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EL MUNDO COLONIAL AMERICANO

La presencia europea en América implico importantes


cambios que modificaron la vida en el continente.

La religión fue un factor que también se alteró en ese


proceso .Los españoles impusieron la fe católica, pero
los indígenas desarrollaron estrategias para mantener su
culto .Ellos aceptaron el rito cristiano, aunque le dieron
un significado propio. Así, cuando participaban en las
procesiones, recordaban aquellas en las veneraban a sus
antepasados.
● EL ESTADO COLONIAL EN EL SIGLO XVII
Con el establecimiento del sistema administrativo colonial en el siglo XVI, el
virreinato peruano se convirtió en el núcleo de poder de los dominios españoles en
América del Sur. Sin embargo en el siglo XVII, se percibieron las dificultades que
tenía el virrey para imponer su autoridad sobre territorios tan extensos. Los
Espacios Fronterizos Durante la mayor parte del periodo colonial, la demarcación
territorial del virreinato fue bastante imprecisa. Esta falta de exactitud respondía a
una realidad práctica. Como todos los territorios formaban parte de los dominios de
España, no había mayores presiones para establecer divisiones rigurosas. Por ello el
concepto de “espacios fronterizos” es mucho más apropiado que el de límites
territoriales para describir aquella realidad. En el caso del Perú al autoridad del
Virrey se ejercía de forma directa sobre el territorio de la Real Audiencia de Lima. No
obstante sus fronteras eran poco precisas.
● LA ADMINISTRACION VIRREINAL
En 1503, el natural desarrollo del comercio de ultramar indujo a concentrarlo en
Sevilla, en ese entonces la capital comercial del reino de Castilla. A tal fin obedeció
la fundación de la Casa de Contratación, con la cual comienza a aplicarse en América
es sistema de Monopolio. Por la Casa de Contratación debía pasar todo el comercio
de las Colonias, de tal forma que solo por su intermedio podían negociar los
mercaderes de América con los de España, fue a la vez aduana, tribunal de
comercio, almirantazgo, escuela náutica, oficina de emigración, centros de estudios
geográfico, almacén y mercado.
La casa tenía numerosos funcionarios, entre ellos un presidente, un piloto mayor, un
contador, un juez, dos oidores, una alguacil mayor, varios carceleros, un capellán,
etc.
Todos ellos estaban sometidos a diversas prohibiciones, como la de comerciar con
América y hasta escribir cartas de recomendación sobre asuntos comerciales, a fin
de evitar que crease intereses en los asuntos de Indias. Los tres primeros pilotos de
la casa
Fueron hombres tan notables como Americo
Vespucio, Juan Díaz de Solís y Sebastián Cabot...
La Casa de Contratación tuvo atribuciones
políticas especialmente en el orden fiscal, jugó
un papel importante en el ramo de la
administración comercial y judicial y, además,
se constituyó en un impulsor poderoso para el
estudio de la geografía americana y de la
ciencia náutica de la época. Para el
cumplimiento de las citadas atribuciones se
fueron agregando, a lo largo del siglo XVI, una serie de nuevas normas a las ya
establecidas en 1503.
Entre 1510 y 1511 las funciones de este organismo adquirieron una mayor
especificidad en cuanto a la organización de expediciones colonizadoras, revisión de
las naves, vigilancia sobre las mercancías y supervisión de los bienes de personas
fallecidas en América.
También se encargó a la Casa la inspección y orientación de los emigrantes al Nuevo
Mundo, de modo que no pasasen a Indias "individuos indeseables" (judíos y moros,
entre otros).
El cometido más conflictivo de la Casa de Contratación, en cuanto a sus
competencias, fue la intervención en los temas judiciales, pues se confundía con las
jurisdicciones otorgadas a las Audiencias americanas y al Consejo de Indias, creado
en España en 1524. En 1539 se dictaron las ordenanzas que fijaron la inferencia de
la Casa en materia judicial reservándole las causas civiles y las derivadas del tráfico
comercial con las colonias.
Esta institución mantuvo también atribuciones hacendísticas a través de la cobranza
y administración de determinados gravámenes sobre el tráfico marítimo. Por
ejemplo, la avería fue un impuesto, vigente desde 1518, destinado a sufragar los
gastos originados por el mantenimiento de buques de guerra en la ruta de Indias,
para de esa manera proteger a los navíos mercantes que trasladaban las riquezas de
América hacia la península.
Los aspectos científicos y náuticos de la navegación al Nuevo Mundo fueron una
preocupación más de este organismo, interesado en conocer todos los detalles de
los viajes y descubrimientos de ultramar.
En 1508 se creó el cargo de piloto mayor, cuya misión consistía en preparar a los
tripulantes para la dirección de navegaciones a Indias y examinar a todos aquellos
que pretendiesen pilotar una nave rumbo a América. Especial interés tuvo la
confección de cartas de marear con los nuevos territorios y rutas descubiertas; al
igual que la fabricación y reparación de instrumentos náuticos. Como un paso más
de esta labor capital, en 1552 se implementó la Cátedra de Cosmografía y Náutica
que convirtió a la Casa en la primera y más importante escuela de navegación de la
Europa moderna, resaltando el carácter científico de la misma.

● LA ORGANIZACIÓN DEFENSIVA DEL VIRREYNATO


La organización política colonial de
los virreinatos españoles en general
estuvo delineada por la corona
española, el rey implanto una
política absolutista y centralista en
sus colonias de ultramar hacia la
metrópoli "España". El virreinato del
Perú se estableció en 1542
mediante una Real Cédula expedida
por el rey Carlos I de España (Carlos
V de Alemania) para ejercer una
autoridad y dominio absoluto en las
nuevas tierras americanas, ante el
peligro que representaban las
guerras civiles entre los conquistadores, los cuales disponían de los indígenas y sus
tierras.

Autoridades en España:
El rey de España
El Consejo de Indias

Autoridades en América:
El Virrey
Las Audiencias
Los Corregimientos (hasta el Siglo XVIII)
Las Intendencias (reemplazan a los corregimientos)
Los Cabildos.

● LOS ESPACIOS FRONTERIZOS


Durante la mayor parte del periodo colonial, la demarcación territorial del virreinato bastante
imprecisa. Como casi todos los territorios pertenecían a España, mayores presiones para
establecer divisiones exactas. Por ello, en este caso, es mejor utilizar el concepto de espacios
fronterizos antes que el de líneas territoriales. Uno de los problemas fundamentales en estos
espacios fue el contrabando.
● LA COLONIZACION DEL ESPACIO AMAZONICO
En Perú el virrey ejercía su autoridad sobre el territorio de real audiencia de lima.
Norte: el punto base era el puerto de Paita.
Sur: el desierto de Atacama. La audiencia de la Plata reclama jurisdicción
Oriente: La audiencia de Plata y la Amazonia
Se dividió a varios factores: la geografía agreste, la falta de vías de comunicación, la
hostilidad de los nativos y la falta de riquezas naturales.
Los principales agentes colonizadores fueron los miembros de las órdenes religiosas.
● LA ECONOMIA COLONIAL EN EL SIGLO XVII
La evolución de la economía Colonial entre la
segunda mitad del siglo XVI y finales
del siglo XVII, estuvo determinada por
orientaciones de carácter mercantilista,
por lo que su objetivo primordial apuntaba al
mantenimiento de la soberanía y el
imperio, fortaleciendo la riqueza nacional en
la metrópoli. De allí que el logro de
este objetivo dependiera de la abundancia de
dinero, a través de la acumulación
de oro y metales preciosos. La minería por lo tanto se constituyó en la principal
actividad económica. A la par de la extracción de metales, la explotación y
exportación de innumerables materias primas provenientes del sector agrícola
destinadas a abastecer el mercado europeo, fueron determinando la creación
de diversos núcleos exportadores a cuyo alrededor se articularon otras zonas
y actividades productivas que en conjunto estructuraron formas específicas
de tenencia y propiedad de la tierra, sistemas de explotación y apropiación
de productos, relaciones sociales, etc.

 
● LA CRISIS DEL MONOPOLIO COMERCIAL
Durante el siglo XVII, se produce una disminución
del comercio legal, sujeto a impuestos, que entra
en la Península a través de la Casa de la
Contratación. Las principales causas son la falta
de regularidad en la Carrera de las Indias, la
disminución de las remesas de metales preciosos
por la bajada de la producción de las minas de
Potosí, el descenso de la demografía y, por tanto,
del tributo, y la abultada e ineficaz administración
virreinal que consume gran parte de lo recaudado
entre sus pobladores. Esta situación evidencia la
autonomía económica y política de los territorios americanos. El comercio con las
Indias se inicia bajo la gestión centralista y monopolizadora de la Casa de la
Contratación en Sevilla. Hasta la entrada en funcionamiento del Reglamento de
Libre Comercio de 1778, los criollos disfrutarán de un cierto monopolio a través de
los consulados de Cargadores a Indias.
El Reglamento no fijaba el comercio libre, sino que buscaba el fomento del comercio
entre los súbditos del rey, favorecer los productos españoles, tanto peninsulares
como indianos que no compitieran con los primeros, gravar a las mercancías
extranjeras, y atacar el contrabando, principalmente del Reino Unido.
Este reglamento se complementa con una
serie de medidas que se van implementando a
lo largo de los años: bajada de las tarifas y
reunificación de impuestos, fin del monopolio
de Cádiz y Sevilla, apertura de diversos puertos
españoles y americanos al comercio, así como
ampliación del permiso para la libre trata de
esclavos en 1789. Los beneficios para la Corona aumentan, pero no así para los
territorios ultramarinos.
Tras las reformas, la masiva entrada de productos manufacturados europeos hunde
el mercado colonial al no poder este asumir un excedente tan grande, y debilita aún
más al sector de los obrajes en Quito y México, a la manufactura de herramientas
chilenas o al vino argentino, entre otros. Dentro del comercio interamericano se
produce un flujo de mercancías, llegando los productos agrícolas de Quito y
Guayaquil a la Nueva España. Caracas amplía su mercado del cacao con el
desembarco en puertos mexicanos, centroamericanos y antillanos. Este comercio

supone una dura competencia para las economías menos desarrolladas, así en Río
de la Plata, los textiles sufrirán un retroceso ante las importaciones de Buenos
Aires. Veracruz abastecerá a Cuba de harina y trigo frente a las exportaciones
gaditanas.
La libertad de comercio contó con la oposición de los comerciantes de Cádiz-Sevilla
que no querían renunciar a su monopolio.
La economía americana se divide entre la necesidad de la existencia de libertad para
comerciar con productos agrícolas y un cierto proteccionismo para sus productos
manufacturados. Se sientan las bases económicas que lastrarán la economía de la
región durante los siglos posteriores.
● LA DIVERSIFICACION DE LA ECONOMIA
En el siglo XVII el modelo económico colonial
sufrió cambios al descenso de la producción y
exportación de plata.
Factores fracaso
La diversificación de la economía
Desde 1620 la producción minera de Potosí
descendió por diversos factores los frecuentes
derrumbes e inundaciones en la mina. En
compensación se desarrolló los nuevos centros
mineros de Castro Virreina y Oruro que
mantuvieron alta producción de plata durante todo el siglo.
La crisis del monopolio comercial
● LA REACTIVACION DE LA ECONOMIA LOCAL
La diversificación económica permitió el auge de las economías regionales en el
virreinato peruano, las que se especializaron en actividades destinadas al consumo
local o al intercambio intercolonial.
La agricultura comercial. Se desarrolló principalmente en los valles costeros. Las
haciendas de la costa norte y central se especializaron en la producción de azúcar,
mientras que las de la costa sur en la vid y el olivo. Estos productos se exportaban al
resto de América.
La industria textil. La crisis del comercio transatlántico estimuló a los obrajes a
mejorar la calidad de sus productos para satisfacer la demanda del sector criollo.
Quito y Cusco fueron los principales centros de producción textil.
El comercio Intercolonial. El comercio entre las colonias creció significativamente.
Los circuitos comerciales terrestres y marítimos se vieron favorecidos por la mejora

de las vías de comunicación y el auge de la


industria naviera en los astilleros de
Guayaquil.
El desarrollo de estos sectores propició que la
mayor parte de la producción de plata se
gastara en el Perú. Todos los segmentos de la
población participaban en el desarrollo de
esta economía, lo cual favoreció a los
comerciantes y productores locales afincado
en Lima, pero afectó los ingresos de la Corona
española.
● LA SOCIEDAD COLONIAL
De España se trasladó a América una
sociedad estamental y jerarquizada, que se
volvió cada vez más compleja por la
presencia de grupos étnicos y culturales
diferentes. La sociedad colonial estaba
compuesta por tres grupos étnicos:
Españoles, indígenas y negros. Entre ellos
se dio un intenso proceso de mestizaje. De
las uniones entre españoles e indígenas
nacieron los mestizos, y de la mezcla de los
tres grupos surgieron las castas.
Los miembros de la población indígena
desconocida la lengua, la cultura y la religión de los españoles, la sociedad se dividió
legalmente en dos repúblicas, la de españoles y la de indios. Cada una de ellas
definía la posición del grupo en la sociedad. En la primera estuvieron incluidos los
españoles peninsulares, los criollos y los mestizos legítimos, es decir, los hijos de
españoles casados con mujeres indígenas. En la segunda fueron agrupados todos los
nativos con sus curacas. En teoría, estas dos comunidades debían permanecer
separadas, pero en la realidad se integraron de diferentes maneras.
Un aspecto que debe mencionarse es que en la sociedad virreinal hubo
discriminación por tazones étnicos, culturales e incluso, económicas. Estas
determinaban la calidad de una persona, que era el criterio central de la
diversificación y jerarquización social. A partir del siglo XVIII el criterio de la raza
empezó a tener importancia , pero no fue determinante.

● LA REPUBLICA DE ESPAÑOLES
Los españoles conformaron desde
el principio una minoría. Sin
embargo, asumieron el dominio y
control de la población nativa.
El grupo de españoles con más
privilegios estaba constituido por
hacendados, comerciantes,
mineros y burócratas, así como
por los nobles llegados a América
como parte del séquito de los
virreyes y demás autoridades
(importantes funcionarios civiles y
eclesiásticos)
Los criollos
Los criollos eran los hijos o descendientes de los españoles peninsulares nacidos en
América. Aunque originalmente los criollos eran considerados en el grupo de los
españoles, pues la ley así lo establecía, paulatinamente quedaron relegados frente a
los peninsulares.
No obstante, a partir del siglo XVII se fue estructurando una nueva élite en el
virreinato que era predominantemente criolla. Incluía a grandes comerciantes
mineros, hacendados y funcionarios que poseían una gran nobleza y el afán de
pertenecer a la aristocracia. Para alcanzar este objetivo desarrollaron diversas
estrategias:
La consolidación de la fortuna mediante la creación de mayorazgos (derecho del hijo
mayor a heredar  todos los bienes de la familia) los que les aseguraban la
preservación del patrimonio por varias generaciones.
Las alianzas matrimoniales con otros clanes aristocráticos.
La obtención de un título nobiliario, objetivo que fue facilitado por la corona
española debido a que agobiaba por la falta de ingresos encontró una forma
rentable de obtener recursos a partir de la venta de esos títulos.
Con el tiempo, los criollos fueron ascendiendo en la escala del gobierno y en
consecuencia, dentro de la jerarquía del gobierno. Tanto fue así, que en el siglo XVIII
llegaron casi a dominar la Real Audiencia de Lima, institución de encargada de la
administración de justicia.
La república de indios
Los indígenas eran considerados legalmente vasallos libres del rey, pero su
condición era de menores de edad debido al de conocimiento de la lengua, cultura y
religión traída por los españoles. La república de españoles, además de instruirnos
en los

aspectos mencionados debía protegernos. A cambio los indígenas estaban


obligadas a pagar tributo a la Corona.
La república de indios se dividía, principalmente, en dos grupos.
La élite indígena, que estaba conformada por los nobles descendientes de las
antiguas familias reales incaicas y los curacas o autoridades étnicas de los pueblos
del Ande y sus familias. Era intermediaria entre el gobierno español y la población
indígena. Gozaba de privilegios tales como estar exenta del pago del tributo  y de la
mita, o poder educarse en los colegios de indios nobles o de caciques, fundados en
el siglo XVII.
Los indios en común, que eran los indígenas tributarios que vivían en el campo,
principalmente en las reducciones o pueblos de indios. Se dedicaban en su mayoría,
a la agricultura y ganadería excepto en los periodos requeridos para trabajar en la
mita.
hay que señalar que la división inicial entre los indios de la élite ( curacas y sus
familias) y los indios del común se fue haciendo más compleja conforme la
población indígena se iba integrando a actividades económicas españolas.
Los esclavos negros
El tercer grupo fueron los negros, que llegaban a América como esclavos. Estos no
conformaban una república, pues no eran libres ni se les consideraba vasallos.
En el Perú la mayor parte de los esclavos, que venían de las colonias portuguesas de

Angola y Guinea, fue llevada a la costa sur y especialmente, a Lima. Se calcula que
hacia 1640 había 30 000 esclavos en todo el virreinato.
En el campo, los esclavos eran tratados con dureza: dormían en galpones y no
podían salir de la hacienda pues, estaban a merced de sus amos. En Lima, ciudad
que concentraba a casi dos tercios de la población africana, se dedicaban
principalmente al servicio doméstico.
Sin embargo, ni el miedo al castigo ni la mejora relativa de sus condiciones de vida
impidieron que  muchos esclavos optaran por rebelarse contra la opresión de sus
amos, o huir de ella para formar comunidades de esclavos fugitivos. A estos se les
llamó cimarrones.
También existían esclavos a jornal que, según el historiador Carlos Aguirre eran
autorizados por sus amos para buscar trabajos eventuales. A cambio debían
pagarles un porcentaje de lo que ganaban.

● LA REPUBLICA DE INDIOS
La república de indios la conformaban todos los
indígenas nobles, es decir, todos los descendientes
de la elite cuzqueña incaica y de las panacas reales.
Fueron también nobles reconocidos aquellos
indígenas descendientes de las grandes tribus macro
étnicas costeñas y andinas. Instaurado el virreinato
la condición de estos nuevos nobles no fue aceptada
pues los conquistadores creían que estos indígenas
podrían encabezar alzamientos y revoluciones tal
como sucedió durante la crisis de Vilca bamba entre
1542 y 1570. Sin embargo, durante el siglo XVII los
curacas nob les fueron reconocidos y aceptados,
inclusive muchos de ellos tuvieron comercio directo
con la población española pues tuvieron acceso a tierras y chacras. Hay que anotar
que los nobles indígenas se encontraban exentos de tributar y de ir a la mita por lo
que el comercio se convirtió en una fuente de ingresos importante. Los nobles
indígenas, aprovechando su condición, muchas veces comerciaban con productos
que a su vez se encontraban libres de impuestos (olluco, oca, papa, etc.) y que
tenían gran demanda entre la población vernacular. La corona buscó igualmente
consolidar su posición creando para ello colegios especiales para curacas. En ellos
además de ser correctamente evangelizados aprendían gramática y ciencias.
LOS ESCLAVOS NEGROS
Fue la práctica realizada, con esclavos obtenidos en África, aunque el uso general de
la expresión restringe la localización geográfica al África o "África negra",
identificando como "negros" a los sujetos de tal comercio esclavista. A pesar de ser
tal denominación un estereotipo que no indica en realidad ninguna categoría
antropológica científicamente establecida, la identificación de sus rasgos físicos,
especialmente de la piel oscura, fue la base de su discriminación racial.
En el continente africano fueron comunes desde la edad
antigua diferentes sistemas de esclavitud en múltiples lugares.
En algunas sociedades africanas, las personas esclavizadas
también podían pasar a ser trabajadores no abonados y
completamente integradas en la sociedad. En otras, se las
trataba peor. Cuando el comercio árabe de esclavos y
el comercio atlántico de esclavos comenzaron, los sistemas
esclavistas locales cambiaron y pasaron a suministrar cautivos a
los mercados esclavistas de otros continentes.

● ARTE Y CULTURA COLONIAL


El arte durante los primeros años virreinales fue exclusividad de los religiosos y su
uso tuvo un fin práctico, principalmente en el adoctrinamiento. La ciudad de Lima
jugó un rol preponderante en el desarrollo del arte en el virreinato del Perú. Su
rápido crecimiento urbano, la acumulación de riqueza por parte de los
encomenderos y la construcción de templos e iglesias fueron motivos para la
demanda de pinturas y esculturas de las principales ciudades de los reinos
españoles. Especial preferencia se tuvo por las obras provenientes
de Flandes e Italia, aunque las obras sevillanas y andaluzas tuvieron igualmente gran
demanda.
Lima, como centro político del más importante virreinato durante el siglo XVI, fue
plaza importante para destacados artistas que no dudaron en venir y ofrecer su arte
a la Iglesia. Destacan Angelino Medoro, Bernardo Bitti, Mateo Pérez de Alesio, entre
otros. Otro rasgo importante en la evolución de las artes durante la colonia lo
constituye la exquisitez de la arquitectura religiosa. Los templos fueron
encomendados a alarifes que dominaban las técnicas de la edificación en piedra y
barro, por lo que erigieron obras de buena factura, muy superior a las realizadas en
otras partes del continente.
En el interior del virreinato la situación no fue diferente. En Cuzco,
Arequipa, Cajamarca, Huamanga, Puno y Trujillo hubo una clara tendencia hacia la
búsqueda de lenguajes propios, basados en la utilización de elementos locales. La
utilización del sillar en Arequipa o la Piedra en el Cuzco es muestra clara de la
adaptación del arte europeo y su transformación para el uso local.
El barroco dominó casi por dos siglos las artes en el Perú e impuso su sello en la
pintura, escultura, arquitectura, música y literatura. El siglo XVIII se caracterizó por
la llegada de nuevas tendencias procedentes de Francia, Austria y Alemania. Las
artes ya no fueron exclusividad de los religiosos, por el contrario, fueron los civiles y
la corte los principales compradores de estas tendencias. Uno de estos estilos fue el
rococó. Impulsado por los reyes borbónicos, este estilo manifiesta un gusto
exquisito y refinado, mostrándose principalmente en la pintura y la arquitectura.
Destaca la torre de la catedral de Santo Domingo, bello ejemplo de rococó en el
Perú y atribuida al diseño del mismo virrey Manuel Amat y Juniet.
Por otro lado, los indígenas fueron apropiándose poco a poco del lenguaje artístico
traído por los españoles. Otros, los más hábiles, lograron plasmar sus creencias en
pinturas representativas de la Sagrada Familia, superponiendo para ello elementos
andinos sobre figuras sagradas.

● LA PINTURA COLONIAL Y SU INFLUENCIA EUROPEA


La pintura Colonial tuvo tres grandes influencias: la española, la italiana y la
flamenca. Traído desde España al Nuevo Mundo se forman talleres en las
principales ciudades americanas, donde enseñan a criollos, indios y mestizos. La
pintura que realizaron los indígenas fue un Arte religioso bajo la influencia de la
catequización.
Dio inicio a la transculturización. Sus temas son
religiosos y didácticos para la evangelización. Los
pintores de Lima y el Cuzco trabajaban en talleres.
Predominó la técnica de la pintura al óleo sobre
lienzo. Se mantienen las técnicas y los modelos
europeos.
Prescinden del modelo natural, reflejándola realidad
inmediata y cotidiana. Copias estampas por lo
general flamencas. Influencia de pintores españoles
e italianos tanto en Lima como en Cuzco. s. XVII y
XVIII .Alcanzan enorme difusión (s. XVII y XVIII) los
llamados “primitivos” en cuanto a la técnica
La pintura, como representación artística sobre lienzo o fresco, se inició durante la
época virreinal. Ya en 1533, mientras el capitán español Diego de Mora retrataba al
inca Atahualpa prisionero en Cajamarca, empezaban a circular por el vasto territorio
andino lienzos, tablas e imágenes con representaciones de la nueva religión.
La pintura colonial, tuvo tres grandes influencias: la italiana, muy intensa durante
el siglo XVI y principios del XVII, que después se diluyó para recuperar su hegemonía
a fines del siglo XVIII con la introducción del neoclasicismo; la influencia flamenca,
que se dio desde el principio y su importancia fue creciendo hasta ser muy fuerte en
el siglo XVII, pero, sobre todo fue constante por medio de los grabados; y la
española que se manifestó con mayor fuerza durante el período Barroco de los
siglos XVII y XVIII, especialmente a través de la Escuela Sevillana. Más adelante y
luego de que indígenas y mestizos al quehacer artístico se inició el Barroco
Americano, con la introducción y recuperación de nuevos factores en el panorama
artístico. La incorporación de lo indígena no derivó sólo en un estilo, sino que
supuso un concepto distinto del universo y de su expresión, con validez genuina,
manifestándose en un arte distinto y propio.
Los artistas indígenas interpretaron los temas religiosos y estilos de los trabajos del
arte occidental dados por los curas católicos. Las pinturas coloniales muestran
temas de santos y figuras religiosas combinadas con elementos indígenas, tales
como vestidos andinos o expresiones faciales andinas.

● LA ARQUITECTURA COLONIAL
Desarrollada en el Virreinato del
Perú entre los siglos XVI y XIX, se
caracterizó por la importación y
adaptación de los estilos arquitectónicos
europeos a la realidad peruana,
produciendo como resultado una
arquitectura original.
El uso de sistemas constructivos como
la quincha, las ornamentaciones
de iconografía andina y soluciones con
formas inéditas confieren a la arquitectura virreinal peruana una identidad propia.
● LA ESCULTURA COLONIAL
La escultura, al igual que todas las artes, fue
introducida al virreinato peruano por la iglesia. La
escultura virreinal produjo obras maestras, tanto por
la delicadeza y la minuciosidad en los detalles, como
por la magnífica expresión del conjunto. Se
esculpieron, mayormente, imágenes religiosas, para
embellecer los altares, en los que predominaba el
dorado y la policroma; igualmente, otras estatuas de
santos, como aquellas que adornan las fachadas de los
templos, a la vez de altares, púlpitos y confesionarios.
En todos los casos se empleó mayormente, la madera
y excepcionalmente la piedra. La presencia de
maestros españoles durante el siglo XVI y principios del XVII consolidó a Lima como
importante fuente de producción escultórica. Baltazar. Cristo, siglo XVIII.
Entre los más importantes escultores del virreinato figuran Juan Martínez de Arrona,
excelente ebanista especializado en cajonería religiosa. Su obra más importante es
la Cajonería de la Catedral (1608) realizada bajo los cánones del renacimiento pues
debía armonizar con el estilo de Francisco Becerra, alarife de la catedral. Otro
importante escultor fue Pedro de Noguera, autor de la Sillería de la Catedral (1632),
acaso la obra escultórica más bella de Lima construida en el siglo XVII. De los talleres
del andaluz Juan Martines Montañéz (1568-1649) destaca el retablo del Monasterio
de la Concepción (actualmente se encuentra en la Catedral de Lima). Este gran
retablo describe en sus relieves la vida San Juan Bautista y fue enviado, desde
Sevilla, durante quince años a la Ciudad de los Reyes (1607-1622). Otra obra
importante es la escultura de Melchor Caffa titulada "El tránsito de Santa Rosa"
(1699). De origen maltés, Caffa se educó

en Roma, por lo que la obra en honor a la santa peruana posee bastante parecido
con la Santa Teresa de Jesús de Bernini.
En el siglo XVII, ocupa un lugar especial la obra del mestizo Baltazar Gavilán. Con un
manejo exquisito del barroco, sus obras imprimen un realismo sin precedentes en la
plástica peruana. Destacan La dolorosa realizada para el convento de San Francisco
y La Muerte, para la iglesia de San Agustín. De 1.95 m, esta escultura representa el
fin de la vida (esqueleto con un arco y flecha en la mano) y según una tradición
de Ricardo Palma fue el mismo Gavilán víctima de esta obra, pues, cuenta la
leyenda, que tras una pesadilla el autor se levantó y a media luz se encontró con la
horrible figura de "La muerte", muriendo de la impresión.
● VIDA INTELECTUAL Y ACADEMICA
Aportes en las artes, las letras, las ciencias, la educación, el folklore y las
costumbres.
● RELIGION Y EVANGELIZACION EN EL VIRREYNATO
La urgencia que puso la Corona española en la evangelización de los indígenas
peruanos no tenía que ver solamente con la salvación de las almas sino también con
el hecho de que aquellos que eran evangelizados pasaban a ser súbditos capaces de
tributar. De ahí que en una primera etapa evangelizadora, se diera un masivo
bautizo de indígenas, que la mayoría de las veces no entendían el ritual en el que
participaban. Las quejas de los propios sacerdotes no se hicieron esperar, pues era
evidente que la mayoría de indígenas bautizados no habían sido realmente
evangelizados y esto permitía la supervivencia de sus creencias. Entre las razones de
este primer fracaso se señalo la ignorancia de las lenguas indígenas por parte de los
curas y la avidez por explotar a los indígenas.
Los concilios
Ante la heterogeneidad de las costumbres y creencias de la población indígena
peruana, la Iglesia decidió organizar una serie de concilios en los que se discutieron
los procedimientos más adecuados para evangelizar en el Perú. El obispo Jerónimo
de Loayza organizó los dos primeros concilios limeños (1551-1552 y 1567), a los que
acudieron representantes de las órdenes religiosas establecidas en el Perú. En estos
concilios se ordenó destruir las huacas y colocar cruces o construir templos sobre
cada uno de ellas. Cada pueblo debía tener un templo. También se dio autorización
para que los indígenas recibieran los sacramentos del bautismo, la penitencia y el
matrimonio, pero con una enseñanza previa a cargo del cura. Asimismo, los
sacerdotes debían aprender las lenguas aborígenes para instruir a los indígenas.
El tercer concilio (1582) fue convocado por el arzobispo de Lima, Santo Toribio de
Mogrovejo, y acudieron representantes eclesiásticos de toda América del Sur y
Centroamérica. En este concilio se ordenó la elaboración de un catecismo único en
español, quechua y aymara, y se prohibió a los sacerdotes y agente, pastorales
dedicarse al comercio para evitar que abusaran de los indígenas en beneficio de sus
negocios.
Diálogo iterreligioso
Aunque a principios del siglo XVI los teólogos consideraban demoniacas las
costumbres y religiones nativas de América, justificando así la destrucción física de
huacas y objetos de culto, el difícil trabajo de evangelización hizo entender a los
misioneros que podían avanzar en las enseñanzas del cristianismo valiéndose de los
aspectos de la cultura indígena que no se opusieran a la justicia de a la religión
católica. Inclusive se sostuvo que antes de la conquista los apóstoles Tomás y
Bartolomé habrían predicado en América, lo que hacia posible similitudes entre
religiones indígenas y la católica. Si bien estas ideas fueron descartadas por el
discurso eclesiástico oficial, ya se había abierto el camino al sincretismo religioso
que daría forma a lo que conocemos como cristianismo popular.
Cristos, Vírgenes y Santos
La poca profundidad de la evangelización colonial, la fuerza de las costumbres
prehispánicas y el sincretismo desatado quedaron plasmados

tanto en la devoción como en la expresión de la religiosidad popular. Las diversas


representaciones de Cristo y la Virgen, con matices locales para facilitar la
evangelización, dieron pie a un proceso de reinterpretación de las imágenes
sagradas por la población nativa. En consecuencia, los nuevos conversos llegaron a
incluir en la categoría de santos a distintas manifestaciones de la Virgen María y de
Cristo. La representación material de estos, en lienzos o imágenes, los hacía más
cercanos a los nuevos creyentes.
Las misiones en la evangelización del Perú
Se consideran que el siglo XVI fue el gran siglo misional porque durante ese tiempo
se logró bautizar a gran parte de los indígenas de la costa y de la sierra peruana.
Recién en el siglo XVII los misioneros ingresaron a la selva a evangelizar, con el
objetivo de convertir a los indígenas aún paganos. La Corona contribuyó a la labor
misional con el envío de religiosos al Perú.
Entre 1530 y 1820 llegaron a nuestro territorio 2
171 misioneros, la mayor parte de ellos
franciscanos y jesuitas. Los miembros de estas
órdenes religiosas realizaron el más intenso e
importante trabajo misional durante la colonia.
En el caso de los agustinos, estos estuvieron
presentes en diversos lugares del Perú: la
antiguaprovincia de Huamachuco, la selva de
Ayacucho, entre otros.
Los primeros que desarrollaron la labor misional en la selva fueron los franciscanos,
inicialmente desde Huánuco y posteriormente desde el colegio misionero de Ocopa.
Los dominicos también tuvieron misiones en la selva central. Las misiones que
tuvieron a su cargo los jesuitas se ubicaron en Mojos (Bolivia) y Maynas. Las
misiones coloniales en la selva enfrentaron grandes dificultades por las
características del hábitat, las epidemias y por los conflictos con Portugal, que
impulsó un constante proceso de expansión de sus fronteras amazónicas.
Las Cofradias
Eran la más importante forma de agremiación, encargada de ciudar el templo y
vigilar y acrecentar sus bienes. Se trataba de una institución europea importada a
las colonias americanas que permitió a los indígenas conversos y a todos los nuevos
cristianos acercarse a la organización eclesiástica.
En las parroquias de indígenas eran comunes las cofradías formadas en torno a la
veneración de un santo, santa, cristo o virgen, y a las que se formaban a partir de un
gremio artesanal o profesional, bajo la advocación de una imagen sagrada, en torno
a la cual se organizaban diversas actividades.
Los Santos peruanos
Los evangelizadores en el Perú vieron coronada su labor cuando se elevó a santidad
a personajes nacidos o relacionados en este virreinato o relacionados con él desde
el siglo XVI. Los nuevos santos no solo se convirtieron en figuras ejemplares para la
vida religiosa sino que fueron depositarios de la devoción del clero.
Otro personaje vinculado al Perú que fue elevado a los altares por las Iglesia es el
español Santo Toribio de Mogrovejo (1538-1606), quien llegó al Perú en 1581 y fue
el segundo arzobispo de Lima. Destacó por iniciar las grandes visitas pastorales y por
defender a los indígenas de los abusos.

● IGLESIA Y ESTADO
Habiendo acompañó a Francisco Pizarro
y su fuerza durante la conquista, los
frailes católicos procedieron celosamente
para llevar a cabo su misión de convertir
a los indígenas al cristianismo. En este
esfuerzo, la Iglesia llegó a jugar un
importante papel en la aculturación de
los indígenas, dibujando en la órbita
cultural de los colonos
españoles. También libró una guerra
constante para extirpar las creencias
religiosas nativas. Esos esfuerzos se reunieron con éxito sólo parcial, como la de
Andina catolicismo hoy demuestra la naturaleza sincrética. Con el tiempo, sin em
bargo, la Misión Evangélica de la Iglesia dio paso a sus esfuerzos eclesiásticos
regulares de ministrar a la creciente población de español y criolla.
A finales del siglo, la iglesia estaba comenzando a adquirir activos financieros
importantes, especialmente legados de la tierra y otras riquezas, que consolidarían
su posición como la más importante potencia económica durante el período
colonial. Al mismo tiempo, asumió el papel principal de educador, proveedor de
bienestar y, a través de la institución de la Inquisición, guardián de la ortodoxia
durante el Virreinato. Juntos, la Alianza de la Iglesia y el estado sirvió para
consolidar y solidificar la autoridad de la corona en el Perú que, a pesar de la
impresionantes problemas de distancia, accidentado y comunicaciones lentas, duró
casi tres siglos de dominio continuo y relativamente estable.
Producción de plata, mientras tanto, comenzaron a entrar en un prolongado
período de decadencia en el siglo XVII. Esta disminución también disminuyó el
comercio transatlántico importante mientras disminuye la importancia de Lima
como el centro económico de la economía virreinal. Producción anual de plata en
Potosí, por ejemplo, cayó en valor desde un poco más de 7 millones de pesos en el
año 1600 a casi 4,5 millones de pesos en 1650 y finalmente a sólo menos de 2
millones de pesos en 1700. Cae producción de plata, el comercio transatlántico
decreciente y la disminución general de la propia España durante el siglo XVII
durante mucho tiempo han sido interpretados por los historiadores como causante
de una depresión prolongada en los virreinatos de Perú y Nueva España. Sin
embargo, el historiador económico Kenneth J. Andrien ha desafiado este punto de
vista, mantiene que la economía peruana, en lugar de declinar, sufrió una
importante transición y reestructuración. Después de producción de plata y el
comercio transatlántico erosionaron la economía de exportación, fueron
remplazados por un desarrollo más

diversificado, regionalizado y autónomo de los sectores agrícolas e


industrial. Comerciantes, mineros y los productores simplemente cambió sus
inversiones y actividades empresariales fuera de la minería y el comercio
transatlántico en la producción interna y oportunidades de sustitución de
importaciones, una tendencia ya visible en pequeña escala a finales del siglo
pasado. El resultado fue un sorprendente grado de diversificación regional que
estabilizó la economía virreinal durante el siglo XVII.
● EL DERECHO DE REGIO PATRONATO
El Patronato regio consistió en el conjunto
de privilegios y facultades especiales que
los Papas concedieron a los reyes de distintas
monarquías europeas del Antiguo Régimen y
que les permitían, al principio, ser oídos antes
de una decisión Papal o elegir directamente en
sustitución de las autoridades eclesiásticas, a
determinadas personas que fueran a ocupar
cargos vinculados a la Iglesia Católica (Derecho
de patronato).
Más tarde, los monarcas lograron el ejercicio de todas o la mayoría de facultades
atribuidas a la Iglesia en el gobierno de los fieles, convirtiéndose, de hecho y de
derecho, en la máxima autoridad eclesiástica en los territorios bajo su dominio
(Patronato regio stricto sensu).
El más importante históricamente es el que se concedió entre 1508-1523 a los
reyes de España o de la Monarquía Hispánica; pero ya en 1516 se habían concedido
privilegios semejantes al rey de Francia (por el Papa León X) y antes aún al rey de
Portugal (por la bula Dudum cupientes del papa Julio II, en 1506); ahora bien, estas
prerrogativas «se extendían solo a obispados y beneficios consistoriales».
● LA ORGANIZACIÓN DE LA IGLESIA
Las Autoridades Generales están constituidas
por la Primera Presidencia, el Quórum de los
Doce Apóstoles, la Presidencia de los
Setenta, el Primer y el Segundo Quórum de
los Setenta y el Obis pado Presidente.
(Véase Autoridades Generales para obtener
más información sobre las responsabilidades
de estos líderes.)
EVANGELIZACION Y CUIDADO DE LA FE
Las primeras acciones evangelizadoras buscan, en primer lugar, sacar a las
poblaciones autóctonas de las creencias animistas, fetichistas y helio centristas que
por siglos estuvo presente en su mundo , vivas, complejas y variadas; estos
evangelizadores llevan a cabo con sentido práctico una catequesis elemental e
introducen con éxito el sentido de las bienaventuranzas y los mandamientos, los
Sacramentos de la iniciación cristiana -el bautismo, la confirmación y la Eucaristía-
van a constituir el punto de arranque indispensable para la vida sobrenatural y el
crecimiento de la fe inicial.Roma está informada de esos acontecimientos
lejanos. Consciente del nuevo y específico terreno que se abre a la evangelización, el
Papa Pío V crea una comisión cardenalicia especializada en esos asuntos de los que
no se tenía experiencia, lo mismo que erige seminarios para las misiones en 1588; el
Papa Gregorio XV establece en 1622 un "Ministerio de las misiones" "para la
propagación de la fe". El continente de América del Sur recibe, ya desde 1511, una
Jerarquía local que pronto se articula en 5 arzobispados y 27 obispados. En los más
altos niveles de responsabilidad, tanto políticos como religiosos, existe una seria
preocupación por el buen funcionamiento de las instituciones; este funcionamiento
se ve manchado aquí o allá por los defectos humanos, que no siempre se deben a
una falta de rectitud de intención , sino a la impaciencia por ver los resultados de la
evangelización.Claro está que los misioneros eran una pequeña minoría entre los
europeos que llegaron al nuevo continente. No se puede juzgar el esfuerzo
misionero por lo que hicieron otros. Hay casos de colonos europeos a quienes la
codicia les empuja a explotar las riquezas naturales abusando de los indígenas. De
todas formas, es admirable el empeño que desde la metrópoli se puso en superar el
obstáculo natural de las enormes distancias que la separan del Nuevo Mundo.
Conforme a una práctica ya habitual alrededor del Mediterráneo, los reyes de
España piden a la Santa Sede un “patronazgo regio” (regio patronato) sobre las
iglesias del Nuevo Mundo, incluyen el derecho de nombramiento de los clérigos y la
regulación de los asuntos eclesiásticos; en compensación de esas ventajas, facilitan
material y administran el trabajo apostólico de los misioneros, y el conjunto de
verdades naturales y sobrenaturales que el cristianismo transmite de generaciones
en generaciones se extiende una vez más por nuevos territorios: desde Canadá, por
ejemplo, se envían misiones hasta California; aparecen rápidamente Catecismos
impresos en lenguas indígenas; varias personalidades se dedican a mejorar las
condiciones de evangelización y de vida de las poblaciones, entre las cuales
destacan el dominico Bartolomé de las Casas (1474-1566), obispo de México, y el
también dominico Antonio de Montesinos en las Antillas.Las congregaciones
religiosas se extendieron con celeridad, pero  faltó el clero secular. La expulsión de
los jesuitas, en 1767, tuvo consecuencias irreparables en la mayoría de los
territorios.Se fundaron numerosas reducciones -veintiuna había en 1686- en el
Marañón español, donde se

dieron algunos casos de martirio.Después de las misiones del Paraguay, las misiones
del norte de Méjico fueron las más conocidas. Son igualmente importantes las
misiones de Sonora y California, que, a causa de numerosas dificultades,

constituyeron una de las misiones más duras; pero obtuvieron numerosas


conversiones.La estructura eclesiástica de la América hispana era imponente: cuatro
arzobispados y cuarenta y un obispados. Franciscanos, dominicos, agustinos,
mercedarios y jesuitas llevaban el peso principal de la evangelización de los
indígenas y cuidado espiritual de los españoles y criollos. Excepto las Universidades
de Méjico y Lima, casi toda la educación que se impartía en estos territorios estaba
en manos de los regulares, especialmente de los jesuitas.
● LA EVANGELIZACIÓN EN EL VIRREINATO PERUANO:
La labor evangelizadora en el virreinato peruano
empezó el mismo día que los españoles
arribaron a estas tierras y emprendieron su
empresa de conquista. La evangelización se dio
de manera paulatina a media que llegaban las
órdenes religiosas, pero también con cierto
desorden pues la dispersión de los misioneros
impedía una eficaz labor centralizada. Las
primeras acciones importantes de evangelización
empezaron después del primer Concilio Limense
en 1551. Las directrices que se tomaron de la Instrucción, dictada por el arzobispo
Loayza en 1545 y corregida en 1549, imprimen "por primera vez una orientación
general que  marcaría los primeros pasos de la iglesia católica nacida en los Andes"
(Urbano: 1999, XXVII). La primera medida a tomar fue el bautizo de indígenas, que
en el acto debían abandonar las prácticas idolátricas y todas las formas que iban
contra las leyes eclesiásticas y contradecían los mandamientos católicos.En el
segundo Concilio Limense (1567-1568) se retoma la idea de destruir las huacas y
de colocar en su lugar cruces o levantar una iglesia o ermita (en caso de que la
huaca haya sido un importante lugar de culto). Hay que tener claro que los
primeros concilios no fueron más que intentos o experimentos de pastoral
indígena de las distintas ordenes religiosas que llegaron al Perú. Cada una tenía su
propia metodología de acercarse a los nativos y de adoctrinarlos. Mercedarios,
jesuitas, franciscanos y agustinos evangelizaban de acuerdo a las reglas de su
orden, pero teniendo como telón de fondo los marcos generales de los acuerdos
conciliares.
Los Indígenas seguían con sus prácticas religiosas y tradicionales.
POR ELLO
La Iglesia tomó conciencia de instruir a los indígenas en dogmas cristianos,
intensificando la administración de los sacramentos. Llamado CATEQUESIS.
LA Iglesia Peruana realizó tres Concilio en Lima (1551-1552, 1567, 1582-1583); para
definir cómo catequizar a los indígenas. El tercero de estos, destacó por producir un
catecismo en español, quechua y aimara.

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