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-GIM-

Este es un breve resumen del manual, a fin de disponer de


material variado para la modalidad de examen impuesta a causa
de la situación extraordinaria que estamos viviendo en este curso
2019/2020. ¡¡Mucho ánimo a todos y por supuesto mucha suerte!!
LECCIÓN 1.- LA MONARQUÍA

1. LA MONARQUÍA PARLAMENTARIA
1.1. LA LEGITIMACIÓN DE LA MONARQUÍA
En 1978 la Corona era la legitimación de la Monarquía por el consenso
constituyente, que venía a sumarse a otras fuentes de legitimación de las Monarquías de
nuestro tiempo. El gran factor de legitimación, supone para la Monarquía española el
haber sido la institución en cuyo marco ha sido posible salir de un régimen autoritario
para desembocar en un régimen democrático pleno, en el que el Rey no intenta mantener
en el seno de la prerrogativa regia facultades incompatibles con una plena democracia
parlamentaria.
1.2. EL PROCESO DE EVOLUCIÓN DESDE LA MONARQUÍA
ABSOLUTA A LA MONARQUÍA PARLAMENTARIA (18SO)
La Monarquía que contempla la Constitución de 1978 es la Institución monárquica
más evolucionada y es la única verdaderamente compatible con los principios de un
Estado democrático de Derecho. En el siglo XIX en España prevalece la figura de la
Monarquía Constitucional. A tales efectos se defendió la doctrina de la Constitución
histórica dual, basada en dos grandes instituciones históricas, la Corona y las Cortes. El
Rey intervenía en la dirección del proceso político y se situaba al Gobierno como órgano
estrechamente relacionado con el Rey que gozaba de su confianza.
En la Monarquía parlamentaria, el Gobierno no depende de la confianza del Rey.
El principio característico de esta Monarquía es que el Rey es irresponsable. El Rey reina,
pero no gobierna, tiene un mínimo de “potestas”, pero puede alcanzar el máximo de
“autorictas”.
1.3. LA MONARQUÍA PARLAMENTARIA EN EL ART. 1.3 DE LA
CONSTITUCIÓN DE 1978
El art. 1.3 de la CE dispone: “La forma política del Estado español es la
Monarquía parlamentaria”. Las grandes funciones que actualmente desempeña la
Monarquía y que suponen su razón de ser, son su capacidad para representar al conjunto
de una Nación, su idoneidad para representar los valores permanentes del Estado, su
independencia natural frente a los partidos políticos y su carácter de garantía de
continuidad sin sobresaltos.
2. EL REY COMO JEFE DE ESTADO (16J1)
La Constitución define al Rey como Jefe del Estado, implicando esta afirmación
que es símbolo de la unidad y permanencia del Estado, lo que conlleva que participa o se
refieren a él todas las actuaciones de los órganos constitucionales y, al ser la Monarquía
hereditaria, se asegura la sucesión en la continuidad misma de la naturaleza. El Rey es
árbitro y moderador del funcionamiento regular de las instituciones, y ejerce la labor de
representación del Estado en las relaciones de carácter internacional, llevando a cabo la
labor de expresar la voluntad del mismo.

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LECCIÓN 2.- EL REY

1. EL REY COMO ENCARNACIÓN DE LA CORONA


La Corona es un órgano constitucional del Estado, la Jefatura del Estado, cuyo
titular es seleccionado en base al principio hereditario y al orden de sucesión.
1.1. LOS TÍTULOS DEL REY
Según el art. 56 CE “Su título es el de Rey de España y podrá utilizar los demás
que correspondan a la Corona”.
1.2. LA INVIOLABILIDAD E IRRESPONSABILIDAD DEL REY
(15SO/19J2/19SR)
El artículo 56 CE dispone que “la persona del Rey es inviolable y no está sujeta
a responsabilidad”.
La inviolabilidad del Rey busca proteger la vida y el honor del Monarca, quien,
en cuanto que irresponsable, no puede ser perseguido criminalmente. El Rey queda
sometido al común ordenamiento jurídico y puede decirse que la pérdida del trono sería
la pena que sufriría el hipotético Rey delincuente. La irresponsabilidad no sólo se predica
ante los Tribunales de la Jurisdicción penal sino también en cuanto irresponsabilidad
política, es decir, que el Rey no responde del ejercicio de sus funciones constitucionales
ante las Cortes Generales. Los actos del Rey han de estar refrendados por quien se hace
responsable de los mismos, mientras el Rey es irresponsable de ellos.
1.3. LA DOTACIÓN DE LA CORONA Y LA CASA DEL REY
La dotación a la Corona es una dotación a un órgano del Estado, que requiere de
unos recursos presupuestados para poder desempeñar sus funciones. Tal y como prevé el
art. 65.1 de la Constitución, el Rey distribuye libremente esta dotación sin que precise
para ello de refrendo, para el sostenimiento de su familia y de su casa. Proviene de los
Presupuestos Generales del Estado, correspondiendo al Jefe de la Casa del Rey proponer
la suma que estime adecuada y a las Cortes su debate y aprobación. Además, se ponen
también a disposición de la Corona una serie de bienes diversos, particularmente palacios
y otros edificios con sus terrenos, muebles y enseres anejos incluidos en el Patrimonio
Nacional. El Jefe de la Casa Real dirige todos sus servicios y lleva las relaciones con el
exterior. El Secretario General está al frente de toda la actividad administrativa, excepto
la militar.
2. SUCESIÓN, REGENCIA Y TUTELA DEL REY
2.1. LA SUCESIÓN DE LA CORONA (17J1/19J1)
La Corona de España es hereditaria en los sucesores de S.M. Don Juan Carlos I
de Borbón, legítimo heredero de la dinastía histórica (art. 57.1 CE). Nuestra Constitución
fija el orden de sucesión hereditaria, como forma sucesoria al trono de carácter
tradicional. Descansan a su vez en el hecho de que el Rey nace, y no se hace. La sucesión
en el trono seguirá el orden regular de primogenitura y representación, siendo preferida
siempre la línea anterior a las posteriores; en la misma línea el grado más próximo al más

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remoto; en el mismo grado, el varón a la mujer, y en el mismo sexo, la persona de más
edad a la de menos. Los supuestos en los que se produce la sucesión en nuestro país son
el fallecimiento, la inhabilitación permanente reconocida por Las Cortes o la abdicación.
2.2.- LA REGENCIA (12J1/15J1/16SR/17J2)
La Regencia es la Institución a la que corresponde ejercer las funciones del Rey
durante la minoría edad, la ausencia o la incapacidad del titular de la Corona, con el
mismo alcance que la Constitución prevé para cuando son desempeñadas por el propio
Rey. Consecuentemente, el regente actúa mediante actos refrendados. En caso de minoría
de edad la Constitución permite a la Reina consorte o al consorte de la Reina asumir
funciones constitucionales. En su defecto, por el pariente de mayor edad más próximo a
suceder en la Corona. En caso de inhabilitación debe ser reconocida por las Cortes
Generales. Si el Príncipe heredero de la Corona fuera mayor de edad entrará a ejercer de
inmediato, por el contrario, ejercerá la regencia el pariente que corresponda, a falta de
esta, será nombrada por las Cortes Generales y se compondrá de una, tres o cinco
personas.
2.3. EL TUTOR
En el caso de que el Rey sea menor de edad, la CE contempla la figura del tutor.
El Código Civil recoge la tutela testamentaria, que es el supuesto ordinario. Será tutor del
Rey menor la persona que en su testamento hubiese nombrado el Rey difunto, siempre
que sea mayor de edad y español de nacimiento; la tutela legítima, en defecto de tutor
testamentario, es la que corresponde al progenitor o progenitora del Rey menor, mientras
permanezcan viudos y la tutela dativa, en defecto de las tutelas anteriores, el tutor será
nombrado por las Cortes Generales, reunidas en sesión conjunta de ambas Cámaras. No
podrán acumularse los cargos de Regente y de tutor sino en el padre, madre o ascendientes
directos del Rey.

LECCIÓN 3.- LAS FUNCIONES DEL REY

1. LAS FUNCIONES DEL REY


1.1. SU ALCANCE ACTUAL
La Constitución establece que el Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad
y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones, asume la
más alta representación del Estado en las relaciones internacionales y ejerce las funciones
que le atribuyen la Constitución y las Leyes. En última instancia las funciones genéricas
se desempeñan a través de las específicas.
1.2. LA CLASIFICACIÓN DE LAS FACULTADES REGIAS
En función del criterio de su relación con los tres poderes clásicos del Estado,
tiene facultades conexas con el Gobierno; facultades relacionadas con las Cortes
Generales y facultades vinculadas al Poder Judicial. Y en función del criterio del refrendo
tiene facultades regias sometidas a refrendo ministerial; otras sujetas al llamado refrendo

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de expedición, facultades regias que precisan de un refrendo de control de la legalidad y
facultades regias excepcionalmente excluidas de refrendo.
2. EL REY Y EL GOBIERNO
2.1. LA DESIGNACIÓN Y CESE DEL GOBIERNO
a) PROPONER EL CANDIDATO A PRESIDENTE DEL GOBIERNO
(16J2/16SO/18J2)
El Rey tiene de iure libertad de sugerir al candidato que estime conveniente, pero
no puede el Rey de ipso pensar en respaldar un candidato que no pueda contar al menos
con la mayoría simple de la Cámara Baja. Si transcurrido el plazo de dos meses, a partir
de la primera votación de investidura, ningún candidato hubiese obtenido la confianza del
Congreso, el Rey disolverá ambas Cámaras y convocará nuevas elecciones con el
refrendo del Presidente del Congreso. El Rey debe proponer un candidato a la presidencia
del gobierno tras la celebración de elecciones generales; en los casos de pérdida de
confianza parlamentaria por negación de un voto de confianza o por dimisión o
fallecimiento del Presidente del Gobierno.
b) NOMBRAR AL PRESIDENTE DEL GOBIERNO Y PONER FIN A SUS
FUNCIONES
El Rey procederá al nombramiento del Presidente del Gobierno en los términos
previstos en la Constitución. Es un acto reglado al que el Monarca viene
constitucionalmente obligado. El cese del Presidente del Gobierno, tras la celebración de
elecciones generales, la pérdida de confianza del Congreso, su dimisión o fallecimiento,
se debe formalizar por Real Decreto firmado por el Rey y refrendado por el Presidente
del Gobierno saliente, con la excepción del fallecimiento en que el refrendo corresponde
al Vicepresidente del Gobierno de existir.
c) NOMBRAR Y SEPARAR A LOS MIEMBROS DEL GOBIERNO, A
PROPUESTA DE SU PRESIDENTE
El Rey es en nuestro Derecho constitucional, un centro de imputación de actos
que realmente corresponden al Presidente del Gobierno. Al ser una Monarquía
Parlamentaria, el Rey nombra, pero no elige. Por tanto, una vez investido el Presidente
del Gobierno por el Congreso, este elegirá a sus Ministros. El Rey no podrá formular
objeciones en dicho nombramiento.
2.2. OTRAS FUNCIONES DEL REY RESPECTO DEL GOBIERNO
a) SER INFORMADO DE LOS ASUNTOS DE ESTADO Y PRESIDIR, A
ESTOS EFECTOS, LAS SESIONES DEL CONSEJO DE MINISTROS
El art. 62.g CE establece que el Rey debe presidir las sesiones del Consejo de
Ministros, cuando lo estime oportuno, a petición del Presidente del Gobierno. La
posibilidad de presidir el Consejo de Ministros se limita a los efectos de ser informado, y
no para dirigir las deliberaciones o para participar en las mismas y, menos aún, para
involucrarse en los acuerdos que se adopten.

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b) EXPEDIR LOS DECRETOS ACORDADOS EN CONSEJO DE
MINISTROS, NOMBRAMIENTOS DE EMPLEOS CIVILES Y MILITARES Y
OTORGAMIENTO DE HONORES Y DISTINCIONES
El art. 62. f CE dispone que corresponde al Rey la facultad de expedir los decretos
acordados en el Consejo de Ministros y conferir los nombramientos civiles y militares y
otorgamiento de honores y distinciones, lo cual es tradición histórica y tiene carácter
formal o simbólico. Los Reales Decretos se caracterizan por tratarse de actos del Rey,
que no están precedidos por una aprobación en el Consejo de Ministros, y que conservan
la forma jurídica de Real Decreto por inercia histórica.
c) EL MANDO SUPREMO DE LAS FUERZAS ARMADAS
El mando del Rey sobre nuestras Fuerzas Armadas no es efectivo, sino de carácter
eminente y complementario de la facultad efectiva que el art. 97 CE otorga al Gobierno
de dirigir la Administración militar y la defensa del Estado.
d) ACREDITAR A LOS EMBAJADORES Y OTROS REPRESENTANTES
DIPLOMÁTICOS
Corresponde al Gobierno nombrar los embajadores y otros representantes
diplomáticos, cuyas cartas credenciales, mediante acto sujeto a refrendo gubernamental,
serán firmadas por el Rey.
e) OTRAS FUNCIONES
Al Rey corresponde convocar referéndum en los casos previstos en la
Constitución, entre los que se encuentra el supuesto de referéndum potestativo y de
Reforma Constitucional. La CE atribuye al Rey el Alto Patronazgo de las Reales
Academias.
3. EL REY Y LAS CORTES. FUNCIONES (12SO/19SO)
3.1. SANCIONAR Y PROMULGAR LAS LEYES
Corresponde al Rey sancionar las leyes aprobadas por las Cortes Generales en el
plazo de 15 días. La sanción es el cumplimiento de una obligación constitucional por un
órgano hacia el que se guarda un respeto formal. El Rey no puede negarse a sancionar ni
siquiera en supuestos de inconstitucionalidad de la norma, de los que habrá de entender
en su momento el Tribunal Constitucional. La promulgación es un acto debido de carácter
meramente declarativo, que se limita a integrar formalmente la eficacia de la ley y, a la
vez, contiene un mandato dirigido a las autoridades y ciudadanos para que la cumplan.
La promulgación en la práctica es simultánea a la sanción.
3.2. CONVOCAR Y DISOLVER LAS CORTES GENERALES Y
CONVOCAR ELECCIONES EN LOS TÉRMINOS PREVISTOS EN LA
CONSTITUCIÓN
La facultad regia de convocar las Cámaras está limitada a la celebración de
elecciones generales, al comienzo de la legislatura. El inicio de los dos períodos de
sesiones anuales, en febrero y en septiembre, tiene un carácter casi automático, fijando la
fecha concreta dentro de los citados meses, el Presidente de la Cámara respectiva. La

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disolución anticipada de las Cortes Generales es una facultad meramente formal. En el
supuesto de disolución automática por imposibilidad de investir a un candidato a
Presidente del Gobierno en el plazo de 2 meses, el Rey debe disolver ambas Cámaras y
convocar nuevas elecciones automáticamente con el refrendo del Presidente del
Congreso.
3.3. MANIFESTAR EL CONSENTIMIENTO DEL ESTADO PARA
OBLIGARSE INTERNACIONALMENTE POR MEDIO DE TRATADOS
Corresponde al Gobierno dirigir la política exterior y, por tanto, negociar los
tratados internacionales, a las Cortes autorizar los tratados y al Rey tan sólo asumir la
función representativa de manifestar finalmente el consentimiento del Estado.
3.4. DECLARAR LA GUERRA Y HACER LA PAZ
El art. 63 CE establece que “Al Rey corresponde, previa autorización de las
Cortes Generales, declarar la guerra y hacer la paz”. Los supuestos de declaración de
guerra o de hacer la paz son de iniciativa del Gobierno (art. 97 CE), precisan de
autorización de las Cortes (art. 63 CE) y no es concebible que el Rey se niegue a firmar
la declaración de guerra o la paz. La firma regia se desenvuelve en estos casos en el ámbito
simbólico. El Rey tampoco tiene en esta materia margen de discrecionalidad.
4. EL REY Y LA JUSTICIA
La Constitución determina que la justicia emana del pueblo y que se administra
en nombre del Rey por los Jueces y Magistrados integrantes del Poder Judicial. En este
sentido, corresponde al Rey nombrar al Presidente del Consejo General del Poder
Judicial, que es el Presidente del Tribunal Supremo y al Fiscal General del Estado, si bien,
en ambos casos, el Rey nombra, pero no elige, por lo tanto, no tiene en estos
nombramientos ningún margen de discrecionalidad. También ejerce el derecho de gracia
con arreglo a la ley, y no podrá autorizar indultos generales.
5. EL REY Y LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS
Según lo dispuesto en la Constitución, el Rey, al ser proclamado ante las Cortes
Generales, prestará juramento de respetar los derechos de las CCAA. El Rey no convoca
o disuelve las respectivas Asambleas legislativas, ni propone a estas el candidato a
Presidente del Gobierno autonómico. Tampoco firma la convocatoria de elecciones, ni
sanciona las leyes o expide decretos de las CCAA.
6. LA INSTITUCIÓN DEL REFRENDO (13SR/14J1/18SR)
SUJETOS REFRENDANTES Y FORMAS DEL REFRENDO
El Rey es irresponsable de sus actos y no puede ser enjuiciado. El refrendo es el
mecanismo por el que se limita el poder del Monarca, cuyos actos precisan que una
persona los refrende voluntariamente, con lo cual, la misma asume toda responsabilidad
sobre la legalidad y la oportunidad de ese acto. La CE concibe el refrendo como elemento
esencial a nuestra monarquía parlamentaria, donde el Rey no conserva ámbitos de
“potestas” bajo su propia iniciativa.

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El Refrendo expreso es el supuesto ordinario, que concurre en todos los actos
jurídico-formales del Rey y se resuelve por escrito, mediante la “contrafirma” de la
persona refrendante y el Refrendo tácito es un mecanismo reservado, en suma, para
actividades oficiales que no produzcan actos formales escritos y consiste en la presencia
material del Presidente del Gobierno o del Ministro competente.

LECCIÓN 4.- LAS CORTES GENERALES

1. ORIGEN HISTÓRICO
1.1. DE LA TERMINOLOGÍA
El uso del sustantivo Cortes es un reflejo de una tradición que se remonta en
España a la época medieval. Se llamaba así a las asambleas deliberantes por el sitio donde
se celebraban, allí donde estaba la Corte.
1.2. DE LA INSTITUCIÓN
Nuestras Cortes hunden sus raíces en las Asambleas medievales. Las Cortes en
los reinos de la España Medieval, desde el siglo XIII e incluso en el primer periodo de
nuestra Monarquía absoluta fueron una Institución, presidida por el propio Rey, que
integraba a los representantes de los diversos estamentos y asumía funciones notables. La
Monarquía absoluta en nuestra tierra, se esforzó por controlar e incluso anular la actividad
parlamentaria, pero pervivió el recuerdo de unas Cortes dotadas de vitalidad.
2. EL TRATAMIENTO DE LAS CORTES EN LA SISTEMÁTICA DE LA
CONSTITUCIÓN
Nuestra Constitución dedica a las Cortes Generales el Título III. El texto
constitucional ha sido iconoclasta en el tratamiento de las Cortes, comparado con los que
lo preceden. La regulación de las Cámaras precedía a la concerniente a la Jefatura del
Estado. Como sucede en la mayoría de las constituciones extranjeras, pudieron encontrar
mejor encuadre fuera de dicho Título, pero era inevitable en un sistema parlamentario en
que las Cortes son una pieza básica relacionada con las restantes instituciones.
3. NATURALEZA Y CARACTERES (12J2/13J1/16SO)
3.1. PODER POLÍTICO Y ÓRGANO CONSTITUCIONALMENTE
LIMITADO
Las Cortes encarnan el poder legislativo, como uno de los tres poderes clásicos
del Estado. El peso de las Cortes dimana de sus importantes funciones legislativas,
financieras y de control del Gobierno, pero deriva, en última instancia y por encima de
cualquier otra consideración, de su naturaleza esencialmente representativa.
El art. 66 CE afirma que “las Cortes Generales representan al pueblo español”.
Tan sólo en los excepcionales casos en que las Cortes actúan como titulares del poder
constituyente derivativo, conforme a los supuestos y a los procedimientos previstos en
los arts. 167 y 168 de la Constitución, se puede sostener que las Cortes Generales actúan

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como titular de la Soberanía nacional y, aún en estos casos, las Cortes pueden tener que
someter su texto de reforma de la Constitución al pueblo mediante referéndum. Las Cortes
son y actúan como un poder constituido.
3.2. ÓRGANO REPRESENTATIVO
Las Cortes son concebidas por la Constitución como un órgano cuya función
primera es representar al pueblo español. Se componen por elección popular directa, con
la excepción de determinados escaños del Senado, cuya cobertura responde a un sistema
indirecto. Esa representatividad será fuente de legitimidad de otros órganos del Estado y
especialmente del Gobierno, cuyo Presidente ha de superar “ab initio” una votación de
investidura en el Congreso de los Diputados.
3.3. ÓRGANO COLEGIADO Y DELIBERANTE
Las Cortes son un órgano colegiado. Son el órgano de representación del
pluralismo político, consustancial a la sociedad que a su vez es un valor superior de
nuestro ordenamiento jurídico (art. 1 CE). La Ley producida por las Cortes es fruto de
una decisión adoptada por la voluntad de la mayoría.
3.4. ÓRGANO DOTADO DE PUBLICIDAD
La publicidad es una característica de la vida parlamentaria. El art. 80 CE dispone
que serán públicas las sesiones plenarias de las Cámaras, salvo acuerdo en contrario de
cada Cámara, adoptado por la mayoría absoluta o con arreglo al Reglamento. Las sesiones
de las Comisiones, de ordinario, se celebran en presencia de representantes de los medios
de comunicación, lo que asegura su publicidad, a excepción de las Ponencias que
designan las Comisiones Legislativas para informar sobre los Proyectos de Ley. La
publicidad es una característica de la vida parlamentaria, que complementa la condición
de las Cámaras como órganos representativos y deliberantes.
3.5. ÓRGANO AUTÓNOMO
Las Cortes mantienen su condición de órgano autónomo, aunque tienen dos
expresiones. Por un lado, la autonomía de autoorganización, jurídica y financiera de las
Cortes, que son libres de elegir a sus presidentes, mesas y órganos de trabajo, según sus
reglamentos. Las Cámaras aprueban autónomamente sus presupuestos, por lo que no
deben estar a lo que se prevea en los Presupuestos Generales del Estado, y, por otro lado,
el estatuto especial de los miembros de las Cámaras, que garantiza la autonomía de los
órganos parlamentarios y la libertad de expresión.
3.6. ÓRGANO PERMANENTE
Las Cortes Generales son un órgano con vocación de permanencia, aunque de
ellas según dicen con “funcionamiento no continuo”, tanto por los períodos inter
sesiones, como por la situación que crea su disolución o la expiración de su mandato. La
nota de permanencia se manifiesta especialmente en la función parlamentaria de control
político de la acción del Gobierno, y en la institucionalización de la Diputación
Permanente que existe en cada Cámara.

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3.7. ÓRGANO INVIOLABLE
El art. 66 CE declara que las Cortes Generales son inviolables, en términos
paralelos a la persona del Rey. Es una proclamación novedosa en nuestra historia
constitucional. La finalidad fue dotar de protección jurídico penal a las Cámaras frente a
toda interferencia o coacción que pudieran sufrir en su actividad o locales.
4. EL BICAMERALISMO (17SO)
4.1. LA OPCIÓN BICAMERAL
a) LAS CONSIDERACIONES QUE TRADICIONALMENTE SE HAN
INVOCADO A FAVOR DEL BICAMERALISMO
Se afirma que dos Cámaras permiten representar intereses o espacios políticos
distintos. Consiguientemente se defiende que junto a una Cámara de representación
política general (Congreso) se sitúe una representación especial (Senado). Los tipos de
bicameralismo son el bicameralismo de los Estados federales y el bicameralismo
moderador de las monarquías constitucionales.
b) LA SEGUNDA CÁMARA EN NUESTRA HISTORIA
CONSTITUCIONAL
En el constitucionalismo histórico español el Senado ha respondido casi siempre
al modelo de Cámara-freno acuñado por el conservadurismo monárquico. Frente al
unicameralismo de la Constitución gaditana, el Estatuto Real de 1834 convocó la llamada
“Cámara de los Próceres”, básicamente concebida como una Asamblea parcialmente
nobiliaria y también en parte representativa de grandes propietarios. Este modelo, aunque
progresivamente suavizado, inspiró los senados de nuestras Constituciones
decimonónicas, con algunas excepciones.
c) LAS INCÓGNITAS CONTEMPORÁNEAS SOBRE EL
BICAMERALISMO
Se ha pasado de épocas donde el sistema bicameral era mayoritario en el panorama
del Derecho constitucional comparado, a una época en que menos de un tercio de los
Parlamentos censados en la Unión Interparlamentaria lo eran. La tendencia al declive de
las Cámaras Altas, tan lógica como indiscutible en lo que respecta a los Senados de raíz
conservadora, no afectó a las Segundas Cámaras de los Estados federales, que gozaron
siempre de buena salud.
d) LA OPCIÓN DE LA CONSTITUCIÓN DE 1978. EL BICAMERALISMO
IMPERFECTO
El Senado en la Ley para la Reforma política aspiraba tanto a ser reflejo de la
representación de entidades territoriales, como a servir de Cámara de enfriamiento que
tendiese a la continuidad y estabilidad política y a la reflexión reposada y
perfeccionamiento técnico de los textos legales, a la par que se concebía al Senado como
regulador de la Constitución y regulador de las relaciones Ejecutivo-Legislativo. Nos
encontramos ante lo que se denomina un bicameralismo atenuado, que es el que existe
cuando la posición de las dos Cámaras no es absolutamente paritaria. También lo
podemos describir como bicameralismo asimétrico o imperfecto.

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4.2. LA POSIBLE REFORMA DEL SENADO
a) LA APERTURA DEL DEBATE SOBRE LA REFORMA
La reforma del Senado se planteó por primera vez en el primer debate sobre el
Estado de las Autonomías (septiembre de 1994). El segundo intento se dio marzo de 1997.
El tercero, en el primer Gobierno del Presidente Rodríguez Zapatero, quien apoyado
igualmente en mayoría simple en el Congreso, hizo análogo guiño a las fuerzas
nacionalistas. La reforma se ha suscitado habitualmente a instancia de los partidos
nacionalistas que apoyaban al Gobierno minoritario del momento, ya que estos creen que
les conviene reformar la Cámara Alta para convertirla en un Senado asimétrico, en que
sus nacionalidades tengan un peso mayor que otras regiones y para ello buscan apoyo en
la presunta condición asimétrica de nuestro Estado Autonómico.
b) LA SOLICITUD DE INDORME AL CONSEJO DE ESTADO
El Gobierno solicitó del Consejo de Estado, en Pleno, que informase por escrito
de unas posibles reformas de la Constitución, entre las que se encontraba la que nos ocupa.
El órgano consultivo evacuó su informe sin una propuesta mínimamente precisa.
c) LAS DIFICULTADES OBJETIVAS PARA CONSENSUAR LA
REFORMA DE NUESTRO SENADO
Se considera que las dificultades son numerosas, aunque, conceptualmente, por
mucho que se quiera que el Senado sea una Cámara de representación basada en exclusiva
en las Comunidades Autónomas, lo que no podemos es desembocar en un “Consejo” de
éstas, porque ello ni sería compatible con nuestra concepción constitucional de las Cortes
Generales como representación del pueblo español, ni con su prohibición de mandato
imperativo. Por otro lado, la hipotética reforma tropieza con dificultades político-
prácticas, dadas las abultadas diferencias que en dimensión territorial y población
muestran nuestras Comunidades Autónomas.

LECCIÓN 5.- LA COMPOSICIÓN DE LAS CÁMARAS

1. REFERENCIA A LA RELACIÓN ENTRE LA COMPOSICIÓN Y LAS


FUNCIONES DE UN ÓRGANO
1.1 ¿LA FUNCIÓN HACE AL ÓRGANO?
La naturaleza de la función a desempeñar por un órgano demandará y
condicionará la composición y organización adecuada de aquél para abordarla en los
términos más eficaces, es decir, la función hace al órgano. La función a acometer por un
órgano aconsejará que éste sea unipersonal o colegiado, si bien, en el último, la función
de índole ejecutiva abogara por una composición restringida, mientras que la asunción de
una función deliberativa inclinará la opción en favor de un órgano de ancho espectro en
el que puedan tener cabida voces muy diversas.

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1.2. LA COMPOSICIÓN DE LAS CÁMARAS Y EL SISTEMA
ELECTORAL (16J1)
El sistema jurídico electoral por el que se opte para traducir los votos en escaños
determinará una concreta composición de la Asamblea, que potenciará o dificultará la
presencia de determinados partidos políticos y favorecerá, o la formación de mayorías, o
la presencia de pequeños partidos en la Cámara.
a) EL SISTEMA ELECTORAL MAYORITARIO
Este sistema electoral se rige por el principio de las mayorías. Se suele combinar
con la figura del distrito uninominal por el que se elige un solo representante.
Normalmente se exige la mayoría relativa o simple, que da el triunfo a la candidatura más
votada. En alguna ocasión el sistema se sofistica al exigirse en primera vuelta mayoría
absoluta para proclamar electo a un candidato; de no obtenerse tal mayoría los dos
candidatos mejor colocados han de someterse a una nueva votación (segunda vuelta), en
la que resultará electo quien obtenga mayor número de votos.
b) SISTEMA ELECTORAL DE REPRESENTACIÓN PROPORCIONAL
Este sistema pretende evitar la deformación del pluralismo real del sistema
electoral mayoritario mediante la adjudicación a cada fuerza política de un número de
escaños proporcional al de votos que haya logrado. Dicha proporcionalidad puede ser
prácticamente absoluta cuando el distrito electoral es único (nacional) o en distritos de
tamaño pequeño o mediano, pero hay aplicación de restos a unas listas nacionales. Es un
que se caracteriza por primar el Pluripartidismo, cuya composición refleja todo el
pluralismo político del país.
2. LA COMPOSICIÓN DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS (18J2)
2.1. LA GESTACIÓN EN LAS CONSTITUYENTES DEL
CORRESPONDIENTE CONSENSO
Fue complejo alcanzar una fórmula de equilibrio entre las fuerzas políticas
favorables a constitucionalizar el sistema de representación proporcional y aquellas otras
que se sentían más inclinadas hacia un sistema mayoritario. La primera aproximación
hacia una fórmula admisible por todos se buscaría en la Ponencia del Congreso por el
sencillo expediente de no constitucionalizar ningún sistema electoral y ningún modelo de
composición del Congreso.
2.2. LOS CRITERIOS CONSTITUCIONALIZADOS (13SO/15J1)
a) UNA DOBLE LIMITACIÓN NUMÉRICA DE LOS MIEMBROS QUE
COMPONEN EL CONGRESO
El art. 68 CE dispone que “El Congreso se compone de un mínimo de 300 y un
máximo de 400 Diputados”. La ley electoral puede fijar el número concreto de Diputados
que en cada momento vengan a integrar esta Cámara. Actualmente se fija en 350
diputados en la Ley Orgánica del Régimen Electoral General. Los constituyentes
emplearon el factor numérico tanto como fue posible para infra representar a los partidos
minoritarios y para, a la par, primar las fuerzas políticas mayoritarias.

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b) OPCIÓN EN PRO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN PROVINCIAL, SIN
PERJUICIO DE UNA REPRESENTACIÓN ESPECÍFICA PARA CEUTA Y
MELILLA
El art. 68 CE dispone que la provincia es la circunscripción electoral. Junto a ello,
establece que Ceuta y Melilla estarán representadas cada una de ellas por un Diputado.
La asunción del distrito provincial contaba tanto con la ventaja añadida de soslayar la
tarea de diseñar un mapa electoral, como con el problema de asumir un sistema de
distritos provinciales que ya en 1978 era muy desigual en cuanto al número de electores
que poblaban cada uno de los mismos.
c) ASIGNACIÓN DE UNA REPRESENTACIÓN MÍNIMA A CADA
CIRCUNSCRIPCIÓN PROVINCIAL, COMPLEMENTADA POR UNA
DISTRIBUCIÓN DE ESCAÑOS EN PROPORCIÓN A LA POBLACIÓN DE
CADA PROVINCIA
En este sentido se seguía el criterio adoptado por el Decreto Ley de 1977, que
había establecido un número mínimo inicial de 2 Diputados por Distrito provincial y otro
más en la práctica por población, lo que equivalía, a fin de cuentas, a fijar un número
mínimo de 3 Diputados para las provincias menos pobladas.
d) ASUNCIÓN DEL CRITERIO DE REPRESENTACIÓN
PROPORCIONAL
El art. 68 CE dispone que “la elección se verificará en cada circunscripción
atendiendo a criterios de representación proporcional”. El sistema proporcional aspira
a que exista una proporcionalidad básica entre los votos recogidos por cada oferta política
y los escaños que la misma obtiene en la Cámara. El propio Tribunal Constitucional ha
conectado el sistema electoral de representación proporcional con ese valor superior de
nuestro ordenamiento jurídico que es el pluralismo político. En España sólo se ha
utilizado el método D’Hondt, que se combina con la exigencia de un mínimo del 3% de
los votos.
2.3. CARACTERÍSTICAS DEL SUFRAGIO (13J2)
a) SENTIDO Y PRECEDENTES DE LA PREVISIÓN CONSTITUCIONAL
El art. 68 CE dispone: “El Congreso se compone de un mínimo de 300 y un
máximo de 400 diputados, elegidos por sufragio universal, libre, igual, directo y secreto,
en los términos que establezca la ley”.
b) SUFRAGIO UNIVERSAL
Se permite el voto a todos los españoles, incluyendo los emigrantes: “la ley
reconocerá y el Estado facilitará el ejercicio del derecho de sufragio a los españoles que
se encuentren fuera del territorio de España”.
c) SUFRAGIO LIBRE
Autores prestigiosos habían hablado de elecciones libres para distinguirla de las
denominados elecciones compradas, elecciones preparadas y elecciones por aclamación.

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d) SUFRAGIO IGUAL
Con ello se quieren excluir los sistemas poco democráticos siempre, de voto
plural, a favor de un mismo elector, y de sufragio por clases.
e) SUFRAGIO DIRECTO
El elector votará a los candidatos, adscritos a una lista, sin intermediario alguno.
f) SUFRAGIO SECRETO
Garantiza que la opinión del elector se pueda emitir al margen de presiones
contrarias a su voluntad.
3. LA COMPOSICIÓN DEL SENADO (14J2/15SO/17J2/18SO)
3.1. LA DISPOSICIÓN CONSTITUCIONAL
• En cada provincia se elegirán 4 Senadores, en los términos que señale una Ley
Orgánica.
• 16 Senadores elegidos por las circunscripciones insulares. Corresponderán 3 a
cada una de las islas mayores – Gran Canaria, Mallorca y Tenerife – y 1 a cada
una de las siguientes islas.
• Las poblaciones de Ceuta y Melilla eligen cada una de ellas 2 senadores.
• Las CC.AA. designarán además un Senador y otro más por cada millón de
habitantes de su respectivo territorio. La designación corresponderá a la Asamblea
legislativa, de acuerdo con lo que establezcan los Estatutos, que asegurarán, en
todo caso, la adecuada representación proporcional.
3.2. LA ESPECIAL CONDICIÓN DE LOS SENADORES DESIGNADOS
POR LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS (19SO)
Se trata de un caso de sufragio indirecto, dado que los electores no votan
directamente a estos Senadores. Es decir, procede hablar de Senadores designados, y no
de Senadores electos. Según el TC designar a los Senadores de una Comunidad Autónoma
es un aspecto de su autonomía y así las propias CC.AA. pueden optar entre que sus
Senadores sean o no miembros de las respectivas Asambleas Legislativas y entre la
vinculación de la duración del mandato senatorial con la legislatura de la Asamblea
Legislativa o con la legislatura del Senado.
4. LA LEGISLACIÓN ELECTORAL (18J1/19J2/19SR)
El núcleo de la Legislación electoral vigente lo configura, la LO 5/1985, del
Régimen Electoral General, modificada en numerosas ocasiones.
4.1. EL DERECHO DE SUFRAGIO UNIVERSAL DIRECTO
a) EL DERECHO DE SUFRAGIO ACTIVO
Corresponde a los electores, lo son los españoles mayores de edad e inscritos en
el censo electoral vigente, que no estén comprendidos en ninguno de los siguientes
supuestos:

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• Los condenados por sentencia judicial firme a la pena de privación del derecho de
sufragio.
• Los declarados incapaces de ejercer este derecho por sentencia judicial firme.
• Los internados en un hospital psiquiátrico con autorización judicial en la que se
declare la incapacidad para el ejercicio del derecho de sufragio.
b) EL DERECHO DE SUFRAGIO PASIVO
Son titulares del derecho de sufragio pasivo los elegibles. Tienen tal condición los
españoles mayores de edad que, poseyendo la cualidad de elector, no se encuentren
incursos en alguna de las causas de inelegibilidad que se relacionan en el art. 6 de la
LOREG, que se refiere a los miembros de la Familia Real y a una larga serie de
dignatarios y altos cargos, en parte ya previstos en la CE.
4.2. LA ADMINISTRACIÓN ELECTORAL (19J1)
La finalidad de la Administración electoral es garantizar la transparencia y
objetividad del proceso electoral y del principio de igualdad.
La Administración electoral está integrada por:
a) LAS JUNTAS ELECTORALES
• La Junta Electoral Central
• Las Juntas Electorales Provinciales
• Las Juntas Electorales de Zona
b) LAS MESAS Y SECCIONES ELECTORALES
Las circunscripciones están divididas en Secciones Electorales. En cada sección
hay una Mesa Electoral y se incluye un máximo de 2.000 electores y un mínimo de 500.
Cada Mesa Electoral está formada por un Presidente y dos Vocales, designado por sorteo
público, entre la totalidad de personas censadas, menores de 65 años que sepan leer y
escribir.
c) LA OFICINA DEL CENSO ELECTORAL
Es el Órgano encargado de la formación del censo electoral y ejerce sus
competencias bajo la dirección y supervisión de la Junta Electoral Central. El censo
electoral contiene la inscripción de quienes reúnen los requisitos para ser elector
compuesto por los electores residentes en España y por la de los electores residentes
ausentes.
4.3. EL PROCEDIMIENTO ELECTORAL
a) PRESENTACIÓN Y PROCLAMACIÓN DE CANDIDATOS
Pueden presentar candidatos los partidos o federaciones inscritos en el registro
correspondiente, las coaliciones debidamente constituidas y las agrupaciones de
electores. Las candidaturas para el Congreso se formalizarán mediante la presentación de
la llamada lista de candidatos, que habrá de incluir, con expresión de su orden numérico,

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tantos nombres como cargos a elegir y que estará complementada con 3 candidatos
suplentes.
b) LA CAMPAÑA ELECTORAL
La campaña de carácter institucional está destinada a informar a los ciudadanos
sobre la fecha de votación, el procedimiento para votar y los requisitos y trámite del voto
por correo, sin influir, en ningún caso, en la orientación del voto de los electores.
La campaña electoral propiamente dicha consiste en el conjunto de actividades
lícitas llevadas a cabo por los candidatos, partidos, federaciones, coaliciones o
agrupaciones en orden a la captación de sufragios. Dura 15 días y termina con la
denominada jornada de reflexión.
c) LA VOTACIÓN
Existen dos modalidades, la ordinaria o personal y la votación por
correspondencia.
d) EL ESCRUTINIO Y LA PROCLAMACIÓN DE ELECTOS
Terminada la votación, comienza el escrutinio en cada Mesa Electoral, que es
público y que no se suspenderá, salvo causas de fuerza mayor, aunque concurran varias
elecciones. Se considera nulo el voto emitido en papeleta diferente del modelo oficial, así
como el emitido en sobre que contenga más de una papeleta de distinta candidatura. El
escrutinio general se inicia al tercer día siguiente al de la votación, por la Junta Electoral
provincial. A falta de reclamaciones o protestas, o resueltas las mismas por la Junta
Electoral Central, la Junta Electoral Provincial procederá, en el día siguiente, a la
proclamación de electos, a cuyos efectos se computarán como votos válidos los obtenidos
por cada candidatura más los votos en blanco.
4.4. RECURSOS ELECTORALES
a) RECURSOS ANTE LA ADMINISTRACIÓN ELECTORAL
Los representantes y apoderados de las candidaturas disponen de un plazo de un
día, a contar desde la expedición del acta de escrutinio de la circunscripción de que se
trate, para presentar las reclamaciones y protestas.
b) EL RECURSO CONTENCIOSO ELECTORAL
El recurso contencioso electoral se interpone ante la Junta Electoral Provincial
dentro de los 3 días siguientes al acto de proclamación de electos. El Tribunal competente
para la resolución de estos recursos es la Sala Tercera del Tribunal Supremo. El
procedimiento es de carácter sumario, urgente y gratuito.
5. LA ADQUISICIÓN Y LA PÉRDIDA DE LA CONDICIÓN DE
DIPUTADO O DE SENADOR ELECTO
La Constitución dispone que tanto el Congreso como el Senado serán elegidos por
4 años. El mandato de ambos termina 4 años después de su elección o el día de la
disolución de la Cámara. Esto es el principio de la temporalidad del poder político en las
democracias. La pérdida de la condición de parlamentario sobreviene con la disolución

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de la Cámara, que puede ser de dos clases, bien a término, la que coincide con la
expiración de los cuatro años, bien, anticipada, conforme al mecanismo del art. 115 CE.

LECCIÓN 6.- LOS PARLAMENTARIOS Y SUS PRERROGATIVAS

1. EL ESTATUTO DE LAS CORTES Y DE LOS PARLAMENTARIOS


La concepción constitucional de las Cortes como representación del pueblo
español sitúa al poder parlamentario en un status de prioridad sobre otros poderes. Frente
al Rey soberano, se proclama el principio de la soberanía del Parlamento.
Se distingue entre el vínculo o mandato que relaciona a los parlamentarios con sus
electores; el especial estatuto de los órganos parlamentarios; el Estatuto especial de los
miembros de las Cámaras., que comporta una serie de privilegios, de entre los que cabe
destacar la inviolabilidad y la inmunidad, sin olvidar el fuero especial y la retribución
económica.
2. LA EXCLUSIÓN DEL MANDATO IMPERATIVO (14SR)
El art. 67 CE establece que “Los miembros de las Cortes Generales no están
ligados por mandato imperativo”. Los arts. 27 del Reglamento del Congreso de los
Diputados y 30 del Reglamento del Senado, permiten a Diputados y Senadores cambiar
de grupo Parlamentario.
2.1. MANDATO IMPERATIVO Y MANDATO REPRESENTATIVO
El mandato imperativo es el vínculo en función del cual los electores otorgan a
sus elegidos instrucciones concretas a las que han de sujetarse necesariamente.
El mandato representativo excluye la existencia de cualquier ligazón imperativa
entre el cuerpo electoral y los parlamentarios elegidos, quienes consecuentemente, una
vez en la Cámara, pueden defender las tesis y emitir los votos que tengan a bien, sin que
pueda ser revocado su mandato antes de las siguientes elecciones.
2.2. EL SENTIDO HISTÓRICO DEL MANDATO REPRESENTATIVO
La prohibición del mandato imperativo y su sustitución por el mandato
representativo ha sido una solución adoptada por el derecho público liberal para
desvincular al parlamentario de la presión de un estamento e, incluso, de los grupos
defensores de intereses económicos, que en ocasiones habían inspirado o potenciado el
comité electoral que de ordinario había respaldado su candidatura.
2.3. SIGNIFICADO ACTUAL DEL MANDATO REPRESENTATIVO
(13SR/19J2/19SR)
a) LA CUESTIÓN EN LA DOCTRINA
Una parte significativa de la doctrina sostiene que los representantes de las
Cámaras se deben a su partido; que los electores no puedan votar otras ofertas que las que
los partidos les presentan y votan a unos candidatos que están incluidos en las listas del

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partido al que desean otorgar su confianza; etc. Desconocer la prohibición constitucional
del mandato imperativo es grave y degenera consecuencias tales como que no se admite
que el parlamentario pueda plantear objeción de conciencia; se prima más el interés
electoral del partido que el interés general; el mandato imperativo es incompatible con el
derecho de los ciudadanos a participar en los asuntos públicos por medio de
representantes libremente elegidos, etc.
b) LAS TESIS DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
La sentencia que expone la doctrina del TC es de 1983, en la que se sostiene que
lo propio de la representación tanto basada en el mandato libre como en el imperativo, es
el establecimiento de la presunción de que la voluntad del representante es la voluntad
del representado. Asimismo, se rechaza que el representante pueda ser cesado en su cargo
público por voluntad ajena a la de los electores o a la del propio representante electo y
sólo son representantes aquellos cuya designación resulta directamente de la elección
popular.
3. LA INVIOLABILIDAD Y LA INMUNIDAD DE LOS
PARLAMENTARIOS (13J1/15SO)
3.1. LA DISTINCIÓN ENTRE DOS CONCEPTOS AFINES
La Constitución establece que Diputados y Senadores gozarán de inviolabilidad
por las opiniones manifestadas en el ejercicio de sus funciones, y a continuación dice que
gozarán de inmunidad y sólo podrán ser detenidos en caso de flagrante delito,
prescribiendo que no podrán ser inculpados ni procesados sin la previa autorización de la
Cámara respectiva. La inviolabilidad es un factor de garantía de la libre configuración de
la voluntad parlamentaria. La inmunidad se concibe como un complemento de la
inviolabilidad, mediante la que se trata de evitar que la libertad de funcionamiento del
Parlamento se coarté mediante la detención y el procesamiento de alguno de sus
miembros.
3.2 SU ORIGEN HISTÓRICO
a) LAS RAÍCES MEDIEVALES INGLESAS
Las asambleas medievales inglesas obtuvieron del Rey el reconocimiento de
algunos privilegios, entre los que el primero parece ser que consistía en la garantía que se
otorgaba a los parlamentarios de que podrían viajar desde su casa, sin ser detenidos ni
molestados en otra forma, hasta la sede del Parlamento.
b) LA REVOLUCIÓN FRANCESA
El Decreto de la Asamblea Nacional configurada por los representantes del Tercer
Estado, es coherente con la preocupación que sentía la intelectualidad revolucionaria por
que, antes de que la Asamblea comenzase sus trabajos, se garantizase a sus miembros una
inviolabilidad que les pusiese a salvo de ataques que les parecían fáciles de asumir.

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c) LA CUESTIÓN DE LA DISCUTIDA CONTINUIDAD POR LA
REVOLUCIÓN CONTINENTAL DE LOS PRECEDENTES INGLESES
Los precedentes británicos eran perfectamente conocidos y apreciados por los
revolucionarios burgueses de la Francia del s. XVIII. Los revolucionarios franceses
desplegaron un esfuerzo nada desdeñable por no adoptar las experiencias inglesas en
términos de privilegio, dotaron tanto a la inviolabilidad como a la inmunidad de una
fundamentación distinta y con las ideas de la revolución.
d) LA ASUNCIÓN DE LA INVIOLABILIDAD Y DE LA INMUNIDAD EN
LOS SIGLOS XIX Y XX
En esta época el Gobierno de su Majestad, en las naciones europeas, solían
controlar el nombramiento de jueces y magistrados. Estas prerrogativas se predicaban por
el Poder Parlamentario frente a los otros poderes. Las fórmulas francesas se importan en
todo el continente y en concreto en España, donde el recelo de las Cortes frente al Rey, a
su Consejo de Ministros y a la Administración de justicia era análogo al vivido en nuestra
nación vecina. La Constitución liberal de 1837 será la que cuajará las fórmulas propias
de nuestro constitucionalista histórico sobre inviolabilidad e inmunidad de los
parlamentarios, que exportaremos al constitucionalismo iberoamericano.
3.3 PERDURABILIDAD ACTUAL Y LÍMITES DE LA INVIOLABILIDAD
PARLAMENTARIA
Los vigentes reglamentos del Congreso y del Senado establecen, en desarrollo de
lo ordenado en el art. 71 CE, que los parlamentarios gozarán de inviolabilidad, aún
después de haber cesado en su mandato, por las opiniones manifestadas en el ejercicio de
sus funciones. Hoy, no se cuestiona la ratio de la inviolabilidad, pero sí el que, en España,
al amparo de la misma, pueda practicarse la injuria y la calumnia.
3.4 LA INMUNIDAD EN EL SIGLO XX
El proceso histórico europeo es el de la extensión y consolidación de los principios
y prácticas democráticas y la reafirmación del Estado constitucional como un auténtico
Estado de Derecho. Consagrada pues la independencia efectiva del Poder judicial no sólo
frente al Rey, sino también ante el Gobierno, ocurre que el Rey deja de ser soberano y las
Cortes pasan a ser un órgano constituido del Estado por lo que el valor democrático de la
igualdad ante la ley, supera a las razones que vieron nacer a la institución de la inmunidad.
3.5 HACIA LA SUPERACIÓN DE LA CRISIS DE LA INSTITUCIÓN DE
LA INMUNIDAD PARLAMENTARIA
a) LA INCONSISTENCIA ACTUAL DE LA INMUNIDAD
PARLAMENTARIA EN OCCIDENTE
La protección del parlamentario frente a los posibles comportamientos
inculpatorios, sin base, del Gobierno, es una hipótesis que ha pasado a carecer de sentido
al garantizarse la plena independencia del Poder Judicial. Los parlamentos son meros
órganos de refrendo de decisiones que se toman, de ordinario, en el Gobierno, o incluso
en las Comisiones ejecutivas de los Partidos políticos que lo respaldan. La garantía que

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ofrece el instituto de la inmunidad a los parlamentarios de la oposición no es otra que la
que deriva del corporativismo, casi siempre mal entendido, de Diputados y Senadores.
b) LA CRISIS DE LA INMUNIDAD PARLAMENTARIA EN ESPAÑA
La Constitución establece que en el período de su mandato los Diputados y
Senadores gozarán de inmunidad y sólo podrán ser detenidos en caso de flagrante delito
y, asimismo, que no podrán ser inculpados ni procesados sin la previa autorización de la
Cámara respectiva. Se trata de una prerrogativa cuyo fin es evitar que, por manipulaciones
políticas, se impida al parlamentario asistir a las reuniones de la Cámaras y, en
consecuencia, se altere indebidamente su composición y funcionamiento. La inmunidad
parlamentaria sólo se extiende a procesos penales y sólo debe abarcar el período del
mandato parlamentario.
4. EL FUERO ESPECIAL DE LOS PARLAMENTARIOS (15J1)
El art. 71 CE establece que la competencia en las causas contra Diputados y
Senadores será la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, llegado el caso en que la Cámara
conceda el suplicatorio, esto es, que levanta la inmunidad de alguno de sus miembros.
Ello supone para el parlamentario tanto un privilegio como una desventaja ya que, aun
siendo enjuiciado por el más alto Tribunal de lo Penal, se prescinde de la garantía del
doble grado de jurisdicción que es habitual en el orden penal ya que ocurre en primera y
única instancia. Ello no conlleva la pérdida del fuero privilegiado, por lo que proseguirá
el alto Tribunal en conocimiento del caso hasta su resolución firme.
5. OTROS DATOS DEL STATUS DE LOS PARLAMENTARIOS
5.1 LA RETRIBUCIÓN DE LOS PARLAMENTARIOS
Tal cuestión está planteada desde antiguo como vinculada a la necesaria capacidad
de resistencia de los representantes en las Cortes ante la posible compra de su voluntad
por los oficiales del Rey. Sin embargo, fue la CE de 1931 la que primeramente previese
sin tapujos la retribución de los parlamentarios. Conforme al art. 71 CE Diputados y
Senadores “percibirán una asignación que será fijada por las respectivas Cámaras”, y
que se vertebra en la garantía importante de que el parlamentarismo no se convierta en un
deporte reservado para personas de fortuna.
5.2. LOS PARLAMENTARIOS EN SUS REUNIONES INFORMALES
La Constitución dispone que no vincularán a las Cámaras las reuniones de
parlamentarios que se celebren sin convocatoria reglamentaria, no pudiendo ejercer sus
funciones ni ostentar sus privilegios. La inviolabilidad no ampara al Diputado o Senador
que participe en reuniones informales en lo que respecta a las opiniones que vierta en
ellas. Carece de tradición sólida tanto en Derecho político histórico como en el
Constitucionalismo comparado, pudiendo haberse tratado en los Reglamentos de las
Cámaras en vez de en la Lex superior.

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LECCIÓN 7.- LA ORGANIZACIÓN PARLAMENTARIA

1. REMISIÓN AL ESTUDIO DEL REGLAMENTO DE LAS CÁMARAS


Las prerrogativas colectivas de las Cámaras son expresión de la autonomía
funcional que la Constitución reconoce a sendas Cámaras parlamentarias. La autonomía
del Congreso y del Senado se divide en 3 facetas, la autonomía reglamentaria que
garantiza la autonomía organizativa de ambas Cámaras; la autonomía presupuestaria y la
autonomía de personal. Constitución reconoce la autonomía reglamentaria en el primer
pronunciamiento y garantizan la autonomía organizativa de ambas Cámaras.
2. LA ESTRUCTURA DE LAS CÁMARAS (15J2/15SR/17J1/17SR/19SO)
2.1. INTRODUCCIÓN
En el terreno estructural de las Cortes Generales se distinguen tres planos:
• Una estructura bicameral, el Parlamento, lo componen el Congreso y el Senado.
• Los diversos órganos de gobierno de las Cámaras, la Mesa y su Presidente.
• Los órganos de trabajo o de actividad de las Asambleas, fundamentalmente el
Pleno y las Comisiones.
Las disposiciones de los Reglamentos de las Cámaras a destacar, son que las
Cámaras eligen a sus respectivos Presidentes y los demás miembros de sus Mesas y que
las mismas funcionarán en Pleno y por Comisiones.
2.2. ÓRGANOS DE DIRECCIÓN Y DE GOBIERNO INTERNO (15SR)
La Constitución sólo reconoce dos en cada Cámara, la Mesa y su Presidente. Los
Reglamentos de las Cámaras introducen un tercero, aunque sin especificar sus funciones,
que es la llamada Junta de Portavoces. Este último es reflejo del régimen partidocrático
que de facto impera en nuestro sistema parlamentario.
a) EL PRESIDENTE
Es un órgano unipersonal de gobierno de su Cámara. El Presidente es el miembro
más destacado de su Mesa y entre sus funciones se encuentra proponer candidatos a
presidente del gobierno; refrendar la disolución del Congreso y del Senado; presidir las
diputaciones permanentes; recabar la información necesaria en la tramitación de leyes;
presidir, dirigir y coordinar la acción de la Mesa; etc.
b) LAS MESAS
Es un Órgano colegiado de carácter institucional. Las Funciones propias de las
Mesas son organizar el trabajo, el régimen y gobierno interiores de la Cámara; elaborar
el proyecto de Presupuesto y, una vez aprobado por el Pleno de la Cámara, controlar su
ejecución; ordenar los gastos de la Cámara; calificar, con arreglo al Reglamento, los
escritos y documentos de índole parlamentaria, declarar su admisibilidad y decidir su
tramitación, entre otras. La Mesa del Congreso se compone por el Presidente, 4
Vicepresidentes, cuatro Secretarios y el Letrado Secretario general y la Mesa del Senado
por el Presidente, 2 Vicepresidentes y el Letrado Mayor.

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2.3.- ÓRGANOS DE ACTIVIDAD DE LAS CÁMARAS (15J2/17J1/17SR)
a) EL PLENO
El Pleno es el conjunto de los miembros de la Cámara, pero constituidos
formalmente como tal. Es el de mayor legitimidad por ser el más representativo y más
solemne, cuya actividad tiene mayor publicidad. La Constitución establece que las
sesiones plenarias de las Cámaras serán públicas. Se trata de un órgano de trabajo que
precisa ser convocado debidamente y gozar del preceptivo quórum para poderse
considerar debidamente constituido.
b) LAS COMISIONES
Las Comisiones parlamentarias son expresión del principio de división del trabajo.
Consisten en reuniones formales y restringidas de un determinado número de Diputados
o Senadores, a fin de llevar a cabo una labor de instrucción o preparación de las decisiones
a adoptar por los Plenos. Asumen capacidad decisoria en ciertos casos, entre los que
destacan aquellos en que proceden a la discusión y aprobación directa de proyectos
legislativos, sin la ulterior intervención del Pleno.
Hay dos tipos de comisiones:
• Las Comisiones permanentes, de vida estable, con independencia de los temas que
en cada momento aborden.
• Las Comisiones especiales, formadas en función del estudio de un asunto
concreto, de modo que se extinguen al cumplir su fin, presididas por lo que puede
llamarse el principio de ocasionalidad.
La mayor parte de los trabajos parlamentarios y, desde luego, los de índole
legislativa se desenvuelven en tres escalones, Ponencia, Comisión y Pleno.
2.4. LA DIPUTACIÓN PERMANENTE (13SO/17SO/18SR)
a) CONCEPTO
La Constitución establece que en cada Cámara habrá una Diputación Permanente
compuesta por un mínimo de 21 miembros, que representarán a los grupos parlamentarios
en proporción a su importancia numérica. Su razón de ser es la de sustituir a las
respectivas cámaras entre periodos ordinarios de sesiones, o para cuando por expiración
del mandato o una disolución anticipada de las Cámaras, desempeñen ciertas funciones
hasta que se constituyan las nuevas Cortes y, además, se diferencia de las Comisiones
parlamentarias por la especial permanencia que es inherente a su razón de ser.
b) ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Sólo dos Constituciones españolas recogen la figura de la Diputación Permanente.
La Constitución de 1812, que atribuye a la Diputación Permanente como primera facultad
el velar sobre la observación de la Constitución y de las leyes para dar cuenta a las
próximas Cortes de las infracciones que haya notado y el entregar ordenadamente el
testigo de unas Cortes ordinarias a las siguientes.

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El auténtico precedente de la Diputación Permanente, se encuentra en la
Constitución de 1931, que encomendaba a esta institución el desempeño de cuatro
facultades muy precisas y que fue específicamente contemplado por los constituyentes de
1977/78.
c) REGULACIÓN CONSTITUCIONAL
La Diputación Permanente se caracteriza por su origen constitucional; su
procedencia parlamentaria; su limitación temporal y por el disfrute de sustantividad
competencial. Las funciones propias de las Diputadas Permanentes son adoptar la
iniciativa de reunir las Cámaras en sesión extraordinaria; ha de asumir, en su caso, la
facultad que corresponde al Pleno de la Cámara, respecto de los Decretos-leyes; si
disuelto el Congreso o expirado su mandato, se produjeran alguna de las situaciones que
dan lugar a los estados de alarma, de excepción y de sitio, las competencias del Congreso
serán asumidas por su Diputación Permanente. También deben velar por los poderes de
la Cámara respectiva, cuando esta no se encuentre reunida. La Diputación Permanente
tiene obligación de informar y rendir cuentas, por lo que, ante la Cámara correspondiente
debidamente reunida, dará cuenta de los asuntos tratados y de sus decisiones.
3. LOS GRUPOS PARLAMENTARIOS (16J2/16SR)
3.1. SU SIGNIFICADO EN LAS CÁMARAS
Las Cámaras parlamentarias han ido dejando de ser Asambleas de representantes
populares para ser el ámbito del diálogo o de confrontación de los partidos allí presentes
a través de sus grupos parlamentarios. Su formación exige un número mínimo de
parlamentarios, 15 en el Congreso y 10 en el del Senado.
Todos los parlamentarios deben pertenecer a algún grupo parlamentario; por eso,
aquellos Diputados o Senadores que no se integren en un grupo parlamentario propio
quedarán adscritos al denominado Grupo mixto. La disciplina de voto de los grupos
parlamentarios sólo es constitucionalmente correcta cuando va precedida de la adopción
de un debate y una votación adecuados en el seno del propio grupo parlamentario.
3.2. LA JUNTA DE PORTAVOCES (12SO/14SO)
Es un órgano no consagrado por la Constitución, pero sí reconocido in extenso por
los Reglamentos parlamentarios. Su composición está configurada por los Portavoces de
los diversos grupos parlamentarios, reunidos bajo la presidencia del Presidente de la
Cámara.
El voto es ponderado, es decir, en proporción directa al número de parlamentarios
que configura cada grupo. En el Senado es un mero órgano consultivo de los órganos de
gobierno de la Cámara y en el Congreso de los Diputados es un órgano consultivo y a
veces un órgano de auténticas facultades decisorias “el orden del día del Pleno será fijado
por el Presidente, de acuerdo con la Junta de Portavoces”.

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LECCIÓN 8.- FUNCIONES DE LAS CORTES GENERALES

1. CONSIDERACIONES GENERALES
La función principal de las Cortes Generales es la función de representación.
También deben contribuir a la integración política de una sociedad pluralista,
institucionalizar ese fenómeno natural en toda sociedad, que es el poder político, dotar de
una importante fuente de legitimación a dicho poder y dar entrada y procesar las
demandas de los diversos colectivos sociales. Las Cortes Generales ejercen la potestad
legislativa del Estado, aprueban sus Presupuestos, controlan la acción del Gobierno y
tienen las demás competencias que les atribuya la Constitución.
2. CRITERIOS DE CLASIFICACIÓN DE LAS FUNCIONES
PARLAMENTARIAS
Las funciones parlamentarias se clasifican, por un lado, según se atienda a la
naturaleza o contenido de las funciones, que suelen ser las funciones jurídicas, políticas
y financieras, las jurisdiccionales y otras en la que suelen figurar el nombrar miembros
de órganos relevantes del Estado y, por otro lado, en los sistemas que como el nuestro son
bicamerales, según asuman la función, en solitario o en colaboración con las Cámaras,
con lo que se acostumbra a clasificar las funciones parlamentarias en atención a si éstas
son desempeñadas por una u otra Cámara, por ambas sucesivamente o, incluso por ambas
conjuntamente.
3. COMPETENCIAS DE DIVERSA NATURALEZA DESEMPEÑADAS
POR LAS CORTES GENERALES
3.1. FUNCIONES JURÍDICAS (16SO)
Se refieren a las que tienen por objeto tanto la producción directa de normas
jurídicas, como la modificación y actualización del ordenamiento jurídico de Estado.
a) MODALIDADES DE FUNCIONES NORMATIVAS
La Constitución atribuye a las Cortes Generales la potestad legislativa. Esto
incluye la facultad de elaborar y aprobar las leyes estatales, de carácter ordinario u
orgánico y, además, el intervenir de las Cortes, según lo preceptuado en la Constitución,
en la producción de normas estatales con rango de ley (Decretos legislativos y Decretos
leyes). Son funciones capitales de las Cortes Generales cuantas contribuyen a dictar,
modificar y, en suma, ajustar o actualizar el ordenamiento jurídico del Estado.
b) EL PROCEDIMIENTO LEGISLATIVO (CONCEPTO Y TIPOS)
Es el conjunto de trámites, formalidades y actos parlamentarios, regulados con
carácter previo y general, que es preciso seguir para desembocar en la aprobación por las
Cámaras de una ley.

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Se clasifican en tres tipos:
• El de tres lecturas: una primera en el Pleno de la Cámara, una segunda en
Comisión y la última de nuevo en el Pleno.
• El de lectura única en el Pleno.
• El de dos lecturas: una previa en Comisión que supone un estudio amplio y otra
en el Pleno, bastante extendido por Europa y es el modelo español en lo sustancial,
aunque con peculiaridades significativas.
c) LA INICIATIVA LEGISLATIVA
Por iniciativa legislativa se entiende el momento de puesta en marcha del
procedimiento legislativo.
La iniciativa legislativa gubernamental, corresponde al Gobierno, de acuerdo
con la Constitución y los Reglamentos de la Cámaras, mediante proyectos de ley.
La iniciativa legislativa parlamentaria, es la iniciativa materializada a través de
las llamadas proposiciones de ley de origen parlamentario.
La iniciativa legislativa de las Comunidades Autónomas, en la iniciativa de
forma indirecta, las Asambleas de la CCAA podrán solicitar del Gobierno la adopción de
un proyecto de ley, y de forma directa al remitir a la Mesa del Congreso una proposición
de ley, delegando ante dicha Cámara un máximo de tres miembros de la Asamblea
encargados de su defensa.
La iniciativa legislativa popular, una LO regula el ejercicio y requisitos de las
proposiciones de ley a través de esta iniciativa. Se establecieron dos limitaciones, la
exigencia de no menos de 500.000 firmas acreditadas y la exclusión de materias propias
de LO, materias tributarias, o de carácter internacional, ni las concernientes a la
prerrogativa de gracia.
d) PROCEDIMIENTO LEGISLATIVO COMÚN DEL CONGRESO DE
LOS DIPUTADOS
Las fases principales del procedimiento común en el Congreso son:
• Presentación de enmiendas: en un plazo de 15 días a contar desde la publicación
del proyecto de ley o la toma en consideración de una proposición.
Las enmiendas pueden ser enmiendas a la totalidad que pueden postular la
devolución del proyecto de ley al Gobierno o enmiendas al articulado.
• Debate de totalidad en el Pleno: si el Pleno acordara la devolución del proyecto,
este quedará rechazado y el Presidente del Congreso lo comunicará al Gobierno.
En caso de aceptación, se remitirá a la Comisión.

• Deliberación en la Comisión: agotado el plazo de presentación de enmiendas, la


Mesa de la Comisión nombra una Ponencia para que en 15 días emita un informe.
Con el informe comenzará el debate en la Comisión, de todo el articulado,
emitiendo para finalizar un dictamen que se remitirá al Presidente del Congreso.

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• Deliberación en el Pleno: en el que los Grupos Parlamentarios defienden sus
enmiendas.
e) ESPECIALIDADES EN EL PROCEDIMIENTO LEGISLATIVO DEL
CONGRESO (18J1)
Como complemento al denominado procedimiento legislativo común, el
Reglamento del Congreso distingue los procedimientos legislativos especiales, algunos
son:
• Los proyectos y proposiciones de Ley Orgánica
• El proyecto de ley de presupuesto
• Los Estatutos de Autonomía
• La revisión y la reforma constitucionales
• Delegación de la competencia legislativa plena en las Comisiones
• Tramitación de un proyecto de ley en lectura única, etc.
f) PROCEDIMIENTO LEGISLATIVO ORDINARIO DEL SENADO
El procedimiento legislativo común y ordinario del Senado, se inicia con la
publicación del proyecto aprobado y remitido por el Congreso al Senado. En los 10 días
siguientes a su recepción, los Senadores o los Grupos Parlamentarios podrán presentar
enmiendas o propuestas de veto.
g) PROCEDIMIENTOS LEGISLATIVOS ESPECIALES DEL SENADO
Como complemento al denominado procedimiento legislativo común, el
Reglamento del Senado, distingue los procedimientos legislativos especiales, algunos
son:
• Tramitación de un proyecto de ley en lectura única
• La delegación de la competencia legislativa en las Comisiones
• El procedimiento de urgencia
• Los proyectos de acuerdos de cooperación entre CC.AA.
• Las leyes de armonización de las disposiciones de las CC.AA.
• Los Estatutos de Autonomía
• Los Tratados y convenios internacionales, etc.
h) DELIBERACIÓN DEL CONGRESO SOBRE EL TEXTO APROBADO
POR EL SENADO
Los proyectos de ley aprobados por el Congreso y vetados o enmendados por el
Senado serán sometidos a nueva consideración del Pleno del Congreso. En caso de veto
del Senado, el debate del Congreso versará sobre la totalidad del proyecto del texto inicial.
Terminado el debate, el proyecto se someterá a votación en el Pleno del Congreso. Si es
ratificado por la mayoría absoluta quedará levantado el veto. Si no obtuviese mayoría
absoluta, se someterá de nuevo a votación, transcurridos dos meses desde la interposición
del veto. En este sentido, si obtuviese mayoría simple, se levantará el veto, por el
contrario, el proyecto resultará rechazado.

25
i) ACTOS DE CONTROL JURÍDICO DE LAS CORTES SOBRE LOS DEL
GOBIERNO
Hay actos de control parlamentario sobre el Poder Ejecutivo que son
manifestaciones de la potestad legislativa. Entre ellos se encuentra el control de los
Decretos Legislativos contemplados en las propias leyes de delegación y la convalidación
de los Decretos-Leyes, según art.86 de la CE.
3.2. FUNCIONES POLÍTICAS
Las Cortes se configuran como un órgano productor de normas jurídicas,
complementan la composición de los órganos esenciales de la estructura del Estado y
además realizan un control jurídico-político de las decisiones del gobierno.
a) EL CONCEPTO DE FUNCIÓN DE CONTROL
Por control parlamentario sobre el Gobierno se entiende, por un lado, la actividad
de inspección y verificación sobre la actuación del Poder Ejecutivo, con la diversidad de
iniciativas parlamentarias que ello puede generar y, por otro lado, la función del control
del Congreso, que incide directamente en el mantenimiento del gobierno como
depositario del Ejecutivo y en la capacidad decisoria de quien ha de gobernar, mediante
los actos de investidura o de cese del Ejecutivo a través de los actos de retirada de
confianza y moción de censura.
b) ACTOS DE CONTROL PARLAMENTARIO COMO INSPECCIÓN
Las acciones del Gobierno y de la Administración del Estado serán verificadas
por ambas Cámaras, velando por el cumplimiento del principio de legalidad. Tanto el
Congreso como el Senado, disponen de varias herramientas para llevar a cabo dicha
verificación. El curso al Gobierno de las peticiones recibidas, tanto individuales como
colectivas obligan al Gobierno a dar respuesta, si las Cámaras lo exigen. Las
interpelaciones, a diferencia de las preguntas, persiguen generar un debate entre los
distintos Grupos.
c) ACTOS DE CONTROL COMO DELIBERACIÓN CRÍTICA
1- Los informes gubernamentales y debates subsiguientes, emitidos por Ministros
y debatidos con posterioridad.
2- El debate sobre el Estado de la Nación, es una mera convención parlamentaria,
no regulada por el texto constitucional, ni prevista en los Reglamentos Parlamentarios
vigentes.
3- Las proposiciones no de ley y resoluciones del Congreso y las proposiciones
no de ley y mociones del Senado, reguladas en los Reglamentos de las Cámaras, son actos
parlamentarios de dirección de la dinámica política, que en ocasiones se utilizan como
una vía adicional de control parlamentario sobre el Gobierno.
d) ACTOS DE CONTROL EN FORMA DE AUTORIZACIONES
1- Los estados de excepción y sitio, el primero debe ser autorizado por el Congreso
de los Diputados y el segundo debe ser declarado por la mayoría absoluta de dicho
Congreso.

26
2- La convocatoria de referéndum, el referéndum consultivo precisa de
autorización previa del Congreso de los Diputados.
3- La “ejecución federal”, el Senado, por mayoría absoluta, aprobará las medidas
para que una CCAA cumpla sus obligaciones constitucionales.
e) EL CONTROL LATO SENSU COMO MANDO SOBRE EL GOBIERNO.
REMISIÓN
Ejercer la función de mandar, en un sistema parlamentario, se da en momentos
decisivos, pues la dación de la confianza por la mayoría de la Cámara a un candidato a la
Presidencia del Gobierno es la semilla de la que nace un nuevo Gobierno y, a su vez, la
retirada de tal confianza equivale a expedir el certificado de defunción del Gobierno
desasistido parlamentariamente.
f) EL CONTROL DEL GOBIERNO EN FUNCIONES
Al hablar de permanencia en funciones se hace sobre un periodo habitualmente
breve y que existen cuestiones de ese control que precisan ciertas modulaciones, no es
menos cierto que la actividad de control parlamentario no desaparece durante estos
periodos; más bien al contrario, ya que quien ha transformado su legitimidad en estos
periodos es el propio Gobierno.
3.3. FUNCIONES FINANCIERAS
En la Constitución las principales funciones financieras de las Cortes Generales
son las de prever y controlar la actividad económica del Estado, lo que se traduce en la
planificación por ley de la actividad económica general y sobre todo, dos de mayor
calado, el ejercicio de la potestad tributaria y el examen enmienda y aprobación de los
Presupuestos Generales del Estado.
3.3.bis. LOS PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO (19J1)
a) CONCEPTO
Según la Constitución, los Presupuestos Generales del Estado tendrán carácter
anual, incluirán la totalidad de los gastos e ingresos del sector público estatal y en los
mismos se consignará el importe de los beneficios fiscales que afecten a los tributos del
Estado.
b) ANUALIDAD
Si la Ley de Presupuestos no se aprobara antes del primer día del ejercicio
económico correspondiente, se considerarán automáticamente prorrogados los
Presupuestos del ejercicio anterior hasta la aprobación de los nuevos. El Tribunal
Constitucional ha declarado que el principio de la anualidad es aplicable, por analogía, a
los Presupuestos de las Entidades Locales.
c) ELABORACIÓN Y APROBACIÓN
Dispone la Constitución que corresponde al Gobierno la elaboración de los
Presupuestos Generales del Estado quién los deberá presentar ante el Congreso de los

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Diputados al menos tres meses antes de la expiración de los del año anterior y a las Cortes
Generales su examen, enmienda y aprobación.
d) LÍMITES AL CONTENIDO
La Ley de Presupuestos debe limitarse a la expresión cifrada de ingresos y gastos
del sector público estatal y los criterios de política económica general en que se sustentan.
La inclusión injustificada de materias no relacionadas con las antedichas provoca
inseguridad jurídica y, por tanto, contraviene el art. 9.3 CE.
e) INICIATIVAS FINANCIERAS DEL GOBIERNO TRAS LA
APROBACIÓN DE LOS PRESUPUESTOS
Aprobados los Presupuestos Generales del Estado, el Gobierno podrá presentar
proyectos de ley que implique un aumento de gasto público o una disminución de los
ingresos correspondientes al mismo ejercicio presupuestario.
f) NO APROBACIÓN A TIEMPO DE LOS PRESUPUESTOS Y
PRÓRROGA DE LOS ANTERIORES
Si la Ley de Presupuestos no se aprobara antes del primer día del ejercicio
económico correspondiente, se considerarán automáticamente prorrogados los
Presupuestos del ejercicio anterior hasta la aprobación de los nuevos.
3.3.ter.EL ENDEUDAMIENTO Y LA ESTABILIDAD PRESUPUESTARIA
Este carácter supone una cláusula de equilibrio presupuestario. De este modo, el
legislador orgánico puede fijar el límite de gasto y endeudamiento público, sin otro
condicionante que la prohibición de superar los “márgenes establecidos”, como en el caso
de España, en el marco de la Unión Europea. Por ello, se regulará la distribución de los
límites de déficit y de deuda entre las distintas Administraciones Públicas; la metodología
y el procedimiento para el cálculo del déficit y la responsabilidad de cada Administración
Pública en caso de incumplimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria.
3.4. OTRAS FUNCIONES
a) FUNCIONES DE DIRECCIÓN POLÍTICA
Es una actividad desplegada por las Cortes para determinar los objetivos de la
política nacional y elegir los medios idóneos para dicho fin.
b) NOMBRAMIENTOS
Se trata de una función política de las Cortes Generales con la que se busca que
ciertos altos dignatarios no sean nombrados por el Gobierno o por mera cooptación en el
seno de las respectivas instituciones. Así, el Defensor del Pueblo, ha de ser designado por
las Cortes Generales en la forma que establezca la correspondiente LO. El Consejo
General del Poder Judicial, cuatro miembros el Senado y otros cuatro el Congreso; el
Tribunal Constitucional, cuatro miembros el Senado y otros cuatro el Congreso, etc.
c) FUNCIONES RELACIONADAS CON LA CORONA
La Constitución dispone que, extinguidas las líneas llamadas en Derecho, las
Cortes Generales proveerán a la sucesión en la Corona; aunque se excluye de la sucesión

28
de la Corona, por sí y sus descendientes a quienes contrajeran matrimonio contra la
expresa prohibición por el Rey y de las Cortes Generales. Se faculta a las Cortes a
reconocer que el Rey ha quedado inhabilitado para el ejercicio de su autoridad; el art. 59
permite a las Cortes nombrar la Regencia a falta de persona a la que corresponda
constitucionalmente ser Regente y el art. 60 dispone que la proclamación y el juramento
del nuevo Rey tendrá lugar ante a las Cortes Generales.
d) ACUSACIÓN POR TRAICIÓN O DELITOS CONTRA LA
SEGURIDAD DEL ESTADO, DEL PRESIDENTE Y LOS DEMÁS MIEMBROS
DEL GOBIERNO
La Norma Suprema establece que la acusación por traición o por cualquier delito
contra la seguridad del Estado, del presidente y los restantes miembros del Gobierno, sólo
podrá ser planteada por iniciativa de la cuarta parte de los miembros del Congreso, y con
la aprobación de la mayoría absoluta del mismo.
4.FUNCIONES EJERCIDAS EN COMÚN O INDIVIDUALIZADAMENTE
POR LAS CÁMARAS
4.1. FUNCIONES EJERCIDAS EN REUNIÓN CONJUNTA DE AMBAS
CÁMARAS
Son las relacionadas con el status del Rey. Corresponde a las Cortes Generales
declarar la guerra y hacer la paz. Esta función se ha de acometer por el Parlamento en
sesión conjunta de sus Cámaras por imperativo del art. 74 CE.
4.2. FUNCIONES COMUNES A LAS DOS CÁMARAS
Se ejercen por ambas Cámaras, con independencia de la intensidad política de la
respectiva intervención, aunque, de ordinario, de forma sucesiva y conservando cada
Cámara cierta autonomía en su desempeño.
a) FUNCIONES PARLAMENTARIAS BÁSICAS
Son básicas las funciones legislativas, con excepción de la convalidación de los
Decretos leyes reservada al Congreso de los Diputados. También el examen, enmienda y
aprobación de los Presupuestos Generales del Estado y el control de la acción del
Gobierno, con la salvedad del desempeño de la función de control en su acepción de
"mando" sobre el Gobierno (otorgamiento y retirada de la confianza) que está reservada
al Congreso.
b) FUNCIONES ASUMIDAS INDEPENDIENTEMENTE POR LAS
CÁMARAS EN VIRTUD DE SU AUTONOMÍA
Las Cámaras establecen sus propios Reglamentos, como expresión del principio
de auto normación que les es propio. Aprueban autónomamente sus presupuestos y eligen,
con independencia la una de la otra, sus respectivos Presidentes y los demás miembros de
sus Mesas, así como su propia Diputación Permanente. También definen y desarrollan
autónomamente su organización en Comisiones y Grupos Parlamentarios. Cincuenta
Diputados o Senadores tienen legitimación activa para interponer un recurso de
inconstitucionalidad. El Congreso o el Senado pueden requerir al Tribunal Constitucional

29
para que declare si existe o no contradicción entre las estipulaciones de un Tratado
Internacional y la Constitución, entre muchas más.
4.3. FUNCIONES ESPECÍFICAS DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
El Congreso de los Diputados autoriza el referéndum consultivo que le proponga
el Presidente del Gobierno; otorga o deniega la confianza al candidato a la Presidencia
del Gobierno, propuesto por el Rey y al Presidente del Gobierno, cuando este plantea ante
el Congreso una cuestión de confianza; exige la responsabilidad política del Gobierno
mediante la moción de censura constructiva, que de prosperar supone el cese del
Presidente del Gobierno y el considerar investido como Presidente de Gobierno al
candidato incluido en dicha moción. También plantea la acusación por traición o delitos
contra la seguridad del Estado, del Presidente y los demás miembros del Gobierno.
Autoriza la prórroga del estado de alarma, autoriza la declaración del estado de excepción
y declara el estado de sitio, etc.
4.4. FUNCIONES ESPECÍFICAS DEL SENADO (18J2)
Las funciones del Senado son bien exiguas. Por un lado, se distingue la aprobación
que le confía el art. 155 CE para casos de graves incumplimientos constitucionales o
legales por parte de una Comunidad Autónoma y, por otro, el derecho de veto, no
nominal, sino efectivo, en las leyes de armonización del art. l50 CE.

LECCIÓN 9.- EL GOBIERNO

1.1 LA UNIVERSALIDAD DE LA ACCIÓN DE GOBERNAR


En cualquier forma de convivencia humana de las registradas a lo largo de la
Historia de la humanidad, encontramos alguna expresión de poder político, lo que
equivale a decir algún núcleo de personas dedicadas al Gobierno de esa comunidad.
1.2 LAS DIVERSAS ACEPCIONES DE LA EXPRESIÓN "GOBIERNO''
El término Gobierno, en lenguaje jurídico-político, tiene al menos tres acepciones:
• Como organización esencial del Estado.
• Como sinónimo de Poder ejecutivo.
• Como órgano colegiado.
1.3 MODELOS DE PODERES EJECUTIVOS EN EL DERECHO
COMPARADO
a) REFERENCIA A LOS MODELOS BÁSICOS
• El Gobierno unipersonal: el poder ejecutivo se residencia en una sola persona.
• El Gobierno colegiado: en su significado más puro nos conduce a los Gobiernos
en que todos sus miembros ocupan una posición paritaria.
• Gobierno colegiado con preeminencia de su Presidente: la colegialidad queda
matizada por el liderazgo del Primer Ministro.

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• El Ejecutivo de doble cabecera: es una solución mixta, propia de aquellas
repúblicas parlamentarias con factores de corrección de los poderes de la
Asamblea que llevan a potenciar las funciones del Presidente de la República.
b) EL GOBIERNO EN EL SISTEMA PRESIDENCIALISTA Y EN EL
PARLAMENTARIO
El Gobierno en las Repúblicas presidencialistas tiene como rasgos esenciales que
la elección del Presidente de la República por la Nación busca asegurarle un prestigio y
una legitimidad, igual a los que disfruta el Parlamento; la separación de poderes acarrea
que el Gobierno no necesita la confianza del Parlamento y puede sobrevivir
encontrándose en minoría en las Cámaras y de la división de poderes deriva que la
legislación es coto exclusivo de las Cámaras y la ejecución del Presidente.
El Gobierno en las repúblicas y en las monarquías parlamentarias es aquél en que
la dirección de los asuntos públicos pertenece al Parlamento y al Jefe del Estado, siendo
intermediario un Gabinete responsable ante el Parlamento. Los Gobiernos han asumido
en los regímenes parlamentarios la dirección de la vida parlamentaria.
1.4 EL GOBIERNO EN EL CONSTITUCIONALISMO HISTÓRICO
ESPAÑOL
El Rey era el auténtico titular del Poder ejecutivo, por lo que la potestad de hacer
ejecutar las leyes reside en el Rey, quien desempeña dicho Poder con la colaboración de
los denominados Secretarios del Despacho y Ministros. Los Ministros eran nombrados
exclusivamente por el Monarca y sólo respondían políticamente ante él. El Gobierno
emerge en nuestro Derecho constitucional histórico como un sinónimo literario de la
institución que se daba en llamar Consejo de Ministros. En la Constitución republicana
de 1931 es la primera vez que en la Historia Constitucional española encontremos un
Título dedicado monográficamente al Gobierno.
1.5 LA ACTITUD DE NUESTROS CONSTITUYENTES ANTE LA
INSTITUCIÓN DEL GOBIERNO
El Consejo de Ministros es la reunión del Gobierno en pleno, debidamente
convocado al efecto. El Gobierno es el órgano colegiado que se renueva periódicamente
para estar en consonancia con la opinión pública, que ha de asumir la dirección de la
política nacional e internacional y al que se confía el poder político necesario al efecto.
La Administración, por su parte, debe ser una realidad técnica, permanente e
independiente de los cambios de humor del electorado y de los consiguientes cambios de
Gobierno. El Gobierno encabeza la Administración Pública.
2. LA POSICIÓN DEL GOBIERNO EN UN RÉGIMEN
PARLAMENTARIO (16SR)
2.1. EVOLUCIÓN HISTÓRICA
El parlamentarismo es producto del devenir de la historia y básicamente del fluir
evolutivo de la vida política inglesa. Las circunstancias históricas fueron decantando las
notas características del sistema de Gabinete Británico. A partir de principios del siglo
XVIII, los actos del Rey precisan de la firma de refrendo de los miembros del Gabinete.

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Desde mediados del siglo, el Rey no acostumbra a asistir a sus reuniones, salvo que se
trate de preparar el discurso del trono. Más tarde y de forma progresiva, el Gabinete es
consciente de la necesidad de gozar de la confianza del Parlamento.
2.2. EL PRINCIPIO DE RESPONSABILIDAD POLÍTICA DEL
GOBIERNO ANTE LAS CORTES GENERALES
a) INTRODUCCIÓN
El principio de responsabilidad política del Gobierno ante el Parlamento, es el
elemento eje del sistema parlamentario.
b) LAS RESPONSABILIDADES EN QUE INCURREN LOS MIEMBROS
DEL GOBIERNO POR VULNERACIÓN DEL ORDENAMIENTO JURÍDICO
La responsabilidad penal del Gobierno y de sus miembros deriva de la
vulneración de las leyes penales mediante acto u omisión culpable, tipificada en ellas, con
la correspondiente imposición de una pena, en base al principio de igualdad ante la ley.
La responsabilidad civil de los Miembros del Gobierno motivada por hechos
no delictivos es claro que debe exigirse ante el Juez o Tribunal ordinario competente.
La responsabilidad administrativa del Gobierno y de la Administración. Los
miembros del Gobierno están sometidos al principio de legalidad y en consecuencia sus
acciones que contravengan la ley son revisables en la Jurisdicción Contencioso-
Administrativa, que podrá decretar indemnización por toda lesión que sufran los
particulares, en sus bienes y derechos, como consecuencia del funcionamiento de los
servicios públicos.
c) EL CONCEPTO DE RESPONSABILIDAD POLÍTICA DEL
GOBIERNO (16J2)
Se distingue el Parlamentarismo negativo, que es un régimen de presunción de
confianza parlamentaria a favor del Gobierno y el Sistema Parlamentario ordinario, en
que la confianza se ha de comprobar ab initio mediante un voto de investidura que le sea
favorable. Este es el sistema incorporado en la CE de 1978.
El Gobierno es responsable políticamente ante el Parlamento y podemos distinguir
la culpa in eligendo, que se contrae por error en los nombramientos y la culpa in
vigilando, que derivada de no supervisar o controlar debidamente la actividad del
funcionariado que depende de cada Ministro. Cabe distinguir entre la responsabilidad
política, si coexiste otra de alcance jurídico penal o civil; y si lo que se imputa tiene
entidad penal o ha supuesto perjuicio patrimonial para particulares.
d) LA EXIGENCIA DE RESPONSABILIDAD POLÍTICA EN LA
CONSTITUCIÓN DE 1978
Art. 108 CE: “El Gobierno responde solidariamente en su gestión política ante el
Congreso de los Diputados”.
Se puede llevar a cabo por dos procedimientos:

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a) A iniciativa del Presidente del Gobierno, previa deliberación del Consejo de
Ministros, puede plantear ante el Congreso de los Diputados la cuestión de confianza
sobre su programa o sobre una declaración de política general.
b) Mediante la presentación de una moción de censura, propuesta al menos por la
décima parte de los diputados, y que habrá de incluir un candidato a la Presidencia del
Gobierno. Esto es la llamada moción de censura constructiva, que surte un doble efecto:
el cese del Presidente del Gobierno censurado y su automática sustitución por el candidato
propuesto en dicha moción.
3. LA COMPOSICIÓN DEL GOBIERNO (15SR/16J2/17J2)
Art. 98 CE “El Gobierno se compone del Presidente, de los Ministros, de los
Vicepresidentes en su caso, y de los demás miembros que establezca la ley”.
3.1. EL PRESIDENTE Y SU PRIMACÍA (13J1/15J1/18SR)
a) ORIGEN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO EN ESPAÑA
Se encuentra en un Real Decreto de Fernando VII, donde el Monarca refiriendo al
Secretario del despacho de Estado le ordena que cuando él no asista presidiréis vos, como
primer Secretario de Estado. Poco tiempo después el Real Decreto de 31 de diciembre de
1824 habla ya de un primer Ministro.
b) EL PRESIDENTE DEL GOBIERNO EN LA CONSTITUCIÓN DE 1978,
ENTRE LA COLEGIALIDAD DEL GABINETE Y LA PRIMACÍA DE AQUÉL
Los factores constitucionales que tienden a establecer un cierto liderazgo del
Presidente del Gobierno son esencialmente que a través del mecanismo de investidura se
otorga la confianza parlamentaria en exclusiva a su persona y a su programa; el
Presidente dirige la acción del Gobierno y coordina las funciones de los demás miembros
del mismo; el nombramiento de los demás miembros del Gobierno se lleva a cabo por el
Rey, a propuesta de su Presidente; el Presidente, previa deliberación del Consejo de
Ministros, puede plantear ante el Congreso de los Diputados la cuestión de confianza
sobre su programa o sobre una declaración política general, entre otras.
3.2. LOS VICEPRESIDENTES
Estamos ante una figura que es potestativa. Es decir, la existencia o no de uno o
varios Vicepresidentes queda a la libre voluntad del Presidente del Gobierno. Por tanto,
cuando existan, les corresponderán las funciones que les encomiende el Presidente. Los
Vicepresidentes suplen, por su orden, al Presidente del Gobierno en el desempeño de sus
funciones, en casos de vacante, ausencia o enfermedad. Se distingue entre
Vicepresidencia en estado puro, sin otra función que la que delegue el Presidente y las de
suplencia y, por otro lado, los Vicepresidentes que suman a tal condición la de Ministros
al frente de un Departamento.
3.3. LOS MINISTROS
Los Ministros constituyen la base del Gobierno y, a la par, el generalato de la
Administración Pública. Como titulares de sus Departamentos, tienen competencia y
responsabilidad en la esfera específica de actuación, y les corresponde desarrollar la

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acción del Gobierno en el ámbito de su Departamento, de conformidad con los acuerdos
adoptados en Consejo de Ministros o con las directrices del Presidente del Gobierno;
ejercer la potestad reglamentaria en las materias propias de su Departamento y ejercer
cuantas otras competencias les atribuyan las leyes.
3.4. LOS DEMÁS MIEMBROS QUE ESTABLEZCA LA LEY
El Secretario de Estado es la figura intermedia entre el Ministro y el Subsecretario.
Sin embargo, estos no han alcanzado la condición de miembros del Gobierno. Son
órganos de colaboración muy cualificados del Gobierno, su importancia destaca sobre el
resto de órganos de colaboración, lo que les convierte, junto a los Ministros, en un engarce
fundamental entre el Gobierno y la Administración. El Secretario General no es
responsable de la política de ningún sector de la Administración.
4. LOS CARACTERES DEL GOBIERNO (19SO)
El Gobierno se caracteriza porque responde a una naturaleza y a unos principios,
tales como que es un órgano de dirección, lo que se compatibiliza sin disfuncionalidad
alguna con la labor de liderazgo que al frente del Gobierno corresponde a su Presidente.
También es un órgano colegiado, opera mediante la adopción de acuerdos tras la
pertinente deliberación de sus miembros. Cada miembro del Gobierno (salvo que se trate
de un Vicepresidente o Ministro sin cartera) tiene una competencia propia al frente de un
Departamento de la Administración. El Gobierno es, por su propia naturaleza, un órgano
responsable que responde solidariamente de su gestión política ante el Congreso de los
Diputados. Ello incluye los actos del Rey que es irresponsable y que, por tanto, son objeto
de refrendo.

LECCIÓN 10.- NOMBRAMIENTO Y CESE DEL GOBIERNO

1. EL NOMBRAMIENTO ORDINARIO
1.1.LA INVESTIDURA DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO (14J1/18SO)
a) SUPUESTOS
Son supuestos de nombramiento ordinario de un nuevo Gobierno, los que se
producen con motivo de la celebración de una renovación mediante elecciones
legislativas del Congreso de los Diputados o de la dimisión o fallecimiento de su
Presidente. La previsión constitucional de la posible incapacidad sobrevenida del
Presidente del Gobierno no se contempla.
b) PROCEDIMIENTO DE NOMBRAMIENTO
La formación de Gobierno pasa por el procedimiento de obtención de la confianza
del Congreso de los Diputados. El procedimiento de nombramiento consta de cinco fases:
• Primera fase: Presentación por el Rey al Congreso de un candidato a la
Presidencia del Gobierno.

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• Segunda fase: La defensa por el candidato a Presidente de su programa y el
debate subsiguiente.
• Tercera fase: La votación de investidura, que se realiza públicamente y por
llamamiento. En este caso se pueden obtener dos clases de mayoría en el Congreso
para que el candidato obtenga la investidura.
• Cuarta fase: La denegación de la confianza.
• Quinta fase: El nombramiento del Presidente del Gobierno o la disolución de las
Cortes Generales. De resultar investido el candidato, el Presidente del Congreso
lo comunicará al Rey, para que el Monarca proceda a su nombramiento como
Presidente del Gobierno.
1.2. EL NOMBRAMIENTO DE LOS RESTANTES MIEMBROS DEL
GOBIERNO (15J2)
Según la Constitución los demás miembros del Gobierno serán nombrados y
separados por el Rey a propuesta de su Presidente.
a) EL NOMBRAMIENTO
El Rey nombra, pero no elige. La designación corresponde al Presidente del
Gobierno. La formación del Gobierno se completa, por un lado, por la investidura del
Presidente del Gobierno y, por otro, por el nombramiento de los Vicepresidentes y
Ministros (y otros posibles miembros del Gobierno) a propuesta del Presidente del
Gobierno. La Constitución establece el régimen de incompatibilidades de los miembros
del Gobierno, que no podrán ejercer otras funciones representativas que las propias del
mandato parlamentario, ni cualquier otra función pública que no derive de su cargo, ni
actividad profesional o mercantil alguna.
b) EL CESE A INICIATIVA PRESIDENCIAL
Mientras el Gobierno responde colegiadamente ante el Congreso, los Ministros
individualmente responden políticamente ante quien los nombró, el Presidente, que
consecuentemente los puede cesar. El cese se realizará por medio de RD firmado por el
Rey y refrendado por el propio Presidente del Gobierno. El ex Ministro del Gobierno
conserva un estatuto jurídico especial, en el que se incluyen derechos y deberes tales como
pensión indemnizatoria de hasta dos años, pensión de jubilación y régimen de
incompatibilidades durante dos años. Un miembro del Gobierno también puede cesar a
iniciativa propia, para ello bastará presentar su dimisión al Presidente del Gobierno, quien
no la puede rechazar.
2. EL CESE ORDINARIO DEL GOBIERNO (14SO/15SO)
Son todos aquellos que no derivan de las causas de pérdida de la confianza
parlamentaria previstos en la Constitución, esto es, moción de censura o cuestión de
confianza.
2.1. POR EXPIRACIÓN DEL MANDATO DEL CONGRESO DE LOS
DIPUTADOS
El Congreso es elegido por 4 años, si no es disuelto antes, agota su mandato por
transcurso temporal. Hay que tener en cuenta que, aunque la Constitución establece que

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el Gobierno cesa tras la celebración de elecciones generales, no hay duda de que se trata
sólo de las elecciones al Congreso de los Diputados. Como las elecciones pueden tener
lugar entre los 30 y los 60 días desde la terminación del mandato de 4 años del Congreso,
el cese del Gobierno no se produce el día en que expira el mandato del Congreso de los
Diputados, sino en la fecha de la celebración de las subsiguientes elecciones para renovar
el Congreso, sin perjuicio del período de tiempo en que el Gobierno cesante se mantenga
en funciones, hasta el nombramiento del nuevo Gobierno.
2.2. POR DISOLUCIÓN DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS A
PROPUESTA DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO
La Constitución dispone que el Presidente del Gobierno, previa deliberación del
Consejo de Ministros y bajo su responsabilidad, podrá proponer la disolución del
Congreso, del Senado o de las Cortes Generales, que será decretada por el Rey. El
objetivo es permitir al Presidente del Gobierno que elija el momento que mejor convenga
a su Partido y a él mismo para la celebración de las próximas elecciones generales. Tal
facultad de disolución potestativa o discrecional puede ser útil a varios efectos, tales como
tener permanentemente cohesionados a sus Ministros y en actitud incondicional a los
parlamentarios de su Partido. Sin embargo, el Presidente del Gobierno no podrá ejercer
su derecho a disolución anticipada de las Cámaras cuando esté en trámite una moción de
censura, o hasta que transcurra un año desde la anterior disolución, ni tampoco mientras
estén declarados alguno de los estados de alarma, excepción o sitio.
3. EL CESE EXTRAORDINARIO DEL GOBIERNO (13SR/16SR)
Se puede producir por denegación de la cuestión de confianza o por una moción
de censura constructiva.
3.1. LA NEGATIVA DEL CONGRESO A UNA CUESTIÓN DE
CONFIANZA (16SR/18J2)
Dispone la Constitución que el Presidente del Gobierno, previa deliberación del
Consejo de Ministros, puede plantear ante el Congreso de los Diputados la cuestión de
confianza sobre su programa o sobre una declaración de política general. La confianza se
entenderá otorgada cuando vote a favor la mayoría simple de los Diputados.
3.2. LA MOCIÓN DE CENSURA CONSTRUCTIVA
(15SR/17J2/17SR/19J1)
Según la Constitución el Congreso de los Diputados puede exigir la
responsabilidad política del Gobierno mediante la adopción por mayoría absoluta de la
moción de censura, que deberá ser propuesta al menos por la décima parte de los
Diputados, y habrá de incluir un candidato a la Presidencia del Gobierno. El Congreso
inviste a un Presidente del Gobierno por mayoría simple, pero, aunque puede cesarlo
necesita para ello de la mayoría absoluta y, además, debe de coincidir con un candidato
alternativo al que investir automáticamente. La moción no podrá ser votada hasta que
transcurran 5 días desde su presentación. Si la moción de censura no fuere aprobada por
el Congreso, sus signatarios no podrán presentar otra durante el mismo periodo de
sesiones. Por el contrario, el Gobierno presentará su moción al Rey y el candidato incluido

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en aquélla se entenderá investido de la confianza de la Cámara. El Rey le nombrará
Presidente del Gobierno.
4. EL GOBIERNO EN FUNCIONES (13SO/14SO/16J1/16SO/17J1/18J1)
El Gobierno cesante continuará en funciones hasta la toma de posesión del nuevo
Gobierno.
4.1. SUPUESTOS
La votación afirmativa de una moción de censura constructiva supone la
sustitución automática y el Gobierno cesante sólo debiera estar en funciones unas horas,
todo lo más algún día, a la espera de que se publique el Decreto con su cese en el BOE y
el que nombra al nuevo Presidente ya investido. Si el motivo del cese del Gobierno es
otro distinto al de la aprobación de una moción de censura, el Gobierno cesante puede
continuar en funciones un máximo de hasta 2 meses. Si agotado el plazo, ningún
candidato propuesto por el Rey hubiese obtenido la confianza del Congreso, se habrá de
convocar nuevas elecciones generales, por lo que los miembros del Gobierno en funciones
seguirán en sus puestos por un periodo que no tiene límite máximo establecido.
4.2 COMPETENCIAS
La ley declara que el Gobierno cesante continúa en funciones hasta la toma de
posesión del nuevo Gobierno, con las limitaciones establecidas en la ley. Añade que el
Gobierno cesante y en funciones facilitará el normal desarrollo del proceso de formación
del nuevo Gobierno y el traspaso de poderes, así como que limitará su gestión al despacho
ordinario de los asuntos públicos. La Ley del Gobierno prohíbe al Presidente cesante
proponer al Rey la disolución de alguna de las Cámaras o de las Cortes Generales o la
convocatoria de un referéndum consultivo; plantear la cuestión de confianza, así como
aprobar el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado o presentar proyectos
de ley al Congreso de los Diputados o, en su caso, al Senado, entre otras.

LECCIÓN 11.- FUNCIONEES DEL GOBIERNO

1. EL ARTÍCULO 97 DE LA CONSTITUCION (17SO)


1.1. ANÁLISIS
El art.97 CE establece que “El Gobierno dirige la política interior y exterior, la
Administración civil y militar y la defensa del Estado. Ejerce la función ejecutiva y la
potestad reglamentaria de acuerdo con la Constitución y las leyes”.
Estas diversas atribuciones constitucionales de funciones y competencias a favor
del Gobierno se pueden concretar desde dos puntos de vista, o al menos articularlas en un
sistema. Tales son, por un lado, la división de poderes, el Poder ejecutivo, distinto del
legislativo y jurídico y la ciencia política, esto es, la dirección política del estado.

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1.2 UNA PROPUESTA DE SÍNTESIS
La dirección de la política que corresponde al Gobierno no sería una esfera de
competencias propias susceptible de ser delimitada con cierta autonomía, sino más bien
una responsabilidad que se le atribuye en el desarrollo de las diversas modalidades de su
actividad, determinadas en lo fundamental conforme a las categorías clásicas. Cuando el
Gobierno actúa en el ejercicio de las funciones y competencias que le corresponden y que
caracterizan sus actos, está dirigiendo la política, pero con ello ni sus actos cobran una
naturaleza diferente, ni se altera su régimen jurídico.
2. LA DIRECCIÓN DE LA POLÍTICA (17SR)
2.1 SENTIDO GENERAL
Los cambios constantes en las circunstancias económicas y sociales postulan la
existencia de una dirección capaz de fijar en cada caso las nuevas prioridades y de
planificar el correspondiente desarrollo de las tareas estatales. La dirección implica fijar
un programa político de Gobierno, al Presidente, que determina las directrices de la
política interior y exterior y vela por su cumplimiento. Tal programa tendrá que coincidir
con el expuesto en el Congreso de los Diputados en el momento de la investidura del
Presidente del Gobierno, con independencia de que haya sido ordinaria o se haya
producido a través de una moción de censura. También se somete a la consideración del
Congreso un programa o una declaración de política general al plantear la cuestión de
confianza (arts. 99.2, 112 y 113 CE).
2.2 ASPECTOS
En la dirección de la política interior que corresponde al Gobierno se otorga
máxima importancia al ejercicio gubernamental de la iniciativa legislativa. El propio
programa de Gobierno se ordena como una previsión de Proyectos de Ley. Al Gobierno
le cabe tal iniciativa justo en los términos en los que es prevista la Constitución:
▪ Compartida (art. 87 CE).
▪ Prioritaria (art. 89 CE) predominante en la práctica.
▪ Exclusiva, como en la Ley anual de Presupuestos.
Corresponde al Gobierno tomar la iniciativa a la hora de enfrentarse a
determinadas situaciones excepcionales, como cuando una CCAA no cumple con las
obligaciones que la Constitución u otras leyes le imponen.
Al Gobierno compete proponer determinados nombramientos. Dejando a un lado
los que le corresponden en órganos consultivos, como el Consejo de Estado o el Consejo
Económico y Social, la Constitución se refiere expresamente al nombramiento del Fiscal
General del Estado y al de dos miembros del TC.
La dirección de la política exterior se concreta en primer lugar, en la iniciativa
gubernamental a la hora de concertar tratados internacionales, cuya celebración en
determinados supuestos no necesita de la previa autorización de las Cortes Generales (art.
94 CE), y que, en los demás casos, sólo muy limitadamente admite que estas introduzcan
enmiendas al texto fijado en las negociaciones internacionales. Dirigir la defensa del

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Estado implica, por último, coordinar con esa finalidad precisa aspectos de política
interior y exterior, y también la dirección de la Administración no sólo militar, sino
también civil.
3. LA DIRECCIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN (17SR)
La dirección de la Administración por parte del Gobierno se concreta en su
capacidad para fijar la estructura y la organización administrativa de acuerdo con la Ley
(art. 103.2 CE) que en cada caso se cuida de atribuir al Gobierno, a su Presidente y a los
Ministros las potestades necesarias al efecto.
La estructura jerárquica de la Administración (art. 103.1 CE), que sirve para hacer
efectiva la dirección gubernamental, se concreta en la posibilidad reconocida a los
superiores de impartir instrucciones y órdenes de servicio. El Gobierno de acuerdo con lo
dispuesto en su Ley reguladora, puede adoptar programas, planes y directrices vinculantes
para todos los órganos de la Administración General del Estado. También corresponde al
Gobierno, a sus Ministros y a su Presidente proveer ciertos cargos en la dirección y
confianza de la cúspide de la Administración, que desde su posición jerárquica superior
aseguran el ejercicio regular de las potestades administrativas en el sentido determinado
por la dirección política del Gobierno.
4. LA FUNCIÓN EJECUTIVA
La función ejecutiva que corresponde al Gobierno comprende al desarrollo de
tareas públicas determinadas por la ley a través de las potestades singulares y de los
medios materiales que ésta predispone. Ahora bien, las leyes deben precisar el alcance de
las competencias que corresponden al Gobierno y a las Administraciones para el
desarrollo de estos fines y de cualesquiera otros.
Las tareas públicas están parcialmente predeterminadas por la Constitución,
cuando afirma que compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a
través de las medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios (art. 43 CE).
La atribución constitucional de la función ejecutiva al Gobierno no permite eludir
tal mediación de la Ley. No existe una ejecución general del ordenamiento jurídico al
margen de la Ley, en la que puedan ampararse singulares actuaciones gubernamentales
carentes de apoyo legal específico.
El llamado principio de juridicidad implica que la validez de la actuación
administrativa depende de la previa habilitación legal de una específica potestad en
términos tales que hagan posible un control jurisdiccional de la regularidad de su
ejercicio; el reconocimiento constitucional de este principio se ha buscado en los arts. 9
que reconoce el principio de legalidad, y 103 CE, que establece que la Administración
pública actúa con sometimiento pleno a la ley y al Derecho.
La atribución al Gobierno de la función ejecutiva no impone que haya de ser
titular de todas las potestades al respecto; es suficiente con que la Ley le atribuya
aquellas que le confieren centralidad en el desenvolvimiento de tal función. Pero
sobre todo le corresponde al Gobierno dirigir la Administración y es luego a los
distintos órganos de la Administración Pública a quienes se encomienda la actividad

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concreta de ejecución de las Leyes a través de muy diversas potestades, cuyo
funcionamiento concreto estudia el Derecho Administrativo.
5. LA POTESTAD REGLAMENTARIA
La potestad reglamentaria que menciona el art. 97 CE es sólo una de las que
permite al Gobierno intervenir en ese ámbito. Además de reglamentos, el Gobierno puede
producir en España normas con rango y fuerza de Ley, los Decretos-Leyes y los Decretos
Legislativos.
La relación entre la Ley y el reglamento dependen de la concreta estructura
constitucional de cada estado. Los principios que determinan estas relaciones son la
llamada primacía de la ley, que impide que los reglamentos infrinjan las leyes. Tampoco
pueden los reglamentos abordar materias cuya regulación está reservada por la
Constitución a la Ley, sin perjuicio de que las leyes que regulen tales materias precisen
en ciertos casos del complemento de un reglamento ejecutivo.
La doble vinculación de los reglamentos a la Ley, material y formal, no implica
que la potestad reglamentaria esté asociada en todo supuesto a la función ejecutiva. La
noción de reglamento ejecutivo sugiere que la ejecución puede comprender, en función
del contenido de la Ley concreta que haya de ejecutarse, un ejercicio de la potestad
reglamentaria.
6. DETERMINACIÓN NORMATIVA Y CONTROL JUDICIAL DE LA
ACCIÓN DEL GOBIERNO
6.1. EL CONTROL JUDICIAL DE LA ACTUACIÓN ADMINISTRATIVA
Y LOS DENOMINADOS "ACTOS POLÍTICOS DEL GOBIERNO".
La CE indica expresamente que los Tribunales controlan la potestad reglamentaria
y la legalidad de la actuación administrativa, así como el sometimiento de ésta a los fines
que la justifican. El Estado de Derecho postula que todos los actos del poder público estén
sometidos a control judicial con el fin de verificar el respeto al ordenamiento jurídico. La
Ley del Gobierno, dispone que el mismo está sujeto a la Constitución y al resto del
ordenamiento jurídico en toda su actuación y, extrae como consecuencia que sus actos
resultan impugnables ante la jurisdicción contencioso-administrativa y la constitucional
de conformidad con las leyes que las regulan.
6.2. EL SOMETIMIENTO PLENO DE LA ADMINISTRACIÓN A LA LEY
Y EL DERECHO
La Constitución establece que la Administración actúa con sometimiento pleno a
la Ley, pero también al Derecho. El Derecho comprende por encima de las leyes, la
Constitución, a la que están sujetos los ciudadanos y los poderes públicos. Junto con las
leyes parlamentarias y las normas con rango de ley, en el sistema de la legalidad al que
se somete la actividad administrativa se integra el conjunto de disposiciones
reglamentarias de diversos rangos.

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6.3. EL SERVICIO DE LA ADMINISTRACIÓN A LOS INTERESES
GENERALES Y EL CONTROL DE LA DISCRECIONALIDAD
La administración pública sirve con objetividad los intereses generales. La
Constitución dispone que los Tribunales habrán de controlar el sometimiento de la
actuación administrativa a los fines que la justifican. Tales intereses generales se
consideran más bien indeterminados. La determinación normativa de los intereses
generales sigue dejando a la administración márgenes de apreciación discrecional. El
control de la legalidad ya no se reduce a los llamados elementos reglados del acto
administrativo, que siempre existen y contribuyen el primer dato relevante para el control,
o a la existencia y calificación jurídica de los llamados hechos determinantes, que son los
que dan ocasión al ejercicio de la potestad.

LECCIÓN 12.- EL PODER JUDICIAL

1. INTRODUCCIÓN
El poder Judicial (Administración de Justicia) es el conjunto de órganos que tiene
atribuido el ejercicio de la función estatal consistente en resolver, mediante la aplicación
del Derecho, los conflictos que surjan entre los ciudadanos o entre estos y los poderes
públicos (función jurisdiccional). Responde al principio de la separación de poderes.
Las tres funciones básicas del Estado son la función legislativa: elabora y aprueba
las leyes, se atribuye al Parlamento; la función ejecutiva: ejecuta las leyes y la dirección
política, se encarga al Gobierno y a la Administración y la función judicial: resuelve los
conflictos que pueden suscitar en la aplicación o interpretación de las leyes, se asigna a
los órganos jurisdiccionales (Poder Judicial).
2. CONFIGURACIÓN CONSTITUCIONAL (15J2/19SR)
Según la Constitución la configuración del Poder Judicial responde a los
principios de sumisión a la ley, unidad jurisdiccional, exclusividad, independencia e
imparcialidad.
2.1. LA SUMISIÓN A LA LEY
El art. 117 CE establece que los Jueces y magistrados integrantes del Poder
Judicial actúan sometidos al imperio de la Ley. El Estado de Derecho somete el ejercicio
de todos los poderes del mismo al ordenamiento jurídico. Se trata de una exigencia que
deriva tanto del principio del Estado de derecho como del principio del Estado
democrático. La sumisión a la ley es la forma en que constitucionalmente se hace realidad
el principio de legitimidad democrática del Poder Judicial. Desde el punto de vista del
Estado democrático, la sumisión a la Ley es la exigencia necesaria para el ejercicio
legítimo de la potestad jurisdiccional. Este principio exige que el Estado se organice de
tal forma que los titulares de ese poder político, prediquen el ejercicio de todos los poderes
del Estado.

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2.2. PRINCIPIO DE EXCLUSIVIDAD (18SR)
Es un principio referido a la función jurisdiccional. En su vertiente positiva
desarrolla la reserva exclusiva al Poder Judicial de la función jurisdiccional en todo tipo
de procesos, juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado, excluyendo otras jurisdicciones
estatales. En su vertiente negativa, el Poder Judicial sólo podrá ejercer esta función y no
otras. Se trata de que los jueces y magistrados integrantes del Poder Judicial únicamente
ejerzan esta función. (117 CE)
2.3. PRINCIPIO DE UNIDAD JURISDICCIONAL
Exige que los órganos que ejercen la potestad jurisdiccional integren una
organización única y estén sometidos a un mismo régimen jurídico. El principio de
exclusividad se refiere al aspecto funcional del Poder Judicial, el principio de unidad se
refiere al aspecto orgánico de este poder. Se trata de un complejo orgánico, policéntrico
y descentralizado. El conocimiento de las distintas materias se atribuye a grupos
diferentes de tribunales, siempre que todos formen parte del Poder Judicial y estén
sometidos al mismo régimen jurídico.
2.4. PRINCIPIO DE INDEPENDENCIA (16SO)
Los jueces y magistrados adoptan sus resoluciones con arreglo al derecho, sin que
puedan recibir ningún tipo de órdenes, instrucciones, u otros, relativas a los hechos
sometidos a juicio, a la norma que se deba aplicar o a la sentencia que se vaya a dictar. El
Poder Judicial es una estructura integrada por una pluralidad de juzgados y tribunales
entre los cuales no existe ninguna relación de jerarquía.
La independencia funcional o imparcialidad, se refiere a la independencia en el
ejercicio de la función jurisdiccional con la que los jueces y magistrados deben ejercer
sus funciones, y supone que en dicho ejercicio no debe prevalecer ningún interés distinto
al que marque la ley.
La independencia orgánica, se refiere al conjunto de garantías establecidas para
asegurar la posición independiente del juez, cuyo fin último es asegurar la independencia
funcional y su sentido es hacer posible que el juez pueda ejercer la función jurisdiccional
de forma imparcial.
Existen garantías de independencia externa, dirigidas a evitar interferencias de
otros poderes del Estado y de los particulares, tales como la inamovilidad, el régimen de
incompatibilidades, la inmunidad judicial y el deber de abstención y la facultad de
recusación, entre otras, y garantías de independencia interna: dirigidas a evitar presiones
que puedan surgir dentro del propio Poder Judicial.
3. ESTATUTO JURÍDICO DE JUECES Y MAGISTRADOS
La Constitución establece algunos de los elementos definitorios del estatuto
jurídico de los jueces y magistrados y las personas que integran el Poder Judicial,
remitiéndose para el desarrollo del mismo a la LOPJ.

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3.1. LA CARRERA JUDICIAL
La Constitución dispone que los jueces y magistrados de carrera forman un cuerpo
único. La elección de jueces en España se realiza por medio de una oposición o prueba
inicial. El acceso debe basarse en los principios de méritos y capacidad y debe realizarse
a través de un proceso de selección que garantice, con objetividad y transparencia, la
igualdad en el acceso a todos los ciudadanos.
El ingreso en el cuerpo de jueces se regula en la LOPJ y para ello exige ser mayor
de edad, tener la nacionalidad española, ser licenciado en Derecho y no estar incurso en
ninguna causa de incapacidad o incompatibilidad de las previstas por la ley.
La LOPJ distingue que el ingreso a la carrera judicial por la categoría de juez se
produce mediante la superación de una oposición libre y de un curso teórico y práctico en
la escuela judicial y que el ingreso en la categoría de magistrado o de magistrado del
Tribunal Supremo se realiza mediante concurso de méritos. El ascenso de juez a
magistrado y el de magistrado a magistrado del Tribunal Supremo se puede conseguir por
antigüedad en el ejercicio del cargo o por promoción interna mediante pruebas selectivas.
3.2. INAMOVILIDAD
Es la garantía tradicional de la independencia judicial. Según la CE los Jueces y
Magistrados no podrán ser separados, suspendidos, trasladados, ni jubilados sino por las
causas y garantías previstas en la Ley. Los jueces y magistrados de carrera gozan de una
inamovilidad absoluta, una vez que han accedido a la carrera judicial, permanecen en la
categoría y en el destino determinado, desde el ingreso, hasta su jubilación.
La separación conlleva la pérdida de condición de juez o magistrado en los casos
de renuncia, pérdida de la nacionalidad española, sanción disciplinaria, condena a pena
privativa de libertad por comisión de delito doloso, incapacidad y jubilación.
La suspensión supone el apartamiento del juez de sus funciones, provisional o
definitivamente.
El traslado de un puesto de trabajo a otro es voluntario. El traslado forzoso es
excepcional, y puede resultar de un ascenso o de una sanción disciplinaria por la comisión
de una falta muy grave. La jubilación tiene lugar por la edad y por incapacidad
permanente.
3.3. INCOMPATIBILIDADES
La LOPJ regula diferentes tipos de incompatibilidades que responden a
finalidades distintas. Por un lado, las incompatibilidades con el cargo judicial, en las que
se incluye la incompatibilidad con diferentes tipos de empleos y cargos públicos, y con
actividades privadas que pueden poner en peligro la independencia judicial, así como la
pertenencia a partidos políticos y sindicatos. Por su parte, las incompatibilidades en el
ejercicio de cargo, que afectan a limitaciones por razón de parentesco, matrimoniales o
similares, de modo que no puedan pertenecer al mismo órgano.

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3.4 RESPONSABILIDAD
Todos los poderes públicos están sujetos al ordenamiento jurídico y deben
responder de sus actuaciones cuando no se ajusten a lo establecido en la ley. Se trata de
responsabilidad jurídica. Los jueces y magistrados responderán por sus actuaciones
cuando se aparten de lo establecido en la ley, son independientes e inamovibles, y deben
ser plenamente responsables.
La responsabilidad jurídica puede ser penal, que surge cuando en el ejercicio de
su función realiza una conducta tipificada como delito en el CP; o civil, que se produce
cuando el juez, en ejercicio de su función, causa injustamente un daño o perjuicio, o bien
disciplinaria, la que surge cuando el juez realiza alguna de las conductas tipificadas como
faltas.
3.5. DEBERES Y DERECHOS
Como derechos, los jueces y magistrados son titulares de todos los derechos
fundamentales, aunque tienen limitaciones. Pueden formar parte de sólo una asociación
profesional; tienen derecho a una remuneración económica y al ascenso; a permisos y
licencias, y a la inmunidad judicial.
Como deberes tienen la obligación de ejercer la función jurisdiccional con pleno
sometimiento a la ley y haciendo efectivo el derecho a la tutela judicial efectiva y no
podrán tener ninguna vinculación a partidos ni sindicatos.
4. ORGANIZACIÓN DEL PODER JUDICIAL (15SR/16J1)
El Poder Judicial está integrado únicamente por Jueces y Magistrados que ejercen
la función jurisdiccional, por tanto, su organización son los órganos mediante los cuales
actúan. Estos son órganos unipersonales (Juzgados) y órganos colegiados (Tribunales).
Se incluye también en su organización al CGPJ y a la administración del Poder Judicial.
4.1 CONSEJO GENERAL DEL PODER JUDICIAL (17SO/17SR/18J1)
El art. 122 CE establece que el Consejo General del Poder Judicial es el órgano
de gobierno del mismo.
a) NATURALEZA JURÍDICA (17J1)
La CE define al CGPJ como el órgano de gobierno del Poder Judicial y dispone
que la ley establece sus funciones, especialmente en materia de nombramientos, ascensos,
inspección y régimen disciplinario. El CGPJ no es un órgano jurisdiccional, es decir, no
forma parte del Poder Judicial y tampoco es un órgano de autogobierno de los jueces. No
forma parte de ninguno de los tres poderes tradicionales y goza de una posición de
autonomía para desempeñar sus funciones.
b) COMPOSICIÓN
El CGPJ se compone por el Presidente, que será el Presidente del Tribunal
Supremo, 20 vocales que pueden dividirse en dos grupos: 8 elegidos por las CG (4
Congreso y 4 Senado), por mayoría 3/5, entre abogados y otros juristas de reconocida
competencia con más de 15 años de ejercicio profesional y 12 elegidos entre jueces y
magistrados de todas las categorías judiciales, en los términos que señale la ley orgánica.

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c) ESTATUTO DE LOS MIEMBROS
Se regula en la LOPJ y responde al objetivo de garantizar la independencia de los
miembros del CGPJ. La Constitución fija la duración del mandato en 5 años y la LOPJ
prohíbe toda forma de mandato imperativo. Le impone la dedicación absoluta a su cargo
y establece la incompatibilidad del mismo con cualquier otra actividad pública o privada.
Las causas de cese de sus integrantes vienen establecidas en la LOPJ.
d) ORGANIZACIÓN INTERNA Y FUNCIONAMIENTO
El CGPJ es un órgano colegiado compuesto por 20 vocales y el presidente. Las
decisiones se adoptan mediante votaciones y por mayoría. En caso de empate, decide el
Presidente que dispone del voto de calidad.
Todos los miembros del Consejo tienen los mismos derechos y deberes y funciona
en Pleno y en Comisiones. El pleno, formado por todos los miembros, desempeña como
norma general, todas las funciones atribuidas al CGPJ, y las Comisiones preparan los
asuntos que se debatirán en el pleno o que descargan al mismo de ciertas tareas.
e) FUNCIONES
De acuerdo con la Constitución el CGPJ tiene competencia exclusiva de tomar
todas las decisiones relativas a la selección y formación de los jueces y magistrados, a sus
ascensos, a la inspección y al régimen disciplinario. También participa en la integración
de otros órganos constitucionales. En cuanto a la potestad reglamentaria, el CGPJ aprueba
reglamentos en las materias que le ha reservado la LOPJ y a las competencias consultivas,
informa preceptivamente de los anteproyectos de ley en materia de organización judicial,
derecho procesal y régimen penitenciario. Además, eleva a las CCGG una memoria anual
sobre el estado y funcionamiento de la justicia.
4.2. LA ORGANIZACIÓN JUDICIAL
El Poder Judicial es orgánicamente múltiple debido a que está formado por todos
los órganos a través de los que jueces y magistrados ejercen la potestad jurisdiccional.
Estos órganos son los Juzgados, que son órganos unipersonales, formados por un juez y
los Órganos Colegiados, integrados por magistrados. Todos ellos se integran en una
estructura compleja y desconcentrada que responde al criterio de especialización material,
en que la LOPJ divide la función jurisdiccional en 4 órdenes jurisdiccionales: la
jurisdicción civil, la penal, la contencioso-administrativa y la social, a las que hay que
añadir la jurisdicción militar, al criterio de distribución territorial, en virtud del que el
Poder Judicial debe actuar en todo el territorio nacional y a la ordenación jerárquica, que
determina las competencias que tendrán los órganos jurisdiccionales.
4.3. LA ADMINISTRACIÓN DEL PODER JUDICIAL
La Administración del PJ está integrada por los medios personales, esto es, el
conjunto de cuerpos de funcionarios al servicio del Poder Judicial, tales son secretarios
Judiciales, Oficiales, Auxiliares, Agentes, Médicos Forenses y eventualmente personal
contratado y por los medios materiales, es decir, todos aquellos precisos para el correcto
cumplimiento de la función jurisdiccional, cuya provisión puede corresponder al Estado
o a las CCAA.

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4.4. ORGANIZACIÓN JUDICIAL Y COMUNIDADES AUTÓNOMAS
(18J2)
El Poder Judicial es único en todo el territorio nacional, de modo que, aunque
nuestro estado este dividido políticamente en CCAA, en ellas no puede funcionar ningún
órgano que ejerza funciones jurisdiccionales y no esté integrado en el Poder Judicial.
Las CCAA han ido asumiendo tipos de competencias, tales como la participación
en la organización de la demarcación judicial en su territorio; la regulación del uso de las
lenguas cooficiales y de la evaluación de su conocimiento y competencias en materias de
administración de la Administración de Justicia.
5. LA FUNCIÓN JURISDICCIONAL
1.1. CONCEPTO Y NATURALEZA
La función propia del Poder Judicial es la función jurisdiccional que, según el art.
117 CE, consiste en juzgar y hacer ejecutar lo juzgado. Esta función es una actividad
de aplicación de la norma que implica aplicar el Derecho para determinar cuál es la
solución al conflicto planteado por las partes que concurren al efecto.
1.2. LOS PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO
Principio de gratuidad de la justicia: gratuidad de la justicia para quienes acrediten
insuficientes recursos para litigar. (art. 119 CE)
Principio de publicidad: exige que las actuaciones judiciales sean públicas, con
las excepciones que puedan prever las leyes de procedimiento. (art. 120.1 CE)
Principio de oralidad: el procedimiento será predominantemente oral, sobre todo
en materia criminal. (120.2 CE)
Principio de motivación de las sentencias: estas serán siempre motivadas y se
pronunciarán en audiencia pública. (art. 120.3 CE)
1.3. LA PARTICIPACIÓN POPULAR EN EL EJERCICIO DE LA
FUNCIÓN JURISDICCIONAL. EL JURADO (14J1)
El art. 125 CE consagra tres formas de participación en la actividad jurisdiccional:
La acción popular: la tutela judicial efectiva sólo se invoca cuando se tiene un
derecho o interés legítimo que se quiere defender (art. 24 CE).
El jurado: compuesto por 9 miembros españoles y mayores de edad, y presidido
por un magistrado de la Audiencia provincial correspondiente.
Los tribunales consuetudinarios: de acuerdo con el art. 125 CE, los ciudadanos
podrán participar en la administración de justicia mediante los tribunales
consuetudinarios y tradicionales. Estos tribunales son el Tribunal de las Aguas de
Valencia y el Consejo de Hombres Buenos de Murcia, que no son tribunales en sentido
estricto y no están integrados en el Poder judicial.

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6. EL MINISTERIO FISCAL
La Constitución establece en su art. 124 que el Ministerio Fiscal debe promover
la acción de la justicia en defensa de la legalidad, de los derechos de los ciudadanos y del
interés público tutelado por la Ley, de oficio o a petición de los interesados, así como
velar por la independencia de los Tribunales y procurar ante los mismos la satisfacción
del interés social.
6.1. CONCEPTO Y NATURALEZA
El Ministerio Fiscal es un órgano constitucional, con personalidad jurídica propia,
integrado con autonomía en el organigrama del Poder Judicial. No forma parte del
Gobierno, pero mantiene una relación estrecha con este, dado que depende del mismo
para determinados nombramientos, destinos y otras cuestiones orgánicas, y el Gobierno
puede solicitar al fiscal que promueva acciones ante los tribunales en defensa del interés
público, solicitud que no tiene carácter vinculante.
6.2. ESTRUCTURA ORGÁNICA
El Fiscal General del Estado es nombrado por el Rey, a propuesta del Gobierno,
oído el Consejo General del Poder Judicial y debe ser elegido entre juristas españoles de
prestigio, con más de 15 años de ejercicio. Su puesto dura 4 años improrrogables, y la ley
contiene un elenco tasado de causas de cese, entre las cuales, no obstante, figura el cese
del Gobierno que lo hubiera propuesto. El Fiscal General ostenta la Jefatura Superior del
Ministerio Fiscal y su representación en todo el territorio español. Le corresponden las
principales decisiones sobre la situación profesional de los Fiscales; dirige la actuación
de todos los integrantes del Ministerio Fiscal y colabora con el Gobierno.
Todos los Fiscales actúan en nombre de la Institución y por delegación de su jefe
respectivo. Sin embargo, los principios de legalidad e imparcialidad que deben inspirar la
actuación del Ministerio Fiscal, tal y como establece el art. 124.2 CE permiten que un
fiscal, en un caso concreto, se niegue a cumplir las órdenes de un superior, siempre que
su oposición sea razonada y porque considere que la orden recibida es contraria a las
leyes.
6.3. FUNCIONES
Las funciones del Ministerio Fiscal se detallan en la Ley 50/1981, que le atribuye
las tareas de promover la acción de la justicia en defensa de la legalidad, de los derechos
de los ciudadanos y del interés público tutelado por la ley, actuando para ello de oficio o
a instancia de parte, y la tarea de velar por la independencia de los tribunales y procurar
ante estos la satisfacción del interés social. Está facultado para ejercer la acción pública
e iniciar así el correspondiente procedimiento judicial, para interponer el recurso de
amparo ante el Tribunal Constitucional; para asumir la representación y defensa de
quienes no pueden actuar por sí mismos por carecer de capacidad de obrar o de
representación legal; entre otras.

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LECCIÓN 13.- LA ORGANIZACIÓN TERRITORIAL DEL PODER

1. TIPOS TRADICIONALES DE ESTADO (15J1)


La doctrina del Derecho público distingue entre el Estado unitario que no se da
siempre en su forma simple o centralizada y el Estado compuesto. En España existe un
Estado unitario y políticamente descentralizado en organizaciones territoriales
autónomas, lo que se denomina Estado Autonómico.
1.1. EL ESTADO UNITARIO
El Estado unitario es una unidad organizada de decisión y de acción.
a) LA SOLUCIÓN SIMPLE
Un Estado unitario simple es aquel en el que hay un sólo centro de impulso político
y un conjunto único de instituciones de gobierno. Es respetuoso con los valores
democráticos. En la realidad política, los Estados democráticos unitarios que
encontraremos serán siempre complejos, porque tendrán algún tipo de descentralización
administrativa.
b) DESCENTRALIZACIÓN
La centralización total de un Estado unitario conlleva a que todos sus órganos se
creen con competencia sobre todos los súbditos. El centralismo sufre la secuela de su
desbordamiento por asuntos excesivos en número, inflados de casos menudos y de escaso
interés para el poder central.
1.2. EL ESTADO FEDERAL (15J2/17J1)
El Estado Federal se funda en virtud de un pacto entre entidades políticas
preexistentes, poseedoras de un poder constituyente originario. Bajo el Estado Federal se
designa una amplia gama de Estados. Los Estados miembros en un Estado Federal gozan
de potestad constitucional y legislativa y tienen derecho a un ámbito de autonomía
política, así como a participar en la configuración de ciertas decisiones de la Federación.
Se basan en el principio de homogeneidad, que impide que la estructura constitucional de
los Estados miembros difiera de la del Estado Federal o central.
1.3. EL ESTADO REGIONAL
La región es un hecho geográfico, etnográfico, económico, histórico y cultural.
Son Estados que establecen el principio de autonomía para sus territorios, pero con
caracteres diversos.

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2. LA ORDENACIÓN TERRITORIAL DEL PODER EN LA HISTORIA
DEL CONSTITUCIONALISMO ESPAÑOL
2.1. REFERENCIA AL CENTRALISMO BORBÓNICO Y A LA
ILUSTRACIÓN
En 1626 el Rey Felipe IV y su valido, el Conde Duque de Olivares, vieron diversos
tropiezos en las ambiciones recaudatorias de la Corona, primero en las cortes aragonesas
y luego en las catalanas. Tras la dinastía de Carlos II, le sucede Felipe V de España y
acabaron en la guerra de sucesión, auténtica guerra mundial en la que, por primera vez,
la península se vio invadida por tropas extranjeras. Felipe V firmó un Decreto por el que
se abolieron los fueros de Aragón y Valencia y asumió para España el modelo centralista
francés, ya que, a su juicio, la Monarquía borbónica gestionaba con mayor eficacia y
sentido de la modernidad. En el siglo XVIII llega la Burguesía con diversos protagonistas,
tales como Federico II de Prusia, José II de Austria, Carlos III de España, etc., que
acumulaban gran poder sobre sus súbditos.
2.2. LA CUESTIÓN EN EL PRIMER CONSTITUCIONALISMO
La constitución de 1812 se asienta en la idea de una Nación soberana y
constituyente. Los ayuntamientos estaban encabezados por Alcaldes electos, pero se
disponía que el Gobierno político de las provincias residiría en el Jefe superior, nombrado
por el Rey en cada una de ellas. Negada la autonomía a los territorios ultramarinos, no se
plantea para las regiones peninsulares.
2.3. LAS GUERRAS CARLISTAS
A la muerte de Fernando VII entra Carlos María Isidro, el Carlista. La primera
Guerra Carlista es la llamada guerra de los siete años. Carlos VII decidió, desde el exilio,
una invasión armada un tanto caótica, en torno a ideales simplistas que se estrellaría
nuevamente con la resistencia de Bilbao. El ejército del norte, al mando del General
Martínez, puso punto final a las aspiraciones dinámicas y cedió el poder a Antonio
Cánovas, quien encabezaría la Restauración borbónica en favor de Alfonso XII.
2.4. EL LIBERALISMO MONÁRQUICO DECIMONÓNICO
Cánovas construyó el régimen de la Restauración y su Constitución de 1876 desde
la convivencia y la concordia de todos los españoles. El liberalismo español optó por el
Estado Unitario. El ideal liberal de que entre los individuos y el Estado no existieran
cuerpos intermedios que gozasen de voluntad política, se encarnaba en nuestro
liberalismo burgués decimonónico con tanta perfección como podía ser asumida.
Mientras el liberalismo borbónico se negó a probar otra fórmula distinta a la del Estado
unitario, los dos interregnos republicanos supusieron sendos experimentos de ordenación
territorial distinta del poder político.
2.5. LOS PARÉNTESIS DE LA PRIMERA Y LA SEGUNDA REPÚBLICA
La república fue reciclada en varios sentidos. Uno de ellos fue su fundamentalista
visión de una solución federal, que, para su principal inspirado, Pi y Margall, tenía que
ser expresión de un principio, esto es, que el orden constitucional sólo se puede construir
sobre una pirámide de pactos.

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La segunda república llega a España, más de medio siglo después de agotada la
primera, en 1931.
En 1880 el primer congreso catalanista inicia una campaña contra la unificación
del Derecho Civil. Dos años más tarde dio sus primeros pasos el centro Catalán, que
posteriormente elevó al Rey un Memorial de agravios con las reivindicaciones de
Cataluña, y más tarde, Prat de la Riba publicaba sus célebres Bases de Manresa.
El País Vasco y Companys proclamó la República catalana días antes de que se
proclamase la II República en Madrid. El estatuto de Cataluña se aprobó en 1932, el del
País Vasco en los comienzos de la Guerra Civil (1936) y el de Galicia se redactó, pero no
llego a entrar en vigor.
3. LA SOLUCIÓN DE LA CONSTITUCION DE 1978
3.1. LA ARTICULACIÓN DEL PODER EN CUATRO NIVELES
TERRITORIALES
El poder se estructura en la Constitución en cuatro niveles que son los municipios,
las provincias, Comunidades Autónomas y el Estado en su acepción central. La
Constitución española carece de un auténtico modelo de ordenación territorial.
3.2. LA CONSTITUCIONALIZACIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN
LOCAL (16J1)
La Constitución concibe a los municipios y provincias como Entidades Locales
genuinas y necesarias, con personalidad jurídica propia.
El gobierno y la administración de los municipios corresponden a sus respectivos
Ayuntamientos, integrados por los Alcaldes y los Concejales.
El gobierno y la administración de las provincias estarán delegadas a Diputaciones
u otras Corporaciones de carácter representativo. La provincia es una corporación de
corporaciones. Las provincias siguen siendo hoy la circunscripción electoral básica en las
elecciones generales para ambas Cámaras de las Cortes Generales, así como en todas las
elecciones autonómicas.
3.3. LA CONSTITUCIONALIZACIÓN DE LAS COMUNIDADES
AUTÓNOMAS (16SO)
El esquema de distribución de competencias entre el Estado y las CCAA es casi
indescriptible. Las Comunidades Autónomas son entes públicos y de carácter territorial.
La creación de estas es facultativa mediante la agrupación de provincias. La Constitución
establece un modelo único de autonomía, sin perjuicio de que inicialmente exista una
tabla de primeras competencias para las CCAA de la vía lenta.

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LECCIÓN 14.- LA ORGANIZACIÓN DE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS

1. LOS PRINCIPIOS JURÍDICOS INSPIRADORES DEL ESTADO


AUTONÓMICO (17J2/18SR/19SR)
1.1. EL PRINCIPIO DE SU ORIGEN CONSTITUCIONAL
El Estado Autonómico es obra del poder constituyente, cuyo sujeto es la Nación
española. Una vertiente de este principio es el principio de aplicabilidad inmediata de la
Constitución y, por imperativo de su art. 9, todos los poderes públicos y también los de
las CCAA, están sujetos a la CE y al resto del ordenamiento jurídico.
1.2. EL PRINCIPIO DE UNIDAD (15SO/17SO)
La unidad de la nación española se constituye en Estado social y democrático de
Derecho, cuyos poderes emanan del pueblo en el que reside la soberanía nacional. Esta
unidad se traduce en una organización del Estado para todo el territorio nacional.
a) LA UNIDAD DEL ORDENAMIENTO JURÍDICO
Según la Constitución, el Estado reconocerá los Estatutos de las CCAA y los
amparará como parte integrante del ordenamiento jurídico (art. 147 CE)
b) LA AUSENCIA DE UN DERECHO CONSTITUCIONAL A LA
AUTODETERMINACIÓN
El derecho a la autonomía es un derecho subordinado a la soberanía. Así, el art. 2
CE dispone la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de
todos, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las regiones que la integran.
c) LA UNIDAD DEL ORDEN ECONÓMICO Y DEL MERCADO
Este principio se ha construido jurisprudencialmente por el Tribunal
Constitucional. Los principios básicos del orden económico serán de aplicación unitaria,
afirmando dicho Tribunal que la efectiva unicidad del orden económico nacional requiere
la existencia de un mercado único. La competencia estatal de coordinación económica ha
de compatibilizarse con ciertas competencias autonómicas e invita a utilizar tanto técnicas
de autorización, como preventivas y homogeneizadoras.
1.3. LA IGUALDAD DE DERECHOS Y OBLIGACIONES DE LOS
ESPAÑOLES (13J1)
Es un principio que la Constitución consagra como valor superior del
ordenamiento jurídico, y dispone que todos los españoles tienen los mismos derechos y
obligaciones. El Estado tiene la competencia exclusiva sobre la regulación de las
condiciones básicas que garanticen la igualdad de los españoles en el ejercicio de los
derechos y en el cumplimiento de los deberes constitucionales.

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1.4. EL PRINCIPIO DE SOLIDARIDAD
El principio de solidaridad es un principio social, ético y político que parte de
reconocer que todas las comunidades no son iguales. Este principio se contempla en el
art. 2 CE que reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y
regiones que integran la Nación y la solidaridad entre todas ellas. Las diferencias entre
los Estatutos de las distintas CCAA no podrán implicar privilegios económicos o sociales.
Es tanto un límite a las competencias de las CCAA, como un factor de equilibrio entre la
autonomía de las regiones y la indisoluble unidad de la Nación española. Su contenido
más importante es el financiero, cuyo instrumento para hacerlo efectivo y corregir
equilibrios económicos interterritoriales, es el Fondo de Compensación.
1.5. EL PRINCIPIO DE AUTONOMÍA (13J2/15SR)
El principio de autonomía es el acceso a determinadas cotas de autogobierno
político y descentralización administrativa previstos en la Constitución y concretados en
los respectivos Estatutos de Autonomía.
a) EL TITULAR DE LA AUTONOMÍA
La Constitución reconoce la titularidad del derecho a la autonomía a las provincias
limítrofes con características históricas, culturales y económicas comunes; a los
territorios insulares y provincias con entidad regional histórica, a los territorios aludidos
en CE, cuyo ámbito no supere al de una provincia y que no sea de entidad regional
histórica y que no estén integrados en la organización provincial.
b) AUTONOMÍA NORMATIVA
La autonomía normativa alude a la capacidad de las CCAA de dictar normas
propias, es un sub ordenamiento jurídico que pende de sus respectivos Estatutos y de la
Constitución.
c) ORGANIZACIÓN INTERNA CON RESPECTO AL PRINCIPIO DE
HOMOGENEIDAD
La autonomía es capacidad de autogobierno. Ello supone tanto una capacidad de
elaborar y aplicar una orientación política propia en el ámbito de sus competencias, como
ejercer una potestad administrativa, de acuerdo con lo previsto en los respectivos
Estatutos de Autonomía. La facultad de autoorganización está limitada por el principio
de homogeneidad, que no permite que la estructura de las CCAA sea diferente de la del
Estado central. Así, la organización de los Entes territoriales autonómicos, no ha de ser
idéntica a la del Estado central, pero sí homogénea.
d) AUTONOMÍA FINANCIERA
El principio de autonomía tiene una importante vertiente económica dada la
amplitud de los medios que determina la posibilidad real de alcanzar los fines. El soporte
material de la autonomía son sus ingresos financieros y el principio de la suficiencia de
los recursos.

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2. REMISIÓN AL ESTUDIO DE LAS VÍAS DE ACCESO A LA
AUTONOMÍA
A la autonomía se accede siguiendo los caminos establecidos por la Constitución
que dispone que los ayuntamientos, diputaciones, órganos preautonómicos o incluso, el
cuerpo electoral, podrán expresar su voluntad conforme al proyecto de Estatuto que será
elaborado por una asamblea compuesta por los miembros de la Diputación u Órgano
Interinsular y por los Diputados y Senadores elegidos en ellas y será elevado a las Cortes
Generales para su elaboración como ley (art. 146 CE). Otro modo es el caso de los
territorios referidos en la Disposición Transitoria Segunda, en que el Gobierno convocará
a los Diputados y Senadores elegidos en las circunscripciones comprendidas en el ámbito
territorial que pretenda acceder al autogobierno, para que se construyan en Asamblea, a
los efectos de elaborar el proyecto de Estatuto de Autonomía, mediante acuerdo de la
mayoría absoluta de sus miembros (art. 152.2.1 CE).
3. REMISIÓN AL ESTUDIO DE LOS ESTATUTOS DE AUTONOMÍA
Los Estatutos son la norma institucional básica de cada Comunidad Autónoma y
el Estado los reconoce y ampara como parte integrante de su ordenamiento jurídico (art.
147.1 CE).
4. INSTITUCIONES POLÍTICAS DE LAS COMUNIDADES
AUTÓNOMAS (19SO)
El principio de homogeneidad constitucional que concreta el art. 152 CE prevé la
existencia de una Asamblea Legislativa que será elegida por sufragio universal y
mediante un sistema de representación proporcional. El Consejo de Gobierno habrá de
ejercer funciones ejecutivas y administrativas. También prevé la existencia de un Tribunal
Superior de Justicia.
4.1. CRITERIOS CONSTITUCIONALES BÁSICOS
Sobre los órganos institucionales de las CCAA que accediesen a la autonomía por
vía ordinaria, según el art. 148 CE podrán asumir la organización de sus instituciones de
autogobierno. La Constitución establece dos vías de acceso a la autonomía la “lenta” del
articulo 143 y la “rápida” del 151 y, consecuentemente dos tipos de Comunidades.
4.2. LA ASAMBLEA LEGISLATIVA
Todas las CCAA se han dotado de ella en sus respectivos Estatutos, con las únicas
excepciones de Ceuta y Melilla, que establecen sendas Asambleas representativas,
privadas de potestad normativa, salvo en el ámbito de los correspondientes reglamentos
parlamentarios. La CE se limita a referirse a una Asamblea Legislativa, elegida por
sufragio universal, con arreglo a un sistema de representación proporcional que asegure,
además, la representación de las diversas zonas del territorio. Entre las funciones de la
Asamblea Legislativa se encuentran la potestad legislativa consistente en dictar
disposiciones normativas con fuerza de ley; la elección del Presidente de la CCAA; la
exigencia de responsabilidad política al Presidente y a los miembros del Consejo de
Gobierno; la legitimación activa para interponer recurso de inconstitucionalidad; entre
otras.

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4.3. EL GOBIERNO
Los EEAA incluirán un Consejo de Gobierno con funciones ejecutivas y
administrativas y un Presidente, elegido por la Asamblea, de entre sus miembros, y
nombrado por el Rey, al que corresponde la dirección del Consejo de Gobierno y la
suprema representación de la respectiva Comunidad. El Presidente y los miembros del
Consejo de Gobierno serán políticamente responsables ante la Asamblea.
a) EL PRESIDENTE
El Presidente necesariamente debe ser elegido por la Asamblea Legislativa de
entre sus miembros y su nombramiento formal lo efectúa el Rey. Este preside y dirige la
acción del Consejo de Gobierno y, en consecuencia, tanto el Presidente como los
miembros de dicho Consejo responden políticamente ante la asamblea. También asume
la suprema representación de la respectiva CCAA y la ordinaria del Estado en aquella.
b) EL CONSEJERO DE GOBIERNO
El Consejo de Gobierno es el órgano colegiado ejecutivo de las CCAA, cuyos
miembros, de conformidad con la preeminencia de su Presidente, una vez elegido, son
nombrados libremente por este. Son funciones propias del Consejo de Gobierno las
ejecutivas, encabezar las administrativas, así como cuantas le atribuya el respectivo
Estatuto u otras leyes.
4.4. OTRAS INSTITUCIONES
a) EL PODER JUDICIAL Y LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS
La Constitución disponen que un Tribunal Superior de Justicia, sin perjuicio de la
Jurisdicción que corresponde al TS, culminará la organización judicial en el ámbito
territorial de la CCAA y garantiza que el Poder Judicial es único para todo el territorio
español. No existen órganos judiciales propios de las CCAA.
b) OTROS ENTES CON RELIEVE POLÍTICO
Son los órganos asesores de las Administraciones Públicas, los Defensores del
Pueblo, los Tribunales de Cuentas, o los Consejos Económicos y Sociales, referidos a su
ámbito territorial.

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LECCIÓN 15.- COMPETENCIAS DE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS

1. LAS PREVISIONES CONSTITUCIONALES


En primer lugar, el que la autonomía política sea realmente tal se basa en que las
CCAA tengan constitucionalmente reconocido un as de competencias propias, que no
dependen del Estado central y, en segundo lugar, las competencias determinan el quantum
del poder político que se atribuye a una Comunidad Autónoma, es decir, el nivel real de
autonomía.
1.1. UN SISTEMA DE DOS LISTAS BÁSICAS
Por competencia se entiende la titularidad de una determinada función sobre cierta
materia que es el objeto de la competencia y que es esencialmente objetiva, porque reside
en el objeto de una función pública.
a) LAS MATERIAS SOBRE LAS QUE PUEDEN ASUMIR
COMPETENCIAS LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS
El art. 148 CE dispone que las CCAA podrán asumir competencias en la
organización de sus instituciones de autogobierno; en las funciones que correspondan a
los municipios y corporaciones locales; sobre ordenación del territorio, urbanismo y
vivienda, así como en las obras públicas de interés de la CCAA y en la pesca, bibliotecas,
carreteras, ferias, entre muchas otras. Asimismo, dispone dicho artículo que, transcurridos
5 años y mediante la reforma de sus Estatutos, las Comunidades Autónomas podrán
ampliar sucesivamente el marco de sus competencias.
b) LAS MATERIAS SOBRE LAS QUE EL ESTADO TIENE
COMPETENCIA EXCLUSIVA
Dispone el art. 149 CE que son competencias con carácter absoluto del Estado las
relaciones internacionales, el régimen arancelario y del comercio exterior, Hacienda en
general, etc. Si bien, existen competencias sobre las que el Estado se reserva con carácter
exclusivo, como la función legislativa, pero compatible con que las CCAA asuman su
ejecución, como la propiedad intelectual e industrial. Por otro lado, las competencias
exclusivas del Estado sobre parte de una materia, como las obras públicas de interés
general o cuya realización afecte a más de una CCAA; la competencia exclusiva del
Estado limitada no a toda la actividad normativa sino solamente a la legislación básica,
como sucede con la legislación básica sobre protección del medio ambiente, montes,
aprovechamientos forestales y vías pecuarias y las competencias concurrentes, donde hay
titularidad a favor tanto del Estado como de las CCAA.
1.2. DISPOSITIVOS CONSTITUCIONALES COMPLEMENTARIOS DE
ATRIBUCIÓN DE COMPETENCIAS
a) LAS COMPETENCIAS RESIDUALES
El art. 149 CE dispone que las competencias sobre las materias que no se hayan
asumido por los Estatutos de Autonomía corresponderán al Estado. Esta es la cláusula
constitucional que la doctrina denomina cláusula residual y tiene dos interpretaciones

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distintas por parte de la jurisprudencia del TC. Por un lado, si la materia de que se trate
no está incluida en el Estatuto correspondiente, no cabe duda de que la competencia será
estatal y, por otro, que las competencias de las Comunidades Autónomas están definidas
por sus Estatutos de Autonomía, y para que entre en juego la llamada cláusula residual o
supletoria, es necesario que el problema no pueda quedar resuelto con los criterios
interpretativos ordinarios.
b) REFERENCIA AL COMPLEMENTO DE LA CLÁUSULA RESIDUAL
POR LA PREVALENCIA DEL DERECHO ESTATAL Y POR EL CARÁCTER
SUPLETORIO DEL DERECHO DEL ESTADO
Tras instaurar la cláusula residual, el art. 149 CE establece que las normas estatales
prevalecerán, en caso de conflicto, sobre las de las Comunidades Autónomas en todo lo
que no esté expresamente atribuido a la exclusiva competencia de éstas y que el Derecho
estatal será supletorio del Derecho de las Comunidades Autónomas.
c) LA POSIBILIDAD DE TRANSFERENCIAS O DELEGACIONES POR
EL ESTADO MEDIANTE LEY ORGÁNICA
La Constitución dispone que el Estado podrá transferir o delegar en las
Comunidades Autónomas, mediante ley orgánica, facultades correspondientes a materia
de titularidad estatal que por su propia naturaleza sean susceptibles de transferencia o
delegación. La ley preverá en cada caso la correspondiente transferencia de medios
financieros, así como las formas de control que se reserve el Estado.
d) LA VÍA DE INCORPORAR DERECHOS INSTITUIDA EN LOS
NUEVOS ESTATUTOS DE AUTONOMÍA
Los nuevos Estatutos surgen en 2006 e incorporan declaraciones estatutarias de
derechos.
e) LOS "DERECHOS HISTÓRICOS" DE LOS TERRITORIOS FORALES
La disposición adicional primera de la Constitución establece que la misma
ampara y respeta los derechos históricos de los territorios forales y que la actualización
general de dicho régimen foral se llevará a cabo en el marco de la Constitución y de los
Estatutos de Autonomía.
2. LA ASUNCIÓN DE COMPETENCIAS POR LOS ESTATUTOS DE
AUTONOMÍA
2.1. LA DINÁMICA POLÍTICA DE CONQUISTA DE COMPETENCIAS
Las técnicas para ampliar al máximo el contenido competencial de las autonomías
de primer nivel fueron, en primer lugar, sacar el negativo del art. 149 CE, para asumir las
CCAA cuantas competencias no se reservaban “en exclusiva” al Estado y, de otro lado,
incorporando la técnica de atribuir a la CCAA una competencia exclusiva, añadiendo la
expresión “sin perjuicio”, la salvedad de la competencia exclusiva que sobre la misma
materia al Estado reconocía el art. 149.1 CE. Ello ha conducido a convertir competencias
que la CE atribuía exclusivamente al Estado en competencias compartidas, lo que ha sido
aceptado por el Tribunal Constitucional.

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2.2. EL PRINCIPIO DE INDISPONIBILIDAD DE LAS COMPETENCIAS
ASUMIDAS POR UNA AUTONOMÍA EN SU ESTATUTO
En principio, nuestro Estado autonómico se ha basado en lo que puede llamarse
un "principio dispositivo", ya que el acceso a la autonomía no se concibió en la
Constitución como obligatorio, sino como una posibilidad de autogobierno de la que se
podía o no disponer. Una vez ejercido el derecho a la autonomía, en el respectivo Estatuto
se podían asumir más o menos competencias, con lo cual también se aplicaba dicho
principio dispositivo. Ahora bien, aprobado el Estatuto tal principio expira.
Las competencias no reservadas por la Constitución como exclusivas del Estado,
no deben estimarse como pertenecientes a las CCAA, son competencias de atribución.
Resulta factible que una CCAA haya asumido una competencia y que en la práctica no se
haya ejercido. Una vez asumida la competencia, la adquisición es definitiva, y así lo
declaró el TC. Por consiguiente, si la adquisición de una competencia es definitiva, no
puede ser retrotraída al estado, por tanto, las competencias no son disponibles. Así, el TC
ha declarado reiteradamente lo que se denomina el principio de la indisponibilidad de las
propias competencias en lo que a su titularidad se refiere.
2.3. LOS DENOMINADOS TÍTULOS COMPETENCIALES
HORIZONTALES
Estamos ante un supuesto en que la competencia del Estado se concibe en términos
tan amplios que afectan a un gran número de materias, entre las que se pueden encontrar
algunas que hayan sido asumidas por las CCAA como propias, incluso con carácter
exclusivo. En efecto, ello se da en el ámbito de vivienda, agricultura, turismo, cultivos
marinos, retribuciones a los funcionarios, sistema nacional de compensación electrónica,
mercado de valores, entre otros. Según el TC, la competencia estatal relativa a la
ordenación general de la economía responde al principio de unidad económica y acoge la
definición de las líneas de actuación a fin de alcanzar objetivos políticos económicos
globales, así como la adopción de medidas necesarias para garantizar su realización.
3. LAS MODIFICACIONES EXTRAESTATUTARIAS DE LA
DISTRIBUCIÓN DE COMPETENCIAS
3.1. EL CARÁCTER EVOLUTIVO DE NUESTRO SISTEMA
AUTONÓMICO
Tras aprobarse los respectivos Estatutos de Autonomía, el mapa de competencias
territoriales ha sufrido un proceso evolutivo, sobre el que se va a constatar tanto en sus
etapas o fases, al hilo de las espitas que contiene el texto constitucional, como la
incidencia de nuestra presencia en la UE sobre el cuadro competencial.
3.2. LAS FASES DE LA EVOLUCIÓN COMPETENCIAL DEL ESTADO
AUTONÓMICO
La fase inicial abarca desde la aprobación de los primeros EEAA que fueron el
vasco y el catalán en diciembre de 1979, hasta los de Extremadura, Islas Baleares, Madrid
y Castilla y León, todos en 1983, incluyendo las tensiones de Andalucía. Se aprueba una
ley clave en el proceso, la LO 2/1980 de 22 de diciembre, de financiación de las CCAA.
Posteriormente se da la etapa de mayoría absoluta del Partido Socialista que estuvo

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presidida por un gran proceso de transferencias de servicios y recursos a favor de las
CCAA. Le siguen las fases de gobierno del PSOE y del PP, apoyados en mayorías
relativas, que fue un tiempo en el que las minorías nacionalistas pasan a disponer de un
poder político significativo, que permite ciertos incrementos de transferencias adicionales
de servicios y recursos, en especial a ciertas CCAA. Inmediatamente, viene la etapa en
que el PP dispuso de mayoría absoluta y se dio una disminución de la influencia de las
minorías nacionalistas en la perfilación del Estado autonómico. Seguidamente se da la
primera legislatura del Presidente Rodríguez Zapatero, condicionada por su mayoría
relativa en el Congreso, se caracterizó por el impulso de una nueva generación de
Estatutos de Autonomía. El siguiente Gobierno del PP con mayoría absoluta obligaba a
un desarrollo normativo en orden a fijar el déficit estructural permitido. Así, se aprobó la
LO 2/2012, de 27 de abril, de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera.
3.3. LA INCIDENCIA DE LA UNIÓN EUROPEA SOBRE EL CUADRO
COMPETENCIAL
La adhesión de España a la UE, con efectos del 1 de enero de 1986, supuso una
importante cesión de soberanía, ya prevista por nuestros constituyentes en 1978, como se
desprende del propio contenido del art. 93 la Constitución. El TC sostiene, en principio,
que la adhesión de España a la Unión Europea no distorsiona el sistema constitucional de
competencias estatales y de competencias asumidas por las CCAA.
4. COLABORACIÓN, CONTROL Y CONFLICTO RESPECTO DE LA
ACTIVIDAD DE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS (16J2/17SR)
4.1. COLABORACIÓN ENTRE EL ESTADO Y LAS CCAA
Con la CE en la cúspide del sistema normativo, coexisten el sistema estatal y el
autonómico, que integran un ordenamiento jurídico coherente. Tienen una común
articulación en el sistema constitucional y las competencias de ambos se despliegan sobre
el mismo territorio nacional. Del principio de colaboración deriva el deber recíproco de
información entre la Administración central y las autonómicas, para lo que se prevén
diversos instrumentos. Por tanto, ni el Estado ni las Comunidades Autónomas pueden
concebir sus órbitas de actuación como estancas, sino necesariamente abiertas a una
relación de positiva colaboración, en beneficio del mejor logro del interés general y en
evitación de indeseables conflictos.
4.2. CONTROL DEL ESTADO SOBRE LA ACTIVIDAD DE LAS CCAA
El control de la actividad de los órganos de las Comunidades Autónomas relativo
a la constitucionalidad de sus disposiciones normativas con fuerza de ley se ejercerá por
el TC. Por otro lado, el control del ejercicio de funciones delegadas a que se refiere el
artículo 150 CE se realiza por el Gobierno, previo dictamen del Consejo de Estado. La
jurisdicción contencioso-administrativa, controla la actividad de la Administración
autónoma y sus normas reglamentarias y el Tribunal de Cuentas controla la económica y
presupuestaria. El control del desempeño de las competencias estatutarias por el Estado
la ofrece la Alta inspección estatal, que los Estatutos de Autonomía reservan al Estado en
materias como educación, legislación laboral, sanidad y Seguridad Social.

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4.3. COERCIÓN ESTATAL PARA LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS
(18J1/19J1)
Si una Comunidad Autónoma no cumple las obligaciones que la Constitución u
otras leyes le impongan, o actúa de forma que atente gravemente al interés general de
España (este es el presupuesto material), el Gobierno, previo requerimiento al
Presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación
por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a
aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del interés
general (este es el doble presupuesto formal). Para su ejecución el Gobierno podrá dar
instrucciones a todas las autoridades de las Comunidades Autónomas. (155 CE)
5. LA FINANCIACIÓN DE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS
5.1. LA AUTONOMÍA FINANCIERA EN LA CE
El art.156 CE afirma que las CCAA gozarán de autonomía financiera para el
desarrollo y ejecución de sus competencias atendiendo a los principios de coordinación
con la Hacienda estatal y de solidaridad entre todos los españoles. De conformidad con
el art.157 CE, los recursos de las CCAA estarán constituidos por impuestos cedidos total
o parcialmente por el Estado, recargos sobre impuestos estatales y otras participaciones
en los ingresos del Estado; sus propios impuestos, tasas y contribuciones especiales;
transferencias de un fondo de compensación interterritorial y otras asignaciones con cargo
a los Presupuestos Generales del Estado, etc. Asimismo, dicho artículo dispone que
mediante Ley Orgánica podrá regularse el ejercicio de las competencias financieras
enumeradas en el precedente, las normas para resolver los conflictos que pudieran surgir
y las posibles formas de colaboración financiera entre las Comunidades Autónomas y el
Estado.
5.2. LA SOLIDARIDAD FINANCIERA
El art. 2 CE consagra el principio de la solidaridad entre todas las regiones que
integran España. Con el fin de corregir desequilibrios económicos interterritoriales y
hacer efectivo el principio de solidaridad, se constituye el Fondo de Compensación con
destino a gastos de inversión cuyos recursos serán distribuidos por las Cortes Generales
entre las CCAA y Provincias, en su caso.

LECCIÓN 16.- EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

1. INTRODUCCIÓN
1.1. LA JUSTICIA CONSTITUCIONAL
Se entiende por justicia constitucional la totalidad de la actividad judicial de
aplicación de la Constitución, ya sea realizada por tribunales especializados o por
tribunales ordinarios

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1.2. ORIGEN HISTÓRICO
a) EN LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA
Se basa en la doctrina sentada por el Juez Marshall, en el caso Marbury vs.
Madison. La Constitución ha sido considerada desde siempre como la ley superior de la
Nación por lo que los actos legislativos que repugnen a la Constitución son nulos. Si hay
un conflicto entre la Constitución y una ley aplicable a un caso concreto, el Juzgador ha
de determinar cuál de tales normas en colisión es aplicable.
b) EN EL CONTINENTE EUROPEO
Aparece en Europa con las aportaciones de Hans Kelsen, quien dispuso que el
ordenamiento jurídico, en función del principio de jerarquía, constituía una pirámide y
que en la cúspide de la misma se encontraba la Constitución como Lex superior.
Asimismo, decía que la supremacía de la Constitución exige un mecanismo específico
para su tutela y que de tan necesarias garantías sobresale la necesidad de establecer un
control de la constitucionalidad de las leyes ordinarias, que por su complejidad precisa de
un órgano “ad hoc”, el Tribunal Constitucional.
c) LA TENDENCIA ACTUAL A CIERTA CONVERGENCIA ENTRE LOS
DOS MODELOS HISTÓRICOS
Las nuevas democracias de Europa oriental instauraron un TC basado en los
diversos modelos europeos, pero con recepción de influencias norteamericanas.
1.3. LOS SISTEMAS DE JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL (15SR)
En el plano académico, se distingue entre dos sistemas, con distintos orígenes,
pero que cada vez más, ambos toman elementos del otro.
a) EL SISTEMA DE JURISDICCIÓN DIFUSA
Su paradigma es el sistema norteamericano. El control de constitucionalidad de
las leyes no se confía a un órgano específico, sino a la totalidad de los jueces y tribunales.
Su punto débil radica obviamente en el peligro de resoluciones judiciales parcial o
totalmente contradictorias, de las que podría emanar una doctrina constitucional oscura,
que reportaría escasa seguridad jurídica.
b) EL SISTEMA DE JURISDICCIÓN CONCENTRADA
Este es propiamente el sistema kelseniano en estado puro. El control jurisdiccional
de la constitucionalidad de las leyes lo realiza un órgano especial, el Tribunal
Constitucional, al que se confía en exclusiva la vigilancia de la constitucionalidad de las
leyes.
c) EL AVANCE HACIA LOS SISTEMAS MIXTOS
Intenta compaginar las ideas del sistema difuso y del concentrado. En las últimas
décadas se ha extendido la institucionalización de TC ad hoc basados en el sistema de
jurisdicción concentrada pero que asumen diversos elementos del sistema de jurisdicción
difusa, que varían según cada régimen constitucional.

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2. CARACTERES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
(15J2/15SO/19SR)
El artículo 1 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, lo define como
interprete supremo de la Constitución, independiente de los demás órganos
constitucionales y sometido sólo a la Constitución y a la ley orgánica que lo regula. Es un
órgano del Estado puesto que se encuentra directamente configurado por la Constitución.
Ocupa una posición de supremacía y goza de independencia. Aunque está situado fuera
del Poder Judicial, su naturaleza como órgano jurisdiccional viene configurada por estar
compuesto por jueces, porque funciona mediante procedimientos jurisdiccionales y sus
decisiones adoptan la forma de sentencias. Este órgano no puede actuar de oficio, sino a
instancia de parte, sometido y limitado por el Derecho. Su posición preeminente respecto
al Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, se manifiesta a través del recurso de amparo y
mediante la resolución de conflictos de competencia. Las sentencias que emanan del
mismo son válidas a partir del día siguiente y no cabe recurso alguno contra ellas y las
que declaren la inconstitucionalidad de una ley tienen plenos efectos Erga Omnes.
3. COMPOSICIÓN DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
(15SO/16SO/17J1)
3.1. LA CUESTIÓN DEL FACTOR POLÍTICO EN LA CONFIGURACIÓN
DEL TRIBUNAL
La CE opta por tener el TC de manera independiente y los miembros no tienen
que ser de la Carrera Judicial, bastando únicamente que sean Juristas de reconocida
competencia de acuerdo con los requisitos establecidos. La interpretación de una presunta
inconstitucionalidad se debe hacer con los instrumentos de la hermenéutica jurídica que
habrá de estar complementada por un análisis político sistemático.
3.2. LA COMPOSICIÓN SEGÚN LA CE
El TC se compone de 12 miembros nombrados por el Rey.
• 4 propuestos por el Congreso por mayoría de 3/5.
• 4 propuestos por el Senado por idéntica mayoría.
• 2 propuestos por el Gobierno.
• 2 propuestos por el Consejo General del Poder Judicial.
Los miembros del Tribunal Constitucional deberán ser nombrados entre
Magistrados y Fiscales, Profesores de Universidad, funcionarios públicos y Abogados,
todos ellos juristas de reconocida competencia con más de 15 años de ejercicio en su
profesión. Gozan de independencia e inamovilidad en el ejercicio de su mandato y están
sometidos a un estricto régimen de incompatibilidades. Su elección es por un periodo de
9 años renovándose por terceras partes cada 3 años.
3.3. LA APLICACIÓN IDEAL DE LOS CRITERIOS
CONSTITUCIONALES
En la propuesta de los miembros del TC en ocasiones pesa más que la
competencia, su reconocida afinidad al partido que los respalda. Para evitar esto, puede
establecerse que los 8 miembros a designar por las Cámaras sean objeto de auténtico

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consenso entre los grandes partidos políticos entre juristas capaces de asumir el juicio de
constitucionalidad de las leyes. Para ello se debería renunciar a los 2 miembros que elige
de manera libre y directa el Gobierno. Con este procedimiento se conseguiría que en el
TC se formara un equipo de 12 miembros con una óptima capacidad de diálogo interno.
4. ORGANIZACIÓN
4.1 ORGANIZACIÓN JURISDICCIONAL
a) EL PLENO
Compuesto por 12 Magistrados y encabezado por su Presidente, conoce de los
recursos y de las cuestiones de inconstitucionalidad; de los conflictos constitucionales de
competencia entre el Estado y las Comunidades Autónomas o de los de éstas entre sí; de
los conflictos entre los órganos constitucionales del Estado y en defensa de la autonomía
local; del control previo de constitucionalidad; de la verificación del cumplimiento de los
requisitos exigidos para el nombramiento de Magistrado del Tribunal Constitucional; de
la recusación de los Magistrados del Tribunal Constitucional; de la aprobación y
modificación de los Reglamentos del Tribunal, entre otros.
b) LAS SALAS
Consta de 2 Salas compuesta por 6 Magistrados cada una, presidida la primera por
el Presidente y la segunda Sala por el Vicepresidente. Conocen de Los Recursos de
amparo y de los asuntos que, atribuidos a la justicia constitucional, no sean competencia
del Pleno y aquellas cuestiones que, habiendo sido atribuidas al conocimiento de las
secciones, entiendan que por su importancia deba resolver la propia Sala.
c) LAS SECCIONES
En cada Sala hay 2 Secciones formada por 3 Magistrados. Hasta la reforma de la
LOTC de 2007 conocían exclusivamente del despacho ordinario y la decisión sobre la
admisibilidad o inadmisibilidad de los recursos. Posteriormente, han sido competentes
también para conocer y resolver asuntos de amparo que la Sala les haya podido diferir.
4.2 ESTRUCTURA FUNCIONAL
a) EL PLENO GUBERNATIVO
Denominación que se otorga al propio Pleno del Tribunal Constitucional cuando
desempeña funciones no jurisdiccionales, relativas al gobierno y a la organización interna
de la casa, tales como establecer la plantilla del personal, aprobar la relación de
presupuestos de trabajo, así como de la jornada y horario del personal, entre otras.
b) EL PRESIDENTE
Elegido por un periodo de 3 años y reelegible una sola vez, se encarga de convocar
y fijar el orden del día de la Junta de Gobierno, ejecutar lo acordado por el Pleno
gubernativo y ejercer las máximas funciones de policía en el recinto del Tribunal.
c) LA JUNTA DE GOBIERNO
Está compuesta por el Presidente, el Vicepresidente, un Magistrado por cada Sala
y el Secretario General. Sus competencias se centran en materias de personal, como

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aprobar las bases de los concursos y convocatorias de puestos de libre designación para
la incorporación de personal, funcionario o laboral, determinar la composición de las
comisiones de valoración, entre otras.
d) EL SECRETARIO GENERAL
Es elegido por el Pleno entre los Letrados del Tribunal Constitucional que cuenten
al menos con 3 años de antigüedad como tales, nombramiento que se hace por un período
de 3 años renovable sin perjuicio de la posible remoción por parte del Pleno. Actúa como
Letrado Mayor ostentando la Jefatura de los Letrados, sin perjuicio de las facultades que
corresponden al Presidente, al Tribunal o a las Salas.

LECCIÓN 17.- COMPENTENCIAS DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL (I)

1. EL RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD Y SUS


MODALIDADES (16J1/16SR)
1.1. FUNCIÓN DEL RECURSO
Es una garantía genérica del contenido de la Constitución, que se configura como
un medio de defensa de la integridad del contenido del texto fundamental. Procede
interponerlo ante el Tribunal Constitucional contra leyes y disposiciones normativas
con fuerza de ley que pudieran haber vulnerado cualquier precepto constitucional.
Se trata de una garantía jurisdiccional, pues opera tanto en la protección de los derechos
y libertades como en otros aspectos contenidos en la Norma Suprema.
1.2. OBJETO DEL CONTROL
El ámbito de control de constitucionalidad de las leyes se define genéricamente
en el art. 161 CE que se refiere al recurso de inconstitucionalidad contra leyes y
disposiciones normativas con fuerza de ley. En nuestro sistema constitucional no hay
lugar en la práctica para la llamada inconstitucionalidad por omisión. Según establece el
art. 27 LOTC son susceptibles de declaración de inconstitucionalidad:
• Los Estatutos de Autonomía y las demás Leyes orgánicas.
• Las demás Leyes, disposiciones normativas y actos del Estado con fuerza de Ley.
• Los Tratados internacionales.
• Los Reglamentos de las Cámaras y de las Cortes Generales.
• Las Leyes, actos y disposiciones normativas con fuerza de Ley de las
Comunidades Autónomas.
• Los Reglamentos de las Asambleas legislativas de las Comunidades Autónomas.
1.3. EL PARÁMETRO DE CONSTITUCIONALIDAD (13J2)
El art. 28 LOTC dispone que para apreciar la conformidad o no con la
Constitución de una Ley, disposición o acto con fuerza de Ley del Estado o de las CCAA,
el Tribunal considerará, además de los preceptos constitucionales, las Leyes que, dentro
del marco constitucional, han sido dictadas para delimitar las competencias entre el

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Estado y las CCAA (EEAA) o para regular o armonizar el ejercicio de las competencias
de estas.
El parámetro de constitucionalidad suscita dificultades. Por un lado, la
mutabilidad del canon de constitucionalidad durante la tramitación de un recurso de
inconstitucionalidad. Si durante dicha tramitación, el canon de constitucionalidad es
alterado, el parámetro de constitucionalidad queda configurado por la legislación de
referencia en ese momento vigente, con independencia de cuál estuviera en vigor en el
día en que se interpuso el recurso. Por otro lado, la hipótesis de que ciertas normas
integrantes del parámetro de constitucionalidad se encuentren afectadas de
inconstitucionalidad. El TC no puede declarar de oficio la inconstitucionalidad de una
ley, con la única excepción de aquellos casos en que, en el seno de la misma norma, junto
a los preceptos impugnados, haya otros a los que la declaración de inconstitucionalidad
deba extenderse por conexión o consecuencia (art. 39 LOTC).
1.4. EL CURSO DEL PROCESO
a) LA LEGITIMACIÓN ACTIVA
Están legitimados para el ejercicio del recurso de inconstitucionalidad cuando se
trate de Estatutos de Autonomía y demás Leyes del Estado, orgánicas o en cualesquiera
de sus formas y disposiciones normativas y actos del Estado o de las Comunidades
Autónomas con fuerza de Ley, Tratados internacionales y Reglamentos de las Cámaras y
de las Cortes Generales el Presidente del Gobierno, el Defensor del Pueblo, 50 Diputados
y 50 Senadores o los órganos colegiados ejecutivos de las CCAA y, en su caso, las
Asambleas de las mismas. Para este ejercicio de los órganos colegiados ejecutivos y las
Asambleas de las Comunidades Autónomas, corresponderá contra la Leyes, disposiciones
o actos con fuerza de Ley del Estado que puedan afectar a su propio ámbito de autonomía.
b) EL ITER PROCESAL
Los arts. 33 y 34 LOTC regulan el procedimiento que debe seguir un recurso de
inconstitucionalidad. Se establece un plazo de 3 meses desde la publicación oficial de la
disposición normativa que se pretenda impugnar. Aunque el Presidente del Gobierno y
los órganos colegiados ejecutivos de las CCAA, podrán hacerlo en el plazo de 9 meses.
Para todo ello es necesario que se reúna la Comisión Bilateral de Cooperación entre la
Administración General del Estado y la respectiva Comunidad Autónoma, que en el seno
de la Comisión se haya adoptado un acuerdo sobre la iniciación de negociaciones para
resolver las discrepancias y que el acuerdo sea puesto en conocimiento del TC por dichos
órganos.
La demanda deberá contener las circunstancias de identidad de las personas u
órganos que ejercitan la acción y, en su caso, de los comisionados; la concreción de la
Ley, disposición o acto impugnado, en todo o en parte y precisar el precepto
constitucional que se entiende infringido. Para la admisión a trámite de la demanda,
deberá contener los requisitos mencionados. En ocasiones se dicta un Auto de inadmisión
o incluso, una sentencia de inadmisión. Admitida a trámite la demanda, se da traslado a
los órganos correspondientes a fin de que puedan personarse en el procedimiento y
formular las alegaciones que estimen, para lo que cuentan con un plazo de 15 días.

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c) LA SENTENCIA
El TC dictará sentencia en el plazo de 10 días, salvo que, mediante resolución
motivada, el propio Tribunal estime necesario un plazo más amplio, que en ningún caso
podrá exceder de 30 días. La admisión del recurso no suspenderá la vigencia ni la
aplicación de la ley. Las sentencias tienen valor de cosa juzgada a partir del día siguiente
al de su publicación en el BOE y tienen efectos erga omnes. Las sentencias que declaren
la inconstitucionalidad declararán igualmente la nulidad de los preceptos impugnados, así
como, en su caso, la de aquellos otros de la misma Ley, disposición o acto con fuerza de
Ley a los que deba extenderse por conexión o consecuencia. La declaración de
inconstitucionalidad expulsa la norma afectada del ordenamiento jurídico
1.5. OTRAS MODALIDADES DEL RECURSO
a) LA CUESTIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD PROMOVIDA POR
JUECES O TRIBUNALES (12J2/13SO/14SR/18J1)
Cuando un órgano judicial considere en algún proceso, que una norma con rango
de Ley aplicable al caso, de cuya validez dependa el fallo, pueda ser contraria a la
Constitución, planteará la cuestión ante el TC en los supuestos, en la forma y con los
efectos que establezca la ley, que en ningún caso serán suspensivos. Es una iniciativa que
corresponde exclusivamente al juez y no un derecho de las partes, las cuales sólo pueden
sugerir la pertinencia de suscitar la cuestión, quedando a la libre decisión del órgano
jurisdiccional ordinario el promover o no la cuestión (art. 35 y 36 LOTC).
b) LA DECLARACIÓN SOBRE LA CONSTITUCIONALIDAD DE LOS
TRATADOS INTERNACIONALES (18SO)
La Constitución establece que la celebración de algún Tratado Internacional que
contenga estipulaciones contrarias a la CE, exigirá la previa revisión constitucional.
Asimismo, el Gobierno o cualquiera de las Cámaras, que podrán requerir al TC para que
declare si existe o no una contradicción.
c) EL RECURSO PREVIO DE INCONSTITUCIONALIDAD CONTRA
PROYECTOS DE EEAA Y CONTRA PROPUESTAS DE REFORMA DE EEAA
(17SO)
EL recurso previo de inconstitucionalidad tiene por objeto la impugnación del
texto definitivo del Proyecto de Estatuto o de la Propuesta de reforma de un Estatuto de
Autonomía, una vez aprobado por las Cortes Generales. La legitimación para interponer
el mismo corresponde, de acuerdo con la Constitución y la Ley Orgánica del Tribunal
Constitucional, a los mismos sujetos que para interponer recurso de inconstitucionalidad
contra los Estatutos de Autonomía. El plazo para la interposición del recurso es de tres
días desde la publicación del texto aprobado en el Boletín Oficial de las Cortes Generales,
quedando en suspenso con su interposición todos los trámites subsiguientes (sanción y
promulgación), incluida la convocatoria de referéndum cuando el Proyecto o la Propuesta
de reforma del Estatuto de Autonomía tuviera que ser sometida a referéndum.

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2. EL RECURSO DE AMPARO CONSTITUCIONAL
2.1. UN RECURSO EXCEPCIONAL (13SO/18SR)
El recurso de amparo es una garantía específica de algunos derechos y libertades
prevista en el art 53 CE, cuya resolución corresponde al Tribunal Constitucional. Este
recurso procederá contra disposiciones o actos jurídicos de los poderes públicos del
Estado, las CCAA y demás entes públicos que violen cualquiera de los derechos y
libertades protegidos por el mismo. La LOTC determina con claridad la finalidad del
recurso de amparo que no es otra que la de “restablecer o preservar los derechos o
libertades por razón de los cuales se formuló el recurso”.

2.2. LA ACENTUACIÓN DE LA EXCEPCIONALIDAD POR LA


REFORMA DE 2007
a) NUEVA CONFIGURACIÓN DEL TRÁMITE DE ADMISIÓN DEL
RECURSO DE AMPARO
Se invierte el juicio de admisibilidad, se pasa de comprobar la inexistencia de
causas de inadmisión a la verificación de existencia de relevancia constitucional en el
recurso. Esta relevancia sucede cuando no existe doctrina del TC sobre el problema o la
faceta de un derecho fundamental; o bien, de existir, el Tribunal quiera aclarar o cambiar
su doctrina. También cuando se da la vulneración de un derecho fundamental proveniente
de la Ley o de otra disposición general o que traiga causa de una reiterada interpretación
jurisprudencial de la Ley que el TC considere lesiva y crea necesario proclamar otra
interpretación conforme a la Constitución. De otro lado, por el incumplimiento general y
reiterado de la doctrina del Tribunal por la Jurisdicción ordinaria, o existencia de
resoluciones judiciales contradictorias, entre otras.
b) MODIFICACIÓN DEL INCIDENTE DE NULIDAD DE
ACTUACIONES
La reforma parte de la idea de que la protección y garantía de los derechos
fundamentales no es una tarea única del TC, sino que los tribunales ordinarios
desempeñan un papel esencial en ella. Por ello, se modifica el incidente de nulidad de
actuaciones y se introduce una configuración más amplia, dado que se permite su solicitud
en base a cualquier vulneración de alguno de los derechos fundamentales del art. 53CE.
2.3 LOS DERECHOS PROTEGIBLES EN VÍA DE AMPARO
Por imperativo de los arts. 53.2, 161.1 b) CE y 41.1 LOTC son susceptibles de
amparo constitucional, en los casos y en las formas que la ley establece:
• La igualdad ante la ley, garantizada en el art. 14 CE.
• Las libertades y derechos reconocidos (arts. 15 a 29 CE), que integran la sección
primera del Capítulo II del Título I CE.
• La objeción de conciencia, reconocida en el art. 30 CE.
2.4. EL OBJETO DE LA IMPUGNACIÓN (12SO)
La Constitución no dispone qué actos en concreto son impugnables mediante
recurso de amparo. Pero tal laguna está colmada por el art. 41 LOTC, conforme al cual el

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recurso de amparo protege a todos los ciudadanos frente a las violaciones de los derechos
y libertades originadas por disposiciones o actos jurídicos de los poderes públicos del
Estado, las Comunidades Autónomas y demás entes públicos de carácter territorial,
corporativo o institucional, así como de sus funcionarios o agentes.
2.5. EL CURSO DEL PROCESO
a) LA LEGITIMACIÓN ACTIVA
Según la Constitución están legitimados para interponer el recurso de amparo,
toda persona natural (nacional o extranjero) o jurídica (pública o privada) que invoque un
interés legítimo, el Defensor del Pueblo y el Ministerio Fiscal, quien debe promover la
acción de la justicia en defensa de la legalidad, de los derechos de los ciudadanos y del
interés público tutelado por el Rey.
b) LOS REQUISITOS PREVIOS
El recurso de amparo constitucional se inicia en tiempo y forma mediante
demanda en la que se expondrá con claridad y concisión los hechos que la fundamenten,
se citarán los preceptos constitucionales que se estimen infringidos y se fijará con
precisión el amparo que se solicita para preservar o restablecer el derecho o libertad que
se consideren vulnerado. A la demanda se ha de acompañar la copia, traslado o
certificación de la resolución recaída en el procedimiento judicial o administrativo.
Previamente se debe de agotar la vía administrativa y la judicial. Contra las resoluciones
que pongan fin a los procedimientos judiciales ordinarios cabe el recurso de amparo si el
Juzgado o Tribunal ha infringido el derecho a la tutela judicial efectiva que consagra el
art. 24 CE.
c) EL TRÁMITE DE ADMISIÓN
Conforme al art. 50 LOTC la Sección, por unanimidad de sus miembros, acordará
mediante providencia la admisión, en todo o en parte, del recurso. La falta de la
unanimidad en la Sección provocará el traslado de la decisión sobre esta cuestión a la
Sala respectiva.
d) EL RESTO DEL ITER PROCESAL
Admitida a trámite una demanda de amparo se ha de resolver sobre si se accede o
no a la solicitud de suspensión de la resolución recurrida, si es que ésta se ha formulado
junto con la demanda. También cabe que se acuerde tal suspensión de oficio o a solicitud
del recurrente en momento ulterior a la demanda y, naturalmente, previo a la Sentencia.
La suspensión en ocasiones se condiciona por el TC a la constitución de caución
suficiente para garantizar los daños y perjuicios que pudiera irrogar tal suspensión. El
paso siguiente es la formulación de alegaciones escritas, trámite que puede sustituirse por
la celebración de vista oral. Seguidamente la Sala o, en su caso, la Sección, dictará
sentencia en el plazo de 10 días.
e) LA SENTENCIA
La resolución del recurso constitucional de amparo adopta forma de sentencia. La
Sala o en su caso, la Sección, al conocer del fondo, habrá de pronunciar necesariamente
en su sentencia otorgando o denegando el amparo.

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El Otorgamiento de amparo: la sentencia que otorgue el amparo contendrá la
declaración de nulidad de la decisión, acto o resolución que hayan impedido el pleno
ejercicio de los derechos o libertades protegidos, con determinación en su caso de la
extensión de sus efectos; el restablecimiento del recurrente en la integridad de su derecho
o libertad con la adopción de las medidas apropiadas para su conservación. Las sentencias
dictadas en amparo no extienden sus efectos más allá de la órbita de las relaciones entre
las partes. Es decir, no surten efectos erga omnes, pero tienen efectos de cosa juzgada y
no pueden ser objeto de recurso alguno. Se publican en el BOE.

LECCIÓN 18.- COMPENTENCIAS DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL (II)

1. LOS CONFLICTOS DE COMPETENCIA (15J2/17J2)


1.1. INTRODUCCIÓN
El art. 161 CE dispone que el TC es competente para conocer de los conflictos de
competencia entre el Estado y las CCAA o de los de éstas entre sí, y añade que también
lo será respecto de las demás materias atribuidas por la CE o las leyes orgánicas.
En su desarrollo legislativo, el art. 59 LOTC establece que:
a. El TC entenderá de los conflictos que se susciten sobre las competencias
o atribuciones asignadas directamente por la CE, los EEAA o las leyes
orgánicas u ordinarias dictadas para delimitar los ámbitos propios del
Estado y las CCAA y que opongan al Estado con una o más CCAA; a dos
o más CCAA entre sí; al Gobierno con el Congreso de los Diputados, el
Senado o el CGPJ; o a cualquiera de estos entre sí.

b. El TC entenderá también de los conflictos en defensa de la autonomía local


que planteen los municipios y provincias frente al Estado o a una CCAA.
1.2. LOS CONFLICTOS DE COMPETENCIAS ENTRE EL ESTADO Y
LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS O DE ESTAS ENTRE SÍ (15J1)
En los conflictos entre el Estado y las CCAA o de éstas entre sí, el objeto
cuestionado pueden ser las disposiciones, resoluciones y actos emanados de los órganos
del Estado o de los órganos de las CCAA o la omisión de tales disposiciones, resoluciones
o actos. Estos conflictos se pueden concretar en forma positiva o negativa.
a) EL CONFLICTO POSITIVO (14J2/14SO)
Este conflicto puede formalizarse cuando el Gobierno considere que una
disposición o una resolución de una CA no respeta el orden de competencia establecido
en la CE, en los Estatutos de Autonomía o en las leyes orgánicas correspondientes, bien
si es el órgano ejecutivo superior de una CA el que estima que una disposición, resolución
o acto de otra CA o del Estado no respeta dicho orden competencial, y siempre que afecte
a su propio ámbito, en cuyo caso requerirá a aquélla o a éste para que sea derogada la
disposición o anulados la resolución o el acto en cuestión.

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Cuando el conflicto se produce entre normas con fuerza de ley el caso ha de
someterse a la jurisdicción constitucional; sin embargo, si el conflicto se suscita entre
disposiciones infralegales será competente la jurisdicción contencioso administrativa.
Datos e hitos procesales del conflicto:
a. Sujetos del conflicto: pueden no coincidir los sujetos procesales y los sustantivos
del conflicto.

b. Vicios alegables: los de incompetencia territorial. Pueden ser la usurpación de


competencias ajenas y la lesión de dichas competencias por un ejercicio
antijurídico de competencias propias.

c. Disposiciones impugnables: disposición o resolución de una CCAA; contra una


disposición, resolución o acto emanado de la autoridad de otra CCAA o del
Estado.

d. El requerimiento previo de incompetencia: si es el órgano ejecutivo superior de


una CCAA el que entiende que se ha vulnerado el orden de competencias
territorial, ha de requerir necesariamente a la otra CCAA o al Estado para que sea
derogada la disposición o anulados la resolución o el acto en cuestión en el plazo
dos meses.

e. Formalización del conflicto: en la demanda se recogerán los antecedentes de


hecho, fundamentos jurídicos alegados y la pretensión que se formula.

f. Emplazamiento del demandado y trámite de alegaciones: en el término de 10


días, el TC comunicará al Gobierno u órgano autonómico correspondiente la
iniciación del conflicto, emplazándoles para que aporten alegaciones y
documental.

g. La suspensión automática de la disposición o acto controvertido como


privilegio gubernamental: el art. 161 CE dispone que el Gobierno podrá
impugnar ante el TC las disposiciones y resoluciones adoptadas por los órganos
de las CCAA. La impugnación producirá la suspensión de la disposición o
resolución recurrida, pero el Tribunal deberá ratificarla o levantarla en un plazo
no superior a 5 meses.

h. La terminación extraordinaria del conflicto: por desistimiento del promotor


del proceso, por allanamiento de la parte demandada, ya sea por satisfacción
extraprocesal de la pretensión o derogación de la norma objeto de conflicto.

i. La sentencia: la sentencia que resuelve un conflicto positivo debe declarar la


titularidad de la competencia controvertida, así como acordar, en su caso, la
anulación de la disposición, resolución o actos viciados de incompetencia y, si
fuera pertinente, disponer lo procedente respecto de las actuaciones de hecho o de
derecho creadas al amparo de la misma. La sentencia produce el efecto de

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vinculación para los restantes poderes públicos que no hayan sido parte en el
proceso, tiene efecto formal de cosa juzgada y erga omnes.

b) EL CONFLICTO NEGATIVO
Se produce cuando frente a la actitud del Estado no se reconoce legitimación
activa a las CCAA. Pues bien, desde el ángulo de la legitimación activa, dentro del
conflicto negativo hay que distinguir dos subtipos.
a. Por un lado, el conflicto negativo instado por persona física o jurídica, en el caso
de que un órgano de la Administración del Estado declinare su competencia para
resolver cualquier pretensión deducida ante el mismo por persona física o jurídica,
por entender que la competencia corresponde a una Comunidad Autónoma, el
interesado, tras haber agotado la vía administrativa mediante recurso ante el
Ministerio correspondiente, podrá reproducir su pretensión ante el órgano
ejecutivo colegiado de la Comunidad Autónoma que la resolución declare
competente.

b. El conflicto negativo instado por el Gobierno, este podrá igualmente plantear


conflicto de competencias negativo cuando habiendo requerido al órgano
ejecutivo superior de una Comunidad Autónoma para que ejercite las atribuciones
propias de la competencia que a la Comunidad confieran sus propios Estatutos o
una ley orgánica de delegación o transferencia, sea desatendido su requerimiento
por declararse incompetente el órgano requerido. La declaración de
incompetencia se entenderá implícita por la simple inactividad del órgano
ejecutivo, requerido dentro del plazo que el Gobierno le hubiere fijado para el
ejercicio de sus atribuciones, que en ningún caso será inferior a un mes.
1.3. LOS CONFLICTOS ENTRE ÓRGANOS CONSTITUCIONALES DEL
ESTADO (16J2/17J2/17SR/18J2)
a. Objeto de los conflictos: recogidos en el art. 59 LOTC, que menciona los que
opongan al Gobierno con el Congreso de los Diputados, el Senado o el Consejo
General del Poder Judicial o a cualquiera de estos órganos constitucionales entre
sí.

b. Legitimación: la habilitación procesal activa y pasiva para ser parte en estos


conflictos se limita al Gobierno, Congreso, Senado y Consejo General del Poder
Judicial, que han de actuar mediante acuerdo de sus respectivos Plenos.

c. Tramitación: se inicia mediante requerimiento al pleno del órgano actor al otro


órgano cuya decisión, en opinión del primero, suponga asunción indebida de
atribuciones, solicitándole que la revoque.

d. La sentencia: determinará a qué órgano corresponden las atribuciones


constitucionales controvertidas y declarará nulos los actos ejecutados por invasión
de atribuciones y resolverá, en su caso, lo que procediere sobre las situaciones
jurídicas producidas al amparo de los mismos. La nulidad es la consecuencia de

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apreciar un vicio de incompetencia, aunque pueda darse algún caso que constituya
excepción.

e. Un caso singular: los conflictos que se susciten sobre las competencias o


atribuciones del Tribunal de Cuentas serán resueltos por el Tribunal
Constitucional.
1.4 LOS CONFLICTOS EN DEFENSA DE LA AUTONOMÍA LOCAL
(16SR)
La auténtica naturaleza jurídica de los nuevos conflictos en defensa de la
autonomía local es, en última instancia, la de un nuevo recurso directo contra leyes, o
bien, una modalidad adicional del control abstracto de las normas, aunque en este caso
por un motivo tasado y limitado a la defensa de la garantía institucional de la autonomía
local. La legitimación activa se reconoce al municipio o provincia que sea destinatario
único de la ley o un número de municipios o provincias que supongan unos determinados
porcentajes en el ámbito territorial de aplicación de la ley. Para ello se requiere acuerdo
por mayoría absoluta de los Plenos de las Corporaciones locales y solicitud de dictamen
preceptivo, pero no vinculante, del Consejo de Estado u órgano consultivo de la
Comunidad Autónoma. Tras los trámites de rigor, la sentencia declarará si existe o no
vulneración de la autonomía local constitucionalmente garantizada, determinando, según
proceda, la titularidad o atribución de la competencia controvertida, y resolverá, en su
caso, lo que procediere sobre las situaciones de hecho creadas en lesión de la autonomía
local.
2. LOS RECURSOS INTERPUESTOS CONTRA LAS NORMAS
FORALES DE LOS TERRITORIOS DE ÁLAVA, GUIPÚZCOA Y VIZCAYA Y
LOS CONFLICTOS EN DEFENSA DE LA AUTONOMIA FORAL
La Constitución respeta y ampara los derechos históricos de los territorios forales,
que se lleva a cabo en el marco de la Constitución y de los Estatutos de Autonomía. Las
Juntas Generales aprueban varias normas entre las que se encuentran las relativas al
régimen tributario. Junto al conocimiento de estos recursos, resolverá también el TC las
cuestiones que se susciten con carácter prejudicial por los órganos jurisdiccionales sobre
la validez de las referidas disposiciones, cuando de ella dependa el fallo del litigio
principal. La vía de llegar al TC puede ser directa, a través del recurso de
inconstitucionalidad, o indirecta, a través de la cuestión de inconstitucionalidad siguiendo
a esos efectos lo previsto en el Título II de la LOTC.

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