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Planificación de juego
Fundamentación
Para comenzar con esta secuencia decidí recurrir a uno de los pioneros del tema, el holandés
Johan Huizinga quien define al juego como: “(…) una acción o una actividad voluntaria, realizada
en ciertos límites fijados de tiempo y lugar, según una regla libremente aceptada, pero
completamente imperiosa y provista de un fin en sí, acompañada de un sentimiento de tensión y
de alegría y de una conciencia de ser de otra manera que en la vida ordinaria”. (Unesco, 1980, P. 6)
En la misma línea, Graciela Scheines explica al juego como una relación abierta de la vida
cotidiana. Según la autora, “jugar no es una actividad como cualquier otra. Es tan mágica como un
ritual, ata y desata energía, oculta y revela identidades, el pasado y el futuro, cosas muertas y
otras aún no nacidas se entrelazan armónicamente en un bello y terrible dibujo. Jugar es abrir la
puerta prohibida, pasar al otro lado del espejo. Jugando se adquiere una conciencia distinta de sí
mismo: como no terminada ni unívoca” (Scheines, 1998, P.14).
Los niños del mundo juegan, dentro de los parámetros de la salud y de sus posibilidades
(propias, del entorno y culturales), pero entendiendo que el juego no es solamente un producto
natural, sino que involucra factores culturales buscamos su despliegue ya que es una actividad
preponderante en su existencia, tanto que se diría que es la razón de ser de la infancia. El juego es,
entonces, vital también para el desarrollo pleno de las capacidades intelectuales, físicas y sociales
si tenemos en cuenta que el ser humano desde su gestación está atravesado por la historia y la
cultura, esta última entendida como todo lo que el ser humano, a lo largo de la historia, ha creado
y sigue creando y que el juego es el medio óptimo para apropiarse de la misma, crearla y recrearla.
En relación a esto, es importante saber que, tal como nos aporta la UNESCO, a través de los juegos
y su historia no solo se lee el presente de las sociedades, sino el pasado mismo de los pueblos. Una
parte importante del capital cultural de cada grupo étnico reside en su patrimonio lúdico,
enriquecido por las generaciones sucesivas, pero amenazado también a veces de corrupción y de
extinción. El juego es, entonces, desde éste posicionamiento, la columna vertebral de la cultura,
tal como lo menciona Huizinga “el juego es más viejo que la cultura” (Huizinga, 1954, P. 11) es
decir, que la cultura nace desde el contexto de un formato lúdico aspecto que abordaremos
posteriormente en un apartado específico.
Para ser entendido como tal, el juego, según el autor recientemente mencionado, deberá
cumplir con ciertas características, las explicitaré haciendo hincapié en el modo en que se pondrán
en acción en las actividades a realizar:
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Giuliana Riccardi – Taller 6
Libertad: El juego debe ser algo libre, nadie debe estar obligado a jugarlo
o, como postularía específicamente Huizinga: “El juego por mandato no es juego”
(Huizinga, 1954, P. 20). Es por ello que en ningún momento se generará en el niño una
sensación de obligación por la participación en el mismo. En caso de que no quiera
jugar se le ofrecerá observar lo que sucede mientras el resto juega y se brindará la
posibilidad de integrarse en el juego cuando esté preparado para hacerlo.
Separación: Ayuda a dar un “corte” a la vida “corriente”, es alejarse en
tiempo y lugar por un simple momento.
Improductivo: No genera riquezas, ni bienes.
Espacio y tiempo (repetición y campo): Se desarrolla dentro de un lugar y
El hecho de que el juego sea en sí una actividad tan rica e importante para los niños y el
desarrollo de sus potencialidades, genera que, socialmente se beneficien además de este tipo de
juego… los cooperativos.
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Giuliana Riccardi – Taller 6
La particularidad en esta categorización es que no se juega para ganarle a alguien, los pequeños
colaborarán, a lo largo de las diferentes propuestas, entre sí para lograr un determinado fin.
Además, una de las características de este tipo de juego es que se busca la inclusión de los
participantes y no la exclusión mediante la “perdida” dentro del mismo.
En los juegos cooperativos adquiere real importancia de un modo concreto el construir con el
aporte de cada uno de los jugadores, dándole fundamental importancia al desarrollo del juego
más que al fin en sí mismo.
“Los juegos favorecen la integración de los niños, al valorar esencialmente el derecho de todos a
jugar, al presentar juegos que realcen la cooperación y no el enfrentamiento con los demás, en
búsqueda del o los ganadores. Lo importante de jugar es el valor del juego en sí mismo,
manteniendo vivo el espíritu de jugar por jugar, tan dejado de lado en una sociedad que tiende a
exaltar que el juego es sólo juego cuando el resultado determina que alguno/s gane/n y otro/s
pierda/n” (L E. González y Jorge E. Da Silva Valer en Diseño Curricular sección 4 y 5 años. 2000.
P.60)
Contenidos
- Reconocimiento y adecuación a los diferentes roles a desarrollar en los juegos: la
ubicación dentro de un determinado espacio que irá modificándose (ver actividad 1), el
establecimiento de un orden respetando una determinada consigna (ver actividad 2), la
participación en el momento adecuado y la relación pedida, respetando el sostén del
juego (ver actividad 3)
- Resolución del juego propiciando la expresión, comunicación como medio y
cooperación mediante acciones que permitan la integración de otros en un determinado
espacio (ver actividad 1 y 2) y el sostén del juego (ver actividad 3)
- Valoración de la necesidad de cuidar al otro durante el juego grupal, sobre todo en
lo que respecta a lo físico, cuidando su integridad, sobre todo en las actividades 1 y 2.
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Giuliana Riccardi – Taller 6
Actividades
Inicio
Reuniré a los niños en la sala y les comentaré que los llevaré al patio donde hay algo preparado
para ellos. Les pediré que presten atención a las indicaciones que les daré, ya que en el patio hay
mucho ruido y si no me escuchan no entenderán el juego. Pasaré una bolsa con tapitas de dos
colores y les pediré que sin mirar tomen una y se ubiquen en un determinado espacio de la sala.
Una vez los grupos separados, les pediré a los niños que recuerden el color que les tocó y que
guarden la tapita nuevamente en la bolsa.
Desarrollo
Una vez en el patio los niños se encontrarán con dos hileras de hojas de diario pegadas al suelo,
una por niño. Les pediré que se coloquen sobre ellas. Les contaré que cuando yo haga dos palmas
ellos deberán rápidamente hacerle entre todos un lugar al compañero de la última hoja y ninguno
tiene que tocar el piso.
Con todos los niños ubicados jugaré haciendo diferentes cantidades de palmas, acentuando
que cuando haga dos deberán apurarse ya que sacaré una hoja.
Iré sacando hoja por hoja hasta dejar entre tres y cuatro hojas evaluando que ninguno de los
niños corra peligro o puedan golpearse entre ellos por la falta de lugar.
Cierre
Se hará ésta misma actividad tantas veces como los niños lo soliciten. Una vez que finalice y
antes de que el interés decaiga, reuniré al grupo y les preguntaré si se divirtieron, cómo se
ayudaron, respetando y promoviendo las respuestas de los niños y comunicando las acciones que
haya visto que se dieron entre ellos.
Para finalizar les preguntaré si notaron que todos participaron y que ningún niño perdió, y que
para que ello pase necesitaron la colaboración de todos.
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Giuliana Riccardi – Taller 6
Inicio
Se reunirá a los niños del mismo modo que en la actividad anterior, primero en la sala
comentándoles que preparé algo para ellos en la terraza y luego yendo a la misma.
Desarrollo
Una vez con los niños en la terraza les mostraré la hilera de hojas de papel de revista pegadas al
piso. Nuevamente separaré a los niños en dos grupos de acuerdo al color de la tapita que les ha
tocado en suerte.
Les diré a los niños que deberán pararse sobre la hilera de hojas y que deberán ordenarse de
acuerdo a como yo se los pida, pero sin tocar el piso.
Daré consignas tales como: “los que tienen zapatillas blancas van al fondo, de colores en el
medio y delante de todo las zapatillas negras”… repitiendo esta particularidad con el color de
remera, de pantalón, de diferentes modos de modo tal que resulte dinámico.
Cierre
Antes de que el interés decaiga reuniré a ambos grupos y les preguntaré, tal como en la
actividad anterior, cómo hicieron para jugar, qué cosas pasaron, si se divirtieron, etc. acentuando
la importancia de la cooperatividad y la comunicación y que si alguno no hubiese jugado el juego
no se podría haber llevado a cabo del mismo modo.
Les contaré a los niños que tengo una amiga araña que me pidió que le haga un favor, que
necesita que la ayudemos a hacer una telaraña porque ella se quedó sin hilo. Sacaré la lana de una
bolsa y les explicaré que para armar la telaraña hay una consigna, agarrar la lana con una mano y
el ovillo con la otra, decir un material que se encuentre en el jardín (por ejemplo, silla) y pasarle a
un compañero el ovillo, sin soltar el extremo de lana.
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Giuliana Riccardi – Taller 6
El compañero que reciba el ovillo deberá sostener fuerte su extremo correspondiente y decir
otro material que haya en el jardín (por ejemplo, computadora). Luego, deberá hacer una relación
entre ambos objetos (por ejemplo, para ver una película en la computadora debemos usar las
sillas) y deberá pasarle el ovillo a otro compañero sin soltar su extremo de lana. El que continúa
agrega un nuevo elemento (por ejemplo, galletitas) y suma su relación (por ejemplo, no pueden
comerse galletitas si estamos usando la computadora). Así, consecutivamente.
En caso de que algún niño no logre hacer la comparación, el grupo deberá ayudarlo porque si
no no se podrá armar la telaraña. Y se les explicará que es fundamental que no se lo pasen a su
compañero de al lado, sino a los que tienen enfrente y no tienen su extremo de la lana.
Desarrollo
A medida que los niños vayan nombrando objetos y las relaciones, se los alentará y felicitará
por la ocurrencia.
Cuando todos los niños tengan su porción de la telaraña le pediré al último niño que la haya
recibido que vuelva a pasármela a mí para hacer la relación.
Luego, le pediré al niño o la niña que tenga a mi lado que sostenga por mí mi fragmento de la
lana y la soltaré para poder ubicar en el medio de la telaraña una lapicera y debajo de ella un vaso.
Les diré a los niños que para que la araña sepa que su telaraña fue hecha hay que mandarle
una señal ubicando la lapicera dentro del vaso.
Los niños se tendrán que acomodar de modo tal que consigan realizarlo.
Cierre
Se deshará la telaraña volviendo al ovillo a su forma original. Se les preguntará a los niños qué
creen que puede pasar si alguno suelta su porción de la lana, si pueden realizar igual o no el juego,
si hubiesen logrado mandarle a la araña su telaraña, etc., promoviendo y respetando las
respuestas por parte de los niños.
Se les volverá a remarcar que en este juego no hubo ganadores o perdedores, sino que todos
participaron, necesariamente, para realizarlo.
También se indagará acerca de si piensan si el jardín podría ser igual si alguna de esas cosas
faltasen, por ejemplo, las sillas y si podrían utilizar las cosas igual, por ejemplo, si podrían utilizar la
computadora sin las sillas, ya que no verían nada en la pantalla.
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Giuliana Riccardi – Taller 6
Esta misma actividad puede ser llevada a cabo con distintas consignas. Por ejemplo,
pasándoselo a un compañero y diciendo algo lindo de él, etc.
Lugar: sala
Dinámica: grupo total
Tiempo estimado: 20 min. aprox.
Recursos: Lana.
APROBADO
Bibliografía