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Tabularii: Fueron notarios o contadores, mencionados por primera vez con este
nombre en época del Imperio Romano. Eran notarios que tenían a cargo los
documentos públicos. Los tabularii públicos fueron establecidos por primera vez
por Marco Antonio en las provincias, quien ordenó que todos los nacimientos
fueran declarados a los tabularii dentro de los 30 días de ocurrido este. Eran
oficiales de censo. También fueron autorizados para intervenir en la redacción
de contratos y actos jurídicos entre particulares.
1.2.4 La Consolidación del Notariado. La Ley y del 25 Ventoso del año XI.
Consolidación del notariado. El notario desde sus orígenes es una pieza básica
de las sociedades democráticas y la economía de mercado. El notario como
funcionario público es una garantía para el ejercicio de las libertades individuales
y patrimoniales, en cualquier situación, incluso frente a los poderes públicos.
La Ley del 25 Ventoso. la Ley del 25 Ventoso del año XI Fue la ley que reguló la
función del notariado, durante la Revolución Francesa, donde se reconoce al
Notario el carácter de funcionario público, menciona las responsabilidades del
notario, así como los derechos y obligaciones que le son conferidos. Esta ley
formó la Concepción notarial, ya que alcanzó tal notoriedad que ni los
legisladores de Italia de 1875, ni los de España de 1862, desdeñaron afirmar que
en ellos se habían afirmado.
Sin embargo, quien se señala como el primer notario de América fue Don
Rodrigo de Escobedo, escribano de cuadra y del consulado del mar, que era en
esos tiempos la institución encargada de regular las relaciones y las actividades
marítimas-comerciales en España, quien en ejercicio de sus funciones
acompaño a Colon en su primer viaje y levanto un acto que da cuenta de la toma
de posesión de la isla de Guanahani, en nombre de los Reyes, isla que el
Almirante llamo San Salvador.
Ya que, además, de regularlo, denomina por primera vez a los escribanos con el
nombre de "notarios"; en los inicios del siglo XX, el día 28 de julio del año 1900,
se promulgó la Ley No. 4037 del Notariado, evidenciándose que se trataba de
una simple copia de la Ley Francesa conocida como Ley del 25 Ventoso, que
contenía un estatuto completo sobre el notariado, con todas las características
que actualmente posee el notariado latino, cuyas disposiciones y principios
básicos aparecen recogidos en la legislación Dominicana.
Ley 301 del notariado. La Ley No. 301 del 30 de junio de 1964, surge como una
necesidad de regularizar las actuaciones del notario frente a la Sociedad,
estableciendo los parámetros y funciones del notario dominicano. La Ley No. 301
está estructurada de la siguiente manera: seis (6) capítulos y sesenta y siete (67)
artículos, donde trata todo lo concerniente al notariado.
El derecho notarial en sí es una rama del derecho que está destinada a regular
la actividad del notario, a dotar de certeza y seguridad jurídica a los hechos e
instrumentos públicos, a ciertos actos o contratos que se llevan a efecto ante él
y la subsecuente custodia de documentos o valores. Su objeto de estudio es
crear el instrumento público y su contenido es el conjunto de actividades que
desarrolla el notario y las partes en la creación del instrumento público.
El notariado es una profesión jurídica que tiene por cometido asistir a los
particulares para facilitarles la realización espontánea, pacífica del derecho y a
cuyo alcance del ordenamiento jurídico pone a su disposición un conjunto de
medios y procedimientos técnicos que el agente utiliza con método propio para
cumplir su función.
Principio de unidad del acto notarial. El notario debe velar porque se cumpla
el principio de la unidad del acto, lo que quiere decir que las partes, los testigos
y el notario deben firmar en el mismo momento en que comparecen las partes a
celebrar el acto o contrato rogado, lo cual debe coincidir con la hora y fecha que
se indica en la escritura. El diccionario del español jurídico define este principio
como la previsión legal de que las diversas formalidades exigidas para
un acto jurídico se cumplan en el mismo momento, sin interrupción temporal,
salvo la que pueda venir motivada por algún accidente pasajero. Este principio
establece la simultaneidad en el tiempo respecto de las distintas etapas de una
escritura pública. La presencia del notario, de las partes, y de los testigos, en su
caso, debe ser única y sin interrupción o suspención al momento de la lectura y
posterior suscripción del documento o instrumento público.
De rogación. Por la rogaciòn los notarios no pueden intervenir de oficio, sino que
deben hacerlo sòlo a pedido de parte, al igual que los registradores pùblicos, por
lo tanto, podemos afirmar que este principio es comùn a ambos personajes o es
comùn a ambas ramas del derecho pùblico, lo cual debe ser materia de estudio
al momento de estudiar derecho.
Principio de interpretación. La interpretación es un principio notarial por el cual
los notarios pùblicos deben interpretar los documentos que les presentan, por
ejemplo deben interpretar las minutas que se le presenten, para que en caso de
ser necesario se redacte la cláusula adicional necesaria, en tal sentido, debe
distinguir nìtidamente la compraventa de la transferencia, ya que la segunda o
ùltima de las indicadas es un efecto de la primera, lo cual es poco conocido por
parte de los abogados, y lo mismo ocurre en el caso de la permuta y
transferencia, donación y transferencia, entre otros supuestos. También se
aplica para que ante el notario se redacte el instrumento necesario.
De publicidad. Todos los documentos del notario son públicos, excepto los
estamentos y los actos auténticos.
El notario podrá dar carácter de autenticidad a las firmas que hayan sido
otorgadas ante él mediante un acto bajo firma privada.