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LENGUA.

Definición: Es un sistema de signos lingüísticos que tiene significado y que puede ser decodificado entre
personas que manejan el mismo sistema. Existe una amplia diversidad de lenguas según cada cultura alrededor
del mundo, que se transmiten a través del lenguaje que es la capacidad intrínseca del ser humano de manifestarse
de manera verbal (oral o escrita) o no verbal (gestual, icónica o ilustrativa).
Origen: El hombre siempre ha estado fascinado por conocer el origen del lenguaje. Hoy, los nuevos
descubrimientos en la arqueología, la genética y la propia lingüística dan pistas que nos permiten hacernos una
idea general del proceso de evolución y difusión del lenguaje humano. De allí que surge el mito de la torre de
Babel, y la creencia de que el hebreo es la madre de todas las lenguas. Así como también se desarrollaron teorías
sobre los orígenes del lenguaje, aunque es imposible conocer exactamente cómo se originó el lenguaje en la
especie humana, se han propuesto varias teorías (Jespersen):

• Teoría del guau-guau: el lenguaje surge de la imitación de los ruidos del entorno, especialmente de los
sonidos de animales.
• Teoría del ay-ay: el lenguaje ha surgido a partir de sonidos instintivos causados por el dolor, la ira u otras
emociones.  Teoría del a-ú: el lenguaje nació de los sonidos producidos durante el trabajo en común (bandas de
cazadores, por ejemplo).
• Teoría del la-la: el lenguaje surge de los sonidos emitidos en las actividades lúdicas de los primitivos seres
humanos, especialmente el canto.
Sucesivamente, las contribuciones de la paleontología han demostrado que los homínidos más primitivos
carecían de lenguaje. El caso del Neanderthal (70-35.000 a.C) es mucho más problemático. Su aparato vocal era
muy similar al de un recién nacido moderno. Se supone por lo tanto que tendría un lenguaje muy rudimentario,
probablemente combinado con un sistema de gestos. Si esta hipótesis es correcta, el lenguaje surgió
aproximadamente hace 50-30.000 años, ligado al desarrollo del hombre de Cro-Magnon.
De esta manera, el origen de las diferentes lenguas en la especie humana ha sido un tema debatido por varios
eruditos a través de los siglos. De hecho, en el siglo XIX el debate llegó a ser tan enconado, persistente y repetitivo
que en 1866 la Sociedad Lingüística de París decidió prohibir el tema aludiendo que todas las teorías al respecto
eran tan contradictorias entre sí, que jamás se podría llegar a un acuerdo. Así, el problema del origen del lenguaje
quedó suspendido por casi un siglo, siendo luego revivido con la esperanza de que los avances en genética,
psicología evolutiva, lingüística y antropología fueran capaces de dar una respuesta.
Si bien en el siglo XIX, las discusiones fueron meramente especulativas, por falta de evidencias científicas
sólidas, los avances en genética, lingüística comparativa y otras áreas hicieron resurgir el debate en el siglo XX
sobre bases más sólidas. A pesar de esto, dentro del estudio de la Lingüística histórica, no existe un consenso
sobre el origen filogenético de las lenguas y la antigüedad de las familias lingüísticas.
No obstante, hoy existen en la tierra entre 3000 y 5000 lenguas, la mayoría habladas por muy pocas personas.
Hasta ahora los lingüistas agrupaban las lenguas del mundo en familias (se cree que hay cinco grandes familias:
Indoeuropea, semítica, camítica, sino-tibetana, y amerindia), así el castellano, catalán, portugués, entre otros, que
provienen del latín. El latín, griego, celta, lenguas eslavas, germanas, etc., etc., provienen del indoeuropeo.
Por lo que, la clasificación de las lenguas en familias reposa sobre el descubrimiento de que en lenguas
diferentes hay palabras que se parecen a la vez por su significante y su significado. El parecido se puede deber a
convergencia, préstamo o al origen común. Podemos clasificar las lenguas de no importa que región del mundo
en familias perfectamente evidentes según sus parecidos léxicos y gramaticales debidos a su origen común. Así
las 3000 o 5000 lenguas del mundo son agrupadas en trescientas o cuatrocientas familias.

Elementos: A la lengua también se le conoce como idioma, equivale a una competencia del lenguaje basado
en un sistema de reglas y es un instrumento auxiliar del pensamiento. Los elementos de la lengua son los
siguientes:
1. Fonemas: Son la unidad mínima y discreta capaz de permitir diferenciar los significados. Son la
representación de los sonidos lingüísticos con todas sus características y propiedades. Por ejemplo:
Roca—— /rr/o/k/a/
Casa——/k/a/s/a/
2. Léxico: Es el conjunto de elementos mínimos significativos llamados morfemas. Este se divide en lexemas
y gramemas. El primero lleva la mayor carga de significado y propicia el surgimiento del léxico; el segundo lo
completa y hace a cada palabra femenina, plural, diminutivo, etc. Por ejemplo, la palabra “señoras”:
• seño: lexema
• ras: gramema femenino plural
3. Oraciones: Son estructuras básicas para la comunicación. Están formadas por el sintagma nominal que es
el sujeto y su núcleo es el sustantivo, el sintagma verbal que es el predicado y su núcleo es el verbo y por otros
sintagmas. Por ejemplo:
• Es interesante la clase de español.
• El león es un animal peligroso.
• La sandía es mi fruta preferida.
Tipos: Existen numerosos criterios para organizar una clasificación de los tipos de lengua. Algunos de ellos
se enumeran a continuación:

• Según el canal de comunicación:


-Lengua oral: Sus características son la expresividad más natural y espontánea, plagada de matices
afectivos. Ejemplos de aplicación de la lengua oral son diálogos, debates, arengas, conferencias o discursos.
-Lengua escrita: A diferencia del anterior, carece de gestos y expresividad espontánea, pero la literatura le
ha otorgado un lugar destacado.
-Lengua coloquial: la que empleamos cotidianamente en las conversaciones espontáneas. No es demasiado
cuidada, y se permiten interjecciones, frases hechas y repeticiones.

• De acuerdo a la difusión que tiene la lengua sobre el territorio:


-Lengua general: es hablada y comprendida en diferentes países, que comparten el mismo idioma.
-Lengua regional: surge en los diferentes países o dentro de diferentes regiones de un mismo
país incluyendo giros idiomáticos y palabras propias. Los dialectos se consideran lenguas regionales.

• Según el modo en que nace el sistema de lengua:


-Lengua natural: Se hereda de generación en generación en una comunidad determinada.
-Lengua artificial: Surge a raíz de necesidades específicas de un grupo humano determinado. Suele ser
mucho más convencional, y su organización no se asocia a comunidades geográficas, sino de comunidades
científicas que necesitan generar estos símbolos. Esta categoría incluye tanto a los sistemas de lengua construidos
(por ejemplo, el esperanto), como a las convenciones científicas (como el lenguaje técnico de la informática)

• Teniendo en cuenta su estructura:


-Monosilábicas: sus palabras son raíces invariables, sin declinación ni conjugación. El lugar que ocupan en
la frase indica su valor de sustantivo, adjetivo o verbo. Pertenecen a ellas el chino y sus dialectos, el tibetano, el
birmano, el annamita y el siamés.
-Aglutinantes: las palabras se yuxtaponen, la unión externa de varias palabras constituye la frase. Integran
este grupo las lenguas caucásicas y uralo-altaicas; también el japonés, el coreano, las lenguas malayo-polinésicas,
las lenguas indígenas americanas (quechua, etc.), las de las regiones árticas.
-Flexivas: las palabras están formadas por una «raíz», que se completa o modifica
mediante «morfemas», los cuales se combinan con ella o entre sí formando un todo. Son las más conocidas en el
mundo occidental

• Por su origen geográfico e histórico:


-Semíticas: hebreo, árabe, etc.
-Camíticas: copto, etíope, libio-bereber
-Arias o indoeuropeas: céltica, griega, germánica, itálica, indo-irania y balto-eslava.

• Otros tipos:
-Lengua materna: se asimila en el hogar o grupo social más inmediato, y la mayoría de veces de forma
inconsciente.
-Segunda lengua: se adquiere mediante el estudio consciente y generalmente se utiliza como segunda opción
después de la lengua materna.
-Lengua viva: es aquella que se utiliza de forma consistente por un grupo o comunidad lo suficientemente
grande como para asegurar su evolución. Por ejemplo: el guaraní.
-Lengua muerta: ya no tiene hablantes, lo que impide mantener su continuidad en el tiempo. Por ejemplo:
el latín.

LENGUAJE.
Definición: Es un sistema de expresión, representación y comunicación que se apoya en un sistema de signos
y reglas formalmente definido. El lenguaje es una capacidad del ser humano que sirve para comunicarse a través
de un sistema específico de signos denominado lengua. Todas las sociedades humanas poseen algún tipo de
lenguaje, como la lengua española, castellana o la inglesa. Al mismo tiempo, se trata de un sistema que es
infraestructura biológicamente determinada, y es un proceso, en tanto que activa centros nerviosos que se
conjugan para asimilar, interpretar y producir datos simbólicos.
Origen: Sobre el origen del lenguaje, se ciernen múltiples cuestiones que aún hoy carecen de respuesta;
preguntas que generan inquietud, fascinación y controversias que provocaron que, durante el siglo XIX, la
Sociedad Lingüística de París se viera obligada a suspender cualquier debate sobre ello. Este cuestionamiento
representa uno de los enigmas universales, que más ha intrigado a la Humanidad y que ha arrojado auténticos ríos
de tinta que, por desgracia, aún hoy no ha desembocado a un mar que acabe con la incógnita. A continuación, se
enumeran las teorías más difundidas, en relación al origen del lenguaje:
1. Los lingüistas apoyan una teoría de la onomatopeya que sostiene que los seres humanos comenzaron a
hablar imitando los sonidos de su entorno; particularmente los producidos por los animales, o de forma general
los emitidos por la naturaleza.
2. Los filósofos de la Antigüedad consideraban que el origen radicaba en los que los sonido eran similares a
lo que se quería representar, por tanto y en un principio, su teoría se vincula a la dada por los lingüistas, sin
embargo, a partir del siglo XVIII, será el pensador y filósofo G. Wilhelm Leibniz quien afirme que, a partir de
esa imitación natural que representaba la realidad, se cree una lengua de la que derivan las actuales (lo que se
denomina monogénesis).
3. Los religiosos consideran que el origen del lenguaje lo otorgó Dios a Adán para que fuera el único animal
racional que tuviera la capacidad de dar el nombre al resto de los seres y realidades del mundo. La Biblia relata
que el lenguaje fue un don de Dios dado al primer hombre. Adán no realizó el proceso de aprendizaje que se le
presupone tradicional y comúnmente a todos los seres humanos. No pasó por la etapa de balbuceos, gritos,
gruñidos, antes de pronunciar su primera palabra. Solamente a partir de que Dios le concede este don, Adán
comprende y puede comunicarse con su compañera y con el mismísimo Dios. Pero esta situación que marca el
primer versículo del capítulo 11 del Génesis, no duró mucho tiempo, puesto que, al rebelarse los hombres contra
Dios, disgregó el lenguaje original en la Torre de Babel, aproximadamente cincuenta lenguajes que actualmente
los lingüistas no consiguen relacionar entre sí. Esto es lo que afirma la Biblia y, a pesar de que para muchos no es
la auténtica realidad, no pocos investigadores, tras décadas de estudios sobre el tema, han tenido que tirar la toalla
debido a que la incógnita no ha podido ser esclarecida a pesar de todos sus esfuerzos.
4. Los estudiosos evolucionistas concuerdan en que el lenguaje apareció por la necesidad de comunicarse.
Habría un primer lenguaje de la época Neandertal que iría evolucionando a la actual con el Homo sapiens.
A pesar de las innumerables investigaciones realizadas, no se sabe con certeza cuándo y cómo nació el
lenguaje, esa facultad que el hombre tiene para comunicarse con sus semejantes, valiéndose de un sistema
formado por el conjunto de signos lingüísticos y sus relaciones y pese a que muchos investigadores tratan de echar
luces sobre este misterio, sus resultados no pasan de ser más que meras especulaciones. Dichas especulaciones
que al menos por el momento no se saben si tendrán un final positivo que dé lugar a la resolución del tema. Desde
el punto de vista antropológico, no cabe duda de que el lenguaje articulado es una de las manifestaciones
principales que separan al hombre de los animales (lo racional frente a la irracionalidad).
Características: Entre las características generales del lenguaje se destacan:

• Es universal, es decir, resulta una capacidad propia del ser humano.


• Se exterioriza con el uso de los signos, a través de la lengua y el habla.
• Es racional debido a que requiere del uso de la razón para asociar los signos lingüísticos.
• Se puede manifestar de manera verbal o no verbal.
• Es arbitrario debido a que una palabra, por ejemplo, pelota en español o ball en inglés, no mantiene
asociación lógica con el objeto que representa.
• Se encuentra en constante evolución como consecuencia de la acumulación de experiencias en el habla
cotidiana.
Por otro lado, las características estructurales del lenguaje son:

• Arbitrariedad: Falta de relación directa entre los signos que componen el sistema lingüístico y sus
referentes. Los signos adquieren su significado en virtud de un acuerdo social.
• Los hablantes aprenden las lenguas en el marco de las relaciones sociales que mantienen con otros
hablantes.
• El canal por el que se producen los sonidos es vocal y se reciben por el sistema auditivo.
• El ser humano está capacitado para comprender y producir un número ilimitado de enunciados nuevos.
• Dependencia de una estructura: Utilizamos el lenguaje de acuerdo a unas reglas precisas.
Funciones: Las seis funciones principales del lenguaje son:
1. Referencial. Expresa de manera objetiva los diferentes aspectos de la realidad, a través de la información
o la exposición de hechos, conceptos o ideas. Por ejemplo, una nota periodística del diario.
2. Apelativa. Busca influir al receptor del mensaje para obtener de él una reacción en particular, tanto para
que haga una acción o para que deje de hacerla. Por ejemplo, un cartel en un restaurant con la frase “Por favor,
no fumar en nuestras instalaciones”.
3. Emotiva o expresiva. Busca transmitir el estado de ánimo o físico del emisor del mensaje. Por ejemplo,
una persona que acaba de realizar una actividad de dificultad y manifiesta su sensación ante el logro realizado:
“¡Qué emocionante es escalar una montaña!”
4. Fática. Se utiliza para iniciar, interrumpir, prolongar o finalizar una comunicación, por lo que se basa en
el canal de comunicación y no en la transmisión de un concepto en sí. Un ejemplo de función fática para poner
fin a una conversación es: “Bueno, gracias por todo. Nos vemos luego”.
5. Metalingüística. Consiste en la habilidad de reflexionar sobre la propia lengua, a través de la comprensión
de la gramática o los significados de las palabras, para lo cual es necesario manejar el mismo código de signos.
Por ejemplo, la palabra deseo se escribe con S, no con C.
6. Poética o estética. Consiste en alterar el lenguaje cotidiano con el objetivo de provocar emotividad o
sensación de belleza, a través de la forma en que se dicen las cosas. Es el caso de los textos literarios, las novelas,
las poesías o las canciones. Por ejemplo, “He dicho que cantabas en el viento como los pinos y como los mástiles.”
(fragmento de un poema de Pablo Neruda).
Funciones del Lenguaje según la intención del hablante:

• Instrumental: Para satisfacer deseos.


• Regulador: Para controlar la conducta de los otros.
• Interaccional: Para aprender a relacionarse con los demás.
• Personal: Para afirmar la identidad y la toma de conciencia de uno mismo.
• Heurístico: Para aprender y conocer el mundo.
• Imaginativo: Para crear un mundo simbólico y fantástico.
• Informativo: Para transmitir propuestas y opiniones.

Tipos: Pueden ser:

• Verbal. Está constituido por palabras que se forman a partir de fonemas y que se pueden manifestar de
manera oral, mediante la palabra hablada, o escrita mediante la representación gráfica de las palabras.
• No verbal. Está constituido por imágenes (como un aviso publicitario), símbolos (como la señalética de
la vía pública) y gestos (como la lengua de señas), entre otros.
Los diferentes tipos de lenguaje pueden ser decodificados por una persona que maneje el mismo sistema de
signos con el que fue elaborado el mensaje. Un signo es aquello que da una idea o indicio de algo. Por ejemplo,
al ver un objeto con un símbolo de reciclaje, la mente interpreta que se trata de un material que puede volver a
ser aprovechado para la manufactura.
Los signos están formados por dos aspectos:
1. Un significado. Es el concepto que una palabra representa en la mente.
2. Un significante. Es el objeto al que se designa con una palabra o gesto, que es distinto según cada lengua.
Por ejemplo, la palabra casa es un significante que, en español, representa una estructura de concreto que
tiene paredes, techo, ventanas y puerta. Este concepto de la casa es el significado. En inglés, la palabra casa no
tiene sentido, pero sí la palabra house (significante) para hacer alusión al concepto de casa (significado). Por esa
razón los signos son arbitrarios, es decir, que la asociación de la palabra y el objeto que designa varía según la
lengua.

LINGÜÍSTICA.
Definición: Es la ciencia que estudia los fenómenos del lenguaje, así como sus orígenes, sus cambios en el
tiempo, su estructura y funcionamiento. Su propósito es entender mejor tanto las lenguas vivas como las muertas,
o sea, aquellas que ya nadie habla, pero que explican el modo en que las lenguas modernas han surgido.
Es decir, la lingüística es la ciencia que estudia los signos del lenguaje humano y se subdivide en tres tipos:

• Lingüística descriptiva. Es la parte que estudia la estructura de la lengua y sus elementos, como la
gramática, que son las reglas y normas que la organizan; la fonética, que son los sonidos o fonemas; la morfología,
que se refiere a cómo se forma una palabra; la sintaxis, que se refiere a cómo se relacionan las palabras entre sí;
la semántica, que se refiere al significado de las palabras; y la pragmática, que se refiere al contexto que influye
en la interpretación de los significados.
• Lingüística histórica. Es la parte que estudia la evolución de la lengua y de las transformaciones de las
relaciones entre las palabras a lo largo del tiempo. También se la denomina lingüística diacrónica que hace
referencia a lo que ocurre a través del tiempo.
• Lingüística aplicada. Es la parte que estudia la lingüística en relación con otras áreas de estudio, como
la psicología, la antropología o la neurología, por lo que cambia o aplica de determinada manera en cada caso.
Por ejemplo, la neurolingüística se relaciona con el estudio del cerebro y sus funciones, y la etnolingüística se
relaciona con el estudio de la lengua y su variación en un determinado contexto sociocultural.
Objetivos: La lingüística es a la vez una disciplina científico-social y una rama de la psicología. Esto se debe
a que su objeto de estudio, el lenguaje, involucra dos tipos de procesos: una serie de procesos mentales (la
adquisición de la lengua, su puesta en práctica, su vínculo con el pensamiento) y otros sociales (la evolución de
la lengua, la pragmática, su rol en la formación identitaria). Por eso, el principal objetivo de la lingüística
implica la formulación de una teoría general de las lenguas naturales y del sistema cognitivo que las hace posibles.
Desde luego, cada una de las ramas de la lingüística posee un objetivo propio, enmarcado en esta meta general de
la disciplina.
Campos y áreas de trabajo: La lingüística se puede organizar en diferentes campos o niveles, de acuerdo
al aspecto específico del lenguaje que sea de su interés, del siguiente modo:
• Fonética y fonología. Se llama así al estudio de los sonidos necesarios para la realización del lenguaje
verbal. Esto abarca tanto las emisiones físicas de cada sonido que es articulado, como la configuración puntual
de nuestro aparato fonador a la hora de producirlo; pero también las imágenes acústicas (mentales) a las cuales
dichos sonidos están asociados y que sirven para referirse a algo en concreto de la realidad. Así, la fonética tiene
que ver con el habla (concreta, física, cambiante) y la fonología con la lengua (abstracta, mental, perdurable).
• Morfología y sintaxis. Normalmente referidas como una única disciplina, la morfosintaxis, estas ramas
de la lingüística se ocupan de comprender tanto la dinámica de la
formación misma de las palabras, o sea, el modo en que se componen y
se integran las piezas significativas mínimas de cada vocablo, como, al
mismo tiempo, la dinámica de formación de las oraciones mediante la
combinatoria de las palabras ya formadas. Esto significa que la
morfología es el estudio de la forma (y formación) de las palabras,
mientras que la sintaxis es el estudio de la organización (oracional) de las
palabras.
• Semántica y pragmática. La primera disciplina de este par, que
suelen estudiarse en conjunto, se centra en el significado de las palabras
y en los modos en que éstas pueden asociarse, compartir sentidos y formar
un sistema léxico, o sea, un enjambre dinámico, vivo, de sentidos;
mientras que la segunda, la pragmática, se interesa más bien por los
elementos extralingüísticos (no verbales) que tienen un rol sobre los
significados, o sea, sobre los contextos en que se dice lo que se dice, y
que pueden resultar tanto o más significativos que lo dicho.
Por consiguiente, la lingüística ofrece a sus profesionales numerosos enfoques de estudio del lenguaje, entre
los cuales destacan los siguientes:

• Lingüística teórica. Reflexiona sobre la naturaleza del lenguaje desde un punto de vista filosófico,
abstracto y general, a menudo cercano a la filosofía del lenguaje, para tratar de formular una aproximación teórica
valedera.
• Lingüística aplicada. Se centra en aspectos más tangibles del lenguaje, como sus dinámicas de
adquisición (terapia de lenguaje), la enseñanza de idiomas, o su rol dentro de las sociedades (sociolingüística).
• Lingüística comparada. Consiste en el cotejo de las formas de uso del lenguaje entre dos
regiones, comunidades o tradiciones humanas, para dar con las similitudes y diferencias existentes.
• Lingüística sincrónica. Estudia el funcionamiento del lenguaje en un momento dado de la historia, sin
interesarse en su proveniencia o su futuro. Generalmente es el enfoque más descriptivo y a menudo se circunscribe
a una comunidad específica de usuarios del lenguaje.
• Lingüística diacrónica. Estudia el funcionamiento del lenguaje entendido como un devenir histórico, o
sea, manteniendo la perspectiva del pasado, presente y futuro para comprender los cambios sufridos y los que
podría sufrir.
• Lingüística computacional. Se ocupa de los aspectos del lenguaje que podrían ser heredados mediante
sistemas informáticos a una inteligencia artificial, o sea, se ocupa de los lenguajes cibernéticos.

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