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Epiescleritis y escleritis
Sarju S. Patel, Debra A. Goldstein 4.11
Definición de epiescleritis: inflamación del tejido conjuntivo Diagnóstico y manifestaciones oculares
La epiescleritis puede describirse como simple, cuando una parte de la epies-
entre la esclerótica y la conjuntiva.
clerótica (o toda) aparece inflamada de forma difusa, o nodular, cuando la
inflamación queda limitada a una zona localizada con presencia de nódulos
rojos bien definidos. La epiescleritis nodular suele producir más molestias y
Conceptos clave tiene una evolución más prolongada que la simple. Se encuentra inflamación
bilateral en un 40% de los pacientes.1 La fenilefrina tópica blanquea los vasos
• Autolimitada. conjuntivales suprayacentes y los vasos epiesclerales inflamados.
• Menos dolorosa que la escleritis.
• Se blanquea con epinefrina tópica. Diagnóstico diferencial
• No causa lesiones al globo ocular. El diagnóstico diferencial incluye la conjuntivitis, que es más superficial; la
flictenulosis, que es típicamente móvil, y la escleritis, más profunda y dolorosa.
Tratamiento
Algunos pacientes pueden beneficiarse del tratamiento por motivos estéticos o
Conceptos clave para aliviar las molestias. Muchos médicos optan por emplear corticoesteroides
• Focal o difuso enrojecimiento o decoloración violácea. tópicos, que han sido mejores en un ensayo doble enmascarado aleatorizado
• Engrosamiento de la esclerótica agudo. que el placebo como tratamiento de este cuadro.3 Sin embargo, el uso de
• Puede aparecer un adelgazamiento de la esclerótica. corticoesteroides tópicos puede ser pernicioso por el riesgo de inflamación
• Nódulos. de rebote cuando se reducen las dosis del fármaco.2 Algunos pacientes res-
• Necrosis. ponden bien a otros antiinflamatorios no esteroideos tópicos (AINE). Pueden
• Dolor. usarse AINE sistémicos como tratamiento de la epiescleritis grave o recidi
vante, aunque su uso puede determinar efectos secundarios importantes
(v. siguiente apartado). El tratamiento de la blefaritis asociada es importante.
Epiescleritis y escleritis
Figura 4.11.2 Escleritis con un tono violáceo causado por la inflamación
profunda. Los vasos no se blanquean con fenilefrina tópica.
Figura 4.11.3 (A) Escleritis difusa en un paciente con artritis reumatoide. (B) Obsérvese
que en la tomografía de coherencia óptica del segmento anterior existe un
engrosamiento difuso de la esclerótica con contornos normales del globo en la zona
afectada en comparación con la esclerótica no afectada adyacente.
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Diagnóstico diferencial
En general la conjuntivitis puede diferenciarse de la escleritis por la presencia
de secreción, inflamación superficial y ausencia de dolor intenso o molestia.
La epiescleritis a veces se confunde con una escleritis, aunque en general se
pueden distinguir estos dos procesos por la anamnesis y la exploración clínica.
El enrojecimiento ciliar (inyección) asociado a la iritis aguda puede con-
fundirse con una escleritis. Sin embargo, esta inyección ciliar se suele limitar
al área adyacente al limbo y la iritis parece el cuadro predominante.
Pueden encontrarse masas subretinianas sólidas que se parecen a melano-
mas en pacientes con escleritis (fig. 4.11.11).6,7 La tomografía computarizada
(TC) puede ayudar a establecer el diagnóstico de escleritis en estos pacientes,
Figura 4.11.4 Gran nódulo escleral de etiología indeterminada. (A) Obsérvese porque muestra una masa que realza con contraste y que presenta una iso-
el área amarillenta, que posiblemente corresponda con necrosis de la esclerótica. densidad uniforme con la esclerótica. La ecografía en modo A suele mostrar
(B) La tomografía de coherencia óptica del segmento anterior también muestra muchos reflejos internos en la escleritis (a diferencia de la escasez del mela-
una esclerótica muy engrosada y desorganizada con una zona central de actividad noma) y la ecografía en modo B identifica el engrosamiento de la esclerótica.
y posible actividad necrótica.
Diagnóstico y pruebas complementarias
El diagnóstico de la escleritis anterior es clínico. Es importante explorar
escleritis anterior asociada. Los síntomas de la escleritis posterior pueden al paciente con las luces de la habitación encendidas. Se debería elevar el
incluir dolor, visión borrosa y fotofobia, aunque puede que apenas se mani- párpado y explorar los ojos desde lejos, dado que la escleritis puede pasar
fiesten. Algunos pacientes con escleritis posterior desarrollan proptosis, desapercibida si se explora al paciente solo con la lámpara de hendidura en
aplanamiento de la cámara anterior, desprendimiento exudativo de retina, una habitación a oscuras.
desprendimiento de coroides, edema de la papila y cambios coriorretinianos El diagnóstico de escleritis posterior puede ser difícil. La angiografía con
(figs. 4.11.7A y 4.11.8A). Los cambios coriorretinianos pueden incluir exuda- fluoresceína puede ser útil porque muestra puntos de fuga subretinianos
dos y hemorragias subretinianos, además de un aspecto rayado del epitelio característicos, que coalescen cuando progresa el estudio (fig. 4.11.8B). Esta
pigmentario de la retina en los casos de larga evolución. angiografía con fluoresceína solo se encuentra en el síndrome de Vogt-Koya-
La inflamación de la esclerótica puede ocasionar lesiones estructura- nagi-Harada.8
les al ojo y producir un adelgazamiento con aspecto translúcido de esta La ecografía en modo B resulta de extrema utilidad para el diagnóstico de
(v. fig. 4.11.5). Se encontraron complicaciones oculares en casi un 45% de los la escleritis posterior. El signo de la T, que indica presencia de líquido en la
casos de un estudio, incluida uveítis anterior (26%), reducción de la visión cápsula de Tenon, es muy característico de la escleritis posterior, aunque no
(16%), queratitis periférica (13%) e hipertensión ocular (14%).1 La reducción existe siempre (fig. 4.11.7C). La ecografía en modo B suele revelar el engro-
de la visión se asocia sobre todo a la escleritis necrosante y posterior, aunque samiento de la esclerótica posterior.9 La TC orbitaria con contraste puede
también puede perderse visión como consecuencia del edema cistoide de la mostrar el denominado signo del anillo de realce de la esclerótica, sugestivo
mácula en cualquier tipo de escleritis. El grado significativo de astigmatismo de escleritis posterior. La resonancia magnética no ha resultado más útil
inducido obliga a realizar una retinoscopia en todos los pacientes con escleritis que la TC e incluso puede serlo menos,10 aunque evita los riesgos generados
anterior y pérdida de visión. por la radiación de la TC. La biomicroscopia con ecografía y la tomografía
La escleritis adyacente a la córnea puede asociarse a una queratitis focal de coherencia óptica del segmento anterior pueden ayudar a caracterizar la
o difusa. La queratitis focal puede manifestarse como un infiltrado anular gravedad y la extensión de la enfermedad (fig. 4.11.3B; v. fig. 4.11.4B).11
en el limbo sin la zona clara periférica que se encuentra en los infiltrados El seguimiento de un paciente con escleritis incluye una evaluación de las
marginales por estafilococo (fig. 4.11.9). Puede aparecer una escleroqueratitis vasculitis sistémicas, las enfermedades del tejido conjuntivo y las infecciones.
también con depósitos en el cristalino que recuerdan al azúcar glas o el Una gran parte de esta información se obtiene mediante una anamnesis deta-
algodón de azúcar en la parte profunda de la córnea (fig. 4.11.10). Esta variante llada. Las pruebas analíticas incluyen la velocidad de sedimentación globular,
se denomina queratitis esclerosante.5 el factor reumatoide y los anticuerpos frente a las proteínas citrulinadas, frente
214 Distintos mecanismos pueden conducir al aumento de la presión intra al citoplasma de los neutrófilos (C y P-ANCA), antiproteinasa 3, antimielo-
ocular (PIO). Las células inflamatorias pueden bloquear los vasos emisarios de peroxidasa (anti-PR, anti-MPO) y antinucleares. La revisión por sistemas y la
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Epiescleritis y escleritis
Figura 4.11.6 Sistema de gradación estandarizado de la escleritis. (Reproducido a partir de Sen HN, Sangave AA, Goldstein DA, et al. A standardized grading system for
scleritis. Ophthalmology 2011;118:768–71.)
anamnesis familiar pueden llevar al clínico a solicitar una determinación del de Cogan pueden asociarse a escleritis.18 La sarcoidosis puede producir una
antígeno leucocitario humano B27 o de la serología para la enfermedad intes- escleritis granulomatosa.
tinal inflamatoria. Las pruebas serológicas específicas de la sífilis (incluida Los trastornos infecciosos, como la tuberculosis, la acantamebiasis, la
la prueba de absorción del anticuerpo treponémico fluorescente, la prueba sífilis y la lepra, pueden producir una escleritis nodular granulomatosa
de microhemaglutinación para Treponema pallidum y el inmunoensayo enzi- (v. fig. 4.11.1A). Los virus herpes zóster y simple pueden ocasionar escleritis
mático para la inmuglobulina G de la sífilis) deberían realizarse en todos (fig. 4.11.13). Cuando los virus herpes producen escleritis, en general lo
los pacientes con inflamación ocular. Se puede valorar la realización de un hacen en la fase de recuperación tardía de la enfermedad más que durante
hemograma completo y un análisis de orina. La radiografía de tórax permite la infección aguda.14
descartar tuberculosis, sarcoidosis o granulomatosis con polivasculitis (GPV). La escleritis necrosante puede desencadenarse por una cirugía ocular
Las pruebas ANCA, anti-PR3 y anti-MPO suelen ser positivas en los casos (fig. 4.11.14); se ha descrito semanas a meses tras una cirugía de cataratas,
de GPV, panarteritis microscópica y otras vasculitis relacionadas.12 Se han queratoplastia penetrante, cirugía muscular, cirugía del glaucoma e incluso
descrito dos patrones de inmunofluorescencia distintos. Los patrones ANCA cirugía por pterigión.19-21 Existen evidencias de una enfermedad del tejido
clásicos (C-ANCA) y anti-PR3 son más específicos de la GPV y otras vasculitis conjuntivo de base en algunos de estos casos, pero en otros no se identifica
relacionadas. La positividad de esta prueba puede depender, en parte, de la un factor causante. Las causas infecciosas deberían descartarse en todos los
actividad de la enfermedad; en algunos casos la prueba se negativiza con el pacientes con escleritis postoperatoria.
tratamiento o cuando disminuye la actividad de la enfermedad.13
Anatomía patológica
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Epiescleritis y escleritis
Figura 4.11.9 Úlcera corneal en anillo en un paciente con artritis reumatoide y
escleritis. (A) Obsérvense los infiltrados blancos cremosos en la córnea, que indican
inflamación activa, y la ausencia de un intervalo lúcido entre el limbo y la úlcera.
(B) El otro ojo del mismo paciente. Obsérvense las cicatrices y la vascularización por
una úlcera en anillo activa previa.
Figura 4.11.8 Angiografía con fluoresceína. (A) Fotografía del fondo de ojo
que muestra un desprendimiento exudativo de la retina con pliegues coroideos
en la escleritis posterior. (B) El mismo ojo muestra pliegues coroideos y áreas
de fuga subretiniana, que aumentan de intensidad en las fases tardías de la
angiografía. Este patrón de fuga subretiniana solo se encuentra en el síndrome de
Vogt-Koyanagi-Harada y la escleritis posterior. Muchos pacientes con una escleritis
posterior no presentan, sin embargo, este patrón de fuga.
Epiescleritis y escleritis
Sen HN, Sangave AA, Goldstein DA, et al. A standardized grading system for scleritis. Oph Acceso a la lista completa de referencias en ExpertConsult.com
thalmology 2011;118:768-71.
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