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Cuando vemos un árbol en la realidad, nuestra experiencia externa incluiría factores como:
Textura: Podríamos percibir la textura del tronco del árbol como áspera, mientras que las
hojas pueden parecer suaves.
Color: Nuestra percepción del color del árbol y sus hojas, como el verde de las hojas o el
marrón del tronco.
Sonido: Si el viento sopla a través del árbol, podremos asociar el sonido de las hojas
moviéndose con nuestra representación del objeto.
Olor: Si estamos cerca del árbol, podremos asociar ciertos olores naturales con nuestra
representación del árbol.
Estos aspectos de la experiencia externa se combinan en nuestro mente para formar una
representación mental del objeto, en este caso, el árbol. Es importante destacar que cada
persona puede tener una representación ligeramente diferente debido a sus experiencias y
percepciones únicas, pero la experiencia externa es fundamental para cómo comprendemos
y damos sentido al mundo que nos rodea.
Imagina que ves un árbol en un parque durante un soleado día de verano. La experiencia
interna en tu representación del objeto podría ser la siguiente:
Recuerdos personales: Podrías recordar un momento especial que pasaste bajo un árbol
similar en el pasado, lo que podría influir en cómo percibes y te sientes acerca del árbol
actual.
Asociaciones emocionales: Si asocias los árboles con la naturaleza, podrías sentirte más
conectado con el entorno y experimentar una sensación de calma y bienestar al ver el árbol.
Identificar sus características físicas: La razón te permite notar que el reloj tiene un péndulo
que oscila de un lado a otro y que tiene agujas para marcar las horas y los minutos.
Reconocer su función: La razón te permite inferir que el propósito del reloj de péndulo es
medir el tiempo, lo que podría llevarte a pensar en cómo este tipo de relojes fueron
utilizados históricamente para mantener la hora en hogares y lugares públicos.
Conectar con otros conocimientos: La razón podría relacionar el reloj de péndulo con otros
objetos históricos o piezas de arte que ha visto anteriormente, lo que amplía su
comprensión y apreciación del objeto.
En este ejemplo, la razón te ayuda a analizar y entender de manera lógica y objetiva las
características y el propósito del reloj de péndulo. Sin embargo, es importante tener en
cuenta que la razón también sus limitaciones, ya que puede operar en aspectos puramente
funcionales o físicos del objeto y no capturar completamente la experiencia interna o
emocional que podría despertar en una persona al contemplarlo. Por lo tanto, como se
mencionó anteriormente, combinar la razón con otras dimensiones, como la empatía y la
intuición, puede brindar una representación más completa del objeto.
Un ejemplo de cómo la autoridad puede influir en una representación del objeto es el caso
de una obra de arte en un museo.
Imagina que visitas un museo y te encuentras frente a una pintura famosa que ha sido muy
elogiada por críticos de arte y expertos reconocidos en el campo. La autoridad de estos
expertos puede tener un impacto significativo en tu percepción y comprensión de la obra de
arte.
Interpretación guiada: Si los expertos han elogiado la pintura por su uso del color, técnica y
significado simbólico, es probable que su representación del objeto esté influenciada por
sus opiniones y enfoques de análisis.
Es importante destacar que, si bien la autoridad de los expertos puede enriquecer nuestra
comprensión y aprecio de una obra de arte, también es esencial mantener una actitud
crítica y personal hacia la misma. No todos los individuos tendrán la misma reacción o
interpretación de la pintura, y la experiencia artística es subjetiva. Es fundamental combinar
la autoridad con una apertura a nuestras propias impresiones y emociones al contemplar la
obra de arte, permitiéndonos formar una representación personal y auténtica del objeto en
cuestión.
La imagen puede ser una herramienta poderosa para representar un objeto, pero también
tiene sus limitaciones y riesgos en el proceso de percepción y comprensión.
Una opinión crítica sobre la imagen en una representación del objeto podría ser la siguiente:
Si bien las imágenes pueden transmitir información visual de manera rápida y efectiva, a
menudo son una simplificación y abstracción de la realidad. Una imagen puede capturar
solo una perspectiva o instantánea del objeto, lo que puede llevar a cabo una comprensión
incompleta o distorsionada de su contexto y significado completo.
Además, las imágenes pueden ser manipuladas y editadas para transmitir ciertas
impresiones o narrativas específicas. En el ámbito de la publicidad, los medios y la política,
las imágenes pueden ser utilizadas para influir en nuestras percepciones y emociones,
llevándonos a formar representaciones sesgadas o incluso engañosas del objeto
representado.
Asimismo, nuestra interpretación de una imagen puede estar influenciada por nuestros
prejuicios y estereotipos. Podemos asociar ciertas imágenes con conceptos o emociones
preexistentes, lo que puede sesgar nuestra comprensión y llevar a cabo una representación
distorsionada del objeto.
Los fundamentos de los juicios morales se refieren a las bases o principios en los que se
fundamentan las valoraciones éticas sobre lo que es correcto o incorrecto. Entre los
diferentes fundamentos éticos, destacan tres enfoques principales: el mandamiento divino,
la naturaleza y el bienestar común.
Naturaleza: Este enfoque ético se basa en la idea de que hay una naturaleza humana
esencial o una "ley natural" que guía las acciones morales. Los juicios morales se derivan
de la observación de la naturaleza humana y se considera que ciertas acciones son
intrínsecamente buenas o malas debido a su coherencia o desviación con respecto a la
naturaleza humana. Por ejemplo, algunos defensores de este enfoque argumentan que la
promoción de la vida, el bienestar y la virtud están en concordancia con la naturaleza
humana y, por lo tanto, son acciones moralmente correctas.
Acciones voluntarias: Son aquellas en las que el individuo tiene pleno control y conciencia
de lo que está haciendo, actuando de manera intencional y deliberada.
Acciones involuntarias: Son acciones en las que el individuo no tiene control total o
consciente sobre lo que está sucediendo. Puede ser producto de la ignorancia, la
compulsión o la falta de libertad.
Acciones no voluntarias: Son acciones que se encuentran en una zona intermedia entre las
acciones voluntarias y las involuntarias. Estas acciones pueden ser realizadas con cierta
deliberación pero sin un control total debido a la falta de conocimiento completo o una
limitación en la capacidad de elección.
Estructura del acto moral: El acto moral tiene una estructura que involucra tres elementos
principales:
Objeto: Es la acción en sí misma, lo que se hace o se deja de hacer. El objeto de una acción
también es importante en la evaluación moral, ya que ciertos actos pueden ser
intrínsecamente buenos o malos independientemente de las intenciones detrás de ellos.
Circunstancias: Son los factores o condiciones que rodean una acción y pueden influir en su
moralidad. Las circunstancias pueden afectar la evaluación moral de una acción, ya que
pueden alterar su impacto y consecuencias.
La Ética Aplicada es una rama de la ética que se enfoca en aplicar principios éticos y
morales a situaciones y contextos valores específicos de la vida cotidiana, así como a
cuestiones sociales, políticas y profesionales. En este resumen, abordaremos su aplicación
en tres áreas clave: derechos humanos, política y corrupción.
Política: En el ámbito político, la ética aplicada aborda las decisiones y acciones de los
líderes y las instituciones gubernamentales. Busca evaluar y promover prácticas políticas
éticas, la transparencia, la responsabilidad y la justicia social. La ética aplicada en política
cuestiona, por ejemplo, cómo se toman decisiones sobre políticas públicas, cómo se
distribuyen los recursos y cómo se protege el bienestar de los ciudadanos. También se
ocupa de la conducta de los políticos y la integridad en la gestión de los asuntos públicos.
Bioética: La bioética es una rama de la ética aplicada que aborda cuestiones éticas
relacionadas con la vida y la salud humana, así como los avances en biología, medicina y
tecnología médica. La bioética se preocupa por dilemas morales complejos, como la toma
de decisiones en tratamientos médicos, el inicio y fin de la vida, la investigación con seres
humanos y el uso de tecnologías reproductivas, entre otros. Los principios éticos
fundamentales en la bioética incluyen el respeto a la autonomía del paciente, la
beneficencia (buscar el bienestar del paciente), la no maleficencia (no causar daño), la
justicia (distribución equitativa de recursos) y la dignidad humana.
Tecnología: La ética aplicada en tecnología se centra en los dilemas éticos relacionados con
el desarrollo y la implementación de tecnologías, especialmente aquellos que pueden tener
un impacto significativo en la sociedad. Esto incluye la inteligencia artificial, la robótica, la
privacidad y seguridad de datos, la manipulación genética y otras tecnologías emergentes.
Los aspectos éticos en este campo implican reflexionar sobre las implicaciones sociales, la
equidad en el acceso y uso, así como los riesgos y beneficios potenciales de la tecnología
en la vida humana y el medio ambiente.
Ambos tipos de códigos son herramientas valiosas para promover una conducta ética en el
ámbito profesional y organizacional. Al establecer normas claras y principios éticos, los
códigos deontológicos ayudan a guiar a los profesionales e instituciones en la toma de
decisiones difíciles ya garantizar que sus acciones estén en línea con los valores éticos
fundamentales. Además, los códigos deontológicos también sirven como una referencia
para los ciudadanos y el público en general, quienes pueden tener una mayor confianza en
los profesionales e instituciones que siguen y respetan estos principios éticos.