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Universidad Católica de Santo Domingo

Nombre y Matrícula:

Jorge Alberto Santana Beras – 2020-0085

Asignatura:

Derecho Notarial

Sección:

200

Profesor/a:

José Manuel Paniagua Jiménez

Asignación:

Informe Unidad I y II
HISTORIA DEL NOTARIADO

1.1 Civilizaciones Primitivas

En la cultura egipcia existió un antecedente de los notarios públicos actuales, los cuales se
dedicaban a redactar contratos, y a dichos personajes se les conocía con el nombre de
"Agoránomos".

Con respecto a los antecedentes del derecho notarial existentes en Grecia, cohabitaron, por así
decirlo, distintos tipos formas, o tipos o modalidades de notarios.

En este pueblo existían los Apógraphos o Singraphos, también eran llamados Mnemones o
Promnemones. Los primeros se consideraban como verdaderos notarios, y en cada tribu existían
dos de los indicados, los cuales gozaban de mucha importancia.

1.2 Roma

En el derecho romano antiguo existían cuatro sujetos que ejercían funciones notariales, los cuales
eran los siguientes:

El escriba: En Roma, la principal función de este personaje era la de custodiar documentos.


Además, estaba al servicio del pretor en la redacción de los decretos y resoluciones.

Tenían una instrucción muy por sobre la común, y su función les daba derecho a ocupar lugares
preferenciales en espectáculos públicos.

El notarri: Era una especie de técnico cuya tarea era receptar las exposiciones verbales de terceros
y plasmarlas por escrito con rapidez. Actualmente lo llamaríamos taquígrafo, ya que se valía de
signos, abreviaturas y cifras para ser más veloz

No solo fue un valioso ayudante en el ámbito estatal, sino que también lo fue para el abogado y
para los propios magistrados. A veces incluso se lo llamaba para la redacción de convenciones
entre particulares y actos de última voluntad.

El tabularius: Este agente tenía como principal encargo el de confeccionar los listados impositivos
entre los romanos. Como consecuencia de esta tarea, llegan a tener funciones de contadores en
las administraciones centrales de las provincias romanas y de los municipios, como asimismo se
constituyeron en guardadores de los archivos de la comuna. Por todo esto, adquirieron el carácter
de personae publicae.
Además, estos funcionarios cargaban con la recepción de las declaraciones de nacimientos y todo
aquello referido al estado civil de los romanos, y hacían inventarios de las cosas de propiedad
pública y privada.

Por la propia confianza que su labor requería, muchos particulares encomendaban a los tabularii el
depósito de los testamentos y de contratos cuya conservación importaba especial interés.

El tabellio: Tanto el scribae y el notarius como el tabularius eran funcionarios estatales, es decir
integraban el aparato estatal romano en alguno de sus órdenes (Roma, las provincias o los
municipios), ya como funcionarios dotados de poderes y responsabilidades, ya como axuliares de
otros agentes y magistrados.

El tabellio era un operador en las relaciones particulares. Cuando se trataba de comunicaciones


por escrito, notas, cartas y demás correspondencia que un romano debía remitir, no se usaban
tabulas, sino un medio similar pero de menor tamaño que recibía el nombre de ‘’tabella’’, de allí el
nombre ‘’tabelión’’.

Éste era un técnico en aspectos de derecho, cuya función y actividad era netamente privada, no
vinculada oficialmente con el Estado: redactar documentos, todos relacionados con la actividad
particular de los romanos, e incluso, en algunos casos, brindar asesoramiento jurídico.

1.3 Derecho Notarial Germano

El Derecho alemán pertenece, en sus rasgos esenciales, al ámbito jurídico germánico, no al


romano, aun cuando ha sido fuertemente influenciado por el Derecho romano. El Derecho
germánico no conocía ningún redactor de documentos semejante al Notario. Sus leyes no eran
escritas. La pervivencia y desenvolvimiento de las mismas descansaban en la tradición oral. Su
procedimiento judicial era exclusivamente oral. No se sintió la necesidad de una fijación
documental de los procesos jurídicos. Por ello, la primera aparición del Notariado en el ámbito
alemán tuvo lugar, si prescindimos de las funciones, aún muy poco claras, de los Notarios
carolingios, cuando el pensamiento jurídico alemán fue influido por ideas procedentes de los
Derechos romano y canónico. Este proceso, al que llamamos Recepción, se cumplió a fines de la
Edad Media, aproximadamente desde el final del siglo XIII hasta el final del XV. Y a esta época se
remota la más antigua historia del Notariado alemán, caracterizada por la aparición al principio
esporádica, después creciente a ritmo cada vez más rápido, de Notarios en las ciudades alemanas.

1.4 Derecho Notarial en la época Feudal, Media y Moderna


La edad media constituye un período importante bastante importante en la historia y es estudiado
con dedicación, por ello, en esta sede queremos brindarle algunas líneas citando para tal efecto
importante doctrina nacional, que esperamos sea suficiente para comprender la misma dentro de la
historia del derecho notarial.

En la edad media, denominado también etapa del "oscurantismo", por el imperio de lo


extremadamente religioso, pegado al dogma católico intolerable de que la Iglesia era la verdad
absoluta; el Notariado incipiente comienza a adquirir revuelo intelectual y escriturario
acrecentándose en importancia dentro de los claustros monasterísticos (España, Francia),
recogiendo además al bagaje cultural del Asia, vía los conocimientos del álgebra, aritmética,
geometría, música, astronomía que secretamente llegaban de los Árabes a los monjes. En esta
etapa a quienes cumplían la función de notarios, de dar fe a los documentos se les conocía como
los notarios eclesiásticos.

En ésta época es cuando en el notariado se opera una evolución importante. La baja edad media
comprende aproximadamente los siglos XI al XV de nuestra era. En esta etapa el notariado tiene
ya un concepto definido donde la función del notario es más completa y clara como legitimadora,
consejera y autenticante, además de ser entendida como "el arte del buen decir y escribir" por la
influencia de la corriente renacentista.

Italia y España fueron los dos centros de reactivación y evolución del campo notarial, constituyendo
con el tiempo el origen del notariado moderno de tipo latino. Corresponde a esta época la Escuela
de Bolonia y las primeras disposiciones referentes al notariado contenidas en el Fuero Real, en el
Código de las Siete Partidas, en las Leyes del Estilo.

Cabe señalar que la escuela de Bolonia constituye el movimiento científico más notable en el
campo del derecho notarial, siendo su máximo representante Rolandino Passaggiero, quién creó y
enseñó la ciencia notarial dejando obras famosas como "Summa Artis Notarial" entre otras. Se le
llamó en doctrina como el príncipe de los notarios.

1.5 Institución Notarial en América Latina

La tradición notarial en América se remonta al siglo XIX con la incorporación del Notariado a los
ordenamientos jurídicos de las colonias españolas. En su obra Comparece: España. Una historia a
través del Notariado, el historiador Fernando García de Cortázar indica la importancia de la Ley del
Notariado de 1862 en la construcción de las nuevas democracias americanas “en cuanto a las
provincias de ultramar, una vez publicados la Ley y los distintos Reglamentos, el Gobierno hubo de
preocuparse por trasladar la nueva legislación. El camino fue largo y tortuoso, pues hasta el 3 de
marzo de 1873 no se promulgó la ley por la cual en aquellos territorios se organizaba el Notariado
conforme a la norma peninsular.

Unos meses después, el 29 de octubre, un Decreto-Ley disponía la aplicación de la Ley de 1862 en


Cuba y Puerto Rico, y el 8 de diciembre quedaron fijados los aranceles para ambas islas,
reformados en mayo de 1879. El resto de disposiciones sobre las fianzas, demarcaciones,
oposición de ingreso en el Cuerpo, fueron introduciéndose paulatinamente”.

En Costa Rica, la Ley Orgánica del Notariado se promulgaba unos años después: en 1887. La
organización corporativa colegial del Notariado se dilató un poco más en el tiempo: el Colegio de
Escribanos de la República Oriental del Uruguay fue fundado en 1875; en 1892 se creó el Colegio
de Escribanos de Paraguay; en 1896, el Colegio de Notarios de Puerto Rico; en 1947 se constituyó
el actual Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala; el de Argentina, en 1957; en Chile tuvo
lugar en 1961; el Colegio Dominicano de Notarios, en 1967; en 1975 se funda la Federación
Ecuatoriana de Notarios; en 2010, la Unión de Notarios de Honduras.

1.6 Historia del Derecho Notarial Dominicano

Varias leyes se promulgaron y se dictaron diversos decretos tendentes a regular el ejercicio notarial
en la naciente República Dominicana, pero fue el 11 de mayo del año 1857. El presidente de
entonces Buenaventura Báez, promulgó la Ley 472 de Escribanías Públicas, que constituye la
primera ley sobre notariado en el país.

Ya que, además, de regularlo, denomina por primera vez a los escribanos con el nombre de
"notarios"; en los inicios del siglo XX, el día 28 de julio del año 1900, se promulgó la Ley No. 4037
del Notariado, evidenciándose que se trataba de una simple copia de la Ley Francesa conocida
como Ley del 25 Ventoso, que contenía un estatuto completo sobre el notariado, con todas las
características que actualmente posee el notariado latino, cuyas disposiciones y principios básicos
aparecen recogidos en la legislación Dominicana.

Con esta ley se compendiaron varias disposiciones dispersas sobre el ejercicio notarial,
reglamentándose la designación de notarios que debería hacer la Suprema Corte de Justicia,
dictando normas sobre los autos notariales y los protocolos, y estableciendo una tarifa por las
actuaciones de los notarios, manteniéndose vigente con algunas modificaciones hasta el año 1927.
La Ley No. 472 de Escribanías Públicas constaba de 21 artículos divididos en tres títulos que
establecían las disposiciones generales en sus artículos del 1 al 6, las obligaciones de los
escribanos en sus artículos del 7 al 17 y las disposiciones finales contempladas en los artículos del
18 al 21.
Esta ley fue refrendad por Félix María del Monte en su calidad de Ministro de Justicia e Instrucción
Pública. El primer dominicano egresado de la carrera de Derecho, después de obtenida la
independencia de la República, fue Félix María del Monte, quien se recibió como Licenciado en
Derecho el 11 de agosto de 1845, pero es José Furcy Castellanos el primer profesional graduado
conforme al plan de estudios notariales de la Escuela de Notarios adscrita a la Facultad de
Derecho y Ciencias Políticas del Instituto Profesional, quien recibió su título de Notario en
conformidad con las leyes de entonces.

Con respecto a la Anexión a España, no se conoce la incidencia que pudo haber tenido ese hecho
en la reglamentación notarial, pero se cree que algunas aplicaciones de las leyes españolas hubo,
ya que en el año 1862, en España, se promulgó una ley sobre las funciones notariales, la cual fue
considerada como la mejor ley de Europa.

Después de la Restauración, cuando el gobierno del presidente José María Cabral y Báez se
derogo la ley No. 472 y se promulgo la ley No. 966 sobre organización judicial, de fecha 31 de
octubre de 1866. Esta ley hacia obligatorio para los notarios remitir el índice de sus actuaciones a
la Suprema Corte de Justicia hasta el 31 de diciembre de 1866.

A partir de ese momento y hasta finales del siglo XIX, algunas de las leyes se refirieron
tangencialmente al tema del régimen notarial para tocar algunos puntos específicos, generalmente
referentes a la regulación de aspectos judiciales.

En los albores del siglo XX, el día 28 de julio de 1900, se promulgo la ley no. 4037, del notariado, la
que, al leerla desde su artículo primero se comienza a evidenciar que se trata de una simple copia
de la ley francesa conocida como "Ley del 25 Ventoso" la que contenía un estatuto completo sobre
el notariado, con todas las características actuales del notario latino, y cuyas disposiciones
fundamentales y principios básicos aparecen recogidos en la legislación dominicana.

Con la promulgación de la ley de julio de 1900, se compendiaron varias disposiciones dispersas


sobre ejercicio notarial, se reglamentó la designación de Notarios que debería hacer la suprema
corte de justicia, dictando normas sobre los actos notariales y los protocolos y estableciendo una
tarifa por las actuaciones de los notarios. Se mantuvo vigente, con algunas modificaciones, hasta el
año 1927.

Durante la ocupación norteamericana (1916-1924), Se emitieron varias órdenes ejecutivas relativas


al ejercicio notarial, como son:

a) La No. 145, del 5 de abril de 1915, publicada en la Gaceta Oficial No. 2899-B, la cual regulaba,
en su artículo 41, la posibilidad de que en las universidades se concediera el título de Notario,
en su artículo 42, establecía cuáles eran las asignaturas necesarias para obtener dicho título.
b) La No. 192, del 30 de julio de 1918, publicada en la Gaceta Oficial No. 2931, que mencionaba
en su artículo 5, que la Suprema Corte de Justicia podía revocar el nombramiento de notarios,
usando el mismo procedimiento que se usaba para la sustitución de los jueces.

c) La No. 650, del 12 de julio de 1921, la cual establecía, que sólo habría un notario, por cada
cinco mil habitantes, y exigía el título universitario de notario, para su designación, aunque
eximía a los licenciados y doctores en Derecho de la obligación del examen. Determinaba que
la función notarial era incompatible con el ejercicio de juez, fiscal o secretario de cualquier
tribunal.

Durante la presidencia de Horacio Vásquez (1927-1930), el 8 de noviembre de 1927, se promulgó


la Ley No. 770 del Notariado, la cual sufrió varias modificaciones durante sus años de vigencia,
hasta ser derogada, y sustituida por la presente Ley No. 301 del Notariado Dominicano, del 18 de
junio de1964, publicada en la Gaceta Oficial No. 8870, de fecha 30 de junio de 1964, la cual regula
la función notarial en nuestro país.

La Ley No. 301 del 30 de junio de 1964, surge como una necesidad de regularizarlas actuaciones
del notario frente a la sociedad, estableciendo los parámetros y funciones del notario dominicano.
La Ley No. 301 está estructurada de la siguiente manera: seis (6) capítulos y sesenta y siete (67)
artículos, donde trata todo lo concerniente al notariado.

SISTEMAS NOTARIALES: EL NOTARIADO EN EL DERECHO COMPARADO

2.1 Concepto de Derecho Notarial

Es aquella rama del Derecho que está destinada, a través de sus normas jurídicas, a regular la
actividad del notario, a dotar de certeza y seguridad jurídica a los hechos e instrumentos públicos,
a ciertos actos o contratos que se llevan a efecto ante él y la subsecuente custodia de documentos
o valores. También regula y estudia las funciones notariales, la responsabilidad notarial, los
procesos notariales, las escrituras notariales tanto protocolares como extraprotocolares.

2.2 Clasificación del Derecho Notarial

De acuerdo Luis Carral y de Teresa, (Derecho Notarial y Derecho Registral) en cuya obra cita a
Núñez Lagos; hace la mención de los siguientes enfoques de Derecho Notarial:
a) Derecho Notarial Objetivo. Se integra por el ordenamiento jurídico correspondiente al notario e
instrumento público.

b) Derecho Notarial Científico. Tiene como materia de estudio, la investigación y construcción


lógico-jurídica, de los preceptos y conceptos sobre notario, función notarial e instrumento
público.

c) Derecho Notarial Puro. Aquel que se enfoca en la función notarial e instrumento público en su
esencia.

d) Derecho Notarial Aplicado. Aquellas normas singulares de la específica legislación notarial que
se refieran a los requisitos de la redacción de los contratos y demás declaraciones de voluntad,
lo mismo que aquellas modalidades, técnicas o usuales de aplicación por el notario, del
Derecho Sustantivo.

2.3 Fuentes del Derecho Notarial

Las fuentes del derecho notarial son las mismas que se estudian en el derecho civil, en tal sentido
son entre otras la ley, jurisprudencia, ejecutorias, costumbre, doctrina, principios generales del
derecho, principios específicos del derecho notarial, manifestación de voluntad, realidad social,
entre otras.

2.4 Objeto del Derecho Notarial

El notariado es una profesión jurídica que tiene por cometido, asistir a los particulares para
facilitarles la realización espontánea, pacifica del derecho y a cuyo alcance el ordenamiento
jurídico pone a su disposición un conjunto de medios y procedimientos técnicos que el agente
utiliza con método propio, para cumplir su función.

Por ende, para unos el Notario y su conducta, vale decir el notariado, constituyen el objeto del
Derecho Notarial; por cuanto directa o indirectamente sobre ellos recaen todas las
enunciaciones, responsabilidades, contenidas en el conjunto de sus disposiciones.

2.6 Función Notarial


La función notarial es una función pública, por lo que el Notario tiene la autoridad del Estado. Es
ejercida de forma imparcial e independiente, sin estar situada jerárquicamente entre los
funcionarios del Estado.

La función notarial se extiende a todas las actividades jurídicas no contenciosas, confiere al usuario
seguridad jurídica, evita posibles litigios y conflictos, que puede resolver por medio del ejercicio de
la mediación jurídica y es un instrumento indispensable para la administración de una buena
justicia.

2.7 Responsabilidad Notarial

La responsabilidad notarial es una consecuencia derivada de los quehaceres que impone la


función y esto se refiere a las tareas ejercidas por el notario, tanto en su carácter de funcionario
público como el de profesional del derecho. La responsabilidad existe porque el notario atiende una
función pública y tiene que atender a las solicitudes de las personas que acuden en demanda de
sus servicios fedatarios y jurídicos. Es por eso que ninguna persona que solicite los servicios
notariales puede ser defraudada en la confianza que deposite en el notario al que solicitó sus
servicios. Cuando se habla de la función notarial se habla con razón, no sólo de una función
pública sino de una función de calificación de prevención ejercida a prueba de mucho valer
personal y también con base de virtudes superiores. Las cualidades de todo notario han de ser,
pues, la rectitud y la honestidad.

2.8 Redacción de Actas Notarial

El acta notarial es el instrumento público o auténtico original que redacta el notario y conserva en
su protocolo, a solicitud de parte interesada, para hacer constar uno o varios hechos presenciados
por él, declarados por los comparecientes, autorizado con su firma y sello.

2.9 Objeto del Acta Notarial

El objeto del acta notarial son, por tanto, los hechos, a diferencia de otros documentos notariales,
como las escrituras públicas y las pólizas, en las que se recogen contratos.

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