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La experiencia externa en una representación del objeto se refiere a cómo percibimos y

comprendemos un objeto o evento a través de nuestros sentidos y la interacción con el


entorno. Un ejemplo de esto podría ser la representación de un árbol.

Cuando vemos un árbol en la realidad, nuestra experiencia externa incluiría factores como:

Forma y apariencia: La representación del árbol en nuestra mente reflejaría su forma,


tamaño y apariencia visual, como la presencia de hojas, ramas, tronco y raíces.

Textura: Podríamos percibir la textura del tronco del árbol como áspera, mientras que las
hojas pueden parecer suaves.

Color: Nuestra percepción del color del árbol y sus hojas, como el verde de las hojas o el
marrón del tronco.

Sonido: Si el viento sopla a través del árbol, podremos asociar el sonido de las hojas
moviéndose con nuestra representación del objeto.

Olor: Si estamos cerca del árbol, podremos asociar ciertos olores naturales con nuestra
representación del árbol.

Contexto: La experiencia externa también incluiría el contexto en el que vemos el árbol,


como si está solo en un campo, parte de un bosque o en una calle de la ciudad.

Estos aspectos de la experiencia externa se combinan en nuestro mente para formar una
representación mental del objeto, en este caso, el árbol. Es importante destacar que cada
persona puede tener una representación ligeramente diferente debido a sus experiencias y
percepciones únicas, pero la experiencia externa es fundamental para cómo comprendemos
y damos sentido al mundo que nos rodea.

La experiencia interna en una representación del objeto se refiere a cómo procesamos y


damos sentido a la información que hemos recibido externamente. En el caso del ejemplo
anterior del árbol, la experiencia interna estaría relacionada con nuestros pensamientos,
emociones, recuerdos y asociaciones personales que surgen a partir de la percepción
externa del objeto. Aquí tienes un ejemplo:

Imagina que ves un árbol en un parque durante un soleado día de verano. La experiencia
interna en tu representación del objeto podría ser la siguiente:

Recuerdos personales: Podrías recordar un momento especial que pasaste bajo un árbol
similar en el pasado, lo que podría influir en cómo percibes y te sientes acerca del árbol
actual.

Asociaciones emocionales: Si asocias los árboles con la naturaleza, podrías sentirte más
conectado con el entorno y experimentar una sensación de calma y bienestar al ver el árbol.

Pensamientos y reflexiones: Podrías pensar en la importancia de los árboles para el medio


ambiente, su papel en la purificación del aire y la protección de la fauna, lo que podría llevar
a reflexionar sobre la necesidad de cuidar y preservar la naturaleza.
Sentidos internos: Aunque no estás tocando físicamente el árbol, podrías imaginar cómo se
sentiría su corteza áspera al tocarla con tus manos, basándote en experiencias previas con
otros árboles.

Visualización y creatividad: Tu mente podría proyectar imágenes mentales adicionales,


como animales que viven en el árbol o cómo se vería el árbol en otras estaciones del año.

En resumen, la experiencia interna en una representación del objeto implica la interacción


de nuestras experiencias pasadas, emociones, pensamientos y la creatividad para dar un
significado más profundo y personal a la percepción del objeto en cuestión, en este caso, el
árbol. Cada individuo puede tener una experiencia interna única y subjetiva en función de
sus vivencias y personalidad.

Supongamos que estás viendo un reloj de péndulo en un museo. La razón te permite


analizar el objeto y formar una representación coherente y objetiva del mismo. Al observar
el reloj, tu razón podría hacer lo siguiente:

Identificar sus características físicas: La razón te permite notar que el reloj tiene un péndulo
que oscila de un lado a otro y que tiene agujas para marcar las horas y los minutos.

Reconocer su función: La razón te permite inferir que el propósito del reloj de péndulo es
medir el tiempo, lo que podría llevarte a pensar en cómo este tipo de relojes fueron
utilizados históricamente para mantener la hora en hogares y lugares públicos.

Comprender el mecanismo: La razón te permite imaginar cómo el péndulo y el sistema de


engranajes trabajan juntos para mantener el tiempo con precisión, lo que te lleva a apreciar
la ingeniería detrás del reloj.

Conectar con otros conocimientos: La razón podría relacionar el reloj de péndulo con otros
objetos históricos o piezas de arte que ha visto anteriormente, lo que amplía su
comprensión y apreciación del objeto.

En este ejemplo, la razón te ayuda a analizar y entender de manera lógica y objetiva las
características y el propósito del reloj de péndulo. Sin embargo, es importante tener en
cuenta que la razón también sus limitaciones, ya que puede operar en aspectos puramente
funcionales o físicos del objeto y no capturar completamente la experiencia interna o
emocional que podría despertar en una persona al contemplarlo. Por lo tanto, como se
mencionó anteriormente, combinar la razón con otras dimensiones, como la empatía y la
intuición, puede brindar una representación más completa del objeto.

Un ejemplo de cómo la autoridad puede influir en una representación del objeto es el caso
de una obra de arte en un museo.

Imagina que visitas un museo y te encuentras frente a una pintura famosa que ha sido muy
elogiada por críticos de arte y expertos reconocidos en el campo. La autoridad de estos
expertos puede tener un impacto significativo en tu percepción y comprensión de la obra de
arte.

En este escenario, la autoridad se manifiesta de la siguiente manera:


Credibilidad de los expertos: La reputación y la experiencia de los críticos de arte y
respaldan la autoridad que se les atribuye en el campo de la apreciación y el análisis
artístico.

Interpretación guiada: Si los expertos han elogiado la pintura por su uso del color, técnica y
significado simbólico, es probable que su representación del objeto esté influenciada por
sus opiniones y enfoques de análisis.

Valoración social: El reconocimiento y la celebridad de la pueden llevar a cabo a que la obra


pintura sea vista con mayor reverencia y aprecio, ya que se considera valioso dentro del
ámbito del arte.

Sesgo de confirmación: Si ya estás familiarizado con la reputación de la obra de arte como


un hito cultural o una pieza de gran valor artístico, es probable que te incline a verla de
manera más positiva y estés predispuesto a admirarla.

Es importante destacar que, si bien la autoridad de los expertos puede enriquecer nuestra
comprensión y aprecio de una obra de arte, también es esencial mantener una actitud
crítica y personal hacia la misma. No todos los individuos tendrán la misma reacción o
interpretación de la pintura, y la experiencia artística es subjetiva. Es fundamental combinar
la autoridad con una apertura a nuestras propias impresiones y emociones al contemplar la
obra de arte, permitiéndonos formar una representación personal y auténtica del objeto en
cuestión.

La imagen puede ser una herramienta poderosa para representar un objeto, pero también
tiene sus limitaciones y riesgos en el proceso de percepción y comprensión.

Una opinión crítica sobre la imagen en una representación del objeto podría ser la siguiente:

Si bien las imágenes pueden transmitir información visual de manera rápida y efectiva, a
menudo son una simplificación y abstracción de la realidad. Una imagen puede capturar
solo una perspectiva o instantánea del objeto, lo que puede llevar a cabo una comprensión
incompleta o distorsionada de su contexto y significado completo.

Además, las imágenes pueden ser manipuladas y editadas para transmitir ciertas
impresiones o narrativas específicas. En el ámbito de la publicidad, los medios y la política,
las imágenes pueden ser utilizadas para influir en nuestras percepciones y emociones,
llevándonos a formar representaciones sesgadas o incluso engañosas del objeto
representado.

Asimismo, nuestra interpretación de una imagen puede estar influenciada por nuestros
prejuicios y estereotipos. Podemos asociar ciertas imágenes con conceptos o emociones
preexistentes, lo que puede sesgar nuestra comprensión y llevar a cabo una representación
distorsionada del objeto.

Otra limitación de la imagen es su falta de dinamismo y contexto. Un objeto en movimiento o


una situación cambiante puede ser difícil de capturar completamente en una imagen
estática, lo que puede llevar a una representación estática y estática del objeto.
En resumen, aunque las imágenes pueden ser útiles para transmitir información visual y
despertar emociones, es importante ser crítico y consciente de sus limitaciones. Debemos
complementar las imágenes con otros medios, como el lenguaje, el análisis y la reflexión,
para formar una representación más completa y precisa del objeto. Al mantener una actitud
crítica y abierta hacia las imágenes, podemos evitar caer en percepciones superficiales o
sesgadas y obtener una comprensión más profunda y significativa del objeto que se
representa.

Los fundamentos de los juicios morales se refieren a las bases o principios en los que se
fundamentan las valoraciones éticas sobre lo que es correcto o incorrecto. Entre los
diferentes fundamentos éticos, destacan tres enfoques principales: el mandamiento divino,
la naturaleza y el bienestar común.

Mandamiento divino: Este fundamento moral sostiene que la moralidad proviene de la


voluntad o las enseñanzas de una entidad divina o un ser supremo. Las acciones son
consideradas buenas o malas según si están en conformidad con los mandamientos o
principios establecidos por la deidad. Los seguidores de esta perspectiva creen que la
moralidad se basa en una autoridad superior y que los juicios morales están ligados a lo que
Dios o los dioses dictan como correcto o incorrecto.

Naturaleza: Este enfoque ético se basa en la idea de que hay una naturaleza humana
esencial o una "ley natural" que guía las acciones morales. Los juicios morales se derivan
de la observación de la naturaleza humana y se considera que ciertas acciones son
intrínsecamente buenas o malas debido a su coherencia o desviación con respecto a la
naturaleza humana. Por ejemplo, algunos defensores de este enfoque argumentan que la
promoción de la vida, el bienestar y la virtud están en concordancia con la naturaleza
humana y, por lo tanto, son acciones moralmente correctas.

Bienestar común: Este fundamento moral se basa en el bienestar o el beneficio general de


la sociedad o de la comunidad en su conjunto. Los juicios morales se evalúan según el
impacto que tienen en el bienestar y la felicidad de las personas. El objetivo principal es
maximizar el bienestar y minimizar el sufrimiento para el mayor número de individuos
posibles. En este enfoque, las acciones son consideradas éticamente correctas si
contribuyen al bienestar y al interés colectivo.

La acción humana es un concepto fundamental en la ética que se refiere a las decisiones y


comportamientos realizados por los seres humanos. Aquí tienes un resumen de algunos
aspectos clave relacionados con la acción humana:

Tipos de acciones: Las acciones humanas se pueden clasificar en tres categorías


principales:

Acciones voluntarias: Son aquellas en las que el individuo tiene pleno control y conciencia
de lo que está haciendo, actuando de manera intencional y deliberada.

Acciones involuntarias: Son acciones en las que el individuo no tiene control total o
consciente sobre lo que está sucediendo. Puede ser producto de la ignorancia, la
compulsión o la falta de libertad.
Acciones no voluntarias: Son acciones que se encuentran en una zona intermedia entre las
acciones voluntarias y las involuntarias. Estas acciones pueden ser realizadas con cierta
deliberación pero sin un control total debido a la falta de conocimiento completo o una
limitación en la capacidad de elección.

Estructura del acto moral: El acto moral tiene una estructura que involucra tres elementos
principales:

Intención: Se refiere a la motivación o el propósito detrás de una acción. La intención juega


un papel crucial en la evaluación moral de un acto, ya que determina si una acción se
considera moralmente correcta o incorrecta.

Objeto: Es la acción en sí misma, lo que se hace o se deja de hacer. El objeto de una acción
también es importante en la evaluación moral, ya que ciertos actos pueden ser
intrínsecamente buenos o malos independientemente de las intenciones detrás de ellos.

Circunstancias: Son los factores o condiciones que rodean una acción y pueden influir en su
moralidad. Las circunstancias pueden afectar la evaluación moral de una acción, ya que
pueden alterar su impacto y consecuencias.

Sentido de la acción: El sentido de una acción se refiere a su significado o propósito más


profundo. La ética busca comprender el sentido de las acciones humanas, preguntándose
por qué las personas hacen lo que hacen y cuál es el significado de esas acciones en
términos morales.

Moralidad y racionalidad: La moralidad y la racionalidad están relacionadas en la ética. La


moralidad implica la capacidad de razonar y evaluar las acciones desde una perspectiva
ética, es decir, si son moralmente correctas o incorrectas. La racionalidad nos permite
considerar las consecuencias de nuestras acciones, los principios éticos y los valores en
nuestras decisiones y comportamientos.

La Ética Aplicada es una rama de la ética que se enfoca en aplicar principios éticos y
morales a situaciones y contextos valores específicos de la vida cotidiana, así como a
cuestiones sociales, políticas y profesionales. En este resumen, abordaremos su aplicación
en tres áreas clave: derechos humanos, política y corrupción.

Derechos humanos: La ética aplicada en el ámbito de los derechos humanos se centra en la


protección y promoción de los derechos fundamentales de todas las personas,
independientemente de su origen, raza, género, religión u orientación sexual. Los éticos
como la justicia, la igualdad y la dignidad humana son fundamentales para garantizar el
respeto y cumplimiento de los derechos humanos en todas las esferas de la sociedad,
incluyendo el acceso a la educación, la salud, la libertad de expresión y la protección contra
la discriminación y la violencia.

Política: En el ámbito político, la ética aplicada aborda las decisiones y acciones de los
líderes y las instituciones gubernamentales. Busca evaluar y promover prácticas políticas
éticas, la transparencia, la responsabilidad y la justicia social. La ética aplicada en política
cuestiona, por ejemplo, cómo se toman decisiones sobre políticas públicas, cómo se
distribuyen los recursos y cómo se protege el bienestar de los ciudadanos. También se
ocupa de la conducta de los políticos y la integridad en la gestión de los asuntos públicos.

Corrupción: La ética aplicada en relación con la corrupción se enfoca en combatir y


prácticas deshonestas y prevenir abusos de poder en todos los niveles de la sociedad. La
corrupción es una desviación ética que implica el mal uso del poder o la autoridad para
obtener beneficios personales o favorecer intereses particulares, en detrimento del
bienestar común. La ética aplicada promueve la transparencia, la rendición de cuentas y la
implementación de mecanismos de control para reducir la corrupción y garantizar una
gestión justa y equitativa de los recursos y los servicios públicos.

La Ética Aplicada II se enfoca en tres áreas específicas: la bioética, la ciencia y la


tecnología. A continuación, se presenta un resumen de cada una de ellas:

Bioética: La bioética es una rama de la ética aplicada que aborda cuestiones éticas
relacionadas con la vida y la salud humana, así como los avances en biología, medicina y
tecnología médica. La bioética se preocupa por dilemas morales complejos, como la toma
de decisiones en tratamientos médicos, el inicio y fin de la vida, la investigación con seres
humanos y el uso de tecnologías reproductivas, entre otros. Los principios éticos
fundamentales en la bioética incluyen el respeto a la autonomía del paciente, la
beneficencia (buscar el bienestar del paciente), la no maleficencia (no causar daño), la
justicia (distribución equitativa de recursos) y la dignidad humana.

Ciencia: En el ámbito científico, la ética aplicada se refiere a la ética de la investigación y el


uso de conocimientos científicos. Esto implica considerar la integridad en la investigación, el
trato ético hacia los participantes humanos y animales en experimentos, y la
responsabilidad en la publicación de resultados. La ética científica también abarca el uso
ético de la tecnología y los datos, así como la comunicación transparente y precisa de la
información científica a la sociedad.

Tecnología: La ética aplicada en tecnología se centra en los dilemas éticos relacionados con
el desarrollo y la implementación de tecnologías, especialmente aquellos que pueden tener
un impacto significativo en la sociedad. Esto incluye la inteligencia artificial, la robótica, la
privacidad y seguridad de datos, la manipulación genética y otras tecnologías emergentes.
Los aspectos éticos en este campo implican reflexionar sobre las implicaciones sociales, la
equidad en el acceso y uso, así como los riesgos y beneficios potenciales de la tecnología
en la vida humana y el medio ambiente.

La deontología es una rama de la ética que se enfoca específicamente en las normas,


principios y deberes que rigen la conducta profesional de individuos en diferentes campos
laborales. A continuación, se presenta un resumen sobre la deontología y la ética
profesional:

Concepto: La deontología se ocupa del estudio de las obligaciones y responsabilidades


éticas que deben seguir los profesionales en el ejercicio de sus funciones. Establece un
conjunto de normas éticas que guían la conducta y las decisiones en el ámbito laboral, con
el propósito de asegurar la integridad, la responsabilidad y el respeto hacia los demás.
Objeto: El objeto de la deontología es la regulación de la conducta profesional en diversas
áreas, como la medicina, el derecho, la ingeniería, la psicología, entre otras. Cada profesión
tiene su propio código deontológico, que contiene principios y reglas específicas que los
profesionales deben seguir para asegurar una práctica ética y responsable.

Importancia: La ética profesional y la deontología son fundamentales para el correcto


funcionamiento de las diversas profesiones y para el bienestar de la sociedad en general.
Estas normas éticas aseguran que los profesionales actúen con honestidad, imparcialidad,
confidencialidad y respeto hacia sus clientes, pacientes, colegas y el público en general.
Además, contribuye a mantener la confianza y la credibilidad en las instituciones y en la
práctica profesional.

Competencia profesional: La deontología no solo se preocupa por la ética y el


comportamiento ético, sino también por la competencia y habilidades profesionales. Un
profesional ético no solo cumple con los deberes éticos, sino que también se esfuerza por
desarrollar sus habilidades y conocimientos para brindar un servicio de calidad y
competencia a sus clientes o pacientes.

La deontología es una rama de la ética que se enfoca específicamente en las normas,


principios y deberes que rigen la conducta profesional de individuos en diferentes campos
laborales. A continuación, se presenta un resumen sobre la deontología y la ética
profesional:

Concepto: La deontología se ocupa del estudio de las obligaciones y responsabilidades


éticas que deben seguir los profesionales en el ejercicio de sus funciones. Establece un
conjunto de normas éticas que guían la conducta y las decisiones en el ámbito laboral, con
el propósito de asegurar la integridad, la responsabilidad y el respeto hacia los demás.

Objeto: El objeto de la deontología es la regulación de la conducta profesional en diversas


áreas, como la medicina, el derecho, la ingeniería, la psicología, entre otras. Cada profesión
tiene su propio código deontológico, que contiene principios y reglas específicas que los
profesionales deben seguir para asegurar una práctica ética y responsable.

Importancia: La ética profesional y la deontología son fundamentales para el correcto


funcionamiento de las diversas profesiones y para el bienestar de la sociedad en general.
Estas normas éticas aseguran que los profesionales actúen con honestidad, imparcialidad,
confidencialidad y respeto hacia sus clientes, pacientes, colegas y el público en general.
Además, contribuye a mantener la confianza y la credibilidad en las instituciones y en la
práctica profesional.

Competencia profesional: La deontología no solo se preocupa por la ética y el


comportamiento ético, sino también por la competencia y habilidades profesionales. Un
profesional ético no solo cumple con los deberes éticos, sino que también se esfuerza por
desarrollar sus habilidades y conocimientos para brindar un servicio de calidad y
competencia a sus clientes o pacientes.

Los códigos deontológicos profesionales e institucionales son documentos que


fundamentan las normas éticas y principios que los profesionales deben seguir en el
ejercicio de su profesión. A continuación, se presenta un resumen sobre estos códigos:
Códigos deontológicos profesionales: Los códigos deontológicos profesionales son
elaborados y adoptados por organizaciones y colegios profesionales en diferentes campos,
como medicina, derecho, ingeniería, psicología, entre otros. Estos códigos ofrecen
orientación sobre cómo los profesionales deben comportarse en sus relaciones con clientes,
pacientes, colegas y el público en general. Suelen abordar temas como la confidencialidad,
la imparcialidad, el respeto, la responsabilidad, la honestidad y el compromiso con el
bienestar de quienes atienden. Estos códigos son fundamentales para mantener altos
estándares éticos en las prácticas profesionales y fomentar la confianza y credibilidad en la
profesión.

Códigos deontológicos institucionales: Los códigos deontológicos institucionales son


elaborados por organizaciones, empresas o instituciones para regular la conducta ética de
sus empleados y miembros. Estos códigos reflejan los valores y principios éticos de la
institución y pautas específicas para la toma de decisiones y el comportamiento de los
empleados en el contexto laboral. Los códigos institucionales pueden abordar temas como
la integridad, la lealtad a la organización, el uso adecuado de recursos, la transparencia y la
prevención de conflictos de intereses. Estos códigos son esenciales para asegurar que la
institución actúe de manera ética y promueva una cultura organizacional basada en los
valores éticos.

Ambos tipos de códigos son herramientas valiosas para promover una conducta ética en el
ámbito profesional y organizacional. Al establecer normas claras y principios éticos, los
códigos deontológicos ayudan a guiar a los profesionales e instituciones en la toma de
decisiones difíciles ya garantizar que sus acciones estén en línea con los valores éticos
fundamentales. Además, los códigos deontológicos también sirven como una referencia
para los ciudadanos y el público en general, quienes pueden tener una mayor confianza en
los profesionales e instituciones que siguen y respetan estos principios éticos.

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