Está en la página 1de 107
DE J. V. FOIX CON SU IN FERPRELACION, EN VERSOS ea TiD ANOS) 3 JUAN RAMON MASOLIVER NOTA LIMINAR Que J. V. Foix equivale a una literatura entera, que mul- tiplica con su plenitud los manantiales nativos y sus posibilida- des internas, son hechos elementales que ya encajaron en el entramado basico en que la poesia catalana se mueve. Cuando en junio de 1979 empecé a esbozar una serie de sonetos, con el Ausids March de Raimon en la mente, no podia imaginarme todo lo que tenia que suponer para mt el confuso 5 boosie de Obres postiques, Premio Nacional de literatura (Barcelona: Nauta, 1964), que lei poco después de aparecer, en pleno des- cubrimiento del idioma que la escuela nos habia escamoteado y en medio de una desorientacién tan grande como la seduccién ejercida El poeta popular, el poeta investigador, el periodista, el de- portista, el de la revolucién catalanista, el poeta del arte nuevo, el pintar extremo de hoy, el poeta que para entenderle «1 que leer a Séfocles primero» (al decir de Salvat-Papasseit), «el mas poderoso taumaturgo del verso y de las palabras en el absoluto de su lirismo» (segtin Riba), el aristécrata terral, el religioso teliirico 0, en una palabra, el del real poético, todos ellos nos deslumbraron en el momento en que nos aventurdba- mos a la palabra priblica con su desfile arrollador, al emerger sobre la larga marcha de un tiempo y de una gente que uno de los hechizados tringulos del pintor Viladecans puede esplén- didamente simbolizar. Su obra entera, mds allé de la depurada seleccién de sus mecanismos, nos ha proporcionado una visién total a través de una motivacién autobiografica velada y casi siempre tacita, y ba sabido profundizar, fiel a su oficio, en el misterio del hombre, 7 en una tentativa cuyo logro da respuesta a ta plena integracién de la identidad humana. Al paso de su juventud invulnerable, el reconocimiento a su persona crece y creceré. «Bien lo sabéis, y es profecia.» Con estas palabras saludaba doce afos atras el octogésimo aniversario de J. V. Foix. Diez, once afios después su nombre felizmente ha desbordado el marco residual de nuestra literatura periférica y por segunda vez, antes bajo signo aperturista en plena dictadura, ahora bajo gobierno socialist, ha conseguido el Premio Nacional de literatura ante el desconcierto de signifi- cativa parte de la clase intelectual y dirigente del conjunto bis- panico. R. Pinyou-BatascH CUANDO SE RECONOCE EN FOIX AL «MIGLIOR FABBRO» El reconocimiento que del sumo trovador Arnaut Daniel hace, por boca de su propio maestro Guinizelli, el Dante de la Commedia viene que ni pintado cuando el nuevo Premio Na- cional de las Letras espafiolas recae con plenos votos en quien, si leva ms afios que nadie pluma en mano, sigue siendo el més joven y arrogante alférez de todas las vanguardias al par que insomne y hicido vigia hecho paradigma del empuje crea- dor {nsito en una irrestafiable tradicién cultural socorrida por una constante de entronques mediterrdneos, en él temperada con el cabal conocer de las travesfas y experimentos de tan- tas literaturas y puesta a prueba en el diuturno plantearse, tam- bién, los mudables incentivos y tensiones de nuestra hora. Estoy aludiendo, excuso el decirlo, al poeta Josep Viceng Foix —nacido en el recoleto Sarria, cuando atin no era barrio de Barcelona—, insustituido «banderante» en el flamear, asi el sabor a natura y a pueblo como el requintado trobar clus © ejercicio de abstrusos saberes, més el correctivo de la iro- nia por flor del entrafiado humanismo de quien el 28 del mes de enero de 1986 cumplia sus operantes noventa y tres afios. Durante mds de veinte, hasta el tajo de nuestra guerra, J. V. Foix fue el investigador, el experimentador constante y muy atento a todas las vanguardias europeas, en ellas militando incluso, mas sin bajar jamds la guardia, disimulando apenas cierto distanciamiento critico en su indesmayable afin de labo- rar por «una nacié i una literatura ressorgents». Voluntaria y ardientemente metido en esa aventura de las vanguardias, sin distancia entre el desorden de los sentidos —la manifestacién dle la vida en torno— y Ia verdad iiltima: una como resonancia del compromiso orsiano entre irrealismo y orden. Lo que no debe sonar a paradoja cuando los primetos pontifices del van- guardismo catalin: Junoy, Folguera, el propio Foix 0, en otro nivel, el poeta Salvat-Papasseit dispensador de tan encendidos papeles de vanguardia, son los herederos directos de los pos- tulados del movimiento cultural, y social, més europeista —e insobornablemente catalina un tiempo— que fue el Noucen- tisme orsiano, con su doctrina de la curiosidad y su sistemé- tica divulgacién de la actividad artistica europea, la francesa y la italiana en primer término. Y ése es el norte a que apuntd la actividad publicistica del sarrianense, en las revistas litera- rias —desde Trogos a L’amic de les arts y Quaderns de Poesia— y sobre todo con los inolvidables Meridians, firmados Fdcius en el diario La Publicitat, que eran nuestro miradero a Europa y auténtico pan espiritual. Como lo fuera, en La Veu de Cata- Iunya, el Glossari de Xénius para nuestros mayores. Su perfecto conocimiento de las vanguardias, su comunién con ellas incluida, quedan patentes en sus espléndidas traduc- ciones de poetas futuristas, dadaistas y surtealistas como en el prodigio de concentracién verbal y lirica, la transposicién en campo onitico de sus propias vivencias y reflexiones de las requintadas prosas liricas, dispensadas en alguna revista minori- taria de entonces y en un par de breves libros. Y fue menester el trauma de Ja guerra civil, y el dilatado silencio impuesto des- de las alturas a las letras y la cultura catalana toda, para que el poeta Foix acudiera a forzar aquellas tinieblas; para que, ante la «inmensa minoria», se impusiera como poeta de cuerpo ente- ro, uno de los mayores que haya tenido su lengua. Tal fue la sorpresa ante los concentradisimos y rantes, los insupera- bles sonetos de Sol, i de dol (significativamente fechado en 1936, aunque aparecié once afios después), seguido a los con- tados meses por los no menos rigurosos poemas —pero con toda la carga onfrica de los viejos tiempos— de Les irreals omegues, que en sus obscuras metdforas bordan los quebrantos que han dejado Ilaga en la gente del pafs. Esos poemas de experta mnisica que vienen precedidos de tftulos largufsimos —a modo de obertura de 6pera— muy caracter{sticos en la poe- 10 sfa foixiana ulterior, Aqui el modo coral, mediante la més desa- tada perifrasis imaginistica, si en el anterior Ia escultérea y acerada contencién de un Ausids March (y de Cavalcanti o Petrarca), exhumando gemas del rotundo lenguaje medieval Esta es otra, con el tenso espfritu moral, de las aportacio- nes capitales de la poética de Foix: enriquecer, oportunamen- te, un lenguaje literario que las adversas circunstancias man- tuvieron demasiado tiempo en sordina, devolver Ia conciencia viva de una lengua. Si, nunca se clogiaré bastante la ingente labor lingiifstica de un Carner, o un Riba después (y un Saga- tra, en coto muy distinto), de ninguno es segunda la de Foix donde, empalmando a Verdaguer —en este sdlo respecto— con los estramps medievales, potencia la enorme fuerza consonin- tica y monosflaba del catalan. Llevaéndoles de ventaja la asimi- lacién plena de los modos y ritmos que animaban la poesia toda —de aquf y de Provenza y Sicilia y la Toscana— antes del encorsetamiento renacentista y de sus derivaciones nérdi- cas. Una expresividad mayor, en consecuencia, por mds robusta y franca. Y con menos sentimentalismo, por ende, si con tal entiendes lo opuesto a sentimiento. Conciencia idiomética, amplia gama de bien asimilados sa- beres, vigor expresivo y seguro gusto, al servicio de una inte- ligencia penetrante, una curiosidad —intelectual, vital— nunca una frescura de espfritu que compagina la inmediata y sintética concepcién mental, sobre cualquier incitacién, con el abandono hiicido, la ironfa, el dicterio popularesco, lo muy de ayer con lo de ahora mismo. Socorrido, todo, por un ofdo sin falla y un excepcional sentido plastico en un, digamos, pantefs- mo nivelador, totalitzador. Maestro seguro siempre, que jamas renuncia a aprendizaje atento. No debe sorprender, por tanto, que unos libros publicados a treinta y més afios de su redaccién primera aparezcan con fuerza bastante como para convertirse en alimento y pauta de poetas novisimos; que los ensayos y monitores sugeridos ha- ce cincuenta por acucios del momento, se lean con igual gusto y provecho que entonces, mantengan {integra la leccién como Jos que los incentivos de esta hora siguen dictindose. A tal pun- to que en un mismo volumen —donde sein costumbre incluye reflexiones, prosas poéticas 0 poemas en disposicién prosistica, claborados en un arco de muchos aiios— trabajo costaré ras- trear diferencias de tiempo, intensidad y gusto. A un cuarto de siglo de la pérdida del eximio poeta Carles Riba y su entonces indiscutible magisterio; desterrada —esperemos que pata siem- pre— la beligerancia contra todo lo catalén, que a jévenes poe- tas y cantautores y todo un pueblo movid, después, a traer sobre Ia frente la poesia moral y los sarcasmos de otro grande, Salva- dot Espriu, es significative por demds que esa dilatada vigencia de la leccién de Foix siga sin una arruga. Més; que los mejores poetas catalanes de ahora mismo al sarrianense rindan, undni- mes y fundadamente, igual tributo que Dante a Virgilio con su «tu duca, tu segnore € tu maestro». Juan Ramon Masociver TREINTA POEMAS De SOLO, Y DOLIENTE De Sol, i de dol Sol, i de dol, i amb vetusta gonella, Em veig sovint per fosques solituds, En prats ignots i munts de llicorella I gorgs pregons que m’atuten, astuts. I dic: On s6? Per quina terra vella, —Per quin cel mort—, o pasturatges muts, Deleges foll? Vers quina meravella Dastre ignorat m’adreg passos retuts? Sol, séc etern. M’és present el paisatge De fa mil anys, 'estrany no m’és estrany: Jo m’hi sent nat; i en desert sense estany O en tuc de neu, jo retrob el paratge On ja vaguf, i, de Déu, el parany Per heure'm tot. © del diable engany. Solo, y doliente, en vetusta gonela, suélome ver por andurriales fuscos, prados ignotos, montes de cayuela y hondones prontos a pararme, astutos. Digo: ¢Dé estoy? ¢Por qué antafiona hijuela —qué cielo muerto—, o pastizales mudos, suspiro loco? gEn pos de cual estela de un astro incierto voy, paso inseguro? Siéntome eterno, solo, ante un paisaje con afios mil, sin extrafieza alguna: de aqui soy yo; en desierto sin laguna 0 en blanco pico, no otro es el paraje por donde anduve, y, de Dios, el amafio de haberme entero. O del diablo el engafio. v ‘Oh! Si prudent i amb paraula Lleugera Sabés fixar I'imperi de la ment, I amb habils mots, la passié naixent, Del meu estil pogués fer presonera. Si, fugitiu de la fais6 estrangera, Arromancés en dura nit, dolent, L’amor del Tot i del Res, sense esment Del fosc i el rar, i a I'aspriva manera Dels qui en vulgar parlaren sobira, —Oh Llull! Oh March!—, i amb claredat de signes, Riistec perd, sever pogués rimar Pels qui vindran; si, ponderats i dignes, Els meus dictats guanyessin el dema, Sense miralls ni atzurs, arpes ni cignes! en jOh! Si fijara en palabra ligera, prudente yo, el mandato de la mente y con voz hébil, la pasién naciente poder mi estilo hacerla prisionera; ‘si puesta a un lado la hechura extranjera en dura noche versease, doliente, del amor, Todo y Nada, no pendiente de oscuro o raro, a la éspera manera de quienes mi habla hicieron soberana —joh Llull! joh March!—, y bien claros los signos ristico fuese, y serio, mi rimar a los que vengan, si enjundiosos, dignos, pueden ganar mis versos el mafiana, sin arpa, espejos, cisnes ni azahar! Bru i descofat, i descale, d'aventura, En dia fosc, per les platges desertes Errava sol. Imaginava inertes Formes sense aura i nom, i llur pintura. I veia, drets davant llur sepultura, Homes estranys amb les testes obertes, Un doll de sang en Ilurs ombres incertes, T un cel de nit fent dura lur figura. Entre sospirs, el seny interrogava Si veia just: ¢Les imatges funestes Eren en mio en Ja natura brava? I m’ho pregunt encara en mil requestes: Les ficcions —i jo en visc!—, ¢fan esclava La ment, o sén els seus camins celestes? Bruno, a pelo, descalzo, de aventura, oscuro el dia, por playas desiertas erraba solo, imaginando inciertas formas sin aura y nombre, y su pintura, Y en pie vefa ante su sepultura a extrafios hombres, cabezas abiertas, manando sangre en sus sombras inciertas que un cielo negro recortaba, duras. Mi sensatez, ansiosa interrogaba si ello era asf: gTan sélo lo imagino ‘© esté ya, acaso, en la natura brava? Demandas son que resolver no atino: ¢Ficciones —json mi vida!— hacen esclava la mente, o son su celestial camino? 2 Jo tem la nit, perd la nit m'emporta Ert, pels verals, vora Ia mar sutjosa; En Ilum morent la cobla es sent, confosa, Em trob amb mi, tot sol, i aixd em conforta. Negres carbons esbossen la mar morta, L’escs pujol i la rosta pinosa, Perd jo hi veig una selva frondosa, Ten erm desert imagin una porta. La fosca nit m’aparenta pissarra I, com I'infant, hi dibuix rares testes, Un mén novell i el feu que el desig narra. Me'’n meravell, i tem —oh nit que afines Astres i seny!—. La mar omples de vestes, I una veu diu: «Plou sang a les codines.» 2 Temo a la noche, y rigido me lleva por las afueras, a la mar humosa; en la luz muerta se oye apenas Ia «cobla», conmigo a solas voy, y ello me templa. Negros tiznes sugieren la mar muerta, el pueyo exiguo y la cuesta pinosa, mas me imagino una selva frondosa, y en el desierto erial veo una puerta. La obscura noche brindame pizarra y, asf el nifio, le pinto rostros raros, un nuevo feudo que el deseo narra. Me asombro, y temo —joh noche que los astros y juicio afinas!—. La mar engalanas, ¥ oigo que sangre Ilueve en los cascajos. A Manuel Pla i Salat Es per la Ment que se m’obre Natura A Tull gol6s; per ella em sé immortal Puix que V'ordén, i enga i enlla del mal, El temps és u i pel meu ordre dura. D’on home s6. I alluny tota pastura Al meu Ilanguir. En ella I'Irreal No és el fosc, ni el son, ni I'Ideal, Ni el foll cobeig d’una auranga futura, Ans el present; i amb ell, l’hora i el loc, I el cremar dolg en el meu propi foc Fet de voler sense queixa ni usura. Del bell concret faig el meu calid joc A cada instant, i en els segles em moc Lent, com el roc davant la mar obscura. 24 A Manuel Pla Salat La Mente es la que me abre la Natura al ojo ansioso; asi me sé inmortal pues yo la ordeno, y sea cual fuere el mal, el tiempo es uno y por mi orden dura. De ahi que hombre soy. Y evito dar pastura a mi languor. En ella lo Irreal no es lo oscuro, el suefio o el Ideal, ni el loco afin de una dicha futura, sino el presente; en él la hora y lugar y el dulce arder dentro mi propio fuego que es voluntad sin lamento ni usura. Bello concreto al instante es mi juego célido, y en los siglos es mi andar Jento, cual roca ante la mar obscura. No pas l'atzar ni tampoc 1a impostura Han fet del meu pais la dolca terra On vise i on pens morir. Ni el fust ni el ferre No fan captiu a qui es don l'aventura. Clos segellat, oh perfecta estructura De la mar a Ponent, i a I'alta serra —Forests dels Pirineus—, on ma gent erra!: A Ella els cors en la justa futura. Sal de beutats: la Mar és el teu signe I els teus magnes cabdills la feren dea; Paga tribut i un temps fores insigne. Oh vigorosa estirp! Esclava indigna Que cobeges viltats: Sagna, i signa El teu rescat, i el retorn a la Idea! % No ya el azar, tampoco la impostura, de mi pais hicieron dulce tierra do vivo y motir pienso. Nave o guerra no apresan a quien didse a la ventura. Coto sellado, joh perfecta estructura del mar hasta Poniente y la alta sierra —bosques sin fin— por do mi gente yerra! Por Ella, sus, en la justa futura. Tierra de encantos: es la Mar tu timbre, de ella te hicieron tus caudillos dea: parias pagé, y un dia fuiste insigne. iOh vigorosa estirpe! Esclava indigna que apeteces vilezas. jSangra, y signa tu redencién, y el retorno a la Idea! 7 Com és la carn, guanyat el goig, d’inerta Que ens som estranys en ignorat jard{ I rebutgem, sedents, nctars i vi, Enyoradissos d’una deu incerta? Quin gai tremir de veus en nit coberta Ens ajunta clement, com si el morir Fos per tu i jo integrats, llindar i cami Dialba latent della I’angoixa oberta? Aquestes veus, i el mar, i el moviment ‘De Ilums i tons somorts a I’aventura, S6n un fendir I'Instant amb el seny mort. Closos els ulls, i al dolg batec del cor, Vivim, enlla del Temps, V'altre Element Amb aigua i foc, i vents sense captura. ¢Tan inerte es la carne, tras el goce, que extrafia uno a otro en ajeno jardin y, aunque con sed, vino y néctar rehusamos afioradizos de no sé qué fuente? eTremar de voces gayo en plena noche clemente vino a unimnos, cual si muerte, ni y yo integrados, fuese umbral y senda de alba latente tras Ia abierta angustia? Voces asf, y el mar y el movimiento de febles luz y tonos al azar son hendir, sin cautelas, el Instante. Dulce el latir y cerrados los ojos vivimos, Tiempo all4, el otro Elemento con agua y fuego, y vientos desatados. De LAS IRREALES OMEGAS De Les Irreals Omegues PER A ESSER A TEMPS A L'OFERTORI EM VAIG HAVER DE TIRAR AL RIU, TOCANT A LA PRESA DE MONISTROL: PERO LA PLACA DE DAVANT EL TEMPLE ERA TAN CANVIADA, QUE VAIG TENIR EL PRESSENTIMENT DE TROBAR-ME EN UNA CIUTAT FUNCIONAL ESCANDINAVA. A L’ALTRA BANDA DEL RIU ELS ALLISTATS DE TOTES LES LLEVES: HOPLITS, MAMELUCS, GENISSERS, MILICIANS, ETC..., ESCOLTAVEN ELS ORACLES I CRIDAVEN EL TEXT DE LLURS PANCARTES: —IL FAUT S'ENGAGER! IL FAUT S'ENGAGER!, ABETISSEZ-VOUS! ABETISSEZ-VOUS! Quan a sol baix —oh cendres fumejants Al vent brancut amb sentors marineres!— Porteu els Ilops sedejants a fontanes En murs extrems i fosques en prat fosc; O desboqueu, irosos i remots, A l’ombradfs on sestegen les noies Quan ve T'estiu, apétal, i les aures, I el que és sagrat colpiu conflent enga. Saben els déus per quins senyals i cddols EI ritu vell mudeu pel taure ibéric. Si en cau secret, cavadis, o en quintd Riistic i herbat, descobriu el fetitxe I I'invoqueu, policrom, mans obertes; O precinteu tractors i, taciturns, Erreu, nocturns, pel ribatge arends Entre els cavalls que les platges captiven PARA LLEGAR A TIEMPO AL OFERTORIO HUBE DE LANZARME AL RIO, JUNTO A LA PRESA DE MONISTROL: PERO LA PLAZA FRENTE AL TEMPLO TAN CAMBIADA ESTABA, QUE TUVE EL PRESENTI- MIENTO DE HALLARME EN UNA CIUDAD FUNCIONAL ESCANDINAVA. DEL OTRO LADO DEL RIO LOS ALISTADOS DE TODAS LAS QUINTAS: HOPLITAS, MAMELUCOS, JENIZAROS, MILICIANOS, ETC..., ESCUCHABAN LOS ORACULOS Y GRITABAN EL TEXTO DE SUS PANCARTAS: —IL FAUT S'ENGAGER! IL FAUT S'ENGAGER!, ABETISSEZ-VOUS! ABETISSEZ-VOUS! Cuando al serano —joh cenizas humeantes al viento olor de mar entre el ramaje! llevais los lobos sedientos a fuentes fuscas en muro extremo y prado umbrfo; u os deslengudis, airados y remotos, donde a la sombra sestean las mozas cuando el estfo, apétalo, y las auras, y lo sagrado heris, horcajo acé, saben los dioses por qué signo o piedra mudéis el rito en el del toro ibérico. Si en repuesto cubil, hondo, 0 en gleba verde y salvaje encontrdis el fetiche y mano abierta lo invoctis, polfcromo, © precintdis tractores y, sombrios, por la arenosa orilla errdis, nocturnos, entre caballos presos por las playas ” —L'ull estelat amb reflexos celestes— Lel crim negueu drapats com un etrusc, No us cal I'engany si us sobtaven, adversos, Cadols i Mops en els somnis aquosos. Perd vine jo —que el rec térbol i estret Guanyava a brag, alejant per passeres Fins a la vall solellosa i cantaire—, I els quisquers fiats aturo i dic: —Guardeu, sabents, aquests llibres, sén meus—; I els en don tres, i d’alli vaig al Temple, Tot mal vestit, a pregar pels qui dormen de son diiirn, tocant l’altar major, I als dalts, legeixo novella pancarta: «Callen els déus els Ilurs somnis terrestres.» I obro els vitralls pintats per gent d’avui —Blaus i vermells defallents—; per la runa Cerco I’Incert. Mes, d'un bot, salto el claustre, Agil i pur com el Dia Primer. I alapintat me’n vaig pel call florit Tot dolgament, com si petgés les aigiies I Ella vingués, sota una ombrella etiop, Entre endevins amb capell mexica. (On sou, llibrers? I vosaltres, soldats? Tels quiosquers fiats aturo i dic: Els troncs solars s6n Ilum del Sant Misteri: Net i distint, em veig com transparent. I, plaga enlla, a la intrusa vitrina, Miro els gravats d’un diari dands. Enfosqueits us veig a I'altra vall Darrere els joncs, escoltant els oracles O tatuant al cos nu les consignes, Voltats de nans i cans, amb gran remor. En murs de nit calqueu testa i segell —ojo estelar con reflejos celestes— negando el crimen, dignos como etruscos, no os engaiéis si os chocaren, adversos, lobos y piedra en los suefios acuosos. Mas lego yo —Ia acequia estrecha y turbia ganaba a brazo, aleando por palancas hasta la val soleada y cantarina— y a los quiosqueros fiables paro, y digo: —Guardad, sabiéndolo, estos libros mios—, y les doy tres, y de alli voy al Templo, muy mal vestido, a orar por los que duermen junto al altar mayor, suefio diurno, y en lo alto leo una pancarta nueva: «Callan los dioses sus suefios terrestres.» Y abro vitrales de pintores de hoy —azul y rojo exangiies—; por las ruinas busco lo Incierto. Al claustro voy, de un bote dgil y puro, asf el Dia Primero. Por el portel en flor entro, a las pintas, cual si anduviese, suave, sobre el agua y Ella viniera, con sombrilla etfope, entre adivinos de sombrero haldudo. (2d6 estdis libreros? gdénde los soldados? 2d6 astutos viejos, fusil en sordina?) Troncos de sol, luz del Santo Misterio: neto y distinto, véome transparente. Y, plaza alld, en intruso escaparate miro, de un diario danés, los grabados. Os veo oscuros en el otro valle tras los juncales, escuchando oréculos © tatuando en el cuerpo las consignas, con mucho ruido entre enanos y canes. De noche en tapias grabsis vuestro sello a” I amb daus plomats, en bars sense sortida, Jugueu, amb urc, en taulers invisibles, Muntanya i cos, dofi, arbre i ocell! Ni el mite, doncs, no us val, inici Pel hierofant disfressat de botanic; Colpiu l’anyell? No anulleu el Signe; Cremeu papers i tints? La ment reneix. Exiliat a la pairal contrada, Rems i destral ressonin, solitaris! Setembre, 1936 y en bares sin salida al dado falso, fatuos, jugdis en mesas invisibles, jmontafia y cuerpo, bol, delfin y pajaro! No os vale, pues, el mito, aunque iniciados por hierofante en disfraz de botdnico; ecay6 el cordero?, no anuldis el Signo; equemdis lo escrito?, la mente renace. jAun desterrado en el solar paterno, remos y astral resuenen, solitarios! Septiembre, 1936 a” De DONDE DEJE LAS LLAVES D’On be deixat les claus ES QUAN DORMO QUE HI VEIG CLAR A Joana Givanel Es quan plow que ballo sol Vestit d’algues, or i escata, Hi ha un pany de mar al revolt I un tros de cel escarlata, Un ocell fa un giravolt I treu branques una mata, EI casalot del pirata #s un ample gira-sol. Hs quan plou que ballo sol Vestit dalgues, or i escata. Es quan ric que em veig gepic Al bassal de sota l’era, Em vesteixo d’home antic I empaito la masovera, I entre pineda i garric Planto la meva bandera; Amb una agulla saquera Mato el monstre que no dic. Es quan ric que em veig gepic Al bassal de sota I’era. Es quan dormo que hi veig clar Foll d'una dolga metzina, Amb perles a cada mi 42 AL DORMIR LO VEO CLARO A Joana Givanel Al Ilover danzo yo solo vistiendo oro, algas y escama, asoma el mar por el foro y un cacho cielo escarlata, voltereta se da un tordo y echa ramas una mata, el caserdn del pirata es girasol, y de a tomo. Al Ilover danzo yo solo vistiendo oro, algas y escama. Al reir chepa me he visto en la charca allé de la era, de hombre antiguo me revisto y acoso a la masadera, y entre pinar y lentisco allé planto mi bandera; con una aguja saquera mato al monstruo que no digo Al reir chepa me he visto en la charca allé de la era. Al dormir lo veo claro loco de grata toxina, con perlas en cada mano 43 Visc al cor d’una petxina, $6 la font del comellar T el jag de la salvatgina, —O la Iluna que s’afina En morir carena enlla. Es quan dormo que hi veig clar Foll d’una dolga metzina. Abril de 1939 moro yo en uns pechina, soy la fuente del galacho y cubil de selvajina —o la luna que se afina al morir tras el collado. Al dormir lo veo claro loco de grata toxina. Abril de 1939 “5 De ONCE NAVIDADES Y UN ANO NUEVO D’Onze Nadals i un Cap d’Any TAMBE VINDREM, INFANT, A L'HORA VELLA També vindrem, Infant, a I’hora vella Com a pages, per ser més sols amb Tu; Deixarem rella i la mula de sella Ta peu, pel rost, alla on I’estel ens duu. Et portarem vegetals esperances I el que jo tinc en el graner tarda: Llibres marcits, amb versos de vacances On Tu no hi ets, i el camp és de seca. Els vaig escriure en el parlar dels pares, Que é el més dole per qui el sap confegir, Perd hi fa nit en platges i sahares, T el teu Nom és de sol i de jardi. Guardo per Tu gallines ponedores A camp obert, darrere el mur herbés, Tocant al rec on maduren les méres Per als infants que Et saben dir de Vis. En embolcalls que em fan la passa curta, Porto una leica i pallids pensaments, Cangons d’hivern en fontanes de murta D'un monestir i un castell transparents. gorgs negres amb fades, Llavor de goig i guies del Pertas. 48 ACUDIREMOS, NINO, A LA HORA ANTIGUA Acudiremos, Nifio, a la hora antigua, a lo payés, por més solos contigo; dejando arado y mula de montura, cuesta alld a pie adonde va la estrella. Te llevaremos verdes esperanzas y lo que guardo en el hérreo otofal: versos de vacacién en mustios libros donde no estas, y el campo es de secano, Los escribf en el habla de mis padres que es la mds dulce en quien sabe ajustarla, mas reina sombra en desiertos y playas y tu Nombre es de sol y de jardin. Para Ti guardo gallinas que ponen al aire libre, tras el muro herboso por ese caz donde pintan las moras para los nifios que Te hablan de Vos. En fardalejos que acortan mi paso levo una leica y pensamientos pélidos, coplas de invierno en las fuentes de mirto de un monasterio 0 castro transparentes, mantos eslavos y aladas Florencias, de La Nou hierbas, brezos de Lladurs, islas ardiendo, hoyas negeas con hadas, goz0 en simiente y gufas del Pertis, 4” 1 els segells nous de la Teva naixenga En atlas filatdlics esteHars, Valids per tots, per I’amo i pel remenca, Pels llibertins, els prddigs i els avars. Porto els papers d’una casa forana Escumejant vora la mar i el port; —Omple-la Tu amb Ta divina ufana, Deixa-hi un angel si m’hi ve la mort. I quan tot just si la tenora sona, Pastors i estels perduts serrat enlla, La Verge i Tu tots sols, a I’Hora Sola, I els corns reials qui sap qui els sentira, Vindré mudat, al costat de la dona, Amb els vestits de quan ens vam casar, FI! Port de la Selva, Nadal de 1948 Tu Navidad puesta en los nuevos sellos va en estelares atlas filatélicos que a todos valen, amos y colonos, a libertinos, prédigos y avaros. Papeles van de mi casa de afuera espumeante junto al mar y el puerto; —célmala Tu con divina ufania, deja alli un angel si muerte me asalta. Y en cuanto empiece a sonar la tenora, pastores y astros por la sierra alld, Virgen y Té, solos en la Hora sola, y trompas reales acaso se oirén, vistiendo galas iré, con mi esposa, las que, en la boda, hubimos de estrenar, El Port de la Selva, Navidad de 1948 na HO SAP TOTHOM, | ES PROFECIA Ho sap tothom, i és profecia, La meva mare ho va dir un dia Quan m'acotxava amb blats leugers; Enlla del somni ho repetia L’aigua dels astres mitjancers I els vidres balbs d’una establia Tota d’arrels, al fosc d'un prat: A cal fuster hi ha novetat. Els nois que ronden per les cales Hi cullen plomes per les ales I algues de sol, i amb veu d’albat, Criden per I'ull de les escales Que a cal fuster hi ha novetat. Els qui ballaven per les sales Surten i guaiten, des del moll, Un estel nou que passa el coll. El coraller ho sap pel pirata Que amaga els tints en bucs d’escata Quan crema I’arbre dels escrits; Al capita d’una fragata Li ho diu Ia rosa de les nits. L’or i l'escuma d’una mata Clamen, somnimbuls, pel serrat: A cal fuster hi ha novetat. El plor dels rics salpa pels aires, I les rialles dels captaires Solquen els glagos del teulat. BIEN LO SABEIS, Y ES PROFEC{A Bien lo sabéis, y es profecia. Lo dijo ya mi madre un dia que me arropaba en blandos trigos; del suefio alld lo repetia el agua de astros medianeros, los frios vidrios de un boil, pura rafz, en prado obscuro: En casa ‘el carpintero hay novedad. Los nifios que andan por las calas para las alas cogen plumas y algas de sol, con voces candidas por los zaguanes van gritando Los que bailaban por las salas que en casa 'el carpintero hay novedad salen y observan, desde el muelle, que nueva estrella cruza el monte, Al del coral lo cuenta el randa que esconde tintas en bujeta quemando el 4rbol de escrituras; y al capitan de una fragata lo hace la rosa de las noches, La espuma y oro de una mata claman, sondmbulos, al cerro: En casa ‘el carpintero hay novedad Llorar de ricos aire arriba y carcajadas de mendigos surcan los hielos del tejado, 3 — ee ee ee Un pastor ho conta als vinyataires: A cal fuster hi ha novetat. El roc dels cims escampa flaires, Tal Port mateix, amb roig roent, Pinten, pallards, l’Ajuntament. El jutge crema paperassa Dels anys revolts, a un cap de placa, Tel mestre d’aixa riu tot sol. EI fum dels recs ja no escridassa I els pescadors faran un bol. Tot és silenci al ras de raga Quan els ho diu l'auto A cal fuster hi ha novetat. Els de la Vall i els de Colera Salten contents, a Iur manera, I els de Ia Selva s’han mud: Amb flors de fenc calquen a I’era: A cal fuster hi ha novetat. De Pau i Palau-saverdera Porten les mels de Ilur cinglera I omplen els dolls de vi moscat. Els de Banyuls i els de Portvendres Entren amb Ilanes de mars tendres Tun raig de mots de bon copsar Pels qui, entre vents, saben comprendre’s. Els traginers de Perpinya, Amb sang barrada en drap de cendres, Clamen dels dalts del pic nevat: A cal fuster hi ha novetat. Res no s’acaba i tot comenca. ‘Vénen mecinics de remenga Amb olis nous de Ilibertat; Una Veu canta en recompensa: Que a cal fuster hi ha novetat Des d’Alacant a la Provenga 4 Cuenta un pastor a los viieros: En casa ‘el carpintero hay novedad. La pefia arriba esparce aromas, y aqui en el Port de rojo pintan cl Municipio, unos mozancos. Quemando estd el juez papelotes del zurriburri, ahi en la plaza, y el maestro de hacha rife a solas. Ya humo de acequia no alborota y harén su bol los pescaderos. Todo es silencio, aqui y alld, si autoridad es quien lo dice: En casa ‘el carpintero hay novedad. Los de la Vall, los de Colera saltan de gozo, a su manera, los de la Selva endomingados; en flor de trébol reza la era: En casa ’el carpintero hay novedad. De Pau y Palau-saverdera las mieles traen de su riscal, de moscatel Henan las céntaras. Los de Banyuls y de Portvendres entran con calmas de mar suave, y al vuelo pescan sus palabras los que, entre vientos, bien se entienden. De Perpifién los trajineros, sangre barrada en sacos grises, ya en el nevado pico claman: En casa ‘el carpintero hay novedad, Nada se acaba y todo empieza, vienen mecénicos que traen de libertad los nuevos dleos; Una Voz canta, en recompensa: Fn cosa ‘el carpintero hay novedad. Desde Alicante hasta Provenza 3s Qui mor no mor, si el son és clar Quan neix la Llum en el quintar. La gent s'agleva en la nit dura, Tots anuncien la ventura, Les Illes porten el saim, I els de I’Urgell, farina pura: Qui res no té, clarors del cim. La fe que bull no té captura I no es fa el Pa sense el Llevat: A cal fuster hi ha novetat. El Port de la Selva, Nadal de 1953 nadie se muere, el sol es didfano cuando la Luz nace en la gleba La dura noche une a la gente, anuncian todos la ventura, las Islas traen su sain, , los del Urgel harina pura, quien nada tiene, luz de alturas. Ferviente fe no se captura ni se hace Pan sin Levadura; En casa 'el carpintero hay novedad. El Port de la Selva, Navidad de 1953 ’ ' , ’ 7 De GUARDA ESTOS LIBROS EN EL CAJON DE ABAJO De Desa aquests libres al calaix de baix ELS HEROIS I ELS ERUDITS, ELS MAGS I ELS TECNICS, ELS BONZES I ELS MUETZINS, ELS MAJORALS I ELS MANOBRES VAN ENTRAR AL CLOS DE LA CIUTADELLA, A CUA FETA DARRERE LES NOIES, I EN VAN BARRAR LES PORTES. DELS DALTS HI VAN BAIXAR LES CORTESANES EN CLOSQUES VOLADORES. ELS METROMANS VAN ROMANDRE FORA, COM SI DEMANESSIN ALMOINA. JO I ELS MEUS, SOLITARIS, ESPORGAVEM L’ARBRE DELS FURS, AL SOLA Posa el cistell del peix tocant a proa I afluixa més la corda, que salpem. Les noies han deixat els cavalls llumejants —oh diiirna es- peranga!— Iliures i desbridats, a la font de la placa, i amb ors i flocs de nit, se’n van a la muralla. AL CLOT DEL FUMEROL RESTARE SOL. I DE VENTS, LLAMPS I AIGUATS FARE L’ESTATGE. Els guerrers coronats passen, de llarg, la riba, amb armes es- teHars i els bous amb el bagatge, i amb ctits reials i espurne- jant cuirassa assalten la muralla. Desa aquests Ilibres al calaix de baix I tu porta el garbell a la pallera. Els els bruixots amaguen Ilibre i prisma al fons del vall i a Maiguaespés del cdrrec, molls —emmascarats sense ombra!— tanquen, prudents, els ulls, i guanyen la muralla 60 LOS HEROES Y LOS ERUDITOS, LOS MAGOS Y LOS TECNICOS, LOS BONZOS Y LOS ALMUEDANOS, LOS MAYORALES Y LOS PEONES ENTRARON EN EL. RECINTO TRAS DE LA CIUDADELA, FORMANDO COLA TRAS LAS CHICAS Y ATRANCARON LAS PUERTAS. DE LOS ALTOS SE DESGUINDARON LAS HETAIRAS EN CASCARONES VOLADORES. LOS METROMANOS PERMANECIERON FUERA, CUAL PIDIENDO LIMOSNA. YO Y LOS MIOS, AL SOL, Y SOLITARIOS, PODABAMOS EL ARBOL DE LOS FUEROS Pon a proa la cesta de los peces y afloja més la cuerda, que zarpamos. Las chicas han dejado los fulgidos caballos —joh esperanza diurna!— sueltos y desbridados, abrevando en la plaza, y con oros y lazos se van a Ja muralla, ME QUEDO SOLO EN LOS VAHOS DEL HOYO, Y EN VIENTOS, LAMPOS, TROMBA HARE MI ESTANCIA. Guerreros coronados transitan por la orilla, con armas estela- res, los bueyes del bagaje, y a grito agudo y coraza chispeante asaltan la muralla. Abajo, en el cajén, deja estos libros, y el barnedo lo Uevas al pajar. Los sabios y los brujos esconden libro y prismas en el fondo del valle y el lodo de la cércava, escurridizos —jméscaras sin sombra!— cierran, cautos, los ojos y ganan la muralla 61 SOL ENTRE TANTS AL FULLATGE DEL SOL, EM VENDRE ELS VENTS A LA PIRA DIC L’ALBA Els prelats i els rabins entren pel pont, andrdgins, en muls ini- ciats i plens els sarrions de crustacis fulgents —oh servents del Criptdnim!— i passen la muralla, Dreca Vescala i apila els maons, I tu véns per Veixida, amb la gaveta. Els potentats astuts i els peluts proletaris, amb I’aranya a mig front i amb motors de recanvi —tots uns!—, cremen, cornuts, els furs, i s’empilloquen al clos de Ja muralla. SENSE FONA NI ROC, AMB MI TOT SOL, VENDRE ELS LLAMPS A L'ALBERG DE L’ARREL MORTA. Cavalcant Valigot planegen les hetaires amb la gropa a ple aire, its, i els crisantems del ventre flageHats —oh servents , i aombren la muralla, Vés, arma els rems i ajusta bé Varjau, I jo duré el timd, que gregaleja, Crestons i a peu, pel rost, els qui escriuen a sou versos florals i rims, i ells amb ells es coronen —escardots de la nit!— arriben, ma parada, al peu de la muralla. ELS AIGUATS SERAN MEUS, I A LA SOLANA, SOL, INVOCARE ELS QUI, SOLS, BRANQUEGEN LLIURES. Tossa de Mar, agost de 1961 62 SOLO, EN LA FRONDA DEL SOL, ENTRE TANTOS, VENDERE EL VIENTO EN LA PERIA DEL ALBA. Prelados y rabinos van por el puente, andréginos, en mulos iniciados y Ienos los serones de crustéceos fulgentes —jsir- vientes del Cripténimo!— y pasan la muralla, Alza la escala, apila los ladrillos, y vente por el patio, con el cuezo. Potentados astutos y peluda gentualla, de arafia a media frente y motor de recambio —jtodos a una!—, cornudos, quemando estén sus propios fueros, y se emborrachan dentro la muralla. SIN PIEDRA NI HONDA, A SOLAS, VENDERE RAYOS EN EL HOSTAL «LA RAIZ MUERTA» De ave rapiega a lomos planean las hetairas bien al aire la gru- pa, pechos y crisantemos del vientre flagelados —joh sierpes mutiladas!— y asombran la muralla. Anda, arma remos, fija bien la cata, yo iré al timén, que ya sube el nordeste. Cuesta arriba y a pie, los castrones que a sueldo escriben rimas y versos florales, y entre si se coronan —jcardales de la no- che!—, legan, mano tendida, al pie de la muralla. A Mi CHUBASCOS; SOLO, EN LA SOLANA, LLAMO A LOS SOLOS, LIBRES POR LAS RAMAS. Tossa de Mar, agosto de 1961 os FELI¢ EL JUST QUE SAP OFICIS NOUS A Josep Carbonell i Gener Felig avui qui gaudeix dels alous Amb trenta focs, i bat amb propis trills; EI Ilaurador que rastreja els seus bous I el few pairal amb rialles dels fills. Felig Ia selva espessa de renous I el mas fornit de forments i de mills: Felig el just que sap oficis nous I, vigorés, fa justa entre perills. Felig també el pilot de mirar dur, Mestre dels cels, per a qui el mén és u, Tot delejant de conquerir els estels. Feli¢ qui amb fills, alous i bous sap dur Més alt que tots el pend dels seus zels Ten verb natiu ajusta un rim segur. Sitges, maig de 1920 FELIZ EL JUSTO DIESTRO EN ARTES NUEVAS A Josep Carbonell i Gener Feliz quien, hoy, siendo dueiio de alodios de treinta fuegos, con su trillo aparva; el labrador que acompasa sus bueyes y su solar con risas de los hijos. Feliz la selva de rumor espesa y el mas, repleto de candeal y mijo. Feliz el justo diestro en artes nuevas que, vigoroso, brega entre peligros. Feliz, asf, el piloto, vista firme de cielos duefio, en quien el mundo es uno, siempre en su afén de conquistar estrellas. Feliz quien sabe, entre hijos, tierra y bueyes, llevar mas alto el pendén de su celo y en su romance acierta a ajustar versos. Sitges, mayo de 1920 65 De KRTU De KRTU VINDRE MES TARD DEMA —Vindré més tard dema, Em fa por de trobar ta mare, com cada vespre, a cada portal del teu carrer, amb una dis- fressa diversa: ahir, asseguda a l’entrada de la carnisseria, tora de negre, en passar jo alci els bragos enlaire per dibuixar amb llur ombra, damunt l’ala vermella de la porta, no sé quin ocell maléfic; dues portes més amunt, a l’escaleta del veterineri, em mostrava imptidicament el si rugés, m’amenagava amb hibric esguard i, en veure'm fugir, se’m presenta, en tombant la can- tonada, vestida de gran senyora, per provocar la meva sor- presa, dues cases més amunt, en un llindar equivoc, on darrere un taulell improvisat oferia, a poc preu, carotes i caretes dia- bodliques. A les trenta-tres entrades que precedeixen la de ca- sa teva, ta mare, en fer-se fosc, se’m presenta amb un vestit divers i un maquillatge esporuguidor. Vindré més tard, vin- dré molt més tard. Passada mitjanit, ta mare, amb les altres dones del veinat, miola per les teulades per desvetllar l'eco es- garrifés que agonitza al fons de les xemencies. Tu i jo ales- hores, darrere el mur de desferres rovellades que jauen darre- ra I’hort, contemplarem, callats, com s’amaga la Iluna darrera Ja negra muntanya innaccessible que tanca la vila. Més alta que |’Himalaia, ningé no n’ha explorat encara l’altre vessant. Tot just el dise paid mori en el nostre horitz6 per a renéi- xer a l'altra vall, escoltarem el xoc de les llances amb qué milers de guerrers saluden I’alba nocturna. 68 TARDARE MAS, MANANA —Tardaré més, mafiana, Me temo encontrar a tu madre, siempre cuando anochece, en cada portal de tu calle, con un disfraz distinto; ayer, sentada donde la carnicerfa, de negro enteramente, al pasar yo, eché en alto los brazos para dibujar con su sombra, contra la hoja encarnada del portén, no sé qué pajaro maléfico; dos puertas més arriba, en la escalerita del veterinario, imptidicamente me mostraba el seno rugoso, amenazaba con Iiibrica mirada y, al verme huir, se me pre- senta, a la vuelta de Ja esquina, vestida a lo gran dama para provocar mi sorpresa; dos casas mds allé, en un umbral equf- voco, tras un mostrador improvisado ofrecia, a bajo precio, caretas y antifaces diabdlicos. En los treinta y tres zaguanes que preceden al de tu casa, en cuanto anochece me aparece tu madre con diversos atuendos y un maquillaje que mete mie- do. Vendré més tarde, vendré mucho més tarde. Pasada la me- dianoche, tu madre, con las demds mujeronas del barrio, maya por los tejados para desvelar el eco espeluznante que agoniza al fondo de las chimeneas. Tti y yo entonces, desde el muro de enmohecidos desechos tirados detras del puerto, contem- plaremos, en silencio, cémo se esconde la luna parte de alld de la negra montafia inaccesible que cierra la villa. Mas alta que un Himalaya, no hay quien haya explorado atin la otra vertiente. Apenas el pilido disco mueta en nuestro horizonte para renacer en la otra val, escucharemos el chocar de las lan- zas con que millares de guerreros saludan el alba nocturna, De DIARIO 1918 De Diari 1918 No sén cases; no és el meu carrer. Sota una xarxa de cor- cles imitils, sento el brogit de la mar que no veuré mai més. Faig un esforg mortal i arribo a entendre els mots gruixuts que al fons d’un tinel sense fi es diuen un home amb brusa de pintor i N’Alexandre Plana vencut sota el pes de les arra- cades A.B. que li pengen de les orelles. Damunt la pell de pa- quiderm que cobreix el cel, per sempre hi ha pintats cavalls ngres i pneumatics amb llurs fundes. nR No son las casas; no es ésta mi calle. Bajo una red de cuer- das imitiles, oigo el rugir de la mar que no volveré a ver, Ha- go un mortal esfuerzo y alcanzo a percibir las palabrotas que allé en el fondo de un tinel sin fin se estan diciendo uno con blusa de pintor y un Alexandre Plana vencido bajo el peso de los pendientes A.B. que le cuelgan de las orejas. Sobre la piel de paquidermo que cubre al cielo, para siempre pintados hay caballos negros y neumiticos con su cubierta. RB Perqué m’he pintat la fag de negre, la fornera, amb un Ja ma, em mira gelosa. Perd sé que ignora les pric- tiques libidinoses del tintorer i que ara faran un sostre a ban- da i banda dels carrers que no deixara veure més les estrelles. Les parets de la tintoreria sén peludes i, a mitjanit, si les pal- peu bé, hi trobareu amagats ulls de noies adolescents. Els de l'aprenenta, que eren blaus com la combinacié que va estre- nar la Dolots pel seu sant, els tine jo. Quan dormo me'ls poso damunt el ventre. 4 Porque de negro me he pintado la cara, la panadera, quin- qué en mano, me mira recelosa. Me consta que ignora las libi- dinosas practicas del tintorero y que pondrdn un techo de lado a lado de la calle que ya no dejard ver las estrellas. Las pare- des de la tintorerfa son peludas y, a medianoche, si las palpdis a modo, advertiréis que escondidos hay ojos de chicas ado- lescentes. Los de la aprendiza, que eran azules como la com- binacién que la Dolors estrené cuando su santo, los tengo yo. Al dormir me los pongo sobre el vientre. ae Hi ha cavalls per portals i finestres. Hi ha enagiies verme- Ies al cap del carrer que tapen la nuesa de Gertrudis. Darrere Gertrudis hi ha el mar i damunt el mar flota la perruca que penjava del portal de la Vaqueria, El perruquer, sota el dosser argentat que déna entrada a la lldbrega botiga, somriu sarcas- tic. La seva dona, amb un bigoti postis que li penja més del costat dret, desempolsa les testes decapitades de les seves tres filles. L’anell que porta a la ma dreta pertany a la segona. En forma de segell conté, dibuixant una E (es deia Elvira), el seu Caballos hay por puertas y ventanas. Y al final de la calle enaguas coloradas que tapan las desnudeces de Gertrudis. Por detraés de Gertrudis el mar, y sobre el mar flota la peluca que colgaba del portal de la Vaqueria. El peluquero, bajo el dosel plateado que da paso al Idbrego local, sonrfe sarcdstico. Y su mujer, de bigote postizo que le cuelga més por la derecha, esté desempolvando las decapitadas cabezas de sus tres hijas. El anillo que traigo en la mano derecha pertenecié a la segun- da. En forma de sello contiene, dibujando una E (Elvira se lla- maba), su cordén umbilical. 7 De LA ESTRELLA DE PERRIS De L’estrella d’en Perris DE PUJADA PEL CARRER DEL MIG... De pujada pel carrer del Mig he trobat el manescal davant de casa seva. Apilava palla seca, i hi calava foc. M’ha dit que acabava de buidar una caixa que contenia un joc nou de fer- radures. Em plau de parlar amb els homes d’ofici, entesos, Aquell qui creieu home comt, ristec i grosser, i un jaques apoquinat, en la seva feina és un savi exercit, tedric i especu- latiu ensems, competent i iniciat. Talment com un tedleg, un fisic o un humanista, perd menys pretensiés i embrollaire. El seu vocabulari és abundés, i fresc com un gra de raim, a I’al- ba. Us hi deliu i hi apreneu. ¢Com hauria sabut jo que hi havia tants d’estils de ferradures? Que cada mula, cavall o ruc té jeia propia que cal condixer? ¢Que esquivar una guitza vol anys d’aprenentatge? Mai no m’acosto a cap farga, la qual ima- gino sempre a través d’estampes mitoldgiques. ¢Qué sabia jo del ferrar i del desferrar, i dels complicats procediments que cada pafs aplica per a enclauar i desenclauar? ¢Ni de tants d'estils de ferradures a cada segle? Ho ignoro tot, de les ferre- ries, per a mi fosques i emboirades per |’alé de carbonosos he- rttics. —No és pas bo tothom per a aquesta feina, observa el manescal. I, tot atiant el foc, m’ha parlat de ferradures, ca- talanes, gascones, hongareses i cosaques. Perd a mi m’intri- gava el delit amb qué cremava la palla al mig del carrer ia ple sol. —Us plau de fer foc... Tot transformat, ha respost: —Sée home de nit. Ferrar de dia com fem tots i acostumen de fer a tots indrets, m'angoixa. Voldria, i no be convengut mai cap mulater, ferrar al punt de mitjanit, voltat de flames. Jo i Vanimal tots sols, quan ningi no piula i giiellen les ra- SUBIENDO POR LA CALLE DEL MEDIO... Subiendo por la calle del Medio he encontrado al albéitar frente a su casa. Estaba amontonando paja seca, y le pegaba fue- go. Me ha dicho que acababa de vaciar una caja que contenfa un juego nuevo de herraduras. Me complace hablar con las gentes de oficio, competentes. El que tomariais por un tipo corriente, ristico y grosero, o un balandrén acoquinado, en su faena resulta ser un consumado sabio, tedrico y especula- tivo a un tiempo, competente, iniciado. Propiamente como un tedlogo, un fisico o un humanista, pero con menos pre- tensiones y trapisondas, Su vocabulario es abundoso, tan fres- co como un grano de uva, al alba. Os deleita, y aprendéis. ¢Cémo iba a saber yo que haya tantos estilos de herraduras? Que cada mula, caballo o bortico tiene su particularidad, que ‘es preciso conocer? ¢Que esquivar una coz requiere afios de aprendizaje? Jamés me he acercado a una herreria o una fra- gua, que siempre me las he imaginado a través de estampas mitolégicas. ¢Qué me sabfa yo del herrar y el desherrar, y de los complicados procedimientos que cada pafs aplica para en- clavar y desenclavar? Ni de los muchos estilos de herraduras en cada siglo? Lo ignoro todo, en punto a herrerfas, para mi obscuras y anebladas por el aliento de carbonosos heréticos. —No todos valen para estos trabajos, observa el herrador. Y mientras atiza el fuego habla de herraduras, catalanas, gas- conas, héingaras y cosacas. Lo que me intriga es ese afin de quemar la paja en medio de la calle y a pleno sol. —Le gusta encender fuego... Enteramente transformado me responde: —Soy hombre de noche. Herrar de dia como hacemos todos y se suele practicar en todas partes, me da angustia. Quisie- ra, y jamés he conseguido convencer a ningiin mulero, be- rrar a medianoche en punto, envuelto en lamas, Yo y la 81 tes, i encerclat de fogueres. M'ha descrit, com si en fos ja ac- tor, el bell espectacle de les ombres d’home i cavall, age tades i allargades, vistents a tots racons de la vila. —Tothom s'adonaria que l'acte de ferrar té esséncia, entitat i substancia propies, i que guarir i ferrar besties bauria d'elevar el manes- cal de rang. Ha triat, de la seva colleccié, una ferradura pom- posament cisellada amb arabescs miniaturats i aHusius. Era del cavall que muntava el seu avi, manescal, i capita de faccié en una punya civil. L’he penjada al portal de casa, i, de nit, fa claror. caballeria, a solas los dos, cuando no hay quien chiste, sélo el chillido de las ratas, y metido en un ruedo de fogatas. Y me describe, como si fuera ya el actor, el hermoso espectacu- Jo de las sombras del hombre y del caballo, agigantadas y alar- gadas, visibles desde todos los rincones de la villa. —La gente se daria cuenta de que el acto de herrar tiene esencia, enti- dad y substancia propias, y que curar y calzar a los anima- les debiera elevar de rango al albéitar. He elegido, de su co- leccién, una herradura pomposamente cincelada con arabescos miniaturados y alusivos. Era del caballo que montaba su abue- lo, albéitar, y capitan de faccién en una pugna civil. La he colgado en el portal de casa y, de noche, resplandece. 8 EL FARONER, DE MIL BIGOTIS... El faroner, de mil bigotis —no he pogut saber mai quin era el seu—, m’ha demanat si, per una nit, volia encarregar-me del llum. Hem pujat a la torre, me n’ha ensenyat el mecanis- me i m’ha donat les claus. A posta de sol, jo aparellava i enge- gava segons prescripcié i norma, De moment, m’encisava el pas dels feixos Huminosos per les vinyes —les quals dirfeu que verdegen com al migdia— per les pinedes que es retallen al fort de la claror i pels rocs, Perd la meva sorpresa —merave- Ila, prodigi, magia— ha estat en adonar-me, que, a l’esclat de la fosca, a nit tancada, el feix de llum es projectava, a cada passada, en un pafs nou, en paisatges inesperats, en illes no previstes, en contrades de faula i rondalla. No s6 pas miracler; perd us dic que pertot on es projectaven els feixos del Ilum del far, regulars i mondtons, apareixia l'increible, com si el roc de la torre, després, solqués, a velocitat no gaire facil de concebre, totes les mars del mén i arran de riba. Hi ha hagut moments en els quals he cregut que la Ilosa i el castell farers ren una nau que navegava de nits segons un projecet madur i germinatiu, Les costes amb llurs ports i ciutats, els freus i els esculls evocadors o temibles, les illes iHustres i fecundes, els promontoris i les platges famo: , també, I’Arxipelag amb el Temple, les Columnes, I’Estatua i I'Olivera. Com a ple dia, i jo tot sol, mestrejant el Misteri! Avui he descobert el secret de la fidelitat dels faroners a lur professié dura i res- ponsable. Ells, soli s6n els vidents del que va ésser i del i ‘ada minut, el feix Iuminds els mostra I'Eterna Permanénci: EL FARERO, DE MIL BIGOTES... El farero, de mil bigotes —nunca logré saber cuél es el suyo—, me ha pedido si, por una noche, querria encargarme de la luz. Hemos subido a la torre, me ha mostrado el meca- nismo y me entrega las Ilaves. A puesta de sol, ya estaba yo aparejando y poniéndolo en marcha segiin prescripcién y nor- ma. Al principio, me encantaba el paso de los haces lumino- sos por las vifias —me dirfais verdean como a mediodfa— por los pinares que se recortan a fuerza de claridad y por las ro- cas. Pero la sorpresa —maravilla, prodigio, magia— ha sido al apercibirme de que al romper la obscuridad, bien entrada la noche, el haz de luz se proyectaba, en cada pasada, sobre un pais nuevo, en inesperados paisajes, en islas no previstas, en lugares de fabula y de cuentos de hadas. No es que sea mi- lagrero; mas os puedo asegurar que por dondequiera que se proyectaban los haces del faro, regulares y monétonos, apa- recia lo increfble, como si la roca de Ia torre se echara a sur- car, a velocidad nada facil de concebir, todas las mares del mundo y la costera. Por momentos he crefdo que la losa y el castillo fareros fuera una nave en navegacién nocturna, a tenor de un proyecto maduro y germinativo. Las costas, con sus puertos y ciudades, los freos y los escollos evocadores 0 temibles, las islas ilustres y fecundas, los promontorios y pla- yales famosos; y, también, el Archipiélago con el Templo, las Columnas, Ia Estatua y el Olivo. Como en pleno dfa, iy, yo solo, manejando el Misterio! He descubierto, hoy, el secreto de Ia fidelidad de los fareros a su profesién dura y responsa- ble. Ellos, solitarios, son los videntes de lo que fue y de lo que seré. Cada noche y a cada minuto, el haz luminoso les muestra Ja Eterna Permanencia, 85 QUAN HAN VIST... Quan han vist, amb tots dos ulls, que jo caminava damunt V'aigua, m’han pres per un bruixot. Qui se senyava de cara al cel, qui fugia costa amunt, qui escampava el joell que emple- nava el bolitx, qui ho anava a fer saber a la Comandancia de Marina. Jo he continuat avangant més enlla del Far. Mestre de les onades, he fet proa a la Punta de la Creu, i he seguit per Ia ruta del Cap; amb els bracos plegats com qui oeix I'Evan- geli, 0 estesos endavant, rigids com qui es capbussa de dalt la palanca. Els vilatans, amb brogit de pineda bressada pel le- beig, s’han ajustat per molls i platges, i, ara l'un, ara l’altre, vells, joves i mainatges, han posat els peus en mar, i bragos plegats, en creu o estirats endavant, segons els moviments de les onades, han avangat per les aigiies, tot rient i cantant. Al- guns em seguien, admirats i prudents; d’altres s’arriscaven a avangar sols fins a les envistes de Cervera, Ja els gavians, en vol espés, els animaven amb Ilur xiscladissa i els ombraven amb amor. Només els carrabiners han romis en terra, estranys al fet, i llunyans, embogats amb Iurs capes i recolzats en ana- crdniques espingardes, Ja gairebé de nit, i a l’orsa —bufay leig, el ponent—, hem recalat al Moll Major, i hem petjat sorra, indemnes i contents. Tots em miraven, i es miraven sen- se gosar dir res. —Tan facil com és, els he dit; —Talment, si vull, i estesos els bragos com un espantall, volo. El més vell, que viu tot sol darrere les Figuerasses, ha dit amb els ulls plo- rosos d’alegria: —Ai, quan ho sabran els de Cadaqués! CUANDO HAN PODIDO VER... Cuando han podido ver, con sus dos ojos, que estaba ca- minando sobre el agua, me han tomado por un brujo. Uno se santiguaba mirando al cielo, otro hufa cuesta arriba, aquél desparramaba los peces que Ilenaba su jébega, el de més alld se iba a comunicarlo a la Comandancia de Marina. Yo he se- guido avanzando hasta més all4 del Faro. Duefio de las ondas, he aproado a la Punta de la Creu y proseguido por la ruta del Cabo: cruzado de brazos como quien escucha el Evange- lio, o tendidos adelante, rigidos, como quien va a darse el cha- puzén desde lo alto de Ia palanca. Los del pueblo, con fragor de pinar mecido por el lebeche, se han ido situando por mue- Iles y por playas, y, uno ahora, otro después, viejos, jévenes y erfos, ponen el pie en el mar, y cruzados los brazos o tendi- dos adelante, segin los movimientos de las olas, han avan- zado sobre las aguas, sin dejar de refr y cantar. Algunos se seguian, admirados y prudentes; se arriesgaban otros a avan- zar por sf solos casi a vistas de Cervera. Hasta las gaviotas, en nutrido vuelo, les animaban con su chilleria y les daban ama- ble sombra. Tan sélo los carabineros permanecian en tierra firme, ajenos al suceso, y lejanos, envueltos en sus capas y apoyados en one crénicas. Casi ya de noche, y or- zando —soplaba, feo, el nte— hemos recalado en el Mue- Ie Mayor, y vuel isar arena, indemnes y contentos. Todo cl mundo nos miraba, y se miraban uno @ otro sin atreverse a decir nada. —Con lo facil que es, les espeto. —Igual, si quie- ro, y extendiendo los brazos como un espantapdjaros, me echo @ volar. El més anciano, que vive solitario detrés de las Figue- rasses, ha dicho con los ojos Morando de alegrfa: —jAy, en cuanto se enteren los de Cadaqués! 87 De ULTIMO PARTE De Darrer comunicat DESPRES D'UN EXILI DE SEGLES, TORNA A LA GROPA D’'UN BUFAL No haviem vist mai, en mar, tants de guants de peluix amb Anima de goma i enduts pel corrent, amb anells papals al dit del cor i al novell. Han passat pels esculls de Portitx, insolents i arrogants, negres de negre de borrasca, els ditassos botits per velles granissades i botons d’ull d’aerdlit que peta a la Verdera, No haviem vist mai tanta de flor de Ilana amb sentors de moHusc en un sorral opac, tanta d’ombreHa roja saltant de vinya en vinya, tanta de mel i de neu espesses embotats a les calmes del moll, com quan avui tornaves, Euge- nia, d'un exili de segles, escumosa de sabons boreals, a la gropa nocturna d'un bifal. DESPUES DE UN DESTIERRO DE SIGLOS, VUELVE EN LA GRUPA DE UN BUFALO Nunca habfamos visto, por playas y caletas, tanto guante de felpa con dnima de goma al vaivén de las olas, con anillos papales en el dedo cordial y en el mefique. Cruzaban Portitxé con sus escollos, ufanos ¢ insolentes, negros de negro de bo- rrasca, turgentes los dedazos por la cascarrinada y botones de bédlido estallado en las cumbres. Nunca habfamos visto tantas flores de lana con olor a molusco, en una playa opaca, tanta sombrilla roja saltar de vifia en vifia, ni tal porcién de miel y nieve espesas entrizadas en las calmas del muelle, como hoy, cuando volvias, Eugenia, de un destierro de siglos, espumeante de nérdicos jabones, en la grupa nocturna de un bifalo. HI ETS O NO HI ETS, NATALIA? Lihi havia vista i no hi era; hi veig encara perd el cor em diu que no hi és. El paravent, amb garotes i estrelles de mar pintades, é davant meu, allargat a l'infinit, amb cen- tenars de bastidors on ella es muda i s'amaga, o s’exilia —cep de tardor, cel vermell, vetes i estrats de negres torba- dors, canya d’estiu dreta, i sibilina en el cant, arbre de plu- ja amb perles als turmells, falguera amb polsim d’alba i boi- ra a les mans, Hi ets 0 no hi ets? ¢Es que envernisses els armaris on amagues perruques de mig temps? Poleixes arrels amb tristeses de duna? ¢Adobes porcellanes amb arbres des- viats del cam{? A cada bastidor del paravent, el teu nom juga amb els teus lavis recents, i els focs follets dels aigua- molls els iuminen. Digues, Natalia equi és ara el qui, cada ait, cae focs a les platges tancades i en nodreix el flam amb tu’ ¢ESTAS O NO, NATALIA? Se le vefa alli, y no estaba; la veo atin, mas todo el ser me dice que no esté. El biombo, con medusas y estrellas de mar pintadas, tengo ah{ enfrente, y se prolonga al infinito, con multitud de bastidores en que ella se acicala, se esconde o se escabulle —cepa otofial, cielo carmin de estratos negros, cafia de estio, erguida y sibilina en su cantar, drbol de luvia y perlas al tobillo, helecho con rocio y borrina en las manos—. ¢Estds ahi, 0 no estés? ¢Tal vez barnizas los armarios en que escondes pelucas de entretiempo? ¢O pules rafces con cuitas de duna? ¢Compones porcelanas con érboles distantes del ca- mino? En cada bastidor de la mampara tu nombre juega con tus frescos labios, los fuegos fatuos del tremedal los iluminan. Dime, Natalia, gquién cada noche prende ahora fuego en las playas extremas, y acrece contigo la flama? ” NO M'OMPLIS MES DE FLORS: JA NO T’ESTIMO Que tu plantis papers per faganes i portes, al peu del cam- panar, als vidres de l’escola, als bancs de la capella de les monges, al portalé de I’hort de l’Oriola, a les estacions del tren de Valldoreix, a les parades del mercat de fruita, a la sortida del funicular, damunt les cartelleres del cinema, a la sala de ball, a la torratxa de la Casa del lamp, a l'escrivania de la rectoria, sota els fanals del passeig, a la mateixa por- ta de l’alcova... Que ho escriguis en letra rodona, o en pal sec, o bé a la romana, en caracters d’impremta forastera, en elzeveria, en Iletra molt ampla, o en cursiva... Amb carbé dur i gruixut, amb guixos exaltats o amb mangra de color de sang donada.... Qué hi puc fer jo, Francesca, qué haig de dir, si amb els ulls aclucats ja sé el que escrius: No m'omplis més de flors: ja no t’estimo. ” QUE NO ME ENFLORES MAS: YA NO TE QUIERO Que ti pegues papeles por fachadas y puertas, campanario, cubriendo los cristales de la escuela, sus bancos, el portillo del huerto de Oriola, en las estaciones del tren de Valldoreix, en los puestos de fruta, a la salida del funicular, sobre las carteleras de los cines, en el salén de bai- le, en el mirador de la Casa del rayo, en el despacho parro- quial, por las farolas del paseo, hasta en la entrada misma de la alcoba... Que lo escribas en letra redondilla, palo seco o quizés a la romana, caracteres de imprenta forastera, acaso el- zeverianos, o con letra muy ancha o en cursiva... Con carbén grueso y duro, con tizas chirriantes o almagre como sangre de- Qué puedo hacer, Francisca, y qué decir, si a ojos cerrados sé lo que ti escribes: Que no me enflores mas, ya no te quiero De LO QUE SE DICE A MANO De Tocant a ma TOCANT A MA A Carles Riba, b. Tots sabiem on era la Paret, perd ignoravem qué hi havia darrere. Fa segles que els més documentats de la vila havien descobert, en créniques comunals manuscrites i en papers ma- segats de sagristia, tot de dites, prondstics i llegendes que en parlaven. N'escrivien en els setmanaris diumengins, i en feien literatura, erudici6, citncia o faula. ¢Era un riu, un puig, el mar o una selva amb bésties feres? Molts de matins, quan s'ha fet de dia i és tot clar, hi anavem a mirar els dibuixos, les guixades i els emmangraments que la decoraven. Hi véiem caleuls aritmétics, sols ploraires i lunes rialleres, frases pro- fetiques en vers transcendental mal falcat, i cors i fallus re- memoratius. Un dia va cérrer pel veinat que hi havia gent del poble i de la rodalia decidida a destruir la paret i descobrir qué amagava. Qui la volia esfondrar sense miraments, amb violéncia; qui pretenia desmuntar-la pedra a pedra, amb molt de compte, tot numerant-les. Ning no sap qui o qué va em- pényer els veins a destruir de cop, tot d’una, ara mateix, amb desassossec com presa d’angoixa, la Paret. Una febre enco- manadissa, una singular malaltia de l'esperit, collectives, els desfici . Tota eina va ésser bona, tot brag va ésser itil: a Paret ultrasecular —que alguns vells anomenaven la mu- ralla— de carreus antics i pedres de tot gruix i temps, va caure amb el terrabastall de les roques que s’estimben en un planell de cap de mar i amb I’espetec d’una allau. La polse- guer enfosquir el dia i esborronar els vilatans. A l’alba del dia nou, tebi, Huminds i olorés, tots plegats, minyons i LO QUE SE DICE A MANO A Carles Riba, bh. Sabian todos en dénde estaba la Pared, pero ignorébamos qué habia detrés. Siglos ha los més documentados del lugar habfan descubierto, en comunales crénicas a mano y en ajado papel de sacristfa, un sinfin de consejas, leyendas y pronésti- cos que de ello hablaban. Y escribfan sobre lo mismo en re- vistillas domingueras, prodigando literatura, erudicién, cien- cia o fébula, ¢Habria un rfo, un pueyo, el mar o una selva con sus bestias feroces? Muchas mafianas, cuando es de dia ya y todo es claro, alld fbamos a ver los dibujillos, garabatos de yeso y las manchas de almagre que la decoraban. Célculos arit- méticos, vefamos, soles llorones y lunas risuefias, frases profé- ticas en muy ripioso verso trascendental, y rememorativos co- razones y falos. Corrié un dia la voz, entre vecinos, que habia gente en el pueblo y su ruedo decidida a acabar con la Pared y descubrir qué escondfa. Quién la queria derruir, sin miramien- tos, con violencia; quién pretendfa desmontarla con gran cui- dado, piedra a piedra, y sin dejar de numerarlas. Y nadie sabe quién o qué impulsé a los vecinos a destruir de pronto, al instante, ahora mismo, con desazén, cual presa de la angustia, la Pared. Una fiebre contagiosa, una rara dolencia del espfritu, colectivas, los consumfa. Sirvié toda herramienta, todo brazo fue Gtil. La Pared més que secular —que algin viejo lamaba la muralla— de sillares antiguos y pedruscos de distintos gro- sor y edad, cayé con el estruendo de Ins rocas que se desplo- man del ajarafe de un cabo sobre el mar, y con el restallido de un alud. La polvareda hizo obscuro el dia y horrorizar a los vecinos, Al despuntar el dia nuevo, tibio, luminoso y fragan- te, grandes y chicos de ambos sexos, todos estébamos alld, a ” grans de tot dos sexes, érem a 'espera: Ni riu, perd, ni bosc, ni estany ni platja. Deca dels fonaments seculars de la Pa- ret ni della, no hi havia cap forat amb allargaments misterio- sos, cap pou amb negrors sinistres, cap obertura amb preci- picis esglaiadors ni cap abisme amb fondals magnétics. Era un fot clar sense forma ni color , un tot blanc d'un blanc neutre diffcil de descriure, el qual us atreia no pas per a es- timbar-vos-hi desesmats, o penetrar-hi com una gavineta de cansalader en un pa de llard del pafs. Aquells o aquelles qui es decidien o resolien a fer-ho, s’aturaven, es plantaven arran del limit d'aquell buit-ple sobira, i, espaordits, reculaven com si alg els empenyés, més fort que ells. El veinat va cuitar a aplegar-se per acordar la reconstruccié. Va apilar materials tot aprofitant la runa; perd tantost algé petjava el terra alla on la Paret havia tapiat, d’aquell costat, a vila, imaginava quimeres i fugia cap a la placa on hi ha I’església, la fleca, la taverna ipotecari o s'enfilava per la drecera del puig. Aquest fet, ja registrat als arxius, va fer que, a la terra dels meus, posar-se de cara a la paret té un sentit divers al del cas- tig escolar. Entre nosaltres, testimonis reivindicats, vol dir donar la cara, a frec de casa mateix, a un infinit curullat de prodigis i de miracles latens. Tocant a ma. la espera. Ni rio, empero, bosque, estanque o playa, Ni acé de los cimientos seculares de la Pared, ni alld, no habfa hueco al- guno de alargamientos misteriosos, ningtin boquete a pavoro- ‘sos precipicios, ni tampoco un abismo con torcales magnificos. Era un ‘odo claro, sin forma ni color, un todo blanco, de un blanco neutro, dificil describitlo, que os atrafa, no para que en € cayeseis desnortados, ni para penetrarlo como cuchilla tocinera en la pella de lardo del pais. Los de uno u otro sexo decididos © resueltos a hacerlo, se detenfan, se plantaban jus- to al limite de aquel vacio-lleno soberano y, espavoridos, re- culaban como a empellones de alguien més fuerte que ellos. EI vecindario corrié a reunirse, conformes todos en reconstruir. Amontoné materiales, aprovechando la runa; pero en cuanto alguien ponfa pie donde la Pared habia, por allé, tapiado el pue- , imaginaba cosas raras y salfa escapado hacia la plaza donde estén la iglesia, el horno, la taberna, el boticario, 0 tomaba el portante por el atajo monte arriba. De este suceso, consta en los archivos, se siguié que en la tierra de los mfos el ponerse de cara a la pared, no significa lo mismo que el castigo ¢sco- lar. Entre nosotros, reivindicados testimonios, vale por dar la cara, casi sin menester salir de casa, a un infinito leno de pto- digios y miradas latentes. Lo que se dice a mano. 101 SI TOTHOM HO HA VIST, PER QUE NINGU NO EN PARLA? Al capdavall del carrer del Forn Nou, a entrada de fosc, encara avui apareixen les imatges dels penedits entonats pro- jectades a la paret que en tanca la sortida, Ningd, ni merca- der ni artesd, ni dona de sa casa ni cortesana no us sabran dir res d’on sén projectades. Ja en parlaven els vells, us di- ran; perd ni aleshores ni ara, ningé no s’ha aventurat a es- brinar qui encatifa el carrer i ens omple les mans de violes tantost les ombres dels arrogants contrits s’esborren i desapa- reixen pel costat de can Batllera. Tampoc ningu no es fia, i ben pocs en parlen, dels tres manyans de l'ombrivol i fogue- jat obrador del mateix carrer. Ja dels temps dels rebesavis treballen de dia i de nit, i no envelleixen. Forgen ferros no mai vists destinats a paisos de mal anomenar i dificil recor- dar: baranes per a balcons d’insdlita largada on figuren, en- mig de flors fantasioses, estilitzades segons models desco- neguts, cossos d’homes i de dones d'aneu a saber quin se- gle. Els malpensats hi descobreixen, transfigurats o desfigu- rats —jo diria terrifics—, veins famosos per llurs mal doma- des falleres o abrivades activitats. Hi ha i tot qui hi ha re- conegut I’avi, un oncle canonge i les noies de I’hostal. Cap vei no us aclarir’, perd, quan carreguen I'obra enllestida ni si descarreguen mai materials. Hi ha qui diu que els fonen i els refonen tot donant-los cada vegada formes inddites, pel ig d’ells mateixos. Als tres manyans alts i fornits del carrer del Forn Nou no els imagina ningi fora de l'obrador. Qui els ha trobat mai a missa, al ball o l’estacié? Somriuen, car- bonosos, si els mireu; perd us fan esborronants ganyotes un 102 SI TODOS LO HAN VISTO, éPOR QUE NADIE HABLA DE ELLO? Al final de Ia calle de la Tahona Nueva, cuando la anoche- cida, hoy atin aparecen las imagenes de los arrepentidos alta- neros en el tapial que cierra la salida. Nadie, mercader o ar- tesano, ni mujer de su casa ni fulana, acertard a decitos desde dénde es que las proyectan. De ello hablaban los viejos, os dirén; mas ahora, ni entonces, nadie se ha aventurado a ave- riguar quién alfombra la calle y nos Ilena de violetas las manos en cuanto las sombras de esos arrogantes contritos se borran y desaparecen por el lado de casa Batllera. Nadie se ffa tam- poco, y pocos hablan de ello, de los tres cerrajeros del sombrio y fogueado taller de esa misma calle. Ya en tiempo de los tata- rabuelos trabajaban de noche y de dia, y no envejecen. Forjan hierros jamds vistos con destino a pafses de quién sabe qué nombre y dificil de recordar: barandales para balcones de in- s6lita longitud en que figuran, en medio de flores fantasiosas, estilizadas segiin modos desconocidos, cuerpos de hombres y de mujeres vete a saber de qué siglo. Los maliciosos creen re- conocer, transfigurados o desfigurados —aterradotes, digo yo— a vecinos famosos por sus mal domados repentes ¢ intrépidas actividades. Los hay, incluso, que en ellos reconocen al abuelo, un tio canénigo o las chicas de Ia posada. No habré vecino que os aclare, en cambio, cudndo cargan la obra ya lista, ni si alguna vez descargan materiales. Hay quien dice que los fun- den y vuelven a fundir dindoles cada vez formas inéditas, sélo por darse gusto. A los tres cerrajeros altos y fornidos de la calle de la Tahona Nueva no hay quien se los imagine fuera del taller. ¢Quién los hi is en misa, en el baile o en la estacién? Sonrien, carbonosos, a quien les mira; pero os to habéis pasado, Fray Ven- cop heu passat. Fra Ventura, del Convent, cl qual ha ex- plorat territoris a la ribera de I'Orinoco i sap secrets de la gent de vida llarga, diu que no estranyaria pas que els tres serrallers passessin dels tres-cents anys. Un hereu Rocabert els havia dibuixats cap alla el 1778. No han canviat gens. tura, el del Convento, que exploré territorios por las orillas del Orinoco y sabe secretos de la gente de vida dilatada, dice que no le extrafiarfa nada que los tres cerrajeros tengan mds de tres siglos. Un mayorazgo Rocabert los dibujé allé por 1778. No han cambiado lo més minimo. «VOS, SOU EL VOSTRE PARE?» Era al portal de casa, havent dinat. Em distreia mirant un vol de falziots que remuntava un planter d’eucaliptus de la masoveria dels Ponsich. Tot era pau i Ilum, i una extrema alegria. No pessava ningti, com si féssim diumenge. De cop, un vell amb barret bombf i ulleres de miop s’atura pensatiu, em mira recelds, Ilegi el nom sota el baled i em digué com qui somia: —Aixd és a can Foix. L’havia conegut anys ha, érem veins abans de 1900, ens feiem i ens parlavem. Encara guardo escrits de quan, madur, escrivia papers catalans, dia- ris i revistes d’aquell temps. Malaurat! El van matar els car- Tins al mur dels garrofers, una nit de borrasca, Me'l vaig mi- tar, estranyat. Aquest vell, vaig pensar, no sap pas el que es diu. Li anava a obrir els ulls quan, redregat, m’agafa de bra- cet, em féu seguir, forcut, m’empenyé carrer enlla, i gairebé m’emboira. Tirirem dret pel cami de les Corts, fangés i brut. En passar per la babila vaig aturar-me. Em plau l'olor dels rajols tot just cuits i la sentor de les argiles fresques; perd el jai sempre avall, avall, fris6s. Quan passivem, errants, da- vant la fabrica del vidre, vaig voler resistir. Gaudeixo, ja d’ fant, alla on el foc guspira, i els vidriers, que veig agegat tats, m’obren paratges nous, i m’hi complac. Perd el renoc, enfollit, m’arrossegava. Camins de no sé on, places mal escai- rades, horts i jardins escarransits, tot un suburbi de tapia i bardissa, Com si se m’endugués cap a un continent d’estampa setcentista. On som?, li dic; aturem-nos, vellard. Quin des- vari us empeny? Es planta en sec, em mitd com sorprés, ajus- ta la virolla de goma de la crossa, i com si em descobris o no m’hagués vist mai, digué: —Aixi, vds, sou ef vostre pare? 106 «gASf QUE, VOS, SOIS VUESTRO PADRE?» En el portal de casa, haba ya comido. Me distraia viendo un vuelo de vencejos que remontaba un plantel de eucaliptus en la alqueria de Ponsich. Todo era calma y luz, y una extre- ma alegria. No pasaba alma viva, ni que fuese domingo, De pronto, un viejo con bombin y gafas de miope se paré pensa- tivo, me miré receloso, leyé el nombre de abajo del balcén y, como quien est4 sofiando, dijo: —Agui es casa de Foix. Le conoci afios ha, vecinos éramos antes de 1900, trato habia y bablébamos. Conservo atin escritos de cuando, ya maduro, es- cribia papeles catalanes, diarios y revistas de aquel tiempo. iDesventurado! Carlistas lo mataron junto a la tapia de los al- garrobos, en noche de borrasca. Le contemplé, extrafiado. Este anciano, pens¢, no sabe lo que dice. Iba a abrirle los ojos cuando, irguiéndose, cogié mi brazo y me llevé consigo, forzu- do, me empujé calle abajo, que casi pierdo el norte. Seguimos adelante por el camino de Les Corts, fangoso y sucio. En pa sando el tejar, yo me detuve. Me complace el olor de los la- drillos recién sacados y la fragancia de la arcilla fresca; pero el vejete, dale que dale, abajo, ansioso, Cuando pasdbamos, erran- tes, frente a la fabrica del vidrio, me quise resistir. La gozo, ya de nifio, donde el fuego echa chispas, y los vidrieros, que veo agigantados, me abren parajes nuevos, y en ello me complazco. Mas el enclenque, enloquecido, se me lleva casi a rastras. Calles de no sé dénde, plazas mal escuadradas, huertos y escudlidos jardines, todo el suburbio de zarzal y tapias. Cual si se me llevara a un continente de estampa dieciochesca. ¢Dénde es- tamos?, le digo; parémonos, anciano, ¢Qué frenest te empuja? Se planté en seco, estupefacta la mirada, ajusté la contera de goma del bastén, y como descubriéndome o que jamds me hubiese visto, espetd: —/Asi que, vos, sois vuestro padre? 107 De DIVERSA PROCEDENCIA TOTS HI SEREM AL PORT AMB LA DESCONEGUDA A Gabriel Ferrater Baixivem, ulls tancats, per la impossible escala quan la sal i la sang de la marea embruixen el sorral. Deies —no ho deies tot!— que aquella nit amb tremolors d'espiga i navilis antics amb veles esquingades ra una torre amb remolins de gralles, un clam de ganivets damunt la gola nua, el crit d’un paper escrit quan les amors s'esbalcen, una ma que es marceix amb cendra i carbonissa © la porta enreixada que déna al pati mort. No ho deies tot! I hi érem tots tibats, pujant i davallant en immdbils esperes, ulls clucs també, cadascti amb el seu somni. Si l'un feia el granger en licties cingleres, © escodrinyava el Nom en Ilibres corsecats d'epiléptics tedlegs que estronquen les fonts, Valtre i els seus, amb febre de tenebres, feixaven la rabassa de la pluja © ventaven el foc de Ilurs sofrences, frévols com els amants quan l'aurora es deixonda, Cercivem palpejant Ja porta de les noies en carrers somniats amb silencis de gruta, i en ressegufem les cambres nocturnes com qui s'amaga a l'espessor dels blats. 110 TODOS ALLA, EN EL PUERTO, CON LA DESCONOCIDA A Gabriel Ferrater Bajébamos, a ciegas, por la escalera pina cuando de sal y sangre la marea embruja el arenal. Decias, —jno era todo!— que aquella noche en su tremor de espiga y navios afiosos con sus velas rasgadas era cual torre en revolar de grajos, jaleo de cuchillos sobre la nuez desnuda, grito de una hoja escrita cuando el querer se agosta, la mano que se alacia en cisco y en cenizas ‘ la puerta enrejada que asoma a un patio muerto. iTe callaste algo! E fbamos muy tiesos, arriba, abajo, por la inmévil espera, también sin ver, cada cual con sus suefios. Si aquel era granjero de lécteos riscales, © escudrifiaba el Nombre por dridos librotes de convulsos tedlogos que restafian las fuentes, éste y compafia, en fiebre de tinieblas, los majuelos de Iluvia abancalaban © avivaban el fuego de sus cuitas, febles cual los amantes en despertar la aurora. Buscébamos a tientas la puerta de las mozas por callejas sofiadas con silencios de gruta, sus nocturnos tabucos recorriamos como a escondidas por trigal espeso. un Elles no hi eren, i ho endevindvem. Llur veu havia fuit com un patal sense ombra i, cor alt, refusivem el coixi dels rocs. Els reixats de la porta de lescala passen clarors que projecten esferes amb pins de sol, damunt la cal¢ calenta, Totes les reixes tenen llur parany i temen que Ilur obra ens faci presoners. Cada grad ens acosta al Llibre de |’Exili i amb ull lands veiem co que és ofert. No hi ha pas caca per al qui no fita; ni el nou ardent, o advers!, per als folls del passat. No és llibert ni franc qui no s’oblida 0 es mira a I’aigua, amb clac i faldons Ilargs. No sén unicolors els esquemes dels atlas: el grec hi té el seu turc i el polonts, el rus. No ho deies tot: Si ho haguéssim sabut! T’haurfem ensenyat els miralls de la clota passada la contrada on qui es té dret, l’escapcen. No emmirallen qui els mira, ans bé un seguici de maniquins embuatats i rigids. amb una cuca al front, d’antena larga, i aparencen aquells que potser som: prodigs o retinents, servents o mestrejants, atavics augurals, gallejants de la historia. —Som molts, murmura I'eco, i la borda és de pobres. A V'hora del crepuscle hauriem vist els capells florejants de dames florentines que el sol s'emporta amb grogors de panotxa lilas amunt; i els cors com s'assosseguen... T quan el primer estel espurna al pic més rost haurfem escoltat, on els cddols floregen, Ja passada dels vents amb brogit de tenora i el clam esperangat de les formes captives. De ellas ni rastro, bien lo adivinamos, Su voz andaba huida cual pétalo sin sombra mas nada nos tentaban almohadones de roca. Entre la celosfa de la entrada se abre paso un claror que finge esferas con pinos fébeos, en la cal caliente. Todas las rejas tienen su armadijo, y temen que su obra nos haga caer presos. ‘Cada escalén te acerca al Libro del Exilio y veis con ojo turbio qué se ofrece. Caza no salta si el mirar no es fijo; lo nuevo ardiente, jo adverso!, no se abre a los nostdlgicos. No es liberto ni franco quien no olvida © se espeja, de clac y de faldones. No son unicolores los esquemas del atlas: tiene el griego su turco y su ruso, el polaco. Algo callaste. ;De haberlo sabido! Te hubi¢ramos mostrado las lunas de la hoya allé de donde al erguido, desmochan. No espejan a quien mira, sf a un cortejo de enguantados y rigidos monchones con un bichejo, larga antena, al frente, aparejando lo que acaso somos: prédigos 0 avarientos, siervos 0 dominantes, augurales y atévicos, los majos de la historia. —Tantos, murmura el eco, y la borda es de pobres. Al lubricdn nos fuera dado ver los floreados sombreros de damas florentinas que el sol se lleva en oros de mazorca lilas arriba; y sosegado el pecho.. Y al chispear el lucero contra el pico més bravo quedarnos a escuchar, donde el canchal florece, el paso de los vientos con fragor de tenora y el clamor de esperanza en las formas cautivas, Ww

También podría gustarte