INTRODUCCION
El alma de la nacién polaca, sus inequivocas sefias de identidad
nacional y su inquebrantable voluntad de supervivencia a glorias y
tragedias, de las que tantas ha conocido a lo largo de su historia el
pueblo polaco, encuentran su mejor forma de expresién, en su estado
mas puro, en los intrincados vericuetos de los versos que sus poetas
han escrito a lo largo de los ultimos siete siglos.
La Polonia milenaria siempre rindié culto a sus poetas; y lo sigue
haciendo sin complejo alguno en este vertiginoso siglo xxi. La nacion
polaca se reconoce orgullosa en su poesia. Polonia, cien veces arrasa-
da por los vientos de la historia, otras cien resurgié de sus propias
Tuinas, apuntalada y fortalecida por la voz de sus poetas. Y el pueblo
polaco, consciente de ello y agradecido, guarda sus nombres siempre
vivos en su memoria, sabedor de que son su mejor patrimonio nacio-
nal, el nico que ningun invasor pudo ni podra destruir. Quiz por
eso su himno nacional sea un bello poema titulado Mazurca de
Dabrowski, compuesto por el poeta Jozef Wybicki (1747-1822), que
comienza con los versos:
Polonia no estd muerta todavia,
pues nosotros vivimos,!
" Jeszcze Polsha nie umarla, / kiedy my zyJemy, Versos pertenecientes a la Mazurca
de Dabrowski (Mazurek Dabrowskiega), himno nacional de Polonia desde 1926.8 Antologta de la poesta polaca
LA EDAD MEDIA. EL BAUTISMO DE POLONIA
Los origenes del estado polaco se remontan al siglo x, cuando
Mieszko 1, primer gobernante historico de Polonia, establecié una
alianza con Bohemia en el afo 965 mediante su matrimonio, en el
966, con la princesa cristiana Dobrava, lo que supuso la adopcion de
la religion de ésta en tierras polacas. Con esta decisibn Mieszko al-
canzaba una triple conquista en su politica: el fortalecimiento de Po-
lonia en Europa, el establecimiento de unas relaciones internacionales
sdlidas y el apoyo de otros paises a su idea de organizar un estado
polaco.
El cristianismo no trajo a Polonia slo una consolidacién politica
y territorial, sino también un sistema de pensamiento y una lengua, el
latin, adoptado rapidamente como lengua culta. La consecuencia prin-
cipal de este hecho fue que las primeras manifestaciones literarias que
iban a surgir en la recién nacida Polonia lo harian, ineludiblemente,
dentro del universalismo ideoldgico del cristianismo. El pensamiento
filosdfico se encuentra sometido a los dogmas de la religion cristiana,
y por extension la funcién del poeta y su creacién. La visién del
mundo se hace teocéntrica y la doctrina de la escolastica, inspirada y
fundada en las ensefianzas de Aristételes, domina el ambito del pen-
samiento. La religion, pues, determina la vision del mundo del poeta
medieval. Esta visién se hace radicalmente dualista y el poeta se halla
siempre inmerso en una oposicién dual: Dios/Satanas, angel/demo-
nio, cielo/infierno, alma/ cuerpo.
Los conceptos fundamentales en torno a los que gira la lirica po-
Jaca medieval son los de Dios y el hombre. Para el poeta medieval,
Dios no es una idea abstracta. Es el Hacedor del hombre a su imagen
y semejanza, lo que le otorga, a este tiltimo, la posibilidad de perfec
cionarse. Por eso la poesia polaca medieval es a menudo andnima: el
valor de la obra lo determina la utilidad y el servicio que presta al
hombre, no al autor, Se trata de una literatura diddctica y moralizante,Introduccion 9
al servicio de la educacion, que difunde los ideales del caballero (va-
leroso, fiel a su rey y a la Iglesia) y del asceta (abandona los placeres y
comodidades terrenales y busca la vida eterna tras la muerte por me-
dio de la perfeccion a través de la devocion y la virtud).
Ejemplo excepcional de este pensamiento es la Leyenda de san
Alejo (Legenda o swigtym Aleksym), un poema plenamente enmarcado
en la literatura hagiografica que nos muestra los beneficios de la vida
penitente y al servicio de Dios. El ideal humano del Medioevo se
cumple en Alejo: el desprecio por el mundo terrenal y los bienes ma-
teriales para alcanzar asi, mediante el sacrificio y la oracién, la vida y
la felicidad eternas en el cielo. El poema, que se conserva de manera
incompleta en una copia fechada en 1454, nos cuenta la historia del
santo. En la noche de bodas Alejo informa a su esposa de que vivira
en absoluta castidad y de que tiene la intencién de abandonar Roma
para consagrarse al servicio a Dios. Dedicado por entero a la oracién,
comienza a vivir miseramente y a mendigar a las puertas de una igle-
sia. Un gélido dia, mientras Alejo duerme, una imagen de la Virgen
que habia en un cuadro de la iglesia desciende de éste y se dirige a un
monago, a quien le pide que abra la puerta y permita enuar a Alejo. El
suceso se repitié en nuevas ocasiones y el sacristén acabé por divul-
gar los extraordinarios hechos, lo que hizo que la gente tomara a Ale-
jo por santo.
Pero el poeta medieval es también la voz del pueblo, el cantor del
pueblo, porque solo él sabe expresar ante la divinidad aquello que es
inefable para el resto. Junto a villancicos y canciones de tema maria-
no, son abundantes también en la poesia lirica de estos siglos las can-
ciones con motivos relativos a la pasion de Cristo, como es la compo-
sicion Lamentos de la Madre de Dios bajo la Cruz (Zale Matki Boskiej
pod krzyzem), un planctus que en su dia pudo formar parte de algun
misterio. Construido en forma de mondlogo, pone en boca de la Vir-
gen, que ve el martirio de su Hijo crucificado, una serie de patéticos y
liricos lamentos Ilenos de emocién ¢ intensidad poética.
Muestra singular es el canto mariano Madre de Dios (Bogurodzi-
ca), el poema lirico escrito en polaco mas antiguo que se conoce y del
que Jan Dtugosz (1415-1480) en su Cronica dice que era cantado por10 Antologta de la poesta polaca
los soldados antes de entrar en combate. Escribe Dtugosz que las tro-
pas polacas entonaron este carmen patrium antes de entablar bata-
Ma en Grunwald en 1410 contra los Caballeros Teutones, asi como
en 1444 en las luchas contra los turcos en Varna, y documenta tam-
bién Dtugosz que el himno Madre de Dios era entonado durante las
coronaciones de los primeros reyes polacos de la dinastia de los
Jagellones.
Mitad religioso y mitad laico es el Didlogo del maestro Policarpo
con la Muerte (Rozmowa mistrza Polikarpa ze Smiercia), poema dialo-
gado andénimo redactado hacia 1460. Se trata de una adaptacion al
polaco del texto latino Colloquium inter mortem et magistrum Polykar-
pum, enraizado en la tradicién medieval europea de las danzas de la
muerte. Cuenta la historia de un hombre, el Maestro, que ruega a Dios
que le muestre el rostro de la Muerte. Solo en una iglesia, la Muerte se
le aparece, pero no en la forma convencional de un esqueleto, sino
como una mujer palida, flaca, en estado de descomposicién y con una
guadafia en una de sus manos.
EL RENACIMIENTO, TAMBIEN DE LA POESIA
La caida de Constantinopla en 1453 tuvo como consecuencia la
llegada masiva a Europa de los sabios del Imperio Bizantino y, con
ellos, el encuentro con la cultura de la Antigitedad en buena parte de
las tierras eslavas. Por otro lado, los descubrimientos geograficos y
cientificos de aquellas décadas —recordemos al astrénomo polaco Ni-
colés Copérnico— supusieron para el hombre de la época una pro-
funda transformacion espiritual y filosdfica: veia como se agrandaba
el mundo ante sus ojos, cémo surgian nuevas culturas, como se abrian
nuevas posibilidades de comercio y desarrollo. El hombre recupera la
confianza en si mismo, en su poder y en sus propias posibilidades. La
cultura teocéntrica de los siglos anteriores, que habia situado al hom-Introduccion 1
bre en un mundo trascendente que gira en torno a la idea de Dios y
para el que la vida terrenal no era mas que una estacién de paso hacia
la vida eterna, deja paso al antropocentrismo. Surge asi el Renaci-
miento, que vuelve al hombre consciente de sus capacidades, no sdlo
de sus limitaciones. Mas alla de la fe, indaga en el conocimiento de la
naturaleza y del mundo que habita valiéndose de la razon, directriz
principal de su pensamiento y conducta. La consecuencia es, por un
lado, un sentimiento pagano de la existencia y, por otro, una divini-
zacién de la naturaleza, que pasa a convertirse en el principal objeto
de estudio. El nuevo hombre quiere y necesita conocer su entorno, el
mundo que habita y las leyes naturales que lo gobiernan. El mundo
clasico de la Antigiiedad adquiere ahora su maxima dimension. Las
grandes obras de la cultura grecolatina, traducidas a las lenguas ver-
naculas, son publicadas en las imprentas y dejan de ser patrimonio de
las minorias eruditas. Plat6n, Virgilio, Cicern, Horacio, Ovidio, Séne-
ca, etc., se wansforman en modelos filosdficos y literarios. Es el mo-
mento en el que el poeta descubre la belleza a partir de una nueva
corriente estética: el neoplatonismo.
En la poesia polaca va a ser Jan Kochanowski, la cumbre del Re-
nacimiento literario polaco, quien mejor asume en sus Cantos (Piesni,
1586) la idea de que la belleza externa (el paisaje, el arte, la mujer,
etc.) es reflejo de la belleza espiritual y, en consecuencia, de la belleza
divina. El poeta mantiene una actitud positiva ante la vida, siente la
alegria de vivir, se sabe capaz del ejercicio de la inteligencia y la raz6n,
por lo que rechaza la especulacion metafisica. La plenitud que es ca-
paz de sentir dentro de si mismo hace que se reduzca su interés por
lo ajeno y por lo trascendental. Llegamos asi al concepto clave que
define la época: el Humanismo. El poeta humanista ensefia a vivir en
la «dorada mediania», asume el papel del maestro y defiende la idea
de que la educacién debe aunar la armonia entre las habilidades y las
posibilidades creativas del individuo.
La conviccién de que la felicidad se construye a partir de peque-
fas cosas sin importancia aparente se refleja también de manera clara
en el libro de Kochanowski titulado Bagatelas (Fraszki, 1584), breves
composiciones poéticas de concisa construccién cuyo contenido de-12 Antologia de la poesta polaca
sarrolla una anécdota o motivo circunstancial, a menudo de cardcter
jocoso, cn ocasiones frivolo, que nos recuerda al poema burlesco y al
epigrama, pero con un sentido mas amplio. Podriamos definirlas como
poemas de la cotidianidad. Generalmente tienen un destinatario con-
creto que puede ser real, ficticio o alegérico. Las encontramos de ca-
ricter descriptivo, lirico y dramatico, en estas ultimas se reconstruye
un dialogo. El protagonista es el propio Kochanowski, quien las utili-
za para introducir elementos autobiograficos y reflexiones metalitera-
tias sobre su labor poética y el género mismo. También expone en
ellas gran parte de sus ideas sobre el mundo y sus imperfecciones,
sobre la presencia de la tristeza en la vida humana, sobre Dios. El
poeta tiene un concepto humanizado de Dios, muy alejado del Dios
que premia y castiga.
En el afio 1579 tiene lugar en la vida de Jan Kochanowski un tagi-
co suceso: la muerte de su segunda hija, Urszula, de algo menos de tres
anos de edad. Sumido el poeta en un profundo dolor, encuentra con-
suelo en la creacion poética, de la que fue fruto la que esta considerada
la mas excelsa de sus obras: Trenos (Treny, 1580). Se trata de un ciclo de
diecinueve poemas de tema funerario, pero que reflejan la ya latente cri-
sis del Humanismo, lo que los convierte en un testimonio excepcional
de la decadencia en que se encontraba inmerso el pensamiento renacen-
tista polaco a finales del siglo xv. Pero también reflejan la crisis ideol6-
gica que sufre el poeta. En efecto, el estoicismo, que habia ensefiado al
hombre renacentista a mantener la paz interior durante los momentos
més desgraciados de la existencia, choca con el sentimiento individual y
con la filosofia optimista de la arménica perfeccién del universo, La
muerte de una nifa de menos de tres afios no tiene explicacién en la
mente racional de Jan Kochanowski. Es algo contrario a las leyes de
la naturaleza y de la vida. De alguna forma, este desencanto, esta crisis
de pensamiento, nos anuncia que la transicién hacia el Barroco ha co-
menzado, aunque los Trenos sean, ante todo, la expresi6n lirica y senti-
mental mas intensa del Renacimiento literario polaco.
Pero el poeta polaco renacentista también asume una clara voca-
cién educativa del espiritu ciudadano. Ejemplo de ello es la obra que
en 1562 publica Mikotaj Rej en Cracovia: Jardin zooldgico en que seIntroduccion 13
describen las figuras, cualidades y costumbres de diversas clases de hom-
bres, animales y pajaros (Zwierzyniec, w ktérym rozmaitych stanéw ludzi,
zwierzat i ptakdw ksztatty, praypadhi i obyczaje sa wlasnie wypisane). La
obra, estructurada en cuatro partes, es un conjunto de epigramas de-
dicados a personajes célebres e histéricos, a instituciones del Estado y
teligiosas y a las actividades domésticas, a través de los cuales repre-
senta, de forma alegérica y con evidente intencién didactica, la hon-
radez, la virtud y el afan de servicio a la patria.
EL BARROCO. LA POES{A DEL TORMENTO
La muerte en 1572 del ultimo rey de la dinastia de los Jagellones,
Segismundo II Augusto, trajo consigo cambios politicos transcenden-
tales que repercutieron directamente en las letras y las artes de la
época. El hecho politico mas importante fue, sin duda, el estableci-
miento de la monarqufa electiva que llevé a Enrique de Valois (que
teind entre 1573-1574) al trono polaco en abril de 1573. La demo-
cracia nobiliaria sumi6 a Polonia en un profundo desbarajuste politi-
co. El liberum veto”, al que tenian derecho todos los nobles en la Die-
ta, dificultaba enormemente la toma de decisiones y la ejecucion de
proyectos legislativos. Mientras que en Europa el absolutismo ganaba
terreno a pasos agigantados, y Brandemburgo y Mosci, los vecinos de
Polonia, hasta entonces débiles, se fortalecian gracias al progresivo
control de los monarcas absolutos sobre la nobleza, Polonia se volvia
cada vez mas débil, tanto en su politica interna como externa, conse-
cuencia de la negativa rotunda de los nobles polacos a perder su «do-
rada libertad». Por otro lado, las sucesivas guerras contra Mosct, Sue-
cia y Turquia arruinaron la economia polaca.
2 Sistema que hacia que cualquier miembro de la Dieta pudiera impedir la apro-
bacion de cualquier ley con la simple emisién de su voto en contra.14 Antologia de la poesta polaca
El acontecimiento que desencadené el derrumbamiento de la
primacia polaca en el centro y este de Europa fue la rebelién en los te-
tritorios polacos de Ucrania en 1648, acaudillados por el atamin
Bogdan Chmielnicki, hombre de gran prestigio militar entre los cosa-
cos. Las luchas se prolongaron hasta 1655. Las circunstancias de de-
bilidad polaca fueron simultaneamente aprovechadas por Suecia.
Mientras Chmielnicki arrebataba a Polonia la parte ucraniana de su
territorio oriental hasta el rio Dnieper, los suecos, a instancias de Hie-
ronim Radziejowski, invadian gran parte del pais en julio de 1655.
Por primera vez el diputado Siciriski, testaferro del poderoso aristé-
crata Janusz Radziwitt, utiliz6 el liberum veto en la Dieta de 1652, pro-
vocando su ruptura. Enfrentado al rey por la cuestién cosaca, Hiero-
nim Radziejowski viajo a Suecia e incit6 al monarca Carlos Gustavo a
romper la tregua pactada e invadir Polonia. Con un ejército bajo el
mando del mariscal Wittenberg, y el apoyo de los protestantes pola-
cos, llegan los suecos hasta Varsovia; los magnates polacos Hieronim
Radziejowski y Krzysztof Opalinski proclaman a Carlos Gustavo de
Suecia protector de Polonia. Simultaneamente, en agosto del mismo
afio 1655, el zar Alejo entraba en Vilna y tomaba el titulo de Gran
Duque de Lituania, mientras el rey de Polonia, Juan II Casimiro Vasa
(t. 1648-1668) huia a la ciudad silesiana de Opole para refugiarse.
Uno de los episodios mas memorables es el sucedido durante la
defensa del Santuario de la Virgen de Czestochowa. Seguin la tradicién
popular polaca, la Virgen Negra protegié a los monjes y nobles que
defendieron la fortaleza de Jasna Gora en su lucha con los suecos, ev+
tando que ésta cayera en sus manos. El hecho se propag6 ripidamente
por el pais y en todas partes se organizaron revueltas populares y e+
tudiantiles contra el invasor. La retirada de los suecos, vencidos pet
las tropas polacas, y la wegua de 1667 con Moscti, devolvieron, al me-
nos momenténeamente, la paz a una Polonia que, profundamente de-
bilitada, habia perdido definitivamente su hegemonia territorial en el
este de Europa.
Las continuas guerras con Turquia a partir de 1672 y hasta fina-
les del siglo xvu fueron minando la cada vez mas fragil fortaleza pola-
ca. El rey polaco Juan III Sobieski (rey entre 1674-1696), que habiaIntroduccion 15
firmado con el papa Inocencio XI y el emperador Leopoldo | una
alianza defensiva y ofensiva contra los turcos en 1683, se erigié en
salvador de la Cristiandad. Cuando los turcos entran en Viena y el
Emperador huye, Juan III Sobieski acude en su ayuda y logra una
gran victoria sobre éstos, a los que también expulsa de Hungria y
mantiene en los limites de la Europa asociada a la Santa Alianza. Sin
embargo, olvidado por las naciones a las que habia socorrido, Sobies-
ki se retiré a su palacio de Wilanéw en Varsovia, donde murié en
1696.
La repercusion de las continuas guerras en el campo de la cultu-
ra no se hizo esperar. Los hijos de los nobles cambiaron su tradicio-
nal formacién en universidades extranjeras por los campos de batalla,
lo que, unido al creciente rechazo de lo foraneo, fundamentado en la
teoria del origen sarmata de la nobleza polaca, dio lugar a un notable
deterioro de la formacién intelectual de la juventud perteneciente a la
nobleza polaca.
En este contexto, el poeta barroco polaco nace y crece bajo el
signo de la teoria del origen sarmata de los polacos. Seguin esta teoria,
el concepto de «nacién polaca» queda limitado exclusivamente a la
nobleza, cuyas raices se hallan en la antigua nacién de los sarma-
tas, la cual se extendia por Rusia, Polonia, Lituania, Tartaria, Circasia
y la Gran Tartaria. Los sérmatas estuvieron al servicio de los mitrida-
tes contra los romanos, siendo destruido su poder en el siglo m por
los godos, lo que les obligé a fundirse con los suevos. Estas ideas
desembocaron en el pleno convencimiento de que el valor del hom-
bre depende de la antigitedad de su linaje, lo que provocé un incre-
mento sustancial del culto a la tradicién nacional y una ostensible
pérdida de interés por lo proveniente de fuera de las fronteras polacas.
La Iegada a Polonia del poeta y literato aleman Martin Opitz
(1597-1639), que huia de los Habsburgo, aliment6 notablemente la
formacién de una teoria del sarmatismo, ya que este respetado y no-
table erudito defendié el origen sarmata de la nobleza polaca. Esta, a
la cual agradaba la idea de una Polonia concebida como el «pueblo
elegido» por Dios para defender la Cristiandad en la nueva era, abra-
26 la teoria.16 Antologta de la poesta polaca
El modelo de «hombre humanista» es sustituido por el modelo
de «hombre sarmata», una miscelanea de homo ludens y homo polini-
ces. La idea de su superioridad le lleva a despreciar el trabajo y reser-
varse para la vida publica en la que puede hacer gala de su sentido
del humor, encanto personal, don de la oratoria y aparente erudicién.
A diferencia del poeta renacentista, el barroco no pretende ni
educar ni despertar con su obra sentimientos consoladores, ltidicos o
patriéticos. Su deseo es provocar la reaccién humana, tanto interna
como externa. Para ello se sirve de aquellos elementos que, por expe-
riencia, sabe qué resultados producen: la hipérbole, la exageracion, la
metafora, la paradoja, la antitesis, lo grotesco y un cierto naturalismo
de tendencias agresivas a la sensibilidad. Es el momento del culto a la
Mamada estética de la fealdad, que en la poesia polaca se manifiesta,
sobre todo, en el uso deliberado de las lenguas latina y polaca simul-
taneamente, dando lugar al estilo macarrénico.
El poeta barroco se distancia del pueblo, se aisla, vive en el ostra-
cismo y canta su profundo tormento interior, consecuencia del sen-
timiento de amenaza que vive el poeta ante el hecho de la caducidad
de todo lo terrenal, por eso la pulcritud expresiva renacentista se tor-
na en un lenguaje casi incomprensible y el poeta se afana en lograr di-
ficiles consonancias, lo que origina fuertes encabalgamientos entre los
versos, una inversion de la sintaxis l6gica, llena de fuertes hipérbatos,
abundante en metaforas, alegorias y todo tipo de juegos lingiiisticos.
El poeta es ahora un cantor del dolor metafisico, a veces sdlo atenua-
do por el goce de los placeres mundanos. Canta con formas simbsli-
cas y alegoricas a lo efimero de la vida, expresa su regocijo por la
igualdad de todos los hombres frente a la muerte y frente al amor,
manifiesta su fascinacién por la belleza de lo terrenal y canta a los
placeres vitales y las experiencias sensuales.
El tormento barroco afecta al pocta en todas sus dimensione
personal y la social. Ejemplo del tormento personal, en este caso en el
amor, es el poema de Jan Andrzej Morsztyn titulado \ un cadaver (De
trupa). El tormento también llega a lo social y lo politico, por eso el
poeta barroco polaco gusta incluso de compadecerse ante la situaciin
catastréfica de su patria en los terrenos politico, social y econdmico.Introduccion 17
Quiza la mejor muestra de esta corriente sea el poema Polonia se fun-
damenta cn el desorden (Nicrzadem Polska stoi) de Wactaw Potocki.
LA ILUSTRACION. LUCES EN LA CULTURA Y TINIEBLAS EN LA POLITICA
Durante las tres primeras décadas del siglo xv en Polonia se vi-
ve una situacién de extremo debilitamiento del Estado, arruinado por
las sucesivas guerras contra los suecos, rusos y turcos. Por otro lado,
aumenta la pobreza entre los campesinos, que no pueden desarrollar
su economia a causa de la debilidad de la burguesia y que depende,
en muchos aspectos, de los imperios de Prusia, Austria y Rusia. Sdlo a
partir de 1730, fecha hasta la que, desde principios del xvin, no slo
la politica y la economia polacas estuvieron totalmente estancadas,
sino también la vida cultural y la literatura, encontramos opiniones
que claman por la reforma del Estado en un intento de evitar la ruina
de Polonia. Pero hay que esperar hasta la eleccién al trono polaco de
Estanislao Augusto Poniatowski en 1764 para que se inicie con ro-
tundidad un periodo de reformas dentro de las instituciones. Sin em-
bargo, la eleccin de Poniatowski, favorito de la zarina Catalina II de
Rusia, supuso una dramatica concesin para Polonia, pues el monar-
ca, decidido a sacar a Polonia del atraso cultural y econémico, se vio
obligado por ésta a aceptar un régimen de protectorado de Rusia. El
protectorado pronto se transformé en intento de dominacion, lo que
dio lugar a un incremento de las confederaciones de disidentes. Una
de las mas importantes fue la Confederacién de Bar (Ucrania), ocu-
mda entre los aos 1768 y 1772, movimiento armado de la nobleza
en defensa de sus privilegios, cl catolicismo y la independencia politi-
ca de Polonia frente a Rusia. Estos cuatro aos de guerra fueron tan
catastroficos para Polonia y las potencias vecinas que ¢stas encontra-
ron en ello un pretexto para realizar cn 1772 un primer acuerdo de
ocupacién de tierras polacas. Polonia perdia un tercio de sus territo-18 Antologta de la poesta polaca
tios y de su poblacion. El reducido Estado polaco inicié un periodo
de relativo florecimiento econdémico y cultural hasta que en 1788, y
tras numerosas nuevas agitaciones politicas, tiene lugar la constitu-
cién de la llamada Dieta de los Cuatro Aftos (1788-1791), que dicta
una serie de decretos en los que se rechaza el protectorado de Rusia.
Aun en 1790, Prusia firma con Polonia una alianza por la que aquélla
se comprometia a ayudar a Polonia en el desmantelamiento del pro-
tectorado ruso y la recuperacién de los territorios ocupados, a cambio
de lo cual Polonia cederia a Prusia otros espacios de la geografia pola-
ca. Con el respaldo del pacto polaco-prusiano, en 1791 se aprueba la
histérica Constitucion del 3 de mayo, en la que mediante el compro-
miso entre el monarca y los dirigentes del Partido Patriético, mayori-
tario en la Dieta, se acordé, entre otras medidas, la abolicién del libe-
rum veto y del sistema de monarquia electiva, asi como la restauracién
de la monarquia hereditaria, la delimitacion del campo de influencias de
la aristocracia, la extension de derechos a la burguesia y el amparo
por parte de las leyes y del gobierno a siervos y campesinos. La reac-
cién de Catalina II, que no acepto tales medidas y quiso recuperar el
protectorado de Rusia sobre Polonia, no se hizo esperar. Y asi, en
1792, el ejército ruso, apoyado por una parte de la aristocracia con-
servadora polaca, entra en Polonia, Esta recuerda a Prusia el cumpli-
miento de la alianza firmada, pero la respuesta no se produjo y los
polacos se vieron obligados a capitular ante Rusia. En 1793 Rusia y
Prusia firman un acuerdo para la realizacién de un segundo reparto
de Polonia en San Petersburgo. Pero la crispacion popular continud
produciendo revueltas y enfrentamientos aislados hasta que el gene-
ral Tadeusz Kosciuszko (1746-1817) organizo la Insurreccién de
marzo de 1794, Los polacos lograron importantes victorias durante
los meses siguientes, pero a finales de ese mismo afo sufrian una
nueva derrota ante las tropas imperiales. Es entonces cuando, en oc
tubre de 1795, los imperios de Prusia, Austria y Rusia vuelven a plan-
tearse la necesidad de acabar con cl espiritu rebelde de los polacos y
acuerdan la tercera y definitiva ocupacién del ya reducido territorie
de Polonia. El rey Poniatowski abdicaba cl 25 de noviembre de 1795
y tres aos mis tarde, en San Petersburgo, moria con el trigico lastreIntroduccion 19
de haber Ilevado a Polonia no solo a la ruina, sino también a su des-
aparicién del mapa politico de Europa.
En América, mientras tanto, las tropas britanicas combaten a los
independentistas norteamericanos, pero la monarquia de Londres se
ve obligada a firmar el Tratado de Versalles (1783). Trece antiguas co-
lonias inglesas en Norteamérica se constituian en Estados indepen-
dientes y proclamaban la Constitucién de los Estados Unidos en
1787 con George Washington como presidente, después de una gue-
tra de ocho afios en la que habian participado destacadamente los mi-
litares polacos Kazimierz Putaski (1745-1779) y Tadeusz Kosciuszko.
En Paris estallaba en 1789 la Revolucion Francesa, Luis XIV moria
ejecutado y Napoleén Bonaparte sofaba con la conquista de Europa.
La etapa de la Ilustracion supuso para Polonia un auténtico de-
sastre econdémico y politico, pero no sucedié lo mismo en el campo
de la cultura. Durante este tiempo, y muy especialmente bajo el rei-
nado de Estanislao Augusto Poniatowski, fueron numerosas las re-
formas culturales realizadas y mediante las cuales se buscaba la mo-
demnizacién de Polonia.
Si el establecimiento en 1763 de la libreria «Bajo el signo de los
poetas» (Pod znakiem poetéw) por el editor e impresor Michat Grdll
supuso un paso importante en la labor de difusion publica del libro,
mucho mis decisiva en este aspecto fue la aparicién en Varsovia de la
revista Monitor (1765-1785), elaborada al estilo de la londinense
Spectator. Subtitulada «Revista moralista», estaba financiada por el
propio rey Poniatowski y era el érgano de propaganda de la reforma.
Su periodicidad de aparicién era de dos veces por semana. Ademas de
su editor, Franciszek Bohomolec, fueron asiduos colaboradores los
més destacados escritores polacos de la época. Las lineas ideolégicas
basicas de Monitor se basaban en la negacién del sarmatismo y la pro-
puesta de un nuevo modelo de noble ilustrado, la preocupacién por
los problemas sociales, econémicos y politicos de la Polonia de la
época, la defensa de la educacién laica frente a la intolerancia religio-
sa y, muy particularmente, el desarrollo y difusion del teatro y la lite-
ratura en general. Esta publicacién, a la que podriamos lamar «revis-
ta-escuela» de la ideologia ilustrada, mantuvo una mayor influencia20 Antologia de la poesta polaca
durante los primeros aios de su existencia. Junto a Monitor hay que
recordar también el histérico Correo Polaco (Kurier Polski) (1729-
1939), primer periédico regular en Polonia.
El rey Poniatowski fue también el organizador desde 1771 de las
«comidas de los jueves» (obiady czwartkowe), banquetes en el Palacio
Real y en el retiro del Palacio de Lazienki en Varsovia, durante los
cuales las mas relevantes personalidades de la politica, el ejército, el
gobierno, las universidades, pero especialmente de las artes y las le-
tras, como Konarski, Bohomolec, Naruszewicz, Trembecki, Krasicki,
Zabtocki y Wegierski, no sélo intercambiaban sus propias creaciones
literarias, sino que también discutian sobre literatura, teatro, miisica,
arte y cultura en general. En una de aquellas comidas surgi6 la idea
de la publicacion de la revista literaria titulada Entretenimientos agra-
dables y utiles (Zabawy Przyjemne i Pozyteczne, 1770-1777), organo de
prensa de las «comidas» y de cuya edicion y direccién se encargé el
poeta Adam Naruszewicz.
En la tansicién del Barroco a la Ilustracién en Polonia intervie-
nen fundamentalmente dos factores: uno politico y otro literario. Este
doble condicionamiento dio lugar a que, entre las naciones eslavas, la
Ilustracién sélo pudiera desarrollarse plenamente en Polonia y Rusia,
tnicos paises que mantienen su independencia politica y, por ello,
una clase noble propia, terreno esencial para el cultivo de las ideas
ilustradas. Como naciones libres, desarrollan una cultura nacional,
utilizan su propia lengua y mantienen sus costumbres y tradiciones,
frente a los demas pueblos eslavos, sometidos politicamente y, por
tanto, sin posibilidades de desarrollo cultural independiente. A esto
hay que afadir que la mentalidad ilustrada no sélo no propiciaba en
absoluto los deseos nacionalistas de los pequenos pueblos sometidos
incluso lleg6 a propugnar el desprecio de las culturas nacionales y
sus lenguas en favor de las extranjeras—, sino que se dirigia a los gran-
des pueblos y a las culturas centenarias, para lo que contaba con cl
apoyo de los sectores cortesanos.
El poeta ilustrado asume plenamente su funcién cducadora en
Polonia. Preocupado por los problemas sociales, se vuelca en hacer
una literatura extraordinariamente util, didactica y moralizadora, loIntroduccion 21
que produjo un estrecho vinculo de unién entre la vida politica y so-
cial y la literatura. Esta, basada en la razon como unico instrumento
valido para el conocimiento del mundo, proclama la primacia de las
normas de las poéticas clasicas sobre las emociones, la inspiracion y
la intuicién. Los modelos literarios son las literaturas griega y romana
antiguas, la literatura ilustrada francesa (La Fontaine) y el Renaci-
miento polaco (Kochanowski). La poesia polaca se inunda de escritos
politicos, circunstanciales, costumbristas, didacticos (relativos al nue-
vo modelo de hombre ilustrado), historicistas y moralistas, si bien la
poesia encuentra su mejor modelo en la fabula, escrita abundante-
mente por Krasicki y Trembecki, el poema heroico-cémico, del que se
ocuparon Wegierski y Krasicki, y la satira politica y social, cultivada
por Naruszewicz. Precisamente éste pretende convertirse en concien-
cia de la nacién cuando escribe?:
éPor qué, nacion errante, te lamentas y acusas
de tu sino a opresiones de gobiernos vecinos?
Busca en tu libertad la desventura
y sufre sus llorados beneficios.
Auna fuerza invasora nunca un pats atrajo
sin volverse antes débil, él solo, con sus actos.
EI sentido de la utilidad de la poesia era mas beneficioso cuanto
mas deleitase al lector, y por ello el escritor podia, con este fin, des-
viarse ligeramente de las normas poéticas. Para lograr este didactismo
introducen didlogos moralizadores entre los personajes, realizan re-
flexiones, tratan de despertar buenos sentimientos en el lector, tales
como la filantropia, la bondad, la honradez y la amistad, muchas ve-
ces valiéndose, precisamente, de la satira, de la ironia, del desenmas-
caramiento de las falsas apariencias sociales.
} «La voz de los muertos» (Glos umarlych). Czegod sig bledny uskargasz narodzie, /
Los sw0y zwalajac na obce wclski? / Szukaj nieseczeScia w we) wlasney swobodate / i
bolej na jej oplakane zyshi. / Zaden kraj cudlze) potegi nie zwabit, / tory sam siebie
plerwe) nie ostabit.22 Antologta de la poesta polaca
La fabula goz6 de gran aceptacién, tanto entre los poetas como
entre los lectores. Su composicién debia respetar escrupulosamente
una serie de reglas basicas como la brevedad, para expresar con la
mayor celeridad posible la verdad que se transmite al lector, la clari-
dad, manifiesta en la eleccién del lugar y tiempo de accién de los per-
sonajes, asi como en el caracter de éstos; rectitud en el proceso narra-
tivo y sencillez en la estructura que garanticen la comprensién del
texto por parte de cualquier lector; el efecto dramatico que provoque
el interés en el receptor; y, por fin, el caracter alegérico, de forma que
los mensajes puedan ser extrapolados a la vida cotidiana del lector.
EL ROMANTICISMO. MARTIRIO Y PASION DE POLONIA
En 1795 Polonia desaparece del mapa politico europeo, pero no
el sentimiento nacionalista de los polacos, cada vez mis fortalecido.
Las potencias ocupantes, que buscaban la asimilacion de los territo-
tios dominados, se encontraron con una situacién muy adversa, pues
las tres ocupaciones previas no habian hecho sino radicalizar el sen-
timiento de unidad nacional en el pueblo polaco. La caida de Polonia
coincide con la aparicién de un mito: Napoleon. Los dirigentes pol.-
cos exiliados en Francia tras las ocupaciones pactan con Napoleon su
participacion en las campafias de 1797 en Italia a cambio de aywda
politica y militar para la recuperacion de la independencia nacional v
de los territorios polacos ocupados. Para tal fin se organizan y comb.
ten al servicio de Napoleén las famosas legiones del general Jan Hen-
tyk Dabrowski, evento que dio lugar a una poesia patristica impor:
tante. Pero Polonia pierde toda esperanza de recuperacion de su
independencia nacional en un futuro inmediato cuando Francia firma
la paz de 1800 con el resto de los paises de Europa. Una nueva espe
ranza se abre para los polacos tras la victoria napolednica sobre Pru-
sia y Rusia en 1807, que condujo a la creacién del Ducado de Varsovi,Introduccion 23
vinculado directamente a la figura del emperador Napoleén y regido
por su famoso Codigo, el cual introducia elementos legales propios
del estado burgués, tales como el reconocimiento de derechos politi-
cos a burgueses y campesinos, la abolicién de la servidumbre y la
igualdad de clases ante la ley. Pero el desastre militar de las tropas de
Napole6n en la campafia rusa de 1812 supuso también la desapari-
cion del Ducado de Varsovia al aio siguiente.
En 1815 el Congreso de Viena decidia devolver a Prusia parte de
los territorios polacos perdidos y declarar a Cracovia ciudad libre, ala
que se dio el nombre de Republica de Cracovia. Por otro lado, se uni-
ficaba el resto de los territorios del anterior Ducado de Varsovia bajo
el llamado Reino de Polonia, dependiente del zar Alejandro | de Ru-
sia. Ademis, Rusia, Austria y Prusia se comprometian a respetar una
autonomia social y cultural de la nacion polaca, pero nada mas lejos
de la realidad. En 1819 el hermano del zar Nicolas I, el gran duque
Constantino, que ostentaba el mando supremo del ejército polaco,
tecibid ordenes de acabar con las sublevaciones y revueltas ciudada-
nas en territorio polaco. La represién Ilevé a la suspensién de las acti-
vidades sociales y culturales y al encarcelamiento de los sospechosos
de rebelién.
Tras varios afios de represiOn, tuvo lugar el primer alzamiento
organizado: la conjura de los cadetes de la Escuela de Oficiales, enca-
bezados por Piotr Wysocki en 1830. La noche del 29 de noviembre
de 1830, cadetes y ciudadanos de Varsovia conquistan unidos el ar-
senal y ocupan posiciones estratégicas en la ciudad. Los polacos con-
fiaban en la ayuda de Francia e Inglaterra, pero ni la una ni la otra
quisieron tomar parte en el conflicto y negaron toda colaboracién a
los polacos sublevados, los cuales lucharon hasta la primavera de
1831, en que Varsovia se vio obligada a rendirse.
Consecuencia de la sublevacién y la derrota fue una masiva emi-
gracién de polacos, entre los cuales se encontraban los mas importan-
tes intelectuales y escritores de la época. Es la llamada «Gran Emigra-
cién» (Wielka Emigracja), dispersa por Europa y América, pero que
buscé refugio, sobre todo, en Francia, convertida en centro de la emi-
gracion. Los intelectuales polacos en Paris llegan a crear un microcos-24 Antologia de la poesia polaca
mos de la vida cultural polaca: asociaciones cientificas y literarias co-
mo la Sociedad Literaria Polaca (Towarzystwo Literackie Polskie), la
Sociedad Historico-Literaria (Towarzystwo Historyczno-Literackie), la
Biblioteca Polaca (Biblioteka Polska) y la editorial Libreria Polaca
(Ksiggarnia Polska). Su cometido era el de mantener vivo entre la emi-
gracion el espiritu de independencia nacional. Esta emigracion diri-
gia, incluso, la actividad clandestina politica en el interior de Polonia.
Pero aunque desde el exilio pudieron reorganizar la lucha por la in-
dependencia, la division interna entre los mismos polacos condujo a
radicales enfrentamientos entre la faccién conservadora partidaria de
la monarquia constitucional, la del llamado «grupo del Hotel Lam-
bert», nombre de la residencia privada de Adam Czartoryski en Paris,
y la faccién demécrata, partidaria de la lucha revolucionaria contra las
tiranias en Europa. Entre los «grandes emigrantes» se encontraban los
mas importantes creadores polacos, como Fryderyk Chopin, Adam
Mickiewicz, Juliusz Stowacki y Zygmunt Krasiriski, algunos de los
cuales, desde el exilio, influyeron decisivamente en la creacion de una
imagen de Polonia de abatimiento y sacrificio que no tard6 en dar lu-
gar al fendmeno ideoldgico conocido como el mesianismo polaco. En
Los antepasados (Dziady) y el Libro de la nacién polaca y de los peregri-
nos polacos (Ksiegi narodu polskiego i pielgrzymstwa polskiego), ambos
de Mickiewicz, se revela un significado escatolégico en el que se
compara el sufrimiento de Cristo con el destino tragico de Polonia.
También Krasiriski en su Salmo de la buena voluntad (Psalm dobrej wo-
li) identifica a Cristo con Polonia, aunque en La No-divina Comedia
(Nie-boska Komedia) se aleja del mesianismo y nos presenta una te-
rrorifica vision del futuro en la que masas enloquecidas son conduci-
das a la guerra por crueles caudillos. Por su parte, Stowacki niega en
El rey Espiritu (Kr6l Duch) la unicidad de la persona humana y de-
fiende la idea de la transmigracién de las almas. Junto a ellos Nonwid,
que anuncia el impresionismo y el idealismo en Nuestra epopeya. 1848
(Epos Nasza. 1848), y Chopin, que funde el folclore con la intimidad
personal en sus mazurcas, valses, nocturnos y polonesas.
La Ilegada del Romanticismo en el siglo xix otorga al pocta una
nueva dimensién. Es cl momento del poeta-profeta. La desaparicionIntroduccion 25
de Polonia como estado del mapa politico europeo en 1795 hizo que
la figura del creador de poesia, olvidada en parte durante la Ilustra-
cion, se recuperara extraordinariamente.
La literatura romantica polaca eleva al poeta al rango de lo profé-
tico, pues éste se plantea, por un lado, el problema de la superviven-
cia de una nacion sin estado, y por otro, busca una explicacién tras-
cendental a la tragedia nacional. El pensamiento romantico se basa en
su entrega a las formas irracionales del conocimiento y a las partes
oscuras del alma: la intuicién, el sentimiento, la fantasia, la inspira-
cion, las visiones, las alucinaciones, la comunicacién con entes des-
conocidos y, en general, toda experiencia que suponga un estado de
excepcionalidad en la vida interior del hombre. La imaginacién se con-
vierte en la constante de la estética romantica, renovadora del nuevo
espacio literario, que descubre una nueva geografia, como el norte de
Europa, Oriente, las fronteras orientales de Polonia, los montes Tatra,
y una naturaleza viva, que no es mero escenario, sino complemento,
prolongacion del alma humana: de ahi la abundancia de ambientes
misteriosos y metafisicos representados en bosques, estepas, lagos,
tuinas, cementerios, carceles, monasterios, castillos, etc.
El principal objeto de interés de la poesia romantica es el hom-
bre, entendido de una forma absolutamente nueva. El Romanticismo
desarrolla su conocimiento del hombre centrandose en su vida in-
terior, de ahi que se recupere y se ensalce a nifios, poetas, locos, des-
terrados, mendigos, etc.; individuos que, con una mayor parte oscura
del alma que el resto de la sociedad, representan el triunfo de la ima-
ginacion sobre la razén. Y junto a ellos el pueblo, cuna de leyendas,
tradiciones y creencias conservadas a través de los siglos y que fasci-
nan al autor romantico.
De las etapas de la vida del hombre es la juventud la que seduce
a los poetas romanticos, porque es la tinica en la que permanccen pu-
ros valores como la amistad, el amor, la rebeldia y el deseo de liber-
tad. La Oda a la juventud de Adam Mickiewicz es, quiza, el mejor
ejemplo de ello.
Pero el Romanticismo polaco tiene, también, un profundo fun-
damento mistico que lo lleva a la apologia del sacrificio como reden-26 Antologia de la poesta polaca
cin frente a la realidad historica y que desemboca en el mesianismo.
Esta creencia llevaba al ambito de la realidad historica las consecuen-
cias de la muerte y la resurreccién de Cristo, asi como del metafisico
acto de redencién de la humanidad por medio de su sacrificio. En la
historia de Polonia se repite la misma biografia simbolica: la victima
inocente, el martirio, la muerte, la redencién y la resurreccién. Cristo
en la cruz es la analogia de una Polonia asesinada por los repartos y
su martirio son los sucesivos levantamientos, frustrados y llenos de
victimas. A esto se debe la sacralizacién y el culto romantico polaco al
sufrimiento y al martirio. El sacrificio no sélo garantizaba la reden-
cin, sino también confirmaba el hecho de que la nacién polaca es la
elegida para redimir al resto de las naciones. El libro que representa
la cumbre de esta ideologia es El libro de la nacion polaca y de los pere-
§rinos polacos de Mickiewicz.
El mesianismo se manifiesta también en la misién que se asigna
al poeta en el mundo: es un caudillo de masas, un profeta, un dios
cuya conducta no es sometible al juicio humano, porque su obra es,
en gran medida, una revelacién divina.
Relacionado con este caudillaje del poeta esta el estilo romantico,
basado en las formas libres. El poeta, como creador, no puede atener-
se a leyes o normas, por eso se permite invertir los términos morales
y hacer que las virtudes de un personaje no triunfen sobre sus defec-
tos. La negacién de toda evidencia es otra de sus caracteristicas fun-
damentales. Todo es simbélico, nada esta claro, nada es absolutamen-
te real o absolutamente fantastico. Realidad y fantasia se mezclan, se
funden y se confunden hasta crear un mundo oscuro, impenetrable a
veces para el lector no iniciado y que desconoce los detalles de la vida
del autor, su pensamiento, sus experiencias existenciales, su ser y ¢s-
tar en el mundo.
El Romanticismo, en definitiva, proclamé al pocta polaco caudi-
llo y guia espiritual (profeta) de su patria, entendida ésta como un
alma colectiva creada y elegida por Dios para cumplir una misién
universal: la redencién del mundo por el sacrificio.Introduccion 27
‘MI AMADA SE LLAMA POLONIA, ES DECIR, DULCINEA
En la poesia romantica polaca hay un texto que tiene una espe-
cial trascendencia no sdlo por su importancia en el contexto general
de la poesia polaca, sino por lo que supone para el estudio de las re-
laciones literarias hispano-polacas. Es el poema titulado Nuestra epo-
peya. 1848 (Epos nasza. 1848) de Cyprian Norwid, escrito en 1851.
Ese interés radica en el hecho de que en él Norwid se valga del mito
de Don Quijote para expresar la amargura nacional de la segunda
emigracion polaca que se produjo después de la Insurreccién de Cra-
covia de 1846 y durante la «primavera de los pueblos» en 18484.
El poema podriamos tratarlo como un manifiesto generacional
en el que sus cuatro protagonistas principales son simbolos de la rea-
lidad polaca de la época. Don Quijote (Norwid y su generacién) —que
no es un caballero andante, sino fuera de su tiempo— cabalga en bus-
ca de su amada Dulcinea (Polonia) sin otra compaiiia que la de las
serpientes (la policia de los imperios) y los pajaros (los poetas emi-
grados) que habitan los campos. Pero Nuestra epopeya es también ex-
presién del «yo lirico» del propio poeta. A lo largo del poema se pro-
duce un proceso evolutivo de identificacin entre Don Quijote y
Norwid para, finalmente, desmembrarse en una visién universal, plu-
ral, del mito quijotesco. Del héroe novelesco inicial se llega, mediante
la interpretacion de sus hazaiias, a la creacién de un simbolo vivo,
reencamado en Norwid. Tras el primer contacto, en el que Norwid
nos habla de cémo en la infancia leia El Quijote y como en su interior
se fue creando la imagen del caballero, se refiere a la experiencia co-
man del amor como elemento de aproximacion entre el poeta y Don
Quijote. La identificacién de Norwid y Don Quijote es plena cuando
* Se conoce como «primavera dle los pueblos» a Ia serie de insurrecciones de ca-
racter democratico y nacionalista que acaecleron en dliversos paises europeos en
1848, Aunque estas revoluciones fueron rapidamente aplastadas por los gobier-
nos del anuiguo orden, sus ideas ejercieron Influencia en los gobiernas posterio-
res, que vieron mermada su legitimidad basada en conceptos absolutos de la mo-
narquia y como en toda Europa avanzaban las corrientes liberal y socialista.