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MENINGITIS VIRAL AGUDA

Manifestaciones clinicas:
por lo general presentan:
- cefalea (frontal o retroorbitaria y se le asocia con fotofobia y dolor con el movimiento
de los ojos)
- fiebre
- signos de irritación meníngea asociados con un perfil inflamatorio del LCR

- En la mayor parte de los casos se observa rigidez de nuca pero ésta puede ser leve
y presentarse sólo cerca del límite de la anteflexión del cuello.
Las manifestaciones generales incluyen:
- malestar, mialgias, anorexia, náusea, vómito, dolor abdominal, diarrea o
combinaciones de éstos. Los pacientes a menudo tienen letargo leve o somnolencia;
sin embargo, en la meningitis viral es poco común la presencia de alteraciones
profundas de la conciencia

ETIOLOGÍA:

Empleando diversas técnicas diagnósticas, en que se incluye


- PCR de LCR, cultivo y estudios serológicos,
- puede encontrarse una causa viral específica en 60 a 90% de los casos de
meningitis viral. YA QUE
- Los cultivos del LCR son positivos en 30 a 70% dependiendo de la frecuencia del
aislamiento de cada agente viral.

DIAGNÓSTICO DE LABORATORIO
Estudio del LCR: Ésta es la prueba de laboratorio más importante para el diagnóstico de la
meningitis.
El perfil típico de la meningitis viral consiste en:
- pleocitosis linfocítica, (Por lo general los linfocitos son las células predominantes)
- proteínas ligeramente elevadas [0.2 a 0.8 g/L (20 a 80 mg/100 mL)]
- concentración normal de glucosa
- presión de abertura normal o ligeramente elevada (100 a 350 mmH2 O) milímetros
de agua

El recuento total de células en LCR en casos de meningitis viral suele ser de 25 a 500/μL
(microlitros), aunque en ocasiones se observa recuento celular de varios miles/μL, en
especial en infecciones ocasionadas por el virus de la coriomeningitis linfocítica (LCMV) y
por el virus de la parotiditis.

.
La concentración de glucosa en líquido cefalorraquídeo suele ser normal en las infecciones
virales, aunque puede disminuir en 30% de los casos por virus de la parotiditis o LCMV.

Como regla, una pleocitosis con predominio de linfocitos y con bajas concentraciones de
glucosa sugiere meningitis micótica o tuberculosa, meningoencefalitis por Listeria o
trastornos no infecciosos (p. ej., sarcoidosis y meningitis neoplásica).

Se ha planteado, como estudios que permiten diferenciar entre meningitis viral y bacteriana
o como marcadores de tipos específicos de infecciones virales (p. ej., infección por VIH), la
realización de métodos que miden en LCR los valores de:
- proteínas
- enzimas
- y mediadores, como proteína C reactiva, ácido láctico, deshidrogenasa láctica,
neopterina, quinolinato, IL-1β e IL-6, receptor soluble de IL-2, microglobulina β2 y
TNF, pero no hay certeza de su sensibilidad y especificidad y no se les utiliza
ampliamente con fines diagnósticos.

Amplificación del ácido nucleico viral por la reacción en cadena de la polimerasa


La amplificación mediante ( reacción en cadena de la polimerasa) PCR de DNA o RNA
específicos de virus obtenidos de LCR se ha vuelto el método más importante para el
diagnóstico de infecciones virales en el SNC. En las infecciones de dicho sistema por
enterovirus y HSV, la PCR se ha tornado el método diagnóstico más indicado y es
sustancialmente más sensible que los cultivos en busca de virus.
La PCR de LCR se ha empleado de manera sistemática para el diagnóstico de infecciones
virales del SNC causadas por:
- Citomegalovirus,
- virus de Epstein-Barr (EBV, Epstein-Barr virus),
- varicela-zóster
- virus de herpes humano 6 (HHV-6, human herpesvirus 6). L

Cultivo viral La sensibilidad de los cultivos de LCR para el diagnóstico de meningitis y


encefalitis virales, a diferencia de su utilidad en las infecciones bacterianas, por lo general
es mala. Además del LCR pueden aislarse virus específicos de
- faringe (los enterovirus, el virus de las paperas y los adenovirus)
- heces (enterovirus y adenovirus)
- sangre (os arbovirus, algunos enterovirus y el LCMV)
- orina ( virus de las paperas y los citomegalovirus)

Los enterovirus y adenovirus pueden encontrarse en las heces; los arbovirus, algunos
enterovirus y el LCMV, en la sangre; el virus de las paperas y los citomegalovirus (CMV), en
la orina, y los enterovirus, el virus de las paperas y los adenovirus, en lavados faríngeos.
Durante las infecciones enterovirales, la eliminación del virus en las heces persiste por
varias semanas. La presencia de enterovirus en las heces no es diagnóstica y puede ser el
resultado de siembra del virus a partir de una infección enteroviral previa, y también puede
detectarse en algunos individuos asintomáticos durante epidemias por enterovirus.

Tratamiento:
El tratamiento de casi todos los casos de meningitis viral es sobre todo de tipo sintomático e
incluye el uso de:
- analgésicos
- antipiréticos
- antieméticos.
Debe vigilarse el estado de líquidos y electrolitos.
Podría no ser necesaria la hospitalización en individuos con buena respuesta inmunitaria,
sin alteración significativa del nivel de conciencia y un perfil clásico en el LCR (

Es necesario hospitalizar a los pacientes con:


- inmunodepresión
- aquellos con alteración significativa del estado de conciencia
- convulsiones
- la presencia de síntomas y signos focales que sugieran la posibilidad de encefalitis o
de afección del parénquima cerebral y en aquellos pacientes que tienen perfil atípico
del LCR.
El aciclovir PO o IV puede ser beneficioso en pacientes con meningitis causada por HSV-1
o HSV-2 y en casos de infección grave por EBV o VZV.
- Virus del herpes simple 1
- HVS 2
- virus de Epstein-Barr
- varicela-zóster

Los pacientes con enfermedad grave deben recibir:


- aciclovir IV (15 a 30 mg/kg/ día en tres dosis divididas), lo cual puede continuar con
el fármaco PO con
- aciclovir (800 mg cinco veces al día)
- famciclovir (500 mg c/8 h)
- o valaciclovir (1 000 mg c/8 h) para un tratamiento total de siete a 14 días.

Los pacientes con enfermedad menos grave pueden recibir tratamiento con fármacos PO
solos.

Los pacientes con meningitis por VIH deben recibir tratamiento antirretroviral de gran
actividad (cap. 226).
La vacunación es un método eficaz para evitar el desarrollo posterior de meningitis y otras
complicaciones neurológicas asociadas a la infección por los virus de polio, paperas y
sarampión.
Se ha recomendado una vacuna relacionada para la prevención de herpes zóster en adultos
de más de 60 años de edad.

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