Está en la página 1de 1

NEUROMARKETING

Las marcas diseñan perfiles específicos de consumidores pudiendo modificar mediante las
percepciones de las personas sus hábitos de compra en los distintos contextos.
Por ello, las estrategias de venta se basan fundamentalmente en crear emociones y experiencias
propias que determinan la decisión de comprar unos u otros artículos aumentando los estímulos
sensoriales y no creando indiferencia para los consumidores.

Sin embargo, actualmente el problema de la gente del siglo 21 es la indiferencia, a percibir estas
técnicas o saber diferenciar necesidad de capricho. Porque muchas veces lo ignoramos, pero
todo está modelado y estipulado para desencadenar una reacción en nosotros y en nuestras
percepciones de compra.

Para el consumidor la sorpresa es un determinante de compra que junto a el impacto que genere
en él creará una experiencia asociada a unos estímulos percibidos por los sistemas sensoriales.
En consecuencia, no hay nada que no pase por nuestra mente antes, ya que existe una
correlación entre los sentidos y las emociones que permiten establecer distintos vínculos
emocionales con las marcas.
En el vídeo se pone de ejemplo Apple, una de las marcas más exitosas internacionalmente, que
consigue promocionarse continuamente y seguir en el ranking de ventas. ¿Por qué genera este
impacto en el público? En definitiva, permite ser novedosa, innovadora, aspiracional y crear una
interacción con su comprador.

Por el contrario, no todo se determina por la visión o el sonido, como podía ser antiguamente;
sino que uno de los sentidos indispensables para el consumo es el del olfato. Los olores y las
fragancias que se encuentran en algunos espacios ayudan al comprador a sentirse cómodo y
completar su experiencia de compra permitiéndole recordar posteriormente la tienda al asociarla
con ese bienestar. De hecho, el olor puede cambiar otro sentido como la experiencia táctil
modificando un olor u otro.

Por otra parte, el cerebro como se había mencionado antes es lo principal y sobre lo que
depende todo; siendo imprescindible el placer mediante la liberación de la dopamina gracias a
los centros de recompensa (la comida, el sexo y la bebida) que mueven a la conducta humana.
Sin embargo, esto motiva que se cree la adicción al recibir esos estímulos agradables motivando
los refuerzos positivos del condicionamiento operante par que se vuelvan a producir.

En conclusión, desde mi punto de vista me parece importante y necesario saber comprar


teniendo una educación previa y unos valores aprendidos tal que actuemos con la suficiente
coherencia y responsabilidad. Teniendo en cuenta de que las emociones y los sentidos pueden
modificar la percepción del entorno, y condicionar las decisiones que tomamos para poder
consumir. Aunque la interconexión de los sentidos se desconozca, no es posible controlar a las
personas; pero sí guiarlas mediante sensaciones para sus distintas conductas. Como se menciona
en el video “Somos lo que sentimos”.

Eva Barroso García 1ºB

También podría gustarte