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PERSONA,

SEXUALIDAD Y
FAMILIA
1. CONCEPCIONES ANTROPOLÓGICAS ACERCA DE
LA SEXUALIDAD HUMANA
a) El monismo: «pesimista», «espiritualista», consideran el cuerpo de manera negativa,
como fuente de pasiones que esclavizan a la persona. En la Modernidad, por reacción
a la postura «pesimista», se tiende a exaltar el placer corpóreo como un bien humano
que no requiere ser «reprimido», porque es «naturalmente» bueno.
Concepción monista de la persona; en el primer caso se desprecia lo sexual y
corpóreo en favor de un espiritualismo desencarnado, mientras que en el segundo
caso se olvida la dimensión espiritual de la persona afirmando exclusivamente la
biológica.
b) Concepción antropológica dualista: capaz de dar razón de la identidad y unidad del
sujeto, el cuerpo y el espíritu constituyen una totalidad unificada que es la persona
humana.
La persona humana es una persona sexuada.
La sexualidad no es un simple atributo, sino un modo de ser de la persona humana.
en el ser humano todas las dimensiones y funciones orgánicas están incorporadas a la
racionalidad.

2. SER VARÓN Y SER MUJER


Que la condición de varón o mujer pertenece tanto al ámbito de la biología como del espíritu,
de la cultura y de la vida social.

a) En primer lugar, el sexo radica en una determinada configuración cromosómica, y por


tanto genética; en este nivel se encuentra la explicación del origen biológico de la
diferenciación sexual
b) En segundo lugar, el sexo es una diferenciación de los órganos corporales destinados
a uno de los tipos de reproducción que se da en el mundo natural: la reproducción
sexual.
c) En el caso del hombre, la diferenciación corporal no afecta sólo a los órganos sexuales
y aparato reproductor, sino también a una distinta morfología anatómica.
d) Estos rasgos se completan con unos diferentes rasgos psicológicos, afectivos y
cognitivos, propios de cada sexo. La sexualidad de la persona no afecta sólo al cuerpo,
sino también al espíritu.

La diferenciación sexual, por tanto, posee una finalidad familiar, y en última instancia social y
cultural. La diferencia y la complementariedad física, moral y espiritual entre varón y mujer
están orientadas a los bienes del matrimonio y al desarrollo de la vida familiar.

3. AMOR Y SEXUALIDAD: DONACIÓN DE SÍ MISMO


La sexualidad está orientada a expresar y realizar la vocación del ser humano al amor; por
tanto, está al servicio de la comunicación interpersonal.
En la donación sexual se expresa la donación de todo el ser, puesto que —recordémoslo una
vez más— el cuerpo no es algo que se posee como una cosa, sino algo que me constituye como
persona.

Con el lenguaje de la sexualidad estamos manifestando la donación y entrega plena al ser


amado.

La descripción de la sexualidad desde el punto de vista meramente fisiológico supone una


visión parcial y deformada de la persona.

Lo propio de la donación sexual de la persona humana, debido a su carácter espiritual, es su


exclusividad y perpetuidad, condiciones que se dan sólo en la institución matrimonial.

En otras palabras, el celibato expresa a la vez la exclusividad, totalidad y universalidad de la


donación de Cristo a la Iglesia y a cada hombre

4. MATRIMONIO Y FAMILIA
El matrimonio es un compromiso voluntario y libre de los contrayentes, mediante el cual
deciden quererse y entregarse el uno al otro, en exclusividad y permanencia.

Gracias al pacto matrimonial queda establecida la primera comunidad natural humana, que es
la familia.

Se suele hablar entonces de que los fines o bienes del matrimonio son dos: la procreación y
educación de los hijos; y el amor mutuo entre los esposos.

5. SEXUALIDAD Y FECUNDIDAD
La sexualidad humana está orientada a la concepción de una nueva persona humana.

Lo «natural» de la sexualidad no es la satisfacción de un placer (como parece suponer el


«naturalismo» y el «hedonismo»), sino la transmisión de la vida, hacer de la búsqueda del
placer el fin de la sexualidad es apartarla de su fin «natural».

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