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2 Vasculitis
Orientación REM
Es un capítulo que abarca procesos heterogéneos y que ha motivado preguntas de diferente complejidad. Imprescindible dominar la arteritis de
células gigantes, que es la más preguntada. Las vasculitis necrosantes sistémicas pueden aparecer en otras asignaturas (Nefrología, Neumolo-
gía, Dermatología) y por lo tanto su importancia va más allá de las preguntas de Reumatología.
Panarteritis nodosa
Vasculitis de vasos de mediano tamaño
Enfermedad de Kawasaki
Enfermedad de Behçet
Vasculitis de vaso variable
Síndrome de Cogan
1.2.3. Tratamiento
2.1.2. Manifestaciones clínicas
Se emplean corticosteroides a dosis altas (1 mg/kg/día), que
habitualmente requieren su asociación a metotrexato. Los anta- Se afectan típicamente las vías aéreas superiores e inferiores y
gonistas de la IL-6 (tocilizumab) también parecen, al igual que el riñón.
en la ACG, un tratamiento prometedor. La actitud quirúrgica (co- La afectación de la vía aérea superior es muy diversa y suele
locación de stent, bypass, entre otras.) se debe realizar cuando se ser la manifestación inicial de la enfermedad. Puede producir si-
haya controlado la actividad inflamatoria. El curso es fluctuante y nusitis, otitis media, rinitis costrosa, deformidad nasal en silla de
son comunes las recidivas. montar, perforación del tabique nasal, úlceras linguales o gingi-
vales y estenosis subglótica.
La participación pulmonar (60-80 %) es en forma de nódulos
pulmonares múltiples, bilaterales y a menudo cavitados
2. Vasculitis asociadas a anticuerpos (Fig. 2-3), aunque también pueden aparecer hemorragias alveo-
anticitoplasma de los neutrófilos lares a causa de la capilaritis pulmonar. Las manifestaciones deri-
vadas serán tos, hemoptisis, disnea y dolor.
Los anticuerpos anticitoplasma de los neutrófilos (ANCA) La afección renal es más tardía, se trata de una glomerulone-
pueden identificarse mediante técnica de inmunofluorescencia, y fritis necrosante con semilunas, que puede provocar alteraciones
se puede apreciar un patrón citoplasmático (C-ANCA) o perinu- del sedimento urinario exclusivamente o condicionar deterioro de
clear (P-ANCA) o bien identificando el antígeno frente al que van la función renal.
dirigidos: proteinasa 3 o mieloperoxidasa. Los C-ANCA suelen A esta tríada clásica hay que añadir manifestaciones comunes
estar dirigidos frente a la proteinasa 3 y los P-ANCA frente a la en cualquier vasculitis sistémica, como mononeuritis múltiple,
mieloperoxidasa. Las vasculitis asociadas a estos anticuerpos púrpura palpable, artromialgias o artritis; y otras relativamente
afectan a vasos de pequeño tamaño y a menudo provocan afec- características de la granulomatosis con poliangitis, como paqui-
tación sistémica y grave; entre ellas cabe mencionar, la granulo- meningitis, pseudotumor orbitario y epiescleritis.
Fig. 2-2 | Engrosamiento de la pared aórtica. Fig. 2-3 | Granulomatosis con poliangitis. Nódulo pulmonar cavitado.
Estas manifestaciones pueden dar lugar a dos presentaciones La afectación renal, cuyo sustrato histológico es una glomeru-
distintas: la forma sistémica, en la que se afectan varios órganos lonefritis necrosante focal y segmentaria a menudo con semilu-
con mayor o menor gravedad, pero con manifestaciones como la nas extracapilares, es la manifestación más frecuente (80 %).
pérdida ponderal, fiebre, entre otras; y formas en las que el daño Inicialmente provocará solo alteraciones del sedimento urinario,
se limita a la vía respiratoria superior (localizadas o limitadas). proteinuria y posteriormente deterioro de la función renal.
La manifestación pulmonar típica es la hemorragia alveolar
causada por una capilaritis pulmonar. Se manifiesta por hemopti-
2.1.3. Enfoque diagnóstico sis, disnea y anemia, y la imagen radiológica es la de un daño al-
veolar difuso.
Tradicionalmente, se ha considerado que el diagnóstico es Aparecen con menor frecuencia otras manifestaciones inespe-
anatomopatológico, y que la biopsia pulmonar abierta es la técni- cíficas propias de las vasculitis en la piel (púrpura, nódulos, úlce-
ca más rentable. Sin embargo, un cuadro clínico sugestivo, junto a ras, livedo), multineuritis, isquemia intestinal y síntomas sisté-
la presencia de C-ANCA (antiproteinasa 3), permite establecer un micos como artromialgias, astenia, entre otras.
diagnóstico suficientemente sólido como para iniciar tratamiento. Se asocia en más del 60 % a los ANCA con patrón perinuclear
Las formas sistémicas muestran una estrecha asociación con los (P-ANCA) dirigidos frente a la mieloperoxidasa.
C-ANCA (90 %) y la anatomía patológica combina la presencia de El tratamiento es idéntico al de la granulomatosis con polian-
vasculitis y granulomas. Las formas limitadas tienen una menor gitis, y el pronóstico algo mejor por no presentar tantas recidivas.
asociación con los C-ANCA (50-80 %) y el hallazgo histológico
suele ser solo la presencia de granulomas. La biopsia renal no es
específica de la enfermedad y muestra una glomerulonefritis ne- 2.3. Granulomatosis eosinofílica con poliangitis
crosante pauciinmune (escaso depósito de inmunoglobulinas y (síndrome de Churg-Strauss)
complemento, a diferencia de la nefritis lúpica o la asociada púr-
pura de Schoenlein-Henoch o al síndrome de Goodpasture) con o Este proceso, conocido tradicionalmente como síndrome de
sin semilunas. Puede, no obstante, dar información pronóstica. Churg-Strauss, se caracteriza por la vasculitis pulmonar y sisté-
La presencia de leucocitosis, neutrofilia, anemia de trastornos mica localizada en vasos de pequeño calibre con granulomas y
crónicos, trombocitosis y elevación de reactantes de fase aguda es eosinofilia en sangre periférica y tisular. Es habitual que los pa-
habitual pero inespecífica. (REM CABA 2017, P477) cientes tengan antecedentes de asma y rinitis alérgica.
Como en otras vasculitis necrosantes sistémicas, es común la
presencia de fiebre, pérdida ponderal, artromialgias, entre otras.
2.1.4. Tratamiento De forma más específica se afecta el pulmón, siendo el asma la
manifestación más frecuente y precoz de la enfermedad, a menu-
La primera medida son los corticosteroides a dosis altas, 1 do con infiltrados pulmonares migratorios y no cavitados. Es ha-
mg/kg/día, a los que hay que asociar un inmunosupresor. En las bitual el antecedente de sinusitis, rinitis alérgica y poliposis na-
formas sistémicas se emplea ciclofosfamida (habitualmente in- sal, lesiones cutáneas propias de una vasculitis (púrpura, úlceras,
travenosa en bolos mensuales) o rituximab. Una vez obtenida la nódulos, livedo, entre otras.) y neuropatía periférica. A diferencia
remisión, el mantenimiento debe realizarse con un inmunosu- de otras vasculitis asociadas a ANCA, no es rara la participación
presor menos tóxico, como el metotrexato o la azatioprina. En las cardíaca, que constituye la primera causa de muerte. Es poco co-
formas localizadas, se asocia a los corticosteroides metotrexato. mún la afectación renal.
La ciclofosfamida puede administrarse por vía oral o intrave- El hallazgo analítico más característico es la eosinofilia (>
nosa, siendo esta última opción más segura a largo plazo por 1.500/mm3), se observa asimismo aumento de la IgE y los ANCA
acumular una dosis menor. La toxicidad incluye la afectación me- aparecen con menor frecuencia que en las otras vasculitis (25-
dular (leucopenia), cistitis hemorrágica (que se evita con abun- 40 %) y tienen patrón perinuclear (P-ANCA) dirigidos frente a la
dante hidratación y el empleo de mesna), toxicidad gonadal y au- mieloperoxidasa. Los hallazgos histológicos típicos son la vascu-
mento de la incidencia de infecciones y de neoplasias (vejiga) a litis, los infiltrados eosinófilos y la presencia de granulomas.
largo plazo. (REM CABA 2017, P478) (REM UBA 2016, P865)
La mortalidad se debe tanto a la afectación visceral como a los Dado que el pronóstico es mejor que en las entidades descritas
efectos secundarios (infecciones) del tratamiento inmunosupre- previamente, se puede tratar con corticosteroides únicamente,
sor. Aunque los títulos de ANCA pueden guardar cierta correlación reservando la ciclofosfamida para los casos con manifestaciones
con la actividad de la enfermedad, la reaparición o el aumento de viscerales graves. (REM CABA 2018, P1274)
su título no es suficiente para predecir una recidiva; y aunque po-
demos considerarlo un aviso, no justifica la introducción o modi-
ficación del tratamiento, aunque sí es un motivo para vigilar es- 2.4. Panarteritis nodosa
trechamente al paciente.
2.4.1. Etiopatogenia
Poliarteritis microscópica Granulomatosis con poliangitis (Wegener) Panarteritis nodosa clásica Síndrome de Churg-Strauss
Tamaño del vaso Pequeño y mediano Pequeño y mediano Mediano (arterias musculares) Pequeño y mediano
Granulomas No Si No Si
Microaneurismas No No Típicos No
Rasgo típico Afectación renopulmonar Afectación vía respiratoria superior Hipertensión arterial Asma, eosinofilia,
Microaneurismas Afectación cardíaca
Artritis 50
Muestra una distribución geográfica peculiar, con una mayor
prevalencia en oriente y en los países más orientales de la
Digestivas 25
cuenca mediterránea, y es mucho menos común en occidente.
Aparece a cualquier edad, aunque suele comenzar en jóvenes. Oculares 25-75
En las zonas de mayor prevalencia se asocia al antígeno de his-
tocompatibilidad B51, por lo que el teórico agente responsable Sistema nervioso central 10-20
actuará sobre una base genética.
Afecta a vasos de pequeño y mediano calibre, aunque no
de forma exclusiva, ya que puede interesar a vasos de cual-
quier tamaño, como grandes arterias (donde puede provocar
oclusiones, aneurismas y roturas) o venas (trombosis veno-
sa profunda).
Se trata de una enfermedad no solo multisistémica
(Tabla 2-3), sino que puede mostrar gran heterogeneidad en
su presentación.
Las úlceras orales son la manifestación más frecuente y pre-
coz. Son dolorosas, aparecen en cualquier punto de la cavidad
oral y curan sin dejar cicatriz. Las úlceras genitales son algo
menos habituales y se localizan en el escroto o la vulva. Suelen
ser de mayor tamaño y dan lugar a cicatrices.
La afectación cutánea puede consistir en un eritema nodoso
(Fig. 2-5), o bien en pseudofoliculitis o lesiones acneiformes. El
fenómeno de patergia (desarrollo de un nódulo o úlcera cutá-
nea a las 24-48 horas de haber realizado una punción estéril en
Fig. 2-5 | Eritema nodoso.
la piel), traduce una hiperreactividad inespecífica de la piel
que, sin embargo, es característica de la enfermedad.
La artritis, no erosiva, puede adoptar diferentes patrones La uveítis, tanto anterior como posterior, se manifiesta de
(monoarticular, oligoarticular o poliarticular). La clínica diges- forma precoz y puede condicionar, especialmente la posterior,
tiva imita la provocada por la enfermedad inflamatoria intesti- pérdida irreversible de visión. La afectación del sistema nervioso
nal y, de hecho, se debe a la presencia de úlceras preferente- central no es precoz, pero puede manifestarse de formas muy
mente en la región ileocecal, aunque puede afectarse cualquier diversas y afectar al parénquima (tronco), las meninges (me-
localización del tubo digestivo. ningoencefalitis aséptica) o el sistema vascular (trombosis de
senos, ictus) y, consecuentemente, las manifestaciones clínicas Nefropatía: es menos frecuente en la infancia (25 %) y, más
serán variadas. común y persistente en adultos. La manifestación típica es la
El diagnóstico es clínico, ya que la histología en algunas ma- hematuria (microscópica y a menudo macroscópica), y es más
nifestaciones (úlceras en el tubo digestivo) no muestra vasculi- rara la proteinuria y aún más el deterioro de la función renal.
tis.
El tratamiento depende de la gravedad de las manifestacio- Otras manifestaciones son la fiebre y la orquidoepididimitis.
nes que se presenten, desde la colchicina y los corticosteroides Se puede encontrar elevación de IgA en plasma y depósito
tópicos para las úlceras orales, hasta corticosteroides a dosis de esta tanto en los vasos cutáneos como en el mesangio. La
altas para las manifestaciones neurológicas graves. La afecta- forma de afectación renal más habitual es la glomerulonefri-
ción ocular requiere corticosteroides, inmunosupresores (aza- tis mesangial.
tioprina, ciclosporina) y anti-TNFα. En su manejo se deben evitar los antiinflamatorios no esteroi-
deos y emplear los corticosteroides para los síntomas digestivos.
La afectación renal grave se trata con corticosteroides e inmuno-
supresores.
3. Asociadas al depósito de
inmunocomplejos
3.2. Crioglobulinemia
Se han denominado también vasculitis leucocitoclásticas
(haciendo referencia a un hallazgo anatomopatológico caracte- Se define por la presencia en plasma de crioglobulinas, esto es,
rístico como es la presencia de “polvillo nuclear”, que corres- inmunoglobulinas que precipitan de forma reversible con el frío
ponde a restos de núcleos de los granulocitos) o vasculitis por (vasculítis asociadas a inmunocomplejo). Se clasifican en función
hipersensibilidad (atendiendo a que a menudo aparecen en re- del tipo de inmunoglobulina que se identifica (Tabla 2-4).
lación con la exposición a algún antígeno exógeno). El síntoma más frecuente es la púrpura palpable, aunque son
El desencadenante más habitual es el uso previo de fárma- también habituales las artralgias o artritis, la presencia de acro-
cos, o bien alguna infección (por virus de la inmunodeficiencia cianosis o fenómeno de Raynaud, y menos comunes la neuropatía
humana, hepatitis B o C, Parvovirus B19, citomegalovirus, entre periférica y la glomerulonefritis membranoproliferativa difusa.
otras.), vacunación o la presencia de una neoplasia, especial- Además de identificar las crioglobulinas, suele haber niveles
mente hematológica. También podemos encontrar esta afecta- bajos de complemento y factor reumatoide positivo.
ción cutánea asociada a enfermedades autoinmunes como ar- La base del tratamiento es el de la enfermedad desencadenan-
tritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico, síndrome de te, que en la mayoría de las ocasiones es la hepatitis C. Si no hay
Sjögren, dermatomiositis o cirrosis biliar primaria. una infección subyacente y se producen manifestaciones graves,
Es el tipo más frecuente de vasculitis y afecta a arteriolas, se emplean inmunosupresores (azatioprina, ciclofosfamida o ri-
capilares y vénulas, produce afectación cutánea especialmente tuximab). (REM CABA 2018, P1276) (REM UBA 2017, P917) (REM
en forma de púrpura palpable y en menor medida nódulos o úl- CABA 2011, P2063)
ceras. Si provoca otras manifestaciones clínicas como artral-
gias, malestar, febrícula, entre otras; estas no suelen ser mar-
cadas, y en caso de serlo o acompañarse de neuropatía periféri- 3.2.1. Eritema elevatum diutinum
ca, alteraciones del sedimento, entre otras; se sospechará una
vasculitis necrosante sistémica. Se manifiesta como pápulas dolorosas y pruriginosas en las
Se debe retirar el factor desencadenante (si existe), realizar áreas de extensión de las extremidades. Se asocia a procesos co-
reposo y en caso de daño cutáneo extenso se pueden emplear mo la infección por virus de la inmunodeficiencia humana, hepa-
dosis bajas de corticosteroides. titis, sífilis, crioglobulinemia o gammapatías monoclonales, e in-
cluso con procesos autoinmunes. Se debe a una vasculitis leucoci-
toclástica inespecífica.
3.1. Púrpura de Schoenlein-Henoch
Es la vasculitis más frecuente en la infancia, aunque en cerca
del 20 % de los casos ocurre por encima de los 20 años. Es ha-
bitual que sea precedida por una infección respiratoria alta Tabla 2-4. Clasificación de las crioglobulinemias
(Streptococcus betahemolítico grupo A) o tras el consumo de al-
Inmunoglobulinas Tipo Asociación
gún fármaco.
Produce cuatro manifestaciones típicas: Única Monoclonal Procesos linfoproliferativos
I
células B
Púrpura palpable, predominantemente en las nalgas y los
miembros inferiores. Dos o más Monoclonal + Virus de la hepatitis C (60-90
Artralgias o artritis migratoria en las grandes articulaciones Policlonal %), infecciones,
II enfermedades autoinmunes
(rodillas, tobillos, carpos y codos).
Dolor abdominal cólico debido al edema de la pared intesti- (síndrome de Sjögren, lupus
nal, con náuseas y vómitos, que puede complicarse con eritematoso sistémico),
neoplasias
sangrado o intususcepción. Dos o más Policlonal
III Crioglobulinemia mixta
esencial
Se presentan a continuación:
Recapitulando
La ACG siempre afecta a personas de edad avanzada. Produce cefalea, claudicación mandibular y pérdida de visión con o sin clínica de
polimialgia reumática, y marcada elevación de la PCR y la VSG. Si hay pérdida de visión, el tratamiento es una urgencia (pulsos de corti-
costeroides intravenosos). En ausencia de clínica ocular, se trata con dosis altas de corticosteroides (por vía oral) y la biopsia no debe
demorarse.
En la arteritis de Takayasu se afectan pacientes de menos de 50 años que presentan un fenómeno isquémico (habitualmente ictus),
junto con afectación sistémica (fiebre, elevación de la VSG y de la PCR, entre otras).
La afectación pulmonar o la presencia de ANCA descarta la panarteritis nodosa clásica.
La participación de la vía respiratoria superior sugiere granulomatosis de Wegener, pero puede ocurrir en el síndrome de Churg-Strauss,
en este caso con eosinofilia.
Los C-ANCA (antiproteinasa-3) son propios de la granulomatosis de Wegener.
Los P-ANCA (antimieloperoxidasa) son propios de la poliarteritis microscópica o del síndrome de Churg- Strauss.
Ante la sospecha de enfermedad de Kawasaki, está indicada la administración de inmunoglobulinas intravenosas para controlar los
síntomas y evitar las complicaciones cardíacas. No están indicados los corticosteroides
La púrpura de Schoenlein-Henoch es la causa más frecuente de vasculitis en la infancia. Las manifestaciones clínicas típicas son púr-
pura palpable, artritis y dolor abdominal.