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Red Lú dica / Rosario

Centro de Capacitación
y Actualización pedagógica
“Seguir aprendiendo para poder enseñar cada vez mejor,
es nuestro compromiso con la educación”

EL PROCESO CREADOR
O notas acerca de cómo se crea un juego
Material elaborado por: Prof. Mónica Kac
monicakac@hotmail.com / www.redludicarosario.blogspot.com

Con el título de este artículo hacemos referencia al acto creativo y recreativo que interviene en el
diseño de un juego. Hablamos del procedimiento lúdico1.

La pregunta que da impulso a este escrito es acerca de cómo creamos los juegos.

La imagen es lo primero. Cuando iniciamos un proceso creador tratamos de conseguir imágenes,


que fabricamos a partir de algún acontecimiento que así nos lo produce.
Generalmente esta primera imagen trae aparejadas otras que surgen en un juego asociativo. La
propuesta es empezar a darle a esas primeras imágenes movimiento y un texto, es decir una
historia susceptible de ser desarrollada.

La imagen en sí carece de movimientos, sin embargo podríamos pensar que es una imagen con
una historia previa de movimientos ya realizados; es decir que, de alguna manera, pudiera haber
existido una historia previa de esa imagen.
Suele suceder que no tenemos conciencia de por qué nos sobrevino esa imagen porque el
movimiento previo de esa imagen se nos olvidó, o simplemente lo hemos desconectado de ella y
quedó en nosotros la foto de la imagen. Pero la imagen es siempre el producto de una historia de
movimientos que quedaron encapsulados.

El proceso creador consiste entonces en liberar la imagen inmóvil y dotarla de movimiento…

“Recuerdo como creé el juego de los indios…había empezado a trabajar en colonias de


vacaciones y el lugar donde trabajaba estaba lleno de árboles. Árboles, indios, recuerdo el juego
de los indios que la animadora de mis cumpleaños siempre nos invitaba a jugar. Árboles, indios, y
los domingos de invierno en casa y a la tarde (mientras mis padres dormían la siesta) mirando
películas de cow-boys en la tv blanco y negro del living de casa.
Árboles, indios, juegos de cumpleaños, películas de cow-boy, el indio Jerónimo y la canción del
‘Jerónimo’ que por casualidad encontré en un cassette infantil. Así nació el juego de los indios que
inventé hace ya algunos años”2

1
Al hablar de procedimiento lúdico hacemos referencia a la lúdica diferenciándola del Juego en sí mismo. La lúdica es la capacidad
humana de crear una dimensión diferenciada de la dimensión real y concreta. Una zona transicional (Winnicott) que no pertenece al
mundo interno ni externo del sujeto que la crea, sino que opera (funciona) como zona ‘entre’ en la cual nada malo nos puede pasar
porque se vive como una imaginación. El juego por su parte, es uno de los formatos a través de los cuales esta dimensión lúdica se
manifiesta, otro formato es el del arte (en sus múltiples lenguajes) y/o el deporte .
2
Ver anexo

El proceso creador / Mó nica Kac Pá gina 1


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Al darle movimiento a la imagen, ésta sale a realizar nuevos recorridos, a vivir nuevas historias, o
quizás sea que vuelva a recorrer los movimientos previos pero ahora disfrazados por nuevas
inquietudes y nuevas experiencias.

Al estar la imagen otra vez en movimiento (somos nosotros los que reiniciamos ese movimiento).
La habremos reanimado, recreando la historia que la produjo.

El proceso creador de juegos o procedimiento lúdico se trata entonces de, por un lado reanimar
viejas imágenes para dotarlas de nuevos movimientos y por el otro de encontrarle un formato de
juego que se ajuste a los destinatarios3.

Articulemos lo último expuesto con el concepto de matrices lúdicas., tratando de entender como
funciona el mecanismo de creación de juegos:

La matriz lúdica alude a la forma singular que tenemos de jugar y al tipo de juego que preferimos.
Ésta se configura como un sistema de representaciones que interpretan el encuentro que cada
uno de nosotros tenemos con el mundo, y aporta elementos para una hipótesis acerca de quiénes
somos nosotros jugando, expresándonos, aprendiendo, haciendo y/o trabajando. Esto quiere decir
que, en función de las matrices que cada uno de nosotros tenemos y nos hemos podido formar,
se sabrá acerca de lo que para cada uno de nosotros es lo permitido, lo posible y qué sería la
trasgresión en cada una de estas manifestaciones .

Al referirnos a nuestras matrices lúdicas podemos intentar preguntarnos: ¿a qué jugaba cuando
era niño/a?, ¿cuáles eran los temas de mis juegos?, ¿cómo jugaba?, ¿qué rol ocupaba en el
juego?, ¿quién y cómo me enseñó a jugar?; y luego re preguntarnos de esta otra forma: ¿a qué
juego ahora?, ¿Cómo juego ahora?, ¿Qué tipos de juego realizo ahora? y ¿cómo enseño a jugar?
Encontraremos una semejanza que no es casual sino que tiene que ver con que enseñamos a
jugar y creamos juegos desde nuestras matrices lúdicas (y matrices de aprendizaje).

Al trabajar en la creación de juegos un factor crucial es ‘la creencia’. Existe en todo juego una
ceremonia de iniciación donde lo concreto a partir de ser iniciado el juego tiene que ser
‘asesinado’ para que, coloreado por la fantasía, de paso a la capacidad imaginativa.
El juego empieza con la primera creencia de uno de los participantes, sobre esa creencia, sobre
esa proyección van a proyectar los demás.
Al proyectar sobre la proyección del otro cada jugador se convierte en un ‘creyente ‘y entonces la
creencia comienza a circular....

Veamos como funciona esto:


Cuando un niño se pone una capa y espada al costado, los niños lo ven como a El Zorro y a partir
de creer en él empiezan a tejer posibles historias a ser jugadas.

Cuando la proyección es compartida nadie duda. Sólo basta un interlocutor, un testigo que diga
‘¡SI!’ para que la creencia empiece a circular entre todos.

Insistamos en esto: sólo basta un creyente para que la creencia circule, lo importante es el
convencimiento del primero.

Y aquí va otro elemento fundamental: la identificación no es con la persona que creyó, ni siquiera
con el objeto de la creencia, la identificación es con la manera de creer del otro.

3
Al hablar de formatos de juego , hacemos alusión a las distintas formas que puede adquirir un juego para ser jugado , ej: juegos de
mesa, juegos motores, juegos orales juegos de dramatización , juegos de escondida , juegos de persecución y otras muchas
clasificaciones.

El proceso creador / Mó nica Kac Pá gina 2


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La forma de creer es lo que me convence y me invita a jugar. La forma en que el otro nos muestra
su creencia es importante y al creer y despegarse de la dimensión de lo concreto, ese otro abre un
espacio para que nosotros-los otros jugadores-sigamos proyectando y construyendo entre todos el
mito del juego4.
El mito del juego está construido a través de diferentes creencias de un grupo de personas que
han internalizado una singular forma de creer.

Volvamos al proceso creador desde la creatividad misma:


Esa especial forma de mirar lo concreto y de ‘creer’ en ella (en la mirada) sería la matriz específica
de lo creativo5.Creer no es solamente ver, sino complementar la visión con la emoción o el
ceñimiento correspondiente. Cuando recuerdo un juego ‘veo’ la imagen y simultáneamente revive
la emoción que alguna vez le produjo.

Nosotros que estamos aquí, que queremos jugar desde un lugar creativo, fuimos en algún
momento de nuestras vidas-y muchos lo seguimos siendo-creadores de juegos, fabricantes de
ilusiones, y en algún momento nos creímos ser ese personaje o proyectamos un personaje sobre
un objeto, seguramente hubieron otros que compartieron con nosotros ese tiempo de creencia.
La predisposición del creador es a mirar lo concreto con una mirada imaginaria y además a
quedar impregnado con esa mirada y lo más importante a creer en ella a través del tiempo6.

En el proceso creador existen espacios previos donde el creador aprendió y se entrenó a mirar de
otra manera lo concreto. En ese espacio previo se generó una matriz creativa a la cual se puede
recurrir para volver a crear. Ese espacio previo, zona específica, zona lúdica es un espacio que
permite en acto aprender a mirar de otra manera, y se convierte también en un espacio ‘apto’ para
el manejo y control de la realidad (concreta)...

Ese espacio o zona lúdica es un espacio organizador de lo imaginario, donde lo ‘loco’ se


estructura con coherencia hablamos de la lúdica como ‘estructura organizadora’.

Existe una estrecha relación entre el tipo de zona lúdica infantil y el tipo de creación posterior.
Muchas veces se supone que a la edad adulta ya no se puede jugar de la misma manera que
cuando éramos chicos...solo se supone. La capacidad lúdica se recupera y con ella la capacidad
imaginativa no sólo para volver a jugar sino también para ser, hacer y estar en el mundo.

Crear situaciones de juego grupales es como jugar al dominó. Hay que buscar una ficha para
colocar al lado de los otros jugadores, una ficha que tenga por lo menos una parte igual. Y si no
hay, se pueden robar fichas, barajar fantasías o pasar, que en idioma de juego significa dejar jugar
al otro y saber esperar en silencio observando las posturas y movimientos del otro. En algún
momento podremos colocar otra ficha con algo idéntico a la que puso el otro jugador y con algo
distinto, es decir con algo que el otro no tiene

4
Uno de los elementos mágicos más apasionantes del juego es el MITO que se crea con ese juego
5
Todos tenemos la capacidad innata de crear, pues crear no es más que conectar datos transformando realidades, tanto internas
como externas, en la búsqueda continua de construir a partir de destruir...cuando podamos darnos permiso para crear y jugar con
cierta periodicidad, cuando hayamos aprendido a ser respetuosos de la intuición reconociendo en nuestro andar esa particular forma
de conocer asociando imágenes, sensaciones o ideas, sabedores de que esa facultad no es privativa de los genios, seguramente ya
estaremos frente a un nuevo modo de vivir.
6
Al jugar, al jugarse en serio, uno cree lo que ve, pero suele suceder que al interrumpirse ese juego, solo quedan pocos devotos,
religiosos o artistas. La mayoría vuelve generalmente a lo concreto

El proceso creador / Mó nica Kac Pá gina 3

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