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Resumen Final Medieval:

Clase 1:
García de Cortázar: La alta Edad Media
 Año 395: el emperador Teodosio le entrega a sus hijos un imperio dividido en dos
partes: Oriente, capital en Constantino (Constantinopla); Occidente, capital en Ravena.
 250 años mas tarde aparece el islam con una serie de conquistas en Oriente Próximo y
el norte de África.
 Año 750: tres áreas económicas, políticas y sociales: Occidente latino, Imperio Bizancio
y el islam.
 Reinos romano-germánicos: 380: El imperio romano se declara cristiano/ 395: Imperio
romano se divide/ 406: Ingresan los pueblos germánicos.
 Cierre comienzos del siglo VII con la irrupción del poder islámico y la aparición de unos
cuantos reinos bárbaros.
 Villae esclavistas convivieron con un espacio cada vez más laxo e inestable.
 Economía: disminución del comercio y fortalecimiento de economía arraigada a
espacio rural local.
 Difusión del cristianismo.
 5 grandes rasgos de la crisis del Imperio Romano: La pérdida de funciones por parte de
las ciudades; La ruralización de la vida; La debilitación de las relaciones de tipo público
en beneficio de las de tipo privado; El creciente peso de la fiscalidad imperial; y la
difusión de religiones menos cívicas y colectivas y más salvíficas y personales,
particularmente, el cristianismo.
 La penetración de los bárbaros en el Imperio romano adoptó dos modalidades:
entradas toleradas e invasiones propiamente dichas.
 La entrada de estos godos en el Imperio se produjo en el año 376, cuando cruzaron el
río Danubio en una acción provocada por la presión de los hunos.
 Dos años después, los invasores, quejosos de que los romanos no cumplieran sus
promesas de instalarlos, se sublevaron y en 378 aplastaron al ejército imperial en
Adrianópolis. La batalla, con el triunfo de la caballería goda sobre la infantería romana,
inauguró una nueva época en materia de estrategia militar y composición de los
ejércitos. La derrota y la muerte del propio emperador Valente en el campo de batalla
fueron decisivas para que su sucesor, Teodosio, estableciera un pacto con los godos.
 Agustín de Hipona y su discípulo Paulo Orosio escribieron, respectivamente, su Ciudad
de Dios y sus Siete libros de historia contra paganos. Para ambos, las invasiones podían
ser tanto un instrumento que permitiera a otros pueblos conocer la verdadera fe como
una prueba que recordara a los cristianos que no debían poner su esperanza en la
ciudad terrena sino en la celeste.
 En 476, Odoacro, jefe hérulo, del conglomerado huno, depuso al emperador Rómulo
Augústulo y envió las insignias imperiales a Constantinopla. Con ese gesto desaparecía
el Imperio romano de Occidente. En su lugar, una serie de «reinos» bárbaros parecían
heredar su autoridad y funciones.
 Las modalidades de asentamiento de los pueblos germanos en el solar del Imperio de
Occidente habían sido tres. Una, la más antigua, la penetración de inmigrantes en
grupos familiares o fracciones de pueblos que buscaban un lugar para asentarse como
colonizadores. La segunda, la conquista, seguida de expoliación. Y, por fin, la tercera
forma, y más común, la firma de un foedus con el Imperio por el que se aplicaba al
pueblo germano el derecho de hospitalidad. Los germanos eran tratados como aliados
contra otros enemigos y a cambio recibían unos medios de vida, bien en forma de
vales para comida y alojamiento, bien en forma de instalación en un territorio.
 Si la población era escasa, el poblamiento resultaba laxo e inestable. Laxo porque la
población había abandonado las ciudades desde el siglo III y se había instalado en el
campo en pequeñas unidades familiares y reducidas aldeas, muchas de ellas
integradas en las Villae o grandes explotaciones. Inestable por las condiciones políticas
y por las propias características de los edificios, construidos con elementos frágiles y
baratos que facilitaban su cambio de ubicación.
 Situación de las ciudades: La frágil pervivencia de las ciudades fue, sin duda, uno de los
rasgos de los reinos que sucedieron al Imperio romano. Desde el siglo III, las ciudades
habían ido perdiendo población en beneficio del campo. Y, con la población, perdieron
sus funciones. El viejo sistema que combinaba urbs ordenadora y territorium ordenado
desde ella, que había constituido uno de los pilares de la organización social del
espacio en época imperial, entró decididamente en crisis. En su lugar, apenas se
mantuvieron unas cuantas ciudades, rodeadas por la muralla e invadidas por campos
cultivados y pequeños rebaños de ovejas y cabras, que servían de asiento a algunas
sedes episcopales y que anunciaban el modelo de ciudad altomedieval.
 El comercio no sólo disminuyó, sino que, sobre todo, cambió de carácter. Ya no se
trataba, como en la época del Imperio, de abastecer la población de las grandes
ciudades, sino de proveer de objetos pequeños y de mucho valor, joyas, libros,
marfiles, sedas, vestimentas litúrgicas, a una minoría de ricos.
 La revalorización del campo como escenario de vida y de la tierra como forma de
riqueza explica la estructuración de la sociedad en función de las propiedades rústicas.
 La encomendación al patrocinium, al patronato, de un poderoso constituyó una
segunda fórmula de búsqueda de seguridades reales. Conoció dos modalidades. Por la
primera, que llamaríamos rural, un pequeño propietario se encomendaba al poderoso
y le entregaba sus tierras, de las que, desde ese momento, se convertía en colono. Por
la segunda modalidad, el encomendado se comprometía a prestar un servicio de
armas. Cada terrateniente, cada señor, empezando por el rey, se rodeó así de un
grupo de fieles armados. Eran, con distintos nombres según los reinos, los vassii o
vassallii, los vasallos.
 El conjunto de los dos elementos, llevar armas y combatir a caballo, se convirtió en
criterio de jerarquización de la sociedad de los reinos bárbaros y, después, de la
Europa medieval en general.
 las ceremonias de entronización y coronación, unas veces, o de sacralización del
monarca por la unción, otras, trataron de presentar al rey como una persona por
encima del resto de los mortales, dotada incluso de poderes sacerdotales. Ello no pudo
evitar que sus competencias (militares, fiscales y judiciales) fueran apropiadas por los
miembros de la aristocracia.
 De tales competencias, en lo que toca a las judiciales, los germanos habían aportado
una concepción del derecho cuya práctica a la hora de juzgar a un acusado no se
basaba en las pruebas testificales sino en la credibilidad del reo, que dependía del
escalón que ocupara en la jerarquía social.
 REINOS GERMANOS: De un lado, los que dejaron escasas huellas en el espacio en que
se instalaron: vándalos, suevos, ostrogodos y lombardos. De otro, los que
constituyeron el embrión de futuros desarrollos nacionales: francos, anglosajones, o
fijaron una larga memoria de unidad perdida, los visigodos.
 CRISTIANDAD: La creación de una Cristiandad germanorromana, que solemos llamar
latina, fue un proceso que culminó en el siglo VIII. Entre los años 451-452, fecha del
Concilio de Calcedonia y de la mediación del papa León I ante Atila, y 754, año de la
muerte de san Bonifacio, evangelizador de los germanos, y de la unción de Pipino el
Breve por el papa Esteban II, se fueron creando las bases de la Cristiandad occidental
de época carolingia y, en general, medieval.
 La primacía universal del obispo de Roma, que los germanos no tuvieron
inconveniente en aceptar, fue discutida desde la parte oriental del antiguo Imperio.
Las relaciones entre Roma y Bizancio se vieron, en efecto, comprometidas, entre otros,
por dos series de problemas. De un lado, las aspiraciones del patriarca de
Constantinopla a titularse ecuménico y reivindicar el carácter universal de su
autoridad. De otro, las diferencias entre Roma y Bizancio en relación con la
controversia monofisita, que no habían quedado saldadas en el Concilio de Calcedonia
del año 451.
 El hecho sirvió para acelerar la identificación del papa de Roma con el espacio de
Occidente.
 El reto asumido por el papado del siglo VI y, en concreto, por Gregorio Magno, en
orden a la conversión de las conciencias, incluía tres grandes grupos de destinatarios:
los bautizados miembros de la Iglesia de Roma, los arrianos y los paganos.
 La cristianización de los reinos bárbaros, pese al esfuerzo de obispos, monjes y
misioneros, fue una empresa muy larga. Por expresarlo con palabras de un historiador,
«en Europa, en los siglos V a VIII, se bautizó mucho pero se convirtió muy poco».
 Además de la difusión del cristianismo como modelo religioso, en los siglos V a VIII, la
Iglesia de Roma se encontró ante el reto de decidir los rasgos del corpus cultural que
aspiraba a transmitir a los pueblos de Occidente. El debate sobre la composición de
este corpus cultural hundía sus raíces en la disputa sobre si un cristiano debía aceptar
o no la herencia intelectual de un mundo que no había conocido al Dios verdadero,
sobreentendiéndose que esa herencia implicaba dos niveles.
 El debate entre las dos posiciones, de acogida y rechazo de una cultura pagana, se fue
saldando con la aceptación de la tradición grecorromana. A comienzos del siglo V se
fijó para siglos el curriculum de las llamadas siete artes liberales, compuestas por el
trivium (gramática, retórica, dialéctica) y el quadrivium (aritmética, geometría, música
y astronomía). La distribución de los contenidos y su base lingüística latina supusieron
a la vez el triunfo del enciclopedismo frente al pensamiento original y la sustitución del
griego como idioma de cultura en Occidente. En poco tiempo, el latín se convirtió en
lengua litúrgica y cultural, y pereció como lengua viva.

Wickham: Europa en la Edad Media


 Imperio Romano de Occidente: Conquistado por diversos reinos.
 Imperio Romano de Oriente: Continuo hasta el siglo XV bajo el nombre de Imperio
Bizantino. En este siglo cayó en mano de los turcos otomanos.
 Turcos otomanos que utilizan las bases administrativas de los romanos y Bizancio. Por
lo cual se puede considerar que el imperio romano perduró hasta la primera guerra
mundial.
 Dicho en pocas palabras, lo que sucedió en el siglo V en el imperio romano de
Occidente fue que las incursiones bárbaras procedentes del norte, pese a haber sido
un acontecimiento habitual durante buena parte de la historia de Roma, provocaron
esta vez una dislocación política, ya que un conjunto de ejércitos que no se tenían por
romanos se apoderaron de las diferentes provincias de Occidente, creando en ellas
otros tantos reinos independientes.
 En el año 500, los Balcanes, una región situada en la parte oriental del imperio,
volvieron a quedar bajo el control de Roma. Sin embargo, en la zona occidental, las
cosas eran muy distintas.
 En esta región, un sector del grupo godo a cuyos miembros damos el nombre de
visigodos tomó las riendas no solo de la porción de la Galia (es decir, de la actual
Francia) situada al sur del Loira, sino que se hizo también con el poder en la mayor
parte de España; otra sección del pueblo godo —a cuyos integrantes conocemos como
ostrogodos— se adueñó de Italia y de los Alpes; los burgundios tomaron el valle del
Ródano; los vándalos conquistaron el norte de África (esto es, los territorios que hoy
forman Túnez y Argelia); un puñado de reyezuelos francos se instaló en buena parte
del norte de la Galia; y el sureste de Britania, una provincia que los romanos ya habían
abandonado de facto a principios del siglo V, quedó en manos de una serie de
diminutas comunidades tribales a las que conocemos con el nombre genérico de
anglos y sajones (es posible que ellos mismos se atribuyeran esa denominación).
 La inestabilidad política en que se hallaba sumido el Occidente del siglo V en el que los
jefes militares gobernaban en nombre de emperadores ineptos, y en la mayoría de los
casos debían su relevo a la violencia, no contribuyó en nada a facilitar el complicado
malabarismo de utilizar por un lado a los bárbaros y de tratar por otro de conservar
una ventaja estratégica sobre ellos. Da la impresión de que los acontecimientos
superan muy a menudo a los dirigentes políticos, que quedan rezagados al utilizar
soluciones propias de la década anterior y fracasar al aplicarlas a la que les ha tocado
vivir.
 A partir el siglo I d. C., el imperio romano se vio constantemente expuesto a sufrir
golpes militares: hacía ya mucho tiempo que sus ejércitos tenían un carácter
multiétnico y daban cabida a un gran número de efectivos venidos de las provincias
fronterizas, de modo que el cambio más importante, al menos hasta ese momento, era
que los cabecillas de los ejércitos situados en los límites del imperio, o justo al otro
lado de los mismos, empezaron a atribuirse el título de reyes.
 Los reyes empezaron a depender más de los ingresos que les proporcionaban sus
propias tierras, que en todas partes tenían una extensión enorme (como siempre
había ocurrido con la tierra imperial), que, de la recaudación de impuestos, excepto en
materia de aranceles comerciales. El fundamento económico de la acción política dejó
de gravitar sobre el sistema fiscal para pasar a basarse enteramente en la posesión de
tierras.16 Esto supuso una ruptura, no solo con el pasado, sino también con lo que se
hacía por esa misma época en los estados del Mediterráneo oriental y meridional, es
decir, entre los romanos de Oriente (o los bizantinos) y los árabes.
 Los reinos pos romanos eran estados, pese a que muchas veces fueran realmente
débiles.
 La cultura de lo público, la política asamblearia, el cristianismo y su red de obispos, el
paulatino desvanecimiento del sistema fiscal y el comienzo de una política basada en
la posesión de tierras, la disminución de las riquezas de la aristocracia, el
surgimiento de un campesinado más independiente, y la simplificación del sistema
económico: todos estos son los rasgos que definen el carácter de los reinos
posromanos. Y lo mismo puede decirse del ejército, integrado ahora por
terratenientes y dirigido por cabecillas que ya no pertenecen a la aristocracia civil, lo
que en adelante no solo habrá de traer consigo una notable militarización de los
valores aristocráticos sino que definirá una situación llamada a mantenerse durante
el resto de la Edad Media, e incluso después de ella. Y a la inversa, la educación
literaria de las élites civiles romanas irá perdiendo importancia.
 Los francos eran con mucho la potencia más fuerte de todo el Occidente posromano.
 El reino de los francos era lo suficientemente grande como para que la riqueza y el
poder no estuvieran únicamente en manos de sus monarcas, sino también en las de
sus principales aristócratas. Los nobles más acaudalados poseían una extensión de
tierras superior a la de las élites de cualquier otro lugar de la Europa de la época,
incluido el imperio romano de Oriente, más tarde bizantino. Los aristócratas francos
no solo daban por supuesto que eran más poderosos que todos sus vecinos, también
se tenían por hombres de mayor virtud.
 El sistema político franco era el más sólido del Occidente posromano. Pese a su
aspecto desvencijado y su carácter frecuentemente violento, tenía mucho aguante.
 Sin embargo, y a pesar de que sus monarcas fueran insólitamente ricos para lo que era
habitual en el mundo posromano, el reino de los francos no edificó su sistema político
sobre cimientos fiscales. Además, la base de sus ejércitos fue dependiendo cada vez
más de los séquitos armados de los aristócratas. Por consiguiente, los reyes tenían que
gobernar con el consentimiento de esas élites, y los gobernantes que optaron por no
atender a esta regla tácita, como le ocurriría a Childerico II en 675, y también a
Brunilda en sus últimos años, podían ser liquidados.
 Nos hallamos ya muy lejos de la complejidad, la coherencia y la opulencia del imperio
romano. En el año 700, ninguno de estos estados recurría ya con seriedad y
generalización suficientes a la recaudación de impuestos, y por consiguiente las pautas
del gobierno presentan un aspecto mucho más simple. También la economía se vio
reducida a una situación de muy superior sencillez (aunque en el norte de la Galia se
conservaron más redes de producción e intercambio que en las demás regiones,
circunstancia que se corresponde bien con la mayor riqueza de sus élites). Es probable
que, en los reinos mediterráneos, la economía tocara fondo en el siglo VIII. Pero este
no era un mundo de entidades aisladas —siempre hubo interconexiones, y
movimiento, entre los distintos reinos.
 Es preciso tener en cuenta que se trataba, sobre todo, de un mundo de gobiernos
estables. Los tres reinos posromanos utilizaban técnicas de gobierno que, además de
estar basadas en la elaboración de documentos escritos de diferentes clases, una
práctica que había sido heredada del orbe romano, también se fundaban en una
tradición política de carácter asambleario, seguida con bastante más asiduidad en
Francia e Italia que en España, que no procedía en cambio del imperio. Sin embargo,
también desarrollaron algunas prácticas propias: en el reino de los francos, la de las
asambleas verdaderamente deliberativas, y la de una maquinaria bélica eficaz y
regular; en la España visigoda, la de la tradición de una política de carácter
marcadamente moral y ceremonial; y en la Italia lombarda, la de una gobernación
capilar, a un tiempo proactiva y reactiva.

Mackay: Atlas de la Europa Medieval.


 Habla de la alta edad media.

Clase 2:
Barbero de Aguilera: Configuración del feudalismo en la Península
Ibérica.
 Autores del siglo XVIII y gran parte de los del XIX entendían por feudalismo toda la
organización económica, social y política del “antiguo régimen”, que se expresaba,
por tanto, e un ordenamiento jurídico e institucional feudal.
 El tecnicismo jurídico surgido de la escuela histórica del derecho restringe el uso
de la palabra feudal a un sistema de instituciones feudo vasallaticas que solo
tendría vigencia en ciertas partes de Europa entre los siglos X y XIII.
 1) La sociedad tardorromana presenta rasgos socioeconómicos que serán luego
característicos de la sociedad feudal. El más importante de ellos consistió, desde
un punto de vista económico, en unir a los trabajadores de la tierra y vincularlos
por medio de relación de tipo personal al prioritario de la misma. Lo fundamental
fue el hecho de que los campesinos de cierto origen y estatus jurídicos quedaron
unificados frente al señor o propietario de la tierra, dominus, y que al mismo
tiempo la extensión del patrocinium identificara al dominus y al patronus en una
única persona. La relación personal que existía en el patrocinium servía ahora para
canalizar prestaciones de claro contenido económico, en tanto que el propietario,
dominus, al ejercer el patrocinium, proporcionaba medios de subsistencia a los
que se encomendaban a él como patrono.
 2) En el mundo germánico, la constitución de las clientelas de los jefes militares y
miembros mas notables de la aristocracia gentilicia llevó a una dependencia
personal y económica basad inicialmente en la propiedad privada de bienes
muebles. Al introducirse la propiedad privada de la tierra se acentuó la
diferenciación económica y social, y la nobleza tribal y los jefes militares barbaros
pudieron convertirse en domini y patroni, quedando el resto de la población en
calidad de dependientes unidos a la tierra.
 En época visigoda el fundamento de la organización de la sociedad estuviera
constituido por la tenencia de bienes inmuebles a cambio de pago de censos y
prestaciones de servicios.
 Hay que destacar la importancia del carácter hereditario, y, por tanto, perpetuo de
las relaciones económicas y extraeconómicas que abarcaba a los hombres libres
encomendados.
 En la legislación eclesiástica se acentuaba más la perpetuidad de la propiedad
eminente de la tierra y era muy difícil para los dependientes romper el vinculo con
su patrono. La Iglesia era patrona eterna.
 El vínculo público que daba cohesión al Estado se expresaba por medio de la
fidelidad jurada al rey, que representaba una relación de dependencia personal
con connotaciones económicas y religiosas.
 Las prestaciones de servicios militares se fueron incorporando a las obligaciones
generales políticas que eran propias de todos los fideles.
 En la última época del reino visigodo cobró especial significación la obligación de
prestar el juramento de fidelidad al nuevo rey, que los miembros del reino u oficio
palatino, laicos y eclesiásticos debían de hacer en la presencia regia.
 La configuración del feudalismo en la península ibérica se realizó siguiendo por lo
menos dos vías diferentes, las cuales con el tiempo legarían a confluir:
 1) La feudalización del reino visigodo se inicio a partir de las realidades históricas
del mundo tardorromano, conservando en su aspecto jurídico e institucional un
viejo vocabulario de origen esclavista, pero dotado ahora de un nuevo contenido
en consonancia con una sociedad cada vez más feudalizada.
 2) El norte de la península de feudalizó desde un pasado diferente de carácter
gentilicio, por lo que la primitiva sociedad feudal de esta zona presenta rasgos
propios e independientes de los que se daban en el mundo visigodo.

Ganshof: El feudalismo
 Muchas personas tenían necesidad de protección e iban a pedirla a cualquier
personaje poderoso. La contrapartida de tal protección es siempre una forma de
cualquier servicio.
 Para los grandes, era casi una necesidad disponer de hombres que se sintieran
personalmente ligados a ellos y de los cuales pudieran usar como guerreros privados.
 Hombres libres se constituyeron en esclavos del protector solicitado, y esos hombres
poderosos organizaron guardias armando a sus esclavos.
 Importante: numerosos hombres libres se pusieron bajo la protección y al servicio de
otros hombres libres, conservando su estatus de libertad.
 Ingenui in obsequio: hombre libres en estado de dependencia.
 Comitatus: guerreros libres comprometidos voluntariamente al servicio de un jefe y
combatían con él (práctica franca).
 Entre los Ingenui in obsequio, personas de variada condición de hombres libres, bajo
la protección particular y al servicio del propio rey figuraban los Antrustions o
miembros de la Trustis. (Trustis: palabra franca que parece corresponder
a Comitatus, es decir al séquito de los compañeros armados. Antrustions: Guerrero de
élite, dependencia directa con el Rey, socialmente ubicado prescindiendo de su origen,
si lo matan, el asesino deberá pagar a la familia de la víctima el triple de la
composición que se exige por el asesinato de otro hombre libre. Sólo el rey y la reina
poseían Antrustions.
 Junto a esa categoría superior, existían otros hombres libres que se hallaban en
in obsequio regis, exclusivamente subordinados al rey, o de otros poderosos.
 Gasindus: miembro de séquito armado.
 La condición social humilde a veces se ha usado expresiones propias de los
esclavos: Puer- vassus.
 Vassus: palabra céltica, Gwas. Significa muchacho joven y servidor.
 Su derivado vasallus: parece haberse formado sobre el adjetivo: el que sirve.
 La recomendación:
 ¿Cuál era el acto jurídico por el que un hombre libre entraba en el patrocinium (noción
de protección y autoridad) de alguien?
 Este acto era la recomendación o commendatio (verbo commendare, en el sentido de
someterse a la autoridad del otro). El uso aparece atestiguado en la Galia durante el
siglo V por las leyes de Eurico, rey de los visigodos y siglo IV por Gregorio de Tours , la
Historia Francorum.
   La parte esencial del acta es la que expresa la voluntad de su autor, clausula penal
que sanciona las obligaciones de las partes del acta jurídica principal que es
la Recomendación.
 La narración permite discernir los efectos de la Recomendación, obligaciones que
nacen por el acuerdo de ambas partes.
 El señor deberá ayudar y sostener al recomendado en lo que respecta a su
manutención y vestido. Además, promete asegurarle el sostenimiento y protección.
 Recomendación, contrato sinalagmático: contrato que genera obligaciones recíprocos
para ambos contratantes desde su origen. (atestiguado en textos de Tours)
 El señor podía conceder tierra en concepto de tenencia. Tenencia: tierra cuyo
propietario concede a otra persona, llamada tenedor, el uso y el disfrute durante un
largo período de tiempo, de tal manera que el tenedor ejerce sobre la tierra un poder
inmediato y directo.
 La costumbre de las tenencias estaba muy extendida en la monarquía franca, como lo
estuvo en el imperio romano en sus últimos siglos.
 Las parcelas llamadas mansus(manso) de los grandes dominios, de las villae, que
estaban cultivadas por colonos, lites, esclavos en provecho propio, a cambio de ciertas
rentas fijas, llamadas census-censo y de prestaciones en trabajo,
constituían tenencias; las tenencias eran casi siempre vitalicias e incluso hereditarias.
 Tenencias onerosas: las rentas y prestaciones de trabajo debidas por el tenedor eran
pesadas, de tipo más usual.
 Tenencias, favorables para el tenedor: no estaba obligado a entregar al donante
ninguna prestación en trabajo, y no debía pagar otra renta que un módico censo. Y a
veces ni estaba obligado a pagar el censo, ya que el donante podía tener particular
interés en conceder gratuitamente una tierra a una persona determinada. El carácter
ventajoso de estas concesiones justificaba su calificación de beneficium, beneficio.
 Beneficio: tenencia poca onerosa incluso gratuita que el tenedor debía a la
benevolencia del donante.
 Los beneficios que mejor se conocen de la época merovingia son aquellos cuya
concesión comportaba un contrato de “precario” (precaria).
 Precarium: tomaron su nombre de una institución del derecho romano clásico caída en
desuso.
 Este contrato confería al beneficiario de la concesión los derechos de usufructo sobre
la tierra concedida. Se componía de un ruego por parte del futuro beneficiario y de
una manifestación del acuerdo del propietario.
 La precaria, daba origen a una tenencia: la mayoría de las veces era vitalicia, contra el
pago de un censo poco elevado, y muchas veces sin la obligación por parte del tenedor
de pagar censo alguno.
 Las concesiones en “precario” eran hechas sobre todo por las iglesias, a veces por los
reyes o los grandes propietarios laicos, a menudo eran dominios enteros, parcelas de
dominios o agrupaciones de dominio. Razones:
 ❶ Cultivo de tierras poco o apenas explotadas.
 ❷ Inducir al precarista a dar a su vez otro bien al donante.
 ❸ Asegurarse la benevolencia de algún personaje poderoso.
 ❹ Regularizar una usurpación.
 La tenencia nacida de un contrato de precario constituye una especie del género
beneficio.
 Teniendo en cuenta los rasgos característicos de la época podemos creer en la
existencia de un acto jurídico que se cumplía oralmente y con gestos rituales de
carácter simbólico.
 Los textos son escasos para que permita considerar como muy extendida antes de
mediados del siglo VIII.

 SINTESIS: Hombres libres se ponen bajo la protección de otros hombres libres.

 Los hombres del rey se llamaban antustruiones. Eran guerreros de elite y solo los
poseían el rey y la reina.

 Recomendación: contrato: El rey admite un nuevo antustrion. Juramento de fidelidad


sobre la mano del rey.

 Antustruiones eran protegidos del rey.

 Servitium: de carácter doméstico o armado.

 La persona libre podía recomendarse.

 Beneficio: podía ser tierra destinada en concepto de tenencia.

 FEUDALISMO CAROLINGIO: Vasallaje y beneficio unido en un sistema de instituciones.

 Las tierras que se les daban a los vasallos fueron extraídas de la iglesia. Mas adelante
esto generaría practicas paganas.

 Pipino III instauró pago de diezmo obligatorio para toda la población.

 Elevación social del nivel de vasallaje.

 Siglo VIII: fin de los antustriones.

 Siglo IX: multiplicación del vasallaje.

 El vasallo dispone de caballo y armas de guerra.

 Vasallaje: juramento de fidelidad que une a los 2.

 El juramento de fidelidad debió unirse a la recomendación a mas tardar el año 757.

 El acto que crea el vasallaje es la encomienda y la promesa de ser fiel, confirmada por
un juramento.

 Un vasallo no podía encomendarse a otro señor.

 Beneficio del vasallo: tierra o sea dominio.

 Carlomagno obligó a entrar en vasallaje a los condes y a los representantes del poder
público.

 El vasallaje frenó la disolución total del Estado.

 Francia debe al vasallaje el haber evitado una completa dislocación.


Clase 3:
Bloch: La sociedad feudal
 Conocemos muchos actos de fe sin homenaje, pero no conocemos, sin embargo, actos
de homenaje sin fe.
 Cuando el homenaje y la fidelidad se realizaban juntos, la preeminencia del homenaje
quedaba patente por su lugar en la ceremonia: siempre se llevaba a cabo en el primer
lugar. Era, por otra parte, el único que, hacia intervenir, en estrecha unión, a los dos
hombres; la fe del vasallo constituía una promesa unilateral, a la que en muy pocas
ocasiones correspondía un juramento paralelo por parte del señor.
 El homenaje, en una palabra, era el verdadero creador de la relación de vasallaje, bajo
su doble aspecto de dependencia y de protección.
 El vasallaje era la forma de dependencia propia de las clases superiores, que
distinguían, ante todo, la vocación guerrera y la de mando; o al menos pasó a serlo.

Duby: Guerreros y campesinos


 LAS BASES (S.VII y VIII): Las fuentes para el estudio del Occidente Europeo en esta
etapa no siempre son muy esclarecedoras, por la problemática que entraña la
decadencia cultural de las zonas menos romanizadas, y aunque nunca existió un claro
desarraigo de las formas culturales orientales tanto de Bizancio como del Islam, gracias
al comercio se produjo una lenta evolución.

 1.Las fuerzas productivas:

 La naturaleza: En un momento en el que las formas agrícolas estaban muy atrasadas,


el hombre debió de luchar azarosamente contra el bosque que cubría gran parte de
Europa, mientras que en la zona Mediterránea se acaba con los bosques mediante el
fuego, aunque la sequedad da lugar a la aridez de la tierra.
 Desde luego que en estos avances influyeron los cambios climáticos, que se han
intentado estudiar con diferentes métodos (glaciares alpinos) llegando a la conclusión
de que hubo una etapa de buen clima desde el S.VIII al S.XII, que coincide con la época
de resurgimiento económico.

3 Ahora bien, esto no deja de ser una superestructura que viene a agravar el proceso de
recuperación, porque las verdaderas causas son otras.

 Conjeturas demográficas:

 Con la demografía pasa algo parecido, ya que tanto los textos como la arqueología
(enterramientos) al igual que otros métodos, apenas nos revelan datos concluyentes.

2 De lo que sí se puede estar seguro es que a partir del S.II se produjo un importante
descenso demográfico debido a las diferentes oleadas de epidemias (peste bubónica,
malaria, etc.) que se ceban en organismos debilitados, y se acrecentaban con las
guerras.
 Los útiles de trabajo:

 De los útiles de trabajo poco se nos habla en los textos, y ese poco está sometido a
discrepancias lingüísticas, por otra parte, ni la iconografía, ni la arqueología aclaran el
tema.

2 Por ello hemos de remitirnos a una época posterior (S.XII), donde se nos habla de
instrumentos agrícolas de hierro, aunque no se hace referencia al arado, por lo que
hemos de pensar que este era de madera quemada y echo por el campesino, lo cual
apenas servía para remover la tierra superficialmente.

3 Pero no es extraño que no hubiese evolucionado rápidamente, ya que en la zona


mediterránea que abarcaba la mayor parte de superficie cultivada, el suelo era
demasiado delicado y lo más probable es que está carencia agrícola, se equilibrase con
la ganadería, la caza y la pesca.

Las estructuras sociales:

 Los esclavos: Tenemos constancia de la presencia en la Europa de los S.VII y S.VIII de


mano de obra de condición servil (mancipium) que son propiedad de otra persona y no
tienen consideración social.

 Su abundancia en las zonas conflictivas era tal que no había campesino, abadía o señor
que no dispusiera de esta fuerza de trabajo.

2 La población esclava se incrementa gracias a las guerras, al comercio y a los


nacimientos dentro de esta condición, pero también por necesidad económica o por
castigo.

3 La actitud del cristianismo ante el esclavismo fue de tolerancia y únicamente de


prohibición por lo que respecta a los sacramentados, considerando obra pía la
manumisión de estos.

4 Además de eso se les reconoció la unidad familiar y se fijaron estatutos intermedios


entre el libre y el esclavo (liberto y semilibre).

 Los campesinos libres:

 Realmente no había muchos campesinos que gozaran de este privilegio ya que la


mayoría de ellos estaban sometidos a una relación de dependencia.

 Unicamente sobreviven en Germania como guerreros y en Francia (lerra francorum) en


células de producción familiar, unidos por un parentesco reducido y con una división
de trabajo entre hombres (subsistencia) y mujeres (tejidos), aunque hay que apuntar
que la mayoría de ellos terminaron bajo el dominio de las grandes propiedades.

 Los señores:

 Este grupo está formado por jefes de poblados, nobles y clérigos, que poseían villas
trabajadas por esclavos, adquiridas en gran parte debido a que gozan del favor real,
que se vale de ellos para mantener su autoridad en dichos territorios.
 Junto a esto se produce un movimiento de los hijos la nobleza hacia palacio, de
manera que se forma un entramado de parentesco entorno al monarca, que sirve a
este para seguir perpetuando la situación.

2 La iglesia también se encuentra entre estos señores, de tal manera que, gracias a las
donaciones del monarca, los nobles e incluso gente pobre, acumulan unas enormes
riquezas.

3 Estos territorios no suelen estar cultivados en su totalidad y suele existir entre ellos
una gran movilidad y diversidad:

4 Villa: Territorio homogéneo de millares de hectáreas.

5 Locellum: Territorios disgregados por las divisiones o donaciones.

 Estas villas, en las regiones más evolucionadas están divididas en mansos que son
trabajados por colonos (campesinos que conservan su libertad pero que no son
dueños de las tierras que trabajan).

 También están ocupadas por esclavos (servii massarii), lo cual era una forma de
economizar gastos ya que su productividad en cautividad era realmente baja, y su
aumento de libertad proporciona un estímulo para la creación de unidades familiares y
por lo tanto para la perpetuación de la mano de obra dentro de los mansos.

2 Este no es el único cambio que se produce, ya que además de reducirse el número de


mano de obra servil, se reducen también las tierras trabajadas directamente, y se
incrementan las ocupadas por estos colonos, a cambio de las cuales en las provincias
más romanizadas solo se entregan unas rentas en especias, pero más al Norte también
una carga en trabajo.

3 Además de todo esto, estos grandes señores conseguían aún más poder económico
con los impuestos en razón de peajes y monopolios, lo que hacía que, durante mucho
tiempo, la presión sobre los campesinos fuera casi insoportable.

Las actitudes mentales:

 Tomar, dar y consagrar:

 La sociedad que surge tras la caída del Imperio Romano es una sociedad fuertemente
militarizada basada en la rapiña y el saqueo.

 Estos pueblos sometían a sus vecinos a pagar unas rentas en favor de su tranquilidad,
por lo tanto, esta práctica institucionalizada requirió que una parte de la producción se
reservara para ofrecer presentes a los pueblos vecinos.

2 Pero además los poderosos (monasterios o señores) con aquellas riquezas adquiridas
en sus tierras, de los que las trabajan, evitan la pobreza extrema de los mismos, y
compiten entre sí para ver quién es el que hace el mejor presente al monarca, con
cuyos presentes se alimentaban las arcas de palacio.
3 El cúmulo de riquezas alrededor del rey llegó a ser tal que se formaron en la corte
centros culturales, relacionados con las obras que pretendían exaltar la riqueza de un
pueblo reflejada en la suntuosidad de su monarca.

4 Pero todas estas riquezas procedían en último término de un campesinado oprimido


que era de alguna forma recompensado por parte de los señores con fiestas periódicas
(potationes), que no eran sino una forma más de evadir de sus preocupaciones a los
más desfavorecidos.

5 Estos campesinos tenían a su vez una serie de supersticiones y ritos alrededor de los
elementos naturales (bosques) que no eran tan gratificantes como las donaciones de
sus amos al monarca, sino que con ellas lo único que conseguían era machacar aun
más su economía, con sacrificios de animales y personas o la inhumación de joyas y
alimentos.

6 Pero gracias a la progresiva implantación del cristianismo y las prohibiciones


impuestas, estas prácticas comenzaron poco a poco a desaparecer o a transformarse,
de manera que estos bienes que antes simplemente se perdían, pasan ahora a
engrosar las arcas de la iglesia con el fin de obtener la benevolencia de Dios, y
finalmente se dedican a mantener en un nivel de vida desahogado a una clase
improductiva, o a reparar y levantar monumentales edificios para mostrar la
magnificencia de la divinidad.

7 La fascinación por los modelos antiguos:

8 Los ocupantes del solar romano, pronto asimilaron las formas de vida de sus
antecesores y se rodearon de los gustos urbanos y la vida apacible de la época clásica,
gracias a lo cual muchas ciudades en decadencia tras un periodo de oscuridad, veían
renacer sus calles, por que en ellas se alojaban las residencias de los monarcas y eran
un centro de referencia para una masa de artesanos y mercaderes atraídos por la
demanda de la corte y sus vasallos.

9 Pero además los señores de las villas también quisieron vincularse con la vida de sus
antepasados y en las zonas no romanizadas se llevó a cabo una labor reparadora de la
red de comunicaciones, constructora y potenciadora, sobre todo de las vías fluviales y
de las plazas a la vera de estas vías.

10 Los encargados de realizar las prácticas comerciales (negociatores) podían ser
independientes o enviados por un patrón, de lo que no hay duda es que eran
profesionales, entre los que se encontraban judíos, y cristianos que iban tomando una
consideración jurídica especial.

11 Junto al comercio se desarrollan también los sistemas monetarios, heredados


directamente del mundo clásico, y así mientras en las zonas más desarrolladas las
monedas tenían una validez reconocida, en aquellos lugares más salvajes estos
sistemas tenían numerosas deficiencias.

12 Por otra parte, la moneda era algo insuficiente, ya que la mayoría de los intercambios
comerciales se seguían haciendo mediante el trueque, porque no existían monedas
fraccionarias y las que estaban en circulación eran de muy alto valor (oro y plata) al
alcance de una minoría solamente.
13 Durante la época clásica, la emisión de moneda era una cuestión propiamente del
estado, y como tal los reyes bárbaros tardaron bastante tiempo en ponerse a la cabeza
de esta práctica, pero pronto se percataron de que la moneda no era únicamente un
instrumento de pago, sino también un símbolo de orden y de prestigio del monarca.

Le Goff: El Ritual simbólico del vasallaje


 Introducción: simbolismo medieval:
 Toda sociedad es simbólica, sobre todo la medieval porque hay una aplicación de un
sistema ideológico de interpretación simbólica en la mayoría de sus actividades
(insignias del poder real, ceremonias de coronación, de funerales, ritos de iniciación).
 El gran sistema de referencia simbólica de occidente fue el Antiguo Testamento.
 Hipótesis: Los ritos de vasallaje constituían un ritual simbólico. Un acercamiento de
tipo etnológico puede ayudar a ilustrar aspectos esenciales de la institución vasallática.
 Descripción: Ponen en juego tres categorías de elementos simbólicos: la palabra, el
gesto y los objetos. Y las tres etapas de la entrada en vasallaje eran el homenaje, la
investidura y el feudo.
 1° Fase: EL HOMENAJE. Comprende dos actos. El primero es verbal, es la declaración,
el compromiso del vasallo que expresa su voluntad de volverse hombre del señor.
 En un segundo acto, el vasallo pone sus manos juntas entre las de su señor que cierra
sobre ellas las suyas.
 Aquí hay reciprocidad de los gestos: no basta el gesto del vasallo, es necesario que el
señor lo responda.
 El simbolismo de la mano expresa la enseñanza, la defensa, la condensación, pero aquí
sobre todo la protección, o más bien el encuentro de la sumisión y el poder.
 2° Fase: LA FIDELIDAD: Se completa con un juramento. El alcance simbólico de la
palabra es aún más fuerte que en el homenaje, puesto que se trata de un juramento y
que habitualmente se presta sobre la Biblia o sobre reliquias.
 También relacionado con la fidelidad esta el osculum (beso en la boca). Lo importante
es la reciprocidad que existe por doquier: el osculum es un beso ritual mutuo, el uno lo
da, el otro lo devuelve...
 3° Fase: LA INVESTIDURA DEL FEUDO: se realiza por medio de la entrega de un objeto
simbólico por parte del señor a su vasallo. Estos objetos simbólicos debían responder a
dos intenciones: señalar el paso de la posesión de una cosa de una persona a otra y
obedecer a un uso consagrado de forma que fueran percibidos por todos como un
acto con valor jurídico.
 Para la clasificación de los objetos, Le Goff plantea tener en cuenta referencias de la
naturaleza etnohistórica y la frecuencia de los casos documentales. De esta manera se
distinguen:
 Los símbolos socio-económicos, donde aparece la relación con la tierra, sobre todo con
la tierra natural, inculta (hierba, tierra, paja, madera, ramo, vara).
 Los símbolos socio-culturales, dentro de los que encontramos los gestos corporales
(dedo, mano, cabellos), la ropa (sombrero,cinturón, guante, camisa, pañuelo).
 Y los símbolos socioprofesionales donde dominan los del clero (campanas de la iglesia,
cáliz, evangelio) y los de la caballería (espada, lanza).
 March Bloch dice que hay que estudiar el ritual del vasallaje sobre sus dos vertientes
de entrada y salida. Y que además, las formas ceremoniales solo se aclaran por
comparación con ritos análogos o vecinos.
 Sistema: El conjunto de los ritos y de los gestos simbólicos del vasallaje constituyen un
ritual, pero también un sistema, que solo funciona si están todos los elementos
esenciales y que cada uno de estos adquiere sentido por referencia al conjunto.
 Homenaje, fe envestidura se articulan. Puede haber varios planos de interpretación:
 DESDE LA RELACIÓN ENTRE SEÑOR Y VASALLO EN LAS TRES FASES:
 a) En el HOMENAJE hay expresión de subordinación del vasallo en relación al señor.
Las manos que envuelven pertenecen a una persona superior. En el gesto del señor
hay promesa de ayuda, de protección, pero a través de esta promesa hay ostentación
de un poder superior. Hay una relación de dependencia, porque es asimétrica: el uno
ayuda y sostiene, el otro recibe esa ayuda y devuelve diversos servicios a su protector.
En las palabras se manifiesta la misma desigualdad: es el señor quien suscita al vasallo,
lo que prueba su posición superior, es casi una exigencia. Le pregunta si quiere
convertirse en hombre suyo. Cuando el vasallo responde "lo quiero", es la expresión
del compromiso de un inferior, no de la voluntad de un igual.
 b) En la FE se modifican sensiblemente las cosas. El gesto que lo marca, el osculum es
la afirmación de una fe mutua. Es una posición simétrica de las bocas del señor y del
vasallo, que los pone en el mismo plano, los hace iguales.
 c) En la INVESTIDURA se pone de manifiesto la práctica del don/contra-don. Tras la
fase desigualdad-igualdad, el sistema concluye con un vínculo mutuo, un contrato de
reciprocidad. Solo la investidura del feudo, que hace corresponder el contra-don
material del señor al don de las promesas del vasallo durante el homenaje y la fe, sella
el carácter mutuo del contrato vasallatico. March Bloch insiste en que esta
reciprocidad corrige -sin hacerla desaparecer- la desigualdad entre señor y vasallo.
 DESDE EL SISTEMA GLOBALMENTE CONSIDERADO: Los ritos de vasallaje constituyen
un sistema simbólico global que es original. Este sistema está construido sobre un
modelo general de referencia (económico, político, familiar). En el contrato feudo
vasallatico no hay abandono del dominium por el señor en beneficio del vasallo. El
contrato feudo-vasallático, y más especialmente la investidura, instauran una jerarquía
de derechos y obligaciones mutuas, no un paso de propiedad de señor a vasallo. El
sistema simbólico del vasallaje tiene por referencia esencial un modelo familiar, un
sistema de parentesco. El beso, por ejemplo, puede relacionarse con el beso ritual de
los desposorios, que señala la entrada en una comunidad familiar, en un matrimonio.
Por otro lado, en el ritual del vasallaje, el hincapié esencial está puesto en la adopción,
en la entrada en una familia. El modelo de parentesco de referencia no es el del
parentesco natural. Puede pensarse en el modelo de clientela o en el de adopción.
Pero hay una diferencia, uno se volvía cliente mediante un acto privado, pero se
vuelve vasallo mediante una ceremonia pública. Ojo, no hay que buscar entre el señor
y el vasallo relaciones de hijo adoptivo, sino que los gestos simbólicos del vasallaje
tienen por referente los gestos de la simbólica parental. Este sistema no engloba a
todos los miembros de la sociedad. La sociedad de emparentados que se crea a través
del ritual simbólico del vasallaje es una sociedad masculina y aristocrática. Excluye a
las mujeres y a los percheros. El homenaje es la fase de desigualdad, la mujer es
admitida en el rito. Pero desde su punto de vista moral y religioso, no puede recibir el
beso. Desde luego, la realidad será más tolerante, sobre todo con las grandes damas.
Que al menos en ciertas regiones pecheros e incluso siervos hayan adquirido feudos y
prestado el homenaje servil es innegable. Pero el perchero endeudado no será jamás
un verdadero vasallo, le es negado, como a las mujeres, el osculum, no entra en el
sistema simbólico completo. Los gestos simbólicos del vasallaje: un emparentamiento
que, por un compromiso recíproco sancionado por el feudo, hace al señor y al vasallo
iguales por la fidelidad y una pareja jerarquizada por el homenaje. El estudio de las
estructuras de parentesco, de las relaciones familiares, de los vínculos personales de la
sociedad medieval debe progresar mucho todavía.
 RESTITUCION DE LAS PERSPECTIVAS ESPACIO-TEMPORALES
 Las perspectivas cronológicas: El sistema es empleado a finales del siglo VIII, esa es la
época de su constitución, antes hay silencio en los textos. Hay que tener en cuenta que
los testimonios se refieren a relaciones entre personajes muy altos, con frecuencia de
sangre real. Y hay que comprender que el éxito de la institución vasallática fue el uso
que de ella hizo la dinastía carolingia con la intención de construirse una red de fieles.
Por eso en el ritual del vasallaje de esa época, lo que más importa es el homenaje,
signo de reconocimiento de la superioridad del señor y de sumisión. La investidura es
el elemento más débil, por lo menos en este momento. El sistema no se completa
quizá hasta fines del siglo X, donde se consolida el osculum, el beso que sella el
juramento.
 PROBLEMAS: El dominio del ritual simbólico del vasallaje
 Hay que tener en cuenta la originalidad del sistema, pese a que se sirvió de modelos
anteriores, de préstamos de otras instituciones de otras sociedades. La búsqueda de
los orígenes del vasallaje es vana (se opone a los institucionalistas), aunque se puede
decir que el buscar no los orígenes, pero si el sistema de representaciones y de
referencias simbólicas, hace mirar hacia las leyes de los pueblos germánicos y en
particular francos de la alta Edad Media. Muchos historiadores han presentado en el
mismo plano del ritual simbólico del vasallaje otros rituales que tienen un sentido y
una función diferente. Si se evoca un modelo parental como referencia, no quiere
decir que el autor asimile los ceremoniales familiares a los ceremoniales vasalláticos.
De la misma manera, el simbolismo que interviene en cierto número de contratos de la
Edad Media es diferente, pese a que se recurre a los mismos objetos simbólicos.
También los ritos reales son diferentes, el rey se hacía vasallo de dios mediante un
ritual sacralizado; pero aquí se trata de un ritual profano que hace ingresar al vasallo
en un sistema socio-económico.
 Una tentativa de lectura de tipo etnográfico
 Lugar de la ceremonia: la entrada en vasallaje no se hace en cualquier sitio, sino en un
espacio simbólico. Hay desplazamiento de ambos contratantes para cumplir el ritual,
aunque el desplazamiento significativo desde el punto de vista simbólico es el del
vasallo que se dirige siempre al señor. El espacio simbólico es, en la mayoría de los
casos, la iglesia o el salón del castillo señorial. Si se trata de una iglesia, la función
simbólica del lugar es ser en sí un espacio sagrado y hacer más solemne el ritual. El
aula señorial es más significativo, al ser territorio del señor, el lugar manifiesta su
poder. El lugar consolida el elemento jerárquico.
 Asistentes: la asistencia es normalmente numerosa y selecta. No es solo para
proporcionar testigos (garantes del compromiso recíproco), también crea un espacio
social simbólico. Acogen con el señor al vasallo en esta sociedad masculina y
aristocrática. La asistencia consolida el elemento de reciprocidad.
 - Puesto recíproco de los contratantes: los documentos no aclaran mucho
 - Memorización del ritual: hay elementos destinados a la supervivencia y
memorización del ritual: los testigos, los documentos escritos que a veces se redactan,
la conservación del objeto simbólico.

 Las referencias en otras sociedades:


 El autor buscará sobre todo referencias de sociedades africanas de los Grandes Lagos y
del África negra central y oriental. En todas las ceremonias todo se dirige a la memoria
social, la comunidad participa directamente. Las reliquias son igualmente importantes,
aunque los objetos utilizados son de naturaleza distinta. En África son la validación del
ejercicio de la autoridad y un medio de acceso a las fuerzas sobrenaturales, aquí son
los garantes de los compromisos y juramentos contraídos.
 El papel del cristianismo:
 El cristianismo aparece siempre en el ritual, aunque los contratantes sean laicos: el
lugar de la ceremonia, el juramento sobre la Biblia o reliquias sagradas, el objeto
simbólico de la investidura que a veces es un objeto religioso (báculo, cáliz,
candelabro, llaves de la iglesia). No debe sorprender: siendo la sociedad medieval una
sociedad cristiana, es normal que la marca de la ideología dominante se encuentre en
el ritual de una institución. Pero ojo! el ritual no es cristiano ni siquiera está realmente
 cristianizado. El cristianismo no proporciona más que un marco, los accesorios, pero
no la materia ni el simbolismo. El ritual feudo-vasallático es esencialmente profano.
 CONCLUSION: FIELES, LUEGO VASALLOS
 La originalidad de la feudalidad del occidente medieval es asociar la investidura de un
feudo a un compromiso personal y no habría vínculo vasallático si la investidura del
feudo no estuviera anclada en el homenaje y la fe.

Clase 4:

Parain: Caracteres generales del feudalismo

 Primera ponencia:
 Modo de producción: Un modo de producción es la forma en que se organiza la
actividad económica en una sociedad, es decir, la producción de bienes y servicios, su
distribución.
 Relaciones sociales de producción: conjunto de relaciones económicas que se
establecen entre los individuos, independientemente de su conciencia y de su
voluntad, en el proceso de producción, cambio, distribución y consumo de los bienes
materiales.
 Medios de producción: conjunto de medios y objetos de trabajo que participan en el
proceso de producción y que los individuos utilizan para crear los bienes materiales.
 Fuerzas productivas: conjunto de los medios de producción y de los individuos que los
emplean para producir bienes materiales (personas / naturaleza / tecnología).
 Sociedades entre el esclavismo y el capitalismo:
 1) Tienen economías de predominio agrícola: las relaciones sociales de producción
están forjadas en torno a la tierra.
 2) Los trabajadores tienen derechos de usufructo y ocupación de la tierra, pero la
“propiedad” de la misma está en manos de una jerarquía de señores con derecho de
recoger prestaciones sobre el producto, fijadas por costumbre.
 3) A esta base económica corresponde toda una red de vínculos personales:
vinculación del siervo agrícola a su señor y vinculación de los señores entre sí,
mediante un sistema de deberes (sobre todo militares).
 Superestructura política:
 Ausencia de un Estado soberano: la autoridad se ejerce de persona a persona.
 La justicia la ejerce el soberano sobre sus vasallos y el señor sobre los campesinos.
 La explotación de las prestaciones económicas y el aparato jurídico-administrativo se
hallan estrechamente unidos.
 Siempre que este conjunto de rasgos determine el funcionamiento de una sociedad,
puede bautizarse como sociedad feudal.
 El tipo de relaciones sociales feudales se instaló antes que el feudo.
 Relaciones de producción de tipo feudal: Siglo IV al XX (a pesar de no haber
predominado siempre).
 Siglo XI a siglo XIV: feudalismo clásico.
 Ausencia de un Estado soberano: la autoridad se ejerce de persona a persona.
 La justicia la ejerce el soberano sobre sus vasallos y el señor sobre los campesinos.
 La explotación de las prestaciones económicas y el aparato jurídico-administrativo se
hallan estrechamente unidos.
 Siempre que este conjunto de rasgos determine el funcionamiento de una sociedad,
puede bautizarse como sociedad feudal.
 Segunda ponencia:
 Periodo de alta edad media: 450-850
 El campesinado libre, devastado por guerras, confiscadas sus tierras, no pudiendo
cumplir con el servicio de armas (exigidos por los reyes a sus poblaciones campesinas)
se encomendaron a la protección de un poderoso entregando la propiedad de sus
tierras (antes del ingreso de los germanos lo habían comenzado a hacer los
campesinos romanos) y recibiéndolas gravadas con censos.
 Así, el campesino libre mutó a siervo (no es libre, tampoco esclavo), sujeto a
dependencia personal y tributaria. Cambió su estatuto jurídico.
 Comunidad de aldea:
 Forman parte del modo y de las relaciones de producción del sistema feudal.
 Es el único medio de acción con que cuenta el campesino frente al Señor.
 La CA fue el medio de la emancipación del siervo como clase: por luchas sociales logró
la limitación de su explotación, y, conservó recursos para sí y a escala social ampliada.
 Esta situación está en constante tensión y equilibrio conforme las fuerzas que
disponen en cada momento históricos, señores y campesinos.
 Feudalismo en formación: Siglo VI- Siglo X.
 Vínculos feudales laxos, se conservan vestigios de una autoridad central (Estado).
 Campesinos con distintos estatus.
 Feudalismo en ascenso: Siglo XI- Siglo XII
 Dislocación poder central y el de los grandes condes.
 La unidad es la castellanía y el ban.
 Vitalidad demográfica y técnica de las aldeas
 Ampliación continua de la bases económica del sistema (roturaciones)
 El Señorío se asienta sobre las comunidades de aldea
 Inicio del renacimiento del comercio, la circulación monetarias las ciudades y las
“revoluciones urbanas”.
 Feudalismo en apogeo: Segunda mitad del Siglo XII- Primer tercio del Siglo XIV.
 El sistema alcanza su florecimiento (1170- 1250-1350) , pero las fuerzas productivas,
bajo este régimen, encuentran su límite para crecer, las contradicciones del sistema
obligan a que las instituciones y el derecho se cristalicen y se fijen.
 El señor endurece las cargas, dificultades para pagar los censos el campesino, se frena
la expansión agraria.
 Desarrollo urbano y crecimiento de fortunas mobiliarias.
 las fortunas territoriales se cierran alrededor del rey, este domina la pirámide
jerárquica, el derecho recupera las normas del derecho romano y los reyes encuentran
en las ciudades un nuevo aliado político.
 El régimen dominial (s. VII- s. X).
 El régimen señorial (s. XI- XIII).
 La disgregación del régimen feudal en el campo:
 En los siglos XIV y XV, se ha agravado la explotación de las masas campesinas y el
aumento de esa explotación no ha tenido como contrapartida un desarrollo de las
fuerzas productivas, porque los impuestos señoriales se hacen parasitarios, y el
campesino, con rendimientos decrecientes en sus tierras (no puede invertir en
innovaciones técnicas) no puede pagar los censos.
 Los señores demandan porque aumentan sus gastos, por las guerras y el lujo propios
de su clase. Conflictos y guerras feudales por: rentas, hombres y tierras y participar en
el poder centralizado de los monarcas tardo feudales, que organizan el Estado
moderno con una fiscalidad centralizada.

Perry Anderson: Transiciones de la antigüedad al feudalismo

 Estructura del libro: Dos partes:


 1) la antigüedad clásica/ la transición.
 2) Europa occidental/ Europa Oriental.
 Hipótesis: Modo de producción germánico + modo de producción esclavista=
feudalismo.
 Marco germánico:
 Propiedad de la tierra: Comunal // Desconocían propiedad privada.
 Se impedían en las redistribuciones grandes diferencias entre los clanes y familias.
 En tiempos de paz no existían las jefaturas; los jefes militares se elegían en tiempos de
guerras.
 La transición:
 MODIFCA CON EL CONTACTO CON LOS ROMANOS:
 Comercio de artículos de lujos // Rápida estratificación internas de las tribus
germánicas
 Las tierras dejan de ser asignadas a un clan era distribuida a personas concretas.
 Cultivo era cambiante: 1°- Tribus carecían de gran fijeza en el territorio. 2°Sistema
Agrario era estacional, favorecía la guerra y la movilidad.
 Con el intercambio comercial y la intervención diplomática: La presión romana aceleró
la diferenciación social y la desintegración de los modos de producción comunales.
 La asamblea general de guerreros había desaparecido por completo en su lugar un
consejo confederado de optimates que ejercían la autoridad política.
 La larga simbiosis de las formaciones sociales romana y germánica en las regiones
fronterizas.
 Las invasiones:
 Señala dos fases de invasiones sucesivas: 1° Alanos, suevos, Vándalos, Visigodos. // 2° -
Francos, Lombardos, etc.
 La irrupción inicial: Ataque contra los pueblos germánicos // Posteriormente la unidad
militar, política y económica del Imperio quedo destrozada.
 La administración tradicional de las provincias cayó en un desorden, apareció el
bandidaje y la rebelión social. Resurgieron culturas locales arcaicas producto del
agrietamiento de la estructura romana.
 Nuevos Estados germánicos: Dualidad en lo administrativo, lo político y lo jurídico. Tres
cuestiones:
 Incapacidad de invasores de dominar vieja sociedad.
 Monarquías rudimentarias: Inseguridad en las normas, se basa en un cuerpo de
guardia real o sequitos.
 Existencia de dos códigos: Derecho Germánico / derecho Romano.
 La organización social tribal era inseparable de la religión: paso político a un sistema
territorial de Estado va acompañado de la conversión al cristianismo. (Abandonan
arrianismo).
 La esclavitud agrícola se mantuvo, junto a otras instituciones rurales básicas que se
encontraban en el Imperio.
 Estos primeros estados bárbaros no fueron muy duraderos. La segunda oleada fue
determinante.
 Sedimentación cultural fue más profunda y duradera (cambios lingüísticos).
 Razones: la primer oleada barrido las resistencias imperiales.
 Estas migraciones trajeron formas sociales más acabadas y duraderas, eliminando el
dualismo o imitaciones. Esto llevo a la fusión de elementos germánico y romanos
 Cambios en la gran propiedad agraria: mayor masa demográfica.
 Se marco el fin de administraciones y los derechos dualistas con la desaparición del
legado jurídico romano.
 Origen de las instituciones feudales:
 Vasallaje: Raíces en el comitatus germanos como en la clientela galorromana
(existencia de un sequito aristocrático que existió en ambas culturas) sienta las bases
del sistema vasallatico.
 Beneficio: Puede remontarse a prácticas eclesiásticas tardoromanas y también en
repartos de tierras tribales por germanos.
 Señorío: procede del fundus o villa galorromana, no tiene antecedentes bárbaros.
 Servidumbre: desciende probablemente del Coloni y de la lenta degradación del
campesino germano libre por la encomendación coercitiva de los guerreros.
 Carlomagno: comienzo de la síntesis, entre las donaciones de tierra y los vínculos del
servicio.
 Fines S. VIII: se funde el vasallaje (homenaje personal) y el beneficio (concesión de
tierras) se funden lentamente; s. IX beneficio se asoció al honor (Cargo y jurisdicción
publica)
 Dejan de ser simples regalos / aparecen los feudos como concesiones de tierras
investidas con poderes jurídicos y políticos a cambio de servicio militar.
 Fines del S. X: Vikingos/ castillos y fortificaciones / afincamiento de Condes y
terratenientes locales en las provincias. Consolidación de sus dominios y señoríos
sobre el campesinado, base del feudalismo.
 Grandes fincas carolingias se constituirán en los señoríos.
 Modo de producción feudal:
 Feudalismo fue un modo de producción dominado por la tierra y por la economía
natural.
 Propiedad agrícola controlada privadamente por una clase: los señores feudales.
Extraían el plus producto del campesino mediante las relaciones de compulsión
político-legal. También por medio de coerción extraeconomica: prestaciones de
trabajo, renta en especies y obligaciones consuetudinarias.
 Desintegración del Estado: parcelación de la soberanía. Vasallaje sigue presente:
vínculos intermedios castellania, baronia, condados, principados.
 Tres características estructurales del feudalismo.
 Las tierras: Dominio del señor, parcelas de los campesinos, tierras comunales (espacio
de autonomía y resistencias campesinas).
 Fenómenos de las ciudades.
 Jerarquías de dependencias feudales.

Nacho Seixo: Perry Anderson y la génesis del feudalismo

 Resumen de Perry Anderson.

Wickam: La otra transición: del mundo antiguo al feudalismo

 La interpretación corriente sobre los cambios económicos de la época tardorromana


es que el modo de producción esclavista da paso al modo de producción feudal: la
esclavitud es reemplazada por la servidumbre.
 El autor tomara el trabajo de Barry Hindess y Paul Hirst quienes sostienen una
distinción entre el modo de producción antiguo y el modo esclavista. El modo antiguo
es un tipo ideal más tradicional.
 Esta situación se cambia cuando Roma se expande, ya que se rompe con el
igualitarismo teórico de la ciudad y el modo esclavista comenzó a desplazar al
campesinado propietario libre alcanzando en la Republica tardía su forma clásica: la
hacienda esclavista.
 El modo feudal, en gran parte del análisis marxista tradicional se ha visto en base a la
servidumbre y la autoridad política coercitiva sobre los tenentes se establecía en el
señorío.
 Sostiene la coexistencia de más de un modo de producción en la misma formación
social. Si dos modos de producción coexisten en una sociedad tendrán influencias
mutuas y uno será dominante, es decir que determinará las reglas básicas para toda la
formación social. El modo de producción dominante es aquel que tiene los vínculos
más estrecho con el estado; si otro modo de producción va a convertirse en
dominante en la formación y no ha ocupado el Estado, y tendera a socavarlo, a la larga
la forma del estado va a cambiar violentamente como resultado de las luchas de
clases.
 El punto de partida del estudio de Wichkam es el Bajo Imperio, denominado el Estado
de Diocleciano” (fines del Siglo III). Muchos esclavos se habían transformado en
tenentes, y de este modo controlaban la tierra y su propio proceso productivo. En los
textos aparecen el concepto de tenentes libres (coloni) con frecuencia en niveles de
dependencia personal muy considerable; los grandes terratenientes de los siglos IV y V
contaron con ellos de modo creciente. Pero el modo feudal no dominaba la sociedad.
La fuente dominante de extracción del excedente en el bajo Imperio no era la renta,
sino el impuesto.
 La tributación era la base del estado y el elemento clave en todo el sistema
económico. Los impuestos se recaudaban a través de las ciudades por separados. El
elemento básico era un impuesto sobre la tierra, a menudo denominado annona.
 El modo antiguo coexistió con el modo feudal en los años de 300 a 700, la extracción
del excedente se producía en dos procesos separables, en el impuesto y la renta, el
uno destinado a un poder público distante, el otro a un señor más inmediato, aunque
a menudo ausente.
 El pago de la renta es para muchos campesinos preferible al pago de impuestos.
 Las guerras del siglo V mantuvieron al ejército ocupado para hacer de la evasión de
impuestos una actividad factible. En primer lugar, los bárbaros provocaron una crisis
de hegemonía ideológica
 Los nuevos estados germánicos no eran aun feudales. La oligarquía controlaba los
estados sucesores intentaban mantener los mecanismos financieros.
 El Estado tenía menos ventajas para la aristocracia como protector y fuente de
beneficios y su hegemonía ideológica, como el núcleo natural e inevitable de actividad
política, fue cuestionada. Como la posesión de la tierra (el modo feudal) era ya el
elemento más solido en la sociedad romana, la aristocracia pudo refugiarse en ella.
 La conclusión: Wickham no considera que el modo feudal o la formación social feudal
sea una síntesis entre lo romano y lo germano. El feudalismo ya estaba presente en el
Imperio Romano como un sistema económico subsidiario antes de que llegaran los
germanos, y en la medida en que los invasores germanos tuvieron cosas tales como
una aristocracia establecida en la tierra, estas se produjeron en gran parte por la
influencia romana.
 Cuando la aristocracia perdió su interés por el Estado, este simplemente desapareció.
En la crisis final del Estado, digamos en el siglo XI en Francia, lo público se disolvió en lo
privado tanto en el plano político -ideológico como en el económico. La tradición
romano-carolingio de los poderes y responsabilidades del Estado desapareció o se
transformó en algo nuevo: el sistema privatizado o contractual basado en el señorío
personal que tradicionalmente se denomina Feudo – Vasallatico o simplemente feudal.

Manzano Moreno: El problema de los “modelos feudales periféricos: el


caso ibérico”.

 Expansión del islamismo.


 “Feudalización” del reino visigodo (681-711).
 Guerra civil entre los hijos del monarca Witiza y el “usurpador” Rodrigo.
 Batalla de Covadonga (722).
 Nuevos núcleos políticos cristianos en el Norte peninsular:
 El reino Astur (718-910).
 La Marca Hispánica (795 en adelante).
 Campañas de conquista (711-756).
 Dominio de la monarquía omeya y formación del emirato de Córdoba (756-852).
 Desorden y revueltas de los maulas hispanos (852- 929).
 Califato independiente de Córdoba, inicia bajo el emir Abd-al-Rahman III (929-976).
 Primer debate: La formación del feudalismo: La tesis de Barbero y Vigil (1978).
 Idea de “procesos de formación del feudalismo”.
 Otorgarle una explicación histórica a la invasión musulmana.
 La invasión como un episodio de la guerra civil visigoda.
 La tesis de Guichard:
 Estructuras tribales de los conquistadores que se superponen a las de sociedades
“indígenas”.
 711 es una recha de ruptura estructural y superestructural con el pasado.
 La conquista forma una sociedad típicamente oriental.
 Segunda debate: La noción de modo de producción tributario.
 La teoría marxista y las dificultades de aplicación en el ámbito no europeo.
 El enfoque tributario y las sociedades precapitalistas:
 Estado y clase dominante.
 Papel del tributo como organizador social.
 ¿Por qué desde premisas similares se puede llegar a conclusiones tan opuestas?
 Amin: El modo de producción feudal es periférico.
 Haldon: La diferencia es meramente política.
 Wickham: Sistemas totalmente antagónicos.
 El enfoque de Haldon:
 Señor y Estado sólo son facciones de la clase dominante, extraen el excedente por
medios idénticos.
 La diferencia entre modos de producción está dada por:
 Formas de la clase dominante para extraer el excedente.
 Unión de la clase dominada con los medios de producción.
 Siempre se trata de renta, sólo que esta puede tener formas institucionales u
organizativas distintas.
 Las sociedades feudales de Occidente son un subtipo de formación social tributario.
 Las criticas de Manzano Moreno:
 Las formas que utilizan las clases dominantes para controlar a las personas y los
medios de producción.
 La utilidad del concepto marxiano de alienación.
 ¿Al-Ándalus y las sociedades feudales tienen una lógica antagónica?
 Extracción del excedente.
 La degradación de la condición campesina.
 Las relaciones de dependencia.
 Las posibilidades de ejercer libertades.

Clase 5:

Gurievich: La visión del mundo del hombre de la Edad Media

25 La Edad Media es una interrupción en el desarrollo de la cultura: ese fue el veredicto
de los humanistas. Vencer ese prejuicio no es nada fácil. Está claro que, en el intento,
se corre el riesgo de sustituir la vieja «leyenda negra» sobre la Edad Media por una
nueva «leyenda dorada». Lo que hace falta es estudiar la cultura medieval bajo la luz
de su propia lógica e intentar comprenderla desde dentro.
26 El conocimiento histórico representa siempre conciencia de sí: al estudiar la historia de
otra época los hombres no pueden dejar de compararla con su tiempo. Por tal motivo,
se corre el riesgo de aplicar a unas u otras épocas y civilizaciones nuestras propias
categorías de pensamiento.
27 Es necesario ver con claridad el peligro que encierra un procedimiento tal. No
entenderíamos nada de la cultura medieval si nos limitásemos a la consideración de
que en aquella época reinaba la ignorancia y el oscurantismo porque todos creían en
Dios. Si queremos conocer el pasado tal y como era, no podemos dejar de aspirar a
estudiarlo de manera inmanente, revelar su propia estructura interna y evitar
imponerle nuestros criterios modernos de valor.
28 Los actos de los hombres siempre han sido inspirados por los valores e ideales de su
época y de su medio. Estos conforman su visión de mundo. En la Edad Media los
poetas y los pintores prefieren la tipificación a la individualización; parten de la
irreconciliable oposición entre lo sublime y lo vil, situando en las antípodas el bien
absoluto y el mal absoluto.
29 Al estudiar la cultura medieval nos encontramos constantemente con una mezcla
paradójica de nociones contradictorias: lo sublime y lo vil, lo espiritual y lo
groseramente corporal, lo siniestro y lo cómico, la vida y la muerte. Aun estando en las
antípodas, estas nociones se aproximan con frecuencia, invierten sus posiciones y
vuelven luego a distanciarse otra vez. La cultura medieval se presenta constantemente
ante nosotros como una combinación de oposiciones que puede parecernos
imposibles. Todas esas absurdidades e incongruencias necesitan ser explicadas y
comprendidas de manera adecuada.
30 Un «modelo del mundo» constituye una formación bastante estable que determinada
durante un largo período las percepciones humanas y la manera de vivir la realidad por
parte del hombre. En la Edad Media el cuadro general del mundo resultaba
extraordinariamente estable.
31 Es importante examinar los orígenes del mencionado cuadro: el cristianismo y el
sistema de nociones de la época de los bárbaros. En la Antigüedad, la mayoría de los
pueblos de Europa eran todavía bárbaros; aunque con el paso de la Edad Media
comenzaron a iniciarse en el cristianismo y en la cultura grecorromana, la influencia de
la civilización hizo que se borrase su concepción tradicional del mundo. Bajo la
cobertura de los dogmas cristianos persistieron las creencias y las representaciones
arcaicas. Por eso habría que hablar de dos «modelos de mundo»: el de los bárbaros
(principalmente germánico) y el que lo reemplazó, surgido de la potente influencia de
la cultura mediterránea más antigua y desarrollada, incluyendo también aquí al
cristianismo.
32 El «cuadro del mundo» de los bárbaros se ha formado en una sociedad relativamente
homogénea con normas tribales todavía muy vivas. Por eso, también la cultura del
mundo bárbaro tenía una gran homogeneidad y sus valores eran de aplicación
universal en el marco de esa sociedad.
33 El material que ofrecen las diversas fuentes es extremadamente incompleto y
fragmentario. No hay que perder de vista que uno de los rasgos inherentes a la Edad
Media es que en la escritura sólo se manifestaba una pequeña parte de la actividad
creadora de los hombres de aquella época, porque la gran mayoría de la población era
analfabeta y no tenía posibilidades de dejar constancia de sus pensamientos y
sentimientos de otra manera que no fuese la forma oral. Una parte importante de la
información no quedó conservada en la escritura.
34 Por el contrario, la «imagen del mundo» de la Edad Media resulta mucho más
complicada y contradictoria. Esto se explica en primer lugar por la naturaleza social de
la sociedad feudal dividida en clases y estamentos sociales antagónicos. Las «ideas de
la clase dominante» se convierten aquí en «ideas dominantes»; pero estas ideas y
visiones dominantes no desplazan completamente otras formas de conciencia social,
que se conservan en las clases bajas de la sociedad.
35 La tradición libresca de los «doctos», en primer lugar, la de los pertenecientes al clero,
y la tradición folclórica, oral, de los «ignorantes», los «idiotae», constituían los dos
polos de la cultura medieval. En esa cultura predominaban los textos recitados sobre
los que se leían, los textos que se percibían al oído y no de manera visual. Los autores
medievales se dirigían a menudo a oyentes y no a lectores.
36 Finalmente, vale aclarar que el concepto utilizado por nosotros de «hombre de la Edad
Media» es una abstracción. Al tratar de desvelar lo que hay de común en las categorías
culturales utilizadas en aquella época es necesario recordar constantemente que la
sociedad medieval era una sociedad de feudales y campesinos, de habitantes de las
ciudades y de aldeanos, de gente instruida y de analfabetos, de clérigos y de laicos, de
ortodoxos y de herejes. Por esta razón, los puntos de vista de los pensadores más
destacados de la época acerca de determinadas cuestiones nos interesan
fundamentalmente en la medida en que se les puede considerar típicos,
representativos de la sociedad feudal y del sistema de valores que predominaba en
ella.
37 Gurievich considera que la historia se repite.
38 No solo se estudia el pasado para entender el presente.
39 El simbolismo impregna la vida medieval en todos los órdenes.
40 Se percibía lo eterno en lo temporal.
41 El hombre representaba el fin último de la creación.
42 La teología aportaba a la sociedad medieval no solo una suprema generalización, sino
también la sanción, la justificación y la consagración.
43 Clases dominantes=Ideas dominantes. Esto no significa la ausencia de conciencia
social.

Le Goff: La civilización medieval

 Entre los siglos V y X nacen los hábitos de pensar y de sentir, los temas, las obras que
formarán e informarán las futuras estructuras de la mentalidad y la sensibilidad
medievales.
 la más evidente novedad de la cultura consiste en las relaciones que se establecen
entre la herencia pagana y la aportación cristiana, suponiendo —lo que está lejos de
ser cierto, como es sabido— que una y otra hayan formado entonces un todo
coherente. Lo que sí es cierto es que ambas, por lo menos en las capas instruidas,
habían llegado a un grado de homogeneidad suficiente como para que podamos
considerarlas compañeras de juego.
 Hay que recordar sobre todo que la doble necesidad que sienten los autores de la alta
Edad Media occidental de utilizar el irreemplazable bagaje intelectual del mundo
grecolatino y de fundirlo en moldes cristianos creó, o al menos favoreció hábitos
intelectuales a veces exasperantes: la deformación sistemática del pensamiento de los
autores, el constante anacronismo, la utilización de citas separadas de su contexto. El
pensamiento antiguo sobrevivió a la Edad Media sólo a costa de quedar atomizado,
deformado y humillado por el pensamiento cristiano. El cristianismo, obligado a
recurrir a los servicios de su enemigo vencido, se ve también forzado a hacer que este
esclavo prisionero trabaje para él y borre de su memoria sus propias tradiciones.
 Lo que la Edad Media conoció de la cultura antigua le fue legado a través del bajo
Imperio, que había mordisqueado, empobrecido y disecado la literatura, el
pensamiento y el arte grecorromanos de tal forma que la alta Edad Media barbarizada
pudo asimilarlos con facilidad.
 Esta época —cosa que se tiende a olvidar— fue también la de las grandes herejías, o
más bien la de las grandes dudas doctrinales, porque la ortodoxia, que nos parece
fijada sólo gracias a una ilusión retrospectiva, estaba lejos de ser algo definido. No se
trata aquí de conjeturar cuáles hubieran sido las consecuencias del triunfo de las
grandes corrientes del arrianismo, del maniqueísmo, del pelagianismo o del
priscilianismo, por no citar más que los movimientos religiosos más conocidos que
vieron la luz en el Occidente de los siglos V y VI. Se puede decir grosso modo que el
éxito de la ortodoxia se logró gracias al éxito de una via media entre el simplismo
arriano o el maniqueo y la sutilidad pelagiana o prisciliana. Todo parece resumirse en
la actitud frente al libre albedrío y la gracia. Si el cristianismo se hubiera inclinado hacia
la estricta doctrina de la predestinación como pretendían los maniqueos, el peso del
determinismo divino habría caído de lleno sobre un Occidente entregado sin
contrapartida a las clases dominantes a quienes hubiera faltado tiempo para erigirse
en intérpretes de esa omnipotencia divina. Si, por el contrario, el pelagianismo
triunfante hubiera instaurado la supremacía de la elección humana e individual, la
anarquía habría sumergido, sin lugar a dudas, a un mundo tan amenazado. Pero está
bien claro que el Occidente carecía de elección.
 El aspecto de la civilización no cambia drásticamente con las grandes invasiones. Los
centros tradicionales de la cultura, a pesar de los saqueos y de las destrucciones, dejan
raramente de existir y de difundir su luz de un día a otro. Incluso la gran víctima de la
nueva época, la ciudad, sobrevive durante más o menos tiempo y con mayor o menor
fortuna.
 El aspecto de la civilización no cambia drásticamente con las grandes invasiones. Los
centros tradicionales de la cultura, a pesar de los saqueos y de las destrucciones, dejan
raramente de existir y de difundir su luz de un día a otro. Incluso la gran víctima de la
nueva época, la ciudad, sobrevive durante más o menos tiempo y con mayor o menor
fortuna.
 Mientras se organiza la nueva sociedad cristiana urbana en torno al obispo y, en mayor
medida, alrededor de las parroquias que se forman lentamente dentro de las diócesis
(las dos palabras han sido probablemente sinónimas durante algún tiempo), mientras
la vida religiosa se instala también en las residencias campestres de la aristocracia rural
y militar, que funda sus capillas privadas de donde nacerá la Eigenkirche feudal, los
monasterios hacen penetrar lentamente el cristianismo y los valores que comporta en
el mundo campesino, hasta entonces poco afectado por la nueva religión, mundo de
largas tradiciones y de las permanencias, pero que se convierte en el mundo esencial
de la sociedad del Medioevo.
 Mientras se organiza la nueva sociedad cristiana urbana en torno al obispo y, en mayor
medida, alrededor de las parroquias que se forman lentamente dentro de las diócesis
(las dos palabras han sido probablemente sinónimas durante algún tiempo), mientras
la vida religiosa se instala también en las residencias campestres de la aristocracia rural
y militar, que funda sus capillas privadas de donde nacerá la Eigenkirche feudal, los
monasterios hacen penetrar lentamente el cristianismo y los valores que comporta en
el mundo campesino, hasta entonces poco afectado por la nueva religión, mundo de
largas tradiciones y de las permanencias, pero que se convierte en el mundo esencial
de la sociedad del Medioevo.
 La desorganización de las redes de comunicación y de intercambio del mundo antiguo
ha hecho volver a la mayor parte del Occidente al mundo primitivo de las civilizaciones
rurales tradicionales, ancladas en la prehistoria, apenas tocadas por el barniz cristiano.
Reaparecen las viejas costumbres, las viejas técnicas de los iberos, de los celtas, de los
ligures. Donde los monjes creen haber vencido al paganismo grecorromano, resulta
que han favorecido la reaparición de un trasfondo mucho más antiguo, de demonios
más taimados, sometido sólo en apariencia a la ley cristiana. El Occidente ha vuelto al
salvajismo y este salvajismo aflorará, irrumpirá de cuando en cuando a lo largo de toda
la Edad Media. Era menester señalar los límites de la acción monástica. Ahora es
esencial evocar su fuerza y su eficacia.
 El renacimiento carolingio fue el punto de convergencia de una serie de pequeños
renacimientos que, después del 680, se manifestaron en Corbie, en San Martín de
Tours, en Saint-Gall, en Fulda, en Bobbio, en York, en Pavía o en Roma. Es un
fenómeno brillante y superficial destinado para satisfacer las necesidades de un
pequeño grupo aristocrático según la voluntad de Carlomagno y sus sucesores y las de
la jerarquía eclesiástica: mejorar la formación de los cuadros laicos y eclesiásticos del
grandioso, aunque frágil edificio carolingio. El renacimiento carolingio, por lo tanto, ha
sido una etapa en la confección del instrumental intelectual y artístico del Occidente
medieval.
 Aunque la obra del renacimiento carolingio haya quedado alejada de sus aspiraciones
y de sus pretensiones, transmitirá, no obstante, a los hombres de la Edad Media,
saludables pasiones: el gusto por la calidad, por la corrección textual, por la cultura
humanística incluso frustrada, y la idea de que la instrucción es uno de los deberes
esenciales y una de las fuerzas principales de los Estados y de los príncipes. El
renacimiento carolingio también produjo auténticas obras maestras: esas miniaturas
en las que aparece el realismo, la afición a lo concreto, la libertad del dibujo, la
explosión del color. Al contemplarlas se comprende que, después de haber sido
demasiado indulgentes, tampoco hemos de ser demasiado severos con ese
renacimiento. Lo mismo que el progreso económico de los siglos VIII y IX, el
renacimiento carolingio fue sin duda un despegue fallido o tronchado
prematuramente. Pero, de hecho, es la primera manifestación de un Renacimiento
más largo y profundo, el de los siglos X al XIV.

Manzano Moreno: El problema de la invasión musulmana y la formación


del feudalismo

 La falta de documentos se asocia también a la importancia y al prestigio de la oralidad,


y aquí es cuando nos apercibimos de que Manzano no ha prestado suficiente atención,
dentro de estas fases de transformación social, al proceso, menos lento en el tiempo
que la islamización, y tan desigual como ésta, de arabización, es decir, de la difusión e
imposición de la lengua árabe. En la construcción del imperio islámico –y aquí otra vez
de manera semejante al romano o al español–, la difusión de la lengua, su conversión
en un vehículo de cultura y de prestigio, es un índice importantísimo del afianzamiento
de ese «orden islámico» al que Manzano quiere seguir la trayectoria. La lengua es un
claro vehículo y un instrumento fundamental del imperio. Y es independiente de la
religión: los judíos y los cristianos de al-Andalus (pero también de Oriente Medio)
hablaban y escribían en árabe incluso sus textos litúrgicos y religiosos, y ello les incluía
plenamente en el orden imperial. Si Manzano hubiera prestado atención a este y a
otros aspectos no propios de la historia material y política, el libro habría sido
demasiado largo, sí, pero su argumentación no se habría visto sino reforzada. Porque
Manzano termina su libro mostrándonos al-Andalus en el momento en que está ya
plenamente islamizado (además de arabizado) en el conjunto de sus normas,
prescripciones, referencias y formas de conducta. La autoridad, entendida como forma
de legitimación del poder, se basaba en este orden que había tardado más de dos
siglos en elaborarse, construirse, afianzarse. (Reveer).

Orlandis: La cuestión cristológica y la doctrina de la gracia.


 La formulación de la doctrina dogmática sobre la Santísima Trinidad vino a poner fin a
la gran disputa trinitaria, que conmovió a la Iglesia durante el siglo IV. Había quedado
definida la divinidad del Hijo y su consubstancialidad con el Padre. Pero entonces la
teología hubo de plantearse el misterio de Cristo, no ya en relación con la Trinidad,
sino considerado en sí mismo. Jesucristo fue a la vez perfecto Dios y hombre perfecto.
Se trataba de formular la doctrina acerca del modo de unión de las dos naturalezas, de
cómo se conjugaron en Cristo, sin confusión ni detrimento, la divinidad y la
humanidad.
 Dos grandes escuelas: la alejandrina, inclinada sobre todo a la especulación teológica y
que recurría a menudo al método alegórico, y la antioquena, cultivadora de la exégesis
literal de la Biblia, con una evidente propensión positiva y racionalista. Ante la cuestión
cristológica, cada una de las escuelas hacía hincapié en aspectos diferentes: la escuela
de Alejandría puso el acento sobre la perfecta divinidad de Jesucristo, y la escuela de
Antioquía asumió la defensa de la completa naturaleza humana del Salvador.
 El problema cristológico se planteó abiertamente cuando un teólogo formado en la
escuela de Antioquía, Nestorio, fue elevado a la sede de Constantinopla y predicó en
contra de la Maternidad divina de María, produciendo una profunda conmoción en el
pueblo. Para Nestorio, dentro de la tradición de su escuela, María no habría
engendrado al Hijo de Dios, sino al hombre Cristo en que habitaba el Verbo. No habría
de ser llamada, pues, Theotokos, Engendradora de Dios, Madre de Dios, sino
solamente Christotokos, Madre de Cristo.
 El Concilio de Éfeso se abrió el 22 de junio del año 431. Cirilo ostentó la representación
del Papa, y tres legados pontificios acudieron también desde Roma. El desarrollo del
concilio fue muy accidentado. En la primera sesión se aprobó un decreto redactado
por Cirilo, donde se formulaba la doctrina de la unión hipostática de las dos
naturalezas en Cristo, y se acordó también la deposición y excomunión de Nestorio. Al
término de la sesión se produjo una manifestación pública de júbilo y el pueblo de
Éfeso, gozoso al ver confirmado a María el título de Madre de Dios, acompañó con
antorchas a los padres del concilio.
 Después de la muerte de san Cirilo, las tendencias extremas se impusieron cada vez
más entre muchos teólogos alejandrinos. Estos ya no admitían la doctrina definida en
Éfeso de la unión de las dos naturalezas en Cristo, doctrina que tachaban de
nestoriana, pues a su juicio decir dos naturalezas equivaldría a decir dos personas.
Según ellos, después de la Encarnación ya no hubo en Cristo dos naturalezas, sino una
sola –de ahí «monofisismo»–, porque la naturaleza humana habría sido absorbida por
la divina.
 Desde mediados del siglo VI existieron dos patriarcados de Alejandría, uno fiel al
Imperio y a la ortodoxia de Calcedonia y otro monofisita. Al primero perteneció tan
solo la minoría de origen helenista instalada en las ciudades, cuyos miembros fueron
llamados con el sintomático apelativo de «melquitas» –imperiales–, mientras que la
masa de la población indígena se adhería al patriarcado monofisita. Si consideramos el
hecho de que, a la hora de la invasión árabe, los coptos monofisitas ascendían a unos
seis millones frente apenas 300.000 cristianos melquitas, resulta menos sorprendente
la fulminante rapidez de la conquista islámica, favorecida por la falta de espíritu
público de la gran mayoría de la población indígena, que recibió a los musulmanes
como unos libertadores.
 La caída del Imperio Romano de Occidente y la constitución de los reinos barbáricos
sobre el territorio de sus antiguas provincias es un fenómeno histórico de la mayor
importancia. De entonces puede decirse que arranca el proceso de formación de
Europa. Desde el punto de vista de la historia cristiana, las invasiones fueron también
un acontecimiento trascendental. Hasta entonces, el Evangelio se había difundido casi
exclusivamente por el área cultural greco-latina, que coincidía más o menos con el
espacio geográfico del Imperio.
 Ahora, en cambio, las grandes migraciones populares que iban a cuartear y,
finalmente, a derrumbar las estructuras del Imperio occidental pondrían en contacto
directo con la Iglesia a todo un nuevo mundo étnico y cultural. De ahí que el ocaso de
la Roma cristiana, ese drama que sintieron como propio tantos espíritus selectos
cordialmente anclados en la civilización antigua, viniese a ser a la postre, por designio
de la Providencia, puerta abierta para la futura expansión del Reino de Dios. El
Evangelio pudo comenzar a anunciarse desde ahora a ese complejo enjambre de tribus
que conocemos con el apelativo común de pueblos germánicos y pronto alcanzaría a
otras gentes todavía más lejanas, a eslavos, magiares o escandinavos. Todos estos
pueblos recibirían la fe, entrarían en la Iglesia y con su conversión pondrían las bases
de esa gran realización religiosa y cultural que fue durante muchos siglos la Europa
cristiana.
 Los pueblos invasores, con contadas excepciones, abrazaron el cristianismo bajo la
forma arriana. Algunos de ellos, como los ostrogodos o los vándalos, nunca llegaron a
incorporarse a la Iglesia y permanecieron arrianos hasta su extinción como grupo
nacional. Otros, en cambio, y tal fue el caso de visigodos y suevos, de borgoñones o
longobardos, después de un período más o menos largo de arrianismo, terminaron por
adherirse a la fe católica. Un problema del mayor interés es, por tanto, el del
arrianismo germánico, esto es, la cuestión de aclarar las razones por las cuales los
invasores bárbaros adoptaron preferentemente esta variedad herética de cristianismo,
dando lugar a que el arrianismo sobreviviese entre ellos durante varios siglos, tras de
su completa extinción en las poblaciones pertenecientes al área de cultura greco-
latina.
 La conversión de los visigodos al arrianismo tuvo una considerable repercusión en la
actitud religiosa de otros muchos pueblos barbáricos contemporáneos. Estos pueblos
que se encontraban en parecida coyuntura de abandonar el paganismo para hacerse
cristianos se sintieron atraídos por el ejemplo del primer pueblo germánico que se
había cristianizado y optaron igualmente por la confesión arriana. Así, en los años
siguientes, el arrianismo se extendió como un contagio por todo el mundo germánico y
pasó a ser su forma peculiar de cristianismo. Este fenómeno vino a prolongar durante
algunos siglos la supervivencia del arrianismo y dio lugar al nacimiento de varias
Iglesias nacionales arrianas. Pero en el origen de este proceso se hallaron como factor
primordial los emperadores filoarrianos de la dinastía constantiniana y, sobre todo, el
emperador Valente, que tuvo una influencia tan decisiva en la opción religiosa arriana
del primer pueblo germánico que pretendió hacerse cristiano.
 A principios del siglo V, el arrianismo que durante largo tiempo había sido la gran
herejía cristiana de la época, era ya tan solo un recuerdo en el panorama teológico de
la Iglesia universal. Pero en el momento mismo en que el arrianismo dejaba de ser una
cuestión doctrinal viva en el ámbito de la Iglesia, se extendía como una mancha de
aceite entre los pueblos bárbaros invasores. Y es que una parte considerable del éxito
del arrianismo entre esos pueblos se debió precisamente a la circunstancia de que, por
no contar ya con seguidores entre las poblaciones románicas del Imperio, podía
constituir la forma autóctona y peculiar de cristianismo exclusiva de los grupos étnicos
de origen germánico. Estos grupos que a consecuencia de las grandes invasiones se
habían asentado en suelo romano, numéricamente, eran tan solo una reducida
minoría, en relación con las poblaciones indígenas de las diversas provincias junto a las
cuales habían de convivir ahora. Mas, a pesar de su inferioridad demográfica y cultural,
estas minorías germánicas que dieron vida a los reinos sucesores del Imperio
constituían una oligarquía castrense, detentadora de la fuente armada y pronto
también del poder político.
 La conversión de los francos y de otros pueblos barbáricos –germanos y eslavos– que
se incorporaron a la Iglesia en siglos posteriores, hasta bien avanzada la Edad Media,
presenta unos rasgos característicos que conviene señalar aquí y que difieren
sustancialmente de los modos que fueron habituales en las conversiones cristianas de
los primeros siglos. La expansión evangélica discurrió ahora a través de los peculiares
cauces que convenían a la cultura, la mentalidad y el talante espiritual de los nuevos
pueblos que llegaban al umbral del cristianismo.
 En la conversión al cristianismo de los pueblos barbáricos tuvieron a menudo una
destacada intervención princesas católicas que contrajeron matrimonio con sus reyes
o príncipes.
 Cierto es que el ejemplo de los príncipes y señores influyó poderosamente en el
destino religioso de los pueblos. Pero es una constante humana, tan propia de la época
barbárica como de la nuestra, que la masa popular sea influida, para bien o para mal,
por la conducta y las actitudes morales de aquellos que ocupan un lugar eminente en
la sociedad. El ejemplo de los jefes tuvo entonces una función providencial para
facilitar la conversión de aquellos pueblos, siempre proclives a seguir sus huellas. Pero
eso no quiere decir que una tal conversión careciera de significado religioso: lo tuvo,
aunque acomodado a la psicología y a la mentalidad del hombre barbárico.
 En el año 711, la conquista musulmana puso fin a la España visigótica y la Iglesia hubo
de sufrir allí la dura suerte que le tocó también conocer en otras muchas regiones del
mundo latino y oriental. En el siglo VII, que presenció la cristianización de todas las
poblaciones establecidas en los territorios románicos de Occidente y el progreso de la
penetración evangélica más allá de las antiguas fronteras europeas del Imperio, en ese
mismo siglo nació en Oriente y se extendió con pasmosa rapidez una nueva religión, el
Islam, que durante más de mil años había de hacer difícil la supervivencia de las
iglesias en las tierras sometidas a su poder y constituiría una permanente amenaza
para muchos pueblos cristianos.
 La expansión del Islam se realizó en gran parte por tierras cristianizadas y tuvo una
honda repercusión en la vida de las iglesias y de los fieles que quedaron sometidos al
poderío musulmán.
 Las iglesias cristianas soportaron con diversa fortuna la ruda prueba del dominio
musulmán. Esta prueba se hacía más difícil en la medida en que aquel dominio se
prolongaba y desaparecían las esperanzas de restauración cristiana. Con el paso del
tiempo crecía el conformismo y la religión de los dominadores ganaba nuevos adeptos,
mientras los cristianos quedaban reducidos a la condición de simple minoría religiosa.
Las comunidades cristianas padecían, además, un continuo debilitamiento, a causa de
la progresiva islamización de las costumbres y del medio ambiente. A mediados del
siglo IX, cuando España llevaba ya ciento cincuenta años de dominio musulmán, san
Eulogio y Álvaro de Córdoba se esforzaron por reanimar la fe y el fervor de los
cristianos andaluces; el episodio de los Mártires cordobeses que se presentaban
voluntariamente al sacrificio tuvo el sentido de un gesto heroico destinado a sacudir
las conciencias de muchos fieles, adormecidas por la presión ambiental, y a galvanizar
su espíritu cristiano. Pero, además, el Islam, en ciertas horas de su historia se tornó
resueltamente intolerante, como ocurrió en los Imperios africanos almorávide y
almohade y entonces trató de eliminar por la violencia los residuos cristianos que
pudieran existir.

Clase 6:
Minguez: Las claves del periodo Carolingio (723-879)

 El imperio o periodo Carolingio fue la dinastía de los carolingios en el reino de los


francos.
 Carlomagno (768-814). (Hijo de Pipino).
 732: Carlos Martel detiene a los musulmanes en Poitier.
 751: Coronación de Pipino “El Breve” como rey de los francos.
 768: Comienza el reinado de Carlomagno.
 799: Inicia el azote de los vikingos en las Galias.
 800: Coronación de Carlomagno como Emperador.
 814: Fin del reinado de Carlomagno: Luis “El Piadoso” heredero Tratado de Verdún
entre Carlos, Lotario y Luis “El Germánico”.
 870: Reparto de Merseen.
 877: Carlos “El Calvo” reconoce la heredabilidad del feudo en la capitular de Quierzy.
 936: Otón I es coronado como Rey de Francia Orientalis y asume el Ducado de Sajonia.
 987: El golpe de Hugo Capeto instaura la dinastía robertina en Francia occidentalis.
 Procesos entre el año 715 y el 955:
 PRINCIPIOS DEL SIGLO VIII:
 De los reinos romano germánicos a los inicios de la construcción carolingia.
 Fortalecimiento del “norte germano” en detrimento del “sur romano”.
 Invasión musulmana en la Península Ibérica  Reaparición de un gobierno con
pretensiones centralizadoras.
 Imposición de una estructura jurídica y política que no será perdurable en el tiempo.
 Síntesis político-cultural del Imperio Carolingio.
 Primer crecimiento de la economía europea.
 Desestructuración de la relaciones sociales antiguas.
 Consecuencias sociales de las segundas invasiones.
 MEDIADOS DEL SIGLO X:
 Estabilización de las fronteras con el Islam.
 Victoria de Otón I sobre los húngaros.
 Alianza de Otón con la Iglesia.
 Creación del Sacro Imperio Romano Germánico.
 Debilitamiento de las incursiones vikingas y sarracenas.
 Organización política:
 Emperador: ayudado por corte o palacio la cual es dirigida por el chambellan y
compuesta por el mariscal, el canciller y el conde de palacio.
 El emperador a su vez organiza a los territorios en condados y marcas.
 La fragmentación interna de la sociedad: la gran propiedad
 Transformación económica de larga duración (VI-X) que se esconde tras la
fragmentación política.
 Proceso de ruralización: decae la ciudad como centro articulador de la vida política y
económica del imperio romano.
 Surgimiento de la gran propiedad autosuficiente que reemplaza al latifundio esclavista
y monoproductor.
 El campesinado libre de las comunidades germánicas se funde con antiguos esclavos
en la dependencia bajo la forma de “colono” de la época carolingia.
 La crisis de las vinculaciones públicas:
 Cambio estructural en la aristocracia de origen germánica o romana: el ejercicio del
poder político comienza a servir como instrumento para los intereses de la nueva
aristocracia.
 Identificación entre poder político (delegación de funciones por la monarquía) y poder
económico (grandes propietarios territoriales).
 Razones de la gran expansión territorial carolingia: los reyes necesitan tener una
aristocracia adicta mediante la entrega de feudos y el compromiso privado de vasallaje
(condes, missi dominici) que reemplaza la “fidelidad pública”.
 Proceso similar al sucedido durante la dinastía merovingia con el ascenso de los
mayordomos de palacio, pero ahora con concesiones del emperador basadas en el
feudo y no en la propiedad.
 Nacimiento de los principados territoriales:
 Durante el “feudalismo clásico”, el sistema se extiende: proceso de vinculación entre
las 200 o 300 familias que forman la alta nobleza con los nobles de rango inferior o
medio.
 La fragmentación de la soberanía reestablece la coherencia entre estructura política y
estructura económico-social: implantación del feudalismo.
 El fin de las conquistas frena la incorporación de nuevas tierras, el poderío nobiliar
deberá expandirse al interior del espacio político del imperio: patrimonialización de las
funciones políticas y tierras otorgadas en feudo.
 Confrontación entre las grandes familias condales: provoca concentración de grandes
territorios y el surgimiento de principados feudales.
 Sometimiento del campesinado:
 El fortalecimiento de la aristocracia, además de la patrimonialización de las funciones
políticas, tiene su base en el control de la producción • Un control ejercido de forma
indirecta:
 Control sobre el principal medio de producción (la tierra).
 Sometimiento de la fuerza de trabajo que debe cultivar esa tierra.
 Apropiación de una parte de los excedentes producidos por el campesinado.
 Unos de los aspectos de este proceso es la desarticulación del esclavismo y el
resurgimiento de comunidades campesinas germánicas, sometidos en un nuevo
campesinado dependiente de la aristocracia (sin distinción de “libre” o “no libre”).
 Resistencia al poder aristocrático:
 El sometimiento del campesino no estuvo exento de tensiones sociales: entre una
presión variable del sector aristocrático y la capacidad de solidaridad colectiva de las
comunidades.
 Además, hay que tener cuenta los factores externos como las nuevas invasiones que
aumentaron la importancia de la defensa militar a partir del siglo IX.
 Las capitulaciones regias dan cuenta de los movimientos de resistencia campesinos,
tanto abiertos como formas larvadas y cotidianas: introducción de ganado en campos
cercados por la aristocracia, huida de los lugares de trabajo o resistencia a las levas
militares de los reyes carolingios.
 Nuevos sistemas productivos:
 La reestructuración del sistema productivo produce la extinción del latifundio
esclavista y su sustitución por la mano de obra campesina, en su mayoría procedente
de las comunidades aldeanas, se basa en dos estructuras agrarias: 1) la gran propiedad
esclavista/2) La comunidad de aldea.
 Efectos económicos de la reestructuración productiva:
 Intensificación del comercio, proliferación de mercados locales sin el “dirigismo” del
poder político y crecimiento de viejos núcleos urbanos, además de la aparición de
otros nuevos.
 Aparición de centros de almacenamiento y comercialización a lo largo de las rutas
fluviales del nordeste europeo (portus): hablan de la exportación de excedentes
agrarios producidos en los grandes dominios y el surgimiento incipiente de un
artesanado rural, además del comercio de productos de lujo de media y larga
distancia.
 Conclusión:
 “La consumación del proceso de desarticulación de los sistemas esclavistas y tribal es
el hecho que posibilita y propicia la implantación de una nueva organización
productiva y de unas relaciones sociales de producción que constituyen el soporte del
espectacular crecimiento económico y de la nueva estructura política de una Europa
que ya comienza a definirse en todos los niveles de análisis como la Europa feudal.”

Duby: Guerreros y campesinos (La etapa carolingia)

 S.VIII: Se consolida una fuerza de agresión contra otros clanes aristocráticos y más
tarde contra todas la etnias. PERO FINALMENTE SOBRE ESTAS DEVASTACIONES SE
EDIFICO UN NUEVO IMPERIO. Un inmenso estado que se mantuvo bajo control
durante medio siglo.
 Se restaura el uso de la escritura en la administración. Carlomagno quiso enlazarse así
con la tradición romana.
 LAS TENDENCIAS DEMOGRÁFICAS:
 S IX- Comarcas carolingias. Se redactan polípticos.
 Aumento de población: x el alejamiento de las fronteras hostiles.
 Espaciamiento de las pestes.
 Transformación de la esclavitud
 EL NUMERO DE HOMBRES HA AUMENTADO
 Se presenta un desequilibrio entre:
 Crecimiento de la población.
 Marco productivo.
 EL GRAN DOMINIO
 Según fuentes del S IX:Villas son grandes conjuntos territoriales de muchas centenas
de hectáreas, divididas en múltiples explotaciones, la más amplia se la reservaba el
dueño en cultivo y las demás eran otorgadas a familias campesinas.
 MANSO: Es el nombre que recibe la reserva señorial.
 CURTIS. Espacio cercado y edificado al cual el manso rodea.
 Elementos:
 Capilla.
 Molinos.
 Rodeado de grandes extensiones de tierras de cereal.
 CALIFICACIÓN JURÍDICA DE LOS MANSOS: aunque la movilidad de la época haya roto
la coincidencia entre el estatuto del manso y el de los agricultores que lo explotan.
 Mansos libres: son ocupados por esclavos
 Mansos serviles: son ocupados por colonos
 Una de las debilidades más grandes de estas explotaciones es la indiferencia por los
dueños, sin importar su tamaño o productividad todos debían cumplir las mismas
obligaciones.
 RENTA: Es lo que el señor espera de los mansos dependientes (huevos, pollos,
corderos, monedas de plata)
 No obstante, el propietario antes que rentista es un cultivador de tierras.
 A causa de las deficiencias técnicas la reserva exige trabajadores en gran número.
 S IX: La esclavitud doméstica sigue siendo muy numerosa, no obstante, esto se
encontraba en declive.
 A medida que aumenta la importancia de los cereales y vino, los esclavos se adaptan
mal a las necesidades de la producción de una gran explotación. Hubiera sido ruinoso
para el cultivador mantener todo el año el mismo personal ya que había épocas en el
año en los que se necesitaba mucho y épocas en los que no se necesitaban casi. 
ENTONCES SON REEMPLAZADOS POR JORNALEROS.
 El régimen señorial estaba organizado en función de una agricultura muy extensiva
cuya productividad no contribuia a mejorar, sino a empeorar el modo de explotación
(con un campesinado famélico desprovisto de lo más elemental).
 Rasgos:
 Existen posesiones familiares modestas. Entes separados de todo dominio señorial
 El régimen señorial varía según las regiones. En las provincias germánicas aparecen
mucho más relajados.
 Sin embargo, la agravación de las condiciones entre campesinos libres y esclavos se
redujo, y esto condujo poco a poco de la esclavitud a la servidumbre, se incluye a la
población dependiente en un mismo grupo homogéneo de explotados
 El instrumento monetario comienza a generalizarse y penetrar en las poblaciones
campesinas.
 LA PRODUCCIÓN ESTA ORIENTADA AL CONSUMO Y NO MAS QUE ESO. El consumo
orienta la producción del dominio, según las necesidades de la alta aristocracia.
 El organismo señorial se amplía permanentemente.
 El granero del señor permanece lleno cuando los demás están vacíos son la esperanza
de los hambrientos que se agolpan en sus puertas para conseguir granos.
 EL RÉGIMEN SEÑORIAL INTERVINO POR ÚLTIMO PARA ACELERAR LOS CAMPOS DE
INTERCAMBIO Y CIRCULACIÓN MONETARIA.
 LA CONCENTRACIÓN ECONÓMICA, CUYO AGENTE ERA EL GRAN DOMINIO
CONTRIBUYO A QUE EL FRUTO DEL TRABAJO EN LA TIERRA SE RELACIONARA CON
ACTIVIDADES COMERCIALES.
 EL COMERCIO
 Surge también como una consecuencia de la restauración monárquica.
 Los mercados rurales se multiplican durante el S IX. Al mismo tiempo la monarquía
quiere tener en sus manos el monopolio de las acuñaciones. El renacimiento del
estado había favorecido el desarrollo de la circulación monetaria.
 El rey franco impuso en toda Europa el sistema monetario, este fue sin dudas un hecho
político.
 El comercio estaba regido y controlado por la autoridad pública.
 Se prohibía el comercio de noche (a excepción de provisión de víveres a viajeros)
 En especial se controlaba el tráfico a larga distancia.
 ¿Qué rol cumple el gran dominio en la economía global según Duby?
 CRECIMIENTO EXTENSIVO: La alta aristocracia y de ostentación estimula el crecimiento
económico. Pero no se esforzaron por mejorar los dominios. No crecen por mejoras
tecnoproductivas, sino por la incorporación de nuevos mansos absorbiendo el
campesinado independiente.
 EL CAMPESINADO: Durante el siglo IX hay cierta libertad para el campesino, pero a
mediados del siglo X se produce un nuevo encuadramiento social bajo los dominios de
grandes propietarios aristocráticos poscarolingios obligados a adaptarse al final de las
conquistas imperiales.
 RENACIMIENTO COMERCIAL: Es un comercio de eslavos y productos suntuarios de alto
precio y poco volumen. Sustituye las operaciones de pillaje para adornarse, festejar o
regalar bienes manufacturados. Los primeros beneficios económicos irán a mejorar el
armamento de guerra.
 RENACIMIENTO URBANO: Caído el aparato político carolingio, continua el crecimiento.
Pero no hay crecimiento comercial. Las ciudades más importantes eran políticas,
militares y religiosas. El crecimiento es superficial y los intercambios regionales, entre
dominios aristocráticos.

Toubert: Europa en su primer crecimiento


 ¿Qué rol cumple la propiedad señorial en la economía medieval señorial según
Toubert?
 INVERSION RODUCTIVA: La noción de la gran propiedad señorial como un sistema
cerrado se basa en el supuesto de una tasa de rentabilidad baja y la incapacidad para
ingresar a una economía de mercado, generando reinversiones productivas.
 EXCEDENTES AGRARIOS: No hay un cuestionamiento del carácter prioritario del
autoconsumo, pero tanto para el caso de los terrazgos como para la reserva, el sistema
supone la salida de excedentes, tanto señoriales como campesinos.
 CRECIMIENTO POBLACIONAL: Los datos demográficos muestran un crecimiento de
larga duración (VIII-IX) con coyunturas de crisis y hambrunas, mientras que se ha
comprobado la difusión de avances tecnológicos como molinos y cervecerías, cuyos
efectos acumulativos se sentirán del X al XIII.
 RACIONALIDAD ECONOMICA: Los polípticos dan cuenta de las estrategias señoriales,
gestores agrícolas interesados por racionalizar aumentar la productividad campesina
mediante reestructuraciones de la curtis y apropiación de los puntos de
transformación de productos agrarios.

Wickham: El experimento carolingio


 750-1000.
 El imperio franco de Carlos el Grande, es decir, de Carlomagno (768-814) y su hijo
Ludovico el Piadoso (814- 840), fue sustancialmente mayor que el de cualquier otro
sistema político de la Europa medieval, puesto que abarcaba lo que hoy es Francia,
Alemania y los Países Bajos, extendiéndose asimismo por el norte de Italia, Cataluña y
Austria.
 Por otra parte, los reyes y las élites carolingias tampoco eran plenamente conscientes
de lo que estaban haciendo. Ellos consideraban que la misión que llevaban a cabo era
en gran medida de naturaleza moral, e incluso teológica, y que se regía por unos
imperativos de muy antiguo arraigo (el modelo que ellos mismos confesaban seguir
era el del Israel bíblico y el del imperio romano tras su conversión al cristianismo) y por
unos procedimientos políticos que muy a menudo mostraban idéntica antigüedad; en
pocas palabras: simplemente intentaban hacer bien las cosas.
 La comprensión del mundo carolingio resulta crucial, ya que en realidad estaban
tratando de hacer algo nuevo —aunque no se dieran cuenta—, y sobre unas bases que
se revelarían diferentes a las de cualquier otro sistema político posterior.
 Carlos Martel, el maior que se hizo con las riendas del reino de los francos en la década
de 710, inició la serie de conquistas llamadas a marcar el siglo VIII.
 Dado que la dinastía entera desciende de este primer Carlos, los autores medievales
de épocas posteriores acuñarán el término «carolingio» para señalar ese vínculo. En
teoría, Carlos Martel siguió gobernando en nombre de los reyes merovingios, pero por
esas fechas los monarcas de esa familia se hallaban ya totalmente desprovistos de
poder, tanto es así que entre el año 737 y el de su fallecimiento (ocurrido en 741), ni
siquiera se tomó la molestia de nombrar a un nuevo soberano. Sus dos hijos, Pipino III
y Carlomán I, sí que designaron a un rey al sucederle, pero en 751, Pipino, que para esa
fecha gobernaba ya en solitario, juzgó posible limitarse a tomar el poder sin más,
convirtiéndose él mismo en monarca.
 De lo que no hay duda es de que el papa Esteban II (752-757), que viajó al reino de los
francos en 754 para solicitar ayuda a Pipino frente al ataque de los lombardos (era la
primera vez que un papa visitaba las regiones situadas al norte de los Alpes), vertió
personalmente los óleos sagrados para coronar rey a Pipino, en un gesto que no
conocía precedente alguno en la historia del mundo franco, aunque es cierto que los
visigodos ya se habían servido con anterioridad del rito de la unción.2 Este acto habría
de marcar de manera permanente la pauta de todas las acciones políticas posteriores
de los carolingios, ya que sin el apoyo de la Iglesia no pasaban de ser una familia
aristocrática más, por mucho que se tratase, de lejos, de la más prominente de todo el
reino de los francos. Esto determinaría que la dinastía se comprometiera con la visión
eclesiástica de la política. Si en la década de 740 Pipino y Carlomán ya habían
empezado a organizar concilios de la Iglesia, en los años cincuenta de ese mismo siglo
se celebrarían más, y la práctica iba a continuarse a lo largo de los cien años siguientes.
 Carlos Martel había tenido a un ejército en campaña prácticamente todos los años de
su reinado, y sus hijos harían lo mismo, de modo que al morir Pipino habían
conquistado ya, en su mayor parte, las principales regiones independientes que un día
gobernaran los merovingios. Carlomagno, hijo de Pipino, y dirigente único a partir de
771, pondría el broche de oro a la expansión. Entre los años 773 y 774 se apoderó
rápidamente del reino lombardo de Italia.
 En suma, al detenerse la ofensiva bélica a gran escala lanzada por el monarca franco, la
superficie de los territorios sujetos a su predominio acabaría duplicando el de las
regiones gobernadas por Carlos Martel, con el añadido de que, en lo sucesivo, las
fronteras habrían de mantenerse firmes. Lo conseguido por Carlomagno era ya un
imperio, no un reino, así que no es de extrañar que los historiadores modernos hayan
juzgado significativo que en 800 el papa coronara imperator a Carlomagno en Roma. Y
a pesar de que esto no parezca haber constituido en realidad un punto de inflexión
clave, lo cierto es que tanto él como sus sucesores recibieron el título con los brazos
abiertos.
 En la década de 790, Carlomagno estableció en Aquisgrán su nuevo palacio, y al
sucederle en 814 Ludovico el Piadoso, el único hijo que le quedaba, la ciudad se había
convertido ya en una capital regia. Ludovico instaló en ella su principal cuartel general,
tanto para la toma de decisiones políticas como para la planificación de sus campañas.
 La década de 820 fue tranquila y marcó el apogeo de la dominación de Ludovico. Sin
embargo, la década siguiente no discurrió en paz, ya que, a lo largo de la misma, el
soberano franco tuvo que hacer frente a dos levantamientos de importancia, uno en
830, y otro entre 833 y 834, liderados por sus tres hijos mayores: Lotario, Pipino y (en
833) Ludovico el Germánico; se dio la circunstancia de que en el transcurso de la
segunda revuelta llegaría a perder temporalmente el poder.
 Con todo, al final de la década, Ludovico consiguió recuperar el poder y transmitírselo
sin incidentes a los tres hijos que todavía le quedaban —Pipino, que había fallecido,
fue sustituido por Carlos el Calvo, el benjamín de su linaje—. Esos hijos libraron no
obstante una breve guerra civil, entre 841 y 842, y después se repartieron
formalmente los territorios francos en el tratado de Verdún de 843.
 Como ya ocurriera con los merovingios antes que ellos, también los carolingios
consideraban que la división del reino era algo normal, y así lo habían hecho ya en 741
y 768.
 Esas fragmentaciones acababan acumulándose, de modo que la constante
preocupación de los carolingios era no tener demasiados herederos. Excluían de la
sucesión tanto a las ramas femeninas de su linaje como a los hijos ilegítimos.
 No obstante, pese a adoptar esas medidas, no tardaron en tener problemas, ya que
muchos de los titulares de las líneas colaterales carolingias fallecían sin dejar
herederos varones legítimos. A finales de la década de 870, el apuro no era que
hubiese demasiados carolingios, sino al contrario, muy pocos, así que entre 876 y 884,
un único adulto varón legítimo, el rey y emperador Carlos el Gordo, heredaba la
totalidad de los reinos francos. Sin embargo, a Carlos el Gordo no iba a resultarle fácil
recuperar el poder central de que había disfrutado en su momento Ludovico el
Piadoso.
 . La más difícil de gobernar fue la Francia Oriental, debido a la doble circunstancia de
que en su mayor parte carecía casi por completo de influencia romana y de que
contaba con muy malas comunicaciones; de hecho, sus territorios incluían las regiones
francas en las que menor apoyo había suscitado el proyecto carolingio. Sin embargo,
en términos militares era también la región más poderosa de todas, ya que Ludovico el
Germánico había mantenido bien entrenados a sus ejércitos a causa de las guerras
fronterizas, de entre las que destaca la librada contra el poderoso, aunque reciente,
reino de Moravia, en lo que hoy es la República Checa.
 Se ha argumentado que los carolingios empezaron a tener problemas poco después de
que su imperio dejara de expandirse, ya que se supone que la lealtad de las
aristocracias al rey disminuía si no se conseguían éxitos militares de forma constante.
Pero no es eso lo que sucedió. Las rebeliones aristocráticas contra Carlomagno son
características de las décadas de 780 y 790, no de épocas posteriores, y los personajes
que encabezaron las luchas contrarias a Ludovico el Piadoso y a sus herederos fueron
casi exclusivamente hermanos o hijos de monarcas. Es extremadamente difícil vincular
el respaldo que las clases aristocráticas prestaban a quienes se rebelaban contra sus
soberanos con cualquier tipo de desencanto con el desarrollo del proyecto carolingio.
 Todo aquel que gozara del favor del rey podía esperar dádivas tanto en forma de
tierras como de cargos, es decir, se hacía acreedor a recibir honores, por emplear la
voz que utilizaban los propios francos (y entre esos honores se contaba la concesión de
tierras de los monasterios, no solo del rey, e incluso el otorgamiento de potestades
sobre los monasterios mismos). No se trataba necesariamente de gracias de carácter
permanente o hereditario, pero, en la práctica, los fieles al monarca podían abrigar
razonablemente la esperanza de transmitir las tierras recibidas en donación a sus hijos,
o legar también a sus descendientes los cargos locales obtenidos, aunque no siempre
hubieran de desempeñarse en el mismo sitio.
 En este contexto habrá de desarrollarse también la considerable actividad económica
de las tierras francas, particularmente en las regiones septentrionales situadas entre el
Rin y el Sena, es decir, en el corazón mismo del reino de los francos. Es posible que
este estado de cosas obedeciera en parte a unas causas profundas de mayor alcance,
ya que hay signos de que el siglo IX es el período en el que empiezan a crecer, siquiera
lentamente, las cifras demográficas del conjunto de Europa.
 Sin embargo, la verdad es que ese incremento se debió a otro también: el de la
intensidad de la explotación agraria. El siglo IX fue una época en la que algunos
grandes terratenientes (sobre todo los monasterios del norte) se mostraron
particularmente activos en la gestión de sus propiedades, un dinamismo que ha
quedado documentado en los detallados catastros de tierras y rentas que reciben el
nombre de polípticos, cuya característica principal es la de contar con un mayor
número de pormenores que cualquiera de los que nos permiten el estudio de Europa,
al menos hasta el siglo XIII.
 Los propietarios de las iglesias, cuando menos, y desde luego también los reyes, no
solo se esforzaban en extraer recursos de sus propiedades, sino que trataban de
hacerlo de la manera más sistemática posible. También vendían los excedentes, y
además tuvo que ser necesariamente para comprar cosas, ya que contamos con
fuentes escritas que nos muestran que en el siglo IX había una red de mercados en el
reino de los francos y que los vendedores de vino y tejidos recorrían distancias muy
importantes. La arqueología confirma estos extremos, dado que tanto las monedas
como las piezas de alfarería de calidad aparecen distribuidas por una zona muy amplia,
al igual que otros productos más especializados, como el vidrio y las piedras de moler
procedentes de Renania.
 En este período, lo que nos indica la actividad económica es fundamentalmente el
sesgo de las demandas de las élites, lo que a su vez implica que las clases altas gozaban
de una abundante riqueza, y dado que constatamos una actividad tan intensa en el
norte del reino de los francos, está claro que las exigencias de los acaudalados debían
de ser considerables. Esa demanda iba a dar un impulso adicional al protagonismo
político de la época.
 La importancia de la política asamblearia de la época carolingia fue como mínimo igual
a la de los tiempos merovingios, y hasta es posible que la superara. Las grandes
cuestiones de estado se decidían en el placitum generale, el nombre que se daba
comúnmente a la asamblea, habitualmente bianual, que se convocaba en distintos
puntos del territorio franco (y también, aunque de forma independiente, en Italia) y en
la que se daban cita los principales señores laicos y eclesiásticos.
 los grandes terratenientes, tanto laicos como eclesiásticos, habían logrado ampliar sus
propiedades de forma más que notable, y muchas veces de forma ilegal y a expensas
del campesinado propietario. En el siglo VII, este proceso era ya de carácter general, y
llegaría a su culminación en el IX, como tan a menudo lamenta la legislación carolingia.
 Durante las guerras civiles de 841 a 842, este estado de cosas desembocará en la
revuelta de los stellinga, la más importante rebelión campesina que habrá de
conocerse en toda la Edad Media, al menos hasta finales del siglo XIII. En 843, Ludovico
el Germánico sofocará esta sublevación de una forma muy violenta.
 Será en tiempos de Carlomagno cuando encontremos las primeras pruebas
fehacientes de los sistemas que empleaban los reyes francos para mantener bajo
control, en términos prácticos, su vasto imperio. Uno de esos métodos consistía en lo
que podríamos llamar la uniformidad flexible: todas las comarcas contaban con un
conde, es decir, con un aristócrata, venido frecuentemente de algún otro lugar, que se
ocupaba de impartir justicia y de dirigir el ejército (repito que estos son los dos
elementos básicos de toda gobernación medieval). Las marcas, que eran territorios
más militarizados, se hallaban en las zonas fronterizas. Las audiencias judiciales locales
(denominadas también placita) contaban en muchísimos casos con unos encargados
llamados scabini, pertenecientes a las élites locales, que regían los tribunales en
nombre del conde.
 El hecho de que en el mundo carolingio se asignara siempre a distintos grupos de
hombres la misión de fiscalizar las acciones de otros contemporáneos suyos constituía
un importante factor más para la corrección de cualquier tendencia que pudiera
inducir a los funcionarios a ir demasiado lejos en la comisión de actividades ilegales,
disuadiéndoles asimismo de la tentación de crear una base local de poder, algo que ni
siquiera resultaba viable en los límites del imperio, que por esta época se hallaban ya
muy alejados del centro. Al final, siempre había alguien que acababa enterándose de
cualquier maquinación, y de ese modo se producía invariablemente una reacción, si
bien con no poco retraso.
 Faceta religiosa del proyecto carolingio: una faceta que en realidad se juzgaba
totalmente inseparable de la tarea de gobernar, concebida a su vez como se ha
acabado de indicar. Desde luego, esta asociación entre política y religión constituía en
gran medida una novedad en el universo franco. Una relación que ya se había iniciado
con el golpe de 751, o incluso antes. No obstante, provenga de donde provenga, la
cuestión es que en la década de 780 no solo era ya plenamente visible, sino que se
hallaba presente en casi todos los ejercicios de retórica pública, e incluso era posible
detectarla en la práctica política, esbozándose así una situación llamada a mantenerse
por espacio de un siglo. Carlomagno y sus sucesores se proponían nada menos que la
creación de un marco moral colectivo para la salvación del conjunto del pueblo franco,
y daban por supuesto que Dios supervisaba sistemáticamente sus acciones.
 El tono general de la política carolingia, en cuya práctica se observa que todas las
gestiones públicas vienen expresadas, sobre todo a partir de la década de 810, en los
términos de un discurso de carácter rotundamente religioso y moral, utilizándose
como vector una redacción programática cuya lectura resulta en ocasiones
abrumadora. Podemos considerar que este estilo literario es en realidad una forma de
embellecer la política ordinaria, ataviándola con las nuevas galas retóricas de la corte,
pero todo indica que un gran número de actores, o al menos los principales, aceptaban
sin reservas estas fórmulas argumentales. De hecho, dado que estos textos se hallan
densamente poblados de comentarios bíblicos, es obvio que muchas de esas figuras
políticas debían de conocer muy bien la Biblia.
 Lo cierto es que la moralización de la política carolingia no solo se verificó en el plano
religioso, sino también en el de la diferenciación de género. Los enemigos de Ludovico
consideraban que si el rey no era capaz de preservar la pureza sexual de su propia
corte había que concluir que no era apto para gobernar.
 Esta comprensión religiosa de los asuntos de estado no era exactamente práctica (de
hecho, no es difícil pensar que el pánico de los años 828 y 829 representó en realidad
una enorme pérdida de tiempo para todos), pero esa no era la cuestión. Aun sumido
en una crisis, la ambición del universo político carolingio superaba los niveles
habituales, dado que sus actores daban por supuesto que todo cuanto realizaban,
incluso aquello que pudieran hacer mal, resultaba decisivo para los planes de Dios.
 El sistema imperial carolingio descansaba en el conocimiento y la comunicación, así
como en la creencia de que el emperador tenía la capacidad potencial de verlo todo. Y
en este sentido, la vigilante supervisión a que Dios sometía las acciones palaciegas e
imperiales era igualmente completa.
 En resumen, a lo largo del siglo inmediatamente posterior al año 887, nueve familias
aristocráticas francas adquirirían la condición de reyes de una u otra región del
desaparecido imperio franco. Algunas de ellas tenían ascendientes carolingios por vía
materna, pero la mayoría no guardaban ya relación con los sucesores de Carlos Martel.
Un cronista de la época les denomina reguli, es decir, «reyezuelos». Esto significa que,
después del derrocamiento de Carlos el Gordo, y por espacio de más de una
generación, la legitimidad de las estructuras políticas de cada uno de los distintos
reinos se reveló no solo incierta, sino también altamente inestable.
 Con todo, una cosa al menos se mantenía intacta en el siglo X: la cultura política
pública. En la Francia Oriental e Italia apenas existían territorios definidos sometidos a
la autoridad de un señorío local basado en lazos personales de lealtad y dependencia,
y en la Francia Occidental acababan apenas de empezar a organizarse. Aunque es
indudable que la Francia Oriental estaba descentralizada, la política otónida iba a
operar, como en siglos pasados, tanto en función de las asambleas —ya fuesen de
ámbito nacional, regional o local— como de las maniobras que esas mismas reuniones
posibilitaran.
 Los reyes de esta dinastía mostraron un notable interés en establecer reglas para todo,
y hemos de tener en cuenta que el delimitado carácter de las sociedades locales
sujetas al control de los señores (un proceso que podemos considerar, en general, más
característico del siglo XI) guardaba relación con esas reglas.39 Sin embargo, el fin de
la legitimidad pública y colectiva que tanto los merovingios como los carolingios y los
otónidas dieron por supuesta —y que en el caso de la política puesta en práctica por
los segundos, con su apremiante búsqueda de vastas soluciones morales, acabaría
elevándose durante un breve período de tiempo a la categoría de arte— supuso en
cualquier caso un auténtico cambio radical.
Del Hoyo y Gazapo: Anales del imperio Carolingio
 Año 800-843.
 Europa de los tres Imperios:
 Imperio Bizantino: El más antiguo históricamente de los tres imperios existentes en
Europa y heredero del imperio romano, ha tenido que reducir desde mediados del
siglo VII los ímpetus expansionistas de Justiniano. Sus fronteras están amenazadas por
pueblos extraños al mundo griego. Los musulmanes, por el sur, le arrebataron Siria,
Egipto y el Norte de África. Los lombardos, por el oeste, se asimilaron grandes regiones
de Italia. Por el norte los búlgaros (encarnizados rivales) formaron en los Balcanes un
núcleo político siempre amenazador.
 Los años comprendidos entre 800 y 843 están marcados en Bizancio por dos
constantes. En lo interior, gran inestabilidad política (que hará peligrar las mismas
bases del Imperio) debida a dos causas fundamentales. En primer lugar, la ineptitud de
sus emperadores (sometidos a frecuentes conjuras y golpes de estado). En segundo-y
mas importante-, la querella de las imágenes (verdadero fondo del debilitamiento
interior) que no es otra cosa que la resistencia de los emperadores a reconocer la
dependencia de la Iglesia respecto del poder político. En lo exterior, la amenaza
búlgara que (aunque se llegó en 814 a formar una paz que duraría treinta años entre
Ormotag y el emperador bizantino) dejará a los Balcanes fuera del control griego.
 Imperio islámico: En la orilla sur del Mediterráneo se había alzado una nueva forma de
ver el mundo: el islam. Los beduinos de la península arábiga estaban llamados a
formar un coloso político religioso desde el Indo hasta el Atlántico y desde el Pirineo
hasta el Sahara, que suponía una concepción de la vida irreconciliable con la
mentalidad cristiana, pero también presentaba posibilidades interesantes de
aproximación entre Oriente y Europa.
 Imperio Carolingio: La noche de Navidad del año 800, Carlomagno era ungido
Emperador por el Papa León III. Aunque tanto los Anales Reales como Eghinardo
narran el acontecimiento con detalle, no atisbaron su alcance. Acababa de nacer con el
Imperio Carolingio la cristiandad occidental, llamada a un futuro formidable. Aquella
noche “nació Europa, que sobrevivirá al imperio que le dio vida”.
 Aquella noche decisiva, Carlos podía echar una mirada hacia atrás: tenia 53 años. A los
21 había heredado de su padre Pipino toda la parte occidental del reino franco (un
gigantesco arco Atlántico desde el Saale hasta el Pirineo) y amplias zonas de Alemania
actual (Carlomán su hermano, heredó el resto, las zonas interiores del mismo).
 La creación carolingia: Como todas las grandes aportaciones humanas, la obra de
Carlos superó el marco estrecho de una biografía. Aunque es Carlomagno su punto de
partida, esta creación es posible, sin embargo, gracias al menos a tres factores
insustituibles y convergentes que es preciso destacar. En primer lugar, un fundamento
humano e institucional básico. En segundo, el planteamiento de un objetivo audaz:
instalar el reino de Dios en la Tierra. Finalmente, el acierto de encontrar el camino
apropiado: la creación de una nueva cultura.
 El fundamento humano fue muy heterogéneo. Hacia falta, en primer lugar, un hombre
apropiado que pudiera llevar a cabo el proyecto. Ese hombre polifacético fue
Carlomagno. En el confluían la vehemencia de su abuelo Carlos Martel (“guerrero
ardiente -según M. Pacaut- que tuvo el merito de elevar la guerra a nivel de interés de
grupo”) y la prudencia de su padre Pipino (hábil negociador).
 Su sincera preocupación religiosa le empujó a procurar -a su manera- la reforma de la
vida monástica y la organización de la vida eclesiástica, teniendo la rara prudencia de
remitirse en ultima instancia al Romano Pontífice en asuntos doctrinales, matiz este
que suele pasar desapercibido frecuentemente.
 El príncipe, nuevo emperador romano de Occidente, jefe supremo de todos los
territorios e instituciones (pero no un déspota oriental, porque entendía su poder
como recibido por la gracia de Dios -rubricado por la “unción” o “consagración”- para
la defensa y salvación del pueblo cristiano) estaba auxiliado en sus funciones por un
equipo de gobierno central, formado básicamente por el senescal (jefe de los servicios
interiores de palacio), el camarero (administrador del tesoro real), el conde platino
(experto en derecho, que preside el tribunal en ausencia del monarca), el canciller
(notario del emperador) y el archicapellan (jefe de los servicios religiosos de palacio).
 No bastaba, sin embargo, la sola acción de un hombre, por valioso y capaz que fuese.
Hacía falta la aportación de todo un grupo humano dispuesto a contagiar de vigor a
todo el reino franco. Ese grupo existió, Carlos consiguió unir a colectivos humanos
distintos en territorios inmensos y acertó en instalar como gobernadores por todo el
imperio a miembros de la aristocracia austrasiana y a sus fideles (Warin en Spoleto,
Guy en Bretaña, Guillermo en Toulouse, etc.). De esta forma, este territorio inmenso
encontró una eficaz estructura de gobierno local que reposaba básicamente sobre los
condes.
 El objetivo propuesto por Carlos y su hijo Luis El Piadoso, fue el de instalar el reino de
Dios en la tierra. Carlos y la iglesia pretendieron la creatio imperii christiani, el primer
intento -fragil si se quiere, pero profundamente certero y audaz en su concepción- de
“fundamentar una visión religiosa del orden del mundo” (R. Folz), cristianizando las
estructuras temporales.
 Todos los historiadores reconocen de alguna forma u otra que Carlomagno fue un
cristiano de fe sincera y práctica. Un poco ingenuo y popular en sus manifestaciones
religiosas (incluyendo supersticiones del momento). Piadoso y caritativo. Frágil en
aspectos morales.
 La Iglesia: Protagonista excepcional en la creación de los fundamentos de Europa fue
la Iglesia de Occidente. Íntimamente presente en todas las singladuras de la historia de
Europa, se hace omnipresente en este momento. Los carolingios fueron legitimados en
su poder mediante la “unción” de sus monarcas. La realidad cultural carolingia fue
obra del clero católico. El contenido de la mayor parte de su floración intelectual es
religioso, así como su finalidad. La expansión de los limites del imperio estuvo ligada
siempre a la evangelización.
 Dos pilares de la Iglesia:
 1) La cabeza de la iglesia es el papado.
 2) El cuerpo que dio consistencia a la iglesia en esta época es el episcopado.

Clase 7:
Gualberto de Brujas: Carlos conde de Flandes
 Flandes era una región que había crecido rápidamente entre los siglos IX y X, gracias a
una serie de elementos favorables- geográficos y socioeconómicos y, especialmente,
por el papel desempeñado por los primeros condes de Flandes en lo político y militar.
En esa región, destacaba Brujas cuyo recinto urbano se fue ampliando gracias a una
población numéricamente importante con destacadas actividades económicas, como
la manufactura textil y el comercio. Al mismo tiempo, los condes, se dedicaron
mediante diferentes maniobras -no todas ellas permitidas- a acrecentar sus territorios
y aumentar sus poderes señoriales, aprovechando la situación de debilidad en que se
encontraba la monarquía francesa. Ellos trataron de lograr la autonomía condal y
consiguieron constituir finalmente un principado territorial.
 Los condes adquirieron gran prestigio y gracias a la indivisibilidad territorial y la
heredabilidad por línea masculina consolidaron su poderío; de tal manera que su
dependencia vasallática con el rey de Francia era más nominal que real e inclusive se
vio favorecida por el desarrollo económico logrado, especialmente en la industria
textil, sustento de las finanzas condales y de la prosperidad urbana de Gante y sobre
todo Brujas debido a un activo comercio internacional. Esas ciudades contaban con
una población muy numerosa, calculada en 60.000 habitantes para Gante y 30.000
para Brujas en este período. Ellos tenían un gran sentido de independencia, gusto por
la ganancia e inclusive por el riesgo y la aventura, así como la apertura a diversas
influencias provenientes de otros territorios, y conscientes de la importancia de dar
concesiones a los recién llegados- sea en tránsito o en busca de residencia- para
incentivarlos a realizar actividades que fomenten el desarrollo regional.
 A lo anterior, se añadían ciertos problemas relacionados con su estructura social y que
desempeñarían papel importante en la crisis que afectó al condado en 1127-1128. Esta
sociedad estaba claramente diferenciada y jerarquizada debido a los criterios jurídicos
heredados del mundo romano que distinguía a los libres de quienes carecían de
libertad. Así, era considerado libre quien dependía únicamente del poder central,
podía desplazarse y contraer enlace sin restricciones, integrar el ejército, es decir,
portar armas, ser ordenado religioso, disponer libremente de sus bienes, no recibir
castigos físicos, dar contribuciones pecuniarias básicamente y poder ser juzgado por
un tribunal de justicia o formar parte de él. Mientras que quienes formaban parte de la
servidumbre y estaban bajo el poder de un señor o dominus carecían de los derechos
mencionados anteriormente, siendo especialmente grave, el estar sometido a las
obligaciones de trabajo manual o corveas ilimitadas y pago de rentas características de
la servidumbre, asimismo cualquier libre que contrajera enlace con un siervo o sierva,
perdía su libertad inclusive si desconocía el estatus jurídico de su pareja.
 El condado de Flandes estaba gobernado en 1127 por Carlos el Bueno, nacido hacia
1084. Era nieto de Roberto el Frisón, conde de Flandes, cuya hija Adela contrajo enlace
con el rey Canuto IV de Dinamarca. A raíz del asesinato de su padre, Carlos debió
volver con su madre al condado, convirtiéndose en 1111 en consejero de Balduino VI,
recibiendo una serie de concesiones. Contrajo matrimonio con Margarita de Clermont,
heredera del conde de Amiens y poco tiempo después en junio de 1119, los
representantes de las ciudades lo reconocieron como nuevo conde de Flandes y en los
años siguientes sus destacadas cualidades personales como generosidad, virtud,
justicia, así como sus habilidades en las actividades guerreras lo hicieron muy
apreciado y admirado en la sociedad de la época. Asimismo, se ha insistido mucho en
su profunda piedad cristiana y en el peregrinaje que realizó a Jerusalén, itinerario
fundamental para un cristiano de la época.
 El éxito en su gestión hizo posible que se considerara su candidatura tanto a la corona
imperial germana como a la del reino de Jerusalén; sin embargo, motivado por el amor
a sus posesiones y a sus súbditos prefirió rechazarlas y continuar ejerciendo sus tareas
de gobierno, buscando especialmente castigar a los infractores de las normas jurídicas,
sin olvidar ayudar a los más necesitados, especialmente en los momentos de carestías,
repartiendo víveres, dando limosnas y controlando precios de los productos de
primera necesidad.
 Deseando restablecer el orden que debía existir en las sociedades flamencas y en las
que era fundamental el respeto a la paz y la justicia, consideró necesario esclarecer el
verdadero estatus jurídico de sus habitantes, especialmente de quienes por diversos
mecanismos ostentaban indebidamente a la condición de libertad. Era una tarea difícil
y necesaria pero también sumamente peligrosa porque justamente entre quienes
habían logrado esa mejora de estatus jurídico se encontraba una poderosa familia, los
Erembaldo, quienes ejercían importantes cargos dentro de la administración condal.
Una serie de circunstancias obligaron a Carlos el Bueno a convocar a una reunión para
dilucidar esta situación y ante la amenaza que significaba la pérdida de su enorme
poder económico y especialmente su status social, el jefe de la familia Erembaldo, el
preboste Bertoldo y algunos de sus integrantes, tramaron un complot que culminó el
día 2 de marzo de 1127 con el asesinato del conde, asestándole un golpe de espada en
la cabeza, mientras rezaba en la capilla de su castillo en Brujas. Este crimen se veía
agravado por una serie de elementos: la víctima era el señor del territorio y por sus
reconocidas cualidades, el lugar sagrado en que se cometió que lo convertía en un
sacrilegio, incluso por ser el tiempo de Cuaresma, así como por los autores del hecho,
quienes siendo dependientes de tipo inferior le debían completa sumisión.
 Así, se hicieron presentes graves desórdenes, destrozos, crímenes y violencias
internas, tanto en Brujas como en otras regiones flamencas, acompañados por el
miedo, la angustia y la inseguridad que afectaron a los habitantes ante una situación
tan inaudita. Los problemas sociales existentes previamente se vieron agravados por la
especial situación política, originada por la falta de sucesión al poder condal y más
grave aún, por la relación feudovasallática existente con el reino de Francia y que
permitía intervenir al rey Luis VI el Gordo en los asuntos flamencos, especialmente
porque el sucesor debía convertirse en su vasallo.
 La elección recayó en Guillermo de Normandía, llamado Clitón y si bien existían otros
candidatos hubo un cierto consenso para su aceptación entre los miembros de los
grupos de poder urbano. Sin embargo, el nuevo conde no se comportó de acuerdo a lo
prometido, ni estuvo a la altura de la difícil situación que debía manejar en la región y,
más grave aún, los compromisos que habían jurado el monarca y el nuevo conde
fueron violados pocos meses después. Así, quedó claro para los habitantes de la región
y, en especial, a los miembros de los poderes municipales grupos urbano que debían
definir una alternativa favorable a sus intereses, puesto que Guillermo Clitón no
actuaba como era lo convenido. Por ello, a partir de febrero de 1128, Teodorico de
Alsacia, otro pretendiente al condado pudo aprovechar la situación al contar con el
apoyo de las ciudades flamencas en rebeldía, y en julio del mismo año, luego de la
muerte de Clitón fue reconocido como conde de Flandes. A partir de ese momento, el
nuevo conde debía restablecer el orden, imponer la paz y administrar justicia, sin
olvidar en esas tareas el importante apoyo que había recibido de las ciudades para
obtener el gobierno de Flandes.
 La violencia es el tema más destacado en la Crónica pero su análisis necesita
considerar una clasificación que tenga en cuenta a los afectados y las formas o
maneras de cometer esas violencias. En cuanto a los afectados, hemos considerado a
las personas que las sufrieron. En primer lugar, el conde de Flandes, reconocido por
sus cualidades personales, religiosas y políticas, subrayando su labor en lo
concerniente a la paz y justicia pero además por las características del crimen:
realizado en un lugar sagrado, en un período tan importante como la Cuaresma y
mientras el conde rezaba lo convertía en un sacrilegio, la forma traicionera y
sumamente sangrienta de la acción y, sobre todo, los autores del crimen eran sus
servidores, quienes debían ser justamente los más leales con su señor. A lo anterior, se
agregaban los crímenes cometidos sin misericordia contra las personas fieles al conde,
incluso algunos en la capilla del castillo.
 La ruptura del orden existente no ha quedado sin respuesta de los fieles al conde,
quienes desencadenarán también las terribles acciones represivas contra los traidores
e incluso con personas inocentes de los crímenes, castigos verdaderamente horrendos
contra los conjurados, como se describen en fuentes de la época e incluso son citadas
hoy día para demostrar el “salvajismo medieval”. Esas ejecuciones se ven
acompañadas de castigos religiosos como son la imposibilidad de recibir los últimos
sacramentos o sepultura en lugar sagrado.
 En segundo lugar, debemos considerar los bienes o propiedades que se vieron
afectados durante ese período de violencia. Ante todo, el recinto donde se cometió el
crimen, las propiedades del conde y de sus fieles, así como las moradas y diferentes
construcciones en la ciudad de Brujas. Además, debemos agregar las moradas
campesinas, los establos y las granjas e incluso iglesias en ciudades aledañas al
conflicto. Es importante recordar que desde el año 989 en el Concilio de Charroux se
especificaba en el Canon I lo siguiente: “Quien quiera que haya violado una santa
iglesia o le haya arrancado alguna cosa por la fuerza, si no ha venido a dar satisfacción,
sea anatema”.
 Gualberto ha reconocido la importancia fundamental que ha tenido la búsqueda de la
paz desde los inicios del gobierno de Carlos el Bueno y se ha manifestado claramente
en lo que describe como reinar con orden y leyes. Esa paz estaba relacionada tanto
con su piedad cristiana como con la existencia de un ordenamiento jurídico y social: la
paz condal (ligada a la paz de Dios) pero también con orden social, es decir, el respeto
a los estatus jurídicos existentes que distinguían a los libres de los carentes de libertad.
Esta concepción de “paz” no implica la ausencia de guerras o de enfrentamientos,
siempre y cuando hayan sido legitimados, casos de la Cruzada o la guerra justa o
incluso reglamentados como los torneos.
 La paz como ha sido presentada en diferentes partes de la obra permitía gobernar y
ejercer la justicia de acuerdo con las leyes existentes. Gualberto reconocía que la paz
en Flandes era la que permitía tanto la prosperidad material como la felicidad en la
región, lo que era posible comprobar viendo la situación existente en mercados y
ciudades, especialmente es notoria su insistencia en toda la obra de la búsqueda de la
paz como objetivo central de quien ejerciera el gobierno del condado y que debía
contar con el apoyo del monarca.
Little: La edad media a debate
 Para Bloch el elemento clave de la sociedad feudal (por contraste con las antiguas
sociedades esclavistas y con las modernas democracias) era su sistema de
dependencias jerárquicas en el que unos hombres se subordinan a otros.
 La elasticidad que adquiere el término en manos de Bloch, le permite hablar de dos
épocas feudales diferenciadas. La primera habría comenzado cuando languideció el
mundo carolingio y los asaltos de húngaros, escandinavos y musulmanes dejaron tras
de si una Europa depauperada, despoblada y rural; la segunda comenzó a mediados
del siglo XI, con el crecimiento de las ciudades y de una economía monetaria.
 El joven Georges Duby, en la vanguardia de este movimiento, heredó el tema de Bloch,
la sociedad feudal, pero (siguiendo el rumbo marcado por los historiadores
económicos), lo abordó a través del estudio detallado de una región particular, en su
caso el Maconnais (en Borgoña).
 Duby propuso una modificación fundamental del esquema de Bloch. En primer lugar,
tomando como base el material regional, argumentó que las instituciones carolingias
habían persistido hasta bien entrado el siglo X; de esta manera eliminó la primera
época feudal de Bloch. En segundo lugar, apuntó la importancia excepcional de los
“primeros 30 años del siglo XI” como el momento en el que “el sistema simple y
coherente de los carolingios dejó paso a una concepción muy confusa de la función
judicial, enteramente a merced de las relaciones y las consideraciones domesticas”,
años que marcaron la transición al “periodo feudal clásico” (es decir el siglo XII). Se
trata de esa “etapa de la alta edad media en la que se estaba estableciendo la alta
sociedad feudal”.
 Rasgos divisorios según Duby:
 Antes del año 1000 había instituciones “públicas”, después de esta fecha pasaron a ser
“privadas” y casi “familiares”.
 Antes del año 1000, el conde, rodeado de los grandes hombres de la región, tenía
verdadera “jurisdicción territorial” y se sentaba en el tribunal en tanto que “juez”, con
el poder de hacer cumplir sus decisiones; después de este año el conde pasó a ser el
centro de las relaciones personales y empezó a presentarse como “arbitro y
conciliador”, sin mas poder que el que acompaña a las maldiciones, los anatemas y la
expresión de buenas intenciones; y únicamente acudía a su tribunal un grupo reducido
de hombres, los milites armados (“caballeros); mientras que los grandes señores,
protegidos por sus castillos, tenían sus propios tribunales y jurisdicciones.
 Alrededor del año 1000 surgieron las primeras protestas contra la imposición de usos
injustos sobre las tierras de otros”. Duby se refería aquí a una modificación en la
naturaleza de los impuestos. Sostenía que los impuestos (que en latín solían llamarse
exactiones) habían sido públicos antes de esta fecha y la imposición había corrido a
cargo de los reyes o sus agentes. Alrededor del año 1000 e vocabulario sufrió una
transformación: los impuestos comenzaron a recibir el nombre de “usos”
(consuetudines) y a menudo el de usos “malos” o “injustos”. Duby vincula este cambio
en el vocabulario y la actitud con los desarrollos sociales y políticos: señores privados,
como los castellanos -hombres que gobernaban desde sus fortificaciones-,
establecieron sus propios impuestos sobre la población de los alrededores, ya fueran
campesinos independientes que poseían sus propias tierras (es decir, campesinos que
poseían sus propios alodios) o gente que vivía en tierras de la iglesia que el señor
consideraba parte de su “señorío banal”. De hecho, el señorío se convirtió en el núcleo
político del nuevo orden: el señor imponía su “ban” (en latín, bannum) – es decir, su
derecho a mandar, obligar, juzgar e imponer sanciones- no solo sobre los hombres y
las mujeres que habitaban en sus propiedades, sino también sobre quienes residían
más allá de ellas o en sus intersticios. Así pues, el señorío banal, no era lo mismo que
el “señorío territorial”: se trataba de una forma de señorío sobre las personas.
 Duby esboza las líneas generales del proceso por el cual los grandes señoríos fueron
absorbiendo gradualmente a pequeños y medianos poseedores de alodios del
Maconnais, de tal manera que los mas pobres se vieron reducidos al nivel de siervos
dependientes y los mas ricos y mas poderosos se convirtieron en vasallos.
 El cambio a esta “organización feudal” se produjo entre los anos 980 y 1030. Los
múltiples estudios regionales que siguieron la estela de la these de Duby confirmaron
ampliamente este esquema general, aunque, naturalmente, reflejaron ciertas
variaciones locales.
 El rey mismo se convirtió en un “señor banal” en el interior de su propio señorío; al
margen de esto, su poder e influencia eran escasos.
 El consenso se centraba en la tesis de que el mundo feudal, alumbrado en las décadas
cercanas al año 1000, era una sociedad en la que todos los fenómenos estaban
fuertemente influidos por las relaciones de dependencia y señorío implícitas en el
término.
 Sin embargo, tan solo una década mas tarde, un antiguo discípulo de Georges Duby,
Dominique Barthelemy, desafío el punto de vista dominante en dos ámbitos distintos y
de dos maneras muy diferentes. En una reseña de la segunda edición del libro de Poly
y Bournazel, censuraba categóricamente a los historiadores a quienes llamaba
“transformacionistas” -investigadores que sostenían que alrededor del cambio de
milenio había tenido lugar algo así como una revolución-. Aproximadamente al mismo
tiempo, en su these centrada en la región de Vendome, en Francia, Barthelemy
acentuaba la continuidad esencial en todo el periodo que abarcaba del siglo IX a
principios del siglo XII, así como el carácter extremadamente gradual de los cambios
que tuvieron lugar en estos 300 años. Sostiene que los malos usos no eran nada nuevo
y que los hombres que los establecían no siempre eran castellanos. Insiste que la
palabra “alodio”, que los historiadores han considerado como sinónimo de “plena
posesión de tierra” no siempre se diferenciaba de los términos “feudo” o “beneficio”,
que los historiadores entienden como la tenencia de tierras que son propiedad de un
señor; por lo que, desde el punto de vista de Bhartelemy, no esta muy clara la
supuesta transformación de “alodio” en “feudo”. En definitiva, Barthelemy desafió el
consenso.
 El enfoque de Brown surge del empirismo angloamericano: “feudalismo” es un
término creado a mediados del siglo XIX basado, en el mejor de los casos, en términos
legales del siglo XVIII; según Brown no es mas que un “constructo mental” que jamás
existió (ni pudo haber existido) en ningún tiempo o lugar.
Morsel: La aristocracia medieval
 El periodo poscarolingio cuenta en la Europa continental con una mala reputación,
resumida en general con la etiqueta de “anarquía feudal”. Para Italia, se ha hablado
también, a propósito de los años 875-1024, del fracaso del “estado italiano”. La
anarquía feudal corresponde en efecto a la percepción que tenían y que ofrecían del
periodo medieval los historiadores de la burguesía triunfante del siglo XIX y de la
primera mitad del siglo XX, y que se apoyaba en dos fundamentos: por un lado, la
certidumbre de que la ausencia del estado no puede suponer mas que desorden y
anarquía, y, por tanto, que entre el estado carolingio y el estado monárquico solo
pudo existir un periodo oscuro y sangriento.
 Dos posiciones se enfrentan con firmeza entre los medievalistas: algunas pugnan en
favor de una puesta en práctica brutal y rápida (“mutación” o “revolución feudal”);
otros subrayan por el contrario los factores de continuidad en el periodo carolingio y el
llamado “feudal”. Esta oposición descansa en particular sobre que sentido otorgar la
multiplicación de castillos a partir del siglo X y al florecimiento de las menciones de
caballeros: ¿signos de una reestructuración social (caracterizada por una militarización
general) o simples efectos de una evolución documental?
 Desde un punto de vista espacio-temporal, los datos actualmente disponibles
muestran una evolución neta, tanto morfológica como numérica, en los siglos X y XI.
 La percepción “militarista” de la aristocracia medieval en general y del castillo en
particular ha sido recordada en la introducción. Frente a esta tradición castellológica
romántica y burguesa, alimentada por las fuentes eclesiásticas, se tiende en la
actualidad a relativizar claramente la cuestión militar de la mayor parte de los castillos
medievales: aunque hubieran servido de protección para sus habitantes, ello no
supone que hubieran sido construidos para hacer la guerra. Igualmente, el vínculo
entre la inseguridad ligada a los ataques vikingos o húngaros y la aparición de los
castillos ya no parece tan evidente como se prestaba anteriormente.
 La arqueología permite, en efecto, una datación mas precisa que los escritos.
 En la mayor parte de los casos, el castillo constituía ante todo un lugar de habitación,
un núcleo de explotación agrícola y artesanal y el centro neurálgico de un conjunto
complejo de derechos señoriales. La fortificación servía así, sobre todo, para proteger
al grupo domestico allí residente contra las agresiones y los golpes de mano; al mismo
tiempo de manifestación de un estatus social particular -separado y superior-. Sin
embargo, esta manifestación se encuentra sin duda mas vinculada a las funciones del
castillo ya mencionadas que al propio estatus social de sus habitantes: el castillo
constituye un símbolo de dominación por ser el centro de un poder señorial, y no
tanto porque en el residen aristócratas.
 Decir que el castillo constituye un lugar de residencia aristocrática se encuentra lejos
de ser una banalidad: ya se ha señalado anteriormente la movilidad de la aristocracia
carolingia y su circulación entre dominios cuya escala (pero no el principio) de
dispersión variaba en función del nivel social. Con la disolución de la arquitectura
carolingia, esta aristocracia dejó de circular a escala del Imperio para limitarse a la del
reino, o incluso a la regional.
 La residencia aristocrática se refuerza en efecto con la construcción de castillos, es
decir, edificios cuya morfología dista cada vez más del hábitat corriente y de lo que los
habitantes toman finalmente su nombre (desde finales del X en Italia o Cataluña, a
partir del XI en otros lugares); y cambian de nombre cuando cambian de castillo.
 En consecuencia, señalar que el castillo constituye una morada aristocrática no debe
hacernos olvidar que constituye también necesariamente un lugar de producción (o
más bien de organización de la producción). Esta dimensión ha sido ignorada durante
mucho tiempo, pero no solo porque se ocultaba: es evidente que en general resulta
poco visible, porque los edificios de explotación agrícola o artesanal instalados cerca
de los castillos (y no en los castillos) han sido con frecuencia destruidos y cubiertos por
construcciones posteriores.
 Sea como sea, la arqueología permite apreciar, tanto en la distribución espacial y
cronológica de las formas castrales, como por la relación entre ellas y con otros
lugares, una lenta pero profunda reestructuración de la organización espacial. Esta
conduce a un sistema caracterizado por el arraigo espacial de la aristocracia laica, su
cristalización en torno a los castillos de los que toma el nombre y cuya transmisión por
sucesión se transforma en un elemento fundamental de la reproducción del sistema
social.
 Mas que una multiplicación de nobles (es decir, una ampliación de la base
aristocrática), la multiplicación de castillos, remite a un cambio en la intervención de la
aristocracia sobre el suelo. La espacializacion de la antroponimia no supone tanto un
modo de apropiarse de los castillos como de señalar la vinculación con un lugar
determinado; en resumen, es el castillo el que posee a su ocupante… De manera más
general todavía, esta nueva antroponimia, supone precisamente que la organización
parental (filiación y alianza matrimonial) perdió su importancia estructural en
Occidente debido a la espacializacion de las relaciones sociales (y por tanto del poder),
lo que resulta perfectamente congruente con el hecho de que los pretendidos “linajes”
resultaban ser en realidad topolinajes. Hay que considerar por tanto que, entre los
siglos X y XII, se asiste en Europa Occidental al paso de un modo de estructuración
social parental a otro espacializado. Del espacio en tanto que simple variable de la
organización parental (y de ahí la fijación progresiva del hábitat, el anclaje local de la
aristocracia y la sumisión de las relaciones de parentesco a los imperativos de la
transmisión del poder señorial, materializado de forma visible en el castillo.
 La naturaleza del vinculo entre el señor del castillo y sus fieles plantea en efecto el
problema de las relaciones feudo-vasallaticas, a las que todos los manuales de historia
medieval consagran una parte más o menos extensa y de las que se afirma que
constituyen la feudalidad. Esta se concibe como un sistema político jurídico cuyo
fundamento se encuentra en el lazo creado entre un superior, llamado señor, y un
inferior (pero noble), llamado vasallo, mediante un ritual de homenaje surgido de la
encomienda carolingia (el vasallo junta sus manos entre las del señor, y después
intercambian un beso) y un juramento de fidelidad; como consecuencia de todo ello,
el vasallo se convierte en el fiel, el hombre de su señor, le promete ayuda militar y
buen consejo, a cambio de la protección militar y judicial por parte del señor y de una
tierra o de derechos señoriales que este le concede en “feudo”; es decir, bajo la forma
de una posesión condicional que se opone particularmente al alodio (en tanto que
“bien propio”), aunque se convierta cada vez más a menudo en hereditaria.
 Debe observarse además que estos lazos feudo-vasallaticos se apoyan en una
manipulación de las representaciones de parentesco, es decir, establecen un vínculo
que podría calificarse de “pseudo-parental”, si lo “parental” se redujere al plano carnal
(basadas en la alianza y en la filiación) ya no son “primo-estructurantes” y se prestan
por tanto a un gran número de usos analógicos o metafóricos que, por otra parte,
contribuyen aun mas si cabe a su marginación.
 La novedad que puede observarse en el siglo XI no consiste en la estructuración
aristocrática sobre la base de los juramentos de fidelidad o sobre las formas
pseudoparentales; ambos modelos podían encontrarse con anterioridad en diversas
variantes. Lo que cambia ahora es que el castillo se sitúa en el corazón del sistema;
todo el sistema de repartos de poderes se organiza en torno al castillo, por la vía de la
prestación y recepción de juramentos o de homenajes.
 Tras el debate sobre el vasallaje se sitúa también la comprensión del estatus social de
los “caballeros” (traducción habitual de milites -plural de miles-) y, por tanto, de la
evolución interna de la aristocracia. La teoría largo tiempo (y todavía) dominante,
señala una oposición inicial entre nobleza y caballería, entre aristócratas de
nacimiento y hombres de guerra (al servicio de los nobles), y su progresivo
acercamiento en el curso del siglo XII debido a la revalorización de la caballería y de las
proezas militares gracias a las cruzadas y los romances épicos.
 La militia constituía, en efecto, desde la época carolingia la forma cristianizada de la
función reconocida a la aristocracia, y en particular la función guerrera en lo referente
a la aristocracia laica.
 Existía por tanto una estrecha relación entre mantener y armar caballero, y por tanto
entre armar caballero y preparar para el poder.
 La entrega de armas convierte explícitamente en caballero en la segunda mitad del
siglo XI y comienzos del XII, sin que exista un ritual institucionalizado; la solemnidad de
esta entrega dependía del rango social de aquellos a los que concernía, y no del ritual
en si mismo (la “colleja” o “palmada” aparece transcurrido el siglo XII, y la Iglesia no se
implica antes de finales de esa centuria).
Baschet: Orden y crecimiento feudal
 La referencia al año mil puede servir para marcar el momento en el que se afirma un
movimiento de auge, ya muy visible, y no solamente preparado en secreto, asociado a
un proceso de reorganización social cuyas bases, ciertamente, se sentaron con
anterioridad, pero cuyos resultados se manifiestan sobre todo a partir del siglo XI.
 Recientemente, alrededor del año 1000 se llevo a cabo un debate que oponía a los
medievalistas que, después de Georges Duby, asociaban este periodo a una mutación
social de gran alcance y a veces convulsionada, con aquellos que, al advertir contra las
deformaciones de perspectiva debidas a una documentación repentinamente más
abundante, hacían prevalecer la continuidad más allá del cambio de milenio
(Dominique Barthelemy).
 En total, existen actualmente tres tesis identificadas. Unos señalan que hacia el año
mil hay indicios serios de que se espera con particular intensidad el fin de los tiempos,
y esto lo interpretan como una reacción popular ante la violencia señorial y las
convulsiones de la mutación feudal. Para otros, los textos no permiten fundar esta
visión de los miedos del año mil renovada por la historia social; aunque si existe un
momento de tensiones sociales exacerbadas por la instauración del nuevo orden
feudal. Por último, otros consideran que alrededor del año mil, incluso si interviene en
fechas y con ritmos diferentes en función de las regiones.
 Por otra parte, las tesis “mutacionistas” a veces corren en riesgo de caer en el exceso y
hay que entender bien que las dinámicas de afirmación del feudalismo abarcan largos
siglos, por lo menos desde la época carolingia hasta el siglo XIII. Sin embargo, una fase
aguda y a menudo conflictiva de profunda reestructuración de la sociedad puede
ubicarse en el siglo (o un poco más) que se extiende alrededor del año mil, incluso si
interviene en fechas y con ritmos diferentes en función de las regiones.
 Europa renace entonces y, despojándose de lo antiguo que había en ella, se abre a los
horizontes de una historia nueva. Lejos de hundirse en las tinieblas del oscurantismo,
el Occidente del año mil se vuelve luminoso e inaugura un nuevo comienzo.
 La presión demográfica: Entre el siglo XI y principios del XIV, la población de Inglaterra
habría pasado de 1.5 a 3.7 millones de habitantes; la del dominio germánico de 4
millones a 10.5 millones; la de Italia de 5 millones a 10 millones; la de Francia de 6
millones a 15 millones. Estos datos bastan para indicar una clara tendencia. En tres
siglos (de hecho, esencialmente entre 1050 y 1250), la población de Europa Occidental
se duplica, y hasta se triplica en ciertas regiones.
 Los progresos agrícolas: Proteger (o casi) de la hambruna a una población
multiplicada por dos resulta imposible sin un fuerte incremento de la producción
agrícola. Las deforestaciones y la extensión de las superficies cultivadas (generalmente
llamada rozas es decir claros) son el primer medio de este auge agrícola.
 Las otras transformaciones técnicas: En la edad media hay pocas invenciones técnicas
verdaderas, y sin embargo opera en ese tiempo -y resulta decisivo- una difusión de
técnicas conocidas con anterioridad, pero que habían permanecido las mas de las
veces sin aplicación práctica. Entonces el progreso se lleva a cabo en la edad media
menos por acumulación de innovaciones que por el establecimiento, en un contexto
transformado, de un “sistema técnico” nuevo.
 La estructura social desempeña un papel determinante en esto, porque si las técnicas
conocidas en la antigüedad se usaban poco en ese momento, esto se debe en pare a
que la esclavitud permitía disponer de una abundante fuente de energía humana, poco
costosa y de uso fácil.
 ¿Cómo explicar el auge? Para unos, es el aumento de la población lo que permite
producir más: el factor demográfico se considera entonces como la causa principal
(Marc Bloch).
 Otros autores otorgan el papel principal al progreso técnico: ya iniciado a finales de la
alta edad media, permite aumentar la producción y por ende alimentar mejor a una
población incrementada (Lynn White).
 Pierre Bonassie combina dos factores, que interactúan durante la alta edad media: la
presión del hambre, terrible, incita a aumentar la producción, son el fin de satisfacer la
exigencia de supervivencia de los hombres, mientras que la aplicación de técnicas
nuevas, lentamente difundidas, permite realizar este objetivo explotando suelos más
difíciles.
 En cuanto al filón historiográfico que abrió Georges Duby, este pone el acento en una
causalidad de tipo social. La reorganización feudal confiere un mejor asentamiento a
los señores, deseosos en lo sucesivo de obtener mayores dividendos de sus dominios y
capaces de someter a las poblaciones a un control más estricto.
 La feudalidad y la organización de la aristocracia: Puede considerarse, en un primer
acercamiento, que la aristocracia, clase dominante en el occidente medieval, se
caracteriza por la conjunción del dominio sobre los hombres, del poder sobre la tierra
y de la actividad guerrera.
 Ser noble es ante todo una pretensión para distinguirse de lo común, mediante un
modo de vida, mediante actitudes y mediante signos de ostentación que van de la
vestimenta a las maneras de comportarse en la mesa, pero sobre todo mediante un
prestigio heredado de la ascendencia.
 Nobleza y caballería: La formación de la aristocracia medieval es un proceso complejo,
muy discutido entre los historiadores. Se considera comúnmente que la aristocracia,
tal como se observa en los siglos XII y XIII, es el resultado de la convergencia de dos
grupos sociales distintos. Por una parte, podría tratarse de grandes familias que se
remontan a veces a la aristocracia romano-germánica.
 Por otra parte, habría que darles un lugar a los milites, en principio simples guerreros
al servicio de los castellanos y que vivían en su entorno.
 En una primera etapa, no hay equivalencia entre nobleza y caballería, ya que
numerosos no nobles, son armados caballeros. Pero poco a poco, e incluso si la
superposición nunca es perfecta, puede concluirse que hubo una asimilación
tendencial entre nobleza y caballería.
 La aristocracia feudal descansa desde entonces en un doble fundamento discursivo. Se
define primero por el nacimiento, pero a medida que la caballería se vuelve
importante y se identifica con la nobleza, se trata al mismo tiempo de una pertenencia
adquirida, que supone la asimilación de los valores del grupo y de las competencias
físicas que hacen posible recibir el espaldarazo.
 La iglesia tuvo un papel importante en la entrega del espaldarazo (armas).
 Formas del poder aristocrático: El castillo es el corazón al mismo tiempo practico y
simbólico del poder de la aristocracia, de su dominación sobre la tierra y de los
hombres.
 Ética caballeresca y amor cortes: A medida que se profundiza la unificación del grupo
caballeresco, se consolida también su código de valores.
 Muy pronto, la iglesia desempeña un papel importante en la estructuración de la
caballería y su unificación alrededor de un mismo ideal. Esto supone distinguir entre
los malos caballeros, saqueadores, tiránicos en impíos, y los que ponen su fuerza y su
valentía al servicio de causas justas, como la protección de la iglesia y la defensa de los
humildes. Así, la iglesia se esfuerza por transmitir a los caballeros los antiguos valores
reales de justicia y paz.
 Las relaciones feudovasallaticas y el ritual de homenaje: Se trata de una relación a la
vez muy próxima y jerárquica, que tiene tintes de un valor casi familiar.
 El vasallo es el hombre de su señor y se compromete a servirlo conforme a las
obligaciones de la costumbre feudal.
 El establecimiento del señorío y la relación de dominium: Debido a que el vasallaje,
limitado a los grupos dominantes, no concierne mas que a una ínfima proporción de
hombres, no podría constituir la relación social principal en el seno del sistema feudal.
Esta debe comprometer lo esencial de la población y definir el marco fundamental en
el que se ejercen la produccion y la reproducción social: por eso, no puede sino
tratarse de la relación entre los señores y los productores que dependen de ellos.
 Por un lado, el dominus (amo,señor), y por el otro, a productores ubicados en posición
de dependencia. Estos últimos reciben el apelativo de homines propii (hombres del
señor) o de villanos (villani, es decir, los habitantes del lugar, originariamente la villa.
 La base fundamental de esta relación social es, con mucho, de orden espacial: designa
a todos los habitantes de un señorío, los villanos (o aldeanos, si se prefiere) que sufren
la dominación del amo del lugar. Además, al igual que el vínculo vasallatico, esta
relación se enuncia en los mismos términos que la relación del fiel con Dios
(homo/dominus).
 La relación de dominium: Siervos mas no esclavos.
 Tres marcas principales: capitación o infurción: tributo mediante el cual se compra el
cautiverio. /Mainmorte o nuncio: significaba la incapacidad de propiedad plena sobre
un patrimonio y que imponía la sujeción por parte del amo de una parte de la herencia
transmitida por el siervo. /Formariage u Ossa: tributo pagado en el momento de
contraer matrimonio.
 La dinámica del sistema feudal: El auge comercial y urbano:
 El dinamismo del señorío implica, desde finales del siglo XI y sobre todo en el siglo XII,
un alza de los intercambios locales. Mercados regulares, semanales o mensuales, en la
aldea misma, en la ciudad próxima, o a menudo también en el patio delantero del
monasterio cercano.
 La reafirmación del hecho urbano en la edad media central esta asociada al auge de las
actividades artesanales y comerciales. Pero la función militar y sobre todo la presencia
de una autoridad episcopal, condal o principesca, que suscita el mantenimiento de un
entorno numeroso, son igualmente decisivas.
 Si bien las razones y las circunstancias varían, la tendencia es manifiesta: las ciudades
de Occidente tienen un fuerte crecimiento durante la segunda mitad de la edad media.
 Auge de las ciudades da lugar al fenómeno de la formación de comunas: presentadas
como resultado de la lucha triunfante de la “burguesía” en “su aspiración
revolucionaria a la libertad”.
 La ciudad es también un nuevo estado de ánimo, y si bien resulta anacrónico hacer
que en ella reine un espíritu empresarial, al menos se dejan sentir la omnipresencia del
dinero, la valorización de las labores y la mentalidad contable que enseñan los
manuales de comerciantes y las escuelas de comercio.
 La tensión realeza/aristocracia: Los siglos IX a XI están marcados por una diseminación
de la autoridad, que finalmente acapararon los castellanos y los señores. Desde
entonces, son ellos quienes, con algunos condes y duques, comparten lo esencial del
mando sobre los hombres. Como el del emperador, y con importantes diferencias
geográficas, el poder de los reyes no es con mucho sino simbólico. No controlan el
territorio de sus reinos y no disponen mas que de un apoyo administrativo irrisorio.
 No obstante, los reyes existen y disfrutan incluso de un prestigio que por lo general no
se cuestiona. Las fuentes de su legitimidad son diversas: la conquista militar,
considerada señal del favor divino; la elección, principio en retroceso, al que se recurre
en ciertos casos de interrupción dinástica; la designación por el rey precedente o la
sucesión dinástica.
 Conclusión: Los 3 órdenes del feudalismo: Relación señores/dependientes; distinción
nobles/no nobles; la interdependencia y la oposición ciudades/campo.
Clase 8:
Baschet: La iglesia institución dominante
 ¿Qué es la Iglesia en la Edad Media? Este término de origen griego (eklesia: asamblea)
designa primero la comunidad de los creyentes; en Bizancio posee este sentido
únicamente, así como en Occidente durante los primeros siglos de la Edad Media.
Posteriormente el vocablo iglesia designa también el edificio donde se reúnen los
fieles y donde se desenvuelve el culto. En la época carolingia los dos aspectos parecen
todavía indisociables. En el siglo XII, los dos sentidos de la palabra se fueron
independizando. Semejante materialización de las realidades espirituales, que inscribe
lo sagrado en los lugares físicos, acompaña al reforzamiento del poder del clero y de la
institución eclesiástica. Además, paralelamente, el termino iglesia asume una nueva
significación, que designa la parte institucional de la comunidad, es decir, el clero.
 La misma institución eclesial no es homogénea. Además de las contradicciones de
intereses o de los conflictos doctrinales que pueden oponer en su seno a diferentes
tendencias, existen importantes dualidades institucionales.
 Sin embargo, a pesar de las numerosas diferencias internas, la iglesia existe como una
unidad, definida a la vez de forma institucional y de forma litúrgica. La dualidad que
separa a los clérigos y a los laicos es en este sentido fundamental, aun cuando existe
una zona intermedia y relativamente imprecisa en al frontera de estos dos grupos.
 En total, el clero constituye un grupo privilegiado, investido en un prestigio sagrado,
que agrupa con toda verosimilitud -incluso si consideramos sus márgenes inferiores -a
mucho menos de una parte de la población medieval-.
 El poder material de la Iglesia reposa en primer lugar en su extraordinaria capacidad
para acumular tierras y bienes.
 Desde el siglo VIII, la iglesia posee aproximadamente la tercera parte de las tierras
cultivadas en Francia, porcentaje que será idéntico en el siglo XIII (pero que parece
disminuir a menos de 10% en el Norte de Italia). En Inglaterra, la iglesia abarca una
cuarta parte de ella en 1066, y 31% en 1279.
 Además de las tierras, es necesario incluir entre los bienes de la iglesia los edificios de
los monasterios, catedrales, dependencias y palacios episcopales. La mayoría posee
muchos objetos preciosos.
 Si la iglesia goza de una extraordinaria capacidad para acumular tierras y riquezas, es
porque se le reconoce una fuerza distribuidora todavía mayor; es porque es capaz de
garantizar una circulación generalizada de los beneficios materiales y espirituales.
 Es verdad que los aristócratas que donan tierras esperan que este gesto les valga, a
ellos y a sus antepasados, bendiciones espirituales y, en primer lugar, la salvación en el
más allá. Pero más que una lógica del don/contradon, mediante la donación a los
santos y a Dios se pretende realizar una espiritualización de los bienes ofrecidos,
transmutándolos en realidades espirituales más útiles que los bienes materiales.
 El don gratuito que se hace a Dios y a los santos es pues una manera preferencial de
integrarse en la red de intercambio generalizado de los bienes y las gracias, de
contribuir a su buen funcionamiento, con la esperanza de que este extenderá al
individuo y a sus parientes algunos de sus beneficios, tanto aquende como en el más
allá.
 En el siglo X, la diseminación del poder de mando hace de la iglesia la única institución
susceptible de llamar al orden y a la “paz de Dios”. Al mismo tiempo, el proceso de
encelulamiento y la instalación de los señoríos la obligan a reaccionar con fuerza, para
evitar verse presa en la red señorial, y a fin de ser, por el contrario, su principal
ordenadora.
 El proceso que los historiadores se han acostumbrado a llamar “reforma gregoriana”
(del nombre Gregorio VII, Papa entre 1073 y 1085) no se puede reducir a sus aspectos
mas circunstanciados y ruidosos: la lucha entre el papa y el emperador y la reforma
moral del clero: Movimiento mucho mas profundo y de duración mas amplia que la
fase aguda de los años 1049 a 1122, procura una reestructuración global de la
sociedad cristiana, bajo la firme conducción de la institución eclesial. Sus ejes
principales son la refundación de la jerarquía secular bajo la autoridad centralizadora
del papado y el fortalecimiento de la separación jerárquica entre los laicos y los
clérigos. Se trata nada menos que de reafirmar y consolidar la posición dominante de
la iglesia en el seno del mundo feudal.
 Entre los siglos XI y XIII no es solamente la iglesia de piedra lo que cambia, sino
también la iglesia como institución. La creación de las ordenes mendicantes es uno de
los aspectos mas notables de estas transformaciones.
 Seria imprudente pensar en la ciudad medieval sin considerar la Iglesia: la catedral
gótica es el signo muy visible de la presencia de la institución eclesial; las ordenes
mendicantes son los agentes de una pastoral destinada esencialmente al medio
urbano; la “religión cívica” ofrece a la ciudad sus principales rituales y sus más
preciados símbolos. Pero esta evocación quedaría incompleta si no hiciera mención del
desarrollo de las escuelas urbanas y de las universidades, una de las creaciones mas
extraordinarias de la edad media. En el curso del siglo XII, el marco educativo que
estaba en vigor desde la alta edad media es conmovido por importantes evoluciones.
Mientras que las escuelas monásticas declinan, las escuelas catedralicias, que todavía
se encuentran bajo la responsabilidad de los obispos, conocen un rápido crecimiento.
 Desde finales del siglo XIII, la insistencia en ciertas prácticas, ahora reformuladas,
resulta en una configuración inédita en cuyo centro se ubica el tríptico predicación-
confesión-comunión.
 El crecimiento de la confesión esta acompañado del de la predicación. La practica de
los sermones y de las homilías ciertamente se remonta a la Antigüedad tardía, pero
durante muchos siglos la predicación permaneció integrada a la misa y se concebía
como un ejercicio sabio que se destinaba principalmente a los clérigos mismos. En el
siglo XII, sin embargo, esta se extiende notablemente y los laicos son cada vez mas los
destinatarios de los sermones de los regulares.
 Afirmar que la iglesia es la institución dominante de la sociedad feudal no significa que
no tropiece con ninguna impugnación ni que su poder sea ilimitado. Al contrario,
además de las tensiones internas que la animan, la institución eclesial enfrenta, en su
obra de dominación, sordas hostilidades y francas rebeliones.
 En este sentido, no es para nada sorprendente que el proceso de refundación de la
institución eclesial y de acentuación de la cohesión de la sociedad cristiana, en los
siglos XI y XII se ve acompañado de un resurgimiento de la disidencia, sobre todo las
heréticas, y de una intensificación de las formas de exclusión. “Ordenar y excluir-
según la expresión de Dominique Iogna Prat- son las dos caras indisociables de la
misma dinámica.
 CONCLUSION: Decir que la iglesia es la institución dominante de la sociedad medieval,
no significa que su poder se impone sin limites ni cuestionamientos. La Iglesia siempre
tiene que enfrentar a los enemigos que ha creado con su propia afirmación y que son
indispensables para la progresión de esta misma: el paganismo de sus márgenes en
proceso de integración a lo largo de la alta edad media; las herejías del siglo XI, y sobre
todo, las de los siglos XII y XIII, que giran en torno al anticlericalismo y la impugnación
parcial o total del poder sacerdotal; “las supersticiones”, fragmentos de una cultura
folclórica que otorga un lugar importante a los rituales de fertilidad y que admite
relaciones con los muertos distintas de las que prevalecen en el sistema eclesial y,
finalmente, la secta de los brujos, anti iglesia satánica cuya mortal amenaza obliga a
los clérigos a una guerra total.
 4 ejes principales de tensiones: la exigencia evangélica de la pobreza, las practicas y los
valores de la aristocracia laica, las practicas campesinas que tratan de garantizar la
fertilidad, las expresiones carnavalescas y paródicas de los contravalores.
 La iglesia es el pilar fundamental del sistema feudal. Su dominación parece
coextenderse espacial y temporalmente con el feudalismo, y no existe rasgo que
exprese mejor la unidad de la Edad Media, desde la Antigüedad tardía hasta los
tiempos modernos, que la dinámica permanente de afirmación de la institución
eclesial. Son considerables, desde los siglos IV a VI, las tierras que posee, y las
estructuras eclesiásticas, que los obispos dominan, se implantan en el contexto de la
formación de una civilización romano-germánica. En la época carolingia, la
uniformación litúrgica y monárquica, con base en las normas romanas y benedictinas,
acompaña al primer surgimiento de la autoridad pontificia, mientras se da inicio a
importantes evoluciones teológicas, especialmente en lo que respecta a la eucaristía y
el matrimonio. Luego, de los siglos XI a XII se presencia un fortalecimiento decisivo de
la institución eclesial, que puede considerarse una autentica refundación.
 Luego, en el siglo XIII, el proceso de centralización romana, que confiere al papa un
poder inédito, y que se extiende en todo el Occidente, alcanza su madurez, mientras
que la iglesia se provee de nuevos medios para perfeccionar su capacidad de control
de las conductas y de las conciencias (ordenes mendicantes, tríptico predicación-
confesión-comunión, inquisición).
Pascua Echegaray: La clase dominante entre la paz de Dios y la reforma
Gregoriana
 El largo siglo XI se enmarca entre dos procesos cruciales ocurridos en Europa
occidental: el movimiento de la Paz de Dios y la Reforma gregoriana. Uno pretendió
estructurar el orden social en torno a un pacto en el interior de la cristiandad; el otro
desembocó en una guerra abierta entre el poder espiritual y el poder temporal. El
primero fue producto de la teología política de los monasterios; el segundo, del
pensamiento del episcopado reformista vinculado a Roma desde mediados de la
centuria.
 El movimiento de la Paz de Dios tuvo que ver con el ocaso del imperio carolingio y la
emergencia de las castellanías.
 La historiografía de la primera mitad del siglo XX califico la situación político social que
se vivía en la Francia del momento como anarquía feudal.
 La historiografía de la segunda mitad, no estaba de acuerdo.
 Se creo un debate abierto en torno a si hubo una “mutación feudal” que rompió con
los rasgos heredados del mundo antiguo del Imperio carolingio (Guy Bois y Alain
Guerreau) o si se trató de un cambio progresivo de largo recorrido que no permite
hablar de rupturas en torno al año 1000 (Dominique Barthelemy). Por el contrario, el
tema de la reforma gregoriana se ha analizado como un conflicto entre el poder
espiritual y el poder temporal, por definir sus áreas de influencia sobre la sociedad
cristiana; un proceso dramático de desgarramiento institucional entre el pontificado y
el imperio alemán.
 En esta centuria se construyeron las imágenes del guerrero a caballo, del caballero de
Dios y del noble, y no todas ellas estaban en armonía.
 El movimiento de la paz de Dios tenia precedentes tanto en la tradición romana, como
en la judeocristiana y la germánica, y se situó en el corazón de la forma en la que el
mundo feudal construyó el orden social.
 Incluso fue el concepto que fundamentó los dos tipos de vínculos imperantes en toda
la edad media: el matrimonio y el vasallaje.
 El periodo de máxima expansión de la paz de Dios se puede fechar entre los años 980 y
1060.
 En atmosferas pietistas y milenaristas, eclesiásticos, a veces acompañados por
hombres señalados de la región, siempre por multitud de creyentes, pedían a los
caballeros y campesinos de sus diócesis que se comprometieran ante Dios en
juramentos públicos de paz.
 En el año 1041 por primera vez se utilizó la expresión “Tregua de Dios” para designar
los preceptos que limitaban el derramamiento de sangre cristianos en determinadas
fechas del año y en lugares concretos.
 La Paz y la tregua de Dios se consolidaron como una institución versátil pues fue un
movimiento en el que participaron grupos muy heterogéneos y que tuvo salidas muy
variadas.
 La paz de Dios fue todo eso y mucho más. Sin duda, las treguas y paces fueron
formuladas y divulgadas por un clero experimentado en la construcción de ideología,
por lo que parece razonable pensar que su discurso respondía a intereses de la iglesia.
 La Paz tuvo tan amplia divulgación porque no se reducía precisamente a la defensa de
los intereses de la iglesia, sino porque fue capaz de formular un horizonte de utopías
inclusivo que representaba no solo a quienes la postulaban, el clero, sino a toda la
comunidad (comunnitas christiana). La paz prometía un mundo mejor en la Tierra para
todos. El ritual de los procesos de pacificación es expresivo de ello: las asambleas
multitudinarias a cielo abierto creaban la ilusión de una comunidad de iguales ante
Dios.
 La ley divina hizo a todos los hombres iguales ante Dios, pero el talante y el rango los
hizo disimiles. Los monjes eran un grupo diferente de los demás: sublimes, superiores,
exclusivamente dedicados a Dios, encargados de velar por las almas de los mortales.
Esa naturaleza obligaba a todos los hombres a someterse a ellos, incluso a los
príncipes.
 La fe era una y unía a todos los seres humanos, pero el mundo temporal los separaba
en órdenes.
 En el siglo XI aumentó la cantidad de sujetos a los que se llamaba “señores”, lo cual
indica que estamos ante un periodo de movilidad y de creación de nuevas categorías
sociales para denominar a grupos que se percibían como privilegiados.
 La competencia militar de la nobleza y la proliferación de castillos obligaba al
mantenimiento huestes, por lo que no extraña la multiplicación de los bellatore.
 El miles era un sujeto dependiente de un señor, pues se era “miles de alguien”. Estos
accedían a su condición de caballeros mediante actos públicos certificados por los
propios asistentes a la ceremonia, que los situaba por encima del común de los
productores. Algunos de estos milites recibían una tierra u honor por sus servicios,
mientras otros recibían un estipendio, pago en especie o numerario. Todos ellos vivían
de la generosidad y del éxito militar de su señor, que los protegía como a su familia.
 Los estudios histórico-jurídicos hasta el primer tercio del siglo XX definieron el vasallaje
como un contrato sinalagmático, un acuerdo bilateral que comprometía a ciertas
obligaciones a dos hombres libres. El señor daba protección y manutención a cambio
del consejo y la ayuda militar que ofrecía el vasallo, y como pago por ello, el primero
entregaba al segundo un feudo.
 El homenaje o vasallaje cristalizo en torno a una ceremonia en la que el vasallo,
desvestido de cinturón y armas, se arrodillaba ante su señor y ponía sus manos unidas
dentro de las de este (inmixtio manuum) en señal de entrega; en otras ocasiones los
implicados se daban un beso (osculum), y para sellar la relación el señor daba un
pescozón o colleja al vasallo que visibilizaba corporalmente su nuevo estado.
 Se había perdido la distinción entre la comunidad de los hombres libres y los esclavos
de guerra o por nacimiento y, en su lugar, la sociedad del XI se dividía entre los que
podían ejercer la violencia a caballo y los campesinos dependientes. Esto prueba que
se habían transformado dos niveles: los criterios de pertenencia a la comunidad que
gobernaba, y las formas de extraer el excedente productivo.
 En la plena edad media los señores habían dejado de explotar sus reservas con mano
de obra servil. El modelo productivo mas generalizado era el de comunidades de aldea
que gestionaban sus tierras circundantes y pagaban renta en especie o en dinero a sus
señores laicos o eclesiásticos por las tenencias que poseían o por su condición
personal como siervos. La clase dominante no estaba involucrada en el proceso
productivo, ya que habían delegado la gestión de sus tierras en administradores
locales.
 En el siglo XI, la gran transformación en las economías señoriales no fue el aumento de
los ingresos de la renta por la tierra, sino el ejercicio del señorío banal por nobles
medios y castellanos. Esto significó la reclamación de muchos mas señores de su
derecho a recaudar renta por el uso de infraestructuras como el molino, el horno o la
prensa -construidas por las aldeas o por los señores- y por el ejercicio de la justicia.
 Europa estaba experimentado una expansión de la señorializacion.
 Tres procesos característicos de la expansión del siglo XI: la colonización de nuevas
tierras por familias campesinas, la proliferación de núcleos rurales y urbanos, y la
multiplicación de mercados y ferias.
 Reformas gregorianas: Varios factores llevaron a la iglesia a desafiar el poder de los
laicos. Por el lado de los laicos, podemos considerar decisiva la persistente
fragmentación y debilidad de las formas de gobierno, el incremento de la actividad
militar y la incapacidad de los aristócratas para construir un ethos moral y social capaz
de integrar a todo el conjunto social. Por el lado de la iglesia se produjo una legislación
que vinculaba progresivamente las posesiones eclesiásticas a la institución y no a sus
miembros, se fue constituyendo un conjunto de rasgos que visibilizaban a los
miembros del “orden” eclesiástico (hábitos, formación intelectual, celibato, funciones),
la iglesia lideró los discursos sobre la paz y el orden y fueron activos en la imposición
de penas de excomunión, anatema y maldición monástica sobre pecadores cristianos.
 No olvidemos que una sociedad definida de manera religiosa se vio abocada a dejar
que la iglesia, progresivamente institucionalizada, estableciera los fines últimos de la
sociedad, las normas y reglas de comportamiento, los enemigos y la función de cada
grupo. La idea de que el clero ocupaba una posición superior en la dirección de la
cristiandad fue ganando terreno en un clima reformista que desde el primer tercio del
siglo XI llego al pontificado.
Clase 9:
Bisson: La intrusión de los gobernantes
 El autor dedica el quinto capítulo a estudiar la prosperidad y la crisis de los grandes
señoríos y la recuperación de la gobernabilidad de los reinos. Gobernabilidad que se
logra gracias a las medidas impuestas por reyes y príncipes para lograr una
administración más efectiva de sus dominios. En esa dirección, fueron muy
importantes los avances en la contabilidad de los reinos y condados, así como las
mejoras en la fiscalidad, la recuperación del orden público y la mejora y extensión de la
justicia que pasa a codificarse. En esta parte del libro, son objeto de un minucioso
análisis los estados de Inglaterra, Sicilia, Flandes, los condados catalanes y la propia
Iglesia.
García de Cortázar: Manual de Historia Medieval
 La sociedad europea se caracterizaba en el siglo XI por una fragmentación de la
autoridad y la existencia de una jerarquía de poderes sobre unos mismos espacios y
unas mismas personas. Ese doble componente, asentado sobre una economía
esencialmente rural y vigorosos vínculos privados entre señores, configuró la sociedad
feudal. Dentro de ella, el argumento de la evolución política entre los años 1050 y
1280 parece marcado por dos tendencias sólo en apariencia contradictorias. La
primera fue el fortalecimiento social y económico de los señoríos, incluidos los
señoríos colectivos urbanos. La segunda fue el paso progresivo de la monarquía feudal
(la que concebía al rey como señor de señores, cima de una pirámide de señores
vinculados por contratos feudovasalláticos) a la monarquía corporativa de base
territorial.
 La sociedad europea, pese a su condición pluricelular y particularista, creía que una
autoridad única debía estar al frente de la Cristiandad entendida como conjunto de
tierras y hombres de la Europa católica. Durante los siglos XI a XIII, la sociedad discutió
sobre si esa autoridad debía ser el Sacerdotium o el Imperium.
 Querella de las investiduras: Dentro de la querella, las tesis sacerdotalistas justificaban
la superioridad de la Iglesia por el hecho de que se ocupaba de cuestiones espirituales,
más relevantes que las temporales, ya que atañían a la salvación eterna de los fieles.
De ahí, los teóricos deducían la autoridad del papa para juzgar si un príncipe respetaba
las leyes divinas en la interpretación que la Iglesia hacía de ellas. Por su parte, los
defensores de la primacía del Imperium proponían que la Cristiandad estaba
gobernada por dos imágenes de Cristo: el papa y el emperador. El primero
representaba la naturaleza sacerdotal de Cristo; el segundo, su realeza. De las dos, la
primacía debía corresponder a la segunda por ser la más antigua, la originaria, ya que
Cristo era rey desde la eternidad mientras que era sacerdote sólo desde su
encarnación.
 La recepción del Derecho romano acabó con las ambigüedades de la teoría política. La
nueva doctrina jurídica se sumó a la filosofía aristotélica para suministrar argumentos
a los defensores de la concepción naturalista del poder político y, por tanto, de la
autonomía del Estado.
 El nuevo Derecho (civil y canónico) trajo importantes consecuencias jurídicas, sociales
y políticas. Entre las primeras, sobre todo, tres. La primera, una nueva concepción del
derecho. La correspondiente al ius commune, universal para el humanum genus
redimido por Cristo, y opuesto a los iura propria de los distintos reinos, ciudades,
corporaciones, etc. La segunda, la posibilidad de elaborar conceptos generales, como
aequitas, ius, iustitia. Y la tercera, la transformación del proceso judicial, con la
implantación de una justicia pública, de procedimiento escrito, con prueba testifical,
tendencia a la universalidad de las penas por los mismos delitos y tecnificación de la
función de juez, que exige un profesional.
 Entre las consecuencias sociales de la recepción del Derecho, la más importante fue la
consagración de la sociedad estamental. Desde ahora, se caracterizará por: el
reconocimiento de la existencia de un vínculo político entre príncipe y súbdito, la
pérdida del poder de los vasallos a favor de la monarquía.
 Por fin, entre las consecuencias políticas de la recepción del Derecho, la más evidente
fue el apoyo a la consolidación de los poderes monárquicos, tanto del Imperio como,
sobre todo, de los reinos. Después de los fracasos del emperador Federico I
Barbarroja, el Imperium dejó de ser definido por su carácter de poder singular y
universal para pasar a serlo por su cualidad de no reconocer ninguna autoridad
superior. Por ello, el rey de cada regnum pasó a disponer de imperium.
 La recepción del Derecho romano abrió paso a la idea de que la sociedad política tenía
valor por sí misma, esto es, al naturalismo político. El impulso decisivo lo dio la
recepción del pensamiento aristotélico y su adaptación por obra de santo Tomás de
Aquino. El pensamiento de Aristóteles a este respecto se basaba en una doble idea: la
comunidad política es una creación de la naturaleza; y el hombre es, por naturaleza,
un animal político que sólo interviniendo en la vida de su comunidad puede llegar a
participar en los bienes de la vida.
 A partir de estas ideas, Tomás de Aquino rompió con la vieja idea patrística del
gobierno como resultado del mal y el pecado y consideró que la vida política es un
rasgo esencial de la condición originaria del hombre. En ese sentido, la ley humana
era, simplemente, «la ordenación de la razón para el bien común, hecha por el que
tiene cuidado de la comunidad y promulgada». En consecuencia, la noción de «bien
común» se convertía ahora en el criterio que permitía juzgar la validez de la ley.
 El espacio político europeo se caracterizaba a mediados del siglo XI por su extrema
fragmentación en múltiples células (pequeños reinos, principados, condados,
señoríos), cada una dotada de su ordenamiento jurídico. A partir de ahí, su número se
redujo en beneficio de construcciones políticas más grandes y centralizadas. A finales
del siglo XIII, dentro de cada una de esas células mayores, se constata la identificación
entre tres elementos (población, territorio y autoridad de un príncipe).
 En el siglo XI, sobre la base de múltiples y reducidas células políticas, cada reino se fue
configurando como el espacio en que vivían los vasallos y los vasallos de los vasallos de
un determinado señor, el rey. Entre aquéllos y éste, la relación se regía por las
prácticas feudovasalláticas: fidelidad mutua y prestación de obligaciones resumidas en
el doble concepto de auxilium y consilium. En el curso de los dos siglos siguientes, el
monarca consiguió que el vínculo con sus vasallos llegara a ser universal para todos los
que vivían en el territorio de un reino y que la realización de aquellas obligaciones (de
ayuda financiera, colaboración militar y consejo para administrar justicia) se
institucionalizara a la escala general de cada reino. A facilitar ambos desenlaces
colaboraron tanto la reducción de la diversidad de ordenamientos jurídicos como el
desarrollo de nuevos principios de representación de la comunidad:
 El fisco regio.
 La fuerza militar de rey.
 El ejercicio de la justicia.
 La reducción de la diversidad de ordenamientos jurídicos.
 La acuñación de nuevas fórmulas de representación de la comunidad.
Pascua Echegaray: Monarquías feudales, ciudades, derecho y nobleza
 Los siglos centrales de la plena edad media produjeron dos instituciones formales de
gobierno que eran antiguas -pues se podrían encontrar en el mundo romano e incluso
en todas las formaciones históricas-, pero que manifestaron importantes
especificidades en dicho periodo histórico: la monarquía y la ciudad.
 Monarquías medievales y ciudades pleno medievales fueron dos “innovaciones” con
características propias que deberíamos situar en contexto para que adquieran
significado. Su emergencia obligó a las comunidades políticas dominantes a volverse a
organizar sobre nuevas bases.
 La constitución de las monarquías feudales de los siglos XII y XIII fue resultado de un
largo y complejo proceso que no respondió solo a la personalidad de los reyes, los
intereses de la iglesia o el consenso de los nobles por hacer más eficiente su
dominación. Los fundamentos de la constitución de las monarquías hay que rastrearlos
en el marco de transformaciones de largo recorrido que ya nos resultan familiares:
guerras, paces y la reforma gregoriana.
 Las practicas y los discursos de paz puestos en marcha por la iglesia y otras fuerzas
sociales desde el siglo XI acabaron favoreciendo, en el largo plazo, la consolidación de
reyes, y de ciudades sobre otras fuerzas sociales y políticas. Esta dinámica de acto y la
guerra desencadenada por la separación entre el poder temporal y espiritual durante
la larga querella de las investiduras, son las claves para entender la transición desde el
mundo de los duques, condes y castellanos altomedievales hacia el mundo de los
reyes de los siglos XII-XIII.
 La guerra fue el principal factor en la formación de las primeras monarquías
altomedievales; mientras el vasallaje fue el fenómeno inconfundible de pacto que
fundamentó la casa aristocrática, sus parentelas y séquitos.
 En el fragor de la lucha por la dirección de la cristiandad, las iglesias regionales tenían
un enemigo a escala local: los nobles de las castellanías.
 El discurso eclesiástico presentó al rey cristiano como único representante de la
comunidad política con legitimidad para declarar la inimicitia y limitar la fehde de los
linajes, cabeza de los ejércitos, garante de la justicia, arbitro y defensor de los pobres.
 Las cortes medievales fueron organizando sistemas impositivos que permitieron los
desarrollos de burocracias, ejércitos, cancillerías y cortes. Los protocolos diplomáticos
y embajadas se hicieron mas frecuentes. Los reinos constituyeron territorios más
homogéneos y fronteras mejor delimitadas. El rey, como señor feudal, fue pasando a
ser señor natural del reino, y el vasallo se convirtió en súbdito hasta producirse un
proceso que se conoce como de “disciplinamiento de la nobleza”, es decir, un
encuadramiento o domesticación de esta clase social en el ejercito y los aparatos de
gobierno del rey.
 Como demostraron Ernst Kantorowicz y Walter Ullman en sus clásicos estudios de
teología política y pensamiento político, las monarquías y las ciudades entraron en una
espiral de producción de conceptos e ideas altamente sofisticadas. Por un lado, se
produjo una distinción clave entre la persona que ejercía el gobierno y la institución,
un camino que, no por casualidad, acababa de recorrer la iglesia. Por otro, legistas y
glosadores al servicio del imperio, del papado y de las comunas italianas definieron la
noción de persona pública como aquella que no persigue su beneficio privado, sino la
defensa de lo común, del reino.
 El rey era “señor natural” de todos los habitantes y cabeza visible de un cuerpo, el
reino. Como soberano del territorio, se situó por encima de las propiedades en tierras
y señoríos que tuvieran los grupos nobiliarios o las ciudades, que quedaron bajo su
mandato. Este monarca del siglo XII era representante no tanto de Dios sobre la tierra
-como se afirmaba un siglo antes-, sino de la ley divina en la tierra; era, pues,
administrador de la justicia de Dios.
 El beso en la boca, que marcaba horizontalidad y camaradería, dio paso en el siglo XII
al acto de humildad del caballero que se arrodillaba ante su señor y ponía sus manos
entre las de este, o que debía besarle la mano. La significación de subordinación del
rito supuso que importantes nobles se negaran a prestar vasallaje al rey. La ruptura del
compromiso también formalizó su ritual con el lanzamiento público del guante a la
cara del contrincante para expresar una ofensa.
 La otra comunidad política que surgió como una gran innovación de la edad media
fueron las comunas. La ciudad medieval se caracterizo por actuar como un señorío
colectivo que ejercía jurisdicción sobre un territorio circundante. Fue también un actor
político reconocido por las monarquías en pide de igualdad con la nobleza. En la
ciudad convivían muchos grupos sociales distintos: mercatores, milites, nobiles,
populares o burgenses, pero su identidad se subsumía en un término que las
englobaba a todas, cives, los miembros de la comuna.
 La zona de poblamiento urbano mas importante de la edad media y la que
experimentó los desarrollos más interesantes de gobierno urbano fue la comuna
italiana.
 El incremento de la autonomía urbana recurrió a unos resortes muy similares que ya
hemos visto para la monarquía, pero con la diferencia de que lo protagonizo una
communitas colectiva e impersonal a cuya cabeza se puso, en el siglo XII, el consulado
y, en el siglo XIII, el Popolo.
 En la misma línea que la historiografía alemana, la francesa ha pasado de conceder
todo el protagonismo a la burguesía mercantil en la conformación del gobierno
urbano, a dar mas peso a los oficiales del rey o de los propios señores laicos o
eclesiásticos de la ciudad.
 En los siglos XII y XII, se difundieron ideas y discurso de propaganda, tanto por parte de
las cortes regias como de las ciudades, en contra de la figura del noble. En crónicas y
tratados de teología política, el noble se presentaba como el principal enemigo del
pueblo. Desde los altos nobles a caballeros de huestes señoriales, se les acusaba de ser
belicosos, levantiscos, traidores y protectores de salteadores. Pero la principal
recriminación se refería a su autonomía de acción, a su actitud de insubordinación a la
autoridad del rey.
 Pero no había solo contra los grandes señores por su falta de fidelidad y adecuación a
las normas del rey. Gran parte de las criticas del periodo contra los guerreros tienen
que ver con sus acciones violentas contra el campesinado y contra el orden social.
 En la plena edad media, el notable avance del poder de los reyes y las ciudades vino
compensado por la aplicación de la misma herramienta que había propulsado a estas
instituciones, el derecho, a dos ámbitos del mundo nobiliario: la construcción de un
estatus jurídico que asociaba privilegios con posición social, y la promulgación de leyes
que garantizaron la posesión de la tierra y su transmisión hereditaria.
 Esta transformación fue la que permitió a Marc Bloch a tantos otros historiadores
considerar que estamos ante una cesura en la forma de reproducción de la clase
dominante medieval, y que solo en este momento se puede hablar de “nobleza”,
propiamente dicha, en Europa. Una transformación tan profunda tardó casi en
cristalizar, lo que explica la distancia enorme que separa los recursos, problemas y
comportamientos de la nobleza del siglo XI y la del XIII.

Clase 10:
Hilton: Conflicto de clases y crisis del feudalismo
 La constitución interna del campesinado medieval:
 Existían sorprendentes similitudes hasta en áreas opuestas. Incluso en periodos o
lugares de urbanización relativamente grande, la economía campesina era ente
todo de subsistencia de sus miembros.
 La siguiente cuestión es que la unidad socioeconómica básica era el hogar familiar.
No se conoce suficientemente la estructura de la familia campesina antes de los
siglos XII y XIII, pero en aquel periodo, en que la documentación llega a ser
abundante, cada hogar, por regla general, parece haber incluido a los abuelos, una
pareja casada de la siguiente generación, sus hijos, quizá un tío y/o tía solteros y a
veces un sirviente o dos, según la riqueza del grupo.
 La aldea o el pueblo era la unidad de poblamiento en la que vivía la mayoría de la
población. La economía, aunque habitualmente basada en la posesión de tierra
arable de la familia individual, tenía también un componente colectivo de
importancia diversa, derivado de la necesidad de acceso a formas distintas de
derecho común en bosques, pantanos, pastos, canteras, etc.
 La división entre campesinos ricos y medianos con equipo (en especial arados) y
tierra suficiente para la subsistencia y campesinos pobres sin tierras o sin
suficientes tierras para subsistir, se encuentra en época muy temprana.
 El señor del pueblo controlaba el mercado de la tierra, o que suponía que la
acumulación de propiedades por una alianza de linajes no podía tener lugar,
excepto entre familias libres que poseyeran tierra en alodio.
 La división entre campesinos ricos y medianos con equipo (en especial arados) y
tierra suficiente para la subsistencia y campesinos pobres sin tierras o sin
suficientes tierras para subsistir, se encuentra en época muy temprana.
 El señor del pueblo controlaba el mercado de la tierra, lo que suponía que la
acumulación de propiedades por una alianza de linajes no podía tener lugar,
excepto entre familias libres que poseyeran tierra en alodio.
 Cuando la población creció mas deprisa que la productividad en los siglos XII y XIII,
la separación entre el estrato campesino mas elevado y los sin tierra o casi sin
tierra, se hizo mas profunda. Además, la producción para el mercado exacerbó
estas divisiones.
 El que la producción para el mercado desempeñara un papel importante en la
economía campesina y que el campesinado fuera por definición una clase
explotada en el sentido de que otros grupos sociales se apropiaban el excedente
por encima de la subsistencia, plantean la cuestión de la “autonomía” de la
sociedad campesina medieval.
 La economía aldeana podía desarrollarse sin las otras clases sociales.
 De hecho, la sociedad de los gobernantes era por completo dependiente de la
organización de la producción agrícola, así como de la forma en que los
campesinos reaccionaban al trato que recibían de los terratenientes. La naturaleza
de la aristocracia feudal estaba vinculada al modo en que se relacionaba con la
sociedad campesina, como puede demostrarse por hechos tales como el
desarrollo del Estado y la mayoría de la población.
 El concepto del campesinado como una comunidad cerrada en relación a la
sociedad exterior parece un eufemismo para la relación entre explotados y
explotadores.
 El mercado era un lugar de reunión muy importante en la Europa medieval, no
simplemente para los vendedores campesinos de productos agrícolas y los
pequeños comerciantes del mercado local, sino para gentes, comerciantes y otros,
que procedían de las grandes ciudades. El mercado local actuaba como un punto
focal donde se reunían ciudad y pueblo.
 Desde el siglo XIII en adelante encontramos comunas urbanas en el norte y centro
de Italia usurpando la posición de los terratenientes feudales como explotadores
de los campesinos.
 A medida que los estados desarrollaron sus aparatos burocrático y militar, los
impuestos se añadieron al peso de la renta sobre los campesinos.
 En esa sociedad dominada por la costumbre, los sentimientos de rebeldía se
generaban muchas veces cuando la costumbre era rota por los grupos dirigentes.
 A lo largo de todas las épocas medievales hubo conflictos relativos al nivel de
renta, generalmente una reacción campesina contra intentos de incrementar la
cantidad o variedad de servicios en trabajo, la cantidad de productos exigidos a la
tenencia campesina, o el nivel de renta en dinero donde esta era en forma
monetaria.
 El poder que un señor tenia sobre un campesino servil se expresaba habitualmente
en términos jurisdiccionales. Además de las rentas, los señores de siervos y libres
subordinados a ellos les exigían una serie de pagos y obligaciones que dificultaban
el desarrollo de la economía campesina.
 Las presiones por una renta mas baja, mas libertad y mas control sobre la propia
economía campesina (incluido el libre acceso al mercado) eran características de
las comunidades campesinas estables frente al poder señorial. Estos movimientos
fueron a veces violentos, a veces se caracterizaron por una presión no violenta.
Frecuentemente lo protagonizaban comunidades individuales, en mas raras
ocasiones tuvieron nivel regional o nacional.
 La tarea principal del señor en su relación con los campesinos era conseguir la
renta. A la vista de la capacidad de las comunidades campesinas para bastarse a sí
mismas económicamente, a los señores les era necesario ejercer su capacidad de
coerción para garantizarse el pago de la renta.
 Eran las restricciones al movimiento de la población no libre; restricciones al
movimiento de sus bienes muebles; y restricciones a las transferencias de tierra
entre los campesinos no libres. Creadas para garantizar las condiciones bajo las
cuales el excedente campesino o renta pudiera ser apropiado, estas restricciones
se convirtieron en las propias marcas de la servidumbre legal; una clara indicación
de la estrecha relación entre la condición y las obligaciones económicas del
campesinado.
 Los campesinos pobres y medios, cuya agricultura se encontraba por encima de los
niveles de subsistencia, en la medida que tenían que vender sus productos para
pagar la renta, resistían las exigencias crecientes a causa de que presionaban a
niveles de vida ya bajos. Los campesinos mas ricos, que acumulaban propiedad de
tierra y bienes muebles tropezaban con todos los aspectos de control señorial
porque encontraban su camino hacia la expansión económica bloqueado en cada
punto por los innumerables mecanismos cuyo objeto era transferir todo el
excedente posible de la tenencia al señor en forma de renta, por los impedimentos
a cualquier movimiento o cualquier progreso que pudiera llevar al campesino o a
su propiedad fuera del alcance del señor. Pero, aunque difirieran las razones para
que estos grupos resistieran a presión señorial, la dirección de sus resistencia era
la misma, y esto explica la extraordinaria fuerza manifestada por una clase en
otros aspectos tan dividida.
 Parece que la resistencia campesina a la presión señorial llegó a ser importante en
Inglaterra en el siglo XIII.
 Se conoce bien como en el siglo XIII la mayoría de los grandes propietarios laicos y
eclesiásticos extendieron la explotación de su dominio para vender la producción
agrícola en el mercado.
 Los servicios en trabajo se incrementaron, incluso se doblaron. Este incremento en
los servicios parece haber sido casi universal (en Inglaterra), y resultaba inevitable
que hubiera resistencia por parte de aquellos a quienes se les exigía más.
 La acción colectiva fue la mas perturbador para el orden social e iba a construir el
campo de entrenamiento de la revuelta en amplia escala.
 El predominio de actividades colectivas en la rutina ordinaria de las comunidades
rurales medievales tiene que haber hecho fácil y natural la presentación de quejas
a los señores del manor.
 La lucha campesina por la libertad y por una reducción de rentas y servicios fue
dirigida tanto ilegalmente como bajo la bandera de los antiguos derechos.
 Las razones de que los campesinos que vivían en el nivel de subsistencia o un poco
por encima resistieran las exigencias de rentas y servicios adicionales con
encarnizamiento y violencia, son obvias.
 Pero no fueron solo los campesinos pobres y medianos los que tomaron parte en
los movimientos de revuelta. Les acompañaron los granjeros ricos, favorecidos por
la fortuna y las herencias con mas y mejores tierras que sus compañeros. La
participación de estos hombres aportó un elemento diferente, quizá el elemento
de calculo y estrategia, la capacidad para formular programas, como en 1381.
 Hubo factores diferentes del desarrollo de la producción de mercancías que con
intensidad diversa desempeñaron en diferentes épocas un papel en la
determinación del grado de desigualdad entre los cultivadores campesinos. Entre
ellos están: abundancia o no de tierra de cultivo, nivel técnico de la producción
agrícola, la tasa de crecimiento o de declive de la población, la estructura de la
familia, incluidas las costumbres de herencia y dote, las costumbres y prácticas de
las comunidades rurales, las exigencias de los no productores, como señores,
sacerdotes, artesanos, comerciantes, reyes y otras autoridades públicas, sobre la
economía campesina.
 Una gran divisoria del campesinado medieval fue la que separaba a libres y no
libres.
 La estratificación del campesinado fue impulsada también por las presiones
externas de los señores y los recaudadores de impuestos del gobierno, en parte
porque sus exigencias afectaban de forma diferenciada al rico y al pobre. Es
verdad que los muy pobres estaban exentos de impuestos sobre bienes muebles,
aunque hay indicios de que los bastante ricos para sobornar a los recaudadores de
impuestos se deshacían de ellos con facilidad.
 Las consecuencias de estos desarrollos para la estratificación interna del
campesinado fueron las que cabía esperar. Se redujo el numero de pequeños
poseedores de modo considerable; se fortaleció el estrato medio, los campesinos
ricos mejoraron también su posición, pero no de forma tan consistente como los
campesinos medios.
 Es probable que la reducción de la proporción de pequeños poseedores tuviera la
máxima importancia. Derivo en parte de un incremento general del tamaño de las
tenencias, como consecuencia de la mayor disponibilidad de la tierra, en parte de
una mejora general de todos los grupos.

Duby: Las conquistas campesinas


 Los cronistas de comienzo del siglo XI se preocupaban por las calamidades
(epidemias, hambre) y tenían una visión espiritual del mundo.
 Tres señales que los historiadores de la época relacionan con un progreso
espiritual: la animación de caminos (peregrinos, etc.), renovación de iglesias y
establecimiento de las estructuras feudales.
 Feudalismo: descomposición de la autoridad monárquica.
 Defensa del país pasa a mono de príncipes regionales.
 Jefes de menor importancia, como los condes, lograron independizarse de los
príncipes.
 Desarrollo de la ideología de la “paz de Dios”.
 La paz de Dios estaba en mano de los obispos quienes eran apoyados por los
príncipes locales.
 Fue la primera vez que se creó una moral coherente de la guerra.
 Las guerras y agresiones pasaron a ser en contra de los “enemigos de Dios” que
habitaban fuera del continente europeo.
 Este es el espíritu de las cruzadas.
 Las tres órdenes: 1) arriba de todo, los especialistas en la oración (eclesiásticos).
 2) Los especialistas de la guerra. A pesar de la importancia de los eclesiásticos, esta
debe ser considerada la clase dominante. No aceptan ninguna limitación ni
tampoco producen. Su vocación es la guerra y tienen la mentalidad de los reyes de
otros tiempos.
 3) Los trabajadores. La gran masa del pueblo. Debe proporcionar a las dos elites,
los oratores y los bellatores.
 Señorío: hay señores y vasallos en las diferentes clases.
 Había conciencia de clase.
 Sistema fiscal: 1) mientras que en la época anterior todos los hombres libres
estaban sometidos a la autoridad real, la división del cuerpo real en tres órdenes
introdujo una separación fundamental.
 2) El ejercicio del poder y el disfrute de los beneficios que este autorizaba
quedaban limitados en adelante a un espacio reducido, a un “distrito”.
 Existía el señorío territorial, y también el de la explotación del ban.
 División dentro del señorío (Optimates o príncipes como los más ricos o
verdaderos señores y por otro lado los simples caballeros).
 CAMPESINOS:
 Expansión de la economía agrícola.
 Tendencia al crecimiento demográfico.
 Esto se debe a: Perdida de fuerza de ataques exteriores, implantación del orden
feudal, incremento de la producción de artículos alimenticios.
 No se mejoró la alimentación, sino que se alimentaban más hombres.
 El incremento del valor de las cosas influyó inmediatamente sobre la condición
campesina:
 1) La clase de trabajadores se hace mas vulnerable con respecto a los ricos, porque
el arado y la yunta son bienes muebles, porque están menos protegidas que las
tierras por las solidaridades familiares, porque su posesión esta mas
estrechamente vinculada al movimiento de dinero y, sobre todo, porque es más
fácil apoderarse de ellos.
 2) No todos los campesinos pudieron mejorar su equipo, porque les faltaba el
capital necesario o porque la utilización de un instrumento demasiado pesado
podía deteriorar el suelo que cultivaban.
 Formas de roturación:
 1) la forma mas simple fue la ampliación progresiva del claro aldeano.
 2) la roturación adquiere un carácter distinto cuando hace surgir un nuevo núcleo
de poblamiento, cuando la acción pionera tiene lugar en el corazón del espacio
inculto para atacarlo desde el interior y destruirlo poco a poco.
 3) por último, el ataque a las soledades incultas se manifestó de una nueva forma:
la fundación de nuevas tierras.
 Relajamiento de las cargas señoriales:
 1) Pequeño alodio, la tierra campesina independiente, era muy vigoroso en casi
todos los capos de Occidente.
 2) el manso sufre otra modificación que contribuye igualmente a hacer más débiles
los lazos entre trabajadores de la tierra y los dueños.
 3) Por último, bien gracias a un acuerdo entre señores rivales que se disputaban el
poder sobre los campesinos, bien por la concesión de una carta de franquicia o de
las cartas de poblamiento, preliminares a la fundación de una nueva aldea, o bien
a través del juego de estas “relaciones de derechos”, de estos “weistuner” por
medio de los cuales los súbditos de los señoríos alemanes o lotaringios procedían
periódicamente a la recitación de la costumbre, los campesinos ganaron poco a
poco lo que se llamaba entonces la libertad, es decir, privilegios.
 Explotación de la tierra:
 La débil presión del señorío sobre la tierra campesina tiene una explicación. Las
roturaciones han hecho disminuir la presión demográfica. La tierra abunda y el
factor del suelo es reducido,
 El progreso técnico, las deforestaciones, el auge de la viticultura, no dejaron, por
consiguiente, de aumentar el valor de la renta territorial en el siglo XII, lo que
explica el bienestar de los caballeros y de las gentes de la iglesia a pesar de la
concesión de feudos, la proliferación de los linajes, la fundación de nuevos
establecimientos religiosos haya aumentado su número.
 Por esta razón, para todos los señores territoriales de la época, exceptuados tal vez
los mayores, la renta tiene menos interés que la explotación directa. La mayor
parte de sus recursos procede de los “dominios”, de la tierra que hacen cultivar
por sus criados y de la que les pertenecen todos los frutos.
 Pese a cuanto hemos dicho, los mayores ingresos en dinero no procedían del
señorío territorial, sino del poder sobre los hombres. En primer lugar, de los
miembros de la familia. Los señores del siglo XII comenzaron a darse cuenta de que
la explotación de sus “criados” seria mas rentable si dejaban a estos una mayor
autonomía económica. Sin duda, reclutaban al igual que antiguamente la mayor
parte de sus domésticos entre quienes dependían de ellos; preferían autorizarles a
establecerse, a enriquecerse: una fiscalidad cuya eficacia parece reforzarse sin
cesar les permitía participar ampliamente en este enriquecimiento.
 Ser rico en el siglo XII, al igual que en tiempos anteriores, no obligaba solamente a
dar a Dios, sino también a los amigos, a acogerlos en gran número, a ampliar
cuanto fuera posible la casa, a adornarla.
 Durante la época de la paz relativa lograda con el establecimiento del feudalismo y
afirmada progresivamente por el afianzamiento de los grandes principados
regionales, el desarrollo tuvo como base la extensión de las necesidades de las
grandes casas señoriales, la elevación progresiva del nivel de vida mantenido en
ellas, el bienestar que procuraba a quienes explotaban el derecho del ban el
aumento continuo de los ingresos, basado a su vez en la expansión de la
producción rural. Este desarrollo, cuyas raíces profundas son campesinas, provocó
una expansión del fenómeno urbano. El auge de las ciudades está directamente
vinculado a la vitalidad de las grandes cortes señoriales, es decir, depende
directamente de la eficacia siempre en aumento de una fiscalidad basada en el
derecho del ban.
 El campo, en pleno crecimiento del siglo XII, alimentó el desarrollo urbano de dos
formas: dirigiendo hacia la ciudad el exceso de su producción por medio de la
fiscalidad señorial y alimentándola con el excedente de la población que la
ampliación de las tierras de valor no podía absorber enteramente.
 Los burgueses mas ricos combatieron, reunidos en sus fraternidades de sangre o
de elección, ante todo contra el señorío personal.
 Pero la lucha fue dirigida también contra el señorío territorial.
 En el interior de los principados revigorizados, la ciudad desempeña en adelante el
papel principal en las estructuras políticas que poco a poco emergen del
feudalismo, del que se liberan antes de dominarlo.
 Nos encontramos en este punto con el hecho más característico del siglo XII. La
civilización es todavía plenamente rural y todo su desarrollo está animado por las
conquistas campesinas. Sin embargo, la moneda, cuyo uso no ha cesado de
extenderse, en un movimiento ininterrumpido desde comienzos de la alta edad
media, termina por infiltrase hasta en las relaciones entre los trabajadores del
suelo y sus señores; al vulgarizarse, se debilita; al hacerse de este modo mas apta
para desempeñar un papel en los niveles mas humildes de la actividad económica,
llega insensiblemente a establecerse en el centro de todos los movimientos de
crecimiento. El lugar que ocupa en ellos no cesa de acrecentarse. Hacia 1180, este
lugar es preponderante. Se abre entonces una nueva fase: en todo el continente
europeo, la circulación de dinero será el motor que arrastrará todo el progreso, de
la misma forma que lo era ya dos siglos antes en las fronteras de la cristiandad
vivificadas por las empresas militares.
 La inflexión de fines del siglo XII se observa de una forma mucho mas clara en el
corazón de Occidente. Algunos indicios:
 1) La historia de las técnicas es de difícil datación. Sin embargo, se puede situar en
el ultimo cuarto del siglo XII la fase final de un primer periodo de desarrollo
tecnológico.
 2) El empuje de la expansión comercial se hace mucho mas vivo a partir de este
momento.
 3) En el ultimo cuarto del siglo XII se observa, por último, en la sociedad rural una
primera ruptura de las primitivas actitudes económicas. Al mismo tiempo que
aparecen las primeras señales de una renovación de la pequeña aristocracia por la
penetración en la caballería de individuos de origen humilde- de esta forma se
concreta el tema del nuevo rico difundido por estos años en la literatura
caballeresca-.
 La mutación que se sitúa en los últimos años del siglo XII no altera el ritmo de este
progreso agrícola, cuyo empuje no se debilita y que proseguirá durante decenios.
Lo que cambia radicalmente es su función: hasta entonces era el motor único de
todo el desarrollo; en adelante será un motor subalterno.
 Hacia 1180, en toda Europa, comienza la época de los hombres de negocios.
Después de 1180, el espíritu de lucro hará retroceder incesantemente el espíritu
de largueza. La nostalgia de esta virtud sobrevivirá durante mucho tiempo. Pero
solo adornará a héroes míticos, símbolos y refugio a la vez de los valore, vivos y
soberanos, que en la edad media había durante largo tiempo celebrado. Una
primera edad media. La de los campesinos. La de los guerreros, sus señores.
Pastor: Luchas campesinas en Castilla y Leon (X y XI)
 Sociedad campesina “libre” entre los siglos X y XI:
 1) Conjunto de campesinos o de familias de campesinos de igual jerarquía entre
ellos. Tomando la representatividad los cabezas de familia.
 2) Sociedad mas compleja donde hay un grupo de mayores y uno de menores.
 3) Una sociedad mucho mas fluida donde parecen desprenderse para arriba ciertos
grupos.
 La mayor parte de los pleitos en que aparecen las comunidades campesinas
resultan perdedoras. Aun en los casos en que las comunidades aparecen como
más independientes.
 Puede esbozarse una tipología de los conflictos. Conflictos por la posesión del
espacio productivo, tierras de aradura y de cultivos en general; por la posesión del
espacio ganadero, dehesas, montes y pasturas; por la posesión de medios de
producción complejos, como los molinos; de productos extractivos, la sal; de ese
precioso y múltiple bien que es el agua destinada a la alimentación, riego, pesca,
fuerza motriz, etc. Además, conflictos específicamente sociales relacionados con el
establecimiento de las formas de dependencia de la clase campesina y las diversas
formas en que esa dependencia se expresa.
 Durante el siglo X y comienzos del XI la lucha por el espacio productivo tiene
considerable vigor entre las propias aldeas. Son tiempos en que las comunidades
crecen y se extienden, por ello se hace necesario señalar, amojonar, defender los
limites de cada coto, de cada jurisdicción.
 Varios conflictos por tierras, heredades, iglesias, etc., se suscitan entre grupos
sociales de poder mas alto que la simple comunidad aldeana.
 Conflictos entre iglesias y monasterios sostenidos contra infanzones tuvieron lugar
especialmente en el ultimo cuarto del siglo XI.
 La puja por el espacio ganadero fue intensa y puede decirse que en ella
intervinieron todos los grupos sociales.
 Este sostenido avance del poder económico ganadero del monasterio, que se
extiende durante mas de un siglo con la ayuda del poder real o condal, no se hizo
sin resistencia por parte de los campesinos de las villas que vieron recortarse sin
pausa sus dehesas. Obligados a compartir las pasturas con un monasterio en plena
expansión, ellos mismos, progresivamente incorporados a una dependencia
señorial cada vez más estrecha, tuvieron pese a todo, fuerza como para intentar
una resistencia, aunque no para ganar la causa.
 Los conflictos anteriormente descritos implicaban, directa o indirectamente,
explícita o implícitamente, la muy importante cuestión de la condición social del
campesinado, su mayor o menor grado de dependencia con relación a la clase
feudal. Dependencia que pudo expresarse -y que de hecho se expresa- por
variadísimos caminos: económicos, sociales propiamente dichos, jurídicos,
militares, etc. Dependencia impuesta en mayor o menor medida por todos los
exponentes de la clase feudal: el rey, los señores, sus delegados, los
representantes de la justicia, etc.
 El proceso de feudalización fue intenso y sostenido durante los siglos X y XI,
aunque sufrió altibajos debidos sobre todo a las dificultades impuestas por las
guerras contra los musulmanes y por las realizadas entre grupos cristianos.
 Parece necesario recordar que para comprender cabalmente las tensiones de esta
sociedad en siglos especialmente dinámicos debe abandonarse la idea, bastante
arraigada, de una sociedad polarizada, entre una nobleza que se sirve de
campesinos sometidos a ellas por un lado y, por otro, comunidades de campesinos
absolutamente libres.
 De allí que, enfrentamientos, conflictos, tensiones, no pasaran por la polarización:
libertad/servidumbre, sino por mayor o menor dependencia frente a las variadas
expresiones del poder feudal.
 Por otra parte, si bien todos los conflictos han sido fundamentalmente sociales,
pueden separarse, ponderarse algunos más específicamente sociales en cuanto el
problema de la dependencia, de la condición social, aparece en ellos con mas
fuerza, con mas claridad, sobre las otras causas del conflicto que se han venido
estudiando.
Clase 11:
Mitre: Ciudades medievales europeas
 El papel del mercado fue central en el proceso de urbanización medieval. Parece
haber una secuencia evolutiva en la forma y la función de los mercados, que refleja
todo el desarrollo económico, pasando de mercados rurales periódicos a urbanos
periódicos y urbanos permanentes, con mercados extramuros que jugaban un
papel mediador entre la economía rural y la urbana.
 Por la palabra mercado se entenderá no solo las actividades de compradores y
vendedores, sino también el lugar en que estas se desarrollan, tanto de forma
periódica como a diario (mercatum quotidianus).
 Que el (los) mercado(s) sea(n) pieza(s) clave en la definición de la ciudad medieval
no obsta para que manejemos con cierta prudencia esta idea. Hay que advertir en
primer término los estrechos límites bajo los que la economía urbana en general se
desenvolvió, aunque fueran más abiertos que los de la economía campesina y
señorial. Y, en segundo lugar, conviene destacar aquellos matices que han hecho
de la ciudad medieval un ente extraordinariamente complejo y no fácil de captar
en toda(s) su(s) dimensión(es) para el hombre de nuestros días. Hasta dónde la
ciudad medieval ha sido capaz de generar un espíritu de lucro que permita hablar
de un primer capitalismo (o de un precapitalismo al menos) es un tema que a lo
largo de un siglo —desde Werner Sombart o Max Weber, por tomar dos
significativos ejemplos— y hasta nuestros días no ha dejado de preocupar a
investigadores del más variado signo.
 El castillo fortificado pasa por ser símbolo del mundo feudal opuesto al modo de
vida urbano. Ambas ideas, se ha recordado de forma reiterada, no son
forzosamente antagónicas. Ya porque un castillo edificado en el interior de la
ciudad acaba por convertirse en pieza esencial de su paisaje. Ya porque
poblaciones de nueva creación impulsadas por los poderes públicos (señores,
príncipes y reyes) con una finalidad militar acaban constituyendo una importante
pieza económica en el entramado general de la red urbana.
 La muralla —como recuerda el Rey Sabio— será en el transcurso de los años signo
distintivo de la ciudad. Constituye el «elemento esencial para el ideograma
urbano». El arte militar, con su evolución desde los tiempos bárbaros hasta el
Renacimiento, convertirá a la ciudad en uno de sus laboratorios. La puerta —
fortificada igualmente— tiene un sentido también funcional: «conjunción entre
dos mundos», el exterior y el interior, el de la ciudad y el del campo. También un
sentido sanitario, fiscal y de relación con otras ciudades. De ahí el nombre de
algunas de ellas.
 En el sentido más convencional, la ciudad medieval es cristiana esencialmente por
dos circunstancias: ser centro episcopal o etapa o meta de peregrinación.
 La ciudad como sede episcopal o —su derivada al alza— metrópoli de provincia
eclesiástica será la equivalencia más generalizada, aunque también puedan
encontrarse otras referencias sustitutorias. La más notable, la iglesia colegial
establecida en una localidad de cierto rango, dotada de su propio capítulo
eclesiástico y con mayor o menor autonomía en relación con la estructura
diocesana.
 La cultura del mundo clásico —como otros muchos aspectos de la vida— había
tenido en la ciudad su principal refugio. Con el repliegue de los primeros tiempos
del Medievo.
 La promoción por Carlomagno de centros como la Escuela Palatina o la Academia
Palatina de Aquisgrán, y de escuelas diocesanas o monacales, no se ha considerado
más que el bienintencionado propósito de un «padre de Europa» preocupado,
esencialmente, por una buena interpretación y aplicación de la doctrina cristiana y
por disponer de eficientes cuadros administrativos para su Imperio.
 El renacimiento de la ciudad a partir, grosso modo, del siglo XI, hará de ella no solo
lugar de intercambio de mercancías, sino también de ideas. Especialmente
llamativo será el Toledo de las «tres religiones» y de esa discutida «escuela de
traductores» que no existió como tal desde un punto de vista institucional 78. La
ciudad medieval alcanza su época dorada desde el punto de vista cultural en el
siglo XIII, la era de las grandes catedrales y de la expansión de las universidades,
uno de los mejores soportes de la vida intelectual europea. Algún prestigioso
medievalista ha podido considerar así esta centuria como «un siècle des lumières».
 Las burocracias estatales, cada vez más sofisticadas incluso en los niveles más
elementales, requieren tanto de un aparato administrativo como de la satisfacción
de unas necesidades que solo en el ámbito urbano se pueden colmar. La
estabilización de las cortes de los príncipes supone así otro factor de dinamización
ciudadana.
 Junto a las liturgias eclesiásticas, y valiéndose frecuentemente de ellas, las
ciudades serán escenario de otras liturgias con proyección civil. Serán las
elecciones y coronaciones imperiales: Aquisgrán o Fráncfort para las primeras,
Roma para las segundas desde la consagración imperial de Carlomagno en la
Navidad del año 800. Serán las coronaciones y unciones reales en función de ese
carácter semisacerdotal que se reconoce a la realeza.
 El empuje del mundo urbano en el Occidente medieval se produjo en paralelo a un
gran movimiento roturador del que la propia ciudad (viejas ciudades renacidas o
bien otras de nuevo cuño) se benefició, cuando no fue su principal fuerza
activadora. La movilidad de las personas llegará a desarrollar una doble
pertenencia: rural y urbana. Se ha hablado así de un «rurbanismo», en tanto las
élites dirigentes tratarán de sacar partido de las ventajas de la vida tanto en la
ciudad como en el campo. Algún autor ha ido más lejos al afirmar rotundamente
que la ciudad debe casi todo al campo: “una buena parte de los hombres que la
poblarán, el elemento aristocrático que invertirá en ella sus beneficios de las
tierras, en torreones o en iglesias, en barcos o en mercados: no se puede ni
imaginar la vida de la ciudad sin contar con el excedente de la producción que
canalizan los aldeanos...”. Afirmación que habría que situar en un contexto: el de la
reconocida predilección personal de ese autor por una Edad Media que no es
precisamente la de las ciudades, a las que llega a considerar como «un quiste, una
malformación en la sociedad medieval».
 La ciudad mediatiza en numerosos casos al mundo rural en tanto, en virtud de sus
necesidades (alimenticias, producción de materias industriales, etc.), puede
transformar los campos de su entorno e, incluso, los más distantes.
 La ciudad medieval creció así, ya por una dinamización de sus mercados, ya por
una emigración campo-ciudad, o ya porque se convierta en la fuerza vertebradora-
colonizadora y defensora (caso de la España de la Reconquista) de amplios
espacios. Algo parecido sucederá con las bastidas francesas, centros de
colonización y también puntos fortificados con objeto de vigilar la frontera.
 Pese a lo que una historiografía de cuño decimonónico defendió (y se sostuvo
durante buena parte del pasado siglo), la ciudad medieval, aunque constituya un
fenómeno claramente innovador, no será radicalmente opuesta a un sistema
feudal identificado con un mundo esencialmente rural y con los privilegios de sus
grupos dirigentes. Por el contrario, la ciudad (los ciudadanos) será(n) una parte
integrante de ese sistema, cuyos últimos resabios no desaparecerán de Occidente
más que con la extinción del Antiguo Régimen. Hasta fecha avanzada, numerosas
ciudades seguirán conservando en su seno (y no digamos en su más inmediato
entorno) amplios resabios campesinos.
 Si las relaciones entre señores y campesinos podían traducirse en el Medievo en
una sorda hostilidad, las existentes entre ciudadanos y campesinos serán también
difíciles. Si por un lado la ciudad puede ser polo de atracción de la población rural
porque «su aire hace libre», por otro actúa frente el campesinado como un nuevo
señor: le compra sus productos, pero a cambio le vende sus mercancías en
cantidades determinadas y a precio tasado. Como los señores se encierran en sus
castillos al caer la noche, las ciudades elevan sus puentes, y sus centinelas vigilan
los alrededores frente a un potencial enemigo que es el campesino. Y al final de la
Edad Media, los juristas —producto eminentemente urbano— elaboran un
derecho que aplastará al campesino. No resulta así gratuito recordar que la ciudad
medieval se comporta muchas veces como una suerte de señorío colectivo 123 en
relación con el medio rural que la rodea; un mundo de aldeas hacia las que puede
tener un comportamiento despótico.
 Físicamente, la ciudad europea medieval se caracterizaba por una ciudadela, una
muralla circundante y un mercado, una zona edificada alrededor de un núcleo,
unos edificios administrativos y públicos, iglesias, monumentos, plazas, áreas
dedicadas al comercio y una urbanización que irradiaba del centro.
 Se dice que toda ciudad que se precie en el Medievo avanzado debía tener un
convento de franciscanos, otro de dominicos, otro de carmelitas y otro de
agustinos. Del carácter vario de la ciudad medieval se harían eco la literatura, las
diversas artes plásticas o la heráldica, desbordando con mucho los límites de lo
que prudentemente podemos denominar Edad Media.
 Al margen de que la fundación de una ciudad se haya asociado en el Medievo a un
héroe mítico (Hércules en la península, en relación con Cádiz, Sevilla, Toledo, Ávila,
Segovia o Barcelona), o a un príncipe o a un grupo anónimo, «en todo caso se trata
de una construcción frágil amenazada desde el interior y desde el exterior» 7 . En
los inicios de la Edad Moderna, Nicolás Maquiavelo se preguntaba sobre los
diversos factores que podían incidir en la construcción de las ciudades. Aunque
reconocía que valía más edificarlas «en medio de un terreno fértil», no descartaba
el valor de unas condiciones medioambientales desfavorables, ya que ello
inclinaría a los habitantes al trabajo «para proporcionarse medios de vivir, y esta
necesidad les impedirá dejarse llevar por la ociosidad». En más de una ocasión, en
efecto, el nacimiento de una ciudad tiene lugar replicando a los retos de su
entorno.
 iudad sufría desde dentro, a veces puramente accidentales. Frente a ellos, el poder
municipal replicó con desigual fortuna para que la ciudad se acercase a esos
ideales pregonados por ciertas utopías urbanas o, simplemente, para que se
cumplieran unas ordenanzas locales que trataban de establecer un mínimo de
reglamentación administrativa y de disciplina cívica.
 En un lugar de dudoso honor entre las desgracias con dimensiones colectivas
figuran los devastadores incendios. Para la ciudad se trata de un peligro habitual,
dado el alto grado de combustibilidad de alguno de los materiales de construcción
—abundancia de madera en las edificaciones— y el frecuente apiñamiento del
caserío. Una ciudad como Rouen sufrió entre 1200 y 1225 hasta seis pavorosos
incendios... y otras tantas fue objeto de reconstrucción.
 De las condiciones higiénicas de la ciudad medieval hablarían numerosas
circunstancias.
 Las limitaciones materiales contribuyeron con frecuencia a alimentar auténticas
catástrofes. La miseria bastante extendida en amplias capas de la población urbana
sería caldo de cultivo para la difusión de diversas enfermedades, aunque en
algunos casos —la peste negra— el mal no distinguía apenas entre niveles de
riqueza.
 Desde los siglos V-VI, el modelo material de ciudad difícilmente podía ser la vieja
Roma, que vivió un galopante proceso de deterioro hasta convertirse en un gran
poblachón. Lo sería Constantinopla, la segunda Roma (nea Roma) fundada por
Constantino en 330 y sede desde 476 del único emperador, el que será basileus
bizantino. En Occidente se verá a Constantinopla con una mezcla de admiración y
odio a la que sus vecinos correspondían con un nada disimulado desprecio. Lo que
había sido la pars occidentis del Imperio dividida entre los distintos pueblos
germanos asentados en él fue, durante bastante tiempo, una zona con su tejido
urbano sensiblemente degradado. Al deterioro político correspondió otro de
naturaleza económica.
 Ante la debilidad, cuando no desaparición, de las viejas instituciones municipales
del Imperio, la mediación entre la población indígena de ascendencia romana y los
dominadores germanos queda en manos del obispo, auténtico defensor civitatis.
 La costumbre de asociar la historia de la ciudad a la de sus obispos se transmitirá
de la temprana Edad Media a los siglos siguientes.
 La reactivación mercantil de Occidente, básica para la definición de las ciudades,
será un fenómeno previo a las cruzadas: la Odisea de los mercaderes precedió a la
Ilíada de los barones, afirmó Roberto S. López.
 El renacimiento de la ciudad es parejo a una revitalización de la vida política de
ciertos núcleos. Sus protagonistas serán esos novi homines de oscuro origen
(burgueses/ciudadanos/ruanos se les llamará en las diferentes fuentes) que,
asociados por juramento en comunas, communitates o conjuraciones, logran de
los poderes establecidos —nobiliarios o eclesiásticos— privilegios y garantías que
les permiten organizarse más o menos autónomamente.
 El término burgueses se encuentra por primera vez en una carta del conde de
Anjou Fulco Nerra de 1007 en la que se establece sanción de sesenta libras a los
burgenses del «burgo franco» situado junto a la abadía de Beaulieu en caso de que
se levanten contra los monjes. A partir de ese momento, la expresión burgués y
sus derivadas darán extraordinario juego. Recordemos para ello a dos prestigiosos
autores alemanes que relacionaron al burgués no solo con una categoría social,
sino también con un especial espíritu (geist). Max Weber asociaba el término
Bürgertum al de ciudadanía. Bajo él cabía entender varias cosas: ciertas categorías
sociales con un interés comunal o económico concreto, un sentido político en
tanto se defienden ciertos intereses de este signo, y la posesión de una propiedad
y una cultura que les permiten ostentar un espíritu empresarial y un cierto nivel de
educación académica que les diferencian de la burocracia o el proletariado. Y
Werner Sombart, que enfatizaba en la intervención de los factores psíquicos y
espirituales en la vida económica, identificaría burgués con capitalismo. Término
este que a su entender no implicaba tanto acumulación de tesoros como
«prudencia reflexiva, circunspección calculadora, ponderación racional y espíritu
de orden y de economía». Aplicar estas ideas en su totalidad al mundo medieval
resulta, sin embargo, algo evidentemente problemático.
 Max Weber advirtió que en los orígenes del movimiento de emancipación
ciudadano se dieron dos modelos: la «génesis originaria», que estaría marcada por
un agrupamiento de burgueses que se enfrentan al poder «legítimo»; y la «génesis
derivada», en la que prima el acuerdo contractual entre ambas partes. Por lo
general, nos encontramos, añade, ante una combinación de las dos génesis. De ahí
que con frecuencia se dé una transacción entre el viejo orden feudal y el nuevo
orden burgués, ya que ambos podían sacar provecho de las nuevas condiciones
económicas abiertas.
 Pese a todos sus logros, el proceso de autogobierno urbano estará lastrado por
grandes limitaciones, herencia en buena medida de esa política de transacciones
que no deja suficientemente claras las esferas de actuación de los poderes en
juego.
 Desde finales del primer milenario son los que han hecho posible un resurgimiento
de Europa que se considera suficientemente asentado en el siglo XII. Cambios que
cuentan, tal y como ya hemos advertido, con el respaldo de una mejora de la
situación político-militar.
 Se ha hablado de una «mutación» (traducida por algunos como «revolución» o
como simple «cambio») del Año Mil 89 que habría supuesto «el tránsito de un
sistema social a otro: certificado de la defunción de la sociedad antigua y acta
bautismal de la sociedad feudal» 90. En términos de renacer de la vida urbana, el
cambio supone adentrarnos en un fenómeno complejo desde sus mismos inicios.
Los hombres del Medievo lo cargaron de numerosos elementos legendarios que
hacían remontar el origen de sus ciudades a un lejano y oscuro tiempo pasado.
Como ha sucedido con otros procesos, el del (re)nacimiento y primera afirmación
de la ciudad medieval solo lo conocemos con la debida solvencia cuando este se
encuentra suficientemente consolidado.
 Con un entusiasmo similar al de Raúl Glaber, pero refiriéndose en este caso a otro
«manto», se pronunció a mediados del pasado siglo el historiador Lucien Febvre.
Como en otros ejemplos antes citados (los de Max Weber o Werner Sombart), no
estamos hablando de un medievalista en el sentido más consagrado del término,
pero sí de una autoridad intelectual que desbordaba cualquier convencional
encasillamiento científico. Para él, la verdadera Europa fue la Europa de las
ciudades en mitad del campo, la Europa que finalmente nació a partir del siglo XII,
una Europa no solo cubierta de un puñado de pequeñas iglesias blancas, sino una
Europa cubierta de un manto de ciudades, unas ciudades auténticas, unas
ciudades que no solo eran fortalezas, no solo graneros y centros de administración
rural.
 «Las ciudades eran, por definición, el corazón de la economía. Y también llegaron a
ser las verdaderas protagonistas del juego político, cuando en el transcurso del
siglo XIII se engrandecieron y, sobre todo, se unieron». Las principales fueron más
lejos aún: «se erigieron en centros y después motores de la civilización».
 La ciudad occidental hizo sentir su peso en la plenitud del Medievo en los más
variados campos. Ello a pesar de la escasa uniformidad del tejido urbano europeo
que hace que cualquier clasificación tenga un sentido un tanto engañoso. Así lo
han reconocido (o denunciado más bien) autores como Robert Fossier, para quien
cabría hablar de hasta siete «grandes zonas urbanas»: Italia, Occitania, el mundo
ibérico, entre el Sena y el Mosa, el Imperio, los países del mar frío (Báltico, mar del
Norte, canal de la Mancha) y la masa eslava. Al final, subraya este mismo autor, lo
que une a ese variopinto mundo es el nacimiento de una «infracción del esquema
trifuncional» (guerreros, clérigos y campesinos) y ofrecer al comprador aquello que
la economía rural no puede facilitar.
 El auge de la vida económica y la toma de conciencia política acarrearon la
formación de centros de vida urbana a los que se dotó de una personalidad
jurídica. Muy en general, hablamos de municipios.
 Al lado de la asamblea de vecinos (concilium en la terminología clásica,
hispanizado concejo) una serie de dignatarios elegidos por métodos cada vez más
restrictivos (consules, judices, escavini, priores, consellers...) eran responsables de
la gestión de la cosa pública.
 El poderío social y económico de ciertas zonas especialmente urbanizadas será
capaz de marcar pautas políticas de índole más que local.
 Frente a la atomización territorial del poder que el sistema feudal introdujo en
Occidente, la plenitud del Medievo fue poco a poco recuperando una noción de
Estado de raíz aristotélica. Se concebía este como un ser colectivo consustancial a
la naturaleza humana que, filtrado a través del pensamiento cristiano, se erigía en
un corpus mysticum ordenado para el bien de todos.
 Esa recuperación podía oscilar entre dos principios: el que afirmaba que la
voluntad del gobernante tenía fuerza de ley (Quod principi placuit legis habet
vigorem) y el que exigía el consentimiento general para asuntos que afectasen a
toda la comunidad (Quod omnes tangit ab omnibus tractari et approbari debet).
 Lo que resulta problemático es descubrir hasta qué punto las asambleas políticas
medievales de signo parlamentario tienen —como sucede con los actuales
organismos parlamentarios— una auténtica capacidad legislativa o, como mucho,
comparten esta con el soberano.
 Esa idea de aconsejar —que, con la de auxiliar militar y económicamente al señor,
se encontraba en la entraña misma del sistema feudal de acuerdo con la visión
más institucionalista— es la que parece primar. Hasta el punto de que algunos
autores consideran que era la única potestad de estas asambleas, al menos a nivel
de la Corona de Castilla. Con todo, al llamar a los representantes de las ciudades,
los monarcas no solo reconocían el poder de una nueva fuerza social; también
daban valor institucional a esa tripartición funcional de la sociedad que toma
cuerpo desde principios del siglo XI.
 Demografía: tras una curva descendente a lo largo de los primeros siglos
medievales, se da una tendencia al alza sostenida entre el siglo X y los inicios del
XIV. Desde mediados de este y hasta bien entrado el siglo XV se vive bajo el signo
del estancamiento, cuando no de un retroceso generalizado a causa de factores
como las hambres, las guerras y sobre todo las epidemias. J. C. Russell, todo un
clásico en esta materia, fijó el siguiente cuadro para el conjunto de Europa: 27,5
millones de habitantes para el año 500, 18 millones para el año 650, 38,5 para el
año 1000, 73,5 para el año 1340, 50 millones para el año 1450.
 En la organización del espacio agrario se han distinguido dos formas especiales de
campos: abiertos (openfield) y cerrados por algún tipo de cercado (bocage). Como
norma general se ha aceptado que el bocage respondería al aislamiento, al hábitat
disperso, a la propiedad compactada y explotada con un sentido de individualidad
y, por último, a tierras por lo general húmedas con inclinación agroforestal o
ganadera. Al openfield le caracterizaría la gran dispersión y división de la
propiedad campesina, la cohesión interna de las comunidades, el hábitat
concentrado, el clima seco y el cultivo eminentemente cerealista. Para Marc Bloch,
el bocage respondería a un espíritu aristocrático, mientras que el openfield lo haría
al plebeyo.
 Por encima de los despoblados, de los paisajes marginales y de los campos, se
situaba la ciudad, la forma más avanzada de ocupación del espacio. Sin embargo,
la inmensa mayoría de la población europea, incluso en las zonas más
desarrolladas, seguía vinculada al medio rural: al pueblo, a la parroquia o al
señorío.
 La frecuente escasez de víveres y las dificultades de abastecimiento serán
producto de diversas circunstancias: la multiplicidad de peajes que hacen del
mercado algo excesivamente compartimentado, el bajo rendimiento de las
especies agrícolas, el agotamiento de suelos irracionalmente explotados, los
períodos de sequías o de inundaciones, las plagas de langosta y las epizootias, etc.
La conjunción de estos fenómenos puede desembocar en terribles crisis que
admitirían, según los textos medievales, diversos términos: hambruna (fames),
carestía (carestía, caristia), escasez o penuria (inopia, penuria) o malas cosechas
(sterilitas). Hoy día acostumbramos a utilizar expresiones como «crisis de
subsistencia», «crisis de abastecimiento», «crisis agraria». Para el mundo medieval
se acostumbra a hablar de «crisis frumentarias», en tanto el cereal constituye el
elemento básico de la dieta alimenticia.
 La inseguridad y la conflictividad bélica provocan en el Alto Medievo la huida, la
muerte o el cautiverio de la población de algunas ciudades.
 El progreso en los sistemas de fortificación (el Oriente de las Cruzadas fue todo un
laboratorio) haría cada vez más complicada la expugnación frontal de las ciudades,
especialmente aquellas cuyas sólidas murallas exigían el uso de un aparatoso tren
de sitio, cuya eficacia tardaba en manifestarse. El arma más efectiva acaba siendo
la traición desde el interior, o el agotamiento del sitiado — por hambre
generalmente—, al que pueden ofrecerse unas aceptables condiciones de
capitulación. La España del gran empuje de la Reconquista constituye todo un
modelo.
 Para una época de estabilidad demográfica —subrayemos esta idea— cuál era el
Occidente de fines del siglo XIII se ha manejado el siguiente criterio: — Una gran
ciudad tenía que superar los diez mil habitantes. — Ciudades de tipo medio
tendrían entre los dos y los diez mil. — Pequeñas ciudades tendrían de quinientos
a dos mil. — Con menos de quinientos serían meras miniciudades. De acuerdo con
este esquema, las ciudades más pobladas de Occidente en los momentos de mayor
esplendor serían: Milán, que contaría entre los cien mil y (según las referencias
más encomiásticas) los doscientos mil habitantes; y París, a la que, para 1328, se le
ha asignado una población entre los ochenta y los doscientos diez mil habitantes.
 Las grandes olas epidémicas fueron un golpe terrible para las poblaciones tanto del
campo como de las ciudades. A fin de cuentas, es de estas de las que tenemos una
información más detallada, aunque sea también muy fragmentaria. Sin embargo,
pasados los peores momentos, el medio urbano se beneficiará notablemente de
un proceso de recuperación que, desde mediados del siglo XV, parece imparable.
La menor letalidad de los conflictos políticos (internacionales y civiles) contribuyó
también a la recuperación. Como asimismo un cierto movimiento desde el campo
a la ciudad.
 Los bellatores eran garantes de la seguridad de todos, los oratores rezaban para la
salvación de todos y los laboratores, con su trabajo, mantenían materialmente a
todo el conjunto. Se trata de una tripartición funcional sobre cuyo origen y
justificación existe una respetable literatura.
 El desarrollo de las ciudades medievales no suprimió radicalmente la imagen
anterior: así, el clero se mantuvo como una fuerza social que, aunque minoritaria,
gozó de un extraordinario poder social y moral. Sin embargo, entraría en juego
otra posible división. No serán tanto la sangre o la función desempeñada los
elementos diferenciadores entre las diversas categorías, sino el nivel de riqueza.
 En la cúspide de la pirámide social se situaban las familias que, por su poderío
económico, control del aparato productivo y monopolio de la gestión de gobierno,
eran los majores, divites o grandes.
 Bajo los términos de medianos (en las Partidas) o de ma mitjana (en los autores
catalanes) se situarían las clases medias de las ciudades: un 15 por 100
aproximadamente de la población, ubicada detrás del patriciado pero con
posibilidades de promocionarse hacia él. No constituyen un grupo homogéneo
aunque sí dotado de desahogo económico: comerciantes varios, maestros de
algunas corporaciones profesionales o gentes formadas en el medio universitario.
 En los bajos niveles de la escala social urbana quedaban los minores, pauperes,
plebei o pequeños.
 Sobre las condiciones de trabajo y nivel económico de esa masa de menores y
fronterizos de la sociedad hablaría todo un conjunto de referencias. En el caso de
Florencia, podían llegar a ser hasta el 50 por 100 de la población; la mitad de ellos
con frecuencia indigentes socorridos por las limosnas y en los hospitales de la
ciudad.
 Esclavitud: Orientada, como ya hemos advertido páginas atrás, más al servicio
doméstico urbano que a la agricultura o al artesanado, es un hecho característico
de las sociedades de las penínsulas mediterráneas. En ellas la esclavitud doméstica
impone una marca profundamente original a la vida urbana al crear unos lazos de
familiaridad, incluso afectivos, con los amos.
 La marginación puede venir por unos motivos religiosos y será impuesta por el
sistema dominante sin que el afectado quede totalmente al margen del aparato
productivo: será el caso de las comunidades judías. Puede venir de una suerte de
incompatibilidad con los principios morales vigentes, aunque se llegue a admitir
una cierta necesidad social de los afectados: caso del ejercicio de la prostitución.
Puede darse por una imposición legal que aísla de la comunidad a quien está
marcado por determinadas taras: caso de quienes padecían ciertas enfermedades
como la lepra. O puede darse, en razón de una autoexclusión, por inconformidad
manifiesta con el orden social y cultural vigente.
 La quiebra político-militar del siglo XIV (Guerra de los Cien Años, guerras civiles en
los diferentes países) contribuyó poderosamente a agudizar el malestar social que,
en más de una oportunidad, es encabezado por personas de extracción social no
precisamente modesta. Una circunstancia que convierte en limitadamente
operativa cualquier comparación con situaciones cercanas a nuestros días.
 El judío aparece tradicionalmente como personaje con particular querencia por el
mundo urbano, aunque ello no suponga la ausencia de población hebrea en el
medio rural. El gheto, la judería, el call acaban por ser su refugio natural con
sinagoga, escuela, carnicería y horno propios. Estaremos ante una sociedad
paralela a la cristiana, lo que hace del mosaísmo una especial forma de
aislamiento-marginación, aunque diferente a las anteriormente citadas. Los judíos,
no lo olvidemos, son propiedad protegida de la Corona: «servi camerae nostrae»,
recuerda en una disposición en 1236 el emperador Federico II.
 El judío medieval será objeto de una animadversión cada vez más acusada,
especialmente a partir del segundo milenio.
Fasoli: Ciudad y feudalismo
 Patriciado en la alta edad media es un anacronismo total.
 Aristocracia es también un término poco ajustado.
 El termino nobleza tampoco aplica de todo a la ciudad.
 La autora cree que es mas prudente hablar de próceres y hombres notables.
 Cuando se abre la fractura entre la vieja casta dirigente y el populus, ciudadanos
oriundos, señores rurales asentados en la ciudad, nuevos ricos ya no se distinguen
y la legislación anti magnates y anti feudal los asimila ulteriormente, mientras el
fenómeno de la proscripción encuentra puntos de apoyo que persistían o habían
retornado a manos de los viejos señores, o que habían sido tomados por la fuerza,
y que hacen que la ciudad pierda el control político, administrativo, judicial de una
buena parte del condado, que más tarde será objeto -entre el siglo XIV y el XV- de
una nueva conquista, mas difícil y fatigosa que la primera y en su conjunto menos
estudiada y conocida que la primera; pero el condado será a su vez objeto de una
nueva feudalización que tendrá su centro motor en los señoríos urbanos,
instaurada -como se sabe- por familias que en su gran mayoría son de origen
feudal.
 Fasoli: interpretación endógena de la sociedad.
 La ciudad es endógena al feudalismo.
 Estudia ITALIA CENTRAL Y SETEPTRIONAL CIUDAD
 ¿Qué es una ciudad?
 Todo asentamiento que se considere así por los contemporáneos.
 Ex municipios romanos.
 Sedes episcopales.
 Características:
 Nunca fueron concedidas en feudo;
 Tienen carácter público;
 Gobernadas por obispos (funcionarios públicos) y luego arzobispo (feudalidad)
Eran cabeza de condado;
 No entraban en la esfera de las autoridades feudales.
 No se dividen en diversos señoríos.
 Sus habitantes eran NOTABLES: Participaban del gobierno (h. s. X) A favor o contra
obispos y condes.
 Forman parte de la FEUDALIDAD (R. Dependencia/ fidelidad/ Cortes /castillos); - en
teoría separadas del ámbito rural/ en la práctica (parentesco y vasallaje).
 Todos son Señores feudales (organización jerárquica).
 Organización jerárquica en las ciudades: Cives maiores / Mediocres / Minores.
 Basados en:
 modo de vida.
 Prestigio.
 Parentescos.
 Amistades.
 Conexiones.
 Riqueza.
 Deberes militares.
 Relaciones con el ámbito rural
 Migración de agentes rurales
 Relaciones de vasallaje
 Punto de apoyo de los Señores rurales para reforzar redes
 Aumentar riquezas en el ámbito laico y eclesiástico
 Prosopografía (capillas/ localidades)
 Injerencia de Señores rurales en la creación de municipios
 En la red de relaciones aparecen: tt, jueces, notarios, vasallos obispales, priores,
mercaderes
 Jueces /notarios (Maiores):
 *generaban vínculo cultural con la ciudad, pero al servicio de Sres rurales.
 * legitimaban al Sistema feudal.
 *se convertían en vasallos obispales y condales.
 Medios de legitimación:
 Juramentos,
 Formación de séquitos,
 Relaciones parentelares.
 En los juros (títulos de deuda pública)
 (Las ciudades se basan en relaciones feudales).
Le Goff: Mercaderes y Banqueros
 La revolución comercial de la que fue teatro la Cristiandad medieval entre los
siglos XI y XIII se halla estrechamente unida a algunos grandes fenómenos de la
época, y no resulta fácil determinar si fue causa o efecto de los mismos.
 En primer lugar, cesan las invasiones. En cuanto dejan de penetrar en
el corazón de la Cristiandad o de arribar a sus costas germanos, escandinavos,
nómadas de las estepas eurasiáticas y sarracenos, los intercambios pacíficos
-nacidos, por otra parte, modestamente en el mismo seno de las luchas- suceden a
los combates. Y aquellos mundos hostiles se revelan como grandes centros
de producción o de consumo: se ofrecen los granos, las pieles y los esclavos del
mundo nórdico y oriental a las grandes metrópolis del mundo musulmán de las
que afluyen, en cambio, los metales preciosos de África y de Asia.
 La paz -relativa- sucede a las incursiones y a los pillajes, creando una seguridad que
permite renovar la economía y, sobre todo, al ser menos peligrosas las rutas
de tierra y de mar, acelerar si no reanudar el comercio. Más aún; al disminuir la
mortalidad por accidente y mejorar las condiciones de alimentación y las
posibilidades, de subsistencia, se produce un aumento demográfico que provee a
la Cristiandad de consumidores y productores de mano de obra y un stock humano
del que tomará sus hombres el comercio. Y cuando el movimiento cambia
de dirección, cuando Cristiandad ataca a su vez, el gran episodio militar de las
cruzadas, no será más que la fachada épica a la sombra de la cual se intensificará el
comercio pacífico.
 Con estas convulsiones se halla vinculado el fenómeno capital del nacimiento
o renacimiento de las ciudades. En todas ellas, ya sean de nueva creación o
antiguos conglomerados, la característica más importante es ahora la primacía de
la función económica. Etapas de rutas comerciales, nudos de vías
de comunicación, puertos marítimos o fluviales, su centro vital se encuentra junto
al viejo castum feudal, núcleo militar o religioso: es el nuevo barrio de los
comercios, del mercado y del transito de mercancías. El desarrollo de las ciudades
está vinculado a los progresos del comercio, y en el marco urbano debemos situar
el auge del mercader medieval.
 No todas las regiones de la Cristiandad conocen con igual intensidad estas
manifestaciones primeras de la revolución comercial. Podemos individualizar tres
grandes centros donde tiende a concentrarse la actividad comercial de Europa.
Como el Mediterráneo y el Mar del Norte (dominio musulmán y dominio eslavo-
escandinavo) son los dos polos del comercio internacional, en las avanzadas de la
Cristiandad hacia esos dos centros de atracción aparecen dos franjas de poderosas
ciudades comerciales: en Italia y, en menor grado, en Provenza y en España por
una parte, y en Alemania del norte por otra. De ahí el predominio en la Europa
medieval de los mercaderes, el italiano y el hanseático, con sus dominios
geográficos, sus métodos y su personalidad propios. Mas, entre esos dos dominios
hay una zona de contacto cuya originalidad estriba en que, desde muy pronto,
añade a su función de intercambio entre ambas zonas comerciales una función
productora, industrial: la Europa del noroeste, o sea la Inglaterra del sudeste,
Normandía, Flandes, Champaña y las regiones del Mosa y del bajo Rin. Esta Europa
del noroeste es el gran centro de la fabricación de paños y – con la Italia del norte
y del centro- la única región de Europa medieval que permite hablar de industria.
Junto a las mercancías del norte y de Oriente, el hanseático y el italiano van a
buscar a los mercados y ferias de Champaña y de Flandes estos productos de la
industria textil europea. Porque en esta primera fase de nacimiento y expansión, el
mercader medieval es, sobre todo un mercader errante.
 Claro es que ahora que se conoce mejor al mercader-banquero medieval no puede
seguir aceptándose la célebre tesis de Werner Sombart, para quien el gran
capitalista nació en la Edad Moderna, con el Renacimiento y la Reforma del S. XVI.
 Indudablemente, vale más considerar al gran mercader como un precapitalista.
Según una definición estricta del capitalismo, como la que ofrece la doctrina
marxista, la Edad Media no lo conoció. Su sistema económico y social es
el feudalismo y dentro de ese marco actúan los mercatores. Pero, ellos
contribuyen a romper el marco, a destruir las estructuras feudales.
 Al actuar sobre la evolución agrícola activada por la intrusión de capitales urbanos
y precipitada por la ampliación de una economía mundial que tienen profundas
repercusiones sobre los precios agrícolas e industriales, los grandes mercaderes
preparan el advenimiento del capitalismo. E. A. Kosminsky ha visto en la
expropiación a las clases rurales de la propiedad de la tierra, especialmente en
Inglaterra (evolución en la que tomaron parte los mercaderes), la fuente de "la
primera acumulación" del capital. El gran mercader medieval concreta ya
los medios de producción en manos privadas y acelera
el proceso de enajenación del trabajo de los obreros y de los campesinos
transformándolos en asalariados. Y algunos historiadores marxistas como V. I.
Ruthenburg, al estudiar las compañías florentinas del S. XIV, no han vacilado en ver
en ellas los principios del capitalismo en el sentido riguroso del término. Inclusive
un historiador como Frantisek Graus, que se niega a hablar de capitalismo en la
Edad Media, reconoce que hay elementos de capitalismo y que, en Italia, inclusive
hay algo más. Tiene razón en protestar contra concepciones anticientíficas y
antihistóricas que apelan a un "capitalismo eterno" y en pedir para el estudio de
las estructuras prioridad sobre el estudio de las mentalidades.
 Cita también a Marx, según quien "las corporaciones medievales tendían
poderosamente a impedir la transformación del maestro artesano en capitalista, al
limitar a un máximo muy bajo el número de obreros que podía emplear un mismo
maestro… siendo así que el poseedor de capitales o mercancías no se transforma
en capitalista más que cuando lo mínimos fijados a la producción superan
ampliamente el máximo medieval. Pero aquí, el autor de El Capital, tributario de
los conocimientos históricos de su época, confunde con los artesanos a los grandes
artesanos que poco se preocupaban, como veremos, de los reglamentos de las
corporaciones y subestima considerablemente la amplitud cualitativa y
cuantitativa del dominio económico y social de los mercaderes.
 No hay que olvidar que la economía medieval siguió siendo fundamentalmente
rural, que el artesano predominaba en las ciudades y que los grandes negocios no
son más que una capa superficial; pero, por la masa del dinero que maneja, por la
extensión de sus horizontes geográficos y económicos y por sus métodos
comerciales y financieros el mercader-banquero medieval es una capitalista. Lo es
también por su espíritu, por su género de vida y por el lugar que ocupa en la
sociedad.
 Mercaderes y ciudades: Sea cual fuere el origen de los grandes mercaderes
medievales, una cosa es cierta: su poderío económico va unido al desarrollo de las
ciudades, centro de sus negocios.
 En el siglo XIII, as clases están social y políticamente dominadas por los grandes
mercaderes.
 Mercaderes y nobleza: Con la nobleza hubo lucha, eliminación o asimilación: La
nueva clase mercantil fue burguesa, plebeya, “popular”, y hubo de conquistar su
rango social y su poder político en lucha con la nobleza feudal, la oposición entre
ella y la vieja aristocracia se atenuó considerablemente en los siglos XIV y XV, en
especial bajo el efecto de una doble evolución.
 Mercaderes y campesinos: Si bien los contactos de los mercaderes con los
campesinos fueron menos íntimos en conjunto que los que tuvieron con las demás
clases sociales, fueron no obstante más numerosos e importantes de lo que se
cree.
 Mercaderes y príncipes: También desde muy temprano los grandes comerciantes
desempeñaron un papel político junto a príncipes y soberanos. El soporte de ese
fenómeno hay que buscarlo, evidentemente, en los servicios financieros y
económicos prestados por los mercaderes-banqueros, a los poderes temporales.
 Resumen Power Point:
 «La ciudad es una isla en un mundo feudal. Es exógena al feudalismo».
 Analiza :
 1) la actividad comercial (s. XI-XIII)
 Fin de las «invasiones»
 3 RUTAS COMERCIALES: + Italiana + Mediterránea + Hansiático.
 2) Los obstáculos al comercio Mediterráneo
 Impuestos
 Pagos en los señoríos
 Cargas feudales (Reales) Rutas internas (champagne) Rutas externas (Génova y
Venecia): más rápidas.
 3) Tipos de mercaderes
 Itinerantes
 Sedentarios
 La figura del Mercader
 Establece redes de relaciones: comercio a larga distancia
 Generan compañías comerciales: Medici – Bardi
 Contratos limitados (cantidades)
 Es precapitalista: concentra medios de producción acelera el proceso de
enajenación
 Mercader: - burgueses; - plebeyos; - propietarios.
 Contradicción con: la nobleza feudal.
 Conforman señoríos de mercaderes y banqueros
 Sin relación con el ámbito rural.
 Cambios con la crisis del XIV: Accionar diferenciado:
 aburguesamiento de los mercaderes
 ennoblecimiento.

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