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Origen
Es impresionante pensar que los primeros panes elaborados con una especie
de masa de cereales (un porridge) puesta al sol, o a una fuente de calor como
puede haber sido una piedra, llevara algún condimento encima. La pizza
entendida de su forma más simple: como la mezcla de una masa de pan
elaborada al horno y que se cubre posteriormente con salsa de tomate y queso.
Necesita de la concurrencia de todos sus ingredientes para establecer su
origen. El pan y el queso son alimentos ciertamente antiguos en la historia de
la alimentación. El pan acompaña la humanidad desde el 8000 a. C., y el
queso se remonta a tiempos más remotos. Mientras que el tomate aparece
en Europa ya en el siglo XVI, no es aceptado por la población como un
alimento hasta finales del siglo XVII. Es decir, el origen de la pizza entendida
actualmente, no puede datar de antes del siglo XVII. A pesar de ello, es muy
posible que existiesen variantes sin salsa de tomate en la gastronomía de Italia,
un ejemplo es la focaccia. Autores romanos describen en la
literatura alimentos similares, un caso es Catón el Viejo que hace una
descripción de la comida del romano medio en forma de pan plano aliñado
con diversos condimentos. De la misma manera, Marcus Gavius Apicius —
que escribió el único libro de cocina romana que ha sobrevivido: De re
coquinaria, menciona la elaboración de numerosos panes planos aliñados en
su superficie con aceite de oliva, perejil, orégano, etc. Es muy posible que se
sirvieran abiertas y que posteriormente se plegaran sobre sí mismas para dar
lugar al calzone.
Evolución
Antiguo Egipto. Algunos aseguran que, mucho antes de que Italia la
convirtiera en una pieza indispensable de su cultura, la idea de la pizza
nació en el Antiguo Egipto, durante el siglo VI a.C. En la dinastía de
Darío I el Grande, tercer rey de Persia, los soldados persas se
alimentaban de un pan plano que acompañaban de queso fundido con
dátiles. Por otro lado, las tropas romanas comían algo muy parecido a
las actuales focaccias, de origen etrusco.
Primera pizzería
La antigua pizzería Port’Alba (‘puerta blanca’), en la ciudad de Nápoles, es
considerada como la primera pizzería del mundo. En 1738 empezaron a
producir pizzas para los viandantes y en 1830 se expandieron a una especie de
pizzería-restaurante con mesas y camareros. Hoy en día sirven pizza bajo las
mismas premisas.
Años más tarde, nació el concepto de las pizzas congeladas y, después, ¡el de
las pizzas para llevar, junto al particular guardapizza!
La "Associazione Verace Pizza Napoletana" ("Asociación para auténtica pizza
napolitana") fue fundada en 1984 y solo reconoce la Marinara y la Margherita,
y establece un número fijo de reglas para su elaboración. Estas incluyen la
elaboración de la pizza en horno con leña, a 485 °C durante no más de 60 a 90
segundos; que la base debe estar hecha a mano, que el tamaño de la pizza no
debe ser más de 35 cm en diámetro o que no debe ser más gruesa de un
centímetro en el centro, etc. Las pizzerías más famosas y tradicionales en
Nápoles son: Da Michele, Port'Alba, Umberto, Brandi, Di Matteo, Sorbillo,
Trianon y Luigi Lombardi Di Santa Chiara. La mayoría de ellas se encuentran
en el centro histórico de la ciudad. Algunas de ellas tienen sus propias reglas,
por ejemplo, las pizzas de "San Marzano" emplean tomates cultivados en las
laderas del Monte Vesubio y solo aceite de oliva vertido en dirección de las
agujas de reloj. Las bases de la pizza se diferencian en diversos lugares
de Italia, en Nápoles es blanda pero en Roma son crujientes. En Italia es
popular la "pizza al taglio" que se trata de una pizza rectangular que lleva una
variedad de ingredientes.