RESUMEN DEL CUENTO OSHTA Y EL DUENDE

Érase una vez un niño llamado Oshta el se encontraba al pie de la cordillera junto a su madre ,
ella le dijo que debía cuidar las ovejas mientras regresaba a la choza, Oshta tenía miedo y no
quería quedarse solo, osta comenzó a cantar de pronto vino el zorro y lo felicitó por la forma
que cantaba quería engañarlo, pero Oshta se dio cuenta de sus intenciones y le dijo que el
quería comerse a sus ovejitas , el zorro se molestó por desconfiar y le le dijo que le invitara la
pollita que le había dejado su madre , Oshta accedió con la condición que se cubra los ojos al
zorro y le hizo abrir el hocico y le metió una piedra, y se atragantó y murió el zorro.

Luego el puma llegó y le dijo que quería comerse a sus ovejas. Oshta dijo estar preparado para
su llegada y que había matado y desollado a la mejor oveja para el puma, en realidad le ofrecía
el cuerpo del zorro que había matado.

De pronto se escucho una risa burlona era el duende quien se presentó como un “espíritu de la
tierra”, el niño le hizo preguntas y el duende le dijo que había venido acompañarlo.

¿Dónde estás? ¿por qué no me permites verte? exclamó Oshta. el duende bebería agua y
tendría apariencia humana, apareció un enanito feo, sacó una bolsita de hermosas piedras y
Oshta le explicó que no sabía jugar y el duende le dijo que sacara una piedra y la pone dentro
de su mano y debía adivinar que color es y así empezaron a jugar de pronto su madre empezó
a llamarlo desde lejos Oshta quería irse y el duende lo retenía. Le hizo beber el agua para que
desaparecieran. Oshta ya no quería seguir jugando, el duende insistía y se reía ¡no sabes lo
que te aguarda! Decía.

Oshta le respondió que le aguardaba su madre, hermanos, su choza, el duende le dijo que
habían jugado 58 años y medio. Oshta tomó la cantimplora y bebió recobrando su apariencia
humana. Osta buscó a su madre y encontró a una mujer muy vieja junto a una piedra la mujer
exclamó ¡Oshta hijo mío! ¿Quién me llama? Preguntó él y ella contestó quien va ser tu mamá
Silveria hijito mío Ostha se sorprendió han pasado 58 años y medio, volvamos entonces a
nuestra choza todo se derrumbó dijo la anciana lo que importa es que hayas regresado. ¿Cómo
has tenido paciencia para esperarme? Le preguntó a su madre ella respondió para eso soy tu
madre Oshta hijo mío