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UNIVERSIDAD AUSTRAL- FACULTAD DE DERECHO

La Actualidad de las
bases de Alberdi para la
Constitución Nacional
Monografía de Derecho Constitucional
Argentino
Sabrina D’Angelo

Profesores: Santiago, García Mansilla, Lau Alberdi, Landera, Nolazco y Nazabal


Índice

1. Introduccion 3

2. Acción Civilizadora Europea y la inmigración como medio de progreso para América


del Sur. 4

3. Libertad de Culto, Religión y el catolicismo apostólico romano. 6

4. Forma de Gobierno: Unidad o Federalismo. 8

5. Educación y la necesidad de alinearlas a los intereses. 9

6. Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y Poder Judicial. 10

7. Conclusión 11

8. Bibliografía 12

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1. Introducción:

Al hablar sobre la obra de Alberdi y la importancia que tuvo su figura para la historia
argentina tanto en los pensadores argentinos como en la inspiración de la Constitución
Nacional, es elemental describir su propia vida. Juan Bautista Alberdi nació en San
Miguel de Tucumán el 29 de Agosto de 1810, en una familia que apoyaba fuertemente
la Revolución de Mayo y qué mismo su padre frecuentaba al general Manuel Belgrano.
Quedo desde muy joven al cuidado de sus hermanos mayores, quienes lo apoyaron en
sus estudios en Buenos Aires; y aunque abandono prematuramente sus estudios,
continúo con la lectura de pensadores europeos como Rousseau y su gusto por la música.
Estudio en la Universidad de Buenos Aires en la carrera de Leyes, y aunque durante el
mandato de Rosas, se vio forzado a buscar un escape de la presión intelectual del
régimen rosista en Córdoba, finalmente se recibió de Bachiller en Leyes.

Desde 1932 los intelectuales que se reunían en la librería Marcos Sastre formaban la
llamada Generación del 37’ en el Salón Literario, y en conjunto con Juan María
Gutiérrez, Esteban Echeverría, José Mármol, Miguel Cané; formo un grupo que se
adhirió a los ideales de la democracia liberal, continuaron lo establecido en la
Revolución de Mayo, y dieron las bases para la organización del país en el contexto de
la división entre Unitarios y Federales.

Fue uno de los principales opositores al gobernador Juan Manuel de Rosas, se negó a
prestar juramento, se enfrento a la Mazorca y eso lo llevo al exilio en Montevideo,
Uruguay. Las ideas de organización nacional, constitucionalismo, y la oposición
periodística contra el gobierno despótico de Rosas caracterizo su estadía allí, mientras
publicaba y escribía diarios y sátiras. Luego de residir en Paris por varios meses, donde
estudio a Montesquieu y los modelos de constituciones americanos, volvió a América y
se asentó en Valparaíso, Chile. Es desde ese mismo lugar donde el estudio de las
Constituciones, se dedico a preparar una para la Argentina luego de la derrota en la
Batalla de Caseros; el día de hoy esa obra se conoce como “Bases y puntos de partida
para la organización política de la Republica Argentina”, editado por el periódico
Mercurio de Valparaíso. Le suceden ediciones y ampliaciones con un proyecto de
Constitución formal que toma a la Constitución de Estados Unidos y la Argentina de
1826.

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Recorriendo las páginas del texto que tratare en esta monografía, ya desde el prologo
es claro la intención de crear una organización que sirva para la Argentina de ese
presente y del futuro; rechazando elementos anticuados, obstáculos, e intentando ver
realísticamente como conformar la política del país:

Me propongo en el presente escrito bosquejar el mecanismo de esa ley, indicar


las violaciones que ella recibe de nuestro sistema político actual en la América
del Sur, y señalar la manera de concebir sus instituciones, de modo que sus fines
reciban completa satisfacción.

El espacio es corto y la materia vasta. Seré necesariamente incompleto, pero


habré conseguido mi propósito, si consiguiese llevar las miradas de los
estadistas de Sudamérica hacia ciertos fines y horizontes, en que lo demás será
obra del estudio del tiempo… (Alberdi, 1853. p. 6).

Entonces, me propongo a encontrar puntos de encuentro entre la actual Constitución


y las propuestas de Alberdi, entendiendo de qué manera se aplicaron sus ideas, la
realidad de ellas, y su rol como “bases” en la Republica Argentina.

2. Acción Civilizadora Europea y la inmigración como medio de progreso para


América del Sur.

Los capítulos XIVy XV destacan el rol de la inmigración europea civilizadora en la


construcción de un pueblo. Describe la situación actual del país como despoblado,
inculto, y sin preparación. Consideraba que había que superar la visión negativa contra
los europeos, ya que era de ellos mismos que la Argentina había adquirido todo lo que
tenía hasta ese momento:

Recordemos a nuestro pueblo que la patria no es el suelo. Tenemos suelo hace


siglos, y solo tenemos patria desde 1810. La patria es la libertad, es el orden, la
riqueza, la civilización organizados en el suelo nativo, bajo su enseña y en su
nombre. Pues bien; esto se nos ha traído de Europa: es decir, la Europa nos ha
traído la noción del orden, la ciencia de la libertad, el arte de la riqueza, los
principios de la civilización cristiana. La Europa, pues, nos ha traído la patria, si

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agregamos que nos trajo hasta la población que constituye el personal y el
cuerpo de la patria. (Alberdi, 1853. p 38).

Tanto en ese momento, como en la actualidad, negar la influencia de la civilización


de Europa es absurdo. Por eso el autor reconoce fácilmente que la ayuda para completar
la cultura incompleta es necesaria; no solo porque “e estamos lejos de vencer en los
campos del pensamiento y de la industria” (Alberdi, 1853. p.37), sino porque también
alimentar el rencor y el miedo de la esclavitud obstruye la prosperidad. Aun más, es
imperativo que se resuelva esas circunstancias y enfrentar la petición de América de
población y prosperidad desde ese mismo origen.

La actual historia y la presente constitución argentina reflejan exactamente esos


capítulos. La gran ola se presento a finales del siglo XIX y hasta mitades del siglo XX y
luego de la Segunda Guerra Mundial, continuamos con una fuerte llegada de europeos.
Mayormente fueron italianos, españoles, ucranianos, polacos, rusos, irlandeses,
franceses, etc.; y fueron ellos quienes formaron generación a generación descendientes
que aun consideran sus raíces extranjeras. El impacto que tuvo económicamente fue
inmenso, dando prosperidad y exportaciones comerciales prometedoras con las
posibilidades de trabajar desde en la zona litoral, la pampa gringa, a los trabajadores de
los puertos y talleres industriales. Las condiciones en la Argentina de 1880, con la
presidencia de Roca incluyo medidas como la pacificación política, el desarrollo de la
economía, los cambios estructurales y institucionales del país dieron camino a que la
inclusión de estos inmigrantes rindiera fruto. Se instalo, societalmente, también una
tradición italiana y española mayoritaria, un crecimiento y desarrollo de la educación y
las artes, formando desde el hogar una familia tal como Alberdi describía. Los
progresos hechos en este territorio no pueden verse sin el merito total o parcial de la
inmensa población dispuesta a trabajar, o con una formación y preparación diferente
que la local.

Comente anteriormente que existe una conexión con la Constitución, y no es


casualidad que el autor dedique tantas páginas a formalizar esta propuesta en diferentes
modos. El articulo 25 abarca específicamente una de las bases más centrales de la
identidad nacional argentina de la actualidad y de la historia de nuestra conformación
como país: “El Gobierno federal fomentará la inmigración europea; y no podrá

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restringir, limitar ni gravar con impuesto alguno la entrada en el
territorio argentino de los extranjeros que traigan por objeto labrar la tierra, mejorar
las industrias, e introducir y enseñar las ciencias y las artes.”

Sin embargo, no solo nos detenemos en la inmigración, sino en la insistencia de


Alberdi de reconocerles derechos, garantizándolos en su proyecto a todos los habitantes
de la Confederación, sean naturales o extranjeros, dedicándole el capítulo III de
Derecho Público deferido a los extranjeros y defendiendo un plan inmigratorio
espontaneo y verdadero. Desde ese lugar, el actual artículo 14 de la Constitución
Nacional expone: “Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos
conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio; a saber: De trabajar y ejercer toda
industria lícita; de navegar y comerciar; de peticionar a las autoridades; de entrar,
permanecer, transitar y salir del territorio argentino; de publicar sus ideas por la
prensa sin censura previa; de usar y disponer de su propiedad; de asociarse con fines
útiles; de profesar libremente su culto; de enseñar y aprender.”

Esto, según el autor, no puede ser logrado sin garantizarles seguridades de que en
nuestro país existe futuro; y para eso propone que las leyes civiles deban remover los
obstáculos del matrimonio mixto, simplificar la obtención de un domicilio, darles gozo
de derechos civiles, etc. La expresión actual de ser un país “construido por inmigrantes”
evidencia esta base.

3. Libertad de Culto, Religión y el catolicismo apostólico romano.

Al abrir la primera pagina de la Constitución ya queda claro la postura de la Nación


Argentina sobre el tópico: se invoca la protección de Dios en el Preámbulo como fuente
de razón y justicia, y se sostiene el culto católico apostólico romano. Luego el artículo
14 y 20 se dedican a formalizar la libertad de culto. Estos tres puntos formaron un tema
muy desarrollado en la obra de Alberdi, evidenciado parcialmente en: “La religión debe
ser hoy, […] el primer objetivo de nuestras leyes fundamentales” y “La religión, base de
toda sociedad, debe ser entre nosotros ramo de educación, no de instrucción. Practicas y
no ideas religiosas es lo que necesitamos…” (p.33).

Para la idea de inmigración que tenía en mente, era necesario incorporar y garantizar
la convivencia relacionada con el culto; ya que la discriminación por su religión era un

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obstáculo para poblar el desierto. Critica fuertemente a las Constituciones
contemporáneas a el por dar por exclusivo el culto católico, mientras que igual agradece
a Europa por “plantar la cruz de Jesucristo en la América antes gentil”. Hay una división
muy clara que el abogado hace para enfrentar la necesidad económica y cultural, porque
distingue entre los intereses económicos y la intervención religiosa. Sin embargo habla
del culto como la conformadora de cultura, moralidad, y base de toda la sociedad.

Los tres elementos mencionados al comienzo de este apartado, sobre la actual


consideración en la Constitución, cumplen la postura de Alberdi al reconocer que al
final del día, Dios es el que dio todo lo que tenemos, incluyendo la razón y la justicia.
Continua alineándose y “consagrar el catolicismo como religión de Estado; pero sin
excluir el ejercicio de los otros cultos cristianos.” (p. 58) La Iglesia se ergio como un
importante grupo social y político, se mantiene hasta el día de hoy la total libertad para
disponer de cualquier religión, mientras que contrariamente se ha removido en la
reforma de 1994 la limitación religiosa para acceder al cargo de presidente, y ya existe
una clara división entre el Estado y la Iglesia.

El uso de palabras es importante al analizar artículos o declaraciones sobre


proposiciones, y al hacerlo sobre el texto de Alberdi se abren dos tópicos importantes: el
ateísmo y las religiones no cristianas. Sobre una cita referida en el párrafo anterior se
puede notar que se especifica sobre no excluir los otros cultos cristianos, dejando
abierto o sin respuesta cultos ajenos al cristianismo. Al mismo tiempo, Alberdi toma de
Kant la exclusión de los ateos, fundada en la necesidad de ética y valores en la sociedad
política para que los acuerdos de esta puedan respetarse y tener real consideración.

En la actualidad la separación entre Estado e Iglesia desde un proceso más intenso de


secularización política e institucional se puede ver con el acuerdo de 1966 y el
reconocimiento del libre y pleno ejercicio del poder espiritual, como de su jurisdicción
en el ámbito de su competencia. El trato preferencial continua en la realidad, con
diversos modos de cooperación y comunicación que está enmarcado en la historia
argentina como un pueblo que se declaro mayormente católico apostólico romano. Esta
separación se entiende con ejemplos como la ley de divorcio, el matrimonio civil, la ley
de matrimonio igualitario, las discusiones en el congreso sobre aborto, etc.

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Podemos concluir que sobre este tópico, las ideas de Alberdi expresadas en el artículo
3 y 16 son transmitidas a nuestra presente Constitución

4. Forma de Gobierno: Unidad o Federalismo.

A través de los capítulos XIX, XX, y XXI de las bases, se expone la temática de la
forma de gobierno. Considerando la historia argentina, viendo las dos posturas, las
batallas perdidas y ganadas de ambos lados, y sin olvidar como la Confederación se
unió; Alberdi defiende una postura principalmente federalista. Clarifica una cosa que a
mi parecer me resulta interesante incluir: “La idea de una unidad pura debe ser
abandonada de buena fe, no por vía de concesión, sino por convencimiento. Es un
hermoso ideal de gobierno, pero en la actualidad política de nuestro país, imposible en
la práctica.” (p.66) ¿Qué significa esto? Un tema recurrente al describir a la Argentina
en el texto es “el espacio de doscientas mil lenguas cuadradas en que se deslié” un
millón de habitantes; es decir, la extensión del territorio. Comparaciones con modelos
unitarios y federales de otros países es difícil por la distinta conformación del espacio y
la población, Europa está mucho más concentrada, y lo local tiene más desarrollo para
ejercerse. Igualmente la decisión de conformar un gobierno federal ya estaba tomada en
la derrota de Rosas, no se debate el modo sino las características de ello.

Para Alberdi, éramos incapaces de ejercer un modelo “perfecto” porque éramos


pobres, incultos y pocos. Pero nos vemos obligados al federalismo desde que la
Revolución de Mayo destruyo un gobierno unitario y no lo remplazo por otro de
carácter central. Un punto medio, mixto es necesario para incluir las provincias como
origen de la alianza conformadora, y el todo como nación que somos.

¿Cómo se ve esto reflejado en la Constitución? En las relaciones entre las provincias y


el gobierno federal, en el articulo 1 y todos los que refieran a las cualidades del
gobierno federal, en que todos los poderes no delegados se lo quedan las provincias en
su carácter de poder originario, en el modelo de control de la constitucionalidad difuso,
en el mantenimiento del Congreso y en el respeto que se mantiene en la actualidad a la
autonomía de las provincias. Alberdi expresamente comienza su proyecto de
Constitución explicitando la conservación de la soberanía no delegada, pero prosigue a
declarar algo que en la actualidad nunca pudo ser: “Todo gobierno nacional es

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imposible con la capital en Buenos Aires”: que parte de un primer asentimiento a que
sea capital pero en la re-edición cambio de postura. Alega que ya no hay monopolio del
acceso al mar por razones comerciales desde que se desarrollo la navegación por los
ríos, y el hecho de que Buenos Aires retuvo la representación de políticas exteriores de
todas las provincias unilateralmente con sus propios intereses. Para el abogado, que
Buenos Aires sea capital dificultaba retirarle a esta provincia el monopolio de las
ventajas y control de las rentas de las otras provincias. “Hacer a Buenos Aires cabeza
de un gobierno nacional sería lo mismo que encargarle de llevar a ejecución por sus
propias manos la destitución de su gobierno de provincia.” (p. 95)

En este aspecto, no solo Capital Federal sigue siendo la capital del país, sino que hasta
se le reconoció autonomía en ciertas aéreas en la reforma de 1994 como Ciudad
Autónoma de Buenos Aires. No solo eso, sino que la presión se mantiene al considerar
que la gran mayoría de funcionarios públicos, presidentes y cargos públicos de alto
rango son originarios de C.A.B.A o Provincia de Buenos Aires.

5. Educación y la necesidad de alinearlas a los intereses.

El jurista comienza distinguiendo instrucción y educación, para luego describir que


tipo de aprendizaje debe tener y fomentar el país. El brindar cultura y conocimiento sin
que tenga aplicación o necesidad real de la población brindara ningún fruto, el hombre
que trabaja del campo tiene poco interés inmediato en aprender sobre ciencias
filosóficas. Pues de este modo, Alberdi propone un desarrollo del comercio, de la
industria, y de los hábitos de trabajo que se corresponda con las empresas de producción
que darán los puestos de trabajo. La educación e instrucción por sí sola no lograría nada
por sí sola. Por eso el rol de los inmigrantes como fuente de civilización y ejemplo
serviría como construcción de cultura en un pueblo terriblemente abandonado de esas
enseñanzas. Partiendo de eso, Alberdi habla de ciencias practicas, conocimientos con
utilidad material inmediata que logre hacer frente al atraso.

Su artículo 32 para brindar instrucción gratuita sostenida con fondos nacionales, y la


especial atención a los ámbitos comerciales e industriales fueron sostenidos en los
numerosos colegios técnicos, industriales, de perito mercantil que luego sucederán. El
desarrollo de la industria argentina como proceso será y sigue siendo un importante

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elemento en los procesos históricos, en los modelos de incentivo a ellos y en la
importancia económica del país. Era inevitable que con el paso del tiempo, ciertos
procesos y cambios tecnológicos y un crecimiento del país cambien las prioridades
totalmente; ya que ahora el futuro se orienta a brindar valor agregado, y no producir
materia prima. En este sentido Alberdi tuvo presente que modelo de desarrollo tomar,
como mantener una educación pública y gratuita que aunque no tiene mucho prestigio
en los niveles primarios y secundarios, si se alza en la Universidad de Buenos Aires.
Luego podemos especificar en los artículos 5, 75, y 125 de la C.N para referirnos a la
educación en el país.

6. Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y Poder Judicial.

El autor defendía un presidencialismo fuerte, pero partía de la Constitución para


darle el poder que debía tener. Le atribuye la firma de tratados con el extranjero para
lograr garantías naturales, la capacidad de ejercer el orden constitucional, de efectivizar
esa representación democrática. Sobre esto la actualidad y la crítica de la concentración
de poder del Poder Ejecutivo tiene mucho para aportar, ya que efectivamente la
realidad nos habla de un Presidente con mucho poder real y político, que aun con
limitaciones de la reforma constitucional de 1996, hoy amenaza constantemente la
división de poderes. Sobre este mismo cargo, Alberdi expresa su preocupación sobre la
acefalia de presidente, y los hechos históricos son suficientes para mostrar evidencias
de cuan imperativo es contar con un líder que legitime la representatividad y tenga las
disposiciones para manejar el país. Si comparamos los artículos del proyecto de este
autor y la sección del Poder Ejecutivo de nuestra Constitución, casi que se encuentran
palabras exactamente iguales; exceptuando el modo de elección de este.

Por otro lado, el Poder Legislativo encargado de hacer las leyes y con especial
atención al Congreso, es otro punto de contacto en el tópico que se cumplen con la
actual realidad: la conformación de dos cámaras con representación del pueblo y
provincias, la superación del antagonismo federal y unitario, la atribución de facultades
y las limitaciones que ejerce sobre el Poder Ejecutivo. Casi que no existe tópico sobre
el cual no se requiera de la aprobación del Congreso para continuar. La elección de esta
temática no es casual, ya que ahora mismo en la atmosfera política, el Congreso es la
fuente de representación más diversa y especifica con la que contamos.

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Por último, el Poder Judicial es el más diferente con las características que le atribuye
la constitución: el delega a la jurisprudencia la complementación de las leyes, el
reconocimiento de derechos posteriores, la derogación de leyes, etc. y dirige a la Corte
Suprema y los tribunales federales el control de constitucionalidad difuso. No hace
especificaciones en quienes y como pueden acceder a este cargo, los detalles de las
atribuciones de la Corte Suprema. En la actualidad se continua manteniendo el modelo
que él propone, con especificas, y hasta se agrega el Consejo de la Magistratura como
aquel que brinde procedimiento, administración de recursos, reglamento, y disciplina a
este Poder Judicial.

7. Conclusión

La similitud entre la Constitución y su proyecto para ella es muy alto, y es fácil


distinguir que artículos reciben directa influencia de su figura desde Chile, ni siquiera
redactor de ella. Pero personalmente creo que el mayor aporte es en la descripción y
justificación que realiza de cada paso y cada temática; defendiendo valores que datan
desde mucho antes que la Revolución de Mayo y siendo realista con las necesidades del
país para crecer. Una lectura actual tal vez revela ciertas ideas que no hay forma de
mantenerlas en la actualidad, pero que en su momento fueron avanzados para la
precariedad de la Confederación. Aunque numerosos factores como la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, las guerras mundiales, los enfrentamientos
políticos, ideales y separaciones que aun tenemos por diferentes razones amenacen a
nuestro pueblo, las bases por las que se tomaron siguen estando. Alberdi propuso la
Constitución para ordenar el proceso político, pero muchas veces hoy en día creo que
es el proceso político quien dispone de la Constitución. La posibilidad de reforma, la
cuestionable falta de control efectivo y la concentración de poder del presidencialismo
todavía son elementos latentes y lo seguirán siendo. Pero el hecho de que el nombre de
Alberdi esté presente en las grandes figuras políticas, lo leamos al aprender más del
Derecho Constitucional Argentino, y lo transitemos diariamente por la avenida de la
ciudad refleja la importancia que tuvo en algo tan simple como escribir un texto.

E imposible olvidar luego de los numerosos golpes de Estado y dictaduras, las


violaciones a la Constitución, porque allí se aprecia el rol que tiene nuestra constitución
en mantener la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer

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a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la
libertad de nuestro país.

8. Bibliografía

Alberdi, Juan Bautista. 200 años. Juan Bautista Alberdi: Bases. EAMP S.A. 1. Historia
Política Argentina 1853, Buenos Aires.

Parada y Errecaborde. Constitución de la Nación Argentina y Tratados Internacionales.


ERREIUS 1era Edición. 2015, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

D’Angelo Sabrina. Apuntes de Clase de Derecho Constitucional Argentino. 2022.

Mariana Alicia Pérez, De Europa al Nuevo Mundo: la inmigración europea en


Iberoamérica entre la Colonia tardía y la Independencia, Nuevo Mundo Mundos Nuevos,
2012. Extraído de: https://journals.openedition.org/nuevomundo/63251

(Domingo 29 de agosto de 2021) Juan Bautista Alberdi: sentó las bases para organizar
la Patria. Argentina.gov.ar https://www.argentina.gob.ar/noticias/juan-bautista-alberdi-
sento-las-bases-para-organizar-la-patria

Pigna, Felipe. Juan Bautista Alberdi. El Historiador.


https://www.elhistoriador.com.ar/juan-bautista-alberdi/

El Camino de los Inmigrantes. Argentina.gov.ar


https://www.argentina.gob.ar/interior/migraciones/museo/el-camino-de-los-inmigrantes

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