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MANUAL DE

HISTORIA DE LAS
INSTITUCIONES
ARGENTINA

Primera parte
LA ÉPOCA HISPÁNICA
LA PENINSULA IBÉRICA A FINES DEL SIGLO XV
La Península Ibérica a finales del siglo XV fue un escenario de importantes
transformaciones y exploraciones. En el siglo XIII surgió el interés por
descubrir nuevas tierras, y en el XV, los portugueses exploraron la costa
occidental de África, vislumbrando la posibilidad de comerciar con el
oriente a través de una ruta al sur de África. Desde una perspectiva
científica, los reinos ibéricos estaban bien posicionados para fomentar
expediciones náuticas.
Este proceso de exploración se extendió hasta el siglo XIX, y el
descubrimiento de América marcó un hito fundamental en esta empresa.
El territorio actual de España estaba dividido en varios reinos y había sido
sucesivamente dominado por fenicios, cartagineses y romanos. Durante
la dominación romana, el cristianismo se difundió y arraigó en la región.
En el siglo VIII, los árabes invadieron y ocuparon casi toda la península
ibérica, a excepción de Cantabria, Vasconia y los Pirineos, donde comenzó
la Reconquista cristiana en los primeros años del siguiente siglo. A lo largo
de los siglos, los cristianos peninsulares avanzaron y la dominación
musulmana se redujo considerablemente.
Hacia el siglo XV, existían cuatro reinos cristianos en la península:
Castilla, Aragón, Navarra y Portugal. Granada, desde 1248, era el último
bastión musulmán, defendido con fervor. En 1469, Fernando, príncipe
heredero de Aragón, y Isabel, heredera de Castilla, contrajeron
matrimonio. Una vez en el trono, unieron sus reinos por lazos dinásticos,
aunque cada uno mantuvo su identidad política, administrativa y
legislación propias. En asuntos exteriores, como la guerra y la diplomacia,
actuaban de manera conjunta. Aragón, a pesar de ser pequeño, estaba
bien organizado, mientras que Castilla, a pesar de su falta de organización,
tenía una notable ventaja geográfica al incorporar a Granada y,
posteriormente, Navarra. La orientación occidental de Castilla la colocaría
al frente de una destacada empresa de colonización, como fue el caso del
Nuevo Mundo.
AQUÍ LO MÁS IMPORTANTE ES CASTILLA

ORGANIZACIÓN POLITICA
La organización política de Castilla en ese período se caracterizaba por
ser una monarquía hereditaria. El rey tenía amplias facultades, incluyendo
la capacidad de promulgar leyes, interpretarlas, recaudar impuestos
ordinarios, designar altos funcionarios políticos y gobernadores locales,
liderar el ejército y administrar justicia, así como nombrar a los
funcionarios jurídicos de menor rango. Sin embargo, estaba obligado a
respetar las leyes establecidas.
A partir del siglo XIV, surgió un consejo real como un órgano
reglamentado con funciones gubernamentales y consultivas. También se
instituyeron las cortes, que desde el siglo XIII jugaron un papel importante
al moderar el poder del rey. En ellas participaban el rey, altos funcionarios
de palacio y los Tres Brazos, que representaban al clero, la nobleza y el
pueblo.
A medida que pasaba el tiempo, las cortes castellanas perdieron
influencia. La autoridad real se fortaleció y el mejoramiento en la
recaudación de fondos hizo que fuese menos necesario convocar
reuniones para obtener recursos extraordinarios, que era el principal
propósito del organismo. Aunque su participación activa en el gobierno
disminuyó, las cortes no dejaron de tener un papel en el juramento de los
nuevos reyes.
Además de las limitaciones institucionales, también existían restricciones
en el ámbito personal del monarca. La administración del gobierno local
recaía en los ayuntamientos o municipios

ORDENAMIENTO LEGAL:
Durante los siglos XII y XIII, se desarrolló un orden jurídico basado en los
fueros municipales, que contenían los privilegios y exenciones otorgados a
los habitantes de ciertas localidades. Sin embargo, no todo el derecho
aplicable estaba contenido en estos fueros, ya que la costumbre y las
decisiones judiciales también tenían una fuerte autoridad jurídica.
Existían diferentes tipos de fueros, algunos de ellos eran conocidos como
"fueros tipo" porque se aplicaban en diversas poblaciones o servían de
modelo para documentos similares. Los "fueros de frontera" regían en
poblaciones cercanas a la frontera con el invasor musulmán y a menudo
otorgaban grandes privilegios para atraer población.
En el siglo XIII, se intentó establecer una legislación uniforme con el "Fuero
Real", que recopilaba la tradición jurídica castellana y seguía el método
romanista de dividir la obra en libros, títulos y leyes. También se
elaboraron las "Partidas" a lo largo de la segunda mitad del siglo XIII y el
primer cuarto del siguiente. Estas constituyeron la principal fuente
legislativa del derecho hispánico hasta la segunda mitad del siglo XIX y
afirmaban que la potestad de dictar leyes pertenecía exclusivamente al
rey, sin restar valor jurídico a la costumbre.
Para dar precisión en la aplicación de las normas jurídicas, surgió el
"Ordenamiento de Alcalá", que estableció un sistema de prelación:
primero se aplicaban las leyes sancionadas en Alcalá, luego los fueros en
uso, y en última instancia, las Partidas, quedando la interpretación del
rey en caso de duda.
Felipe II promulgó la "Nueva Recopilación", una extensa obra que
contenía más de tres mil leyes, organizadas en doscientos doce títulos y
nueve libros, con el objetivo de compilar gran parte de las disposiciones
vigentes. La "Novísima Recopilación" incorporó nuevas disposiciones y
realizó algunas modificaciones, sin derogar el sistema de prelación
existente.

EVOLUCIÓN SOCIAL Y ECONÓMICA


La coronación de Isabel marcó un período de consolidación de la
unificación racial y religiosa en los reinos españoles. La devoción a un
ideal religioso era muy fuerte en la sociedad de la época.
La cultura experimentó un notable avance con la creación de cátedras y
universidades, lo que resultó en un período intelectualmente brillante en
los siglos XV y XVI en España.
En cuanto al ambiente social, el pueblo castellano se caracterizaba por ser
modesto en sus necesidades, sobrio, y no tenía una gran inclinación a
mejorar su estilo de vida. Se mostraba reacio y desaprobador ante
muestras de ostentación, excesos alimenticios y entretenimientos
extravagantes y sensuales propios del final de la Edad Media y el inicio de
la época moderna.
A pesar de que Castilla se encontraba rezagada en términos económicos e
industriales en comparación con otras potencias de la época, contaba con
una sólida marina mercante. Fue esta circunstancia la que propició su
expansión ultramarina.
En la sociedad, faltaba un fuerte impulso y deseo comercial entre la
población en general. No obstante, se observaba cierta influencia de la
clase media compuesta por comerciantes e industriales. En contraste,
empeoró la situación de los moros y judíos, muchos de los cuales tuvieron
que abandonar la península, lo que supuso una pérdida significativa para
la economía española.

LA CONQUISTA DE AMERICA: TITULOS


La conquista de América se basó en una serie de títulos y acuerdos que
otorgaron a los reyes de Castilla derechos sobre las tierras descubiertas:
Tratado de Alcacovas: Este tratado reconoció a Castilla el derecho sobre
las islas Canarias y las tierras africanas cercanas.
Bula Inter Caetera (1493): Emitida por el Papa Alejandro VI, concedió a la
Corona castellana el derecho perpetuo sobre las tierras descubiertas y por
descubrir en América. Esta bula enfatizaba la propagación del cristianismo
en estas nuevas tierras.
Segunda Bula Inter Caetera: Esta bula estableció que las tierras debían
estar al oeste de una línea imaginaria que iba de polo a polo, situada a
cien leguas de cualquier isla de las Azores o Cabo Verde.
Tratado de Tordesillas (1494): Este tratado acordó que el límite entre las
jurisdicciones de Castilla y Portugal sería una línea que corría de polo a
polo, ubicada a trescientas setenta leguas al oeste de las islas de Cabo
Verde.
Estos títulos y acuerdos jugaron un papel fundamental en el
establecimiento de las zonas de influencia de Castilla y Portugal en el
proceso de exploración y colonización de América.
LOS FINES DE LA EMPRESA:
A) La propagación del cristianismo
B) El deseo de aventura
C) El ansia de riqueza
D) El mejoramiento o la obtención de un rango social
E) El interés científico
F) Los fines políticos y fiscales

EL CARÁCTER DE LA COLONIZACIÓN ESPAÑOLA


La colonización española se caracterizó por varios elementos distintivos:
1. Punto de Escala en las Islas Canarias: Las Islas Canarias fueron un
punto de escala crucial en la ruta hacia las Indias. Desde allí, la
expansión se dirigió hacia el noroeste con la conquista del imperio
azteca, y hacia el sur explorando las costas hasta llegar a Perú y Chile.
2. Avance Continuo: Los conquistadores españoles avanzaron de manera
continua, sin establecer colonias de forma previa en las áreas costeras y
las regiones antillanas.
3. Contacto con Poblaciones Locales: La conquista española se caracterizó
por el contacto directo con las poblaciones indígenas del Nuevo
Mundo. Esto condujo a luchas por la supervivencia y el control político
entre los conquistadores, en ocasiones con características singulares.
4. Establecimiento de Ciudades como Base: Las ciudades se erigieron
como bases fundamentales para la empresa de colonización. Desde
estas ciudades, se planificaba y llevaba a cabo la expansión hacia las
áreas circundantes.
5. Fundación de Ciudades como Acto Solemne: La fundación de ciudades
era un acto formal y solemne en cada empresa de colonización. Se
consideraba un paso necesario y significativo.
6. Modelo Urbano en Damero: El modelo urbano en damero, con una
plaza mayor en la que se concentraban los edificios de las autoridades
civiles y eclesiásticas, se convirtió en un rasgo distintivo de estas
fundaciones. Incluso se aplicó este esquema a los pueblos de población
indígena.
Estos elementos dieron forma al carácter único y a la metodología de la
colonización española en el Nuevo Mundo.

LA CONDICIÓN POLITICA DE LAS INDIAS


Las Indias no eran consideradas colonias, sino que se les atribuía diversas
categorías como provincias, reinos, dominios y repúblicas. La estructura
política del Estado Indiano reconocía una dependencia política de las
Indias con respecto a Castilla, ya que el órgano superior del gobierno
residía en la península y no en América.
A pesar de las proclamas de dignidad entre españoles europeos e
indígenas, la desigualdad real entre estas clases no fue neutralizada.
Tampoco se aplicó la igualdad legalmente establecida para los españoles
europeos y los criollos. La economía de las Indias estaba regulada en
función de los intereses peninsulares.
La constitución política de las Indias tuvo tres etapas: primero, los
Señoríos de los Reyes Católicos; luego, provincias descentralizadas de
Castilla; y finalmente, una tercera etapa marcada por la progresiva
centralización de la Monarquía a lo largo del siglo XVII.
La incorporación de las Indias a la Corona de Castilla se consolidó cuando
Carlos I emitió una pragmática. Esta incorporación fue a la corona y no al
reino de Castilla, lo que significaba que las nuevas tierras no eran
propiedad privada del rey ni estaban bajo la jurisdicción del estado
español, sino que eran consideradas bienes públicos de la monarquía en
calidad de bienes realengos.
El Nuevo Mundo rápidamente se destacó por su singularidad política y su
importancia dentro de la extensa Monarquía Universal Española. Los
pilares de esta monarquía eran, por un lado, los reinos peninsulares, y por
otro, los reinos de las Indias.

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