se creía. Por último, el tercer hallazgo hace referencia a
condiciones locales, estas son, una epidemia entre 1562 y 1563 y una rebelión general
india en 1567. Stern nos dice que estas cuestiones locales sirven para entender la
preferencia por la mano de obra esclava africana. Por lo tanto, todos estos aspectos
producen que Stern considere como imposible poder hablar de capitalismo o feudalismo
en las relaciones económicas coloniales.

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