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Educación física

Actividades lúdicas y ejercicios funcionales.

La educación física resulta ser una parte importante de nuestra formación como individuos, la cual
no solo la implementamos en un ámbito educativo, sino que también en un ámbito recreacional y
libre, con actividades tanto para ayudarnos a despejar nuestra mente como para fortalecernos
físicamente. Ese es el caso de las actividades lúdicas, las cuales se realizan en el tiempo libre y
están destinadas a liberar el estrés, a relajarnos y a escapar de la rutina diaria, con el fin de
entretenernos y complacernos de algún modo, por esa razón, estas actividades pueden abarcar
distintos ámbitos, constituyendo cualquier forma de juego que podamos transformar a nuestros
gustos, como los juegos de mesa, tales como el monopolio, cartas, ludo, crucigramas; los
videojuegos, los juegos al aire libre y los tradicionales, como las carreras de sacos. Se incluyen
también actividades como ir al cine, bailar, hacer manualidades o incluso hacer ejercicio, entre
muchas más; las cuales tienen como principales objetivos estimular la creatividad y la imaginación,
reducir el estrés, la ansiedad y mejorar el bienestar tanto mental como físico a través del disfrute y
la diversión, y favorecer el aprendizaje y desarrollo en las personas de todas las edades, con la
oportunidad de explorar sus capacidades y expresar todo lo que sienten y piensan, de esta
manera, la realización de las actividades lúdicas contribuye al desarrollo emocional y a la
autoestima de cada quien, lo que beneficia a desarrollar habilidades comunicativas y participativas
con otras personas. En este orden de ideas, las actividades lúdicas pueden ser consideradas como
todo aquello que nos resulte gratificante, como los juegos, pero es importante destacar que estas
deben cumplir con ciertas características que nos indiquen que, efectivamente estamos realizando
una actividad de dicho tipo, como saber que estas pueden realizarse individual o grupalmente, y
que pueden fomentar la relación con otras personas; tienden a ser libres, podemos entrar o salir
del juego cuando se desea además de que cada participante puede establecer sus propias reglas y
decisiones, por lo tanto también son flexibles y adaptables a diferentes contextos, preferencias y
necesidades. Estas deben proporcionar un entorno seguro y libre de juicios, donde se pueda
experimentar, cometer errores y aprender sin ser juzgados, pues también deben liberar tensiones,
generando alegría y satisfacción a nivel física, mental y espiritual. Y, entre tanto, forman parte del
desarrollo físico y psicosocial del ser humano, incentivando a la comunicación, a la adquisición de
nuevos conceptos, al estado de ánimo, a la concentración y a la creatividad. Cabe destacar
también, que estas actividades se caracterizan por la utilización de una amplia variedad de
materiales para su realización, dichos materiales varían de acuerdo al tipo de actividad y a los
objetivos que se quieran alcanzar, por ejemplo, para jugar juegos de mesa necesitaremos de
tableros, fichas, dados; si queremos practicar algún deporte se pueden utilizar pelotas, aros,
conos, raquetas; para actividades artísticas y didácticas requeriremos de pinturas, pinceles, papel,
colores, plastilina o incluso libros. También se incluyen computadoras, consolas o celulares para
aquellas actividades tecnológicas, y no podemos dejar pasar los juegos tradicionales, para los
cuales se utilizan material de reciclaje o juguetes antiguos, como muñecos, cometas, canicas,
cartón, papel, madera, limones y cucharas, sacos, cartulinas, fibras vegetales, entre muchas más.
Por otra parte, pero muy ligado al tema principal, existen una variedad de actividades que
podemos considerar como lúdicas como se mencionó anteriormente, incluso aquellas que
incluyen el ejercicio físico. De esta manera, encontramos lo que son los ejercicios de
entrenamiento funcional los cuales son cortos y de intensidad gradual, pero que buscan adaptarse
a los movimientos naturales de nuestro cuerpo para trabajar en cadena los músculos y las
articulaciones, centrándose en los tres grupos musculares principales; tren inferior, superior y el
núcleo o core. Estos ejercicios tienen como principal objetivo que los músculos trabajen juntos, en
grupos, y no de forma aislada, y así obtener un beneficio general, mejorando la funcionalidad de
nuestro organismo y que se prepare para las tareas diarias, por eso estos ejercicios se basan en
movimientos que solemos hacer en nuestro día a día, en la casa, en el trabajo o en la práctica de
algún deporte en específico, como lo es caminar, saltar, correr, subir escaleras, levantar peso,
entre otros, para, entonces, facilitar su realización. Además de que con ellos podemos prevenir
lesiones pues desarrollan y estabilizan nuestro cuerpo de manera eficaz y eficiente. Dichos
objetivos tienen que personalizarse, adaptándose a cada persona, a su estado físico y a las metas
que busca conseguir con ellos, ya sea para fortalecerse por alguna lesión o accidente, para mejorar
el rendimiento para algún deporte o simplemente para sentirse bien y estar en forma, por eso, los
ejercicios funcionales son ideales para establecer una rutina o plan de entrenamiento personal.
Para ello se debe tener certeza sobre lo que se quiere trabajar y mejorar. Como su mismo nombre
lo indica, los ejercicios funcionales deben ser útiles y prácticos, deben funcionar para aquellos que
los realizan y de acuerdo a ello, tendrán una misión concreta con una serie de repeticiones que
dependerá del objetivo de entrenamiento, pero en términos generales, estos sirven para mejorar
la movilidad y flexibilidad en todo el cuerpo, desarrollando la fuerza real, la resistencia, la
potencia, la hipertrofia y lograr la tonificación muscular, y dan oportunidad de entrenar músculos
secundarios que no se ejercitan en otro tipo de entrenamientos. A su vez, también mejoran la
coordinación, estabilidad, el equilibrio y la postura fortaleciendo los músculos que dan soporte a la
columna vertebral, y como también implican movimientos de alta intensidad, benefician a la
resistencia cardiovascular permitiendo realizar actividades físicas por más tiempo, además de
quemar grasa corporal. Todo esto se transfiere a las actividades cotidianas. De esta forma, estos
son movimientos sencillos que hemos realizado en algún punto de nuestras vidas, como en
educación física, donde se combinan los ejercicios aeróbicos con los de fuerza en sesiones de 10,
15 o 20 repeticiones, según lo indicado por el entrenador o profesor, en este caso. Algunos de los
ejercicios más básicos son las sentadillas, las zancadas, steps, la elevación de rodillas y lateral de
piernas, la carrera sin avanzar, el salto estrella el cual es uno de los más comunes que entrena el
sistema cardiovascular; se destacan también el escalador o mountain climber, la plancha, los
abdominales, como los abdominales en semi-V, las flexiones y las rotaciones de tronco, entre
muchos otros más. Sin embargo, los ejercicios funcionales no necesariamente tienen un fin
educativo como realizarlos para una clase de educación física, sino que estos pueden realizarse de
forma independiente, en cualquier momento o espacio libre que nos favorezca para despejarnos y
fortalecernos, y, avanzando progresivamente en cada uno de ellos según nuestras condiciones,
con la particularidad de que deben establecerse como parte de una especie de rutina en función
de nuestra disponibilidad. Así, podemos relacionar los ejercicios funcionales con las actividades
lúdicas en general, pues ambos conceptos buscan lograr un bienestar en la salud general de las
personas, no solo a la salud física con el fortalecimiento y desarrollo de los músculos y las
articulaciones para estar en forma, sino también a la salud mental, desarrollando capacidades de
aprendizaje, fomentando la autoconfianza, la preservación de la autoestima, despejando la mente
de las situaciones estresantes que se pueden llegar a experimentar, y simplemente sentirnos bien
con nosotros mismos y con más claridad. Beneficios que se transmiten a nuestro exterior,
facilitando la relación con otras personas y el entorno. Solo basta tomar un momento de nuestras
vidas para entretenernos y crecer, aprender, desarrollarnos y fortalecernos en el proceso, tanto
físico como mentalmente con cualquier actividad o ejercicio que sea de nuestra preferencia y que
podamos moldear a nuestras necesidades personales.

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