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El contexto previo:
UNITARIOS: Oligarquía terrateniente y portuaria
- Principios del siglo XIX
- Mirada eurocentristas en su perspectiva cultural
- Partidarios del libre cambio y la centralización portuaria.
- Alianza político-económica con Inglaterra.
- Visión de gauchos como barbarie natural americana e indios y negros como
salvajes. Elementos obstaculizadores de su proyecto político-económico y cultural.
LO POBLACIONAL/social
- INMIGRACION y migración interna (población de Bs. As pasa de 287 mil a 649 mil
en 1895, 800 mil en 1900, 1.5 millones en 1910, 2.254.000 en 1930).
- Ley de inmigración y colonización 1876 (busca atraer inmigrantes): "Los extranjeros
gozan en el territorio de la Nación de todos los derechos civiles del ciudadano;
pueden ejercer su industria, comercio y profesión no están obligados a admitir la
ciudadanía, ni a pagar contribuciones forzosas extraordinarias". Hotel de inmigrantes
y pasaje gratuito al lugar del trabajo.
- El inmigrante no solo pensado como mano de obra sino como modelo cultural
- La gran mayoría de los inmigrantes se ubican en el litoral. Migraciones internas
desde las periferias al centro no por el desarrollo industrial en BS.AS sino por las
escasas oportunidades que brindaban las provincias.
- Movimiento Obrero fundacionales en nuestro país y surgimiento del sindicalismo
(Españoles, Italianos, Alemanes). Anarquismo (centros culturales, Grupos teatrales,
periódicos) y Socialismo (están de acuerdo con la participación parlamentaria). Ley
de Residencia en 1902 (legislación que busca controlar los sectores obreros, todo
aquel con ideologías opuestas a los sectores oligárquicos era perseguida,
encarcelado y enviado nuevamente a su país)
JAURETCHE | FORJA
La “intelligentzia” y el coloniaje
(La “intelligentzia” es una clase social compuesta por personas involucradas en
complejas actividades mentales o creativas, orientadas al desarrollo y diseminación de la
cultura, incluyendo intelectual y grupos sociales cercanos a ellos. Es la “elite intelectual”.)
La política inglesa buscó la balcanización (fragmentación, división) del Río de la Plata para
el cumplimiento de sus objetivos, lo cual coincidía con el pensamiento de las “minorías
ilustradas” cuyo presupuesto teórico era formar Europa en el Río de la Plata. Sólo interesa
señalar la coincidencia entre la ideología de las “minorías ilustradas” y aquella política
imperial británica. Estas dos políticas debían coincidir porque el pensamiento llevaba
fatalmente a eso: al achicamiento del hinterland geográfico (zona de influencia terrestre de
un puerto, o la existente alrededor de una ciudad o de una infraestructura logística) para
facilitar la desnaturalización del resto destinado a crear un país nuevo de trasplante.
La caída del partido federal es la desaparición de la presencia del pueblo en el
estado, en el orden político y la victoria de los hombres de Buenos Aires importa el
establecimiento de una oligarquía que cumplirá la política del progreso sin la incómoda
presencia de las demandas populares, sumergidas junto con el país real. La lucha termina
en Caseros con la victoria de los unitarios, y el país real es sepultado, y con él su pueblo.
Este resultado se conforma a las condiciones mundiales del siglo XIX y el liberalismo, y
conforme a él se desarrolla nuestra economía y sociedad. El país fue adscripto al
liberalismo económico cosmopolita, fundado en la división internacional del trabajo, en que
a nosotros nos tocaba cumplir las condiciones de granja queridas por Gran Bretaña. De ahí
provino la característica de nuestro “progresismo” parcializado en una sola dirección, el
desarrollo sólo agrícola-ganadero, que contrasta con el “progresismo” de Estados Unidos,
que, como punto de partida básico en su política económica liberal enfrenta la división
internacional del trabajo, no acepta constituirse en un país suministrador exclusivo de
materias primas y emprende su desarrollo integral.
El Progreso se cumplió bajo la dependencia rural del capitalismo británico. Durante
el largo periodo del régimen el país progresó. Progresó en la dirección querida por Gran
Bretaña. Se limitó constantemente la posibilidad de un desarrollo integral, la diversificación
de la producción agropecuaria y, desde luego, todo proceso industrial. El comercio libre
destruyó las industrias artesanales del interior y la dirección imperial de nuestra política
económica y financiera estrangularon toda tentativa de desarrollo capitalista propio que no
estuviera dirigido a la función abastecedora imperial. Una política económica de esta
naturaleza concurría a asegurar el mercado de exportación y un reducido consumo interno
para los productos agropecuarios; un reducido poder de compra interno para que este
mercado no incidiera en el precio de las exportaciones. Así, se llamaban “saldos
exportables” a los faltantes del consumo popular. Era el paraíso de la divisa fuerte y el
pueblo débil, y 1910 es su momento cumbre, la euforia de la granja constituida como
nación.
El yrigoyenismo
Entretanto, el país ha crecido en población y los descendientes de los inmigrantes
que suplantaron a los nativos se multiplican, con los restos del criollaje, en los sin trabajo,
que ya no tienen cabida en la sociedad agropecuaria, llegada a su nivel tope, mientras
también piden su papel en el Estado los de las clases intermedias, necesarias a la
economía de granja, y que quieren consolidarse.
El radicalismo expresa una nueva forma de la realidad nacional con la conciencia
intuitiva de lo que le conviene y no le conviene. En Yrigoyen encuentra su conductor; él no
es un teórico, pero intuye las demandas sociales, económicas y culturales de esa realidad.
Este desarrollo apareja la necesidad de una política social de ascenso popular que el
gobierno estimula y la apertura del país hacia una forma de pensar nacional que da sus
frutos en la política externa y que intenta la conquista de los instrumentos de cultura, uno de
cuyos episodios es la Reforma Universitaria.
Necesidad de FORJA
Veníamos coincidiendo parcialmente y paralelamente con los restos del
yrigoyenismo se respondieron más tarde a la denominación genérica de “intransigencia”. En
el momento inicial, nuestra tentativa se limita al propósito de reencauzar el radicalismo para
devolverlo a su sentido nacional y enfrentamiento de fondo con la oligarquía gobernante y el
sistema de dependencia colonial. Pero esto exigía una nueva estrategia y nuevas tácticas
porque ya el radicalismo, después del levantamiento de la abstención, se ha convertido en
una fuerza colaborante de la tarea que cumple el justismo en el gobierno. Esto nos llevó a
no participar en las luchas internas del partido y dirigirnos al país por encima y más allá de
los radicales.
Así hay un nutrido sector de forjistas que retornan a las luchas internas del
radicalismo y quedan militando en sus sectores intransigentes. A través de ellos se ejercerá
la acción de pensamiento de FORJA en el seno del viejo partido, pues si han dejado de
constituir parte activa de la misma han de continuar siendo vehículos de nuestro
pensamiento en el campo de las ideas. Lo que podíamos influir en el radicalismo ya estaba
logrado en vastos sectores de la intransigencia, pero su aferramiento a la forma política, a
las luchas internas de comités y a la disputa de posiciones le impedía toda acción coherente
con lo que FORJA representaba como estrategia política. La denominación “radical” había
dejado de ser un vehículo de contacto con el pueblo al desnaturalizarse su significación y
quedar como expresión formal. En este alejamiento de sectores radicales está contenido el
fracaso de la tentativa de FORJA, para realizarse a través del radicalismo.
FORJA fue una construcción hecha sobre la marcha sólo una tentativa para aportar
los elementos de una futura doctrina nacional, pero que esencialmente su tarea fue
construir hacia afuera y hacia dentro una visión nacional de los problemas con carácter
dinámico y adecuado a las demandas cambiantes de la realidad. Percibimos que lo que hay
que enfrentar son los modos de la “intelligentzia”: lo que FORJA aportará a la formación de
las ideas argentinas no es una ideología o doctrina, es esencialmente un modo, una
manera, un método para encarar nuestros problemas. Y ese método es simplemente ver la
Argentina desde la Argentina, en función de su realidad y de sus necesidades inmediatas y
no desde afuera y en función de doctrinas abstractas, de ideologías transferidas desde el
exterior en función de realidades y necesidades ajenas.
Recapitulando
Fuera de las manifestaciones más intuitivas y espontáneas del radicalismo
yrigoyenista, todos los planteos políticos se hacían en función de las opuestas ideologías,
con una visión del país de afuera hacia adentro. Se era liberal, se era marxista o se era
nacionalista partiendo del supuesto que el país debía adoptar el liberalismo, el socialismo o
el nacionalismo y adaptarse a él, partiendo del supuesto doctrinario importado,
reproduciéndolo y forzando a la naturaleza acondicionarse a él.
La tarea de FORJA fue contribuir a una comprensión en que el proceso fuera inverso
y que las ideas universales se tomarán solo en su valor universal pero según las
necesidades del país y según su momento histórico las reclamasen, utilizar las doctrinas y
las ideologías y no ser utilizado; hacer del pensamiento político un instrumento de creación
propia desde la Argentina y para la Argentina.
De ahí su trascendencia y la influencia que ha tenido en el pensamiento político y
por qué los que ya hace años dejamos cumplida esa tarea consideramos nuestra labor
realizada. Tampoco fuimos antiimperialistas por razones doctrinarias de carácter universal,
sino porque comprobábamos el hecho imperial que se oponía al desarrollo de nuestro país
y a la felicidad de nuestro pueblo. También era elemental graduar la significación de los
hechos en función de lo propio y no de su magnitud exterior, pues los acontecimientos
exteriores tenían entonces más resonancia e influencia en la opinión que los internos y así
nuestra “intelligentzia” postergaba todas las reclamaciones argentinas a los reclamos que
venían de afuera.
Creo que FORJA hizo desde el punto de vista histórico, el análisis acertado de la
dinámica de nuestra historia y puso en evidencia lo que Scalabrini Ortiz llamaba “la política
invisible” y la mano extranjera que manejaba sus hilos; dio a la política argentina un
lenguaje y un método esclarecedor que a su vez hizo coherente en pensamiento nacional y
lo delimitó en dos campos, reales y locales; no elaboró una doctrina porque entendió que
está tenía que realizarse desde la realidad y por el conocimiento de la misma. Y porque
cumplió esa tarea la semilla que sembró trascendió de su pequeña fuerza política al
movimiento de 1945, que la expresó más acabadamente, y gravita en la formación mental
de vastos sectores de ciudadanos que desde todos los sectores políticos se acercan a la
comprensión del hecho primario y elemental, que es la necesidad de ver los problemas del
país como tales y no en función de las doctrinas e ideologías, que son simples abalorios
destinados a sacarnos de nuestros objetivos concretos.
FORJA fue frontalmente al encuentro de una superestructura cultural de base
colonialista, que desviaba la visión y el planteo de los problemas argentinos; creó la
necesidad de analizar nacionalmente la validez y la eficacia de las doctrinas y soluciones
importadas; contribuyó a dotar a los movimientos populares de masa de una conciencia
más clara de sus objetivos, y para hacerlo tuvo que ir creando sobre la marcha, como se ha
dicho, atisbos, rumbos y sobre un método y hasta un vocabulario y un estilo.
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Convocatorias nacionales
- La dictadura casi nunca dejó de proponer llamados belicistas nacionales contra un
enemigo construido por ella:
- Primero fue la llamada “guerra contra la subversión”
- Luego la “guerra contra Chile” 1978
- Después enemistad contra aquellos que promovían una “campaña anti-argentina”:
familiares de desaparecidos y exiliados
- Por último la Guerra de Malvinas (abril de 1982 hasta 20 de junio)
- Era la necesidad de presentar un enemigo frente al cual convocar a los argentinos.
- Se explica por: 1. Presentarse como régimen de excepción, 2. La competencia
interna por el poder 3. congraciarse con la sociedad y construir la imagen de una
nación cohesionada por intereses transversales y 4. Las huidas hacia adelante.
El final
- Fracaso de Malvinas – Crisis económica (economía abierta y quebrada) – estallido
de protesta social
- Diferentes interpretaciones del fin de la dictadura: discusión acerca de democracia
conquistada desde abajo o cedida desde arriba por el corrimiento de una dictadura
fracasada.
- Militares abandonaron el poder en un contexto de repudio y descrédito social
- La dictadura abrió un ciclo en materia de modelo de acumulación capitalista pero
cerró otro en lo referente a golpes de estado en argentina