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La depresión, una batalla silenciosa que a menudo se libra en la oscuridad de la mente, es un

fenómeno que no respeta fronteras. Las semanas anteriores hablamos sobre los síntomas, el
diagnóstico, las causas y los factores de riesgo. En la entrega de esta semana abordaremos el tema
de la depresión en nuestros sitios de trabajo.

DEPRESIÓN EN EL ÁMBITO LABORAL. EL SILENCIO QUE CONSUME

En el tercer artículo de nuestra serie sobre la depresión, exploramos un tema que afecta a un
amplio espectro de la sociedad; la depresión en el ámbito laboral. En esta entrega, abordaremos
cómo esta enfermedad insidiosa se insinúa en nuestras vidas profesionales, afectando tanto a
trabajadores como a empleadores. Descubriremos las causas y consecuencias de este fenómeno, y
la importancia de la empatía y el apoyo mutuo en la lucha contra la oscuridad, una mirada desde
el ambiente del trabajo.

El mundo laboral, donde pasamos una parte significativa de nuestras vidas, puede ser un entorno
enriquecedor, desafiante y, a menudo, estresante. Las exigencias laborales, las presiones de
rendimiento, las tensiones interpersonales y la constante búsqueda del equilibrio entre la vida
profesional y personal pueden crear un caldo de cultivo propicio para la depresión.

Las presiones laborales en el mundo laboral moderno a menudo se caracterizan por expectativas
elevadas y ritmos de trabajo frenéticos. La búsqueda constante de resultados positivos y el temor
al fracaso pueden llevar a un estrés crónico, un factor de riesgo significativo para la depresión. Las
fechas límite apremiantes, la acumulación de tareas y la sensación de que nunca hay tiempo
suficiente para cumplir con las responsabilidades laborales pueden socavar la salud mental de los
empleados.

La inseguridad laboral es otro desafío que los trabajadores enfrentan en la era moderna. La
preocupación constante por la estabilidad del empleo y la falta de control sobre su futuro laboral
pueden generar ansiedad y desencadenar síntomas depresivos. La amenaza de la pérdida del
trabajo, la disminución de los beneficios laborales y la falta de perspectivas de avance profesional
pueden oscurecer el horizonte de quienes se enfrentan a esta realidad.

La competencia y comparación en un mundo donde la comparación constante con los demás es


fomentada por las redes sociales y los estándares de éxito en constante evolución, los
trabajadores pueden sentirse atrapados en un ciclo interminable de comparación y autocrítica. La
sensación de que nunca se es lo suficientemente bueno en comparación con los demás puede
erosionar la autoestima y la satisfacción personal, lo que contribuye a la depresión.

Y como si no fuera poco la creciente demanda de flexibilidad laboral y la disponibilidad constante


pueden hacer que resulte difícil desconectar del trabajo. La falta de tiempo para el autocuidado, el
agotamiento y la falta de tiempo de calidad con la familia y amigos pueden afectar negativamente
la salud mental. La presión por mantener un equilibrio entre la vida laboral y personal es real, y su
desequilibrio puede llevar a un agotamiento emocional y, finalmente, a la depresión.

Hablemos sobre el estigma


La depresión, a pesar de su prevalencia en el mundo laboral, a menudo se oculta en las sombras
debido al estigma que la rodea. Este estigma crea una barrera significativa para la detección
temprana y la búsqueda de ayuda, lo que agrava el impacto de la enfermedad en los trabajadores
y las organizaciones.

En muchos entornos laborales, se espera que los empleados sean fuertes y resistentes, lo que
puede llevar a una cultura del silencio. Los trabajadores que experimentan síntomas de depresión
a menudo se sienten obligados a ocultar su sufrimiento, temiendo el estigma y el posible impacto
en su carrera. Este silencio puede ser devastador, ya que impide que las personas reciban el apoyo
necesario.

El desconocimiento general sobre la depresión y la salud mental en el trabajo contribuye al


estigma. Las creencias erróneas, como considerar la depresión como una debilidad personal,
persisten en muchos lugares de trabajo. La falta de empatía y comprensión hacia las luchas de los
empleados que enfrentan la depresión a menudo los aísla aún más, haciéndoles sentir que no
tienen a dónde acudir.

El estigma de la depresión en el trabajo también puede tener graves consecuencias para la


percepción de los empleadores sobre los trabajadores que la padecen. Algunos empleadores
equívocamente, pueden ver a los empleados con depresión como menos capaces o
comprometidos, lo que puede afectar negativamente las oportunidades de ascenso y la seguridad
laboral de quienes sufren esta enfermedad.

Por lo tanto, resulta fundamental erradicar el estigma asociado a la depresión en el ámbito laboral
con el fin de cultivar un entorno más profesional y compasivo. Este proceso implica la necesidad
de educar tanto a los empleados como a los empleadores acerca de la depresión, sus
desencadenantes y manifestaciones, promoviendo simultáneamente la empatía hacia aquellos
que la enfrentan. La implementación de programas de concienciación, la formación en salud
mental y la promoción de una cultura que fomente la apertura y el apoyo pueden marcar una
diferencia significativa. La estigmatización se convierte, indiscutiblemente, en un obstáculo crítico
tanto para el bienestar mental como para el abordaje de la depresión.

Lo que se puede ahorrar la empresa

La depresión en el mundo laboral no solo es un desafío individual, sino que también tiene un
impacto significativo en el rendimiento laboral y la dinámica de las organizaciones

El agotamiento emocional es uno de los síntomas más evidentes de la depresión en el trabajo. Los
trabajadores afectados suelen experimentar una fatiga persistente y un cansancio abrumador, lo
que afecta su capacidad para concentrarse y realizar sus tareas de manera efectiva. La disminución
de la energía y la motivación pueden llevar a una menor productividad y a la incapacidad de
cumplir con las demandas laborales.

Así mismo la depresión puede socavar el rendimiento laboral de diversas maneras. Los empleados
pueden cometer errores con mayor frecuencia, ser menos eficientes y tomar más tiempo para
completar tareas. Esto puede llevar a la insatisfacción en el trabajo y, en última instancia, a la
pérdida de oportunidades de ascenso o de empleo.
La depresión también puede afectar las relaciones interpersonales en el trabajo. Los empleados
que luchan con la enfermedad a menudo se retiran socialmente, lo que puede afectar su
capacidad para colaborar con colegas y dificultar la comunicación efectiva. El aislamiento y las
dificultades en las relaciones laborales pueden contribuir al estrés y al empeoramiento de los
síntomas depresivos.

El impacto de la depresión en el trabajo no se limita a los empleados individuales. Las empresas


también sienten sus efectos en forma de mayor rotación de personal, costos asociados a la
capacitación de nuevos empleados y una disminución de la moral y la productividad en el lugar de
trabajo.

Empresas conscientes

La depresión en el entorno laboral no es un problema que deba ser abordado únicamente por los
individuos que la padecen. Las empresas desempeñan un papel fundamental en la creación de un
ambiente de trabajo que fomente la salud mental y el bienestar de sus empleados.

Lo primero y más importante, las empresas conscientes reconocen la importancia de la salud


mental y promueven activamente la conciencia y la educación sobre este tema entre sus
empleados. Ofrecen programas de bienestar que incluyen actividades relacionadas con la salud
mental, como la meditación, el ejercicio y el acceso a recursos de salud mental.

Es necesario implementar políticas que brindan apoyo a los empleados que luchan contra la
depresión. Esto puede incluir la posibilidad de tomar licencia por razones de salud mental, un
entorno de trabajo flexible y programas de asesoramiento y terapia disponibles para los
empleados.

Para abordar el estigma y promover la detección temprana de la depresión, las empresas


conscientes brindan capacitación a los empleados y líderes para identificar las señales de alarma y
brindar apoyo adecuado a quienes puedan estar luchando contra la enfermedad.

Caminar hacia la cultura empresarial que fomente la apertura y el apoyo es esencial para generar
un ambiente en el que los empleados se sienten cómodos compartiendo sus luchas y buscando
ayuda sin temor a represalias. La empatía y la comprensión son valores fundamentales en estas
organizaciones.

Finalmente, las empresas conscientes no solo implementan políticas y programas de bienestar;


también están comprometidas con la mejora continua. Escuchan a sus empleados y adaptan sus
enfoques para abordar las necesidades cambiantes en cuanto a salud mental en el trabajo.

La depresión en el trabajo no discrimina, y la carga recae sobre todos nosotros para crear un
entorno donde la salud mental sea valorada y protegida.

REFERENCIAS
González, M., & Peiró, J. M. (2012). Depresión en el trabajo: Un análisis de sus causas y
consecuencias. Revista de Psicología del Trabajo y de las Organizaciones, 28(2), 67-78.

Moreno-Jiménez, B., Rodríguez-Muñoz, A., & Sanz-Vergel, A. I. (2016). Depresión en el trabajo:


Una revisión de la literatura. Revista de Psicología del Trabajo y de las Organizaciones, 32(2), 123-
134.

Rodríguez-Muñoz, A., Sanz-Vergel, A. I., & Demerouti, E. (2014). Depresión en el trabajo: Un


estudio sobre los factores de riesgo y protección. Revista de Psicología del Trabajo y de las
Organizaciones, 30(2), 67-78.

Gil-Monte, P. R., & Peiró, J. M. (2012). Depresión en el trabajo: Un estudio sobre las estrategias de
afrontamiento. Revista de Psicología del Trabajo y de las Organizaciones, 28(3), 167-178.

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La depresión, una batalla silenciosa que a menudo se libra en la oscuridad de la mente, es un


fenómeno que no respeta fronteras. Las semanas anteriores hablamos sobre los síntomas, el
diagnóstico, las causas y los factores de riesgo. En la entrega de esta semana abordaremos el tema
de la depresión en nuestros sitios de trabajo, léelo en https://cyreconsultores.com/blog

DEPRESIÓN EN EL ÁMBITO LABORAL. EL SILENCIO QUE CONSUME

En el tercer artículo de nuestra serie sobre la depresión, exploramos un tema que afecta a un
amplio espectro de la sociedad; la depresión en el ámbito laboral. En esta entrega, abordaremos
cómo esta enfermedad insidiosa se insinúa en nuestras vidas profesionales, afectando tanto a
trabajadores como a empleadores. Descubriremos las causas y consecuencias de este fenómeno, y
la importancia de la empatía y el apoyo mutuo en la lucha contra la oscuridad, una mirada desde
el ambiente del trabajo.

Dale una mirada a estas 7 claves de resiliencia emocional que te ayudarán a prevenir la depresión
(link a Instagram).

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Para Instagram

Hoy te queremos invitar a prevenir la depresión, para ello te compartimos 7 claves para aumentar
la resiliencia emocional. No olvides comparte esta información con familiares y amigos.

Fortalece tu bienestar con la compañía de una mascota

Tener mascotas, como perros o gatos, brinda apoyo emocional, mejora el estado de ánimo y
reduce el estrés. Pasar tiempo con ellas, jugar o simplemente disfrutar de su compañía aumenta la
felicidad y reduce la soledad. El cuidado de una mascota establece una rutina beneficiosa en
momentos de estrés y promueve la producción de oxitocina, una hormona que fomenta el
bienestar. El centro de zoonosis de la subred suroccidente de salud es una excelente opción al
momento de considerar adoptar un peludo para tu hogar.

Mantén un equilibrio en tu vida.

Trabajar, descansar y disfrutar del tiempo libre son componentes esenciales para un equilibrio
saludable. No te sobre exijas en el trabajo ni te sobrecargues de responsabilidades. Dedica tiempo
a actividades que disfrutes y que te relajen.

Ejercítate regularmente.

La actividad física regular es un poderoso antidepresivo natural. Realizar ejercicio libera


endorfinas, que son sustancias químicas que mejoran el estado de ánimo. Encuentra una actividad
física que disfrutes, ya sea caminar, nadar, correr o practicar yoga.

Que hay de la alimentación saludable.

Tu dieta juega un papel importante en tu bienestar mental. Consumir alimentos equilibrados y


nutritivos puede ayudar a mantener un estado de ánimo más estable. Evita el exceso de azúcares y
alimentos procesados.

Gestión del estrés.

Aprende a manejar el estrés de manera efectiva. La meditación, la respiración profunda y la


terapia son herramientas útiles para reducir la ansiedad y prevenir la depresión.

Mantén relaciones sociales.

La conexión con amigos y seres queridos es crucial para la salud mental. La soledad puede
aumentar el riesgo de depresión, así que procura mantener relaciones sociales significativas y
apoyarte en tu red de apoyo.

Establece objetivos realistas.

Establece metas alcanzables y realistas en tu vida personal y profesional. La sensación de logro y


progreso puede mejorar tu autoestima y prevenir la depresión.

Invita a tu familia y amigos a conocer sobre estas claves, es una campaña que tiene sentido de vida

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