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• Absorción:
Primera fase, la absorción desde el sitio de administración permite la entrada del
fármaco (ya sea de forma directa o indirecta) en el plasma. Es decir, tomar el
fármaco y llevarlo a la sangre.
Ej.: al tomar una pastilla, el sitio de entrada sería el tracto gastrointestinal (boca y
estómago), al llegar al estómago la pastilla se disuelve y se descompone; es ahí
cuando pasa de la luz intestinal al torrente.
• Distribución:
Segunda fase, el fármaco puede dejar el torrente sanguíneo de forma reversible y
distribuirse en los líquidos intersticiales e intracelulares (es decir, líquidos corporales y
tejidos).
¿Cómo la pastilla sabe dónde actuar? No sabe, la pastilla va viajando pasando por los
tejidos, y al encontrar mediadores químicos que le dicen dónde actuar (lugares con
inflamación, infección, etc.)
Los factores que afectan la distribución se asemejan a los de la absorción. Ej.: si el
fármaco es lipofílico tiende a distribuirse con mayor facilidad (se difunde con mayor
facilidad por las membranas celulares), a diferencia de los fármacos hidrofílicos. Pero si
es muy muy muy lipofílico no se distribuye bien.
Otros factores que afectan la distribución son: unión a las proteínas plasmáticas (eso
hace que se quiera quedar en la sangre), unión a las proteínas tisulares (aumenta la
distribución) y la presencia de otros fármacos.
• Metabolismo:
Tercera fase, el fármaco puede biotransformarse a través del metabolismo hepático o
de otros tejidos.
Es donde se dan la gran mayoría de interacciones con el fármaco y la interacción con
los antídotos. El metabolismo activa o inactiva un fármaco. Si el fármaco es un
profármaco, no tiene función farmacológica hasta que pasa por el metabolismo y se
biotransforma para activarse. Lo mismo sucede en la inactivación que es lo que pasa
con la mayoría, pasa por el metabolismo hay una vía de transformación, se cambia la
composición química y el fármaco deja de funcionar o a una capacidad reducida.
Hay fármacos que no pasa por el metabolismo y se eliminan de forma activa. Pero la
mayoría son inactivados antes de eliminarse.
Algunos fármacos dan metabolitos activos y estos pueden ser más potentes y tóxicos
que el fármaco original. Ej.: la morfina después de que se metaboliza da morfina-6-
glucoronato es más potente que la morfina original y tiene efectos adversos mucho más
marcados.
Si el paciente posee patologías asociadas al órgano de metabolismo (usualmente el
hígado), el fármaco se acumula generando efectos tóxicos.
Hay medicamentos que interactúan entre sí durante el metabolismo, haciendo que un
fármaco se metabolice más rápido o más despacio.
La Warfarina es un fármaco que tiene todas las interacciones farmacológicas.
• Eliminación:
Por último, el fármaco y sus metabolitos son eliminados del cuerpo en la orina, la bilis o
las heces. El fármaco que sale puede ser el mismo que entró, un metabolito activo o un
metabolito inactivo.
Las patologías de los órganos excretores van a disminuir la eliminación. Ej.: un
paciente con insuficiencia renal o estreñido va a tener los fármacos acumulados.
Generalmente lo que se acumula causa efectos adversos, no terapéuticos.
Si el paciente tiene una patología de eliminación hay que disminuir las dosis de
administración del fármaco, por el contrario si se elimina más rápido hay que aumentar
la dosis. En este último caso se necesita una dosis mínima para causar el efecto
terapéutico.
a. Oral:
La administración oral proporciona muchas ventajas. Los medicamentos orales son
fácilmente administrados por el propio paciente y las toxicidades, sobredosis o ambas
de los fármacos orales pueden solucionarse fácilmente con antídotos, como el carbón
activado (sustancia que se utiliza para neutralizar ciertas sustancias, es un antídoto
inespecífico) o al inducirle el vómito (si falla el vómito, se puede utilizar el lavado
gástrico). Sin embargo, las vías involucradas en la absorción oral de un fármaco son
las más complicadas, y el bajo pH gástrico inactiva algunos medicamentos. Existe una
amplia variedad de preparaciones orales incluyendo preparaciones con cubierta
entérica y de liberación extendida.
No se utiliza la vía oral: si el paciente está inconsciente o no quiere/puede tragar,
pacientes con vómitos y tumores esofágicas.
• Preparaciones con cubierta entérica:
Una cubierta entérica es un recubrimiento químico que protege el medicamento del ph
del ácido gástrico o para proteger al estómago del fármaco, llevándolo entonces al
intestino que es menos ácido, donde el recubrimiento se disuelve y libera el fármaco.
La cubierta entérica es útil para ciertos fármacos (p. ej., omeprazol se inactiva en el pH
ácido), que son ácido-lábiles y para fármacos que son irritantes para el estómago,
como la aspirina (se debe a su mecanismo de acción, inhibe de manera no selectiva y
permanente la ciclooxigenasa; eso disminuye las prostaglandinas del estómago lo que
hace que disminuya la mucosa y aumente en ácido).
b. Sublingual/bucal:
La vía sublingual implica la colocación del medicamento debajo de la lengua. La vía
bucal implica colocar el medicamento entre el carrillo y la encía.
Es recomendable que el paciente mueva la lengua a ambos lados todo el transcurso,
puede tragar la saliva y no la pastilla. La mucosa es vascularizada, absorbe
rápidamente. Es muy utilizado en las crisis hipertensivas (ej.: captopril).
Las vías tanto sublingual como bucal de absorción tienen varias ventajas, que incluyen
su facilidad de administración, absorción rápida, derivación del ambiente
gastrointestinal agresivo y evitación del metabolismo de primer paso (un paso de
metabolismo que se da en el hígado).
2. Parenteral
Son paralelas al sistema enteral.
La vía parenteral introduce los fármacos directamente en la circulación sistémica,
aunque pueden tener una parada como es el caso del músculo, la piel, etc.
Período de Latencia (PL): es el tiempo que transcurre entre la administración del
fármaco y la aparición del primer efecto. Más corto en el caso de vía endovenosa (por
eso se utiliza en emergencias) y más largo en vía subcutánea. El período de latencia
de la vía oral es muy largo
La administración parenteral se usa para fármacos que se absorben de forma
deficiente en las vías gastrointestinales (p. ej., heparina) o inestables en las vías
gastrointestinales (p. ej., insulina). La administración parenteral también se usa para
pacientes que no pueden tomar medicamentos por vía oral (pacientes inconscientes) y
en casos en que se requiere un inicio rápido de la acción. La administración parenteral
proporciona el mejor control sobre la dosis del fármaco administrada al cuerpo.
Sin embargo, esta vía de administración es irreversible y puede causar dolor, miedo,
daño local a los tejidos (necrosis al inyectar mucho en un mismo sitio) e infecciones.
Las cuatro principales vías parenterales son la intravascular (intravenosa o
intraarterial), intramuscular, subcutánea e intradérmica.
a. Intravenosa (IV):
La inyección IV es la vía parenteral más frecuente. Es útil para fármacos que no se
absorben por vía oral, como el bloqueador neuromuscular rocuronio; y para fármacos
de acción rápida en emergencias. La administración IV permite un efecto rápido y un
grado máximo de control sobre la cantidad de fármaco administrada. Cuando se
inyecta en forma de bolo (cuando el fármaco no se diluye), de forma diluida o en
bomba, la cantidad total del fármaco se administra a la circulación sistémica casi de
inmediato (absorción y biodisponibilidad del 100%, en algunas bibliografías dice que no
tiene absorción). Si se administra como una infusión IV, el fármaco se infunde a lo largo
de periodos más prolongados, lo que resulta en menores concentraciones plasmáticas
máximas y en una mayor duración del fármaco circulante.
Biodisponibilidad: la cantidad de fármaco disponible en el torrente sanguíneo sin
cambios (sin biotransformación, que es la parte terapéutica del fármaco) después de la
absorción.
b. Intraarterial:
Se utiliza en el tratamiento quimioterápicos. Se usa principalmente para tumores, ya
que dichos forman sus propios vasos sanguíneos, como es un vaso que no comparte
vía con otro órgano, tiene menos efectos adversos. Es poco utilizada debido a la
complejidad de la búsqueda del nuevo vaso sanguíneo y al calibre de estos vasos
sanguíneos.
c. Intramuscular (IM):
Los fármacos administrados por vía IM pueden estar en soluciones acuosas, que se
absorben con rapidez (ej.: analgésicos), o en preparaciones de depósito
especializadas, que se absorben lentamente (ej.: acunas, anticonceptivos). Las
preparaciones en depósito a menudo consisten en una suspensión de un fármaco en
un vehículo no acuoso, como polietilenglicol. A medida que el vehículo se difunde por el
músculo, el fármaco se precipita (cristales) en el sitio de inyección. El fármaco después
se disuelve lentamente, proporcionando una dosis sostenida a lo largo de un intervalo
extendido.
Al hacer una inyección intramuscular glútea hay que dividir el glúteo en 4 cuadrantes y
realizar la inyección en el cuadrante superior externo, ya que se puede lesionar un
nervio o un vaso sanguíneo
La lidocaína cuando entra al torrente sanguíneo es antiarrítmica y peligrosa.
d. Subcutánea (SC):
Igual que la inyección IM, la inyección SC proporciona absorción a través de difusión
simple (de mayor a menor concentración) y es más lenta que la vía IV. La inyección SC
minimiza los riesgos de hemólisis o trombosis relacionados con la inyección IV y puede
proporcionar efectos constantes, lentos y sostenidos. Esta vía no debe usarse con
fármacos que causan irritación tisular, debido a que puede haber dolor intenso y
necrosis.
3. Otros .
a. Inhalación oral y preparaciones nasales:
Tanto la inhalación oral como las vías nasales de administración permiten suministrar
con rapidez un fármaco a lo largo de una gran área de superficie de membranas
mucosas de las vías respiratorias y el epitelio pulmonar.
Los efectos farmacológicos son casi tan rápidos como los de un bolo IV. Los fármacos
que son gases (p. ej., algunos anestésicos) y aquellos que pueden dispersarse en
aerosol se administran mediante inhalación.
Las preparaciones nasales suelen ser líquidos y las orales suelen ser polvos. Si es un
polvo seco o la molécula es muy grande puede perderse en la mucosa, en las fimbrias
o en los macrófagos.
Esta vía es efectiva y conveniente para pacientes con trastornos respiratorios como
asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (ya que va directamente al árbol
bronquial), debido a que el medicamento se administra directamente en el sitio de
acción, con lo que se minimizan los efectos secundarios sistémico pero tienen algunos
efectos neurológicos. Ej.: los fármacos que inducen activación simpática pueden causar
taquicardia, excitación cerebral y ansiedad. El efecto pasa rápido a pesar de que actúa
rápidamente
La vía nasal consiste en la administración tópica de medicamentos directamente en la
nariz y se usa con frecuencia para pacientes con rinitis alérgica.
b. Intratecal/intraventricular:
Intraventricular: en los ventrículos cerebrales, a través del LCR es distribuido.
Intratecal: es punción lumbar.
La barrera hematoencefálica (es una barrera hermética) suele retrasar o prevenir la
absorción de los fármacos en el sistema nervioso central. Es una vía muy
especializada. Cuando se requiere de efectos locales y rápidos, es necesario introducir
los fármacos directamente en el líquido cefalorraquídeo.
c. Tópica:
La aplicación tópica se usa cuando se busca un efecto local del fármaco.
d. Transdérmica:
Esta vía de administración obtiene efectos sistémicos mediante la aplicación de
medicamentos a la piel, por lo general mediante un parche transdérmico (ej.
nitroglicerina, anticonceptivos, nicotinas). La velocidad de absorción puede variar de
forma considerable, dependiendo de las características físicas de la piel en el sitio de
aplicación, así como de la liposolubilidad del fármaco.
NOTA: hay fármacos que no deben utilizarse en la vía tópica y que en caso de hacerlo
son tóxicos; y otros que solo deben usarse en vía tópica
e. Rectal:
Es irregular, por encima de la línea pectínea va a la vena porta y por debajo va a la
vena cava. Debido a que 50% del drenaje de la región rectal evita la circulación portal,
la biotransformación de fármacos por el hígado se minimiza con la administración
rectal. La vía rectal tiene la ventaja adicional de prevenir la destrucción del fármaco en
el ambiente gastrointestinal. Esta vía también es útil si el fármaco induce el vómito
cuando se administra por vía oral o si el paciente está inconsciente.
No se puede utilizar en diarreas, hemorroides y fisuras. Se utiliza para tratamientos de
enfermedades sistémicas (fiebres, convulsiones, vómitos, etc.) y locales (colitis)
La absorción rectal suele ser errática e incompleta y muchos fármacos irritan la
mucosa rectal.
La absorción es la transferencia de un fármaco del sitio
de administración al torrente sanguíneo. La velocidad y
extensión de absorción dependen del ambiente en que se
absorbe el fármaco, las características químicas del
mismo y su vía de administración (que influye sobre la
biodisponibilidad). Las vías de administración distintas a
la intravenosa pueden resultar en absorción parcial y
menor biodisponibilidad.
Mecanismos de absorción de fármacos a partir de la vía
gastrointestinal
Dependiendo de sus propiedades químicas (tamaño,
concentración, componentes, etc.), los fármacos pueden
absorberse a partir del tracto gastrointestinal mediante
difusión pasiva, difusión facilitada, transporte activo o
endocitosis.
1. Difusión pasiva:
Es el paso de una sustancia a favor del gradiente de
concentración, con el objetivo de igualar ambos
compartimientos. Usualmente se da en los solutos
La fuerza que impulsa la difusión pasiva de un fármaco es
el gradiente de concentración a través de una membrana
que separa dos compartimientos del cuerpo. En otras
palabras, el fármaco se mueve de un área de alta
concentración a una de menor concentración. La
difusión pasiva no involucra a un transportador, no es
saturable y muestra una baja especificidad estructural.
Son cosas que pasan a través de la membrana y punto,
sin ayuda de nadie. Solo los mueve la concentración.
La gran mayoría de los fármacos se absorbe
mediante este mecanismo (afuera siempre hay más,
por esto es muy común que se absorba de esta
forma).
Los fármacos hidrosolubles penetran la membrana celular
a través de canales acuosos o poros, en tanto que los
fármacos liposolubles se mueven sin problema a través de la mayoría de las
membranas biológicas debido a la solubilidad en las bicapas de la membrana lipídica.
2. Difusión facilitada:
Otros agentes pueden entrar a la célula a través de proteínas transportadoras
transmembranas que facilitan el paso de moléculas de gran tamaño. Estas proteínas
transportadoras sufren cambios conformacionales (para adaptarse a cada tipo de
soluto), lo que permite el paso de fármacos o moléculas endógenas en el interior de las
células.
Este proceso se conoce como difusión facilitada. No requiere energía, puede ser
saturada y puede verse inhibida por compuestos que compiten por el transportador.
3. Transporte activo:
Este modo de entrada del fármaco también incluye a proteínas transportadoras
específicas que abarcan la membrana. Sin embargo, el transporte activo es
dependiente de energía, impulsado por la hidrólisis de adenosina trifosfato (ATP).
4. Endocitosis y exocitosis:
Este tipo de absorción se usa para transportar fármacos de un tamaño
excepcionalmente grande a través de la membrana celular.
5. Expresión de glucoproteína P:
La glucoproteína P es una proteína transportadora de membrana responsable de
transportar varias moléculas, lo que incluye fármacos, a través de membranas. Se
expresa en tejidos a lo largo del cuerpo, incluyendo el hígado, los riñones, la
placenta, los intestinos y los capilares cerebrales y participa en la transportación
de fármacos de los tejidos a la sangre.
1. Determinación de biodisponibilidad:
La biodisponibilidad se determina al comparar
las concentraciones plasmáticas del fármaco
después de una vía particular de
administración (p. ej., administración oral) con
concentraciones que se alcanzan mediante
administración IV. Después de la administración
IV, 100% del fármaco entra rápidamente a la
circulación. Cuando el fármaco se administra por
vía oral, solo parte de la dosis administrada
aparece en el plasma. Al graficar las
concentraciones plasmáticas del fármaco contra
el tiempo, puede medirse el área bajo la curva
(AUC).
• Inestabilidad química:
Se refiera a cómo se comporta el fármaco en diferentes ambientes, ya sea cambios de
pH en la presencia de otras enzimas, etc. Algunos fármacos, como la penicilina G, son
inestables en el pH de los contenidos gástricos. Otros, como la insulina, se destruyen
en las vías gastrointestinales por enzimas degradativas.
Distribución Farmacológica
La distribución farmacológica es el proceso mediante el cual un fármaco deja de forma
reversible el torrente sanguíneo y entra al líquido extracelular y a los tejidos. Para los
fármacos administrados por vía IV, la absorción no es un factor y la fase inicial que
sigue inmediatamente a la administración representa la fase de distribución, durante la
cual el fármaco deja repetidamente la circulación y entra en los tejidos. La distribución
de un fármaco desde el plasma al intersticio depende del gasto cardiaco y del flujo
sanguíneo local, la permeabilidad capilar, el volumen tisular, el grado de unión
del fármaco a las proteínas plasmáticas y tisulares y la lipofilicidad relativa del
fármaco.
A. Flujo de sangre
La velocidad del flujo de sangre a los capilares tisulares varía ampliamente. Por
ejemplo, el flujo sanguíneo a los “órganos ricos en vasos” (hígado, cerebro y
riñones) es mayor que a los músculos esqueléticos. El tejido adiposo, la piel y las
vísceras tienen velocidades incluso más bajas de flujo sanguíneo. La variación en
el flujo sanguíneo explica parcialmente la breve duración de la hipnosis producida por
un bolo IV de propofol.
El flujo sanguíneo elevado, junto con la alta lipofilicidad de Propofol (anestésico),
permite una distribución rápida al sistema nervioso central y produce anestesia. Una
distribución subsecuente más lenta a los músculos esqueléticos y tejidos adiposos
reduce la concentración plasmática de modo que el fármaco se difunda fuera del
sistema nervioso central, en sentido descendente al gradiente de concentración, y se
recupere la conciencia.
B. Permeabilidad capilar
Es que tan fácil es pasar de un lado a otro a través de las células endoteliales.
La permeabilidad capilar se determina por la estructura capilar y por la naturaleza
química del fármaco. La estructura capilar varía en términos de la fracción de la
membrana basal expuesta por uniones de hendiduras entre las células endoteliales.
En el hígado y el bazo, una porción significativa de la membrana basal está expuesta
debido a grandes capilares discontinuos a través de los cuales pueden pasar grandes
proteínas plasmáticas. En el cerebro, la estructura capilar es continua y no hay uniones
en hendidura; hay un cierre hermético. Para entrar al cerebro, los fármacos deben
pasar a través de las células endoteliales de los capilares del sistema nervioso central
o someterse a transporte activo. Por ejemplo, un transportador específico lleva
levodopa hacia el cerebro.
1. Esto permite la protección del cerebro contra sustancias nocivas
2. Gracias a esto tenemos vías de administración intratecal e intraventricular
Los fármacos liposolubles penetran con facilidad el sistema nervioso central debido a
que se disuelven en la membrana celular endotelial. En contraste, los fármacos
ionizados o polares por lo general no consiguen entrar en el sistema nervioso
central debido a que no pueden pasar a través de las células endoteliales que
carecen de uniones de hendidura. Estas células estrechamente yuxtapuestas forman
uniones estrechas que constituyen la barrera hematoencefálica.
D. Lipofilicidad
La naturaleza química de un fármaco influye en gran medida sobre su capacidad para
cruzar las membranas celulares. Los fármacos lipofílicos se mueven con facilidad a
través de la mayoría de las membranas biológicas. Estos fármacos se disuelven en las
membranas lípidas y penetran la totalidad de la superficie celular.
El principal factor que influye sobre la distribución de los fármacos lipofílicos es el flujo
de sangre al área. En contraste, los fármacos hidrofílicos no penetran con facilidad la
membrana celular y deben pasar a través de las uniones en hendidura.
E. Volumen de distribución
El volumen aparente de distribución, Vd, se define como el volumen de líquido
que se requiere para contener la totalidad del fármaco en el cuerpo a la misma
concentración medida en el plasma.
Se calcula al dividir la dosis que eventualmente llega a la circulación sistémica entre la
concentración plasmática al tiempo cero (C0).
Aunque Vd no tiene ninguna base fisiológica o física, puede ser útil para comparar la
distribución de un fármaco con los volúmenes de los compartimientos de agua en el
cuerpo.
Vd = cantidad de fármaco en el cuerpo / concentración plasmática del fármaco.
Depende de si el fármaco está unido a proteínas, dado por daño hepático (no se
producen) o daño renal (se están excretando).
El fármaco se debe distribuir por más de un compartimiento, es decir, debe estar en el
agua corporal total, en el LEC, LIV. Y según como entra en cada compartimiento se
habla de grado de distribución:
• Alto: es el que fácilmente entra a todos los tejidos, especialmente las grasas.
Son moléculas pequeñas y lipofílicas que se unen con facilidad a proteínas
tisulares.
• Medio: se quedan en el líquido extracelular, y principalmente encontramos
moléculas pequeñas hidrofílicas.
• Bajo: se quedan en el compartimiento intravascular, porque no pueden pasar
de un vaso sanguíneo a ningún otro compartimiento. Se debe a que son
moléculas muy grandes, que poseen carga o unidas a proteínas plasmáticas. En
caso de toxicidad se sacan fácilmente a través de la hemodiálisis.
Un fármaco necesita un buen volumen de distribución para poder entrar a los tejidos,
pero también necesita salir para ser excretado y no va a poder ser excretado sino
puede movilizarse nuevamente.
El Vd tiene una importante influencia en la vida media de un fármaco porque la
eliminación del fármaco depende de la cantidad de medicamento que llega al hígado o
al riñón (u otros órganos donde ocurre el metabolismo) por unidad de tiempo. La
llegada del fármaco a los órganos de eliminación depende no solo del flujo de sangre,
sino también de la fracción del fármaco en plasma. Si el fármaco tiene un gran Vd, la
mayoría se encuentra en el espacio extraplasmático y no está disponible para los
órganos de excreción. Por lo tanto, cualquier factor que aumenta el Vd puede aumentar
la vida media y extender la duración de la acción del fármaco.
Nota: un Vd excepcionalmente grande indica un secuestro considerable del fármaco en
algunos tejidos o compartimientos.
Cada vez que pasa una semivida se va a eliminar una cantidad porcentual del fármaco:
50% es decir la mitad.
Ej.: si tengo 8 mg de un fármaco, cuando pase la primera semivida me quedarán 4 mg,
en la segunda semivida me quedarán 2 mg, etc..
Se debe a que el metabolismo se realiza a través de una enzima. La enzima una vez
saturada empieza su proceso de eliminación pero como está saturada solo puede
hacerlo de una manera constante.
El riñón no puede excretar de forma eficiente los fármacos lipofílicos que cruzan con
facilidad las membranas celulares y se reabsorben en los túbulos contorneados
distales. Por lo tanto, los agentes liposolubles se metabolizan primero en sustancias
más polares (hidrofílicas) en el hígado mediante dos grupos generales de reacciones,
llamadas de fase I y de fase II.
[1] Nomenclatura: el nombre de la familia está indicado por el número arábigo que
sigue a CYP y la letra mayúscula designa la subfamilia, por ejemplo, CYP3A. Un
segundo número indica la isoenzima específica, como en CYP3A4.
[2] Especificidad: debido a que hay muchos genes diferentes que codifican múltiples
enzimas, hay muchas isoformas diferentes de P450. Estas enzimas tienen la capacidad
de modificar una gran cantidad de sustratos estructuralmente diversos. Además, un
fármaco individual puede ser un sustrato para más de una isoenzima. Cuatro
isoenzimas (CYP3A4/5, CYP2D6, CYP2C8/9, y CYP1A2) son responsables de la
gran mayoría de las reacciones catalizadas por P450.
[3] Variabilidad genética: las enzimas P450 exhiben una variabilidad genética
considerable entre individuos y grupos raciales. Las variaciones de la actividad
P450 pueden alterar la eficacia del fármaco y el riesgo de eventos adversos
(metabolismo más lento o más rápido. La gente de raza negra que tienen variabilidad
del P450 lo que hace que absorban los betabloqueadores de manera más deficiente).
CYP2D6, en particular, exhibe polimorfismo genético. Las mutaciones CYP2D6
resultan en capacidades muy bajas para metabolizar sustratos.
Por ejemplo, algunos individuos no obtienen beneficio alguno del analgésico opioide
codeína (antitusivo o medicamento para la tos), debido a que carecen de la enzima
CYP2D6 que activa el fármaco.
Polimorfismos similares se han caracterizado para la subfamilia de isoenzimas CYP2C.
Por ejemplo, clopidogrel (antiagregante plaquetario para evitar infartos, se usa en
caso de alergias a la aspirina) se acompaña de una advertencia de que los pacientes
que son “metabolizadores lentos” de CYP2C19 tienen un efecto antiplaquetario
disminuido cuando toman este fármaco y deben considerarse medicamentos
alternativos. Clopidogrel es un profármaco y se requiere la actividad de CYP2C19
para convertirlo a su metabolito activo.
Los fármacos deben ser lo suficientemente polares para eliminarse del cuerpo. La
eliminación de los fármacos del cuerpo ocurre a través de una variedad de vías; la más
importante es la eliminación a través del riñón hacia la orina. Los pacientes con
disfunción renal pueden ser incapaces de excretar fármacos y están en riesgo de
acumulación de fármaco y efectos adversos.
• Metabolismo:
Disminución de la masa hepática y disminución del flujo sanguíneo hepático; lo que
hace que haya menos metabolismo. Esto causa vidas medias más largas. Se pierde el
metabolismo de primer paso, por lo que se metaboliza durante la fase 2; esto implica
que los fármacos de la fase 2 son más seguro para el paciente anciano. Y hay que
disminuir la dosis terapéutica
• Absorción:
El pH aumenta y disminuye el vaciado gástrico. La absorción se ve influenciada por la
interacción con otros fármacos y los alimentos. Algunas vitaminas en base a Hierro,
Calcio o Magnesio afectan la absorción
• Distribución:
Se afecta por un mayor contenido de grasa, lo que aumenta el volumen de distribución
para fármacos muy lipofílicos. Hay una disminución de la albumina, hay menos
proteínas para unirse en el torrente sanguíneo; esto facilita la distribución. Menor
contenido de agua total disminuye el volumen de distribución para fármacos
hidrofílicos.
• Eliminación:
Disminución de la tasa de filtración glomerular, lo que causa un aumento en la
concentración del fármaco.
Transducción de Señal
Los fármacos actúan como señales y los receptores actúan como detectores de
señales. Un fármaco se denomina “agonista” si se une a un sitio en una proteína
receptora y lo activa para iniciar una serie de reacciones que a la larga resulta en una
respuesta intracelular específica. Los “segundos mensajeros” o moléculas efectoras
son parte de la cascada de eventos que traducen la unión de un agonista en una
respuesta celular.
Segundos mensajeros: sustancias que se van a producir de manera intracelular en una
cascada de actividad. Dentro de los segundos mensajeros tenemos al AMPc y al IP3.
A. El complejo fármaco-receptor
Las células tienen muchos tipos diferentes de receptores, cada uno de los cuales es
específico para un agonista particular y produce una respuesta única.
• Las membranas celulares cardiacas, por ejemplo, contienen receptores β-
adrenérgicos (B1) que se unen y responden a epinefrina o norepinefrina.
Aumentan la frecuencia cardíaca y la contractibilidad.
• Las células cardiacas también contienen receptores muscarínicos (M2) que
se unen y responden a acetilcolina. Que disminuyen la frecuencia cardíaca y
la contractibilidad.
Estas dos poblaciones de receptores interactúan de forma dinámica para controlar las
funciones vitales del corazón.
La magnitud (tamaño) de la respuesta celular es proporcional al número de complejos
fármaco-receptor. Este concepto es básicamente similar a la formación de complejos
entre enzima y sustrato y comparte muchas características comunes, como
especificidad del receptor para un agonista determinado. Aunque gran parte de este
capítulo se centra en la interacción de fármacos con receptores específicos, es
importante saber que no todos los fármacos ejercen sus efectos al interactuar con un
receptor. Los antiácidos, por ejemplo, neutralizan químicamente el exceso de ácido
gástrico, con lo que reducen las alteraciones estomacales.
B. Estados de receptores
Existen receptores en al menos dos estados, inactivo (R) y activo (R*), que están en
equilibrio reversible entre sí, por lo general favoreciendo el estado inactivo.
La unión de agonistas hace que el equilibrio cambie de R a R* (del estado
inactivo al estado activo) para producir un efecto biológico.
Los antagonistas son fármacos que se unen al receptor pero que no aumentan la
fracción de R*, en lugar de ello estabilizan la fracción de R (se asegura de que se
mantengan inactivos).
Algunos fármacos (agonistas parciales) cambian el equilibrio de R a R*, pero la
fracción de R* es menor que la causada por un agonista.
La magnitud del efecto biológico está directamente relacionada con la fracción de R*
(cuantos puedan activarse), cuantos puedan unirse al receptor y cual sea la respuesta
máxima que estos puedan dar. En resumen, los agonistas, antagonistas y agonistas
parciales son ejemplos de moléculas o ligandos que se unen al sitio de activación en el
receptor y pueden afectar la fracción de R*.
4. Receptores intracelulares:
La cuarta familia de receptores difiere considerablemente de las otras tres en que el
receptor es completamente intracelular y, por lo tanto, el ligando (p. ej., hormonas
esteroides) debe tener suficiente solubilidad lipídica para difundirse al interior de la
célula para interactuar con el receptor. Los objetivos primarios de los receptores
intracelulares activados son factores de transcripción en el núcleo de la célula que
regulan la expresión génica. La activación o inactivación de los factores de
transcripción altera la transcripción del ADN en ARN y la traducción subsecuente de
ARN en proteínas. El efecto de los fármacos o los ligandos endógenos que activan los
receptores intracelulares son proteínas estructurales, enzimas, ARN y ribosomas. Por
ejemplo, tubulina es el objetivo de agentes antineoplásicos como paclitaxel, la enzima
reductasa de dihidrofolato es el objetivo de antimicrobianos como trimetoprim y la
subunidad 50S del ribosoma bacteriano es el objetivo de antibióticos macrólidos como
eritromicina.
Relaciones Dosis-Respuesta
Los fármacos agonistas simulan la acción del ligando endógeno para el receptor
(p. ej., isoproterenol imita a la norepinefrina en los receptores β1 del corazón).
La magnitud del efecto del fármaco depende de la sensibilidad del receptor al
fármaco y de la concentración del fármaco en el sitio receptor que, a su vez, se
determina tanto por la dosis del fármaco administrado como por el perfil
farmacocinético del mismo, como la velocidad de absorción, la distribución, el
metabolismo y la eliminación.
1. Potencia:
Es la cantidad de fármaco necesaria para alcanzar el 50% del efecto.
La potencia es una medida de la cantidad del fármaco necesaria para producir un
efecto. La concentración del fármaco que produce 50% del efecto máximo (EC50) a
menudo se usa para determinar la potencia. El EC50 para los fármacos A y B indica
que el fármaco A es más potente que el fármaco B, debido a que se requiere menor
cantidad del fármaco A para obtener 50% del efecto. Las preparaciones terapéuticas de
los fármacos reflejan su potencia.
Se necesita un 50% del efecto. Un paciente en escala de dolor (1 al 10) siente un 5. El
50% del efecto es que la pastilla baje el dolor a 2.5. Si un fármaco A necesita 500 mg
para lograr este efecto y el fármaco B necesita 200 mg, el fármaco B es más potente.
Por ejemplo, candesartán e irbesartán son bloqueadores del receptor de
angiotensina usados para tratar hipertensión. El rango de dosis terapéutica para
candesartán es de 4 a 32 mg, en comparación con 75 a 300 mg para irbesartán. Por lo
tanto, candesartán es más potente que irbesartán (tiene un menor valor de EC50).
Debido a que el rango de concentraciones farmacológicas que causan de 1 a 99% de
la respuesta máxima suele extenderse por diversas órdenes de magnitud, se usan
gráficas semilogarítmicas para graficar el rango completo de dosis.
2. Eficacia:
Es la cantidad de fármaco necesario para el efecto máximo.
Si un paciente en escala de dolor siente 5. La eficacia del fármaco sería que el efecto
del dolor llegue a 0. El que utilice menos fármaco para llegar a este efecto, será el más
eficaz.
La eficacia es la magnitud de respuesta que causa un fármaco cuando interactúa con
un receptor. La eficacia depende del número de complejos de fármaco-receptor
formados y de la actividad intrínseca del fármaco (su capacidad para activar el
receptor y causar y provocar una respuesta celular).
La eficacia máxima de un fármaco (Emáx) asume que el fármaco ocupa todos los
receptores y no se observa un aumento en la respuesta ante mayores
concentraciones del fármaco. La respuesta máxima difiere entre los agonistas totales y
los parciales, incluso cuando el fármaco ocupa 100% de los receptores. De forma
similar, incluso a pesar de que un agonista ocupe 100% de los sitios receptores, no
resulta ninguna activación del receptor y Emáx es cero. La eficacia es una
característica más útil en clínica que la potencia, debido a que un fármaco que tiene
mayor eficacia tiene un mayor beneficio terapéutico que uno que es más potente.
B. Efecto de la concentración del fármaco sobre la
unión a receptores
La relación cuantitativa entre la concentración del fármaco y la ocupación del receptor
aplica la ley de la Masa de acción a la cinética de la unión las moléculas del fármaco y
del receptor:
Fármaco + Receptor ⇆ Fármaco – complejo receptor → Efecto biológico
Al asumir que la unión de una molécula del fármaco no altera la unión de moléculas
subsecuentes y aplicando la ley de la Masa de acción, puede expresarse
matemáticamente la relación entre el porcentaje (o fracción) de receptores unidos y la
concentración del fármaco:
donde [D] = la concentración del fármaco libre, [DR] = la concentración del fármaco
unido, [Rt] = el número total de los receptores y Kd = la constante de disociación de
equilibrio para el fármaco del receptor.
El valor de Kd puede usarse para determinar la afinidad de un fármaco por su receptor.
La afinidad describe la potencia de la interacción (unión) entre el ligando y su
receptor. Entre mayor sea el valor Kd, más débil será la interacción y menor será la
afinidad, y viceversa.
A medida que la concentración del fármaco libre aumenta, la razón de las
concentraciones de receptores unidos a receptores totales se acerca a la unidad, con lo
que se produce el efecto máximo.
Así, se entiende que si una población específica de receptores es vital para mediar
un efecto fisiológico, la afinidad de un agonista para unirse a esos receptores debe
relacionarse con la potencia de ese fármaco para causar ese efecto fisiológico
(mientras más afín sea, menos fármaco se va a necesitar que se una a los receptores,
por lo que se necesita menos fármacos para alcanzar el efecto biológico). Muchos
fármacos y la mayoría de los neurotransmisores pueden unirse a más de un tipo de
receptor, con lo que causan tanto los efectos terapéuticos deseados como efectos
adversos indeseables.
A la misma dosis se puede tener ambos efectos. Ej.: salbutamol (para los pacientes
que tienen broncoconstricción), va a los receptores B2 y causa broncodilatación,
pero va a los B1 del corazón y causa taquicardia.
Actividad Intrínseca
Manera en la que se comporta el fármaco una vez unido al receptor.
Como ya se mencionó anteriormente, un agonista se une a un receptor y produce una
respuesta biológica con base en la concentración del agonista, su afinidad por el
receptor y, por lo tanto, la fracción de receptores ocupados. Sin embargo, la actividad
intrínseca de un fármaco determina todavía más la capacidad para activar de forma
parcial o total los receptores. Los fármacos pueden clasificarse de acuerdo con su
actividad intrínseca y los valores de Emáx resultantes.
A. Agonistas totales
Si un fármaco se une al receptor y produce una respuesta biológica máxima que simula
la respuesta al ligando endógeno, se trata de un agonista total.
Transforman los receptores desde su estado inactivo a su estado activo, con una
concentración igual a 1 (100%)
Los agonistas totales se unen a un receptor, estabilizan el receptor en su estado activo
y se dice que tienen una actividad intrínseca de uno. Todos los agonistas totales para
una población de receptores deben producir el mismo Emáx. Por ejemplo, fenilefrina
es un agonista total en los α1-adrenoceptores debido a que produce el mismo
Emáx que el ligando endógeno, norepinefrina. Al unirse a los α1-adrenoceptores el
músculo liso vascular, tanto norepinefrina como fenilefrina estabilizan el receptor en su
estado activo, por lo que aumenta la activación Gq. La activación de Gq aumenta el
Ca2+ intracelular, causando la interacción de los filamentos de actina y miosina y
acortando las células musculares. El diámetro de la arteriola disminuye, causando un
aumento en la resistencia al flujo de sangre a través del vaso y un aumento en la
presión arterial. Así, los efectos de los agonistas sobre las moléculas intracelulares,
células, tejidos y organismos intactos son todos atribuibles a la interacción del fármaco
con el receptor. Para los agonistas totales, las curvas de dosis-respuesta para la unión
al receptor y cada una de las respuestas biológicas deben ser comparables.
B. Agonistas parciales
Son aquellos que se unen a los receptores, no tienen la misma afinidad y aun
uniéndose no dan una respuesta máxima total.
Un agonista total da una frecuencia de 100 lpm, pero un agonista parcial solo te la da
hasta 45 lpm.
Los agonistas parciales en presencia de agonistas total se convierten en antagonistas.
Ej.: un antagonista parcial se une al receptor y da una respuesta no máxima, si a
continuación se le administra un agonista total al paciente, el fármaco nuevo no tiene
sitio de unión porque todos los receptores están ocupados.
Los agonistas parciales tienen actividades intrínsecas mayores de cero pero menores
de uno. Incluso cuando todos los receptores están ocupados, los agonistas parciales
no pueden producir el mismo Emáx que un agonista total.
A pesar de ello, los agonistas parciales pueden tener una afinidad que es mayor que,
menor que o equivalente a la de un agonista total. Un agonista parcial también puede
actuar como un antagonista de un agonista total. A medida que aumenta el número de
receptores ocupados por el agonista parcial, el número de receptores que puede ser
ocupado por el agonista total disminuye y por lo tanto Emáx disminuiría hasta alcanzar
el Emáx del agonista parcial.
Este potencial de los agonistas parciales para actuar tanto como agonista y como
antagonista puede tener utilidad terapéutica.
Por ejemplo, aripiprazol, un antipsicótico atípico es un agonista parcial en
receptores de dopamina selectos. Las vías dopaminérgicas hiperactivas tienden a
estar inhibidas por aripiprazol, en tanto que las vías hipoactivas están estimuladas.
Esto puede explicar la capacidad de aripiprazol para mejorar los síntomas de
esquizofrenia, con un pequeño riesgo de causar efectos adversos extrapiramidales.
Los agonistas totales tienen una mayor eficacia que los agonistas parciales.
C. Agonistas inversos
Estabilizan a los receptores en su forma inactiva y convierte
a los activos en inactivos.
Por lo general, los receptores no unidos son inactivos y
requieren de la interacción con un agonista para asumir
una conformación activa. Sin embargo, algunos
receptores muestran una conversión espontánea de R a R*
en ausencia de un agonista. Los agonistas inversos, a
diferencia de los agonistas totales, estabilizan la forma R
inactiva y hacen que R* se convierta en R. Esto disminuye
el número de receptores activados por debajo de lo
observado en ausencia del fármaco. Así, los agonistas
inversos tienen una actividad intrínseca menor de cero,
revierten el estado de activación de los receptores y
ejercen el efecto farmacológico opuesto de los agonistas.
D. Antagonista
Los antagonistas se unen a un receptor con una alta afinidad pero poseen cero
actividad intrínseca.
Mantienen a los receptores en el estado en que lo encuentren (generalmente
inactivados).
Un antagonista no tiene efecto sobre la función biológica en ausencia de un agonista,
pero puede disminuir el efecto de un agonista cuando está presente. Puede ocurrir
antagonismo ya sea al bloquear la capacidad del fármaco para unirse al receptor o al
bloquear su capacidad para activar el receptor.
4. Antagonismo funcional:
Es el mismo que el fisiológico, y es el que se lleva a cabo entre 2 sistemas. Un
antagonista puede actuar en un receptor completamente separado, iniciando efectos
que son funcionalmente opuestos a los del agonista.
Un ejemplo clásico es el antagonismo funcional por broncoconstricción inducida
por epinefrina a histamina. La histamina se une a los receptores de histamina H1
en el músculo liso bronquial, causando broncoconstricción en el árbol bronquial.
La epinefrina es un agonista en los β2-adrenoceptores en el músculo liso
bronquial, lo que hace que el músculo se relaje. Este antagonismo funcional
también se conoce como “antagonismo fisiológico.”
A. Índice terapéutico
El índice terapéutico (IT) de un fármaco es la razón de la dosis que produce toxicidad
en la mitad de la población (TD50) a la dosis que produce una respuesta clínicamente
deseada o efectiva (ED50) en la mitad de la población:
TI = TD50/ED50
El IT es una medida de la seguridad del fármaco, debido a que un valor más grande
indica un amplio margen entre las dosis que son efectivas y aquellas que son tóxicas.