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COLONIAL
Investigar la organización social, económica y política de la Nueva
España:
La organización social:
La organización económica:
En ese proceso de conformación de la nueva América hispánica, las orillas del Atlántico
se convirtieron en límites especulares de un espacio de conectividades, un laboratorio de
experimentación sociocultural, una vía de circulación de personas y bienes, pero también
de ideas y lenguas. Al compás de esos fenómenos, el Mediterráneo cedió el testigo al
Atlántico como eje geográfico de la reordenación del mundo conocido. A la par, Europa
pasaba a compartir culturas y primacías con las Américas mediante la conformación del
mundo occidental de la Edad Moderna: el Occidente heredero y legatario del viejo mundo
grecolatino y de su derivación cristiana medieval.
El virrey ejercía el poder por tres años y dependía del soberano prolongarlo o no en el
cargo. Era quien principalmente proclamaba las leyes y tenía la facultad de expedir
reglamentos, ordenanzas, licencias, bandos, mercedes, decretos, etc.
El poder reglamentario de los virreyes en la Nueva España fue muy importante, pues sus
ordenanzas constituyeron la base principal de las disposiciones reales al ser ratificadas, y
quizá formaron la mayor parte de la legislación colonial si se compara con la que se
originó en la metrópoli . Casi toda la reglamentación sobre asuntos del trabajo, minas,
ganadería, tributo de los indios, etc., fue obra de los virreyes, que por participación de la
Audiencia se manifestó bajo la forma de Autos Acordados.
Los corregidores dependían del Consejo de Indias, no del virrey; carecían de facultad
legislativa y ejercían la resolutoria subordinándose al propio virrey, quien podía conocer
los casos correspondientes al corregimiento e incluso revisar sus resoluciones.
El estudio aborda la crisis jurídica del siglo XVIII en el Imperio español, donde la justicia
real procuraba elevar el protagonismo de las cortes y jueces reales en el procesamiento
de los delitos, disminuyendo o eventualmente eliminando las excepciones concedidas por
motivo de fueros o calidad privilegiada. De particular importancia resultaron tanto la
percepción de impunidad proveniente de la atención a tales prerrogativas como el temor
de que deslegitimara el sistema jurídico y ocasionara conflicto social. Asumió gran
relevancia la lucha contra la impunidad de eclesiásticos en casos de crímenes graves. Los
abogados reales integraron bitácoras para ordenar los antecedentes delictivos y los
procedimientos causales, pasando poco a poco a formulaciones en torno a la soberanía
monárquica, el Estado, el clero y los ciudadanos. Pese a sus planteamientos, la clemencia
real y la resistencia eclesiástica -con brillantes réplicas jurídicas- prevalecieron hasta
1810, cediendo luego parcialmente en medio de la guerra de Independencia. Sin
embargo, la nueva codificación legal quedó pendiente en España y México hasta décadas
después, ya que prevaleció el concepto de "potestad económica" como un último recurso
del ejecutivo para determinar el procedimiento permisible, dejando al fuero eclesiástico
formalmente existente si bien sujeto a la injerencia de las cortes civiles y la determinación
última del ejecutivo.